Damar se detuvo al llegar al final de las escaleras y respiró profundo, necesitaba estar más tranquila, no podía llegar a hablar con su hermana, debía ser un apoyo para ella, aunque debía admitir que tenía unas ganas locas de irle a gritar a Ryo y a Nene, porque estaba más que claro que ella le había dicho después de todo ella era la única que lo sabía aparte de sus hermanos, Sora, Taichi y ella.
Aunque ¿podría ser?
No, lo dudaba, Sora era amiga de Mimi y Taichi...Bueno, esperaba que no le haya dicho.
Suspiró.
Damar llevó sus manos a su frente y masajeo su cien.
Tranquila.
Tranquila.
Tranquila.
Se repitió.
Luego de unos segundos de meditación se dispuso a caminar, pero ni cuenta se dió que cierto chico había aparecido frente a ella y terminó chocando contra esa persona.
—Ten más cuidado por donde caminas.— Gritó la castaña.
—¡Hey! Fuiste tú la que estaba que estaba con los ojos cerrados, pensando en no sé qué y terminó chocando conmigo, sis.
Damar hizo una mueca al reconocer a Takuya.
—Y no deberías hablarle así a tu hermano mayor.— Habló el chico.
—Lo siento, hermanito.— Musitó la chica.
¡Genial!
Recién había llegado y ya le había gritado.
—No te vi y pues, simplemente reclamé.— Habló la chica de mechones morados-castaños— Tú sabes como soy yo, despistada a veces, sobretodo en la mañana, ya sabes, me cuesta mucho despertar.
—Bueno, conozco tú mal humor de mañana, pero deberías intentar cambiar ese ánimo ¿no crees?
Damar suspiró— Lo he intentado y lo sabes.
Si algo la caracterizaba era tener mal humor al madrugar, pero en este caso era justificable. Ella había despertado de buenas en los brazos del Minamoto, había tenido un viaje de regreso agradable y todo estaba bien hasta que llegó a ese lugar en donde las cosas estaban horrible.
—Así que regresaste.— Musitó Takuya.
Damar asintió— ¿Acaso no me ves?
—Que amigable hermanita.— Comentó el moreno.
La castaña sonrió irónicamente.
—Y supongo que Kouji también ¿no?— Habló el chico.
Damar asintió.
Takuya se cruzó de brazos— Ya era hora ¿no crees?
Habían estado más de una semana fuera, casi sin dar señales de vida, en verdad se había preocupado (Y no solo por la salud de su hermana)
—Bueno, nos demoramos un poco.
—Espero que todo este tiempo te haya servido para estar bien.
—Estoy bastante bien hermanito.
—Si, eso veo.— Respondió Takuya— Al parecer...— Se sintió incómodo y aclaró su garganta— Estuvo agradable tu estadía con Kouji.
—¿Qué hicieron?— Preguntó el castaño.
—Nada en especial.— Habló Damar— Simplemente tener un buen momento.
—Un buen momento.— Repitió Takuya.
"Un buen momento"
"Un buen momento"
¡Un buen momento!
—¿A-a...— Takuya pasó una mano por la nunca nervioso— que-que te refieres con buen momento?
—A eso mismo.— Respondió la chica— Un buen momento.
—Y-y...—Tartamudeo— ¿En qué sentido?
Damar alzó una ceja— En buena onda.
—No me refiero a eso.— Habló el moreno—Digo, un chico y una chica solos en una cabaña, con hormo...
—¡Ay no! Takuya.— Damar llevó una mano a su frente— No estoy de ánimos para que pienses en cosas de ese tipo.
En verdad no era agradable hablar de ese tipo de cosas con Takuya, con Mimi si podía ya que le tenía confianza y era mujer, pero con su hermano era diferente, el moreno actuaba como su padre (incluso era más que Keisuke) la veía como una niña, como si no supiera de la vida.
Takuya se mordió el labio inferior, sabía que su hermana no debía sentirse muy comoda hablando de eso, pero no podía evitarlo, a Mimi no había podido salvarla de entregarse a Yamato o de que quedara embarazada, pero a Damar si la cuidaría, después de todo ella era su pequeña, su bebita, su princesita.
—Ya me enteré de lo que sucedió ayer.— Damar declaró sin más.
—¿Qué?— Preguntó Takuya— ¿Sobre lo que dijo Ryo...
—Si, sé que dijo lo del secreto de Mimi.— Respondió Damar.
—¿Cómo lo supiste?— Cuestionó el moreno.
—Takeru me dijo.— Contestó la castaña—Cuando llegué me enfrentó en la entrada y me dijo todo.
¡Rayos!
Pensó Takuya.
—¿Estaba enfadado?
—Si.— Respondió la chica— Mucho, no me gritó, pero esa forma tan cortante y un tanto fría no es propia de él, además Yamato me dió una mirada de ira que me dejó desconcertada, evidentemente estaba enfadado.
—No es para menos, en verdad está enojado por esta verdad, ayer de la forma en que le habló a Mimi fue terrible.
—¿Enserio?
Takuya asintió— A eso se le suma apenas durmió anoche y ha llorado sin parar.
—Me lo imaginaba.— Comentó Damar.
—Ryo en verdad se pasó anoche.— Musitó el moreno— Apenas pueda le romperé la cara.
—Yamato se te adelantó.
—¿Cómo?— Preguntó el chico.
—Cuando llegué Yamato y él iban con Onodera, al precer pelearon a los golpes y ahora irían a la oficina de Rumiko.
Takuya hizo una mueca sin saber si debía alegrarse o preocuparse, que golpearan a Ryo estaba bien, pero que Yamato estuviera involucrado podía significar muchas cosas.
—Ahora ¿qué haremos?—Preguntó la chica— Creo que está más que claro que las noticias no demoraran en llegarle a nuestro padre ¿no?
—Pues yo tengo un plan pero no sé si servirá.— Habló Takuya.
—¿Así y de qué se trata?
—Bueno, creo que esto te gustará, porque trata de nuestra herencia.
—Esto es el colmo Ryo.— Musitó Rumiko molesta— No te conformas con el simple hecho de estar aquí, sino que buscas mimles de forma de fastidiar a tu entorno y darme problemas. Estoy segura que después de esto Natsuko me traerá más problemas de los que ya me ha traído por haberte puesto a pelear con su hijo.
—No fue mi culpa, simplemente estaba hablando con Yamato, pero él mal interpretó todo y se lanzó contra mi.
—No es necesario que mientas Ryo.— La directora se cruzó de brazos— Te conozco y sé que te gusta provocar a los demás.
—Me ofendes Rumiko.— Musitó el Akiyama y luego sonrió ¿a quién engañaba? Amaba molestar sobretodo a ese chico.
—Ryo por favor, por una vez en tu vida comportate.— Habló Rumiko— Ayer ya le arruinaste la fiesta a los Ishida, están enojados, pasando vergüenza en la sociedad, sé que quieres más, pero tranquilízate un poco ¿si?
El Akiyama hizo una mueca— Me estás regañando porque Natsuko está aquí ¿no?
—¿Por qué dices eso?
—¿Qué no es obvio?— Preguntó Ryo— Una de tus peores enemigas junto a Hiroaki quedaron en vergüenza por mi culpa deberías agradacerme.
—¿Agradecerte?— Cuestionó Rumiko— Me has puesto en una situación demasiado molesta con Natsuko, tan solo mira, ella está aquí.— Verla era algo que odiaba— Preferiría tenerla lo más lejos posible.
—Bueno, pero eso es un detalle.— Respondió el Akiyama—Deberías estar feliz, después de todo Hiroaki también jugó contigo, dime ¿no es agradable que esté pasando esto luego de todo lo que hizo?
Rumiko hizo una mueca ante esto, Hiroaki había jugado con muchas mujeres en su tiempo y ella había sido una diversión de bastantes meses, por eso Natsuko y ella se odiaban. Pero otra diversión más intensa fue la madre de Ryo, quién había logrado meterle en la cabeza a su hijo que Hiroaki era su padre cuando este la había rechazado y por despecho se metió con otro hombre.
—Lo que ocurrió entre él y yo es una cosa, lo tuyo es otra.— Habló la mujer— Y la verdad es que ya estoy cansada por todos los problemas en que me involucras, por favor, por una vez en tu vida comportate, no quiero más problemas, porque eso es lo único que me has dado con esta situación.
—Rumiko eres exagerada.— Musitó Ryo— Deberías estar feliz como yo.
—¿Feliz?— Cuestionó Rumiko y lanzó una carcajada irónica— En verdad eres idiota.
—¿Idiota?— Preguntó el Akiyama— ¿Por qué?
—Porque sonríes como hubieras ganado algo, pero la verdad es que cada vez pierdes más.
—¿Cómo dices?
—Creo que es obvio.— Respondió Rumiko— Luego de esto Hiroaki no te va a querer más, tampoco se acercará más a ti sino que al contrario te despreciará igual que antes o más.
Ryo hizo una mueca ante esto— Yo no lo hice con esa finalidad.
—No, pero apuesto que lo hiciste con la finalidad de demostrar que eras mejor que Yamato ¿no?
—Si.— Respondió el Akiyama— Y lo hice.
—Claro que no.— Contestó Rumiko— Creo que con el paso de los años en verdad no has aprendido nada.
—¿Nada?— Preguntó Ryo— ¿A qué te refieres?
Rumiko suspiró— De que la gente que tiene dinero siempre cae de pie, son como gatos.— Musitó— Esto que ocurrió fácilmente será olvidado, porque los padres de Yamato buscarán la forma de limpiar su nombre y lo lograrán con todo el dinero que tienen es probable que se libren de esa famosa nieta que les apareció, cosa que no me sorprendería, después de todo eso fue lo que hicieron los padres Hiroaki al enterarse del embarazo de tu madre o como lo hizo Kousei con mi embarazo.
El Akiyama se mordió el labio inferior ante esto.
—Después de un tiempo esto será un mal recuerdo para ellos.— Comentó— Y tú quedarás como el loco borracho de la fiesta, mientras que ellos seguirán siendo vistos como los grandes líderes de la sociedad porque tienen dinero, apellido, son como dioses del olimpo. Pero tú...—Rumiko hizo una mueca— Simplemente das pena, digo, después de este escándalo tampoco tendrás un mejor lugar en la sociedad, porque si lo hiciste pensando en eso entonces estabas muy equivocado, y pues, si pensabas que con esto también le demostrabas algo a mi hija estoy segura que no lo lograste, al contrario, ante todos quedaste como un idiota despechado y envidioso y dudo que eso cambie algún día.
Izumi salió del baño vestida con una blusa lila y una falda negra, mientras secaba su cabello con una toalla.
—Menos mal saliste de la ducha.— Comentó Nanami.
—Lo siento.— Musitó la oji-verde— No quería demorar mucho, disculpa si te molesté.
—No te preocupes amiga, solo era un comentario.— Respondió la chica de ojos lila-rosa— Luego de todo lo que ocurrió es entendible que te hayas querido dar un relajante baño de agua caliente y sales.
—Si estuvo bueno el baño.— Comentó Izumi— Pero mucho no pude relajarme, ya veía que la idiota de Nene ingresaba a su departamento o la estúpida de Catherine.
—No tenías para que preocuparte, Zoe, ya te dije que ellas se fueron a sus clases.— Habló Nanami— Y con airada que está Sora dudo que esa francesita piense en merondear mucho por el internado, ya que si se la encuentra problablemente enserio le rompa la cara.
—¿Tan mal le dejó el rostro con sus golpes?— Preguntó la Ishida.
—Ni te imaginas.— Respondió Nanami— Ni con maquillaje logró camuflar las maracas que le dejó y estaba evidentemente molesta.
—Bueno se lo merece.— Comentó Izumi— Sora no se merecía eso.
—Si.— Contestó la sobrina de Rumiko— Me dio mucha pena decirle la verdad, pero no tuve opción, no quería que Taichi le siguiera mintiendo, ella no se lo merece así como...—Nanami volteo hacia la oji-verde— Así como ustedes no merecían que Mimi les mintiera.
La oji-verde suspiró triste ante esto— No me lo recuerdes, por favor.— Rogó— Me duele y me enoja esta situación.
—No es para menos.— Musitó la chica de ojos lila-rosa— Finalmente Mimi era tu amiga, tu mejor amiga y te ocultó a tu sobrina, puede ser que lo haya hecho por una buena causa, pero no tenía derecho.
—No.— Respondió Izumi— Claro que no, pero igual lo hizo, no le importó nada y lo hizo.
—Tristemente.— Musitó Nanami— Pero no debes pensar en eso, ahora ya saben la verdad y deben centrarse en recuperar el tiempo perdido con tu sobrina.
Izumi suspiró— Si, pero será difícil. Han sido tres años de distancia, no es poco y pues, Yamato todavía es un adolescente, no es lo suficientemente maduro para cuidar a una niña.
—No, pero ya verás como todo se va a arreglar.— Habló Nanami— Estoy segura, Yamato es inteligente y sabrá salir adelante.
—Eso espero.
—No lo esperes, créelo ¿si?— Animó la chica de ojos lila-rosa— Podrán salir hacia adelante.
Izumi sonrió ante esto, le alegraba tener a su amiga en esos momentos y pues, no podía evitar sentirse mal por haber pensado mal de ella cuando enrealidad era buena persona—Nanami.
—¿Si?— Preguntó la nombrada.
—Yo...—Izumi hizo una mueca y luego de unos segundos en silencio se decidió a hablar— Quiero pedirte perdón.
—¿Perdón?— Cuestionó Nanami— ¿Por qué?
—Porque cuando volviste yo me preocupe demás, pensé mal de ti e incluso te encontré hipócrita porque hablabas como si nada con Mimi luego de haber tenido algo con mi hermano y no decirle, pero...—Suspiró— Sin duda alguna me equivoqué, tú no eres mala persona, te califiqué de mala manera cuando la verdadera hipócrita y mala persona era...—Hizo una mueca— Mimi.
Nanami se mordió el labio inferior, ya se imaginaba que sus amigas habían pensado eso, después de todo ellas sabían su historia con Yamato, pero luego de esto ahora podría tener más créditos, ahora más que nunca todo estaba a su favor y lo aprovecharía— No te preocupes amiga, lo pasado es pasado, entiendo que hayas pensado así, pero ya no importa.— Sonrió— Todo está bien.
Bastante bien.
—Yamato.— Takeru se acercó a su hermano al verlo salir del internado, había esperado bastante para que saliera de la oficina de Rumiko, pero luego de haberlo visto salir junto a su madre había decidido esperar afuera.
El mayor al escuchar su voz volteo hacia él.
—Takeru.— Pronunció el nombre de su hermano menor.
—Hola.— Lo saludó.
—Hola.— Respondió Yamato.
—¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes?— Preguntó Takeru— ¿Cómo te fue con Rumiko?
—Pésimo.— Contestó el mayor.
—Ya me imaginaba, luego de esa pelea con Ryo.
Esa pelea.
Yamato hizo una mueca.
—Ni me la recuerdes.
—Disculpa, disculpa.— Se lamentó Takeru.
Yamato suspiró, estaba cansado de todo de Ryo, de sus padres, de las mentiras, de los secretos, necesitaba un poco de paz.
—Vi que nuestra madre vino a hablar contigo.— Musitó Takeru luego de unos segundos de silencio.
Yamato hizo una mueca— Si.
—Ya me imagino a que vino a hablar contigo.— Musitó el menor y respiró profundo— Ya me enteré de lo que ocurrió ayer en la fiesta con...bueno, sobre lo que dijo Ry...—Se detuvo— Ese chico sobre tu novia...
—No es mi novia.— Corrigió el mayor.
—Bueno, sobre ella y sobre...—Takeru se detuvo antes de hablar— Sobre...¿tu hija?
—Natsumi.— Nuevamente corrigió Yamato— Se llama Natsumi.
¿Qué?
—En-entonces ¿es verdad?— Preguntó Takeru— ¿Tengo una sobrina?
Yamato asintió.
—¡Wow!— Exclamó el menor— Todos me habían dicho que si, pero no había querido creerlo sin que antes tú me lo confirmarás, así que tienes una hija ¿Mimi quedó embarazada hace tres años?
Yamato hizo una mueca— Por favor, no la nombres ¿si? Mira que luego de ocultarme esto yo no...—Suspiró— No quiero saber de su existencia, por favor.
—¡Ups! Disculpame hermano.— Entendía que no quisiera nombrarla— Pero ¿cómo lo ocultó? ¿Por qué? Pensé que te quería, que se tenían confianza ¿como ocurrió esto?
—No sé Takeru, no sé.— Respondió el mayor— Yo pensé lo mismo, pero prefirió engañarme, la razón no la sé, pero no me importa, porque fue hace tres años y a pesar que tuvo miles de oportunidades para decirme la verdad no lo hizo.
—Pero ¿tú nunca sospechaste algo así?— Preguntó Takeru.
—Pues no.— Contestó Yamato— O tal vez si, pero no quise verlo. Una vez encontré unas ecografías.
—¿Unas ecografías?
El mayor asintió— Si, pero ella no me contestó con la verdad y también...—Se detuvo.
—¿Y también qué?
Yamato hizo una mueca— Mi hija tenía el collar que yo le di.
—¿Collar? ¿tu hija?— Preguntó Takeru— Un minuto ¿tú conoces a tu hija?
Yamato asintió— Si y...—¡Rayos!— Mimi nos vio muchas veces juntos, pero n nos dijo, yo cuando conocí a Natsumi, yo...
~Recuerdo~
—¡Mami!— Lloró la niña— ¡Mami!
Yamato hizo una mueca ante esto— Ya, ya, tranquila, tranquila.— Le intentó hablar de una forma pacífica, pero, era imposible, la pequeña no dejaba de llorar.
—¡Mamá!— Lloró la niña.
El rubio suspiró, había ido hasta la recepción de la sala principal para preguntar por la madre de la niña y llevaba diez minutos esperando a que la madre de la niña llegara.
Diez minutos que parecían una eternidad, porque, la niña lloraba y lloraba.
Suspiró.
—¡Quiedo a mi mami!— Habló la rubia.
—Lo sé, lo sé, tranquila, ella ya viene.— Dijo, pero, no sirvió, ya que, ella siguió llorando.
Rodó los ojos.
—¿Qué tengo que hacer para que no llores?— Preguntó casi desesperado ante los llantos de la niña.
La niña parpadeo un par de veces ante esta pregunta mientras secaba sus lágrimas con una de sus pequeñas manos— Canción.— Respondió.
Yamato alzó una ceja sorprendido ante esto y observó a la niña— ¿Canción?
—Mi mamá canta canción de cuna.— Lloró nuevamente la rubia.
Yamato abrió los ojos sorprendido, bueno, la madre de la niña no estaba aquí, y pues, de aquí a que apareciera no sabía cuanto tiempo dmeoraría en aparecer.
Suspiró.
Por un momento nuevamente había recordado a Takeru cuando para dejar de llorar le pedía que cantara.
¡Un minuto!
¿Por qué esa niña le hacia recordar tanto a Takeru?
~Fin del recuerdo~
—Cuando la conocí sentí algo familiar.— En su mirada había sentido algo. Claro que lo era, después de todo eran los mismos ojos azules de su hermano y de él.
—¿Y donde está? ¿Quién es? ¿La conozco?
—No.— Respondió Yamato— Creo que no, pero sé donde encontrarla.
Y ahora más que nunca lucharía por ella.
—Mi mundo se derrumbó, mi vida se acabó, todo se terminó.— Lloró Mimi en los brazos de su hermana que la abrazaba.
—Tranquila, sis, tranquila.— Musitó Takuya y Damar le dio una mirada fulminante a su hermano mientras acariciaba el cabello de la chica— Esto ya pasará.
—¿Cómo quieres que esté tranquila Takuya?— Preguntó Mimi mientras sus lágrimas caían sin más— Yamato me dejó más que claro que no quiere nada conmigo.— Tragó saliva— A-así como I-izumi lo hizo con-contigo ¡Por mi culpa!
El moreno hizo una mueca al recordar aquello, apenas había podido dormir anoche esperando que la rubia llegara, pero no estaba por ningún lado, no contestaba sus llamadas, había venido a hablar con ella, pero resultó que ni siquiera estaba.
—Sis, cuando dice tranquila no se refiere a que sea tu obligación estar tranquila, pero lo hace intentando consolarte.— Aclaró Damar.
Mimi pasó su mano por su nariz, estaba hecha un desastre en esos momentos, pero no le importaba, no podía más con eso.
Damar alzó una caja con pañuelos y se lo extendió a su hermana quién rápidamente sacó uno para limpiar su nariz de una manera sonora.
—Lo sé, lo sé, disculpenme ¿si?— Habló la oji-miel— Pero ya no doy más con esta situación, lo peor que me pudo suceder me ocurrió, ni en pesadillas había sido tan grave o triste como lo fue.
—Me imagino sis.— Respondió la menor— Pero no lo recuerdes ¿si? Mira que te pones mal.
—No puedo evitar imaginarlo.— Contestó Mimi— Esa imagen viene una y otra vez, una y otra vez.
Damar suspiró, en verdad su hermana estaba mal, la última vez que la había visto así fuera cuando se tuvo que separar de Natsumi, noche tras noche en la cual por agonía lloraba, días en los cuales apenas comía y parecía que moriría.
—Mimi, por favor, no te tortures pensando eso.—La castaña de mechones morados le habló a su hermana.
—No puedo, Damar.— Mimi habló— Yamato fue tan directo, frío, sentí que en verdad me odiaba.
—No te odia sis.— Habló Damar— Simplemente está enojada, habla de rabia y rencor, pero no te odia.
—Lo dices porque no lo viste, tú misma dijiste que no te dio una buena mirada cuando llegaste.
—Eso no tiene nada que ver con sus sentimientos y como dije si él actúa así es porque está enfadado, nada más que eso.— Respondió Damar— Por favor, no sufras más por él, no te hará bien estar llorando, recuerda que tú salud también es endeble.
Mimi se mordió el labio inferior, en verdad odiaba ser tan debil.
—Ahora lo importante es que te des un tiempo, pienses mejor las cosas y te mejores, pero no lo digo solo por ti, sino por tu hija.— Habló la menor.
Si, eso lo sabía. Debía estar bien por Natsumi, sin embargo esta situación la tenía en verdad preocupada.
—Tengo miedo.
—¿Miedo?— Preguntó Takuya— ¿De qué?
—De lo que harán los padres de Yamato.— Habló Mimi— Luego de ayer creo que está más que claro que no le gustó la idea de tener una nieta, mucho menos luego de que a su madre no le gustara que yo fuera su novia.
—Y de la forma en que su madre me habló luego de todo.
—¿La forma en qué te habló?— Preguntó Damar.
—Larga historia.—Respondió el chico— Pero en conclusión, prácticamente me echó de su casa y de la vida de su hija.
—Estoy segura que si hubiera tenido la oportunidad de hablar conmigo me hubiera expulsado de la vida de su hijo.— Contestó Mimi— Aunque tampoco hubiera sido necesario, Yamato con sus palabras y expresiones me dejó más que claro que quiere que me alejé de él, cosa que en realidad me preocupa, porque no solo tendré que preocuparme de sus padres, del nuestro, sino que de los próximos pasos de Yamato.
—¿Próximos pasos de Yamato?— Preguntó Takuya— ¿Lo dices por qué crees que le puede hacer algo a Natsumi?
—No.— Respondió Mimi, pero la duda no pudo evitar venir a su mente, después de todo estaba muy enojado— Espero que no, digo es su hija ¿no?
—Si es su hija, pero enfadado puede hacer cualquier cosa.— Comentó Damar.
—Dudo que le haga daño.
—No lo digo por eso Takuya.— Respondió la menor— Lo digo por sus próximas decisiones, quizás él quiera conocer a Natsumi, quiera pedir su custodia o en el peor de los casos quizás quiera olvidarla, existen infinitas posibilidades de lo que puede suceder. Lo que nosotros tenemos que hacer es ir un paso adelante, no podemos dejar que esta situación se nos vaya de las manos, tenemos que estar al pendiente de todo ¿si?
—Si.— Respondió Takuya.
—Pero ¿cómo?— Preguntó Mimi—No tenemos como saber lo que hará o no, Izumi no es mi amiga, Takeru le es leal a Yamato y para nuestra mala suerte sus padres son más sigilosos que nuestro padre, tan solo mira como acabaron con todos los artículos de la muerte de Henry o lo que le hicieron a Jun.
Damar hizo una mueca ante esto, Kouji le había explicado esa situación y la verdad era que Natsuko e Hiroaki eran una copia de su padre, Keisuke.
—Bueno, nosotros ya hemos logrado mucho al salvar a Natsumi de nuestro padre, podremos con esto.— Habló Takuya.
Ryo salió de la oficina de Rumiko y sus palabras no pudieron evitar resonar en su mente.
"Luego de esto Hiroaki no te va a querer más"
"tampoco se acercará más a ti"
"al contrario te despreciará igual que antes o más"
No quería que aquellas palabras lo afectaban, pero estaban resonando mucho en su cabeza.
Suspiró.
"si pensabas que con esto también le demostrabas algo a mi hija estoy segura que no lo lograste, al contrario, ante todos quedaste como un idiota despechado y envidioso y dudo que eso cambie algún día"
—Ryo.— Una voz femenina lo llamó. Al voltear se encontró con nadie más y nadie menos con la hija de Rumiko Nonaka.
—Rika.— Pronunció su nombre.
—Hola.— Respondió la chica seriamente.
—Hola.— Contestó el Akiyama y se acercó a ella— Que raro que me dirijas la palabra.
Rika aclaró su gargante—Necesito hablar contigo.
—¿Conmigo?— Preguntó Ryo— ¿De qué?
—De lo que hiciste.— Respondió Rika.
—¿De lo que hice?— Cuestionó el Akiyama— ¡Ay no me digas que serás otra más que me va a decir que estuve mal al provocar a Yamato esta mañana y pelearme a los golpes con él!
—En parte vengo a hablarte de eso.— Contestó la pelirroja— Pero no también de lo que hiciste ayer ¿cómo fuiste capaz de revelar algo tan delicado como si nada?
El Akiyama rodó los ojos— Este tema no te involucra Rika.
—No.— Respondió la Nonaka— No me involucra.— Se cruzó de brazos— Pero ¿sabes? Creo que ahora en verdad no te debería quedar dudas de porque prefiero a Takato antes que a ti.— Habló Rika.
—¿Por qué?
—Porque, él a diferencia de ti no disfruta del sufrimiento de los demás.— Respondió la pelirroja— Takato es un chico de buenos sentimientos y no es vengativo, todo lo contrario a ti que mirate ahora estás disfrutando de hacerle el mal a otros ¿y qué? Luego de esto no serás ni más respetado, ni más querido, al contrario cada vez más eres rechazado.
—Claro que no lo soy.
—Claro que si.—Contestó Rika— Tan solo mírate, le has hecho mal a miles de personas, pero ¿has tenido algo bueno a cambio más allá que poder reirte de su desgracia?
Pues...
—¿Has ganado amigos luego de humillar a otros?— Preguntó Rika— Y me refiero a amigos de verdad, no a esos que se acercan a ti solo por el interés a las drogas que vendes.
Pues...
—Dime ¿has logrado enorgullecer a tu madre que a pesar de limpiar casas intenta darte todo para que puedas salir adelante?— Preguntó la pelirroja.
—Le he dado dinero.— Ella siempre le había enseñado que eso era lo más importante.
—A raíz de la perdición de otros.— Contestó Rika— Y dinero ilegal al vender tus sustancias.
—Que tu comprabas.
—Si, que yo compraba.— Respondió la Nonaka— Pero, que estoy intentando dejar, porque me di cuenta que no me estaba haciendo un bien, al contrario, simplemente me estaba arruinado la vida, me lamenté de mi situación, me dió verguenza mi vida y me dió pena mi condición, como ahora me está dando la tuya.— Suspiró— Porque si nadie te lo había dicho eso es lo que das.— Lo observó de pies a cabeza— Mucha, pero mucha pena, porque en verdad tus adicciones, tus ambiciones y tu maldad te están convirtiendo en una escoria que nunca tendrá ni amor, ni cariño, porque, en vez de luchar por obtenerlo, le jodio la vida a todos los que quisieron brindarte su apoyo, pero sobretodo arruinaste tu propia vida y lo peor de todo es que eres consciente de eso, sin embargo no te das el tiempo de cambiar eso.
—No me doy el tiempo, porque nadie me tiene fe para hacerlo.
—Nadie te tiene fe Ryo porque tu buscaste que así fuera.
—Quizás.— Respondió el Akiyama— Pero tú a diferencia de los demás no puedes decir eso, siempre me acerqué a ti, siempre intenté estar junto a ti, intenté expresarte de miles de formas mis sentimientos, te demostré mi amor.— Habló— Incluso antes de ofrecerte drogas, intenté ofrecerte más que una amistad, como nunca lo había hecho abrí mi corazón y no recibí algo bueno a cambio, al contrario, he recibido desprecios por parte de ti así, cuando yo solo te he dado mi corazón.— El castaño le hizo frente a la chica, así como lo había hecho hace unos días dejando una distancia mínima entre ellos.
Rika lo observó— ¿Cómo puedes hablar de amor si estás lleno de odio?
Ryo ante esto no pudo evitar sentir como su corazón daba una especie de brinco, pero no de alegría, fue algo extraño, como si un balde de agua fría hubiera caído sobre él.
—Lo siento, pero una persona que ha hecho todo lo que tú has hecho jamás podría hablar de amor, porque si no eres consciente, tú lo que más has perdido con todo esto es amor.— Habló la Nonaka.
Rika no era consciente en ese minuto de la profundidad de sus palabras, pero aquellas estaban llegando al corazón del Akiyama. Nunca antes alguien había sido tan directo con él, nunca alguien le había dicho las cosas tan claras, la pelirroja le estaba diciendo la verdad y si se analizaba así mismo...
Tenía razón.
Kouji observó se detuvo al llegar a la puerta de su departamento, suspiró. En verdad era molesto llegar a ese lugar y encontrarse con problemas, lo que había ocurrido no estaba relacionado con él, pero ya se imaginaba todo el daño que vendría a continuación. Hizo una mueca, en verdad había sido una pena regresar hasta ahí, esos días a solas con Damar habían sido agradables, sobretodo los últimos días en los cuales todo había fluido de una manera a favor de sus sentimientos, despertar con ella en sus brazos, saboreando sus labios era algo que amaba.
Pero bueno...
Debía regresar a su realidad.
Se mordió el labio inferior, solo rogaba no tener que enfretarse tan luego con Koichi, ese era un tema que todavía debía arreglar y la verdad es que no estaba ánimoss para hacerlo en esos minutos, porque sabía que cuando lo hiciera tendría un problema igual e incluso más que aquel tema que tenían los Tachikawa, algo que quería evitar por el momento.
El Minamoto abrió la puerta y ahí frente a sus ojos apareció nadie más que su gemelo, quién guardaba a toda velocidad sus cuadernos en su mochila.
¡Rayos!
Pensó Kouji.
¡Rayos, rayos! Esto me pasa por quedarme dormido, maldito despertador. Musitó el Kimura.
—Koichi.— Kouji lo llamó.
El mayor alzó la mirada hacia su hermano— ¿Kouji?
—Hola.— Lo saludó el Minamoto y fue en cosa de segundos cuando el Kimura dejó de hacer lo que estaba haciendo.
Dejó sus cosas en el sofá y se cruzó de brazos.
—¡Hasta que al fin regresaste!— Musitó el Kimura— Me tenías preocupado.
—Disculpa Koichi.— Habló el Minamoto.
—¿Disculpa?— Koichi repitió— ¡Disculpa! ¿Solo eso me vas a decir?
Kouji hizo una mueca, evidentemente Koichi estaba enfadado, lo conocía y pocas veces lo veía de esa forma, así que era fácil saber que estaba enojado.
—Te envie miles de mensajes la semana anterior, el fin de semana, te escribí mensajes, te llamé, pero me contestaste una pura vez y más encima me cortaste como si nada.
—Se me descargó el móvil Koichi y no había cargador, no tenía como comunicarme contigo.— Respondió Kouji— Además tú sabes como es la señal en ese lugar.
—Si, lo sé, pero tú sabías que estaba preocupado por ti, al menos hubieras buscado una forma de comunicarte conmigo.— Habló Koichi.
—Lo siento.
—¿Lo sientes?— Preguntó Koichi— Ahora, pero ya me preocupaste, esto no se me olvidará facilmente.
—Bueno ¿qué quieres que te diga? Ya no puedo regresar el tiempo Koichi.— Respondió Kouji— Ya ocurrió.
—Si, ya ocurrió, pero no se me va a olvidar ¡Me tenías preocupadisímo!
—Si lo sé, pero ¿que más puedo decirte? Lo siento Koichi, no quería hacerlo, pero necesitaba estar unos días fuera, estaba un tanto estresado, tú sabes como me gusta ir a meditar.
—¿Y?...
—¿Y qué?
Koichi dudo antes de preguntar— ¿Estuviste solo?
¿Solo?
Kouji hizo una mueca ante esto, Koichi ya le había hecho la pregunta, pero no quería que la hiciese de nuevo porque no quería responder. SIn embargo sabía que su hermano le insistiría hasta saber.
—Pues...
¡Bip, bip!
El móvil del Kimura sonó.
—Disculpa.— Respondió Koichi tomó su móvil y contestó— ¿Hola?— Unos segundos de silencio se hicieron presente— ¡Rayos! Si ya voy saliendo para allá...
—Yamato.— El rubio Ishida escuchó como una voz femenina lo llamaba y al voltear se encontró con su hermana.
—Izumi.— Pronunció su nombre.
—Hola.— Lo saludó.
—Hola.— Respondió el chico.
La chica se acercó a él y besó su mejilla en forma de saludo—¿Cómo estás hermano?
—Esa misma pregunta debería hacertela yo a ti.— Habló el chico.
Izumi hizo una mueca.
—¿Cómo estás luego de todo lo que ocurrió?
La chica suspiró— No te voy a mentir el tema es difícil.— Habló— No me siento bien, pero no debe ser más difícil como lo es para ti.
Yamato suspiró— Si.— Respondió— Si lo es.— Habló— Pero ¿sabes? No quiero hablar de esto, estoy harto de pensar en esta situación, me gustaría olvidar todo esto, porque si sigo así terminaré golpeando a otro como lo hice con Ryo.
—¿Cómo lo hiciste con Ryo?— Preguntó Izumi— ¿Qué ocurrió con él?
—Pues, me agarré a los golpes con él esta mañana, porque me habló de esta situación, se burlo, se rió, en resumen, cosas típicas de él que le gusta burlarse de la vergüenza ajena y no lo resistí.— Respondió el rubio— Lo golpe, terminé teniendo problemas con Rumiko y nuestra madre.
—¿Nuestra madre?— Preguntó Izumi— ¿Ella vino para acá?
Yamato asintió— ¿No la viste?
—No.— Respondió la oji-verde— Pero menos mal no la vi.— No quería encontrarse con ella luego de la noche que había tenido escuchando regaño tras regaño de su parte recriminandole por estar con Takuya y ser tan idiota al no haberse dado cuenta antes de su mentira— ¿Y qué vino a hacer?
—Vino a pedirle a Rumiko que expulse a Mimi del internado.
—¿Qué?— Preguntó la oji-verde.
—Si.
—¿Y Rumiko lo hará?
—No lo sé, no tengo idea.— Respondió Yamato— Pero me da lo mismo lo que ocurra con esa chica, necesito preocuparme de lo verdaderamente importante. Mi hija.
—Creo que tú relación con Nene se acabó.— Ryouma le comentó a Kiriha.
—¿Perdón?— Preguntó el rubio— ¿Quién dijo que lo nuestro es una relación?
—Bueno, su amorío.
—No es amorío.
—Pu-pues...—Ryouma hizo una mueca— Su aventura, eso o sea como le llames ha llegado a su fin.
—¿Y por qué dices eso?— Cuestionó el rubio.
—¿Qué no es obvio?— Preguntó el peligris— Después de esto, creo que es obvio que Takuya e Izumi se van a alejar y Nene correrá a los brazos de Takuya ¿acaso no lo pensaste?
Kiriha rodó los ojos, la verdad de las cosas es que ni atención le había puesto a esa situación.
—No, no lo había pensado.— Respondió— La verdad es que no me importa.
—¿No?— Preguntó el Mogami— Yo pensé que si.— Contestó— Finalmente esa chica y tú han estado bastante cerca este último tiempo ¿no?
—¿Cerca?
—Si ¿acaso crees que no he visto como hablan, como ríen o como sonríes al hablar con ella por mensaje?
—¿Quién dijo que hablaba con ella?— Cuestionó Kiriha.
—El otro día vi una notificación.— Respondió Ryouma.
Kiriha frunció el ceño— ¿Quién te dio permiso para invadir mi propiedad privada?
—No la estoy invadiendo, simplemente dejaste tu movil en la sala principal y lo vi.— Respondió Ryouma— Me sorprendió que la tuvieras como "Nene" generalmente no registras números cuando son diversión ¿no?
—No tengo porque responderte esa pregunta.— La verdad de las cosas era que esa chica era bastante interesante, mejor de lo que se hubiera imaginado, sin embargo era un juguete para él.
—Bueno, no me respondas, pero deberías pensarlo, digo, todo estos jueguitos entre ambos podría acabarse.— Musitó Ryouma.
—Eso no es tema tuyo.— Respondió Kiriha antes de tomar su mochila y alejarse de aquel chico, algunas veces se preguntaba ¿por qué eran amigos? Él prefería mil veces la soledad, después de todo era mejor estar solo que mal acompañado.
—Hola lindo.— Una voz familiar lo sacó de sus pensamientos y al voltear se encontró con...
Hablando de Roma.
Ahí frente a él se encontraba aquella chica de cabellos castaños, exóticos ojos morados y piel pálida, quién llevaba un top corto lila con una minifalda blanca.
—Hola.— Respondió el rubio sin interés.
—¿Cómo estás?
—Normal.— Contestó el oji-azul.
Nene hizo una mueca ¿por qué la trataba así?
—¡Hey! ¿Por qué tan cortante?
¿Cortante?
Kiriha hizo una mueca, él era así con todas las chicas, excepto cuando les coqueteaba, pero en general las trataba así, porque para él no eran más que diversión. Al parecer no le había dejado eso en claro a Nene los días anteriores.
—No estoy siendo cortante.
—Claro que sí.— Respondió la chica.
Kiriha rodó los ojos y suspiró—¿Por qué estás aquí?
—¿Por qué preguntas?— Preguntó la castaña— ¿Qué no es obvio? Simplemente quiero saludarte.
—¿Saludarme?
—Si.— Respondió Nene— ¿Acaso no quieres saludarme?
—No es eso, simplemente pensé que luego de todo lo ocurrido volverías tu atención de Takuya.
—¿Con Takuya?
—Si.— Contestó Kiriha— Supongo que debes estar feliz ¿no?
—¿Feliz?— Preguntó la castaña— ¿Por qué?
—Porque finalmente recuperarás a tu novio, digo, luego de lo que hizo Ryo dudo que Izumi lo perdone.
Nene simplemente sonrió, la separación de esos dos era algo que le agradaba.
—Bueno, no negaré que es agradable verlos separados.— Musitó la castaña.
—Supongo que ahora irás corriendo a los brazos de Takuya ¿no?— Comentó Kiriha.
—¿Qué?— Preguntó Nene— ¿Enserio crees eso?
—Pues creo que es obvio ¿no? Para nadie es un secreto que siempre quisiste que se separaran y regresar con tu Takuya ¿no?
—¿Estás celoso?
Kiriha lanzó una carcajada irónica— No.— Respondió sin interés— Simplemente es un comentario de lo que en verdad quieres ¿no?
Si, eso era lo que quería, correr a los brazos de Takuya, pero aun tenía algo que hacer.
—Bueno, aunque regrese con Takuya nada quita que pueda seguir divertirme por detrás.— Nene se mordió el labio inferior y observó de pies a cabeza a Kiriha— En fiestas, con amigos, así como la otra noche ¿no crees?
Esa noche.
Miles de imágenes vinieron a la mente del rubio, momentos bastante divertidos que iban a la par con la sensualidad de la castaña. Bueno, él no era segundo plato, pero si quería divertirse tal vez...
Sería agradable seguir teniendo esa amistad con esa chica.
—¿Quieres ver a tu hija?— Izumi preguntó sorprendida ante la declaración de su hermano.
Yamato asintió.
—¿Estás seguro?
—¿Por qué me preguntas?— Cuestionó el mayor— Claro que lo estoy, es ¡mi! hija de quién estoy hablando.
La chica hizo una mueca— S-si, entiendo.— Balbuceo levemente— Es sólo que no creo que sea la mejor opción.
—¿No?— Preguntó Yamato— ¿Por qué no?
Había estado tres años separada de ella, no había podido estar en su nacimiento, no la vio dar sus primeros pasos, ni hablar, prácticamente había pérdido muchos años imortantes de su crecimiento y ahora que sabía de su existencia su hermana le decía que no era buena idea.
—No me malinterpretes.— Habló Izumi— Entiendo que quieras verla porque es tu hija y ahora que sabes que es sangre de tu sangre quieres ir donde ella, sin embargo, considerando no creo que sea lo más prudente que vayas tan directamente hacia Natsumi, ya que a su madre adoptiva podría no gustarle.
—Disculpa.— Musitó Yamato— Es ¡Mi! hija, no de ella, tengo derecho de ir cuando quiera verla.
—Si, tienes derechos, eres el padre, nadie lo niega.— La oji-verde suspiró— Pero no puedes ir así como así a presentarte como su papá, Natsumi apenas es una niña y tú eres un desconocido para ella.
—¿Un desconocido?— Cuestionó el Ishida— Ya nos vimos otras veces.
—Lo sé, pero han sido unas cuantas veces.— Respondió Zoe— Para ella no eres más que una persona más en el mundo, no sabe que eres su padre, no puedes llegar e invadir su vida sin pensar en su estabilidad emocional, todavía es una niña, prácticamente una bebé, no sabe mucho de la vida.
Yamato se mordió el labio inferior ante esto, su hermana había tocado un buen punto, Natsumi todavía era muy pequeña como recibir una notica de ese tipo de un momento para otro, apenas se habían conocido hace un tiempo, ella tenía una vida formada con su madre, Alice.
—Además, creo que la madre adoptiva se merece aunque sea un mínimo de respeto en esta situación finalmente ella ha criado a Natsumi como su hija.— Habló la pelirroja.
—Ni me lo recuerdes.— Musitó Yamato ya que eso era lo peor de la situación, Mimi no había tenido el valor de cuidar a ¡su! propia hija, prácticamente se deshizo de ella entregandosela a otra mujer y alejandola más de él.
—Entiendo que no te agrade la idea de que tu hija esté con ella y no contigo.— Habló la oji-verde— Pero ha sido la mujer que ha estado con ella desde que nació, necesita al menos que valoremos esto ¿no crees?
Yamato suspiró, no quería admitirlo, pero Izumi tenía razón.
Debían respetar a Alice.
mariacredenza02: Hola jsjs que bueno leerte después de tanto tiempo jiji Si, se viene fuerte en muchos sentido jsjsjsjs empezando con lo principal, si esta verdad arruino relaciones y puso en la cuerda floja amistades, se viene #TeamTachikawa y #TeamIshida ¿a cual se unirán todos? jajajaj Si, Kouji y Damar están super bien jajaj no había pensado eso de amigovios jajaja podría ser, ellos están juntos, pero cada quién ha tenido sus problemas con las relaciones, ya veremos si se atreverán a ser novios. Si, Natsuko es una bruja, los años la han convertido en eso (Rumiko tiene gran culpa) Ojalá Yamato logre proteger a su hija y que perdone a Mimi, juntos podrían hacer mucho más que separados, aunque también deben pensar en su rival Alice, ella puede hacer mucho jajaja bueno por el tema de que su relación no funcionaba está bien que esto ocurra, pero la pregunta será ¿en verdad les gustaría que se quedaran así para siempre? Bueno con Ryo tengo algo preparado jsjsjs ya veremos que es. Ojalá sigas leyendo y comentando, te mando un abrazo a distancia.
AmiKarina: jajaja Que bueno que te haya puesto al día jijiji Si, ojalá Yamato se trague sus palabras, pero tristemente en esta historia los chicos tienden a mirar más el defecto de los otros que los suyos (así como ocurrió con Takuya) y pues, ya veremos Mimi logra hacer que se trague sus palabras. Ojalá a todos les llegue el karma porque enserio lo necesitan jsjsjsj Ojalá sigas leyendo y comentando, te mando un abrazo a distancia.
milrose: Si, ahora Yamato tomará esa postura del niño de Digimon Adventure, solitario y frío jajaj bueno, Ryo y él merecían golpes, ojalá escuche a Mimi, aunque lo dudo. Si por Natsumi podrían estar más cerca, pero también podrían enfretarse, ya veremos que ocurrirá. Sin duda es una pena que Sora sufra, pero ya no podía seguir siendo la cornuda, merecía saberlo y ahora empezar de cero. Si, Mimi tendrá que hacer muchas cosas no solo con ella sino que también tendrá que apoyar a su amiga, mucho más ahora que perdieron a Izumi. Si, Catherine está enamorada sinceramente y tal vez funcione su relación, pero todavía son jovenes y tú misma lo dijiste, el karma siempre regresa, como regresará para los demás. Ya veremos si Yamato logra tener buena relación con su hija y con la madre adoptiva de Natsumi. Si, Kouji y Damar están super bien y lograrán ayudar a todos, pero tienes razón la reacción de Koichi es preocupante, ya que él todavía está enganchado con la historia del pasado. Si, Takeru es otro molesto y tan centrado estará en sus cosa que no se dará cuenta de lo que ocurrirá con Hikari. Ojalá sigas leyendo y comentando, te mando un abrazo a distancia.
