- ¿Cómo diablos no se te ocurrió interrogarlo? ¿No tienes idea de que nos acabas de quitar una pista importante? – Gritó Kurapika a Killua furioso.

Tanto Killua como Gon y Alluka habían sido retenidos por Kurapika en Kakín, siendo ahora estaban interrogados por el rubio, quien cual se veía claramente insatisfecho por el por la muerte de Phinks de hacía poco. El singular cuarteto se encontraba en la habitación de un hotel de la cadena de Pariston Hill el cual había sido alquilado por Leorio previamente, mientras que este último había salido por algunas cosas de beber y comer para evitar que el interrogatorio se hiciera más tenso.

- En primera, ni yo ni Gon estábamos al tanto de tu caso. Y en segundo la seguridad de Alluka es primero. ¡No quería que ese idiota la lastimara! – Gritó Killua con firmeza.

Killua se sentía frustrado ante el interrogatorio de Kurapika. El había hecho lo que Kakín y Kurapika hubieran querido y había protegido a su hermana. ¿Por qué le reclamaba por hacer algo que el hubiera hecho?

- Pensé que tratabas de dejar tu pasado como asesino atrás. ¿Por qué rayos no pudiste inmovilizarlo y esperar a que lo interrogáramos? -

- ¡Era un miembro de la Araña! ¡Tu y yo sabemos lo poderosos que son! – Respondió el peliblanco con frustración.

Claro, quizá matarlo no había sido la solución más humanitaria, pero teniendo en cuenta lo desquiciada que se había vuelto la Araña y lo peligroso que pudiera ser que ellos se aprovecharan de los poderes de Alluka y Nanika, quizá en ese momento había sido la mejor opción. Pese a la culpa que sentía por haber vuelto a manchar sus manos de sangre, Killua creía que fue lo correcto.

- ¿Y si son tan poderosos, por qué Phinks no trato de defenderse? – Preguntó Gon, tratando de actuar como mediador entre sus enfurecidos compañeros.

- De hecho. Aquel hombre que mató mi hermano fue muy amable conmigo. Si no me hubieran dicho lo que había hecho antes hubiera pensado que el era un simple vagabundo muy gentil y triste. – Dijo Alluka sintiendo algo de lástima por aquel criminal.

- Bueno, hay que ir al grano. ¿Cómo diablos fue que lo encontraron y por qué tenía la mano cortada? – Volvió a interrogar Kurapika.

- Ya te dije, tenía vacaciones y estábamos en una de las cafeterías de la Avenida Linchot, casi nueve cuadras del Coliseo del Cielo. Después de recibir nuestro pedido, Alluka quiso ir a la tienda de cosméticos y la deje ir, pero luego, la vi con ese tipo y lo liquidé antes de que intentara algo. – Gruñó Killua harto de tener que explicar la misma historia por octava vez.

- ¿Y tu no estuviste detrás de la amputación de su mano? – volvió a preguntar Kurapika.

- ¡Claro que no, carajo! – Gritó Killua perdiendo la poca paciencia que le quedaba.

Leorio llegó finalmente con un montón de chocorobots, pastelillos, patatas fritas y golosinas, las cuales agarró Killua y comenzó a atragantarse brutalmente con ellas en un vago intento por desesterarse. Kurapika suspiró. Tras todos esos años, el buen Killua seguía siendo el mismo glotón de siempre.

- Bueno, entonces tenemos razones para pensar que los demás se encuentra en la misma ciudad que el Coliseo de Cielo. ¿Correcto? – Volvió a interrogar Kurapika.

- ¡Claro! – Dijeron Killua, Leorio y Gon al unísono, mientras Alluka se concentraba en beber uno de los jugos que había traído el médico.

Kurapika sonrió. Quizá su presa estaba cerca; sin embargo, no podía darse el lujo de ir solo tras ella. Por el momento su única ventaja era el hecho de que la Brigada Fantasma no tenía idea de sus movimientos y que se encontraban presuntamente en la misma ciudad. Esta cercanía a la Araña también era una desventaja, ya que técnicamente habían vuelto al territorio de la Araña y si ellos les atacaban serían implacables. Kurapika se preguntaba que tan fuerte sería Chrollo estando enfermo y si no habría más miembros nuevos al acecho. Sin embargo, dado a su experiencia en su combate anterior contra Chrollo, Kurapika sabía que lo mejor era no confiarse.

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Bueno, bueno. Si no los veo en Navidad aquí les dejo mi saludo navideño a todos mis lectores. Espero que estén disfrutando mis fanfics y que pasen un buen rato con sus seres queridos estas fechas.

Aipitorpo: A Machi ya se le están cayendo los tornillos, jaja. ¡Y aún no llega lo peor! Lo único que puedo decir es que ningún miembro de la Brigada Fantasma esta a salvo de la locura de Machi y las maquinaciones desde las sombras de Kurapika.

Monnie´s: Ayyy, ni te preocupes por tardarte, lo importante es que ahorita estas disfrutando mi fanfic (y el manga, pues los capítulos han estado de lujo últimamente). Entiendo que uno a veces tiene que poner prioridades y que no siempre se puede todo. Espero que aquella situación difícil pronto mejore.

Como siempre un abrazo muy cariñoso a mis lectores y lectoras virtuales.