Nos encontrábamos corriendo a toda velocidad no podía usar la otra dimensión para aparecer en las doce casas y Kiki ya no puede teletransportarse, los demás nos seguían a la misma velocidad.

Ya llegando a las doce casas nos dividimos, Kiki se fue para la casa de Aries para ver si encontraba a su maestro siendo acompañado por Marín y Shaina, Yo y el resto seguimos subiendo hacia el templo del patriarca, cada casa que pasábamos no se sentía el rastro del cosmos de los caballeros dorados. Las presencias de los cosmos de al principio seguían ahí pero el de los caballeros no.

Ya llegando al templo del patriarca no había nadie, no quedaba rastro de ningún cosmos, como si nunca hubieran estado aquí…

Revisamos por todo el templo y no había rastro, entonces decidimos hacer una reunión con todos los que estaban aquí.

-No había nadie y sus cosmos desaparecieron sin dejar rastro-decía con el rostro serio y preocupado.

-Kiki ustedes no encontraron a Mu?-pregunto Jabu al aprendiz de Aries con rostro preocupado.

-No lo encontré, ni tampoco está la armadura de Aries-lo miro con incertidumbre y comprensión, ya que Kiki aún es pequeño y que desaparezca su maestro de la nada asusta tanto como preocupa a su alumno.

-Entonces debieron seguir en la reunión hasta ahora en el templo del patriarca y ninguno llego a quitársela, encima que se las pasan casi las veinticuatro/siete horas con las armaduras puestas.-respondo esto se está tornando oscuro.

-Entonces todos los que estamos aquí es porque estábamos más lejanos al santuario y por eso no desaparecimos-dijo Jabu con una mano en su mentón pensando que ocurrió.

-Correcto. Ellos estaban aquí y por eso… el cosmos de Athena había aparecido levemente y explotó abruptamente, encima no se sintió ningún cosmos enemigo o de otro Dios para confirmar que ella los estaba defendiendo-me Cruce de brazos y me puse a pensar en qué circunstancias lo hizo y para qué?.

-Bueno, no tenemos tiempo que perder hay que encontrarlos. Si es que Athena les permitió a Mu y Saga usar la teletransportación y la otra dimensión para desaparecer, no deben estar lejos…aunque dudo que pudieran hacerlo-digo lo último en un susurro que al parecer solo Ban y Jabu escucharon.

Nos dividimos en grupos para buscar por los alrededores del santuario y uno que otro fuera, nuestro grupo se conforma por Ban, Geki, Kiki, Jabu y yo.

-Qué diablos habrá ocurrido aquí?-Pregunte a la nada mientras nuestros grupos se dividían.

Unas horas antes de lo ocurrido.

Templo del patriarca

Se podía ver a los caballeros de oro y los de bronce reunidos junto al patriarca Shion y Athena sentada en el trono. Todos los presentes a excepción de la diosa se preguntaban a qué se debe el llamado y la creación de una reunión a esta hora de la mañana.

-Como eran los caballeros de siglo XVIII, como era el Shion y Dohko de esos siglos como eran esos caballeros?-no paraba de susurrar Athena/Saori se le podía ver a distancia como sus ojos empezaban a salir estrellitas de la emoción.

-Y esta es nuestra diosa que se enfrentó a Hades y nos decía que viviéramos una vida tranquila? Más parece que ella va a desatar el caos y parece una niña que acaba de encontrar un juguete nuevo que quiere-decía Death Mask con una cara de disgusto por haberse tenido que levantar. Siendo codeado por Saga que lo miro con mala cara.

-Ángelo ten más respeto por tu diosa aquí presente-decía Saga que le empezaba a advertir que si lo decía de vuelta lo golpeaba.

-Auch si si como no o gran Saga tendré más cuidados con mis palabras, más que de seguro nos manda a Narnia con la nueva idea innovadora que se le acaba de surgir-dijo esto último en un susurro que solo los caballeros de oro, Shion y algunos de los santos de bronce oyeron.

Shion que al escuchar lo que dijo Death Mask se palmeó la cara mientras suspiraba, decidiendo ser la vos de la razón para el grupo en esta reunión pregunto a su diosa que andaba en su mundo.

-Disculpe diosa Athena pero para que organizo una reunión recientemente hoy a la mañana?-pregunto mostrando su desconcierto y alivio al ver cómo ella salía de su ensoñación.

-Ah eso era para preguntarles si es que no querían conocer a sus antecesores-dijo está como si estuviera hablando del clima dejando a todos con la boca abierta.

-Pe pero Athena eso no se puede hacer, ni Hades pudo ir al pasado, pero sin ofender como podría hacer eso si está prohibido y usted además no controla el tiempo-dice Milo de lo más desencajado por lo que dijo su diosa.

-No sé, pero encontraré la forma de hacerlo, pero respóndanme ustedes no les interesa saber cómo eran y como eran de carácter sus antepasados? -pregunto con la emoción y la curiosidad peor que Kiki pensó Mu.

Ante la pregunta casi todos se pusieron a pensar en cómo serían sus antepasados, Dohko pareciendo un felino que presiente un futuro peligro se le ponen los pelos de punta y yendo despacio a acercarse a su amigo Shion como si este fuera el escudo contra la amenaza que distingue como su diosa, Shion al verlo actuar así lo observa intrigante por el comportamiento de su amigo.

-Dohko se puede saber qué te pasa?- le susurra Shion al mencionado que se esconde más detrás de su amigo, empezando a preocuparlo.

-Lo siento querido amigo pero creo que a nuestra diosa se le acaban de salir unos tornillos, como decirlo ehh creo que Ángelo le atino, posiblemente Athena va a causar un caos con esta curiosidad, algo va a pasar-decía Dohko que de a poco su piel iba perdiendo color preocupando a Shion.

Hasta que percibe el cosmos de Athena apareciendo débilmente poniéndolo en alerta gira para mirar a su diosa que empieza a sonreír, causándole escalofríos el cosmos explota dejando segados por la luz a la mayoría pero logra ver como Dohko perdía el conocimiento.

-DOHKO!-fue lo único que llego a decir Shion ya que todo se volvió oscuro, sea lo que sea que esté haciendo Athena es muy peligroso antes de desmayarse logro percibir débilmente el cosmos de los demás caballeros de oro y el de los de bronce, así que si les gano la curiosidad, fue un efecto en cadena pero como dice el dicho la curiosidad mato al gato.

En alguna parte de los alrededores del santuario

Se podía ver cuerpos desparramados por el suelo, unos con armadura dorada otros de broce y otras que son de plata, parecía un ejército que había sido derrotado por un enemigo aunque no tuvieran heridas solo estaban inconscientes.

-Uhg!.. Para la próxima ni me aparezco, Shion? no siento las piernas! no siento las piernas!-decía Dohko entrando en pánico hasta que recibe un golpe en la cabeza de parte de su amigo.

-Pues para tu información Dohko esas eran mis piernas-dijo haciendo un puchero por preocuparse por su idiota amigo que se le ocurre hacer una broma ahora y también porque lo asusto cuando se desmayó…, cuyo amigo que se empieza a reír.

-Ah jeje perdón perdón no era mi intención-decía mientras se empezaba a rascar la cabeza de manera nerviosa.

Los dos seguían hablando amenamente hasta que se dan cuenta que están a casi las afueras del santuario, se levantaron de donde estaban y miraron a su alrededor para ver si encontraban a los demás, hasta que los vieron estaban un poco apartados de ellos pero habían caído todos en el mismo lugar.

Cuando llegaron donde estaban ellos empezaron a empalidecer, no estaban solo los que estaban en la reunión, sino que también estaban las demás ordenes de bronce y plata.

Shion sentía las ganas de golpearse la cabeza contra un árbol la curiosidad de su diosa los llevo no solo a ellos, sino que a todas las ordenes estuvieran inconscientes a las afueras del santuario, cuando estaba a punto de moverse escucho el ruido de las hojas siendo pisadas, cuando giro su cabeza para mirar al intruso lo que vio lo dejo tanto sorprendido como espantado, y a Dohko tampoco le iba mucho mejor que digamos, lo que vio lo dejo en shock.

Frente a ellos estaban Sísifo de Sagitario y Aspros de Géminis.