Yamato observó atentamente a la castaña y la pelirroja, de brazos cruzados y con el ceño fruncido, en verdad no le había gustado lo que había escuchado.

Mimi literalmente sintió un agujero en el estómago ante la impresión al verle ¿Cómo había llegado hasta ahí? ¡Rayos! De seguro le recriminaría por haber venido a sus espaldas, sobretodo luego de haber escuchado estas palabras de enojo por parte de Alice.

La pelirroja también se sintió sorprendida al verle, pero a diferencia de la castaña no sintió temor por su presencia, ni remordimiento por sus palabras. Quería que esos dos adolescentes estuvieran lejos de su hija y lo lograría.

—Yamato ¿Qué-qué haces aquí? — Preguntó la castaña nerviosa.

—¿Qué no es obvio? — Musitó el rubio— Vine a visitar a ¡Mi! Hija.

Alice alzó una ceja e hizo una mueca— Hasta que al fin sabes la verdad.—Musitó.

Yamato hizo una mueca— Si, la sé.

Que bien.

Pensó la pelirroja con ironía.

Alice volteo hacia Mimi— ¿Tú le dijiste que vinieras?

¡Rayos! Más problemas. Mimi se mordió el labio inferior nerviosa.

—No, ella no me dijo.— Respondió Yamato— Como siempre, hace las cosas a mis espaldas.

Mimi tragó saliva al sentir la frialdad de su voz, en verdad le dolía que el rubio hablara de esa forma de ella.

—Me imagino porque has venido.— Musitó Alice— Natsumi ¿no?

El rubio asintió, no era necesario dar muchas explicaciones.

—Quieres verla ¿no?

—¿Qué no es obvio?— Preguntó el oji-azul, luego de ese tiempo sin saber que era su hija, ahora lo único que quería estar a su lado.

—Lo siento Yamato, pero no podrás verla.

—¿Por qué no?— Preguntó el rubio— Soy su padre, puedo verla cuando quiera.

Alice rió irónicamente— ¿Hace cuanto? ¿Hace tres días eres su padre?

Yamato apretó su puño, él recién sabía de la existencia de su hija, por eso no había podido ser su padre, más que genéticamente, durante esos años, pero ahora él estaba al tanto de todo y quería estar para ella.

—Ya sabes porque no pude estar con ella antes.— Respondió— Mimi me mintió.— Declaró sin más— Me ocultó la verdad, pero no quita que sea el padre de Natsumi.

—Biológicamente, pero eso no vale para mi ¿sabes?— Respondió Alice— Olvida que verás a Natsumi, no quiero que se relacione contigo.

—¿Por qué?— Preguntó el rubio— ¿Acaso ella te lo pidió?— Señaló a la castaña.

—¿Cómo crees?— Preguntó Mimi molesta ante esto, ella jamás haría esto.

—No.— Respondió Alice— Lo digo porque yo no quiero que se relacione contigo.— Habló— O con Mimi.

La castaña frunció el ceño— Tú no eres quién para decidir eso.

—Claro que puedo, ella está bajo mi cuidado y debo ver lo mejor para ella.

—Lo mejor no es separarla de su padre.— Habló Yamato.

—O de su madre.— Complementó Mimi.

—Claro que sí.

—Claro que no.— Respondió el rubio.

—Si lo es.— Insistió Alice.

—¿Y por qué lo sería, según tú?— Preguntó Yamato.

—Por el simple hecho de que ustedes dos todavía son unos adolescentes, prácticamente unos niños.— Habló la pelirroja.

—No somos niños, que tengamos una hija es la prueba.— Contestó Mimi.

Alice rió— En verdad no entiendes Mimi.— Musitó— Una cosa es ser adulto y otra cosa es jugar a serlo.— Comentó— Que hayan tenido una hija es la muestra clara de su irresponsabilidad, ya que no debieron tener una hija a tan corta edad. Todavía dependen de sus padres, todavía no completan sus estudios, no trabajan, no están capacitados para cuidar de una niña.

—Puede ser que todavía dependamos de nuestros padres, pero eso no quita que no podamos sacar a Natsumi adelante.

—No, pero corre riesgo.— Habló Alice— O diganme ¿qué piensan sus padres de esto? ¿Aceptarían a Natsumi como parte de su familia?

—Eso no importa.— Respondió Yamato.

—Claro que sí importa.— Musitó la pelirroja—Natsumi todavía es una niña, no merece estar en medio de sus problemas con sus padres o entre ustedes mismos.— Habló Alice— No quiero que esté involucrada en esos líos familiares, ni que mucho menos corra peligro, por eso no quiero que esté con ustedes.

—Es nuestra hija. — Habló Yamato— Nosotros decidimos por ella.

—En eso te equivocas. — Respondió Alice—Natsumi es mi hija, ante la ley yo soy su madre, yo decido por ella.

—Te la podemos quitar.— Musitó el rubio.

Alice rodó los ojos—Intentalo, no lograrás niño.—Comentó— Natsumi ya es parte de mi, está conmigo bien, no necesita de ustedes.

—Si nos necesita.

—No, no los necesita, hasta ahora no los ha tenido ¿por qué los necesitaria?— Habló la pelirroja— Conmigo basta y sobra, soy su madre. Y pues, si yo no quiero que se relacione con ustedes así será.

—No te atrevas Alice.

—Si me atrevo, ya lo dije, yo soy su madre y puedo decidir por ella.— Respondió Alice molesta antes de tomar su cartera— No se atrevan a desafiarme, porque si lo hacen tomaré cartas en el asunto y no con palabras, si no que de forma legal.

—Legal es que esté con sus padres.

—No me refiero a esa legalidad biológica.— Respondió Alice y rodó los ojos— Me refiero a aquella que solo los adultos responsables podemos acceder y que la ley respalda.— Fue lo único que dijo antes de alejarse en dirección a la salida dejando a los dos adolescentes solos.

Mimi se mordió el labio inferior, las cosas se estaban complicando en una manera desproporcional.

—Esto es tu culpa.— Yamato declaró sin más.

La oji-miel alzó una ceja y volteo hacia él—¿Mi culpa?

—Si.— Respondió el rubio— Tú fuiste quién le entregó nuestra hija a esa mujer.

—¿Perdón?— Habló la castaña— Lo hice para proteger a Natsumi.

—¡Pésima idea!— Contestó el oji-azul— Mira lo que provocaste, ahora no solo tendré que soportar saber que me mentiste, si no que tendré que soportar a que no me permitan verla.

La castaña frunció el ceño— Lo hice para evitar que algo malo le ocurriera, no tuve opción más que hacerlo.

—No tuve opción, no tuve opción, no tuve opción. — Yamato repitió eso— Siempre dices lo mismo, deja esa excusa barata y asume tus errores.

La Tachikawa apretó su puño a más no poder, estaba cansada de que todo el mundo la criticara, que todos la consideraran lo peor de ese mundo, ella simplemente había actuado como madre y quizás en algunos aspectos se había equivocado, sin embargo eso no le daba derecho a las personas para que opinaran.

—¿Mis errores? — Preguntó Mimi— No eres el más indicado para hacerme ver eso, porque tampoco eres la imagen de la perfección.

—Puede que no lo sea, pero jamás he pensado en hacerte daño.

—¿Insinuas que yo sí?— Cuestionó la castaña— Yo jamás quise hacer eso.

—Pues no parece.— Respondió Yamato.

Mimi apretó su puño, en verdad estaba odiando esa forma de comportarse del rubio, ella tenía una larga explicación que darle y él ni siquiera le estaba dando una mínima oportunidad de explicar las cosas.


Nanami simplemente observó la escena con una sonrisa en el rostro, no necesitaba intervenir, ni siquiera quería que la viesen, ya había logrado su objetivo y pues, este solo era el inicio.

Yamato y Mimi se alejarian definitivamente sin saber quién contribuyó en eso, porque sí, ella acabaría con esa relación.


Damar se mordió el labio inferior y guardó silencio ante la pregunta de Koichi, sin saber si es responder o no.

Koichi le estaba preguntando por algo que sí había ocurrido y lo correcto sería decirle la verdad, pero ella no podía darse esa atribución sin preguntarle a Kouji, ya que si él no se lo había era por algo ¿no?

—Damar.— El Kimura llamó a la chica— Dime ¿es verdad?— Preguntó nuevamente.

La castaña apretó los dientes levemente— ¿E? Koichi...—Intentó hablar, pero fue interrumpida (para su buena suerte) por Rika quién apareció junto a ella.

—Damar, ven rápido, Mimi tuvo una emergencia.— Exclamó la pelirroja apresuradamente y luego volteo hacia el oji-azul— Disculpa Koichi, pero esto es importante.

—¿E? Balbuceo el chico— Es-está bien. — Respondió no muy convencido.

Rika le guiñó disimuladamente el ojo a su amiga.

—Permiso Koichi, luego hablamos, adiós.— Fue lo único que dijo Damar antes de alejarse junto a su amiga.

El Kimura hizo una mueca— Adiós.— Fue lo único que dijo un tanto desanimado por la interrupción.


—Amiga, gracias, gracias.— Musitó Damar aliviada cuando ingresaron al internado y abrazó a levemente a la pelirroja—Llegaste en el momento preciso Rika.

—Como siempre, siento tu salvación.— Respondió la pelirroja— Estabas literalmente en shock luego de esa pregunta supuse que debía intervenir.

—Justo a tiempo.

—Evidentemente no sabías que responder.

—Claro que no.— Respondió Damar— Koichi me tomó desprevenida, no sabía que él sabía acerca de mi beso con Kouji.

—Dudo que Kouji se lo haya dicho. — Comentó la pelirroja— Pero en este internado los chismes corren por todos lados.

—Lamentablemente. — Musitó la castaña— Tendré que hablar con Kouji de esto.

—Sin duda. — Respondió Rika— Koichi volverá a preguntar y tú sabes lo insistente que es, no se detendrá hasta saber la verdad. Estoy segura que te volverá a preguntar.

Damar suspiró— Tendré que hablar con Kouji entonces.

—Yo creo que sería lo más apropiado.— Musitó Rika y fue en cosa de segundos cuando la puerta se abrió—Y hablando de tu Romeo.— Musitó al ver al oji-azul.

—Romeo y Julieta es muy cliché.— Comentó Damar— Prefiero Bonnie y Clyde.

—¿Quieres ser bandida?

—No, pero Romeo y Julieta muere de forma aburrida.

—Bueno, entonces ahí viene tu Clyde Barrow.—Habló la pelirroja.

Las dos voltearon hacia el chico.

—Hola.—Musitó el Minamoto.

—Hola.— Respondieron las chicas.

—¿Qué hacen aquí? — Preguntó el chico.

—Eso mismo te íbamos a preguntar a ti. — Contestó Damar— ¿No tenías ensayo con la banda?

—Si, tenía. — Respondió el Minamoto—Pero se canceló.

—¿A sí? — Preguntó la pelirroja.

—Luego de lo que ocurrió Yamato no tiene cabeza para ensayar y pues, considerando que ahora no tenemos al baterista, tres no funcionan lo suficiente. — Comentó Kouji.

Otra cosa que Ryo había perdido.

Pensó Damar.

Eso era algo bueno, de a poco perdía todo.

—¿Y ustedes?

—Fuimos a comprar algo para comer y charlar un rato. — Respondió Rika— Pero tuvimos que salir rápidamente de la cafetería, ya que cierto chico comenzó a interrogar a Damar.

—¿Chico? — Preguntó Kouji— ¿Qué chico?

—Koichi. — Respondió la pelirroja.

—¿Koichi? — Cuestionó el Minamoto— ¿Por qué dices que la comenzó a interrogar?

—Porque…—Damar suspiró— Sabe de nuestro beso. — Respondió— Aquel que provocó que Takuya y tú pelearan.

¡Rayos!

Pensó Kouji.

—Debí haberme imaginado que lo haría.— Comentó el Minamoto.

—¿Por qué?

—Porque ya lo había hecho conmigo.— Respondió Kouji—Él me había preguntado, pero no supe que responderle.

—Bueno ya somos dos. — Comentó Damar— No sabía que rayos decirle, para mi buena suerte Rika intervino antes e impidió que pudiera responderle.

El Minamoto dirigió su mirada hacia la pelirroja.

—Escuché cuando le preguntaba y supuse que no sabría que responder. — Comentó Rika.

—No sabía que Koichi sabía sobre aquel beso. — Musitó Damar.

Kouji hizo una mueca— No te lo había querido decir, ya que estabas con muchos líos como agregar otros más, pero sí, lo sabe.

—Y debido a eso, últimamente ha estado muy insistente por saber que ocurre entre ustedes dos. — Habló Rika— Quizás ahora te preguntó solo por el beso, pero creo que él ya insinúa que se fugaron juntos.

—¿Por qué dices eso?

—Porque fue muy sospechosa, para él, la forma en que ambos desaparecieron. — Respondió la pelirroja.

¡Rayos!

—Además, me lo preguntó. — Habló Kouji.

—¿Qué? — Preguntó Damar— Por lo visto no le dijiste ¿no?

El Minamoto negó— No he querido hacerlo sin tu consentimiento. — Esto era algo de los dos, no podía uno llegar y hablar como si nada.

—Bueno tendrán que buscar una forma de hablar con él e intentar aclarar las cosas. — Aconsejó Rika—Sé que recién se están acercando y que todo está muy reciente entre ustedes, pero eviten que esto sea como hace tres años ¿si? — Musitó— No le oculten las cosas a Koichi, porque no se lo merece.

Sí, eso era verdad, el Kimura no merecía ser engañado y los dos eran conscientes de aquello.

—Y por favor, no intenten alejarse otra vez por no querer lastimarlo ¿Si? Porque ya vieron que esa idea no fue la mejor opción, y pues, yo creo que deberían darse la oportunidad al menos de realizar aquello que no. — Comentó la pelirroja.

"Realizar aquello"

Pues "aquello" nunca tuvo nombre, ni título, y tampoco lo tenía por el momento, pero ambos comprendían a que se refería.

El móvil de Damar interrumpió su conversación.

La castaña lo sacó de su chaqueta y lo observó.

—¿Takuya?— Alzó una ceja— Permiso.—Musitó antes de contestar.

Kouji y Rika simplemente asintieron.

—¿Hola?— Preguntó la castaña.

Damar, hermana, dime ¿Mimi está contigo?

La castaña alzó una ceja— ¿Mimi?— Preguntó— No ¿Por qué?

Porque no encuentro a Mimi.— Respondió el moreno— La he buscado, la he llamado y no contesta ¿sabes donde está?

—Pues conmigo no está y no la he visto hace bastante.— Contestó la chica.

¡Rayos!


Catherine apretó el puño.

Siempre Hikari.

Pensó.

Ella no solo le había arruinado su amistad con Takeru, si no que ahora le arruinaba la posibilidad de tener algo con Taichi.

En verdad la odiaba.

Suspiró.

Lo bueno era que al parecer Taichi cedía cada vez más, quizás no a grande escala, pero si de a poco. Sin embargo eso no quitaba que sintiera frustración por su respuesta.

¡Siempre Hikari fastidiando!

La odiaba con todo su corazón.

La rubia suspiró, en verdad estaba enojada.

Continuó caminando perdida en su pensamientos y no fue consciente de que frente a ella apareció una persona con la cual chocó de una forma abrupta provocando que su bolso callera.

—¡Hey! Ten cuidado por donde caminas.— Exclamó la rubia un tanto molesta.

Hablando de Roma, el burro de asoma, pensó para sí misma al percatarse con quién había tenido ese percance.

Hikari hizo una mueca al ver a la rubia— Ten más cuidado tú por donde caminas.— Respondió con cierta timidez, no le gustaba gritarle a las personas— Yo iba bien, la distraída fuiste tú.

—Claro que no, la distraída y torpe fuiste tú, como siempre.— Contestó la oji-azul.

La castaña suspiró, no quería discutir con ella, en verdad estaba mal por su discusión con Takeru— No me insultes ¿si? Mira que no estoy de ánimos para discutir con alguien como tú.

—¿No estás de ánimo?— Cuestionó la chica— De ánimos no debería estar yo.— Respondió Catherine— Luego de la forma en que me golpeaste ayer.

Hikari se mordió el labio inferior, se había olvidado de lo vivido el día anterior.

—Mira como me dejaste el rostro.— Señaló su mejilla rasguñada— Al menos deberías pedirme una disculpa.

Si fuera otra persona, tal vez pensaría en hacerlo.

—¿Por qué tendría que hacerlo?— Preguntó Hikari— Si te lo merecías.

—¿Perdón?— Cuestionó Catherine— No me lo merecía.

—Claro que sí.— Respondió la castaña— Luego de arruinar la relación de Taichi y Sora solo para fastidiarme.

¿Solo para fastidiarla?

Catherine rodó los ojos.

Como siempre, esa chica creyéndose el centro del mundo.

—No lo hice por ti, Hikari, no te creas tan importante en mi vida.— Musitó la rubia—Además, yo no la arruiné.— Respondió Catherine— Tu hermano simplemente se dejó llevar por lo que sentía y sucedió.

—Taichi no siente algo por ti.

—¿Estás segura de eso? ¿Luego de todo lo que ocurrió enserio te atreves a siquiera pensarlo?— Preguntó la rubia.

Hikari se mordió el labio inferior, la verdad de las cosas era que no quería pensar en eso, pero era imposible, cada vez se desilucionaba más de su hermano mayor.

Catherine sonrió al no obtener respuesta de la castaña.

Era obvio, ni ella podía confirmar que Taichi no sentía algo por ella, siempre había temido por Takeru, pero resultó ser que su hermano terminó cayendo antes.

—¿Sabes? Yo en tu lugar no me preocuparía de lo que ya fue entre Taichi y Sora.— Musitó Catherine— Y me comenzaría a preocupar por mi propia relación.— Se acercó a ella desafiante— Porque si yo pude acabar con una relación tan firme y de años, como tú dices, entonces podría destruir cualquier otra, incluso la tuya.

Hikari frunció el ceño ante esto— ¿Qué dices?— Preguntó— Takeru nunca se fijaría en ti.

—¿A no?— Cuestionó Catherine— ¿Eso mismo hubieras pensado antes si te hubiera insinuado mis intenciones con Taichi, no?

La castaña se mordió el labio inferior ante esto, ya que no quería darle la razón, pero era verdad, de no ser por Sora, ella jamás hubiera creído que su hermano caería en las garras de esa rubia.

—Así que no me hagas frente, ni me critiques, porque si me sigues fastidiando lo podrías terminar lamentando.

—¿Me estás amenazando?

—No.— Respondió la rubia— Te estoy advirtiendo y ojalá tomes en cuenta esta advertencia.— Comentó la chica antes de voltear dispuesta a alejarse, sin embargo antes se percató de algo—Por cierto, lindos pantalones.— Volteo hacia la castaña— Luces más gorda y fea de lo habitual.


—¡Vaya Taichi!— Exclamó Daisuke Motomiya mientras estiraban para el entrenamiento de fútbol.

—Nosotros ni novia tenemos y tú ya vas por la segunda.— Comentó Tagiru— Dejate una al menos.

El Yagami hizo una mueca molesto ante esto, pero en vez de responder molesto simplemente suspiró, no se sentía bien al recordar aquello— No me molesten.— Musitó— No estoy a gusto con lo que hice.

—Claro que no, engañaste a tu novia de tantos años, es entendible que te sientas culpable.— Respondió Daisuke— Y no solo eso, también decepcionaste a Hikari, sin mencionar que en este tema también involucraste a Takuya e Izumi por mantener tu engaño en secreto.

Taichi suspiró, recién era consciente de todo lo que había sido capaz por ese engaño y tristemente no le gustaba.

—Si pudiera revertir el tiempo, en verdad lo haría y no me hubiera involucrado con Catherine. — Musitó el castaño arrepentido.

—¿No te hubieras involucrado? — Cuestionó Tagiru— EN verdad debes estar loco Yagami.

Taichi alzó una ceja sorprendido.

—En tú lugar, yo no me arrepentiría. — Continuó hablando el chico de mechón rojo— Quizás, si sentiría algo de remordimiento, después de todo Sora es fue tu novia durante mucho tiempo, pero no me arrepentiría de haberme follado a Catherine.

—Tagiru, no digas cosas bobadas.— Regañó Daisuke.

—No estoy diciendo bobadas, simplemente es la verdad. — Respondió Tagiru—Catherine es una chica súper guapa, candente y ha estado toda su vida tras de ti.— Comentó— Solo que no te dabas cuenta porque estabas con Sora y pues, ella si es una chica sexy y todo, pero ya la probaste demasiado, Catherine es una chica nueva para aventurar.

Eso sonaba a juego sexual.

—Incluso, diría que es mucho más sexy que Sora.

Taichi se mordió el labio inferior, no iba a hacer comparaciones, ya que ambas eran diferentes, pero jamás sería capaz de compararlas en ese aspecto en particular.

—Tagiru, creo que no estás entendiendo nada. — Musitó Daisuke decepcionado— Taichi no se está refiriendo a algo pasional, se está refiriendo a algo meramente emocional y sentimental, ya que está enamorada de Sora, siempre lo ha estado.

—Puede que sí. — Musitó el castaño—Pero, dime Taichi ¿enserio creías que tu primer amor sería el amor de toda tu vida?

—Pues…—Taichi guardó silencio, nunca lo había pensado de ese modo, sin embargo, Sora siempre había significado todo para él— Puede que no lo pensara así, pero siempre estuve interesado en ella y en nadie más.

—Teniendo a tantas chicas detrás de ti. — Musitó Tagiru decepcionado— ¿Sabes? En verdad deberías comenzar a reconsiderar si quieres estar con Sora y lo digo enserio, generalmente los primeros amores siempre se olvidan porque tienden a ser emocionantes, pero no perduran en el tiempo, ya que generalmente la vida no es así, dime ¿enserio quieres continuar sufriendo por algo que simplemente ya no fue? Por algo que le han dado más de una oportunidad y no funcionó.

Taichi se mordió el labio inferior ante esto, no quería caer en ese juego mental, pero en cierto modo el chico de mechón rojo tenía razón.

—No seas como Daisuke que sigue enamorado de Hikari.

—¡Oye! — Exclamó el Motomiya antes de lanzar su puño contra su estómago.

—¡Hey! No me golpes. — Respondió el chico de mechón rojo.

—Es lo que te mereces por involucrarme en tus consejos tan idiotas.

—No son idiotas son verdaderos. — Habló Tagiru— Dime Taichi ¿quieres ser como este estúpido?

Bastó con esto para que el Motomiya nuevamente lo golpeara, iniciando así una pelea entre ambos.


Ryo caminó de un lado a otro, pasando de vez en cuando sus manos por su cabello, en verdad estaba preocupado y alarmado. Sin pensarlo, pero con intención de molestar, se había involucrado con Natsuko e Hiroaki y ahora estaba sufriendo las consecuencias.

¿Cómo rayos pagaría todo?

Si lo hacia se quedaría con su cuenta bancaria en cero.

Más encima debía pagar unas sustancias que había recibido hace unas semanas, estaba aproximadamente medio mes atrasado, ya no podría disponer del dinero que había dejado para aquello, sin embargo si no la pagaba tendría problemas serios, pero si no pagaba la matrícula lo expulsarían.

Esto no era bueno.

Suspiró.

¿Qué haría?

Caminó en dirección a su mueble y abrió su primer cajón, movió levemente su ropa para sacar un paquete café. Hizo una mueca, esta era la última mercadería que le estaba quedando, sin embargo si la vendía tendría problemas, ya que no totalmente suya, se suponía que un cincuenta porciento iba para la persona que se la había traído.

Se mordió el labio inferior.

Necesitaba sacarle el máximo provecho a esa droga, sin embargo con suerte le alcanzaría a pagar lo que debía tanto para su provedor, como a los padres de Yamato.

¡Rayos!

En verdad estaba en una gran encrucijada.

¿Cómo saldría de esto?


Izumi caminó en dirección al internado, sus clases habían terminado hace bastante, pero había aprovechado su tarde para ir a una sesión de yoga (necesitaba liberar tensiones) ahora regresaba, era un tanto tarde y moría por llegar a su departamento (Rogaba al cielo que Mimi no estuviera ahí) Sin embargo, su caminata se vio afectada por la presencia de un chico castaño y relleno que se interpuso en su camino.

—¡Hey! Hola Zoe. — Saludó Jp.

La rubia se detuvo en seco y alzó una ceja sorprendida al ver a aquel chico— ¿Tú otras vez? — Preguntó sorprendida.

El chico sonrió— Si, soy yo otra vez.

La oji-verde lo observó desconcertada— ¿Qué ocurre?

—Nada, es simplemente que te quise traer un regalo para subir tu ánimo. — Habló el castaño y de su espalda sacó un ramo de flores— Toma, tus flores favoritas.

Izumi observó el ramo sorprendida, en realidad eran sus flores favoritas— ¿E?— Balbuceo, pero no lo recibió simplemente lo observó, no sabía si recibirlas o dejarlas, decir gracias o simplemente callar.

—También te traje chocolates con almendras. — Habló Jp— Sé que son tus favoritos y los envolví en un papel lavanda, ya que sé que ese también es tu color favorito.

Izumi no supo si continuar observando al chico sorprendida o alarmada por todo lo que sabía—Sabes cuál es mi flor favorita, mi color favorito, mi comida favorita, mis pasatiempos ¿sabes? Para llevar apenas cinco minutos de existencia ya me estás asustando.

Jp simplemente sonrió— Bueno, quiero que sepas que yo soy un gran admirador tuyo.

—¿Admirador?— Preguntó Izumi— Ni que fuera famosa.

—Claro que lo eres, con tu belleza deslumbras a todos.— Comentó el castaño.

—¿E? ¿Gracias?— Musitó la oji-verde sin saber si alegrarse, preocuparse o salir corriendo.

—Dime ¿te gustaría salir conmigo?— Cuestionó Jp.

—¿Salir contigo?— Preguntó la rubia— ¿Dónde?

—No sé, a comer, bailar, jugar cartas, algo divertido.— Habló el chico— Mañana es nuestro día libre, sería agradable ¿no? Ir en una cita.

¿Cita?

¿Una cita?

¿Ese chico la estaba invitando a una cita?

—¿E? — Balbuceo— N-no creo que sea buena idea. — Apenas conocía a ese chico, no sabía quién era en realidad, de que familia venía, prácticamente era un desconocido para ella.

—Claro que es buena idea, tú estás triste, necesitas salir y divertirte, yo puedo ayudarte en eso. — Habló el castaño.

Si, estaba triste, sin embargo no estaba de ánimos para salir con un desconocido.

—Jp no...

—¿Izumi?— Una voz interrumpió a la rubia.

¡Rayos!

Pensó la oji-verde al reconocer aquella voz.

¡Lo que faltaba!

La rubia volteo su mirada y al hacer esto se encontró con cierta mujer castaña de ojos azules— ¿madre?

Jp también la mirada.

Natsuko observó atentamente a su hija y al chico.

—Veo que se conocen.— Respondió Natsuko.

—¿Cómo?— Preguntó la oji-verde.

La mujer observó al chico— Junpei Shibayama, hijo de Keiko Shibayama.

—¿Conoce a su madre?— Preguntó Izumi.

—Claro.— Contestó el oji-azul— Nos conocimos hace un tiempo en una fiesta de negocios en el lobbying de Estados Unidos, incluso su madre junto a él estaba invitada a nuestro aniversario, pero no pudo asistir.

¿A sí? ¿Por qué ella no lo sabías?

—Si, lo lamento, mi madre estuvo de viaje y yo no pude asistir por temas de salud.— Se disculpó Jp.

—Lo sé.— Comentó Natsuko— Tu madre envió la justificación correspondiente.— Musitó— Es una pena que no hayan podido asistir.

Izumi alzó una ceja ¿desde cuándo su madre era tan amorosa con las personas?

—Para la próxima celebración espero que no falten.

—Claro, no faltaremos.— Respondió Jp.

—¿E? ¿Madre?— La rubia habló— ¿Qué haces aquí?

—Vine a verlos, a tus hermanos y a ti.— Respondió la oji-azul— Necesito hablar con ustedes.

—¿Hablar?— Preguntó la oji-verde y supuso que vendrían problemas a continuación.

—Bueno, las dejaré solas entonces.— Jp habló y volteo hacia Izumi—Ojalá aceptes mi invitación a salir.— Musitó el chico antes de entregarle el ramo de flores a Izumi y luego hizo una reverencia (estilo japones) hacia Natsuko— Fue un gusto saludarla señora Ishida.

La mujer sonrió— Igualmente.— Respondió.

Fue así como Jp se alejó del lugar y Zoe no podía más que desconcertada por la acitutd tan amigable de su madre.

—Que amoroso el chico.— Musitó Natsuko.

—¿Amoroso?— Preguntó Izumi sorprendida— ¿Desde cuando tratas a una persona de una forma tan amable?

Natsuko frunció el ceño— ¿Qué cosas dices? Yo simplemente fui educada, como soy con todo el mundo.

—Si, claro.— Musitó la rubia con ironía y rodó los ojos.

—¡No me hables así señorita!— Regañó Natsuko molesta.

Izumi simplemente hizo una mueca.

—Dime ¿por qué no aceptaste salir con él?

—¿A qué va esa pregunta?

—¿Qué no es obvio?— Preguntó la mujer— A lo caballeroso que fue al traerte un ramo de flores e invitarte a salir.

La rubia alzó una ceja— ¿Quién eres y que rayos le hiciste a mi madre?— Preguntó sorprendida— Tú nunca has hablado así de una persona, mucho menos cuando se relaciona conmigo, siempre tiendes a criticar.

—Eso no es cierto Izumi.— Musitó Natsuko.

—Claro que sí.

—Claro que no.— Respondió la oji-azul.

—Bueno respondiendo a tu pregunta, no acepte porque no tengo ganas.— Contestó la adolescente.

—¿Por qué no? — Preguntó Natsuko— No me digas que lo hiciste porque estás triste por terminar tu relación con Takuya.

Izumi frunció el ceño molesta— Eso no es te interesa.

—Tienes razón, no me interesa, lo que me interesa es el ahora. — Ya no eran pareja, así que no debía preocuparse—Y como me centro en ahora, creo que lo mejor sería que aceptaras la oferta de Junpei...—Habló Natsuko— Ese chico evidentemente es un chico caballeroso de buena familia...—Quizás un tanto relleno— Con una buena fortuna, podría significar una buena amistad o relación.

"Con buena fortuna"

Fue en ese entonces que Izumi comprendió la situación.

—¿Fortuna? ¿Me estás diciendo que me acerqué a él por interés?— Preguntó la oji-verde.

Natsuko observó atentamente a su hija ¿Para qué le iba a mentir?— Quizás.

—¿Quizás?— Cuestionó Izumi y no pudo evitar molestarse ¿quién rayos se creía su madre para querer manipular su vida así? Ella no era como Natsuko, al contrario, jamás le había interesado relacionarse con alguien solo por el dinero.

—Mamá.— La voz de Takeru se hizo presente en ese lugar— ¿Qué haces aquí?

Natsuko e Izumi voltearon y efectivamente ahí se encontraron con el joven rubio de ojos azules.

—Takeru.— La mujer pronunció el nombre de su hijo menor y se acercó a él para besar su mejilla en señal de saludo.

Izumi hizo una mueca ¿por qué su madre siempre saludaba con cariño a sus hermanos y a ella no?

—¿Qué haces aquí madre?— Preguntó Takeru— No esperaba verte.

—Vine a hablar con Rumiko y con Yamato.— Respondió Natsuko.

Takeru hizo una mueca— Creo que no podrás hablar con Yamato.

—¿No?— Preguntó la mujer— ¿Por qué?

—Porque él no está aquí.

—¿No está?— Cuestionó Natsuko— ¿Dónde salió?

—No lo sé.— Respondió el rubio— Sólo sé que dijo que iba a salir y luego nos contaría.


—Mmm no me contesta las llamadas. —Musitó Damar observando su móvil.

—¡Rayos! — Exclamó Takuya— A mí tampoco los mensajes.

Damar se mordió el labio inferior ante esto, no sabían dónde rayos se había metido Mimi y llevaba bastante sin dar señales de vida ¿Dónde podía estar?

—Hikari tampoco la ha visto. —Comentó Rika observando su móvil.

—Sora no contesta.— Habló el moreno.

—Mi madre tampoco la ha visto.— Habló Kouji.

—¡Rayos! ¿Dónde estará?— Takuya pasó su mano derecha por su cabello y suspiró— Si no es una, es la otra.

Damar volteo hacia su hermano— ¿Perdón?

—¿Qué no es obvio? Es como si se pusieran de acuerdo, si no es Mimi quién me preocupa, eres tú.— Musitó el moreno— Primero te desapareces tú y ahora ella, por favor, un descanso, no puedo con dos.— Algunas veces enserio lamentaba haber tenido solo hermanas, las mujeres eran demasiado complicadas y él apenas era uno.

La castaña tuvo intenciones de responder, pero prefirió no hacerlo, no quería tener roces con Takuya en momentos así.

—Espera, ya se quién puede saber donde está.— Musitó Rika.

—¿Quién?— Preguntó Takuya.

—Nanami.— Respondió la pelirroja.

—Tienes razón.

—La llamaré.— Contestó la pelirroja y luego consciente de que ¿Tenía el número de su prima? Al parecer no, buscó entre sus contactos.

—Ojalá no le haya sucedido nada.— Musitó Damar.

Kouji depositó su manos en sus hombros— Tranquila, de seguro está.

—Eso espero, Mimi no desaparece así como así sin responder el móvil, generalmente está pegada a eso, incluso más que yo.— Comentó la castaña.

—Entiendo, pero tú sabes que existen muchas cosas que pueden pasar, tal vez se le descargó el móvil o se le cayó, estoy seguro que está bien.— Habló el Minamoto.

Damar sonrió de lado, en verdad amaba tenerlo a su lado. Kouji jamás había sido optimista o positivo en las cosas, pero que intentara serlo por ella era algo que en realidad apreciaba.

Bajó su mirada a su móvil, ya era bastante tarde.

—Kouji, disculpa, sé que íbamos a salir, pero luego de esto no creo que...

—¿Salir?— Takuya interrumpió a su hermana— ¿Dónde pensaban salir ustedes dos?

Kouji y Damar intercambiaron miradas y luego observaron al moreno.

—¿Por qué te interesa saber?— Preguntó el Minamoto molesto.

—Porque Damar no se manda sola.

—¿Qué?— La nombrada alzó una ceja— ¡Ay no! Takuya, por favor, no empecemos con comentarios y discusiones de ese tipo ahora.— Musitó antes de observa su móvil.

—Lo siento, pero no puedo evitarlo.— Comentó Takuya antes de acercarse a su hermana menor y rodearla con sus brazos— Kouji no puede ponerte ni un dedo encima si yo no lo permito.

Damar rodó los ojos— Tú no decides eso.— Musitó— Eso lo decido yo, y por cierto, deja de ser tan celoso, mira que no estoy de ánimos para que me hagas una escena de celos.

—¡Un minuto! — Exclamó Rika llamando la atención de todos— ¿Y si por casualidad salió con Yamato?

—¿Con Yamato? — Preguntó Takuya.

—Claro, él tampoco apareció en el ensayo. — Comentó Kouji.

—Pero…—Habló Damar— Si es así ¿creen qué?

La castaña no pudo terminar de hablar, ya que la puerta principal se abrió y ante sus ojos aparecieron Takeru e Izumi acompañados de su madre.

¡Rayos!

Pensó Takuya.

¡Trágame tierra!

Pensó Damar.

Literalmente el lugar se volvió más crudo que el polo Norte, la tensión se volvió algo palpable y fácil de sentir en aquel lugar.

Izumi volteo su mirada para no observar de frente a Takuya, quién simplemente se cruzó de brazos y observó de frente a ese trío, no sentía vergüenza por lo que había hecho, tal vez arrepentimiento, pero no iba a ser cobarde.

Damar simplemente ladeo la cabeza y observó a la madre de Takeru, siempre le había parecido una mujer bastante fría, en presencia daba miedo, sin embargo, eso la intimidaba tanto como antes (También conocía su historial)

—¡Vaya! Los hermanos Tachikawa. — Musitó la mujer seriamente.

—Señora Ishida. — Respondió Damar seriamente.

Natsuko pasó su mirada por la castaña, no era necesario que le dijera quién era, estaba bastante cambiada a la última vez que la había visto, pero seguía siendo la imagen viva de su abuela (En paz descanse)

El silencio nuevamente se hizo presente en el lugar donde se observaban de frente, nadie sabía que decir, hasta que finalmente fue Rika quién decidió romperlo.

—¿E? Señora Ishida ¿viene a hablar con mi madre?— Preguntó la pelirroja.

Natsuko pasó su mirada por la Nonaka y luego observó al Minamoto— No solo con Rumiko, también con Tomoko.

—Bueno, ellas están oficina, si quiera puede...

Rika no alcanzó a terminar, ya que la puerta se abrió y en el lguar ingresaron tanto Yamato como Mimi.

—Yamato, escuchame.

—¡No te quiero escuchar!— Respondió el oji-azul cortante.

Mimi rodó los ojos, ya estaba cansada de rogarle, necesitaba que la escuchara para aclarar las cosas, pero su paciencia se estaba agotando.

Tuvo intenciones nuevamente de insistir, sin embargo al alzar la fue consciente de los presentes en aquel lugar.

El rubio también se detuvo al darse cuenta de quienes estaban ahí.

—Yamato. — Natsuko pronunció su nombre.

—Mimi. — Damar llamó a su hermana.

Los nombrados intercambiaron miradas y cada quién se acercó a su respectiva familia.

—¿Dónde estabas? — Takuya le preguntó a su hermana.

—Nos tenías preocupados. — Continuo Damar.

—Lo-lo siento.— Respondió Mimi un tanto desorientada, sus pies no estaban en esos momentos totalmente la tierra, sentía que su mente volaba en las palabras de Alice y su pelea con Yamato— M-mi móvil se descargó.

Mientras con los Ishida.

—Yamato, al fin llegas.— Musitó Natsuko— ¿Dónde estabas? Hoy no es día de salidas.

—Lo sé mamá, pero fue importante salir.

—¿Por qué?— Preguntó Natsuko— No me digas que saliste con ella, luego de todos lo que nos hizo sería el colmo.

Yamato rodó los ojos—Madre, no tengo ánimos de hablar.— No le iba a preguntar porque había venido, ya se imaginaba lo que le había venido a decir, siempre su madre venía a hacer escándalos y problemas, cosa que no estaba dispuesto a soportar— Adiós.— Se despidió antes de voltear en irse en dirección a las escaleras dejando a todos atrás.

Kouji hizo una mueca, su amigo enserio estaba mal, sin decir palabra siguió al rubio.

Mimi también hizo una mueca, sin embargo en vez de seguirlo prefirió bajar la cabeza, en verdad ya no sabía que más hacer y se estaba agotando de rogarle.

—En verdad es una pena todo lo que está ocurriendo con mi hijo por tu culpa niña.— La voz de Natsuko se hizo presente en el lugar llamando la atención de todos— Mejor dicho por la culpa de ustedes tres.— Señaló a los Tachikawa—Tristemente no logré hacer que los expulsaran. — Habló Natsuko— Pero no se sientan tranquilos, yo misma me encargaré de que mantengan lejos de nuestras vidas.

Mimi y Takuya intercambiaron miradas, la verdad era que no querían meterse en problemas respondiendo. Sin embargo, Damar no estaba con ánimos de soportar esa amenaza.

—Natsuko Ishida, una adulta responsable, amenazando a tres adolescentes que pueden ser sus hijos. — Musitó la menor de los Tachikawa— Suena gracioso.

La mujer volteo hacia la chica de ojos ámbar— ¿Perdón? Esto es serio, niña.

—¿Serio? — Preguntó Damar— Que una mujer se rebaje a la altura de nuestra edad es como algo que una empresaria prestigio, como usted, no debería. Dígame ¿le sobra el tiempo que se da el lujo de andar amenazando en vez de preocuparse por otras cosas?

—Me estás faltando el respeto.

—Al igual que usted al hablarnos así.— Respondió la castaña— Nadie le ha dado para que nos hable de esa forma.

—Soy una de las principales inversionistas de este internado soy autoridad.

—Mi padre también es inversionista, que no se le olvide.— Contestó Damar y sonrió con sarcasmo— Y usted aunque sea inversionista, o sea la millonaria más grande del mundo, nada le da derecho a que nos trate de esa forma.

—Después de la verdad que nos ocultaron tengo todo el derecho de...

—¡No!— Respondió la castaña— No vamos a negar que cometimos un error al ocultarle las cosas, pero si lo hicimos fue por el bien de la bebé y pues, aunque actuamos así, nada le da derecho a tratarnos de esa forma.

—El bien de la bebé.— Repitió Natsuko y rió— Que gracioso ¿Y qué bien le hicieron?

—Muchos, al alejarla de personas tan serpientes como usted.— Contestó la menor de los Tachikawa— Quién ha sido pésima madre.— Musitó— Dudo que como abuela hubiera hecho algo bueno.

Bastante mala madre.

Pensó Izumi para sí misma.

Takuya se mordió el labio inferior y tomó del brazo a su hermana— ¿E? Damar, no sigas con esto.— Le susurró.

—Lo siento, pero alguien debe hacer que esta mujer se calle ¿no?— Contestó la oji-ambar.

Takeru simplemente apretó su puño ante esto, en verdad sentía que Damar no era quién para recriminarle cosas a su madre, tal vez tenía sus defectos, pero los Tachikawa habían actuado peor—Están en empate ¿e? Ustedes tampoco han hecho las cosas bien, por más que digan que lo hicieron por Natsumi, nada justifica que nos hayan mentido, eso es mucho peor.

Damar se mordió el labio inferior, no quería discutir con Takeru.

—Digan lo que quieran, piensen lo que les dé la gana, ya me cansé de darles explicaciones, ustedes no se merecen nada.— Esta vez fue Mimi quién finalmente habló, estaba totalmente agotada de esa situación— Mi hermana tiene razón, usted Natsuko no es quién para amenazarnos, yo tomé la decisión por mi hija, usted jamás me entenderá porque nunca ha estado en esa situación.

—Claro que no, porque yo todo lo que he hecho siempre ha sido lo correcto.

Si ¿cómo no?

Pensó Izumi.

—¿Lo correcto?— Preguntó Damar— Que gracioso, por favor, definame lo que para usted es correcto, porque creo que tenemos diccionarios diferentes.

—Dígame ¿lo que le hicieron a Jun fue lo correcto?

Natsuko alzó las cejas— ¿Cómo sabes eso?

Mimi simplemente rodó los ojos— No importa como lo sé, simplemente lo sé.

—¿A Jun?— Preguntó Takeru sorprendido— ¿Qué le hicieron a Jun?

—Nada.— Respondió Natsuko— No le hicimos nada.

—Que buena es usted para mentir señora Ishida.

La oji-azul apretó los dientes—Mal educada.

—Mal educada es usted, al venir a hablarnos de esa forma.— Respondió Mimi— Este es un tema entre su hijo y yo, usted no es quién y no tiene el derecho para venir a recriminar nada, así que se lo diré una vez, se mantiene lejos por las buenas o me conocerá de verdad.

—¿Me estás amenazando?

—No.— Contestó la oji-miel— Simplemente le estoy advirtiendo y no solo a usted.

Si Yamato continuaba así también sufriría las consecuencias, podía ser el padre, pero jamás debían olvidar una cosa.

Ella era la madre de Natsumi, y por ella haría todo para que estuviera bien, aunque eso implicara perder a Yamato para siempre.


Nene ingresó al bar en donde se estaba celebrando la fiesta, observó a su al rededor buscando al rubio, ojalá estuviese ahí, necesitaba tomar otros aires y distraerse.

A los pocos metros divisó su objetivo, así que se acercó a él— Kiriha.— Pronunció su nombre.

El rubio volteo su mirada y se encontró con la castaña que, como siempre, vestía muy sensualmente, llevaba un top de tirantes corto vinculado con cadena de mariposa color lila que dejaba ver un escote llamativo y también llevaba unos jeans ajustados que remarcaban sus cadenas.

—Hola.— Saludó la castaña.

—Hola.—El rubio serio.

Nene se acercó y depositó un beso en su mejilla—Me alegra verte.— Musitó antes de depositar su cartera en la barra— Que bueno que hayas aceptado mi invitación.

—Ya sabía de esta fiesta, aunque no me hubieses invitado igual hubiese venido.— Respondió Kiriha.

Nene hizo una mueca y el silencio se hizo presente.

Kiriha la observó levemente, se veía bastante bien con ese escote. Alzó su copa y le dio un sorbo para luego romper el silencio—Que gran escándalo armaron con Ryo ¿E?

—Lo más segura debes estar feliz porque finalmente pudiste separar a Takuya e Izumi.

Nene alzó una ceja, no se esperaba que aquel chico fuera tan directo, literalmente se lo había dicho sin anestesia.

—No estoy feliz por la separación de Takuya e Izumi.

—A mí me pareciera que sí.— Respondió Kiriha— Después de todo ahora tu chico está libre.

Nene se mordió el labio inferior, Takuya ya no era su chico. Apretó la copa que tenía en manos y en un rápido movimiento tragó todo el líquido, suspiró— ¿Sabes?— Volteo hacia Kiriha y dejó la copa sobre la mesa— Ya no me interesa.— Se acercó al rubio— Lo único que quiero hacer es divertirme.— Musitó antes de depositar sus brazos en los hombros del chico.

Kiriha simplemente observó la copa que tenía en su mano, evidentemente la chica no estaba buscando algo sentimental, eso era agradable, sin embargo, él no era un juguete y sabía que ella estaba jugando con él. Esto debía ser al revés.

—Lo siento, pero no estoy para ser tu juguete.— Musitó antes de alejarse de la chica y darle un sorbo al wisky.

¿Perdón?

Nene alzó una ceja— ¡Hey! Pensé que te gustaba jugar a esto.

Si, pero a él le gustaba dominar la situación.

—Dime ¿no te gustaría repetir lo de ese día?— Preguntó Nene.

El rubio se mordió el labio inferior, había sido bastante placentero estar con ella, sin embargo ahora buscaba otra cosa.

—Estás sufriendo por tu ex y buscas diversión en otros, eso suena interesante, pero dejame decirte que yo soy plato de segunda mesa.— Declaró.

—¿Perdón?— Preguntó la castaña— ¿Quién dijo que estoy sufriendo?

—Tu rostro, tus expresiones, tu forma de actuar todo el día.— Comentó Kiriha— Te he visto lo suficiente para saber que estás sufriendo por tu ex.— Volteo hacia ella— Y no tienes para que negarlo, después de todo las cosas no salieron como planeabas.

—¿Cómo sabes todo eso?— Cuestionó Nene.

—Tengo experiencia en la materia.— Respondió el rubio— Dime ¿no es verdad?

Nene se mordió el labio inferior ante esto, la verdad es que deseaba negarlo, pero era difícil, ya que literalmente el chico en breves palabras había descrito todo lo que sentía. Suspiró y apoyó sus codos en la barra— Puede ser.— Musitó antes de tomar su copa y darle un sorbo a su martini—Siempre creí que sería feliz cuando separara a Takuya de Izumi.

—Y aunque lo lograste, no fue así ¿cierto?— Comentó el rubio.

—Pues...—Nene mantuvo su mirada baja y sintió como el nudo en su garganta de formaba— Creo que me di cuenta tarde que no valía la pena porque sí, no logré nada más que recibir odio de Takuya.— Sonaba a cursilería, pero era verdad— Una vez más.

Kiriha observó serio a la chica, ya se imaginaba como debía sentirse, no ser correspondido era algo triste, por eso él luego de terminar con su primera (y única) novia nunca más se había embarcado en una relación—Perdiste mucho tiempo en ese chico.— Fue lo único que dijo antes de darle un sorbo a su copa.

—Lo sé.— Nene suspiró— Luego de que terminamos debí haberme alejado para no sufrir.

—¿Y por qué no lo hiciste?

—Porque...—Nene suspiró— No fui capaz de darme cuenta que ya lo había perdido.

—Bastante mal.

—Lo sé.— Respondió la castaña— Pero no quise verlo.

Kiriha hizo una mueca, esa chica se veía triste y él no acostumbraba a ser el paño de lágrimas de nadie, sin embargo en este caso era diferente, mejor dicho tenía que ser diferente.

Esa chica se había prestado para el juego de Ryo y él no dejaría pasar ese detalle.

—¿Y ahora lo ves?

Nene asintió.

El rubio alzó su copa— Entonces, salud por eso.

La castaña alzó una pequeña copa con wisky y sin decir más ambos le dieron un sorbo a sus líquidos.


Mimi, Damar y Takuya ingresaron al departamento de la menor.

—Esto es el colmo, primero tenemos que soportar a Yamato, sus hermanos y ahora a su madre.— Musitó Damar.

Mimi tomó asiento en uno de los sofás y suspiró, en verdad estaba cansada, no solo físicamente sino que emocionalmente, ya no daba más. Más encima, sus pies de dolían horrible, Nanami había desaparecido de su vista y tuvo que pedir un taxi que dejó bastante lejos.

¡Bip, bip!

Sintió su móvil vibraba.

Sacó su móvil de su bolsillo y observó, tenía un mensaje de su amiga.

(De:Nanami)

Disculpa amiga, pero tuve una emergencia con mi madre
tuve que salir rápido.

Takuya simplemente suspiró, la verdad de las cosas era que él también había querido responder a los insultos de Natsuko, sin embargo, a su mente venía el consejo de Kouji y Tomoko, no estaban en tiempos de relacionarse de buena o mala forma con los Ishida.

—Si te molestó la forma de actuar de Natsuko, imagínate como será la reacción de nuestro padre cuando sepa todo esto.— Musitó el moreno.

Damar rodó los ojos— Por favor, no lo invoques, no quiero que aparezca por aquí.— Ya muchos problemas tenían como para tener más.

—Por cierto, Mimi ¿donde estabas?— Takuya le preguntó a su hermana melliza.

Mimi hizo una mueca, sabía que sus hermanos se enojarian por la siguiente respuesta, pero no valía la pena ocultarselos— Fui a ver a Natsumi.

—¿Qué?— Preguntaron Damar y Takuya a la vez.

—¿Fuiste a ver a Nat?— Preguntó la oji-ambar.

—¿Por qué no nos dijiste?— Preguntó Takuya.

—No quise molestarlos.— Respondió Mimi— Ya les he dado muchos problemas con este asunto, quise hacer esto por mi culpa, al menos.

—Nos tenías preocupados.— Habló Damar.

—Lo sé y lo siento.— Contestó la Tachikawa— Pero ya saben que cuando trata de Natsumi me centro solo en ella.

Si, eso era cierto.

—¿Y cómo está Natsumi?— Preguntó Takuya— ¿Cómo está Alice?

Mimi hizo una mueca al escuchar el nombre de la pelirroja— Alice supo por la prensa que Yamato se enteró de la verdad.— Sacó de su bolso aquella revista y se la extendió a sus hermanos.

—¿Qué?— Preguntó Takuya sorprendido.

Damar rodó los ojos— Como siempre la prensa amarillista involucrandose en lo que no debe.— Musitó— Supongo que a Alice le preocupó esta situación.

—No solo le preocupó.— Musitó la oji-miel— Si no que le molestó.

—¿Qué?— Preguntó Damar— ¿Le molestó que Yamato supiera la verdad?

Mimi asintió— Y no solo eso, si no que le molesto saber que yo le dije a Yamato que Nat era su hija, ya que no quiere que Natsumi se involucre con él.

—¿No quiere?— Cuestionó la chica de ojos ambar— ¿Por qué?

Takuya suspiró— No te habíamos comentado Damar, pero últimamente Alice no está actuando como la Alice que nosotros decíamos conocer.

Damar alzó una ceja.

—Nos ha sacado cosas en cara, nos dice que somos inmaduros.— Habló Mimi— Dije que le pediría la custodia y lo hice, sin embargo...— Hizo una mueca— No le gustó mucho la idea.

—¿Te dijo algo sobre eso?

Mimi suspiró, esto que les diría a continuación no les gustaría, pero debían saberlo— Alice me dijo que...—Tragó saliva— No me daría la custodia de Natsumi.

—¿Qué?— Preguntaron Damar y Takuya a la vez.

—Lo que escucharon, Alice dijo que no daría la custodia de mi hija.


—Yamato.— Kouji llamó al rubio, quién caminaba a toda prisa—Yamato.— Nuevamente lo llamó sin tener respuesta.

El Minamoto rodó los ojos.

—Deja de actuar tan infantil escuchame.— Exclamó molesto.

El rubio al escuchar esto se detuvo y volteo— No me hables de ser infantil.

—Pues así estás actuando, ya que no me quieres escuchar.

—Claro que no quiero, no quiero hablar con nadie.

—Pues deberías.— Habló Kouji— Estás actuando sin pensar al ignorar a todos y sobretodo a Mimi.

Yamato rodó los ojos— La ignoro porque tengo mis razones.

—Claro que las tienes, pero eso no significa que sea lo correcto.

—No me vengas a hablar de eso ¿si?—En esos minutos en verdad sentía que nadie podría comprenderlo.

—Yamato, alguien debe hacerte entender.

—Los que deben entender son ustedes.— Respondió Yamato— Aunque bueno, apuesto a que estás de su lado ¿no?— Habló el rubio— Después de todo, Damar es hermana de Mimi.

Kouji alzó una ceja y se cruzó de brazos— ¿Va enserio ese comentario?— Preguntó con seriedad.

Yamato por unos segundos tuvo intención de responder que sí, pero Kouji no era ese tipo de chico, era demasiado serio como para hacerlo.

—Bueno podría pensarlo.

—Pero ¿enserio crees que lo haría?— Preguntó el Minamoto.

El rubio hizo una mueca.

—Tú sabes que yo siempre he sido neutral en las situaciones.— Habló el Minamoto— Sobretodo cuando trata de mis amigos ¿crees que esto se trata de ponerse de un lado?

Yamato se mordió el labio inferior, la verdad de las cosas era que su amigo había tocado un buen punto—Disculpa Kouji, no estoy de ánimos para hablar con alguien.— Ya se había peleado con muchas personas, no quería discutir con otro de sus amigos.

El Minamoto hizo una mueca, en verdad era lamentable esa situación— Está mal que te encierres en tu propio mundo.— Y lo decía por experiencia.

—Lo sé, pero no puedo con esto, para mi es insoportable saber que me engañaron, que me ocultaron a mi hija.

—Hay una razón.

—Puede que lo haya, pero no estoy en condiciones de saberla.—Estaba muy dolido y enfadado por esa situación— Y pues, entiendo que quieras ayudarme, pero enserio quiero estar solo.— Fue lo único que dijo antes de voltear en dirección a su departamento.

Kouji suspiró, lo mejor era no seguir insistiendo, conocía a Yamato, en ese sentido ambos eran muy parecidos, así que sabía que llegando la hora y encontrando la paz consigomismo lograría escuchar a los demás.


—Amiga, disculpa, pero tuve unos temas que ver durante la tarde.— Habló Nanami.

—No te preocupes.— Habló Izumi.

—Dime ¿cómo estás?— Preguntó la chica de ojos lila-rosa— Cuando me llamaste por el tema de los Tachikawa y tu madre sonabas bastante intranquila.

—Si.— Respondió la oji-verde— Pero ya estoy mejor, es simplemente que no pude evitar sentirme un tanto nerviosa al estar frente a ellos y sobretodo ante Takuya, ya sabes que las cosas con él no terminaron bien.

Nanami hizo una mueca, en verdad era una pena que las cosas terminaran así, pero no quedaba de otra, Takuya (novio de Izumi) había apoyado a Mimi (novia de Yamato) en su mentira, por esto mismo la separación entre los Tachikawa e Ishida había sido más pronunciada, si el moreno con la rubia se reconciliaban podrían hacer que Yamato y Mimi razonaran, algo que no podía permitir.

—Bueno, amiga, debes hacerte la idea de que las cosas con ellos estarán siempre tensa, porque ellos hicieron algo muy feo contra ustedes, sobretodo Takuya y Mimi, después de todo eran tu novio y mejor amiga, debieron haber confiado en ti.— Habló Nanami.

Si, eso era lo que más dolía, Takuya y Mimi eran las personas más importantes para ella junto a sus hermanos, aquel puñetazo por la espalda había sido doloroso.

—Lo bueno es que tu madre les dijo unas cuantas verdades.— Musitó la chica de ojos lila-rosa.

Izumi hizo una mueca ante esto— ¿Sabes? Puedo estar muy enojada con los Tachikawa, pero si te soy sincera no me gustó el comportamiento de mi madre.— Habló— Al contrario, amé como Damar le habló a Natsuko.

—¿A sí? — Preguntó Nanami.

La oji-verde asintió— Mi madre se cree dueña del mundo, cree que puede manipular todo a su antojo, que puede hablarle a las personas como quiere, creyendo que está en lo correcto, solo porque tiene dinero. — Musitó— Pocas o mejor dicho son casi inexistentes las personas que alguna vez se han atrevido a enfrentarla y pues, me gustó que alguien como Damar lo hiciera. — Comentó.

Aún recordaba cuando una vez Damar y ella habían competido por ser la protagonista del recital que tenían a fin de año en Ballet, y Natsuko, al ganar la Tachikawa, le había sacado en cara de esa chica era mejor. O también, cuando Natsuko y Satoe alardeaban de los logros de sus hijos (frente a sus amigas) en esas típicas juntas de mujeres de sociedad, Satoe había sacado a relucir el perfecto promedio diez de su hija menor y su madre luego le había sacado eso en cara.

Era agradable ver como alguien tan "perfecta", según Natsuko, le daba una buena lección por ser tan mala.

—Puede que esté enfadada, pero me gustó lo que dijo. — Comentó Izumi.

—No me digas que por algo tan simple como esto ¿arreglarás las cosas con ellos?

La rubia se mordió el labio inferior, lo que estaba diciendo era un simple comentario por una situación en particular, no porque quisiera generalizar todo, aunque si lo pensaba y analizaba bien tal vez si podría considerar en hablar las cosas, después de todo, que su madre estuviera en contra de ellos, más ganas le daba por "cambiarse de bando"

—No sé, Nanami, hay muchas cosas que pensar.

La chica ojos lila-rosa se mordió el labio inferior ante esto, no esperaba esa respuesta, al contrario, para ella era pésima idea que la oji-verde pensara en reconciliarse con los Tachikawa. Quería separar a Yamato de Mimi.


—Debe ser una broma.— Musitó Damar— Alice no puede hacer eso.

Mimi suspiró— Yo nunca hubiera creído que lo pudiese hacer, pero lo hizo.

Takuya hizo una mueca— Pero no puede hacerlo, nosotros confiamos en ella, esto es una...

—¿Puñalada por la espalda? Si, si lo es.— Interrumpió Damar.

La oji-miel apretó su puño, en verdad odiaba esta situación.

—¿Con que derecho cree que puede tomar esta decisión?— Preguntó la oji-ambar.

—Con el derecho de que ella ha sido la madre legal de Natsumi todo este tiempo.— Respondió Mimi— Tristemente cree que por eso puede quedarse con ella, reclamar, exigir y sobretodo decidir por ella.

—Pero no puede.— Habló Takuya.

—Ella cree que sí.— Respondió la oji-miel— Y tiene puntos a favor, ya que me sonsacó mucho el hecho de que ella es una adulta hecha y derecha, con todo para darle a Natsumi, a diferencia de mi, quién apenas soy una adolescente,no he completado mis estudios y todavía dependo de mi padre.

—Ella no tiene el derecho a sacarte eso en cara.— Habló Damar— Cuando ella se ofreció a cuidar a Natsumi aún no completaba sus estudios universitarios, además el acuerdo no fue por algo económico, simplemente por confianza, nosotros confiamos en ella.

—Lo sé, pero a ella no le está importando nada, en estos minutos solo quiere tener a Natsumi con ella.— Contestó Mimi.

—Pero no es justo, ella sabía muy bien las reglas cuando le dimos a Natsumi, sabía que no podía hacer esto.— Habló Takuya— Y no tiene sentido, ella ahora está embarazada, tendrá su propio hijo, en estos minutos lo mejor que le podría pasar es tener tiempo para ella.

—Al parecer las hormonas del embarazo enserio la están haciendo olvidar todo lo que acordamos, porque no está dispuesta a dar su brazo a torcer.— Musitó Mimi.

—Mal ahí.— Habló Damar— Quizás haya cuidado a Natsumi, pero no es su verdadera hija.

—A ella no le importa, lo único que quiere es tenerla con ella, se encariñó demasiado como para dejarla ir.

—¿Se encariñó o piensa que Nat ocupa el lugar del bebé que perdió?— Preguntó Takuya.

Mimi hizo una mueca, la verdad era que no lo había pensado, pero si lo analizaba bien podía ser verdad— Tal vez...

Damar rodó los ojos—Debimos haber imaginado que la demencia de Nene era de familia.— Musitó— Alice resultó ser tan traicionera como ella.

En verdad era molesta esa situación, si algo había caracterizado a Alice para confiarle a Natsumi era ser diferente a su familia, ser una persona amable, bondadosa, con los pies en la tierra y sobretodo leal, pero al parecer no la habían conocido bien y ahora les estaba revelando su verdadera cara.

—Lo peor de todo es que Yamato escuchó cuando Alice decía que no permitiría que Natsumi se acercara a mi o a él.— Habló Mimi.

—Reaccionó mal ¿no?

Mimi asintió— Pésimo, Alice también se fue contra él y Yamato no dudó en responder, literalmente era un tres contra tres, porque Matt tampoco estaba dispuesto a ponerse de mi lado, al contrario, luego de que Alice se fue, me comenzó a sacar en cara mi mal decisión al entregarle a Natsumi, como si yo hubiera sabido que nos iba a tracionar.

—Lamentablemente nunca lo hubieramos imaginado.— Comentó Damar.

—Ahora las cosas estarán peores que antes, no solo tenemos que lidiar con los Ishida, sino que con Alice.— Musitó Takuya.

Mimi hizo una mueca y suspiró, algunas se preguntaba ¿por qué su vida era tan difícil? Luego recordaba que todas las cosas que le ocurrían eran consecuencias de sus decisiones, buenas, malas o irresponsables.

No lo diría en voz alta, pero Alice tenía razón, era muy irresponsable, desde el principio debió estar al pendiente de su intimidad, no debió entregarse así a Yamato, sin pensar las cosas. Sora se lo había advertido, incluso ella misma se lo había advertido a su hermana, pero ella no había sido capaz de hacerlo.

—¿Qué vamos a hacer ahora?— Preguntó Takuya— ¿Planeas algo Mimi?

—Todavía no.— Respondió Mimi— Lo único que sé es que no le daré a Natsumi. Y puede que Yamato me critique todo, pero me cansé de tener que darle explicaciones, ahora lo importante será recuperar a mi hija.


—Muy mal educados están los adolescentes en este internado.— Natsuko le habló a Tomoko— La hija menor de Satoe me habló super mal afuera, me faltó el respeto.

La mujer Kimura se cruzó de brazos— Natsuko, no me viste, pero yo escuché todo lo que le decías y lo que te dijo, y pues Damar tiene razón, la que estuvo mal en primer lugar fuiste tú ¿Cómo rebajarte a pelear con tres adolescentes que tienen la edad de tus hijos? Se supone que eres madura, ya tienes cuarenta, no puedes dejar que esto se vuelva a repetir.

—Pero esos niños hicieron algo mal.

—Lo sé, pero dime ¿quieres tener problemas con Keisuke Tachikawa?— Preguntó Tomoko conociendo la respuesta, finalmente a ninguno le gustaba tener problemas con él, después de todo él lograba superar a muchos por todas las influencias que tenía.

Natsuko suspiró, en ese minuto no necesitaba enfrentarse a Keisuke, quizás en otro minuto se hubiera atrevido, pero ahora él era más poderoso e influeyente que ella, debido a que su economía estaba por el suelo, cada vez caía más su empresa.

—Bueno, no vine a hablar de ellos, vine a preguntarles por el otro asunto.— Respondió la oji-azul— ¿Dónde está Rumiko?

—Salió.— Respondió Tomoko.

—¿Salió?— Preguntó la rubia— Debe ser broma, ella debería estar aquí trabajando.

—Pues ¿qué quieres que te diga? Esa mujer hace un pésimo trabajo como directora.— Musitó Tomoko, aunque no era necesario decirlo, Natsuko ya tenía esa opinión desde antes— Pero el tema de Ryo está solucionado, ya le quitó la beca y él pagará todo lo que debe, también los años que repitió.

Natsuko sonrió— Muy bien.— Musitó, esa era una de las mejores noticias que podía recibir— Ahora veremos como la hace su madre sin colegio y ella sin empleo.

—¿Ella sin empleo?— Preguntó Tomoko.

Natsuko asintió— Hice que la despidieran.

—¿Otra vez?— Cuestionó la oji-azul.

—Bueno es lo que se merece.— Comentó Natsuko— Ella y su hijo.

Tomoko hizo una mueca, tristemente su amiga con los pasos de los años se había vuelto una mujer muy fría y mala con los demás, comprendía que estuviera enfadada con esa mujer por haber tenido algo con Hiroaki, pero eso había sido en el pasado, luego Hiroaki se había casado con ella y a pesar de que no fue fiel, Natsuko debió haber dejado tranquila a la madre de Ryo, después de todo Hiroaki había demostrado ser un Don Juan al estar con diferentes mujeres, pero Natsuko siempre continuo sus ataques contra ella y con Ryo, algo que no era justo, después de todo ese niño era inocente, nadie nunca aseguró ser hijo de Hiroaki, pero Natsuko de cualquier forma se encargó de fastidiarlo.

No quería justificar a ese chico, pero era entendible que actuara así, después de todo había sido humillado miles de veces por Natsuko a causa de su madre.

—¿Sabes? Entiendo que estés enfadada con él por lo que hizo, pero te has empeñado tanto tiempo en arruinarle la vida por el engaño de Hiroaki.— Comentó Tomoko— ¿No crees que ya es momento de pasar la página? Digo, el engaño fue hace mucho.

Natsuko hizo una mueca— Si, fue hace mucho, pero eso no quita que esa mujer se lo merezca.

—Ella, no su hijo.

—Su hijo ahora actúo igual que ella.

—Pero tu igual has hecho varias cosas contra él.—Musitó la chica Kimura.

—No me des consejos Tomoko, tú misma estás aquí para devolverle a Rumiko lo que te hizo.

—Si, pero no implica que atacaré a Rika, tu tristemente cometiste ese error con Ryo y por eso ahora está todo este problema entre tus hijos y él.— Habló Tomoko—Y Nat, tu sabes que esto no te lo digo porque quiera molestarte, si no que como amiga debo hacertelo saber.

—Pues si fueras mi amiga me ayudarías a expulsar a los Tachikawa de aquí.

—Natsuko, por favor.— Tomoko suspiró, en verdad le daba tristeza que su amiga se volviera tan caprichosa— Si lo hago es porque no está bien lo que haces.

—Bueno, no es necesario que me lo digas porque no te lo he preguntado.— Respondió la mujer de Ishida antes de levantarse— ¿Y sabes qué? Dile a Rumiko que me llame.— Musitó— Te estás comportando tan insorportable que preferiría mil veces hablar antes con ella que contigo.


Kiriha observó atentamente a Nene y alzó una ceja, primera vez que veía a una chica tomar cinco copas de ginebra sin perder consciencia.

—Supongo que si te rendiste con Takuya, regresarás a Estados Unidos ¿no? No tienes muchas cosas que hacer aquí.

La castaña hizo una mueca—Me encantaría, pero no puedo. Mi madre no me dejaría.

—¿No?

—Me consideró una traidora al venirme a Japón.— Musitó Nene— Según ella, me había venido para estar junto a mi padre.

—¿Y no fue así?

—Claro que no.— Respondió la castaña— Ese hombre gasta dinero de cama en cama con la primera perra que se le atraviesa.— Comentó antes de darle un sorbo a su ginebra.

—De algún lado debió salir tu hermano.

—Ni creas.— Musitó Nene— Mi madre es igual o peor.

Quizás por eso mismo, al tener tan malos ejemplos ella se había dejado llevar y había terminado siendo una copia.

—Solo disfrutan la vida.

—Pues si, pero se olvidan del hecho de que son padres.— Comentó la Amano.

Kiriha hizo una mueca, de muchos chicas y chicas del internado había escuchado ese tipo de comentarios y en verdad era un pena, mientras él sufría por no tenerlos, ellos reclamaban por su poca atención.

—Bueno al menos los tienes.— Musitó el rubio.

Nene alzó una ceja y volteo hacia él— ¿Por qué dices eso?

Kiriha hizo una mueca, no quería hablar de aquello— Por nada.— Comentó antes de darle un último sorbo al líquido de su copa y depositarla en la mesa— Me tengo que ir.

—¿Tan temprano?

El rubio asintió—Estoy cansado.

La castaña hizo una mueca, quería divertirse.

Depositó su copa en la mesa y se acercó a él para tomar su brazo— Que mal, yo quería divertirme hoy.

Kiriha hizo una mueca— Nene, entiendo que estés enfadada y todo por el tema de Takuya, pero debes saber que no soy plato de segunda mesa.

—En ningún minuto dije eso.— Musitó Nene.

—Pero es lo que piensas ¿no?

¡Un minuto!

¿Él la estaba rechazando?

Nene se mordió el labio inferior— Pensé que eras más divertido.

—Que no me quiera acostar contigo no me hace menos divertido.

Eso no era lo que decías la otra noche.— Musitó Nene y acortó la distancia con el rubio.

—La otra noche fue la otra noche, ya pasó.— El no repetía mucho a las chicas, siempre buscaba innovar.

Nene alzó una ceja— ¿Lo dices por qué en verdad lo sientes así? ¿O por qué te dañaría el orgullo tener algo conmigo, porque según tú, eres un paño de lágrimas?

Kiriha rió— No lo digo por eso.— Musitó— Pero no te negaré que no quiero consolarte solo porque te rechazaron.

—Muchos se sentirían privilegiados con ser mi paño de lágrimas ¿sabes?— Comentó Nene.

Autoestima alto ¿e?

Pensó Kiriha, sin duda esa chica sabía lo que valía y era verdad, era bastante guapa, cualquier chico caería en sus redes debido a la sensualidad y belleza que emanaba. Pero claro, él no era igual que los demás.

Él se hacia del respetar.

—Si tuviera que consolar a alguien mejor consolaría a Izumi.— Comentó para bajarle los humos a la castaña.

—Claro, sería su paño de lágrimas si no tuviera a Yamato como hermano.— Rodó los ojos—¿Sabes? Esa chica en verdad es guapa, elegante y pues, ha logrado captar la mirada de todos.— Comentó Kiriha— Entiendo que Takuya haya caído en sus redes.
—No me digas que también eres otro inepto en su lista.— Musitó Nene molesta.

No, pero era evidente que estaba logrando irritar a esa chica y eso estaba siendo bastante excitante.

—Claro, sería su paño de lágrimas si no tuviera a Yamato como hermano.— Rodó los ojos—¿Sabes? Esa chica en verdad es guapa, elegante y pues, ha logrado captar la mirada de todos.— Comentó Kiriha— Entiendo que Takuya haya caído en sus redes.
—No me digas que también eres otro inepto en su lista.— Musitó Nene molesta.

No, pero era evidente que estaba logrando irritar a esa chica y eso estaba siendo agradable.

—No, pero si vinieses a pedirme ser su paño de lágrimas lo disfrutaría sin duda.— Musitó Kiriha— Así como disfruté aventurarme en tu cuerpo el otro día.

Nene frunció el ceño ante esto— Insolente.— Exclamó de levantar su mano con intención de darle una cachetada, sin embargo el rubio lo impidió tomando fuertemente su brazo y acercandola hacia él.

—No es agradable ser de segunda mesa ¿e?

La castaña frunció el ceño— Claro que no.— Respondió observando desafiantemente sus ojos.

Kiriha observó atentamente a esa chica, en verdad parecía enojada. Sonrió, era agradable saber que él tenía el control de la situación,.

Alzó su mano y acarició el rostro de la chica, en verdad era linda y enojada se veía extremadamente sensual, junto con ese atuendo, además aquella cercanía a la cual estaban daban ganas de en verdad pasar a algo más.

Bueno, ya le había dejado en claro que no era plato de segunda mesa, pero si se daría un gusto.

—No es agradable ser de segunda mesa, pero esta vez podría hacer una excepción.— Musitó antes de besar sus labios.

Nene ante esto no pudo evitar sentirse sorprendida ¿Acaso ese chico quería tener el control de la situación? No, eso no se lo iba a permitir.

Rápidamente se alejó.

—Bueno, ahora la que no quiere soy yo.— Respondió Nene antes de tomar su bolso.

—¡Hey! No me digas que te enojaste porque simplemente hice unos comentarios.

Nene simplemente rodó los ojos, era obvio que se iba a enojar por ser comparada. Sobretodo le irritaba saber que no tenía a ese chico comiendo de su mano, como ella creía— Pésimo juego el de hoy, Aonuma.— Fue lo único que dijo antes de salir del lugar.


Sora abrió sus ojos de golpe al sentir como un líquido ácido llenaba su boca.

¡Rayos!

Pensó.

Rápidamente se levantó de su cama y caminó, mejor dicho corrió en dirección al baño de su departamento para devolver.

—Sora ¿estás bien?— Preguntó Izumi.

Sin embargo la Ishida no pudo evitar alarmarse al ver su apariencia, tenía ojeras, sus labios no tenían color, su cabello estaba totalmente desaliñado, su mirada completamente apagada y su piel estaba extremadamente blanca.

—Sora.— Izumi la llamó sorprendida al verla todavía en pijama y en no muy buen estado.

—Buenos días.— Respondió la Takenouchi.

—Parece que no son tan buenos.— Comentó la Ishida y se acercó a ella, se arrodilló junto a ella— No tienes buen rostro, estás palida, tienes ojeras.— Tomó su mano— Dime ¿te sientes bien?— Pasó una mano por su frente.

—¿E?— Balbuceo Sora, la verdad de las cosas era que se sentía terrible, su boca la sentía seca, lo sentía extraño y lamentablemente apenas había logrado dormir anoche, ni siquiera el farmaco que tomó la noche anterior para dormir le había servido. Sus manos temblaban, sentía frío y su ánimo estaba por el suelo. Sin embargo no quería preocupar a su amiga— S-si, es solo que es-estoy un poco estresada.— Respondió con dificultad.

—No me mientas.— Respondió Izumi— Estás terrible.

Sora suspiró— E-es simplemente estrés, ya se me pasará.— Dijo antes levantarse y caminar en dirección a uno de los sofás.

Izumi hizo una mueca, sin duda esta separación con Taichi le estaba provocando un mal daño a Sora, lucía terrible.

—¿Estrés o daño colateral de la tristeza?— Preguntó la rubia— Por lo de Taichi.

Sora hizo una mueca ante esto—Veo que ya sabes lo que ocurrió.

Izumi asintió— Todo se sabe rápido aquí, lamentablemente.

—Ahora soy la cornuda del internado.— Musitó Sora fastidiada. En verdad odiaba ese lugar, habían veces que en realidad pensaba irse muy lejos y cambiar de aires. Mucho más ahora que no tenía razones para estar ahí.

—¡Hey! No digas eso.— Exclamó la rubia.

—No puedo evitar decirlo.— Habló la pelirroja—Me siento tan avergonzada, todos saben que mi novio me engañó con esa francesa.

—No debería sentir vergüenza, el que debe sentir vergüenza es él, después de todo él fue quién te engañó.

—Porque se dio cuenta que no era lo suficiente para él.

—No digas eso, tú eres mil veces mejor que esa rubia.

—Al parecer eso no es lo que pensó.— Musitó la Takenouchi.

La oji-verde hizo una mueca, ella también había engañado a su novio y pues, en esa situación compredía que uno muchas veces se dejaba llevar por los sentimientos, sin embargo Sora no podía sentirse menospreciada porque tal vez Taichi quisiera a otra persona.

—Me engañó, luego de decir que amaba.— Musitó Sora y una silenciosa lágrima rodó por su mejilla— Y no le importó tirar nuestra historia a la basura.

Izumi se mordió el labio inferior, no le gustaba ver a su amiga triste.

—Bueno, Taichi hizo lo que hizo, pero no debe hacerte sentir inferior amiga.— Habló la rubia—No importa lo que haya ocurrido, lo importante es que tú seas consciente que vales mucho. Taichi hizo lo que hizo, pero eso no quita que tú seas una chica increíble, hermosa y valiente, no tienes comparación con esa francesa. Tú eres mucho mejor.

—Lo dices porque eres mi amiga.

—No lo digo por ser tu amiga, lo digo porque es verdad.— Respondió la oji-verde— Y debes ser consciente de eso, siempre. Eres una persona increíble, no dejes que esto te derrote.— Tomó su manos— Tú le diste una oportunidad, tristemente no la valoró, pero eso ya no es culpa tuya, él no valoró, en cambio tú si, ya verás que cosas mejores se vendrán para ti.

—Veo imposible que cosas mejores vengan.

Eso mismo ocurría con ella, pero no quiero desanimar a su amiga, al contrario, ese consejo no iba solo para Sora si no que para ella también. Debían ser capaces de salir hacia delante.

—Si piensas así no vendrán, pero si eres optimista estoy segura que verás que no necesitas a Taichi para ser feliz.— Habló Izumi.

Sora sonrió, daba gusto tener tan buenas amigas en esos momentos dificiles— Muchas gracias por tus palabras amiga.

Izumi también sonrió— No hay de qué.

Ambas se abrazaron.


—¡Rika!— Damar golpeo con todas sus fuerzas y como si de eso dependiera su vida la puerta del baño— ¡Llevas media hora en la ducha! ¡Sal de una vez!—Exigió.

Para la mala suerte de la Tachikawa, Rika había despertado antes y había tomado primero el baño. Llevaba más de treinta minutos dentro y aún no salía ¡Y necesitaba ducharse para ir a la preparatoria! Si la pelirroja no se apresuraba llegaría tarde, cosa que no debía ser, ella debía llegar a la hora luego de tantas inasistencia debía destacarse en todos los sentidos, ser prácticamente una alumna modelo para pasar de curso.

—¡No! Todavía me falta mucho.— Respondió la pelirroja— Además, debiste haberte levantado más temprano.

—Más temprano que tú imposible.— Contestó Damar, Rika literalmente se levantaba cuando el Sol salía, cosa que ella no podía hacer, era demasiado buena para dormir— Por favor, sal de ahí, quiero ducharme.

—No saldré y tendrás que esperarme.

Damar rodó los ojos— ¿Sabes? Si te bañaras más seguido no te demorarías tanto en la ducha, porque no tendrías tanto que limpiar.

—¡Oh! ¿Cómo se te ocurre hablarme así? Yo soy super limpia y que me demore es la muestra de aquello.— Respondió la pelirroja— Además, me baño todos los días.

—Pobre medidor de agua, debe llegar al máximo por tu culpa.— Musitó la castaña.

—Ya, deja de reclamar, saldré luego.

Damar rodó los ojos, ese "luego" podía ser sinónimo de veinte, treinte, incluso cuarenta minnutos más.

La castaña suspiró y sin decir más, lanzó sus cosas sobre el sofá observó a su alrededor y comenzó a estirar su cuerpo, se sentía bastante estresada. Su cuerpo le pedía sustancias, temblaba de una manera horrible. Y para variar, había tenido pésima noche, su cuerpo le había reclamado los sedantes y a duras penas logró vencer, a esto se le sumaba que Mimi se quedó a dormir en su habitación, lo que en verdad había sido una odisea, la calefacción en el Internado había estado a full en esa noche, las cobijas salieron, literalmente, volando junto a algunas almohadas. Ninguna de las dos podía conciliar el sueño y...Cuento corto: Tuvo que recurrir a uno de los sofás de la sala para dormir.

Suspiró.

En verdad se sentía estresada, generalmente cuando ocurrían ese tipo de situaciones recurría a los sedantes para estar calmada, pero ahora que no podía se sentía terrible, porque tenía que luchar con la cruda realidad y con su cuepor que exigía sustancias.

Dió unos pequeños saltos en tijera intentando moverse.

Hace bastante no practicaba deportes, eso no era algo bueno, generalmente la actividad física bajaba mucho las ansias por consumir, quizás si volvía a practicar alguno podría sentirse más aliviada.

O tal vez, necesitaba algo más espiritual, como la yoga para alinear sus vibras y mejorar su autocontrol, y de paso llevar a Mimi.

Hablando de Roma.

La puerta de su habitación se abrió y de ahí salió Mimi, con un pijama de Stitch cubriendo todo su cuerpo y rostro.

—¡Hey! ¿Qué gritos son esos Damar?—Exclamó la oji-miel antes de alzar su rostro lleno de ojeras.

La menor hizo una mueca— Disculpa, no quería despertarte.— Musitó.

—Pues no se nota.— Respondió la oji-miel antes lanzar una almohada contra su hermana— Siempre me dices que yo soy la gritona y berrinchuda, pero tú eres igual o peor cuando te enojas.— Exclamó.

—Alguien no despertó de buen humor hoy.— Musitó Damar.

Mimi simplemente suspiró— Luego de la pésima noche que tuvimos dudo que alguien podría estar bien.

Al principio había sido buena idea quedarse a dormir con ella, pero luego recordó porque nunca lo hacia, ambas eran igual de inquietas y eso no era buena combinación.

—Te mueves mucho.

—Tú igual te moviste mucho.— Respondió Damar.

—¿Cómo no hacerlo?—Preguntó Mimi— Tenía calor.— Dijo antes de jalar el cierre de su pijama de Stitch—Nunca más me coloco uno de tus pijamas, estoy toda sudada.

—¡Hey! No culpes a mi pijama.— Musitó la castaña— No fue mi culpa que la calefacción estuviera en su máximo esplendor.

Mimi suspiró, enserio demandaría al encargado de la calefacción por intento de omocidio ¿quería que muriesen ahogados por tanto?

—Puede ser que la calefacción estuviera al máximo, pero este pijama tuyo es demasiado grueso, no sé como rayos puedes dormir con él.— Musitó la mayor— Más encima es horrible, dime ¿Kouji no te ha visto con esto, cierto?

—¿Por qué preguntas?—Cuestionó Damar.

—Porque le matarías las pasiones.— Respondió Mimi antes de ingresar a la habitación de su hermana nuevamente y abrir su closet, necesitaba alguna ropa más fresca mientras esperaba a que Rika saliera de la ducha.

—¡Perdón!— Exclamó Damar ofendida y se cruzó de brazos— ¿Y tú? Dime ¿algunas vez le modelaste a Yamato ese pijama verde que parece de ese monstruo digital de la tele?— Llevó una mano a su mentón— ¿Cómo se llama?

—Palmon.—Respondió Mimi.

—Esa misma.— Respondió la menor.

La oji-miel se quitó el pijama de stitch—Bueno, no es tan grueso y con algunas remodelaciones puede pasar a ser un traje bastante sensual, mucho mejor que tu stitch. Aunque bueno...—Suspiró— Ya no será necesario.—Musitó— Yamato no quiere estar conmigo y dudo que algún día quiera volver a estarlo.

—¡Hey! No te pongas mal.— Se acercó a Mimi y tomó su mano— Puede que ahora todo se vea feo, pero en algún momento todo se arreglará.

—Yamato no quiere volver conmigo y dudo que se le pase el enojo.

Damar hizo una mueca ante esto, tristemente su hermana estaba en una situación muy difícil y amaría decirle que todo se iba a arreglar, pero Yamato siempre se había caracterizado por ser un chico impredecible.

—Bueno, puede ser que Yamato nunca te perdone, pero ¿eso qué? Tú eres una chica increíble y lo sabes, quizás él no lo vea, pero ¿qué importa? Lo importante es que tú estés bien contigo misma, después de todo lo que hiciste fue por el bien de Natsumi, aunque ellos critiquen, tu sabes que fue por una buena causa, así que no vale la pena seguir sufriendo por Yamato.

—Creo que tendré que comenzar a pensar en eso, ahora más que nunca debo estar ser por Natsumi.

Damar asintió— Exacto.— Respondió— Dime ¿has pensado en algo para ver el tema de Alice?

—Pues anoche entre tantas vueltas e intentos por poder dormir pensé en algo.— Contestó Mimi.

—¿Así? ¿En qué?

—No sabría como explicarte completamente, pero necesito que me te consigas el contacto de Satomi Minamoto.

—¿La madrastra de Kouji?— Cuestionó Damar.

Mimi asintió.

—¿Por qué?

—Porque necesito asesoramiento con una abogada.— Respondió la mayor— Necesito saber que puedo hacer en esto casos.


—Permiso, se me hace tarde.—Musitó Sora antes de levantarse de su lugar y caminar en dirección a su habitación y abrió su closet.

—¡Hey! ¿Qué haces?— Preguntó Izumi.

—Me tengo que arreglar para la unviersidad y luego al entrenamiento.

—¡Olvídalo!— Exigió Izumi antes de, literalmente, jalar a su amiga hacia su cama—No deberías ir a la Universidad, ni mucho menos al entrenamiento, no te ves bien.

Sora hizo una mueca— No puedo faltar a mis clases, mucho menos al entrenamiento, ya he faltado mucho.

—Pero no te sientes bien.— Habló la rubia.

—Es simplemente un pequeño mal estar lo que siento.— Respondió la pelirroja— Pero no es grave, es simplemente consecuencia de que no me he alimentado bien en estos días y una mezcla de todo lo que ha ocurrido, pero la enfermera me dio unas pastillas que me harán sentir mejor, así que no te preocupes.

Izumi hizo una mueca—Eso espero, ya que no me gustaría que algo te ocurriera.— Musitó— Eres una de las pocas personas que me quedan en este lugar.

Sora se mordió el labio inferior, no había que ser adivina para saber a que se refería su amiga— ¿Cómo están las cosas con Mimi?

—Terrible.— Respondió Izumi— No quiero hablar de eso.

—¿Por qué no?— Preguntó Sora.

—Porque es doloroso.— Habló la oji-verde.

—Pero tal vez deberías hacerlo, Izumi, tu tienes una amistad hace años con Mimi, no vale la pena que estén lejos.

—No me queda de otra, nuestra amistad en comparación a lo que hizo no vale nada.

—Izumi no digas eso.

—Lo siento, pero no puedo evitarlo.— Aún necesitaba ordenar muchas cosas en su cabeza, extrañaba a su amiga y no le gustaba estar así, jamás le había gustado estar enojada con ella, pero le dolía mucho aquella mentira en la cual también se vió involucrado su novio. Suspiró—Mimi hizo algo que jamás me hubiera imaginado, ella nos mintió.— Habló la oji-verde— Y no solo ella, si no que también sus hermanos, mi mejor amiga me mintió, mi novio también, dos personas en las cuales confiaba ciegamente me ocultaron algo tan importante.— Suspiró— Eso jamás se los perdonaré, ni a ellos, ni a nadie que haya sabido la verdad antes y haya callado.

Sora se mordió el labio inferior ante esta declaración. Ella era una de las personas que sabía aquella verdad y lo ocultó.

Si Izumi lo llegaba a saber ¿También se enojaría con ella?


Nene caminó en a la Universidad, era bastante temprano, tenía bastante sueño, tuvo una noche pésima, pero tenía de igual forma asistir a clases.

Sin embargo no pudo evitar hacer una mueca al ver que cierto rubio aparecía frente a ella.

—Nene.— El chico pronunció su nombre.

La castaña alzó una ceja levemente, pero no paró su caminar y continuo avanzando.

¿Esto era enserio?

Pensó Kiriha.

¿Seguía enojada por algo tan simple?

—¡Hey!— La tomó del brazo— No me digas que te enojaste por lo de ayer.

La castaña hizo una mueca y se soltó de su agarre—¿Cómo no me voy a enojar? Me comparaste con Izumi.— Habló Nene molesta, la verdad de las cosas era que en estos minutos no quería saber de esa chica, pero a diferencia de otras veces no era porque estuviese celosa, ni nada de eso, al contrario, lo único que quería era alejarse totalmente de Takuya e Izumi, prácticamente olvidar su existencia y ser feliz sin importar lo que ocurriese con ellos. Sin embargo, ese chico no había ayudado.

—Simplemente quise hacerte saber que no soy plato de segunda mesa.— Musitó Kiriha.

—Bueno, me quedó más que claro.— Comentó Nene— Pero espero que te quede claro a ti que yo no tengo paciencia.

Kiriha alzó una ceja, no esperó que fuera posible, pero nuevamente esa chica parecía tener el control de la situación, porque prácticamente anoche lo había rechazado y hoy hacia lo mismo.

—¡Hey!— El chico la tomó del brazo— ¿Donde estaban esas ganas de jugar y disfrutar?

—Esas ganas se acabaron gracias a tus comentarios.—Respondió Nene.

—Dudo que se hayan acabado.— Contestó Kiriha muy cerca de su rostro.

La castaña sonrió con ironía— Por tu estúpido orgullo de no ser plato de segunda mesa se acabaron.

—Ya te gustaría.—Musitó Kiriha antes de besar sus labios.

Nene al igual que el día anterior también se alejó y esta vez -sin impedimento- golpeo su mejilla— Nunca más vuelvas a hacer eso.

El rubio llevó una mano a su mejilla— No te hagas la digna, yo sé que te gustó.

Nene rió levemente y rodó los ojos— Adiós, plato de segunda mesa.— Fue lo único que dijo antes de alejarse.


+En el próximo capítulo tendremos KirihaxNene y más cositas.

+También algunos se preguntara ¿por qué Takato no tiene mucho protagonismo? Pues, todo tiene su tiempo, él en estos minutos está en paro, porque ya se viene lo suyo.

Respuesta a comentarios:

mariacredenza02: Jaja son muchas cosas jiji Que bueno es leerte por estos lados, se te extrañaba. Si, es una pena lo que ocurre con Sora, sin duda, pero es entendible es su primer amor y pues, ella está recién comenzando a vivir, apenas tiene 19 años entonces no sabe que pueden ocurrir cosas mejores para ella. Ya veremos si logra encontrar a alguien mejor (o si Taichi se arrepiente de forma verdadera y n solo verbal) Taichi no debería estar con Catherine, pero a este punto él está solo, al igual que Yamato puede hacer muchas cosas al estar sin un rumbo fijo. El Karma le está llegando a Ryo y pues, sentiremos más pena ya que solo es el inicio, él ahora está siendo consciente de lo solo que está y eso cada vez le irá haciendo peor jiji Bueno, necesitaba un momento así y pues, curiosamente si se parece a la bruja de Fairytopia. Menciono que al principio Alice no la cree para que fuera villana, pero que logré bien dar ese giro porque en verdad están logrando odiarla por su actitud y no es para menos, ojalá recapacite sin duda, porque Mimi confío en ella después de todo. Ya veremos si Yamato deje su inmadurez, aunque lo dudo él está actuando por enojo y no con la cabeza, lamentablemente. Espero que te este gustando la historia, ojalá sigas leyendo y comentando. Te mando un abrazo a distancia espero estés bien.

Adrit126: Jajaja tanto tiempo, pensé que te habías sentido aburrida con la historia y por eso no habías continuado leyendo jsjsj Me alegra mucho volver a leerte. Bueno, respondiendo a tu comentario pues, si Damar no se siente culpable de forma aparente, porque de alguna forma se culpable por muchas cosas (La muerte de Henry, guardar el secreto de su madre, saber aquella verdad sobre esa mujer que Keisuke mató) Sin embargo está intentado salir hacia adelante. Con respecto a Izumi, entiendo que no te agrade y tus razones para aquello, las comparto porque finalmente yo escribo pero ustedes tienen la libertad de hacerse sus propias ideas (cosa que me encanta ya que amo cuando existen diferentes opiniones en el fandom) Sobre Koichi, pues sí él es un dulce, sin embargo debemos ser consciente en que quizás más que enamorado, tal vez está un tanto pegado con esa historia que no fue, de a poco irán conociendo más sobre eso, ya que sin duda es una pena, pero es necesario para el desarrollo del personaje así como fue el beso con Juri. Y sí, en el corazón no se manda, Damar está enamorada de Kouji y viceversa, no se puede hacer nada contra eso. Acerca de Sora, pues…en esta historia todo es posible jaja Puede quedar embarazada, puede reaccionar así por la decepción o puede ser una falsa a alarma, ya vimos como ocurrió con Mimi que sufría crisis de pánico (taquicardias) pero ya veremos que es en verdad jajaja Natsumi en su inocencia como niña puede decir muchas cosas y entre ellas verdades, como toda hija tiene cualidades de sus padres, cosa que es bueno, ya que en sí tiene cosas de ambos. Si es una pena que Yamato y Mimi estén peleados, pero luego de todas las mentiras era de esperarse y sí, Matt fue un playboy a causa de su separación con Mimi, tuvo muchas aventuras que tristemente le trajeron solo mala suerte. Ya veremos si llega Michael o no jajaj lo he estado analizando sigilosamente. Me alegra haber leído tu comentario. Ojalá sigas leyendo y comentando. Te mando un abrazo a la distancia.

milrose: Si, tristemente nuestro Takeru por estar del lado de su hermano comete errores, como ahora y pues, es su hermano, le creerá siempre. Sin duda es lamentable lo que está ocurriendo con Hikari, está en un edad difícil todavía y pues, no sabe gestionar todo a su alrededor. Sobre lo bandos solo te diré, que se vienen cosas peores jijiji Koichi tomó tan desprevenida a Damar, que ni siquiera pudo pensar que decir o no jajaja Bueno, creo que entonces he trasmitido bien que tipo de amistad tienen Damar y Rika jiji sin duda es de confianza y ris. Obvio, los niños siempre dicen la verdad (Sólo le faltó decirle perra y complementaria jajaja) Sin duda, Alice está demasiado loca, no lo había pensado, pero sí, las hormonas la están afectando terrible, ahora está siendo un problema para nuestra querida Mimi, lo cual es muy triste, ya que ella le entregó a Natsumi con la mejor intensión y ahora la traiciona, más encima ahora se quiere pelear con Yamato porque no lo encuentra apto, ya veremos que ocurre con esa situación. Si, nadie quiere que ocurra algo entre Taichi y Catherine, pero es necesario para el desarrollo de los personajes. Me alegra mucho leer tus comentatios. Ojalá continues siguiendo esta historia y comentando. Te mando un abrazo a la distancia.