Nuestro muchacho tarareaba por los pasillos de la preparatoria canterlot con un ánimo diferente a lo habitual, pues ya sabía cómo acercarse a Twilight: Solo debía comentarle sobre los nuevos transistores basados en grafeno de 3 direcciones. El resto de la conversación fluirá sola y volverían a ser amigos.
No tardó en encontrarla frente su casillero. Los lápices caían al piso mientras intentaba desatorar un polerón que quedó atrapado entre los cuadernos y una herradura bastida de florituras.
Micro llamó la atención aclarando la garganta. Como respuesta, un destello lo deslumbró. El joven miró alrededor, pensando que la luz era producto de una cámara o el reflejo del sol; pero no, fue una distracción de Sparkle para escapar. Volvió a mirar alrededor, esta vez para ver si alguien más notó la hazaña. Su mirada cruzó con los ojos de Pinkie pie. Ella respondió a la tácita pregunta con un cabeceo, para luego ir al casillero y cerrarlo.
Tuvo la misma suerte el resto del día. Twilight encontraba la manera de escabullirse. desaparecía en las esquinas o entre los estudiantes. Llegó a tal punto que Micro pensó que un tercero la ayudaba.
Al notar que su cruzada no rendía frutos, decidió matar el tiempo antes del almuerzo y sentarse en una de las mesas a las afueras del comedor. Su tranquilidad fue interrumpida cuando una amiga de Velvet Sky le saludó.
—¿Me puedo sentar? — dijo Cherry Crash con gentileza. Al verle los ojos desorbitados, tuvo que explicar—¿La sangre? Tranquilo, no es de pony.
—Eso menos me relaja.
—Lo sé. Tampoco me agrada ayudar en la cocina, pero el ventanal roto no se pagará solo.
Cherry se sentó a su lado, no sin antes quitarse el mandril. Debajo llevaba una camisa rosada, junto una chaqueta ajustada y una falda escocesa. La bandana tuvo que asistir Micro, pues se atoraba en las perforaciones de la chica.
—Me sorprende que la Subdirectora te permita llevar tantos aretes –comentó Micro Chips.
—Dudo que se atreva a quitarmelos.
—No, pero podría colocar un imán gigante en la entrada.
Cherry rió al imaginar la escena, con ella siendo atraída al techo. Micro le ofreció galletas, las cuales devoró.
—¿No deberías estar en deportes?
—Estoy eximido, por eso mato el tiempo haciendo las tareas.
—Neeeeeeerd— dijo Cherry a medida que sacaba otra galleta —pero hablando en serio ¿No sería mejor estudiar en la biblioteca?
—Cheerilee no permite comer.
—Ohh, ¿Acaso tienes una faceta rebelde?
—Solo cuando la situación lo amerita —dijo Micro al masticar una galleta—Y cómo vas con tu trabajo de biología.
—Bulk Biceps lo está terminando solo. Ya conoces lo mañoso que es —miró un momento la mesa— y parece que tú también.
—Algo así— pronunció rascándose la cabeza—no me voy a quedar de brazos cruzados esperando que Twilight me hable.
—Te puedo echar un cable con Twi.
La esporádica ayuda ganó una mirada escéptica por parte de Micro.
—A cambio de que.
—mmm… la tarea de mates.
Micro rodó los ojos. Con un gesto le indicó que hablara.
—La mejor manera de enfrentarte a las chicas introvertidas es siendo directo, no endeble e indeciso. Debes acercarte y decirle: "tú y yo, a la biblioteca" o algo así. De ser posible, debes acorralarla sin darle oportunidad de escapar.
— para luego sedarla y enterrarla el bosque —respondió Micro Chips a los pésimos consejos.
—Si, creo que no me expresé muy bien. Lo que trato de decir es que debes tener una actitud más asertiva con ella; y de ser posible, hablarle cuando se encuentre sola. Me he dado cuenta
que Sparkles se vuelve sociable cuando no tiene a nadie alrededor, como si la gente le pusiera nerviosa —su teléfono sonó—y con eso termina mi descanso. Toma mi numero para que me envies la tarea. Y recuerda:
—Acosarla hasta que diga que sí. que puede malir sal.
ese comentario ganó risas.
Con la intimidad recuperada, Micro pudo reflexionar las palabras de Cherry, pero antes de ponerlo en marcha, debía alimentar su estómago. Comenzó a guardar los libros y cuadernos cuando divisó a Scribble Bee acercarse con su almuerzo y el de Micro. Los demás no tardaron en llegar con el uniforme algo embarrado.
—Oh Micro, ni te imaginas lo que pasó —Comentó Velvet Sky al sentarse en la mesa— ¿Recuerdas la gotera del techo, la que estaba encima del gimnasio? Resulta que reventó el fin de semana y dañó las tablas del piso. Así que el profesor nos permitió jugar a los quemados en el patio. El suelo estaba algo mojado por la fuga, pero eso no nos impidió darlo todo para quemar al resto. Hablando de eso, ¿crees que deba preocuparme?
dijo al mostrarle un moretón en el brazo.
Micro tomó el brazo y lo acercó para apreciarlo con mejor cuidado. examinó el codo y le dio unos golpecitos, asegurándose que el daño no era importante.
—Te aconsejo ponerte hielo cuando llegues a casa y toma unos ibuprofenos, para que el dolor no te moleste en la noche.
—Como cuántos.
—Con media pastilla debería bastar.
Comentó al soltar el brazo. En ese momento se percató que varios estudiantes miraban la escena, la mayoría con moretones similares. Micro dedicó el resto del almuerzo a tratarlos, revisando cada moretón y enviandolos a la enfermería cuando notaba que la herida era seria. Su comida se enfrió por la demora y Scribble Dee le prestó su tupper para calentar la comida. Ya saben, los microondas y los metales no se llevan bien.
Cuando llegó al microondas se encontró con nada más y nada menos que la chica que lo estuvo evitando durante todo el día.
«recuerda ser más asertivo»
resonó la voz de Cherry en su cabeza.
Micro siguió el consejo y colocó la mano en su hombro a la vez que saludaba. funcionó, pues Twilight no desapareció del éter como había hecho antes. Se mantuvo ahí, al lado suyo mientras gestaba una incómoda sonrisa.
Desde lejos, Velvet y Scribble observaban la interacción entre ambos nerds.
Velvet alentaba por lo bajo, mientras veía a Twilight interesarse más en el chico. No escuchaba lo que decía Micro, pero llamó completamente la atención de Sparkle, tanto que parecía haberse olvidado del almuerzo. Por su parte, Scribble rogaba que Micro se alegara, pues estaba en peligro y no era por Twilight.
El comedor quedó en silencio cuando un fuerte estallido sonó en las inmediaciones.
Micro miró atónito al microondas. En su interior estaba el almuerzo de Twilight con el tenedor dentro del plato. La señora Smith salió de la cocina, bastante cabreada, preguntando quién había estropeado el electrodoméstico.
Micro se declaró culpable, recibió un cucharazo y fue arrastrado a la cocina, para limpiar los platos sucios como castigo.
Mientras tanto, Twilight miraba perpleja la escena. Había dejado el tenedor dentro del plato, pero la conversación se volvió tan interesante que se olvidó por completo. En cierto punto se acordó del tenedor y quiso sacarlo, pero si lo hacía ¿Qué pensaría el chico?¿Que era una boba al fallar en algo tan básico? Por otro lado, podría dañar el microondas y ser castigado por la señora Smith era algo que no se lo deseaba ni a su peor enemigo (Sunny Flare aka. la perra que se acostó con su ex).
Twilight sabía que tenía que disculparse no solo por haberle quitado el almuerzo y dañar el microondas, sino también por haberlo ignorado durante todo el día. Comprendía la importancia de obtener buenas calificaciones y sabía que Micro solo se acercaba para trabajar juntos, pero aún así lo evitaba.
Por todos los cielos, se estaba comportando como una dramática adolescente de telenovela, culpando a los demás por errores que no cometieron. No tenía sentido ignorar a Micro. Ya habían pasado meses desde que terminó con Timber, y Micro no conoció a Sunny hasta mucho después. Entonces, ¿por qué lo culpaba? ¿Qué veía en él que reflejaba tanto desprecio?
Ahora se encontraba atónita, frente a su almuerzo quemado y las miradas de todos los estudiantes. Sin pensarlo dos veces, agarró el almuerzo de Micro, sin importarle que estuviera caliente, y se fue a sentar con sus amigas. Ellas solo la miraron, mientras comía en silencio.
«Debo hablar con mi alter pony, ella me ayudará a superarlo»
Pensó al terminar el almuerzo del chico. Mañana devolvería el tupper y se disculpará por todo.
