El lugar en donde se encontraba estaba en total oscuridad se percibía una energía demasiado pesada que impedía que alguien se pudiera mover y con cadenas a su alrededor como si estuviera reteniendo algo.

Ban miraba el piso como si fuera la cosa más interesante que allá visto, se encontraba sentado pero habían cadenas que lo ataban en ambas manos y piernas impidiendo que se moviera, sus ojos no expresaban nada eran solo una neblina sin vida, todo lo que estaba viviendo lo estaban destrozando, las muertes, las despedidas, el abandono de la Diosa Atenea, la guerra, todo lo estaba matando.

Sentía desesperación y un vacío que no sabía porque estaba, ese sentimiento siempre estuvo presente desde que era pequeño pero se incrementó cuando llego al santuario en la batalla de las doce casas cuando los caballeros de bronce estaban luchando, pensó en ese entonces que se trataba porque ellos estaban luchando con los dorados y que Saori se estaba muriendo pero no. Cuando la lucha contra Hades termino y se quedaran a vivir cerca del santuario la sensación se sintió aun peor, como si algo estuviera faltando como si algo hubiera olvido.

_Ahora que lo pienso siempre tuve sueños extraños y al despertar no me acordaba que fue lo que soñé, me siento agotado, no me siento con suficiente energía para pararme y estas codenas...- Ban frunció el ceño, le dolía todo el cuerpo era como si algo lo estuviera aplastando, algo iba terriblemente mal, esas cadenas ardían horrible quería moverse eh ir a ayudar a Jabu pero no podía.

Todo se había descontrolado desde la tercera semana en la que ellos desaparecieron desde el segundo día de su desaparición nos pusimos a entrenar, y buscábamos por los alrededores y en las bibliotecas algo que nos pudiera dar una pista de lo que tal vez hubiera pasado aunque no encontramos nada, solo Marín y Kanon encontraron un libro antiguo que se encontraba escondido en Star Hill pero como estaba las condiciones de ese libro parecía que fue olvidado hace milenios. Lo que tenía escrito estaba en un griego muy antiguo que casi ninguno conocía aun así eso no fue lo que nos sorprendió a todos sino que lo más extraño fue que Kanon pudiera entender lo que estaba escrito en este, hasta el mismo Kanon se sorprendió de saberlo ya que lo que dijo fue que nunca había conocido esta letra hasta ese entonces.

Se encontraron sigilos y una que otra matriz pero al llegar casi al final del libro nos encontramos con un dibujo bastante extraño, ya que esta tenía dos espadas y un tridente, abajo del dibujo había algo escrito que nadie pudo entender parecía que alguien intento borrarlo pero no lo pudo terminar.

Todo a su alrededor empezó a retumbar como si alguien estuviera golpeando y destruyendo muros. Quería taparse los oídos, el ruido era horrible pero no podía moverse, comenzó a tener un poco de miedo debido a su incapacidad de moverse y porque sea lo que sea que estuviera causando esos ruidos se acercaba hacia donde él se encontraba, una sensación extraña se empezó a apoderar de él pero aunque nunca lo había sentido antes se sentía extrañamente familiar. Levanto un poco su cabeza asía lo que se estuviera acercando.

En el lugar se empezó a sentir una tensión con el aumento de energía que se acercaba, hasta que el ruido se detuvo repentinamente. Después de un corto tiempo, mucho más al frente de donde se encontraba Ban una línea comenzó a trazarse y al llegar a un cierto punto la división se desmorono revelando a una persona que se iba acercando a paso firme, portaba una armadura que utilizaban los guerreros en la antigüedad.

Esta persona se iba acercando cada vez más, su rostro no mostraba ninguna emoción y su cosmos era lo único que mostraba. Al llegar a unos pasos de Ban su rostro cambio a una expresión seria cuando miro las cadenas.

-Así que era por esto que tú no habías vuelto...-El sujeto lo miro con una expresión de tristeza que Ban no entendía el porqué de sus palabras_ Esa desgraciada.

-Tu. ¿Quién eres? Y ¿Cómo llegaste aquí?-Ban quería levantarse y enfrentar a esta persona que había llegado de la nada.

El hombre lo miro y suspiro, parecía melancólico lo que desconcertó a Ban- Mi nombre es Agis y no vine a causarte daño para empezar, estoy seguro que tú ni los demás oyeron hablar de mí en lo que respecta de quién soy. Yo fui al que le dieron la posibilidad de ascender a los cielos, convirtiéndome en el que represento el origen de Capricornio.-dijo con una expresión de añoranza.

-Así que tu ¿le juraste lealtad a Atenea no? me parece extraño que ella no haya guardado registros sobre eso o de tu historia para las siguientes generaciones- pregunto Ban pero lo que obtuvo fue una mirada de enojo y disgusto que causo que tuviera más intriga sobre esta persona llamada Agis, aunque se debería preocupar por su situación actual que aún continuaba encadenado.

-Jamás le juraría lealtad a Atenea, eso es un insulto total a mis valores y hacia mi deidad, yo le jure lealtad a mi dios pero algo ocurrió, nadie recuerda mi historia ni las de mis camaradas y déjame decirte que las ochenta y ocho constelaciones que tanto se enorgullece de tener Atenea no son suyas, son de mi deidad y todo lo que fue de ella desapareció por culpa de Atenea...-El rostro de Agis mostraba la ira contenida el odio y muchas más aparte de tristeza.

El lugar quedo en un silencio pesado, Ban apenas y podía creer lo que le habían contado y en ese preciso instante como la velocidad de un rayo recordó el dibujo de ese libro antiguo las dos espadas y el tridente podría ser que.

Estando a nada de hablar imágenes borrosas pasaron a través de sus ojos, lo que le causo un tremendo dolor que le obligó a cerrar los ojos con fuerza- agh -se quejó, sin darse cuenta que Agis lo estaba mirando preocupación.

-Eso es por causa del sello, gracias a Lois pudiste salir con vida después de que te lo pusieran-Hablo Agis con tono serio causando que Ban abriera los ojos aun con dolor y lo miro queriendo explicaciones a lo que decía.

Aunque estaba totalmente sorprendido cuando le dijo que le pusieron un sello y que pudo salir con gracias a la ayuda de alguien... ESPERA- ¿Cómo y Cuándo ocurrió eso? Yo, no recuerdo nada de que eso y si no le juraste lealtad a Atenea ¿a quién se lo juraste? Ya que si no fue a ella ¿Por qué estarías aquí?- Sin el mismo darse cuenta sus ojos estaban volviendo a tener algunos brillos de vida.

Agis lo miro más relajado al darse cuenta que los ojos de Ban estaban volviendo a tener vida, la tensión que tenía en sus hombros se relajó- A tus apenas cuatro años. Le jure lealtad a mi deidad en la era del Mito junto a otros como Sagitario y Géminis pero los primeros en jurarle lealtad fueron el amigo de Escorpio y Leo también estos dos últimos dichos. El motivo de porque estoy aquí fue para ayudarte, me encontraba en la casa de Capricornio además estaba como los demás ya no aguantábamos quedarnos sin poder hacer nada, y Atenea nos bloque el paso para reunirnos con nuestra deidad al atarnos en las Cloths con su poder.- Agis lo miro como si estuviera en conflicto consigo mismo hasta que se acercó a Ban quedando a dos pasos.

-Ban de León Menor, eres tu el que tiene que recordar todo lo que ocurrió antes de tus cuatro años para adelante, yo puedo liberarte de algunas de tus cadenas pero el resto son las que bloquean tus recuerdos, y eres el único que puede destruirlas- al decir esto Agis levanto el brazo y corto tres cadenas con lo que parecía ser la Excálibur, cuando intento cortar otra no pudo conseguirlo mostrándole que él decía la verdad.

Ban quería preguntarle muchas cosas como porque conoce su nombre, y todo lo demás que dijo sobre el hasta que recordó las imágenes borrosas-Entonces me estás diciendo que tengo recuerdos olvidados que posiblemente algunos sean los que vi hace minutos... ¿Cómo puedo recordarlos si ni yo mismo se cómo?- se estaba alterando por no saber qué hacer, no sentía tanto dolor como antes debido a que Agis corto las cadenas que podía.

-Eso es lo que tú solo puedes entender- le respondió Agis y a continuación se acercó a Ban y le revolvió el cabello, lo que desconcertó a este último que dirigió su mirada hacia el- Déjame decirte que tienes personas importantes que quieren que regreses... en ese tiempo también tenías a familiares no sanguíneos que estuvieron contigo como si fueran tus hermanos y padre.-Agis dudo por un momento para luego continuar con un leve suspiro- Una historia olvidada cuenta que un día el Santuario se sumió en una agonía silenciosa debido a la desaparición de dos niños, la desaparición de una generación, la muerte de un Santo, el encarcelamiento de otro, el olvido de los habitantes como si nunca hubieran existido y dos adolescentes que buscaron desesperadamente a los dos niños pequeños que fueron llevados por sujetos no deseados hasta que ellos mismos olvidaron a esas personas queridas para ellos.

Agis lo miro con una expresión de melancolía, hasta que algo no físico golpeo a Ban en la cabeza, este apenas pudo llevarse las manos a la cabeza sosteniéndola en eso las mismas imágenes pasaron por sus ojos pero esta vez más claras aunque aún no las distinguía- es... estas imágenes son..-su voz salía con dolor las imágenes pasaban y volvían a pasar.

-Sí, son recuerdos que se te fueron bloqueados, un día sentí el cosmos de Atenea y continuación tu cosmos se comenzó a bloquear, apenas y pude sentir como Lois te protegía, no pude salir del Santuario debido a que Atenea nos encadeno a los Cloths, tengo una sospecha que tal vez tú y alguien más quisieron escapar de ella por alguna razón, lo que la llevo a sellar sus recuerdos para que no se revelaran dejándolos como meros sirvientes.

Ban empezaba a distinguir los recuerdos. Hasta que ya no se vio encadenado, pudo distinguir a ¿un chico de Siete años? Que se encontraba con uno más menor, espera ¿es él? Tenía unos tres años...

-Maestro ¿Qué vamos a hacer hoy?- pregunto de manera inocente el pequeño Ban.

El chico más mayor que él lo miro mientras se sacudía el polvo y le sonreía- Um hoy te enseñare a leer y de paso también vamos a jugar- el más pequeño sonrió y corrió a abrazar a su maestro.

-Muchas Gracias maestro- le dijo el pequeño Ban con una gran sonrisa en su rostro, el Ban que era espectador estaba con la boca abierta sorprendido no podía creer lo que estaba viendo, a la persona a la quien le decía maestro era... ¡ERA!

El chico más mayor lo miro haciendo un puchero- Ban, no me llames así, tengo un nombre y sabes que me puedes llamar por ese o por cualquier apodo, no le prestes atención a Aioros o a Saga- le dijo el chico mientras el menor lo miraba nervioso.

-Pe pero no puedo, Saga me regaño por haberte llamado por tu nombre y..-el pequeño estaba temblando al recordar lo que le había dicho Saga, lo que hizo que el mayor lo abrazara mientras le acariciaba el cabello con ternura.

-No es tu culpa Ban, cuando eso vuelva a ocurrir me llamas a mi o a mi Maestro, le enseñare a cualquiera que con mi pequeño alumno nadie se mete- lo dijo con una gran convicción y una enorme sonrisa que se la dirigió a su pequeño aprendiz.

-Gra gracias maestro- el mayor hizo otro puchero mientras el pequeño se reía- jijiji gracias Shura!- le dijo el pequeño mientras abrazaba a Shura que también lo abrazo con una sonrisa.

El recuerdo se desvaneció Ban estaba más que sorprendido, ¡él había conocido a Shura de Capricornio antes y lo llamo Maestro!, tenia recuerdos de su infancia aunque solo de los siete años para adelante eso quiere decir que siempre vivió en el Santuario hasta los cuatro años y si lo que Agis decía era verdad entonces Atenea había hecho algo para que o no interfiriera en algo o como dijo Agis que quisiera escapar por cierta razón que desconoce. ¿Por qué Atenea le sello sus recuerdos? ¿Qué fue lo que paso?

(Agis miro como las cadenas comenzaban a retorcerse intentando retener los recuerdos, mientras Ban que estaba inconsciente fruncía el ceño.

-No me daré por vencido hasta que él pueda recordar, estoy más que seguro que donde sea que este tu abuelo adoptivo él debe estar muy preocupado por ti Ban y por Shura- Agis miro a la nada misma recordando a su antiguo sucesor que estuvo antes que Shura.)

El lugar empezó a cambiar mostrando un lugar más apartado del Santuario cerca de las casas en donde tanto los demás como él se instalaron. Observo como iban pasando Shura y su pequeño yo acompañados de un Santo, espera un ¡Santo dorado! No era ni Saga ni Aioros y portaba la Cloth de Capricornio... esto era impresionante no sabía que existió otro Santo de Capricornio en el mismo siglo aparte de Shura pero ¿qué fue lo que le paso para no aparecer?

El pequeño grupo iba caminando se dirigían a cierta casa que Ban no había visto. Al llegar el mayor llamo a la puerta, esperaron un momento hasta que la puerta fue abierta por una joven que debería tener mínimo doce años, siendo su rostro cubierto por una máscara con decorados dorados.

La escena cambio y se encontraba dentro de la cabaña y aunque no estuviera presente en físico lo sintió acogedor se fijó que había algunos juguetes dejados en una esquina y otros en el centro de la sala, Shura se encontraba sentado al lado del Santo y al frente de ellos se encontraba la chica que les había abierto la puerta de fondo se escuchaban unas risas que hizo que ambos santos sonrieran.

-Hace tiempo que no nos veíamos ¿Cómo estuvieron ustedes?-Dijo el Santo con una mirada tranquila pero se podía distinguir su preocupación.

-Estuvimos bien aunque... eh sentido una perturbación como si algo se estuviera acercando le hable a Milo también sobre esto- su tono estaba entre serio y preocupado, el rostro del Caballero y el de Shura fueron de seriedad y preocupación.

-Entonces ¿una guerra se aproxima?-pregunto Shura con preocupación, la joven lo miro y el adulto también mientras el ultimo le ponía una mano en la cabeza y le sonrió tratando de tranquilizarlo.

-No Shura, no lo es. Estoy seguro que tiene algo que ver con el Patriarca.

-Nosotros también estamos investigando y por ahora no es una guerra, Iker y yo lo estuvimos siguiendo sus movimientos y es correcto algo está tramando el Patriarca eso..-se interrumpió a si misma cuando noto a los niños entrando corriendo sus caras serias cambiaron a una tranquila cuando los niños se acercaron.

-Maestra tome es un dibujo que hice es nuestra familia-dijo el más pequeño que tenía un peluche en sus brazos- la chica le acaricio el cabello y miro el dibujo que había hecho su alumno.

-Te quedo hermoso- ella se acercó y lo abrazo el pequeño se reía de alegría y la verdad sí que le salió bien el dibujo.

Vio a su mini yo acercarse a Shura y al caballero mostrándole su dibujo con una sonrisa-Este es el dibujo que hice, es nuestra gran familia.- Ambos miraron el dibujo y Shura lo levanto y lo abrazo diciéndole lo que lindo había quedado el dibujo mientras el mayor le revolvía el cabello cariñosamente lo que hizo que el pequeño se riera.

La escena volvió a desvanecerse y ahora el dolor de cabeza volvió, al otro niño que vio era.. Otra escena volvió a aparecer revelando a su mini yo que se encontraba jugando con dos peluches que curiosamente eran un león y un cabra lo que hizo que tuviera un tic en el ojo.

No veía a Shura por ningún lado el pequeño se encontraba solo, el niño levanto la mirada hacia el cielo y Ban lo siguió, al mirar el cielo hizo una mueca el cielo estaba oscuro totalmente en oscuridad, Ban empezó a temer a lo que fuera a pasar con su yo más pequeño.

-Espero que termine pronto, quiero volver a casa con Shura y con el abuelo- dijo el pequeño con tristeza mientras abrazaba sus dos peluches, lo que desconcertó a Ban ¿qué fue lo que paso? ¿Se referirá tal vez al Maestro de Shura?

Ban se giró para mirar a su alrededor y los vio hombres con trajes... ¡No! ¡¿Son de la fundación Graude?! Pero ¡¿porque están justo aquí?!

Los hombres se fueron acercando al niño que se encontraba entretenido con otra cosa sin percatarse de la amenaza que estaba a su lado hasta que ya fue tarde, uno de los hombres lo agarro con fuerza y lo aplasto contra el piso causando que el niño gritara de dolor para luego derramar lágrimas de miedo.

El pequeño lucho intentando salir del agarre lográndolo al morder con fuerza el brazo a uno de sus captores, al comenzar a correr se distancio de ellos pero otro se abalanzo contra el sosteniéndolo con más fuerza de lo necesaria, el pequeño estaba más que asustado estaba aterrado en un esfuerzo por pedir ayuda que alguien lo pudiera ayudar.

-¡SHURA!- Ban que era el espectador solo podía mirar le hervía la sangre quería intervenir, veía los ojos de su yo más pequeño al que cuando miraba esta con una sonrisa, él ahora estaba con lágrimas en los ojos que expresaban lo aterrado que estaba su desesperación de querer escapar. Ban vio como uno de los desgraciados de la fundación Graude golpeaba al pequeño para dejarlo inconsciente para que no se resistiera, al dejar al niño inconsciente se lo llevaron lo mas rápido posible.

La imagen se iba distorsionando pero antes de que desapareciera por completo Ban logro escuchar un grito de lo más arriba de las doce casas.

-¡BAN!- Aunque fuera solo eso en una distancia muy larga se percató de que venía de Shura y por su tono, si habrá escuchado el grito de su yo más joven por lo desesperado que sonaba Capricornio.

(Agis observo como algunas cadenas se comenzaban a agrietar y algunas se iban rompiendo, poco a poco el cosmos de Ban fue apareciendo transmitiendo lo furioso que estaba.

Agis elevo su cosmos cuando el cosmos de Atenea se manifestó, su mirada mostraba lo furioso que estaba al notar el poder de la Diosa, extendió su brazo listo para lanzarse al ataque

-Te destruiré, todo el daño que causaste se te será devuelto lo juro por mi Diosa a la que le arrebataste todo- El cosmos de Atenea se elevó intentado resistir al ataque que le había lanzado Agis pero no pudo soportarlo y fue cortado por el poder de Capricornio siendo destruido dejando unas pequeñas estelas de luz que desaparecieron- Tsk pusiste una barrera de protección por si algún dia Ban pudiera romper las codenas no pudiera recordar su pasado... que despreciable eres Atenea.)

Otra escena apareció se encontraba en el fundación Graude junto a otro niño de alrededor de unos dos o tres años. Algo malo va pasar ahora lo sabe bien su cuerpo se tensó y aun sentía rabia por lo anterior. Este debe ser el momento en que sus recuerdos fueron sellados.

-Quiero volver al Santuario- el más pequeño apenas y podía contener las lágrimas su mini yo lo abrazo tratando de consolarlo aunque el también estuviera llorando.

-Todo ira bien estoy seguro que nos encontraran y nos llevaran de regreso al Santuario- Ban lo dijo con una pequeña sonrisa

Ban recordó que este niño tenía una Maestra la cual debe estar revolucionando el santuario junto a Shura por el secuestro de sus alumnos, hasta que lo que le dijo Agis le llego como un rayo dos adolescentes buscaron a los niños "desaparecidos" los olvidaron y un Santo muerto, empezó a temer por quien fue el santo que murió podría ser que los dos adolescentes sean Shura y Milo porque el ultimo fu nombrado por la chica acerca de su investigación o la Maestra del otro niño y el santo muerto puede ser o el Maestro de Shura o la Maestra del niño que se parece aterradoramente a alguien que conoce.

-No vendrá mi Maestra, fue a los cinco picos para buscar a su Maestro ella dijo que el patriarca los estaba cazando ya lo hizo con los amigos de mi Maestra y puede ser que a ella también le haga algo.-El pequeño ya no pudo retener las lágrimas y se puso a llorar haciendo que el mayor lo abrazara mientras lo consolaba.

En la escena pareció que el tiempo cambio mientras los pequeños se encontraban, el primero en hablar fue el más pequeño.

-Yo encontré una forma de escapar de aquí- lo que sorprendió a su amigo y preocupando a Ban sabiendo lo que iba a pasar a continuación.

-¿Enserio?- su amigo asintió logrando que la sonrisa de su mini yo se hiciera más ancha.

-Le pregunte a Shun si quería acompañarnos junto a Ikki pero este se negó. Les preguntamos a los demás si nos quieren acompañar después.

Los niños se estaban yendo cuando una vos los detuvo haciendo que se giraran para encontrarse con la cara de alguien que no querían ver.

Una Saori de posiblemente tres años los llamo pero su cara no presagiaba nada bueno, el niño que estaba con Ban miro a Saori con un ceño fruncido. Ban sintió un escalofrió al notar la expresión que estaba mostrando Saori lo que causo que el niño también estuviera temblando de miedo como su amigo.

Nunca vio esa expresión en el rostro de Saori y una cosa importante de esta es que era aterradora, sus ojos brillaban con una sonrisa de lo más desquiciada de lo que se podría ver en un niño.

-Ohh ¿qué hacen ustedes aquí? Les ordeno que vengan conmigo a jugar a los sirvientes.-la sonrisa de Saori se ensancho más mientras se fue acercando a los niños.

Los niños retrocedieron algunos pasos mientras temblaban un poco, ellos junto a Ban notaron el cosmos que emanaba Saori, y al carajo con el cosmos cálido y bondadoso de Atenea este desprendía una total sed de poder y algo mucho más aterrador que no pudo poner en palabras.

-Saori no queremos jugar contigo-le contesto lo más serio posible el amigo de Ban, los ojos del niño mostraban una determinación que no se quebrantaba aun con el miedo de tener a una Saori que emana su aterrador cosmos cerca de ellos.

El rostro de Saori cambio a uno más enojado y frustrado diciendo cosas que ninguno entendió hasta que apareció el báculo de Atenea al lado de esta, lo que alerto al más pequeño que fue el más rápido en darse cuenta de que estaba planeando hacer la loca de Saori, agarrando la mano de Ban lo jalo y comenzaron a correr lo más rápido que podían.

Ban noto los ojos de Saori, el color de sus ojos desaparecieron ahora estos eran solamente un universo mientras iba con paso veloz y confiado a donde los niños haba corrido la sonrisa que portaba parecía que había perdido algunos tornillos.

La escena cambio y observo como los niños continuaban corriendo aunque ahora Ban no siendo arrastrado, continuaron así hasta que alguien les freno el paso y ese era...

-Shun por favor apártate-le pidió el amigo de Ban.

-¿Por qué? ¿Pasa algo?- Les pregunto inocentemente Shun sin saber lo que ocasionaría.

-Te lo pido Shun ¡Por favor déjanos pasar Es urgente!-Le rogo desesperado el pequeño, Shun seguía reacio a moverse. Ban miro a los niños luego al pequeño de cabello rubio que era su amigo no sabía que pasaba por su cabeza pero estaba totalmente seguro que estaba buscando una forma de escapar de Saori o quien sabe qué cosa más.

Se escuchó una risa de fondo y todos giraron en su dirección, los ojos del amigo de Ban de abrieron aterrados, Shun tenía una mirada de confusión luego tembló un poco y Ban estaba temblando mientras retrocedía un paso.

Saori se iba acercando a paso lento pero firme tenía una sonrisa macabra cuando miro al amigo de Ban dirigiendo su mirada a Shun le dijo.-Shun no los dejes pasar-Shun la miro con inseguridad pero accedió temblando causando que el amigo de Ban entrara en pánico tratando de apartar a Shun y siendo detenido por este que lo sostuvo por los hombros.

-¡Te lo suplico Shun Suéltame y déjanos ir!- el pequeño estaba derramando lágrimas de desesperación dolido que su amigo lo estuviera reteniendo, Ban desde hace tiempo que no se podía mover por causa del cosmos de Saori que se lo impedía.

El pasillo se ilumino con una luz imponente que provenía del cetro de Saori mientras los tres niños estaban siendo envueltos por esta luz, hasta que el niño logro zafarse del agarre de Shun avanzando unos pasos rápidos hacia donde se encontraba Ban jalando para atrás y tirándolo junto a Shun terminando cayendo al piso mientras la luz se volvía muchísimo más luminosa, el pequeño elevo lo que podía su cosmos rodeando apenas a los dos que estaban en el piso mientras él se ponía los brazos delante de sus ojos para evitar la luz.

La escena fue desapareciendo poco a poco, ocurriendo lo mismo que cuando se lo llevaron del Santuario. Se llegó a escuchar voces.

-Esta vez no te escaparas de mi Unicornio nadie te ayudara- se escuchó la vos de Saori mientras se reía maniáticamente.

-¡JABU!- escucho el grito del pequeño Ban que estaba desesperado por su amigo por no verlo por tanta luz.

Eso fue lo único que escucho y todo se volvió blanco. Sentía impotencia por no haber podido hacer nada, su sangre hervía de lo furioso que se encontraba, Jabu y él vivían en el Santuario antes de ser llevados a la fuerza a la Fundación Graude...

_Esas palabras de Saori..._sus ojos se volvieron sombríos, y apretó los puños con fuerza- ¡ATENEA JAMAS TE PERDONARE POR LO QUE NOS HICISTE!- elevando su cosmos el lugar se fue desvaneciendo.

Al abrir los ojos se encontró a Agis con su cosmos presente este lo miro con una leve sonrisa.

-¿Recordaste algo?- Ban lo miro y suspiro respondiéndole, Agis lo miro con calma- entonces solo nos queda destruir estas cadenas y salir a enfrentar al enemigo- diciéndole con una sonrisa.

Ban asintió elevando aún más su cosmos, percatándose que no tenía ese nivel antes aun así continuo elevándolo. Las cadenas fueron resquebrajándose con su cosmos siendo rotas y desapareciendo cuando incremento su cosmos con cada cadena rota los recuerdos volvían a él, cuando la última cadena se desintegro todos sus recuerdos volvieron causando que algunas lágrimas fueran derramadas al recordar a las personas que olvido, muchos sentimos lo envolvían decidiendo mantenerse calmado.

-Nos queda solo salir ahora- dijo mientras Agis le ponía una mano en el hombro con una sonrisa.

-Escúchame, cuando salgamos estaré cerca de ti para ayudarte, puede ser que hayas incrementado tu cosmos pero quedaste al principio de tu entrenamiento con Shura te iré guiando en como proseguir con algunas técnicas para no meter la pata en algún punto.-terminando con una sonrisa tranquila.

-Gracias Agis- Ban le devolvió la sonrisa- y creo que tendremos que hablar de lo que paso en verdad en el Santuario antes y después de que Jabu y yo desaparecimos.

Agis se rio un poco y le respondió- Claro, tendremos que ponernos todos al día de todo lo que aconteció y te voy avisando que será un golpe duro para tu amigo y dos personas más.-Ban asintió, ambos elevaron su cosmos haciendo que el lugar se fuera cortando.

Antes de que el lugar se destruyera escucharon a alguien gritarles, Ban embozo una sonrisa al saber de quién era el que gritaba y Agis negó con diversión al percatarse de quien era.

Volviendo a la realidad Ban se analizó por un momento la situación para luego lanzarse directo al ataque junto a Agis que estaba presente a su lado emanando un cosmos rojizo.


La cabeza le daba vueltas y apenas podía mantener los ojos abiertos, todo a su alrededor estaba envuelto en llamas habían cadenas que lo ataban en todas las direcciones. Arriba de él se encontraba una esfera de color rojizo mientras donde él se encontraba parecía como si hubiese sangre, en su opinión un lugar bastante aterrador aunque era su culpa estar ahí en primer lugar.

Hizo una mueca todo cambio tan repentinamente se encontraban entre la espada y la pared, siendo los únicos Santos que pelearon contra esta divinidad y su ejército, teniendo suerte de haber sobrevivido hasta ahora la muerte de Marín y Shaina fue un bloqueo para todos, intento mantenerse algo estable para enfrentar al enemigo pero fracasando patéticamente convirtiéndose en el tercero en ser asesinado por este desgraciado.

_Ahhh apenas pude derribar algunos enemigos hasta que ese dios recupero todo su poder y lo lanzo a donde me encontraba_ sangre caía lentamente de los lugares en donde estaban las cadenas, cerrando por un momento los ojos Jabu los volvió a abrir.

_Oh ahora que recuerdo, esto lo soñé una vez ¿a qué edad fue eso? Estas cadenas son muy resistentes apenas y puedo mover la cabeza. Desde que tengo memoria siempre soñé con una joven a la que no podía ver su cara al principio pensé que podría ser algún conocido pero no, siempre era lo mismo en ese sueño ella me decía que volvería pero cuando se iba no regresaba y al despertar me di cuenta que lloraba ¿Por qué será?-Miro a un punto fijo de todo ese lugar recordando los acontecimientos después de la desaparición de casi todo el Santuario.

Posiblemente tuvieron buena suerte de que estuvieran de guardia en ese entonces el Santuario se percibía pesado y aterrador, antes no lo percibía así debe haber algo que cambio sin que nadie se diera. Jabu hizo una mueca al recordar que la diosa Atenea los había abandonado, no era solo irse sino que sintió como ella se apartaba de él como si fuera una peste dejando como un vacío y un alivio desconocido dentro de él.

La visión que se podía observar era casi aterradora, todo se encontraba rodeado por fuego y ceniza. Jabu se encontraba en el centro apoyado en algo parecido a un pilar, la cadena que lo ataba del cuello provenía del pilar mientras el resto estaban dispersas en cada dirección. Los ojos de Jabu reflejaban el fuego que estaba a su alrededor pero estos estaban nublados por el cosmos que lo estaba reteniendo allí. Lo único que lo mantenía consiente eran esas imágenes que no sabía quién era la persona que estaba en ellas.

Sin darse cuenta su Cloth parpadeaba llamándolo sin resultados porque Jabu no podía escucharla. Se fue mitigando cuando una cosmoenergía carmesí apareció y a continuación el lugar se sacudió debido a algo parecido a un meteorito que se estrelló en el lugar.

El ruido capto la atención de Jabu que apenas pudo levantar la cabeza, entrecerrando los ojos al no ver nada al poco tiempo se escucharon reiterados retumbares causándole dolor de cabeza y un vago recuerdo le llego, un chico lanzando un ataque a una pequeña montaña, siendo está destruida por el fuerte impacto el chico mostro una sonrisa de orgullo mientras apoyaba sus manos en sus caderas pero no podía distinguir quien era.

El lugar a cada momento se sacudía por el impacto de quien sea que este destruyendo los muros. La esfera rojiza se fue resquebrajando a medida que las destrucciones se volvían más fuertes una cosmoenergía muy poderosa se fue sintiendo.

Una parte del muro se iba rompiendo, atrás de este se encontraba una sombra que desprendía un aura aterradora sus ojos azul zafiro combinaba con su cabello rubio que se movía un poco debido a sus movimientos.

-Tsk, estas muros son molestos como su creadora- el sujeto levando su mano uno de sus dedos que resplandeció con un color carmesí, centro su mirada zafiro en el muro realizando su técnica el muro se destruyó quedando hecho añicos.

Jabu vio como el muro era destruido por una cosmoenergía desconocida, se empezaron a escuchar pasos, a medida que el polvo se iba dispersando se notó a una persona acercándose a paso firme. Jabu al verlo se alertó, porque a la persona que estaba viendo portaba una armadura que pertenecía a algún ejercito de un dios griego, las alas que estaban atrás del sujeto eran una intriga para Jabu ¿algún dios quiere ayudarlos? Qué tontería, ningún dios los ayudaría se reía en su cabeza de su situación aun así continuo observando que hacia este guerrero mientras avanzaba.

A cada paso que daba las llamas se volvían más grandes y violentas pero inmediatamente se volvían a un tamaño normal pero estando tranquilas, la esfera rojiza se agrietaba más y su tono se volvía más brillante, sus alas se agitaron un poco rompiendo los muros que estaban a su alrededor.

El sujeto se fue acercando hasta quedar a unos pasos de Jabu, mirándolo con calma y Jabu le devolvió la mirada pero esta con un ceño fruncido entrecerrando los ojos.

Jabu observo la armadura que la persona delante a él portaba, era de un color gris con formas doradas las alas parecían totalmente real decidiéndose a guardar lo que estaba a punto de comentar al darse cuenta de que dios este guerrero pertenecía_ Genial, se vienen a burlar de nuestros fracasos_ pensó Jabu con amargura, pero al momento de pensarlo sintió como un pequeña elevación de cosmos que lo rodeo, miro a todos lados para ver de dónde provenía hasta que miro un poco hacia abajo, era su colgante, desprendía un pequeño brillo dorado causándole dudas.

El hombre dirigió su mirada al colgante que brillaba tenuemente al momento volvió a dirigir su mirada a Jabu, cerrando un momento los ojos para volver a sus recuerdos, recordando a sus portadores que conoció y que repentinamente los perdió sin poder hacer nada debido a su condición. Al abrir los ojos observo de soslayo todo a su alrededor, dirigiendo su mirada luego a Jabu pareciendo tranquilo.

-Quien hubiera pensado que nos encontraríamos aquí, parece ser que la suerte de atenea ya se le fue, aunque ella nunca tuvo oportunidad- Jabu lo miro entrecerrando los ojos, parecía estar en conflicto consigo mismo por razones que ni el propio Jabu sabia porque.

-Oh mis disculpas pero la diosa atenea nos abandonó hace tiempo- dijo con amargura- y ¿Quién eres tú, eh? Esa armadura pertenece al ejercito de otro dios griego- Jabu levanto una ceja con intriga por este visitante.

-Así que esa bruja hizo eso, mi nombre es Antares y como supones es cierto, no pertenezco al ejercito de Atenea sino al de otra divinidad. Pero lamentablemente, Atenea nos selló a los Cloths impidiéndonos ir con nuestro deidad.

Jabu lo miro con los ojos abiertos, si esta persona pertenecía a otra deidad porque su dios no los fue a ayudar y ¿a qué Cloths?

-Si tu dios es otro ¿Por qué no los vino a liberar cuándo Atenea los sello en las Cloths? Y ¿en que Cloths? porque de lo que yo recuerdo todas tienen su origen además tu nombre no está en el origen de ninguna.

Antares suspiro tranquilo aunque en sus ojos trasmitía melancolía- Anteriormente fui uno de los ángeles superiores de Zeus.-miro a Jabu que había quedado en silencio mirándolo sorprendido muy claro se veía que estaba tratando de preguntarle ¿Qué paso?- pero tome una decisión, yo conocí antes a Ganimedes y todas y las mil cosas que Zeus le hacía, tome la decisión de sacarlo del olimpo y liberarlo de Zeus, aunque yo ya sabía que si lo hacía me considerarían un traidor, no me importo y lo hice a penas al bajar a la tierra sentimos el aumento aterrador del cosmos de Zeus deje a Ganimedes en la tierra y partí a enfrentar al que alguna vez fue mi dios, logre herirlo pero el logro matarme- mostrando una sonrisa orgullosa- logre arrebatarle con mi ataque lo que ataba a Ganimedes con Zeus y caí a la tierra- se encogió los hombros con indiferencia- morí pero no me arrepiento sabiendo que Ganimedes pudo vivir con sus seres queridos y no bajo las torturas de Zeus.

-Al morir sentí la presencia de un dios por mis acciones me elevo a los cielos como ustedes conocen ahora como la constelación de Escorpio sería más o menos que yo di su origen, ella me propuso si quería ser uno de sus guerreros y como yo ya no iba a formar parte del ejercito de Zeus aparte de que era un traidor acepte jurándole mi eterna lealtad PERO el muy malnacido de Zeus le entrego las ochenta y ocho constelaciones a atenea. Ella no nos pudo liberar debido a que fue asesina por la mismísima atenea, su Santuario fue destruido quedando en ruinas la muy desgraciada de Atenea mato a su familia sus hijos, nosotros sus guerreros que solamente estábamos en espíritu lloramos tal vez yo podría haber ayudado pero el ataque que me mato me mantuvo sellado impidiéndome que despertara, aunque vagamente me despertaba y podía ayudar a mis portadores. Preguntaste en que Cloth bueno yo me encuentro en la Cloth de Escorpio y debido al alejamiento de Atenea de nosotros pude despertar.

El lugar quedo en silencio cuando Antares termino de hablar, hasta que unos segundos después se escuchó un quejido, Antares levanto la mirada y vio a Jabu con una mueca de dolor, y sus ojos cerrados con fuerza, con un ceño fruncido Antares arrodillo cerca de Jabu y puso una mano en su frente.

-Dime Jabu de Unicornio ¿Qué acabas de ver para que te encuentres con tanto dolor?- Jabu lo miro inseguro.

Muchas cosas pasaban por la cabeza de Jabu cuando Antares termino de contar, ya sabía que atenea había matado a otra diosa y la familia de estas y se acaba de entrar que las constelaciones que tiene su antigua diosa pertenecen a otra diosa, se encontraba analizando que hacer con lo que lo atacaba hasta que nuevas imágenes pasaron como flashes a través de sus ojos causándole dolor. Y ahora estaba Antares preguntándole que había visto y lo que quedo en segundo plano es ¿Cómo sabe su nombre? Otro dolor más fuerte que vino con otras imágenes, sentía una mano cálida en su frente, luego escucho un leve suspiro pudo abrir con esfuerzo un ojo y vio a Antares con una mirada melancólica lo que le causo a Jabu desconcierto.

-Yo, no se imágenes pasan ante mis ojos y no las puedo distinguir cada que pasan me causan un dolor insoportable- Antares retiro su mano de la frente de Jabu y miro las cadenas.

-El sello...-Jabu lo miro interrogante y Antares lo miro serio- Atenea, ella sello tus recuerdos a los tres años.

Jabu estaba a punto de decir algo cuando otras imágenes aparece-Agh, déjame entender ¿Por qué Atenea me sellaría mis recuerdos si yo ni le hice nada? Además como a los cinco llegue a la Fundación Graude ¿Cómo me encontró si en ese entonces no estaba en la fundación?

-En ese tiempo antes de que estuvieras en esa fundación estabas con tu maestra que te cuidaba como a un hijo y algo paso por la cabeza de atenea en ese entonces porque donde yo me encontraba sellado sentía su cosmos amenazador y luego sentí el tuyo elevándose siendo el último en apagarse el de tu amigo que apenas lo pude sentir, ambos se fueron apagando a medida que el cosmos de atenea se elevaba aunque pude sentir el cosmos de Eileen protegiéndote aunque solo sea para que atenea no te matara.

Antares sabía que no podía decir muchas cosas de las que quería así que tenía que decir algunas palabras para que Jabu pudiera recordar y romper el mismo las cadenas que lo ataban.

-Jabu, tu eres el único que puede recordar lo que te obligaron a olvidar, sé que puede ser apresura pero si quieres recuperar tu pasado lo tendrás que hacer.-suspirando por un momento realizo su técnica en dirección a todas las cadenas que ataban a Jabu rompiéndose solo unas tres de las ocho que había-esas son las únicas en las que te puedo ayudar a romper a medida que avances tu cosmos ira despertando y serás capaz de destruir estas cadenas.

Otra tanda de imágenes pasaron pero no con tanto dolor como antes, aunque decidió preguntar su última pregunta- ¿Por qué me estas ayudando?

Antares le dedico una sonrisa y le revolvió un poco el cabello- aunque atenea no sea mi diosa yo protegeré a mi familia tu desde hace tiempo que eras uno de mi familia como cierto santo de escorpio de cabello azul, no me importa tanto que ustedes estén y sirvan a atenea siempre los voy querer y los ayudare por que los considero como mis hermanos menores.

Antares concentro su cosmos y creo una pequeña estrella de color rojizo con una sonrisa se la mostro a Jabu- Una estrella puede significar el final de una vida y el nacimiento de una nueva vida en esta tierra-Jabu asintió y miro la estrella, recordando vagamente una imagen parecida.

-El santuario de atenea se encontraba en tensión por la desaparición de una generación querida y sin nadie poder recordarla solo algunos, jóvenes fueron perseguidos y asesinados injustamente, un ser muy peligro ataco un lugar en específico de la tierra y una persona se sacrificó para exterminar a la amenaza aunque esto le costara la vida.

-No tan lejos del santuario en ese momento un hermano traicionaba al otro lo que le costó que el otro fuera amenazado con la muerte y cierto dios jugo con sus recuerdos sellándolos, y sin que nadie se diera cuenta solo su antecesor y camaradas una familia seria condena a sufrir, tres ejércitos se matarían entre sí por culpa de un dios que le gusta joder y al final dos niños inocentes fueron llevados lejos del santuario y dos chicos un poco mayores fueron a buscarlos siendo ellos también afectados olvidando a sus seres queridos.

Jabu escucho lo que estaba contando Antares, mientras cerraba los ojos, se escucharon un montón de voces, sentía que el lugar cambiaba, el peso de las cadenas desaparecía y al abrir los ojos Antares ya no estaba, no estaba encadenado y se encontraba en un lugar que creía reconocer vagamente.

-Este lugar... esta mucho más apartado del santuario ¿qué hago aquí?- se escucharon voces un poco a su derecha y al girar se vio.

Un Jabu de unos posibles dos años se encontraba sentado con un peluche mirando a otro chico un poco más mayor que su mini yo, estaban en frente de una pequeña montaña el mayor se giró para mirar a Jabu.

-Bueno Jabu te mostrare lo que puede hacer tu maestro, más adelante te enseñare a como ejecutar esta técnica-el chico tenía una sonrisa de total alegría en su rostro y Jabu con todo entusiasmo y pura inocencia mostraba una sonrisa tierna en su rostro lo que le valió un abrazo del mayor que chillo.

-¡Aguja escarlata!- el ataque impacto en la pequeña montaña siendo convertida en trisas, Jabu grito de alegría y el chico se dio la vuelta para mirarlo con las manos en su cadera y una sonrisa de orgullo.

-¡Eres muy fuerte! Me gustaría ser igual de fuerte que tú y mi maestra- lo decía con pura emoción y el chico hizo un puchero fingiendo estar herido.

-Jabu, yo también soy tu maestro no se vale- el chico estaba actuando como si se fuera a desmayar siendo observado por el pequeño que lo miraba confundido.

Se escucharon pasos y un pequeño aplauso, el pequeño dirigió su mirada al recién llegado y con una sonrisa lo saludo.

-Milo, deja de dramatizar que Jabu no entiende tus juegos- Milo dejo de actuar y la miro, la joven se acercó a Jabu y lo levanto sosteniéndolo en sus brazos, el pequeño la miro, parpadeando por un momento le dio un pequeño abrazo que la chica le correspondió, luego dirigió su mirada a Milo.- Milo ¿quieres venir a mi casa? Tu maestro me dijo que se quedaría hasta tarde en Capricornio junto a los santos de sagitario, leo y libra discutiendo sobre algo, tengo que cocinar y dormir a Jabu así que si quieres venir eres bienvenido.

Milo la miro por un momento pensando que hacer aunque esto solo duro apenas un segundo cuando apareció al lado de la joven con una sonrisa- Claro que iré y con gusto si puedo visitar a mi amiga y pasar tiempo con mi pequeño aprendiz no me importaría.

La escena se fue desvaneciendo y Jabu tuvo tiempo para tranquilizarse, ya que al que vio fue a Milo el Santo de Escorpio, le sorprendió que allá conocido a milo a temprana edad y esa joven se parecía mucho o, retira eso, es la chica con la que soñó, frunció el ceño que habrá pasado, tenía un breve y muy resumido contexto de lo que paso, podría ser que tal vez vea que fue lo que paso o lo más relevante para el de sus recuerdos.

La escena volvió a cambiar y se encontraban en una pequeña casa Jabu se encontraba jugando con su peluche mientras en la sala se encontraban Milo y la joven que era su maestra, Milo tenía una pequeña sonrisa en su rostro y la chica llevaba una máscara.

-Adelante que es lo que me quieres decir Shayla -Milo la miro por un momento ella suspiro.

-Milo, ya sabes que Jabu será tu aprendiz cuando termine de enseñarle pero aun es pequeño para aprender esa técnica- su tono era preocupado y Milo le dedico una sonrisa.

-No te preocupes Shay le enseñare paso a paso no le pasara nada además bajo mi tutoría no hay nada de qué preocuparse- sintiendo un pequeño escalofrío Milo la miro con duda- ¿Qué?

-Milo tu apenas y aprendiste a usar la técnica de la aguja escarlata hace apenas una semana y tu solito casi te matas si no fuera por tu maestro- Shayla lo dijo de lo más tranquila y Milo al escuchar lo que dijo se sonrojo por su idiotez.

-¿Fue mi tío, no es verdad?-le comenzaba a rodear un aura oscura mientras murmuraba que hacer. Shayla al verlo se rio un poco.

-Quien sabe- con un tono burlo y Milo dejo que su cabeza callera a la mesa diciendo lo cruel que era su tío de que le escondería quien sabe que cosas.

-Es sobre el Patriarca...- Milo se sentó recto con ceño fruncido

-¿Qué es lo que pasa con ese desgraciado?-Apretaba los puños con fuerza, comenzaron a hablar en vos baja para que Jabu no los escuchara aunque se había cambiado de habitación para estar en la suya.

-Me parece que él está tramando algo... y es en contra de nosotros y de Kanon.

-¡¿Qué?! ¿Pero que es lo que trama? Tal vez podamos detenerlo- Milo se encontraba preocupado por lo que estuviera planeando ese desquiciado patriarca en contra de sus amigos.

-No lo sé eso es lo que llegamos a descubrir hasta ahora nos intentamos comunicar con Kanon pero algo esta interfiriendo, estoy segura que el patriarca aun no llego a él y puede ser otra cosa. Ya le comunique a el señor Daniel y a Shura, y quería que estuvieras enterado por si algo raro ocurría.

-Así que es por eso la reunión en capricornio... está bien gracias por contármelo Shayla espero que podamos detener lo que sea que ese loco intente hacer y espero que Kanon se encuentre bien- Milo entro en la habitación de Jabu y se despidió, cuando estaba a punto de irse se despidió de su amiga y esta lo despidió con su mano.

La escena se desvaneció quedando en blanco y Jabu ya tenía más cosas para entender, su maestra a la que había olvidado a Milo que no lo recuerda y viceversa y el patriarca trama algo contra su maestra y los amigas de esta y algo contra Kanon.

(Antares observaba como la esfera se volvió a rajar más, al verlo dirigió inmediatamente su mirada a Jabu que había despertado un poco su cosmos destruyendo de paso dos cadenas, quedando tres que lo ataban.

-Kael tu niño no se da por vencido tan fácilmente jaja, espero que logre recuperar sus recuerdos contigo y con Milo, ahora que estoy despierto no dudare en protegerlo si se encuentra en peligro y estoy más que seguro que tú lo harías por él y por Milo, ya que ellos son tus niños)

La escena cambio y ahora su pequeño yo se encontraba... ¿escondido en un armario? Miro preocupado al pequeño que se escondía en el armario escuchaba lo que decía su mini yo en su cabeza mientras una bruma se adentraba a la casa, el pequeño abrazo el peluche más cerca de él mientras se tapaba la boca.

_No hagas ruido, no hagas ruido- se repetía como mantra en su cabeza escucho la voz de Shayla que parecía preocupada pidiéndole que saliera de donde sea que se encontrara.

Al escuchar lo que decía vio cómo su yo apretaba abrazaba con más fuerza su peluche y lágrimas salían de sus ojos que estaban aterrados. Jabu se preguntó que le pasaba si tenía miedo que fura con su maestra pero sus ojos estaban aterrados hasta que supo cuál es la razón.

_"Jabu si escuchas mi vos o la de los demás, no salgas por nada del mundo hasta que ese cosmos desaparezca, Milo y yo haremos elevar nuestros cosmos para que sepas que somos nosotros"

_No es ella, no es mi maestra la que me está llamando_ se escucharon cosas rompiéndose, chocando contra la pared la vos de su maestra se distorsiono llamando a Jabu pero aun así el pequeño no salió.

Esos ruidos duraron bastante tiempo hasta que finalmente se detuvieron, el cosmos que se sentía desapareció permitiéndole al pequeño Jabu respirar un poco tranquilo. Todo estaba tranquilo hasta que se escucharon unos chispeos, se empezó a sentir un olor a quemado y Jabu se alarmo al salir del armario todo a su alrededor se encontraba en llamas, el pequeño comenzó a correr una mueble se cayó asustándolo y haciéndole caer soltando el peluche que tenía ya comenzaba a aspirar el humo lo que le causo toser mucho, levando un poco la vista y vio la puerta para salir.

Jabu miro a su mini yo que se paró y corrió hacia la puerta logrando salir con esfuerzo, miro hacia atrás a donde estaba atrapado el peluche si el pequeño lo hubiera tratado de sacar le habría caído la pared encima.

Al salir Jabu tosió varias veces debido al humo, cuando paro un poco de toser no paraba de temblar. Jabu lo veía con tristeza y vio como el pequeño agarraba algo que estaba colgando de su cuello era... el collar que siempre tuvo Jabu saco su collar que tenía y ahí le cayó como un rayo que el dije tenía la forma de escorpio y emitía un pequeño cosmos que lo identifico enseguida era el de Milo, observo como el pequeño envolvía con sus pequeñas manos el dije.

Jabu observo a su alrededor para ver si venia Milo o Shayla pero desgraciadamente vio que los que se acercaban a paso rápido pero sigiloso eran... espera ¡QUE! los de la fundación Graude ¡no puede ser! Jabu los miraba amenazadoramente.

Los hombres se acercaban a Jabu que apenas y podía respirar medianamente bien sin prestar atención a su alrededor, dos de los cuatro hombres se miraron y asintieron comenzando a correr, Jabu al escuchar los pasos trato de dase la vuelta siendo interrumpido por una mano que le agarro el cuello y otra que le tapaba la boca y la nariz impidiéndole respirar el pequeño trato con todas sus fuerzas de zafarse siéndole imposible por el fuerte agarre a su cuello y a su boca en los ojos del pequeño se mostraba el terror que tenía por estos desconocidos, Jabu hervía de furia por lo que hacían aunque fuera su yo de tres años no tenían ni el más mínimo derecho de hacerle eso a un niño, vio con los puños apretados con fuerza como el pequeño dejaba de resistirse sus ojos empezaban a perder emoción quedándose solo un color opaco alertando a Jabu, ¡Lo estaban asfixiando maldita sea!

El pequeño Jabu dejo de luchar cuando su mano cayo, perdiendo el conocimiento debido a la falta de aire y más la asfixia quedando como un muñeco de trapo los hombres se dijeron algo y comenzaron a correr con Jabu en uno de sus brazos. Aun así Jabu logro escuchar lo que dijo ese bastardo.

-Ya el otro equipo se llevó al mocoso llamado Ban.

Y de ahí todo ardió, Jabu estaba que escupía fuego los de la fundación Graude los secuestraron del santuario ¡no solo a él sino también a Ban! Jabu sentía que en cualquier momento podría matar a alguien ya vio muchas cosas para entender que pasaba y ya comenzaba a adivinar porque atenea sello sus recuerdo aunque eso no justicia ni un bledo.

(El ruido de las cadenas resquebrajándose y el pilar rompiéndose eran prueba clara que Jabu se había enterado de que paso en su pasado y si la esfera no se rompió aun es porque aún le falta un recuerdo clave.

Antares agito sus alas apagando todo el fuego que estaba presente, sabia quien aparecería ahora que Jabu estaba a punto de recordarlo todo.

-Así que al fin decidiste honrarme con tu maldita presencia no es así Atenea-El lugar se ilumino con el símbolo del cetro de Atenea otras cadenas comenzaban a crearse y Antares de un solo movimiento las destruyo completas y miro la forma del cetro con disgusto- Atenea tan solo tenías que quedarte quieta por un maldito minuto pero todo lo que hiciste no solo afecto a los que tu querías que sufrieran sino que a muchos de tus caballeros los hiciste sufrir por tus acciones y tendrás muchísima suerte si tus Santos se quedan a tu lado porque creo que ya algunos no te querrán volver a ver ni en pintura.

Antares preparo su ataque su cosmos era de color carmesí. El cosmos de atenea aumento y el ejecuto su ataque y a pesar de que el cosmos de atenea era poderoso el cosmos de Antares lo sobrepaso destruyendo en trisas la barrera de Atenea.

-Tsk, No eres más que una mocosa malcriada-Antares elevo su cosmos tranquilizando un poco a Jabu que parecía morir de la rabia.)

Jabu se calmó un poco sospechando él porque la escena se volvía a cambiar apareciendo en el fundación, vio a su pequeño yo y a Ban hablando sobre escapar de ahí la escena se volvió a cambiar debieron tal vez haber pasados una que otra semana

-Le pregunte a Shun si quería acompañarnos junto a Ikki pero este se negó. Les preguntamos a los demás si nos quieren acompañar después.

Ohh baya así que hablo con Shun y este se negó, bueno, él no puede obligar a nadie a seguirlo si no quiere. Los niños se estaban yendo cuando una vos que conocida perfectamente Jabu se escuchó, ambos niños se detuvieron y dirigieron su mirada para encontrarse con la persona que no querían ver.

Una Saori de aparente tres años los estaba llamando pero su sonrisa no presagiaba nada bueno, Jabu miro con ceño fruncido a Saori y Ban tembló de miedo al ver la expresión de Saori y Jabu tembló un poco.

Jabu hasta donde el recuerda jamás había visto esa expresión en el rostro de Saori y era aterradora tenía una sonrisa de desquiciada que jamás hubiera imaginado ver en un niño y sus ojos brillaban

-Ohh ¿Qué hacen ustedes aquí? Les ordeno que vengan conmigo a jugar a los sirvientes.-la sonrisa de Saori se ensancho más mientras se fue acercando a los niños. Esas palabras hicieron sonar las alarmas que recientemente Jabu había descubierto, Saori era una amenaza para los niños.

Los niños retrocedieron algunos pasos temblaban un poco, los tres notaron el cosmos que desprendía Saori, y al diablo lo que sentía antes de su cosmos, el cosmos de Atenea desprendía una total sed de poder y de controlar.

-Saori no queremos jugar contigo-le contesto lo más serio posible Jabu, sus ojos mostraban una determinación que no se quebrantaba aun con el miedo de tener a una Saori desquiciada que emana su aterrador cosmos cerca de ellos.

La mirada de Saori cambio a uno más enojado y frustrado diciendo cosas que ninguno logro entender, al momento en que apareció el báculo de Atenea todo quedo claro.

Jabu se alertó enseguida, siendo el primero en darse cuenta de lo que estaba planeando hacer la loca de Saori, agarro la mano de Ban y lo jalo, comenzaron a correr lo más rápido que podían.

Jabu se percató del cambio en Saori, los ojos de esta cambiaron su color normal desapareció ahora solamente eran un universo mientras iba a paso veloz y de lo más confiado a donde los Jabu y Ban habían corrido y la sonrisa que estaba mostrando la hacía parecer totalmente a una loca.

La escena dio un salto y veía como los pequeños continuaban su huida aunque para alivio de Jabu, Ban ya no estaba siendo arrastrado avanzaron hasta que cierto chico y el que menos espero los freno.

-Shun por favor apártate-le pidió Jabu

-¿Por qué? ¿Pasa algo?- Les pregunto inocentemente Shun.

-Te lo pido Shun ¡Por favor déjanos pasar Es urgente!-Le rogo desesperado Jabu, Shun seguía reacio a moverse.

Jabu miro a su yo más joven con los ojos abiertos al escuchar lo que estaba pensando esas cosas podría hacerles Saori si los alcanzaba entonces por lo más sagrado que había tenían que huir de ahí.

Se escuchó una risa de fondo y absolutamente todos giraron en su dirección, los ojos de Jabu se abrieron aterrados, Shun tenía una mirada de confusión luego tembló un poco y Ban estaba temblando mientras retrocedía un paso. Y en opinión de Jabu la Saori que veía tenía la clara palabra de PELIGRO.

Saori se comenzó a acercar con paso lento pero firme con sonrisa una sonrisa macabra cuando miro a su yo más joven. Jabu empezó a sudar frio algo en su interior le decía que por lo más sagrado que corriera de ahí lo antes posible y parece ser que su yo más joven también la escuchaba, Saori dirigió su mirada a Shun y le dijo.-Shun no los dejes pasar-Shun la miro con inseguridad pero accedió temblando causando el pequeño Jabu entrara en pánico tratando desesperadamente de apartar a Shun y siendo detenido por este que lo sostuvo por los hombros.

Jabu al ver esto sintió un vacío en el estómago sea lo que sea que estuviera por pasar iba a aparecer y siente que no le gustara.

-¡Te lo suplico Shun Suéltame y déjanos ir!- le salían lágrimas a Jabu de la desesperación, sintiéndose dolido y traicionado por su amigo que lo estaba reteniendo, Ban no se podía mover desde hace rato por culpa del cosmos de Saori que se lo estaba impidiendo.

Todo el pasillo se ilumino la luz que provenía del cetro de Saori Jabu mirando desesperado como los tres niños estaban siendo envueltos por la luz, hasta que el pequeño Jabu consiguió salirse del agarre de Shun avanzando rápido hacia donde se encontraba Ban lo jalo para atrás y lo tiro junto a Shun, terminando los dos cayendo al piso, la luz se volvió muy imponente, Jabu elevo todo lo que podía de su cosmos logrando rodear apenas a los dos que estaban en el piso mientras él se ponía usaba sus brazos delante para evitar la luz lo dejara ciego.

Ah medida que la luz cegaba todo el lugar la escena se iba desvaneciendo, Jabu estaba como antes le hervía la sangre de la furia hasta que escucho una pequeña risa sus ojos se agudizaron ante su tono.

-Esta vez no te escaparas de mi Unicornio, nadie te ayudara- se escuchó la vos de Saori mientras se reía de lo más maniática.

-¡JABU!- escucho el grito de Ban que sonaba totalmente desesperado por su amigo.

-No volverás a intervenir unicornio no te lo permitiré jajaja y si llegas a intervenir no dudare en matarte como le paso a tus antecesores- se escuchaban las risas de Saori por toda el lugar, hasta que todo quedo en silencio.

Ante las palabras de Saori, Jabu sintió que se le congelaba la sangre sus ojos estaban desorbitados y fue en ese momento que la fuente se rompió.

(La esfera rojiza se rompió por completo y comenzó a envolver todo el lugar, el cielo que anteriormente no tenía nada solo la esfera comenzó a adquirir tonos anaranjados creando un hermoso atardecer, Antares observaba como el lugar se transformaba con la esfera rota.

-Los sueños y las pequeñas metas de un niño que fueron sellados están regresando, lo lograste Jabu- Antares tenía una pequeña sonrisa, podía saber que era lo que estaba pasando Jabu con la es esfera rota sus recuerdos deben estar llegando a él y será todo en cadena.)

Sentía rabia pura bronca y furia por Saori sus antecesores... ¿los antiguos portadores de la Cloth de Unicornio fueron asesinados por ella?- que no interviniera claro que no lo hare. No lo hare por ti Atenea lo hare por la gente que aprecio por la gente a la que me obligaste a olvidar- el cosmos de Jabu se incrementaba peligrosamente con cada cosa que recordaba sus tíos a los que consideraba sus abuelos y las personas más importantes.

-¡ATENEA NO ME IMPORTA LO MÁS MINIMO SI PENSABAS QUE CON ESO ME RETENDRIAS! ¿ME ABANDONASTE? ¡AL FIN SOY LIBRE DE TU MALDITO CONTROL Y LO JURO YO JABU DE UNICORNIO NO TE PERDONARE JAMÁS POR LO QUE LE HICISTE A MIS SERES QUERIDOS TE ARREPENTIRAS DE TODO LO QUE AS HECHO!- el cosmos violento de Jabu destruyo el lugar en donde se encontraba.

Al despertar se encontraba Antares en frente de él, Jabu lo miro con una ceja alzada Antares se rio un poco y revolvió su cabello compartiéndole un poco de su cosmos.

-Jabu creo que deberíamos salir de este lugar aparte de que te estas volviendo un poco violento un pequeño amigo tuyo se encuentra protegiéndote del ataque enemigo y no creo que su cuerpo resista su excesivo uso de su cosmos.

Ah Jabu se le vino a la cabeza del único pequeño que conocía era... KIKI parándose rápido vio las cadenas que aún lo ataban frunciendo el ceño elevo su cosmos las cadenas se destruyeron quedando la que ataba su cuello, agarrando la cadena concentro su cosmos en la cadena haciendo que esta se retuerza y destruyera en mil pedazos, escucho un silbido de ascensión y miro a Antares que lo había hecho.

-Bueno Jabu al salir de aquí tendremos que actuar rápido parece ser que Kanon ya se deshizo de sus demonios intentos y volvió a la carga en contra del papanatas de ese dios y hay una gran posibilidad que vuele el santuario si no entramos en acción.-Jabu lo miro un poco sorprendido de lo de Kanon aunque está un poco tranquilo de que maso menos se encuentre bien.

-Ahh y déjame decir que vamos a tener una pequeña y rápida clase de cierta técnica que conoces bien para hacer que los enemigos caigan como moscas- Antares se encontraba de lo más feliz y Jabu decidió relajarse un poco suspirando un momento le devolvió la sonrisa.

-Gracias por todo lo que has hecho por mi Antares y creo que me pase en mi furia jeje- Antares se rio de lo último que dijo Jabu revolviendo al final su cabello.

-No me agradezcas eso haría una familia por algún ser querido- chocaron brevemente lo puños con una sonrisa.

Ambos elevaron sus cosmos haciendo desaparecer el lugar donde antes se encontraban, al abrir los ojos Jabu miro hacia el frente y lo vio.

Kiki estaba manteniendo un barrera en frente de él protegiéndolo del impacto que se estaba calmando.

El ataque finalmente desapareció, Jabu logro pararse sintiendo sus piernas bastante cansadas, escuchaba a Kiki jadear por aire.

Cuando estaba a punto de llamarlo una poderosa cosmoenergía se dirigió hacia donde se encontraban Kiki volvió a alzar su barrera pero esta vez parecía no resistir más y fue en ese preciso instante que Jabu escucho Kiki había vomitado sangre la mirada de Kiki mostraba una determinación ferviente aunque parecía no poder más por el desgaste.

El momento había llegado la barrera se rompió y el ataque se dirigía directo a Kiki este cerro los ojos por puro agotamiento y en ese instante un cosmos se elevó violentamente sintió que alguien lo sostenía en sus brazos lo escuchaba llamándolo eh hizo el esfuerzo de abrir los ojos.

-¡KIKI! Reacciona ¡KIKI!-Jabu comprobó su pulso y lo encontró muy anormal, estaba intentando mantener la calma porque era uno de los dos consientes en el grupo de Cinco. Kiki sangraba de sus ojos y su boca, apenas y podía respirar el sobre esfuerzo que hizo por mantener la barrera y el uso constante de su cosmos lo dejo en muy mal estado.

Kiki logro apenas abrir los ojos y le costó bastante distinguir quien era al que lo estaba sosteniendo- Ja. Jabu eres tu menos mal- soltó un pequeño suspiro de alivio.

-Gracias. Gracias por protegerme Kiki- decía Jabu mientras acariciaba un poco el cabello del chico después de limpiarle la sangre que tenía se fue acercando a un escombró y lo acostó allí- Descansa Kiki nosotros nos encargaremos ahora de esto, hiciste mucho esfuerzo mereces un buen descanso- Jabu le dedico una sonrisa y Kiki lo miro por un momento para después asentir y cerrar los ojos para descansar un poco.

Cuando Kiki se quedó dormido Jabu se levantó y observo a sus hermanos encerrados en sus subconsciente Antares se manifestó a su lado- Antares, ¿se recuperara, no?- el nombrado lo miro al chico para luego asentir.

-Entiendo por qué te preocupas Jabu pero el proceso de recuperación comenzó cuando lo salvaste del ataque desquiciado, Ajax no dejara que las heridas del chico empeoren y las curara- Jabu lo miro interrogante y al instante apareció un hombre con una mirada preocupada alertando a Jabu – jeje ablando del rey de roma por la ventana se asoma.

-No tenemos tiempo para las presentaciones solo déjame decirte como el Origino a Aries mantendré a salvo al niño y gracias por salvarlo.-Dijo Ajax mientras se acercaba a Kiki para currarlo, Jabu observo como Ajax curraba las heridas de Kiki luego dirigió su mirada a Antares que asintió.

Jabu se alejó de donde se encontraba Kiki y Ajax comenzó a elevar su cosmos al notarlo se dio cuenta que este era rojizo se rio un poco sobre eso y continuo elevándolo al llegar a cierto punto se detuvo y se dirigió a sus hermanos. Al momento se percató que los guerreros del dios volvían a atacar Jabu se lanzó al ataque eliminando a algunos con su galope de unicornio con su cosmos ardiendo elevo su vos para que sus hermanos lo oyeran.

-¡NO SE DEN POR VENCIDOS AHORA, AUNQUE NOS CUESTE LA VIDA HABRA UN NUEVO MAÑANA, ASI QUE LEVANTENSE!- su cosmos envolvió toda la zona en donde se encontraban.

Los enemigos volvieron a atacar y Jabu se lanzó a combatir mientras Antares lo seguía de cerca.

-Jabu y si lo intentamos ahora son muchos y algunos podrían escaparse-Antares estaba al lado de Jabu estando solo presente en cosmos.

-De acuerdo pero tú dime cómo proceder- Antares asintió y ambos se lanzaron sus enemigos, Antares le iba diciendo como ejecutar la técnica y Jabu elevaba sus cosmos. Lanzando su técnica que era una extraña combinación entre el galope de unicornio y la aguja escarlata que desconcertó un poco a Jabu.

-Antares, ¿estás seguro que la técnica que realice está bien?- Jabu observaba como quedaron sus enemigos, todos tenia las picaduras de la aguja escarlata y los golpes del galope de unicornio ninguno se podía levantar.

-Claro que lo hiciste bien Jabu lo que acabas de hacer es una combinación de ambas técnicas no todo sale a la primera y para ser tu primera vez lo hiciste estupendo más adelante podrás ejecutar mucho mejor tus técnicas.-Jabu suspiro un poco y se volvió a lanzar contra los demás enemigos que se acercaban.

Después de un rato ambos escuchar como es piso era cortado y michos cosmos se elevaban al darse la vuelta Jabu vio que eran sus camaradas ahora conscientes que se lanzaron al ataque.

-Chicos, me alegra saber que volvieron-con una sonrisa en su rostro Jabu, los saludos rápido y lanzando un ataque a otro enemigo los demás se acercaron a él.

-Perdón por la demora teníamos unos pequeños problemas en la cabeza – dijo Geki siendo seguido por los demás.

-Sí y yo además me encontraba archivando lo pasado- dijo Ban con una pequeña risa preparándose para atacar elevo su cosmos realizando su técnica que impacto de lleno contra el enemigo- y tenemos que hablar de muchas cosas cuando esto termine.

Todos asintieron ante lo dicho por Ban y a continuación se lanzaron al ataque contra los enemigos con diferentes técnicas.

Geki protegía a Kiki de los reiterados ataques del enemigo, decidiendo probar como salía combinar ambas técnicas lo intento mandado a volar a sus enemigos, Geki se quedó mirando su mano hasta que apareció Olek.

-Olek, déjame decirte que es fascinante este ataque- Olek lo miro y dirigió su mirada a donde se encontraban sus enemigos muertos.

-Tendremos que mejorar aún más esa técnica para destruir cualquier cosa- ambos se rieron al ver los diversos de los demás caballeros las rosas que eran lanzadas a diestra y siniestra hacia los enemigo lobos tacleando y llevándose a los enemigo a quien sabe que, el suelo siendo cortado y varios impactos potentes. No muy lejos de ellos sintieron un cosmos muy conocido que se elevaba a aterradoramente.

-Parece que cierto dragón recupero sus recuerdos y está muy molesto. Ohh esto se va a descontrolar- todos escucharon la voz de Antares y sudaron los que aun seguían en la doce casas se rieron un poco del tono de su cámara pero también ellos sudaron frio ante lo dicho.

Más arriba de donde se encontraban los caballeros cierto dios observaba con cierta precaución el cosmos que emanaba de Kanon. El cosmos de este era de un azul marino y al mirar más detenidamente se veía un dragón atrás de él, los ojos de este se iluminaron con el mismo color que su cosmos.

-Mierda- soltó el dios al ver a Kanon levantar y cruzar los brazos a punto de realizar una técnica.


Todo en donde se encontraba estaba repleto de agua y de extrañas llamas negras. Siete pilares se alzaban en cada dirección y en estos se encontraban clavadas cadenas de un color verde enfermizo. Arriba en el centro había una estrella de un color azul marino. Las cadenas lo ataban en sus brazos, piernas y cuello, aunque eran dos cadenas la que lo encadenaban en ambos brazos.

Kanon forcejeaba para liberarse, aunque parecía imposible, cuando hizo sonar las cadenas una cosmoenergía le causo una descarga. Esa extraña y aterradora cosmoenergía causo en Kanon un sentimiento como si ya lo conociera pero no sabía de dónde.

-Cuanto tiempo sin vernos Kanon-Hablo una vos de lo más tétrica, Kanon frunció el ceño en desconcierto.

-Cierra el pico y di quien eres, muéstrate o ¿acaso tienes miedo?- su tono era frio y lo último fue un poco burlón, al momento siguiente recibió una descarga más fuerte y escucho la vos burlona del sujeto.

-Ohh con que no me recuerdas, que pena. No me hables así Kanon que yo te conozco muy bien, ¿tenerte miedo? JA si como no, eres tú el que debería tener miedo ahora. Nos conocimos en un bonito evento.- el sujeto apareció tomando la forma de un hombre de cabello castaño, ojos amarrillos y una extraña armadura, su rostro tenía una expresión de loco que gritaba a distancia peligro, Kanon al verlo todo su cuerpo se tensó sintiendo escalofríos por su columna vertebral.

-Solo te diré, que yo soy tu peor pesadilla- el sujeto se fue acercando y un terror se instaló en Kanon, no sabía porque le tenía miedo a este hombre, muy en el fondo su cabeza le decía a gritos que se alejara de ese sujeto y aunque quisiera no podía- Oh que malo soy en no decirte esto, aunque no lo recuerdas, me apiadare de ti. Esos mocosos ¿Cómo se llamaban? Oh, si Dain y Ren ellos están muertos JAJAJA que pena, tus pequeños camaradas murieron cuando se fueron a una misión ¿Qué misericordioso soy, no?- mostraba una sonrisa de psicópata, en sus ojos se mostraba lo entusiasmado que estaba de decir que dos niños murieron.

Kanon sintió un vacío cuando lo escucho, no conocía a esos chicos pero sentía una total desesperación e impotencia al oír que ellos murieron y miro con furia al sujeto que tenía en frente- ¡¿COMO PUEDES DECIR ESO TAN FELISMENTE?!- La furia era lo que expresaban los ojos de Kanon y el sujeto se rio de manera desquiciada disfrutando del dolor que había causado.

-Esos interferirían en mi camino hacia ti, si no hubieran partido se me habría complicado destruir las cosas a tu alrededor. Ohh cierto ¿no recuerdas a tu amiga, no? ella fue asesina el mismo día que te condenaron a morir. Todos a los que conociste murieron y tú no los recuerdas, que pena por ti- el tono en el que lo decía era de un total sarcasmo y burla.

Kanon ya no sentía un vacío en el estómago sino era un extenso vacío en el corazón, personas que conoció murieron o fueron asesinadas y el sin poder recordar, podría haber sido mentira pero el dolor que el sentía, el vacío y algo dentro de él quería reaccionar ante lo dicho, eran indicios que eso era real. Miro con pura furia a la mierda de persona que tenía en frente, este había creado una esfera de unos tonos rojizos y negro en su mano y fue en ese instante que algo paso ante los ojos de Kanon, era el mismo hombre que le lanzaba eso a un niño más pequeño que no podía distinguir su cara y se vio a si mismo poniéndose en frente del niño recibiendo el impacto de lleno en el pecho y la visión se volvió roja.

Una reacción inconsciente fue elevar su cosmos hasta donde pudo haciendo que el agua se hiciera como un tsunami apartando al sujeto con la esfera muy lejos de donde él se encontraba de manera violenta, después de eso Kanon jadeo por el sobre esfuerzo y al momento se percató de lo que hizo, eso nunca lo había hecho.

-Tsk, ¡Desgraciado como te atreves!- Estando a punto de lanzarle la esfera a Kanon el lugar retumbo con fuerza asiendo que ambos se sobresaltaran.

El sujeto tembló y apenas ocultándolo, pero siendo notado por Kanon que lo miro alzando una ceja. ¿Debería preocuparse por su situación? Sí, pero le resultaba más interesante saber quién es el ser que hace temblar a este sujeto.

Se fueron escuchando consecutivos estallidos y el sujeto cada vez se veía más nervioso, por algún motivo Kanon con cada retumbar que escuchaba más cercano se tranquilizaba más.

Uno de los muros que rodeaba el lugar fue destruido en añicos, una persona se fue acercando. El cosmos que lo rodeaba era dos cosas, amenazante y tranquilo para quien sea el destinatario. El hombre tenía cabello negro, ojos de un color azul mar, una simple protección que le protegía el pecho con una espada que colgaba de su cintura, su mirada era de seriedad total dirigida especialmente al sujeto que estaba a una distancia alejada de Kanon, llegando a una cierta cercanía con Kanon elevo su cosmos haciendo que las aguas antes alteradas se calmaran, y dirigió su mirada al hombre de cabello castaño e hizo un mueca de disgusto.

-Así que te atreviste a mostrarte, antiguo dios de la calamidad Millas- el nombrado tembló pero mostro una sonrisa arrogante.

-Ohh y ¿Qué vas hacer conmigo? ¿Encerrarme en una ánfora, cortarme a la mitad o qué?-Continuaba con su sonrisa arrogante y con una risa irritante, el joven de cabello negro miraba indiferente a Millas.

-No me subestimes Millas, hace tiempo que no estás en condiciones de pelear y ni de negociar, solo sigues presente en forma de espíritu en el cuerpo de Kanon por tu ataque hace dieciocho años- el tono empleado por el joven era frio, se podía percibir la rabia que le tenía a Millas y una reacción que obtuvo ante eso fue de Kanon que lo miro con los ojos abiertos por la sorpresa.

-TSK, ¡NO ME SUBESTISMES BASTARDO!- Millas se lanzó a atacar al hombre que estaba cerca de Kanon que estaba tranquilo a pesar de que un ataque era dirigido hacia él. Levantando una mano freno el ataque de Millas destruyendo la esfera. Realizando una técnica que mando a Millas a estrellarse contra la pared y siendo retenido por un triángulo que le impedía moverse.

-Te dije que no me subestimaras, tienes suerte que yo no te pueda eliminar, pero al menos te puedo mantener encadenado allí y prohibirte hablar.- el hombre se giró para mirar a Kanon dirigiéndole un pequeña sonrisa tranquila. Levantando su mano hacia arriba en su palma se concentró su cosmos que fue disparado en diferentes direcciones rompiendo varias cadenas, al bajar su mano y de manera tranquila hablo.

-Déjame que me presente soy Aeneas-guardo silencio por un pequeño periodo de tiempo y volvió a hablar- más o menos supuestamente soy el que dio origen para que existiera el segundo gemelo de la constelación de Géminis.

Kanon lo miraba con un ceño fruncido sentía un sentimiento de malestar - Di la verdad, mi cabeza me está martillando de que eso no es lo que querías decir- Aeneas lo miro parpadeando y se rio un poco terminando con una sonrisa.

-Tienes razón no lo soy, en realidad yo, soy el primer General Marino de Sea Dragón- Kanon lo miro sorprendió para luego cambiar a una expresión de cansancio.

-No creo que Poseidón venga a prestar ayuda ni nada, pero ¿Por qué estás aquí si eres del ejercito de él?-Aeneas continuaba con su expresión tranquila cuando contesto.

-Poseidón no me mando aquí, en realidad ni él sabe de mi existencia-dijo encogiéndose de hombros- lo único que sabe es que la Scale le está tirando cada cosa cuando él está cerca.

-¿Qué?- Kanon miraba a Aeneas no entendiendo a que se refería, al verlo Aeneas movió su cabello para atrás pensando en cómo explicarle lo que estaba ocurriendo.

-Más adelante te explicare que es lo que ocurre con don pose, si es que te interesa. Volviendo al principio lo que te dijo Millas muchas cosas son mentira y otras son verdad, lo de los chicos es una mentira, ellos desaparecieron cuando fueron a una misión y sobre tu amiga si es verdad, lamentablemente.-terminando de decirlo con una expresión de tristeza.

Aeneas concentro su cosmos enviándolo a la estrella que se encontraba arriba de ellos, y un collar apareció en su mano lo que le causo emociones que desconocía a Kanon.

-Ese collar… ¿De quién es?-la voz de Kanon sonaba preocupada al mirar el collar y Aeneas le dirigió una mirada triste.

-Este collar le pertenece a una persona muy importante para ti, cuando realizaste la explosión de galaxias quedo en el inframundo, lo recogí después de que la guerra terminara -al termino Aeneas, se notó como del collar se desprendía el cosmos de Kanon y de otros que no lograba distinguir - Kanon, juraste que encontrarías al propietario de este collar incluso si es lo último que hagas.

Suspirando Aeneas continuo - Puede que esto sea apresurado pero tienes que recordar - sus ojos mostraban pura preocupación - este lugar no se desvanecerá y Millas no desaparecerá si tu no recuerdas. Ya que tú y Millas tuvieron una batalla hace años, pero otros dioses y el cometieron actos que te terminaron afectando a ti y a otros de tus seres queridos.

Kanon tenía un montón de dudas que rondaban por su cabeza, cerrando por un momento lo ojos para pensar que hacer, al cerrarlos una imagen apareció, no, un recuerdo. Era el Santo de Sagitario pero no era Aioros, abriendo los ojos exaltado se trató de calmar un poco. Tomando la decisión en el preciso instante en que volvió a observar el collar que le traía muchas emociones.

-Como ¿Cómo los puedo recuperar?-su voz salía seria y Aeneas lo miro con una pequeña sonrisa y creando con su cosmos un pequeño objeto con forma de dragón que se lo entrego a Kanon que lo miro alzando una ceja.

-Esto te ayudara a entrar en tus recuerdos que tú considerabas importantes, ya que a ti no te los sellaron sino que te los borraron o te los hicieron olvidar con algo y también es para que Millas no se pueda acercar a ti cuando estés recordando ya que él es uno de los principales culpables de que hayas perdido tus recuerdos.

-De acuerdo y ¿Qué pasa con las cadenas y los pilares que aún siguen intactos? - ambos observaron los pilares intactos para luego dirigir su mirada a la estrella que se encontraba arriba.

-Ah medida de que vayas recuperando tus recuerdos las cadenas se irán rompiendo al igual que la forma que retiene tu cosmos y los pilares eres tú el que puede destruirlos.

-Ya veo- Kanon cerró los ojos y el pequeño objeto lo comenzó a rodear con su cosmos mientras Aeneas observaba, cuando Kanon quedo inconsciente suspiro.

-Espero que puedas recordar tu pasado Kanon y todo lo que viviste con ellos. Estoy seguro que cuando la diosa Anfitrite se entere tanto los océanos como los cielos temblaran ante ella y hay muchas posibilidades que ella intente matar a Zeus por su idiotez.

Al abrir los ojos se encontró con un entorno muy diferente, se podía observar que se encontraba en las doce casas, vio a su yo más pequeño corriendo desesperado, escondiéndose en un pasillo más o menos oscuro, al observarlo mejor noto que tenía puesta una máscara de metal que le cubría la boca y un poco de la cara, al momento siguiente escucho el rugido del estómago del niño.

_ ¿Qué pasara aquí?_ se preguntó, además de que no lo recordaba debió pasar en ese pasado que el desconocía.

Se escucharon pasos metálicos y cuando el pequeño Kanon reacciono ya tenía a un Santo atrás suyo, el pequeño empezó a retroceder del miedo haciendo preocupar al santo que lo miro preocupado.

-¿Te encuentras bien pequeño? ¿Te hicieron daño?- pregunto el Santo de Sagitario con una expresión preocupada arrodillándose para quedar a la altura del niño que estaba temblando de miedo, levanto una mano y la trato de acercar al chico cuando este retrocedió más, decidiendo el santo retirar la mano.

-No te hare daño pequeño solo quiero saber si te encuentras bien y ¿Por qué tienes una máscara?- el pequeño no quiso contestar quedándose quieto, hasta que un gruñido se hizo presente, el pequeño se encogió más y el mayor lo miro preocupado para luego buscar algo y al encontrarlo miro al chico con una sonrisa- toma debes tener mucha hambre, yo no tengo hambre así puedes comértelo todo- el pequeño lo miro por un momento para luego acercarse lentamente a el santo tomando lo que este le estaba dando.

Al abrir el contenido del paquete vio bastante comida e inmediatamente miro al santo con duda, este lo miro con una sonrisa tranquila. Poniéndole una mano en la cabeza le dijo-No hay problema puedes comer todo si quieres, no me enojare- el pequeño lo miro y dudando mucho en si quitarse la máscara o no se la quitó al final.

El santo al verlo abrió los ojos sorprendido pero no tanto volviendo a su expresión calmada. Kanon comió la comida despacio hasta que se detuvo abruptamente al oír pasos de alguien corriendo, el Santo también lo oyó y entrecerró los ojos en la dirección de dónde provenía el ruido.

-Donde estará ese maldito demonio - un guardia se fue acercando, cuando paso por el pasillo vio al quien estaba buscando y despotrico en cólera olvidándose de quien estaba al lado del niño - con que aquí estas maldito mocoso ¡¿sabes que te estuve buscando por todas partes?! Vas a ver lo que te pasa cuando me haces perder mi tiempo.

El guardia se intentó acercar pero cuando estuvo a punto de agarrarlo una mano lo detuvo con fuerza al girarse para mirar quien fue empezó a palidecer - Se Señor Silver no sabía que estaba usted aquí-Silver lo miraba con ojos fríos mientras apretaba aún más el brazo del guardia asiéndole soltar un quejido.

-¿Puedo saber qué es lo que te pasa a ti? ¿Esa es la forma para dirigirte a un niño?- Silver parecía querer matar al guardia hasta que desistió y lo soltó mientras se dirigía para quedar al lado del niño.

-Perdóneme señor pero es que el señor Cale me dijo que no tenía que dejar que el chico se alejara de Géminis así que si me disculpa me lo tengo que llevar.-intentando acercarse devuelta y siendo interrumpido por Silver que se puso en su camino con una mirada amenazante.

-Me importa lo más mínimo lo que allá dicho Cale y si tú te atreves a decirle que lo encontraste conmigo te arrepentirás, tenlo por seguro y no te preocupes por él, yo me hare cargo de "Saga".

Al decir esto el guardia acepto aterrado alejándose unos pasos y se largó a correr, Silver lo vio irse y cuando desapareció se acercó al niño que estaba temblando, al cerrar el paquete, levanto al niño en sus brazos - todo estará bien, te llevare a un lugar más tranquilo para que nadie indeseado aparezca.

El pequeño antes reacio de que Silver se acercara acepto. Cambiando de escena a la Casa de Sagitario el niño parecía ya más tranquilo. Se empezaron a escuchar pasos que provenían del final de la casa, el Santo de Escorpio apareció dirigiendo su mirada Silver y de reojo a Kanon.

La escena paso tranquila el Santo de Escorpio paso tiempo con Silver y con Kanon logrando que este hablara algunas palabras

-Todo estará bien Kanon y si te intentan hacer algo ven a buscarme a mí o a Silver- Dijo el Santo de Escorpio con una sonrisa, y después dirigió su mirada a Silver- Gracias Silver, por ayudarlo y protegerlo.

-No me agradezcas Kael, lo hubiera hecho si fuera otro niño también aunque no sabía que había otro niño en Géminis.-Dijo Silver preocupado mientras Kael suspiraba con resignación.

-Lamentablemente si, Kanon fue traído al Santuario hace poco, los únicos que lo conocen son mi sobrino y tu sobrino menor.

La escena se fue desvaneciendo y Kanon tuvo tiempo para pensar. El Santo de Sagitario que vio en la imagen debió ser Silver y el Santo de Géminis que enfrento la chica debió ser Cale, ya sabe ahora que hubo tres Santos dorados que no conocía y que conoció a Milo mucho antes de lo de Hades.

Otra escena fue apareciendo se encontraba cerca de la casa de Escorpio. El pequeño Kanon iba mirando a ambos lados ahora no portaba la máscara pero miraba varias veces a todas las direcciones.

-¡Oh! ¿Qué te trae por aquí Kanon?- Kael fue saliendo de su casa saludando a Kanon que le devolvió el saludo. Kanon lo miraba con inquietud no sabiendo que decir.

-Yo, es que quería decir que yo Mm, el océano...- Kael pareció entender lo que le estaba tratando de decir Kanon y sonrió revolviéndole el cabello.

-Kanon, no te preocupes ya hablamos con Shion y Dohko, ellos y toda la orden dorada estuvimos de acuerdo, aceptamos que tu podrías irte al Santuario de Poseidón y ser uno de sus generales, nosotros no nos opondremos y no te tacharemos como traidor por cualquiera que sea tu decisión. - Kanon lo miro con asombro y lo abrazo siendo correspondido por Kael.- Solo prométenos una cosa Kanon. Mantente a salvo.

El pequeño lo miro parpadeando y con una sonrisa asintió - Gracias Kael, muchas gracias y lo prometo.

Se escucharon pequeños pasos correr y dos niños abrazaron a Kanon.

-¡Kanon!- el nombrado sonrío y abrazo a los más pequeños mientras Kael se reía animado.

-¿Cómo están Milo, Aioria?- pregunto Kanon con una sonrisa cariñosa.

-¡Bien!- respondieron al unísono los nombrados con una deslumbrante sonrisa

-Kanon ¿quieres jugar con nosotros?-pregunto muy entusiasmado Milo, Kanon miro por aun momento a Kael para luego mirar a Milo y Aioria con una sonrisa les dijo que si ellos emocionados lo llevaron a un lugar apartado de la vista de Saga o de Aioros para jugar pero aun a la vista de Kael para que los pudiera cuidar.

La escena cambio a la orilla del Santuario donde se encontraba el mar, Kanon se encontraba ahí esperando era de noche y la luna y las estrellas lo acompañaban.

-¿Te iras al Santuario de Poseidón, no? Te deseo mucha suerte.- Kanon se asustó cuando una niña apareció de la nada al lado suyo. Pensando un momento hasta que algo hizo clic cuando vio que no tenía mascara.

-Ahhh perdón te vi sin tu mascara, em sí, me iré al Santuario de Poseidón - dijo el pequeño Kanon con un poco de timidez - ¿No deberías tener puesta una máscara?- pregunto con intriga.

La niña lo miro alzando una ceja para luego mostrar su máscara que para sorpresa y espanto de Kanon la dejo caer al piso y la rompió mostrándole una sonrisa- Es cierto, debería portar una máscara pero no quiero ¿puedo estar rompiendo una de las reglas de Atenea? Si, y no me importa, yo actuare como dicte mi corazón y protegeré a las personas inocentes, una simple mascara no me dará el poder de proteger a las personas, yo los protegeré con mi vida.

Después de un corto tiempo para relajarse Kanon se volvió para mirar a la niña.

-Me llamo Kanon mucho gusto- la niña lo miro y estrecho las manos con Kanon.

-Encantada me llamo Shayla- dijo la niña con una sonrisa que se deslumbro con la luna.

Ambos se quedaron ahí por un tiempo hablando de algunas cosas.

-Yo en verdad espero que logres formar una hermosa familia cuando vayas al Santuario de Poseidón. El Santuario se siente muy espeluznante los Santos dorados son la excepción pero el patriarca y el santo de Géminis son otra cosa. Al menos ya no tendrás que estar cerca de esos dos ahora.-Shayla suspiro tranquila y dirigió su mirada hacia el mar - Puede ser que el Santuario se convierta en algo que nunca hallas visto en un futuro pero a pesar de eso no dudes, las personas a las que amaste aunque desaparecieran ellas siempre te apoyaran así que si tienes que tomar una decisión no lo dudes. Tanto ellos como yo estaremos de tu lado apoyándote así que no te rindas nosotros siempre estaremos contigo a pesar de las dificultades.- dedicándole una sonrisa al terminar.

Algo paso porque Kanon se arrodillo ante Shayla sorprendiéndola.

-¿Te pasa algo Kanon porque te arrodillas?-pregunto preocupada.

-No, solo que me gustaría decirte que yo. No solo le jurare lealtad a Poseidón sino también a ti, puede ser que nos conocimos recién esta noche pero hay algo raro que no entiendo, ¿Cómo es que nos encontramos aquí ambos en esta zona donde solo se siente el cosmos de Poseidón?

Al momento le cayó la iluminación a Shayla - es verdad, yo solo camine y termine aquí…- se quedaron en silencio por un momento hasta que Shayla volvió a hablar- y que harás si el dios Poseidón se enfrenta con Atenea y yo junto a los Santos nos vamos a luchar, ¿De qué lado estarás? ¿Qué decisión tomaras?

Kanon puso su puño en donde estaba su corazón y con una mirada determina la miro- Si eso llegara a pasar no dudaría ni un segundo en detener a Poseidón, incluso si tengo que perder la vida, protegeré no solo a mis seres queridos que se encuentren del lado de Poseidón sino también a los que están del lado de Atenea.

Después de haber pasado un tiempo del juramento de Kanon se escucharon los ruidos de las olas y un cosmos poderoso emergió, Kanon y Shayla se pararon al instante. De las olas salió una mujer con pelo blanco portaba un vestido largo blanco con tonos azules y en su mano sostenía un tridente con dos tiras de color azul ella miro a los niños y con una sonrisa y los saludo.

-Encantada de verlos pequeños soy Anfitrite esposa del dios Poseidón y vine a buscar a Kanon.- Kanon se acercó a ella y Anfitrite le extendió la mano - vamos hay que partir al Santuario submarino, nos vemos pequeña- se despidió Anfitrite de Shayla que le devolvió la acción.

Cuando se alejaron de la orilla Kanon giro su cabeza por un momento hacia atrás y vio a Shayla que lo despedía con la mano y con una sonrisa, Kanon le levanto una mano en despedida esperando algún momento volver a ver a las personas que quería del Santuario de Atenea.

La escena se fue desvaneciendo quedando solo Kanon para reflexionar.

-Le jure lealtad a esa chica y a Poseidón primero y La orden dorada de ese entonces, al igual que Shion y Dohko todos aceptaron que yo podía irme al Santuario de Poseidón y conocí a la diosa Anfitrite ¡cómo no lo pude recordar!- se revolvió el cabello tratando de calmarse – Así que Milo y Aioria ya me habían conocido cuando eran niños, pero ¿Cómo es que estuve hasta los catorce en el santuario de Atenea si como a los cinco me fui de allí?

(Aeneas veía como algunas cadenas se fueron rompiendo quedando una aun, la estrella estaba a punto de romperse y el cosmos de Kanon iba emergiendo lentamente.

-Así que esos recuerdos tranquilos son los que considerabas importantes cuando eras niño ¿no es así Kanon? - Dijo Aeneas dirigiendo su mirada a Kanon que seguía inconsciente - tu siempre velaste por la seguridad de a los que consideraste tus hermanos pequeños.)

La escena volvió a cambiar revelando al Santuario submarino pero esta vez vio a su yo de unos diez años y a Millas que desprendía todo su cosmos dirigiéndole a Kanon una sonrisa burlona, este mostro una expresión de furia y no fue por la acción de Millas sino por ver a quien tenía atado en su cosmos, era...

-¡Suéltalo desgraciado! - Furia era lo que expresaban sus ojos y su voz era un tono amenazante, pero igual Millas se rio de manera desquiciada al oírlo.

-Ohh y ¿Qué me harás si no lo suelto? - La persona que tenía atrapada en su cosmos gritó de dolor causando que Kanon mirara a Millas con ojos agudos.

Kanon se sobresaltó al darse cuenta de quién era al que tenía atrapado y un sentimiento de impotencia y rabia lo invadió aun a pesar de saber que esto solo era un recuerdo.

- IO - se escucharon los gritos de niños y ahí estaban los demás generales marinos como niños de entre cuatro a seis años estando adentro de una esfera que los protegía, al lado de ellos estaban dos niños de unos ocho años en posición defensiva portando Scales parecidas a la de Thetis. Kanon apretó los puños con enojo hacia Millas.

-Veamos si este mocoso es capaz de resistir a esto - Millas elevo su cosmos para que la presión torturara al pequeño Ío de cuatro años. El tiempo pareció detenerse cuando un cosmos emergió violentamente y al instante Ío ya no se encontraba en manos de Millas. El ruido metálico se escuchó y Millas dirigió su mirada de disgusto a Kanon que portaba la Scale de Sea Dragón y en sus brazos sostenía a Ío inconsciente para luego acercarlo más de manera protectora.

Kanon se alejó del dios para acercarse a la protección que rodeaba a los pequeños futuros generales marinos, al entrar al lugar que los protegía se arrodillo para acostar a Ío e inmediatamente los demás se acercaron para quedarse a su lado. Dejándolo con los demás para que cuando se despertara no se terminara asustando. Al salir de la protección observaba a Millas con rabia en los ojos mientras hacía elevar su cosmos que era de un azul marino.

Dirigiéndose a los dos chicos que se fueron a su lado entrando en posición ofensiva Kanon les hablo - Ren quédate cerca de los niños este desgraciado puede intentar hacer su maldita acción otra vez, Dain mantente cerca, si vuelve a atacar lo detendremos. - ambos niños asintieron poniéndose en posición.

La escena pasó en una lucha feroz, Kanon se dirigió a una velocidad alarmante para atacar a Millas lanzándole varios golpes y siendo retenidos por Millas que en su contra le ataco con su cosmos mandándolo a estrellarse contra una estructura.

Kanon se levantó con esfuerzo y encendiendo su cosmos realizo una técnica para atacarlo, el ataque fue tan fuerte que Millas fue empujado hacia atrás chocando con el piso, Kanon se movió rápido para atacar devuelta realizando una técnica parecida a un maremoto que impacto de lleno contra su oponente. Este intento volver a atacarlo pero Kanon empezó a esquivar sus ataques mientras le atacaba con una de sus técnicas.

Ren y Dain elevaron su cosmos para reforzar la protección que rodeaba a los más pequeños. Ren seguía continuamente los movimientos de Millas para ver por donde atacaría y Dain trataba de comunicarse por vía cosmos con alguien mientras se mantenía cerca de los niños y de Ren.

Millas y Kanon realizaron sus técnicas al mismo tiempo y se las lanzaron, al chocar ambas técnicas la explosión fue muy aterradora está mando a volar a ambos contrincantes que cayeron de golpe contra el piso o contra un muro quedando ambos aturdidos por el golpe.

Cuando Kanon comenzó a recobrar el sentido de la orientación Millas lo ataco con una de sus técnicas mandando a Kanon a estrellarse contra una pared causando que se lastimara más de lo que ya estaba. Kanon se levantó con esfuerzo, sangraba por su boca y por su cabeza, tenía varios golpes en su cuerpo su Scales trataba de calmar su dolor un poco. Poniéndose en posición listo para volver a atacar capto como el cosmos de Millas se elevaba de manera alarmante este creo con su cosmos una esfera rojiza con negro que alarmo a Dain y a Kanon, Millas se lanzó al ataque y Dain al percatarse intento detenerlo pero ya era demasiado tarde.

Millas decidió atacar a Ren que no tuvo tiempo de protegerse, el ataque estaba en su dirección y lo terminaría impactando de lleno.

- ¡REN! – se escuchó el grito de todos sus amigos mientras el ataque se dirigía directo a él, sin nadie siendo capaz de detenerlo. Cuando de la nada Kanon se aparece adelante de Ren para protegerlo, causando que todos miraran con terror, el ataque impacto de lleno en el pecho de Kanon, la esfera que lanzo Millas se metió en el cuerpo de Kanon causándole un terrible dolor asiéndolo tambalear.

- ¡KANON! ¡Resiste por favor! - Ren salió de su shock lo más rápido que pudo y fue a sostener a Kanon que se tambaleaba, el chico tenía una expresión de pura preocupación y de terror en su rostro.

- Estaré bien - dijo Kanon con una pequeña sonrisa tratando de tranquilizar a su amigo y a los demás que estaban igual de preocupados y de aterrados.

- ¡No digas mentiras, ese ataque te afecto! - le contesto Ren queriendo llorar por lo que ocurrió, Kanon se alejó de él parándose recto y mirando a Millas.

- Esto acabara aquí - los ojos de Kanon se iluminaron de azul y su cosmos emergió violentamente y Millas lo imito elevando su cosmos. Cada quien realizo su técnica pero hubo algo diferente en Kanon este levanto ambos brazos pareciendo que estaba a punto de realizar la explosión de galaxias pero al momento de hacer eso dirigió sus manos para adelante y se vio como arriba se tornaba como la noche con varios planetas y estrellas a su alrededor mientras emergía un dragón que se dirigía a Millas.

Millas importándole poco siguió con su ataque pero cuando el ataque lo impacto no duro mucho siendo asesinado al poco tiempo por la técnica de Kanon desapareciendo en polvo. Siendo Kanon el que continuaba pero sus ojos habían perdido su brillo y su Scale que había adquirido un tono azulado volvió al naranja.

La esfera que protegía a los generales se deshizo y ellos se acercaron corriendo a Kanon junto a Ren y Dain – ¡Kanon! ¿Cómo te encuentras? nos preocupaste mucho - dijo Ren al acercarse a Kanon, estando a punto de tocar su hombro Kanon cayo para adelante en un golpe seco.

- ¡KANON! - se escuchó el grito de los chicos aterrados

La escena se desvaneció y Kanon ya andaba dando vueltas de un lado a otro, varios recuerdos estaban volviendo con su mirada ensombrecida los estaba analizando, lo primero ahora era que estuvo con los demás generales cuando estos apenas eran unos niños pequeños incluido Isaac, lucho contra Millas matándolo con una técnica que aparentemente casi lo mato a el mismo y que su Scale se tornó Azul y ahora ya sabe quiénes son Ren y Dain.

-¿Cuantas cosas más habré olvidado? - pregunto a la nada y el lugar cambio varias veces de color antes azul y ahora rojo con ceño fruncido miro para adelante y observo a su yo más joven arrodillado en frente de las Scales.

- Lo siento, lo siento mucho, yo los lleve de regreso a sus hogares - el chico estaba llorando por algún motivo, después de haber estado arrodillado ante las Scales se paró e intento marcharse cuando se tambaleo y tuvo que sostenerse a duras penas de una pared.

- Cállate, cierra tu maldita boca - el chico se dejó caer lentamente contra la pared y se agarró la cabeza llorando - Yo, no quería causarles daño por eso los regrese a sus casas- el chico comenzó a llorar en silencio.

La Scale de Sea Dragón se ilumino y se materializo Aeneas que se acercó a Kanon, arrodillándose a su lado puso una mano en su cabeza y lo comenzó a acariciar aunque parecía que Kanon no lo notaba y Aeneas le dirigió una sonrisa de triste y amargura.

- Ya no puedes verme - dijo Aeneas con una mirada sombría apretando el puño- Maldito seas Millas.

- ¿Qué harás con Kanon, Aeneas? Ya no te puede ver y llevo a nuestros sucesores de regreso a sus casas. - pregunto el que provenía de la Scale de Crisaor.

- Lo seguiré protegiendo. No me importa que Millas le lave el cerebro yo lo protegeré ya que él no es el culpable de eso y si llegara a traicionar a Poseidón seguiré con la misma decisión de protegerlo.- En los ojos y en la voz de Aeneas se podía notar la determinación inquebrantable que tenía. Los demás que se encontraban asintieron con lo dicho por él.

La escena se oscureció y se escucharon olas, Kanon reconoció enseguida donde se encontraba, el conocía bastante bien de dónde provenía... el Cabo Sunion.

El recuerdo fue transcurriendo medianamente tranquilo hasta que llego a un punto de quiebre, Kanon observó la espalda de cierta persona y al escuchar lo que dijo se llenó de cólera. Antes de que su yo más joven perdiera el conocimiento escucho las últimas palabras de esa persona.

-Kanon, eres un desgraciado traidor no puedo dejarte ir eres una amenaza para la diosa Atenea tal y como lo dijo el patriarca-

Ya no aguantando más y con sus recuerdos preciados ardiendo en su cabeza Kanon elevo su cosmos al máximo despertando y encontrándose con Aeneas que lo miraba con preocupación.

Kanon miro a Aeneas y le dio una pequeña sonrisa - Gracias Aeneas, por seguir protegiéndome a pesar de las cosas que he hecho- el nombrado lo vio por un breve momento poniendo su mano en el hombro de Kanon apretándolo un poco le dirigió una sonrisa.

-Kanon, yo decidí protegerte a pesar de las cosas que te hicieron hacer.

Kanon se paró de donde se encontraba sentado y con una mirada determinada destruyó la cadena que lo ataba, la estrella que se encontraba arriba se rompió cubriendo todo el lugar de azul, al elevar su cosmos dirigió su ataque a los siete pilares que se encontraban intactos.

A lo lejos se escuchó un grito de furia y vieron como Millas se lanzaba a atacar a Kanon, este al recordar todo lo que él causo decidió actuar elevando su cosmos le tiro una técnica que hace tiempo se había olvidado, dándole de lleno a Millas destruyéndolo casi al instante.

-Bueno, creo que tendremos que volver ahora antes de que todo caiga en caos-dijo Aeneas con un poco de entusiasmo.

-De acuerdo pero creo que tendremos una larga charla cuando esto termine- le respondió Kanon con una pequeña sonrisa.

-Eso ni lo dudes-dijo Aeneas mientras se reía.

Kanon elevo su cosmos destruyendo el lugar en donde se encontraban y volviendo a la realidad encontrándose devuelta con cierto dios que por un momento se había olvidado.

- Volviendo a donde lo dejamos pendiente- apenas y dijo Kanon eso se escuchó una pequeña risa que provenía de Aeneas que apenas se veía que se encontraba a su lado.