Mimi repasó las palabras de Nanami, mil veces por segundo en su mente, sin poder, mejor dicho sin querer creer en aquello.
Yamato no podía hacerle esto, mucho menos Izumi. Ellos dos eran personas importantes para ella, el chico que amaba y su mejor amiga, jamás se hubiese imaginado que le harían algo como esto. Comprendía que estuviesen dolidos y que quisieran cortar lazos, pero jamás se hubiera imaginado que aceptarían que su madre, Natsuko, quisiera quitarle a su hija.
—Lamento mucho ser yo quién te diga esto, Mimi.— Habló Nanami— En verdad, lo siento.— La "tristeza" en ese momento estaba siendo perfectamente fingida.
—No te preocupes Nanami, no es tú culpa.
La rubia rió para su interior, al parecer la oji-miel enserio le estaba creyendo.
—Al contrario, gracias por advertirme.— Respondió la castaña, en verdad apreciaba que le hubiese contado, sin importar lo que pudiese pensar Zoe.
Ya sabía con que tipo de gente se estaba enfrentando.
Los sentimientos habían quedado atrás, la confianza y sobretodo la amistad.
Nunca se hubiera esperado esto de su supuesta "mejor amiga"
Le rompia el corazon pensar solo en la posibilidad de que le quitasen a Natsumi, sin embargo más le enojaba saber que pensaban en aquella alternativa. Ella había alejado a su hija de ellos, no lo iba a negar, pero era por una razón.
Su padre.
En cambio ellos lo estaban haciendo por un capricho ¡Y no lo permitiría!
El sonido de la puerta sacó de sus pensamientos a la Tachikawa y esta al alzar la mirada se encontró con la rubia, quién traía una bandeja.
—Traigo el té de manzanilla.
El silencio se hizo presente en el lugar e Izumi se percató de la mala forma en que la observaba Mimi.
—¿Ocurre algo?— Preguntó la oji-verde.
—¿E?— Balbuceo Mimi— No, creo que no...—Respondió indecisa y luego tomó su mochila, al parecer dormiría otra noche fuera del departamento— Permiso, me tengo que ir.— Fue lo único que dijo antes de caminar en dirección a la puerta.
—Esto es el colmo.— Habló Ryouma molesto— Yamato y Kouji nos tratan a nosotros de irresponsables y ellos están peor.— Apretó su puño—Me gustó como los encaraste.
El rubio simplemente hizo una mueca— No lo hice por ti, ni por la banda.— Declaró— Lo hice por mí.— En verdad sentía que la banda estaba siendo una pérdida de tiempo para él en esos minutos que necesitaba estar completamente concentrado en sus propios deberes.
—Bueno, sea como sea estuvo bien lo que dijiste.— Respondió el peligris.
Kiriha simplemente se mantuvo en silencio y continuó caminando, sin embargo no habrá dado más de dos pasos cuando una persona chocó contra él, mejor dicho cierta castaña que iba más pendiente en su móvil que por donde caminaba.
—¡Ups! Lo sien…—Nene paró en seco al darse cuenta de quién trataba— Ignoralo, no siento nada.— Respondió antes de alejarse del rubio.
Kiriha alzó una ceja sorprendido.
—¡Hey! Tu amiga ya no te saluda.— Musitó Ryouma.
Kiriha hizo una mueca ante esto, la verdad era que ambos no habían quedado en buenos términos luego de aquella pequeña discusión.
—No me digas que se aburrió de ti.— Bromeó el chico de cabello gris.
—Claro que no.— Kiriha rodó los ojos.
—¿Entonces?— Preguntó Ryouma— ¿Por qué pasó de ti tan fácilmente?
—Eso no es asunto tuyo.— Respondió el rubio.
Ryouma sonrió ante esto— Ya decía yo que se iba a aburrir de ti con rapidez. — Rió— No te duró muchos días tu diversión.
Kiriha frunció el ceño— ¿Quién te dijo eso?— Preguntó— Que no me salude no significa que se haya acabado.
—¿A no?— Cuestionó Ryouma burlón— ¿Y puedes demostrarlo?
¿Demostrarlo?
Kiriha dirigió su mirada hacia la castaña, la última vez no habían quedado en buenos términos debido aquella discusión que habían tenido. Pero era un detalle, esa chica estaba enojada, pero él podía lidiar con eso, incluso pasar a más.
—Claro que puedo.— Fue lo único que dijo antes de comenzar a caminar en dirección a la castaña.
Ryouma simplemente observó atento esto.
—Hey, Nene.— El rubio llamó a la chica que se encontraba revisando su móvil, pero está pareció no escucharlo, ya que no se inmutó por alzar la mirada y continuó viendo (nadie sabe qué cosa)— Oye— El rubio se acercó a ella y tomó su móvil.
Nene alzó la mirada enojada— ¡Hey! Regresame mi móvil.
—No, hasta que me respondas.
—No quiero hablar contigo.
—¿Sigues enojada?— Preguntó el rubio.
—¿Por qué no lo estaría?— Habló la castaña— Simplemente has logrado que me enoje con tus comentarios.
Kiriha rodó los ojos— Simplemente fue un juego, una broma, no debes enojarte.
—Bueno, a mi no me gustó.— Respondió Nene antes de alejarse.
Kiriha la tomó del brazo—¡Hey! ¿Dónde vas?
Nene alzó una ceja.
—¿Qué tal si arreglamos las cosas?
—¿Arreglar las cosas?— Preguntó la castaña— ¿Para qué?
—¿Qué no es obvio?— Kiriha se acercó a ella— Para que nos sigamos divirtiendo.
Nene rió— Pensé que no querías seguir con ese tipo de diversión, porque te hacía sentir plato de segunda mesa.
Si, lo había hecho sentir, sin embargo eso no significaba que no quisiera seguir divirtiéndose.
—Eso fue algo leve.— Habló el rubio, ahora lo único que quería era acostarse con ella— Yo sé que no soy de segunda mesa.
—¿A no?— Nene rió— Que rápido cambias de opinión ¿e?—Pasó su dedo índice por sus labios y luego se alejó— Lo siento, pero no tengo interés de seguir hablando contigo.
—Antes no decías eso.— Musitó el oji-azul antes de tomarla por la cintura y nuevamente acercarla hacia él— En esa noche.
Aún recordaba cuando esa chica estaba debajo suyo completamente desnuda gimiendo su nombre.
—Lo que ocurrió esa noche fue de una sola vez.— Respondió Nene— No se volverá a repetir.
—¿No?— Preguntó Kiriha— ¿Por qué? Pensé que te había gustado.
—¿Gustar?— Nene alzó una ceja, pues si le había encantado, pero no lo admitiría— Prefiero omitir comentarios.
Kiriha alzó una ceja sorprendido.
¿Acaso no le había gustado?
No, eso jamás le había ocurrido, todas las chicas aman estar de esa forma con él.
—Mejor centrate en tu banda, mira que no tengo tiempo para perder contigo.
—¿Perder?— Cuestionó Kiriha— Ninguna chica pierde su tiempo, al contrario, conmigo todas ganan.
—¡Vaya! Tu ego es grande.
—Tú lo alimentaste ¿no?— Habló el rubio.
—¿Qué alimenté?— Preguntó Nene— Solo te dije que eras buen guitarrista y tenías buena música, nada más. Si eso es alimentar el ego entonces mejor ni quiero imaginar que provocan tus demás fans cuando hacen sus comentarios.
Kiriha alzó una ceja— ¿Me consideras guapo?
—Igual que todas.— Respondió Nene— No eres feo, pero no eres lo suficiente para mí.
—¿Y tú crees que tú lo eres para mí?
—No lo sé, pero que estés aquí rogándole que continúe hablando contigo me hace pensar en que enserio crees que sí.
Kiriha alzó una ceja— No te estoy rogando.
—Eso parece.— Contestó la castaña.
Kiriha hizo una mueca ante esto— Jamás he hecho eso antes ¿crees que lo haría contigo?
—Si no fuera así, no estarías aquí.
No, no y no, él no le estaba rogando.
Nene simplemente sonrió y volteo— Adiós, Aonuma.— Fue lo único que dijo antes de irse.
Y Ryouma no pudo evitar burlarse de su amigo.
Primero Damar y ahora Nene.
Esto si estaba siendo molesto.
Kouji y Damar se separaron por falta de aire.
—Me alegra que te gustara mi canción.— Musitó la castaña, hace mucho no cantaba frente a alguien que no fuera de su familia y la verdad era que no tenía planeado hacerlo otra vez (Salvo, que ese chico se lo volviera a pedir)
—¿Cómo no me iba a gustar?— Respondió el Minamoto, todo lo que venía de ella le gustaba. Además, esa chica cantaba excelente, tenía el mismo talento musical de su madre y su hermana.
Era una pena que no lo hiciera profesionalmente.
—Sé que no es mucho, pero espero poder agradecerte con esto, ya que el otro día me dijiste que te gustaría escucharme cantar y...
—¡Hey!— Posó sus manos en sus hombros— Dices que no es mucho, pero para mi es demasiado, ya te dije que no es necesario que me agradezcas.
—Debo hacerlo, cada día te doy más y más problemas.
Kouji rodó los ojos ¿cuantas veces le tendría que repetir que no era un problema para él?
—Y ahora te voy a dar otro más.— Musitó— Bueno, no es tanto como problema, pero es un favor.
—¿Un favor?
—Si, pero no es para mi.— Respondió Damar— Es para mi hermana, Mimi me pidió que te dijera, si era posible, que nos dieras el contacto de Satomi.
—¿Con Satomi?
Damar asintió— Si.— Respondió— Mimi quiere asesoramiento jurídico, por el tema de Natsumi, ya te comenté que, últimamente han estado tensas con su madre adoptiva, y ahora se suma todo este tema de los Ishida, quiere saber que debe hace y como, Satomi es abogada.— Evitó decir, la mejor de la ciudad— Quiere...
Kouji alzó una ceja— Asesorarse con ella.
—Exacto.— Contestó la castaña— Sabemos que ella es una mujer con una agenda bastante ocupada.
—Bastante.— Respondió el Minamoto— Pero, si yo se lo pido, Satomi se hará un tiempo para ustedes.
—¿Enserio?
Kouji asintió— Si.
—Gracias, pero no quiero involucrarte en esto.— Habló la castaña— Ya te he dado muchos problemas.
—¡Hey!— Exclamó el Minamoto— ¿Crees que esto lo tomaré como un simple favor?
Damar alzó una ceja sorprendida— ¿A qué te refieres con eso?
—A que quiero que me des algo a cambio.— Respondió Kouji bastante serio.
Damar ladeó levemente la cabeza sorprendida y confundida— ¿Qué cosa quieres a cambio?— Preguntó.
—Es algo simple.
—¿Qué?
El Minamoto se acercó a la chica, sin quitar la seriedad de su rostro— Tu sabes que es lo que quiero.
—¿Qué cosa?— Preguntó Damar— ¿Dinero?
Kouji negó— No es eso.— Respondió.
—Entonces ¿qué es?
—Fácil.— Contestó el Minamoto—Que admitas, que te siguen pasando cosas conmigo.
Semanas anteriores, ella se vivía riendo de él por su declaración, sacandole en cara aquello como si fuera su debilidad. Y cuando le preguntaba a ella, jamás lo admitía. Pero si quería escucharlo de su boca.
—¿Cómo?— La castaña preguntó sorprendida.
—Anteriormente me hacias admitirlo y te burlabas, ahora quiero escucharlo de tu boca.— Contestó el Minamoto.
Damar negó levemente—Ya lo sabes.
—No, no lo sé, quiero escucharlo.— Habló el Minamoto.
Damar suspiró, sabía que el Minamoto quería vengarse por esos juegos que tenían, pero no lo haría— No, no lo diré.
—¿No?
—No.— Respondió la castaña— Mi orgullo no me lo permite, no soy como tú.
—¿Perdón?— Kouji alzó una ceja sorprendido de aquella declaración.
—Lo que escuchaste, una cosa es que tú hayas caído a mis pies y que lo hayas admitido, pero que yo lo diga en palabras es imposible.
¿Era broma?
—Porque con mis hechos...—Damar se acercó a él, se abrazó a su cuello— Ya sabes que es cierto.— Fue lo único que dijo antes de unir sus labios en beso.
Se unieron nuevamente en un beso bastane apasionado, donde sus lenguas recorrían la boca del otro.
Koichi abrió con dificultad sus ojos, estaba exhausto. Luchó por unos minutos consigo mismo para evitar seguir durmiendo, rodó sobre sí, con sus ojos entreabiertos recorrió la habitación y...
¡Un minuto!
Abrió sus ojos de golpe y observó la ventana.
¡Ya había oscurecido!
Se incorporó rápidamente sobre su cama y observó su móvil.
¡Oh no!
Eran las 20 hrs ¡La sala de computación cerraría en media hora!
Se levantó de su cama y no pudo evitar sentir un mareo, su cabeza la sentía pesada. Había sido mala idea posar su cabeza sobre la almoada mientras leía su libro, sus ojos se habían cerrado y ni cuenta se dió. No era para menos, era época de exámenes.
Salió de su habitación en dirección a la sala y observó un sofá en donde se encontraba su carpeta bajó una mochila y una chaqueta escarlata. Las reconoció al instante, eran de Takuya. Sin esperar, tomó su maletín, pero no fue consciente de que tenía papeles sueltos que cayeron, y sin querer pasó a jalar la mochila, que estaba abierta, producto de esto los libros del moreno y unos papeles se mezclaron con los apuntes de Koichi.
¡Rayos!
Pensó el oji-azul, rápidamente se arrodilló para levantar su cosas y las de su amigo.
Hizo una mueca.
¿Cuál era cuál?
Había un sobre que tenía su apellido, Kimura, unos papeles de gráficos.
¡No tenía tiempo para ordenar!
Luego se encargaría de regresarle sus cosas a su excuñado ¡Ahora debía correr! Así que guardó todo en su carpeta y se levantó, justo en el segundo que la puerta de la habitación de Takuya se abrió y este apareció.
—Hey, hola Koichi.
—Ho-Hola Takuya.— Respondió el Kimura mientras guardaba de manera apresurada sus cosas en su maletín. Cuando todo estuvo listo, volteo hacia el perchero y jaló una chaqueta.
El moreno alzó una ceja al notar que la chaqueta era de Kouji, pero pareció que al Kimura no le importó, ya que la acomodó sin más— ¿Dónde vas tan a prisa?
—Me quedé dormido mientras estudiaba.— Habló Koichi alterado— La hora se me pasó ¡La sala de computación va a cerrar y necesito sacarle copias a unos apuntes que le pedí a un compañero!
—No es para menos, llevas días durmiendo poco.
—Es época de exámenes, no tengo tiempo para descansar.— Respondió el Kimura antes de abrir la puerta principal— Luego nos vemos.
—Bueno, luego nos vemos.— Contestó el castaño y el Kimura desapreció de sus ojos.
Takuya negó levemente, en verdad admiraba a ese chico por la pasión que le colocaba a sus estudios, todo lo contrario a él, que apenas pasaba las materias.
Era una pena que su hermana menor hubiera despreciado tan buen partido y que ahora estuviera interesada en Kouji.
Movió la cabeza, no le gustó recordar eso.
Fue así como el Takuya se acercó al sofá y tomó su mochila.
¡Rayos!
¡El sobre no estaba ahí!
No, eso no podía ser verdad, volvió a revisar su mochila, pero no estaba.
Hizo una mueca, juraría no haberlo sacado de su mochila, tal vez estaba en su habitación, debería revisar.
¡Toc, toc!
El sonido de la puerta llamó su atención.
¿Quién sería?
Takuya dejó su mochila en el sofá y caminó en dirección a la puerta, la abrió encontrándose con su hermana melliza.
—¿Mimi?
—Hola Takuya.— Respondió la oji-miel totalmente agitada, tenía los ojos lloross, debido al llanto de impotencia que había tenido en esos minutos, estaba completamente enojada, más que triste, airada.
—¿Por qué estás así?
Mimi simplemente suspiró— Estoy cansada Takuya.
—¿Cansada? ¿De qué?
—De la amenazas, de que nos critiquen, la verdad salió a la luz hace unos días y siento como si lo hubieran sabido hace mucho, estos días se han hecho eterno y parece que no va a acabar.— Habló Mimi— Estoy cansada.— Llegó sus manos hacia su rostro.
Era de esperar.
Pensó Takuya.
Después de todo, él también se sentía mal luego de todo lo que había ocurrido -Y no era el protagonista directo- No quería imaginarse lo que sentía su hermana, ya que era mucho peor, todo esto se centraba en ella, porque todos estaban involucrado con SU hija.
—¿Sabes? Recién hablé con Nanami.— Habló Mimi y alzó la mirada— Y me dijo que Izumi le comentó que tienen planeado cambiarse de Internado.
El moreno alzó una ceja— ¿Cambiarse de internado?
—Si.— Respondió la Tachikawa— Y no solo ella, si no que con sus hermanos ¿Por qué? Porque no quieren estar cerca de nosotros.
Ya se esperaba que algo así ocurriese algo así.
—Quieren irse a Francia.
—¿A Francia?— Preguntó el castaño sorprendido, eso no lo ubiese esperado, si se hubiera imaginado que a otro Internado en el país o ciudad, pero no en otro país. Los Ishida siempre habían odiado el lugar donde su madre se había criado.
—Si.— Respondió Mimi.
—Eso no puede ser, ellos siempre odiaron, incluso ir a vacacionar allá.
—Créelo, nosotros somos peores que estar allá.— Habló la Tachikawa—Y no es solo eso lo que sé.
Takuya alzó una ceja.
—Nanami me dijo que Natsuko quiere poner una demanda en mi contra y quitarme a Natsumi.
—¿Qué?— Preguntó el moreno— ¿Te quiere quitar a Nat?
Mimi asintió.
—Pe-pero...—Takuya tragó saliva— No puede, claro que no ¿Yamato lo permitiría?
—Me gustaría pensar que no, pero si fue capaz de hacerle eso a Jun con su supuesto hijo ¿por qué a mi no?
¡Rayos!
—Mimi, no creo que...
—¡Si! Yo tampoco quería creerlo, pero así es y no me sorprendería.— Grito Mimi levantose del sofá— ¡Yo cometí un error! Y Yamato está enojado, no me extrañaría que ahora me viera peor que a Jun.— Habló— Ya nada me respalda, tengo todo encima y por alguna razón siento que es solo el principio, tengo la sensación de que se vienen cosas peores y no sé si...—Unas lágrimas aparecieron en su rostro— Si seré capaz de lidiar con todo esto.— Dijo antes de caer sobre el sofá y cubrió con sus manos su rostro.
Takuya hizo una mueca ante esto, su hermana evidentemente no podía más, y ahora finalmente estaba explotando, no podía más y no la culpaba. Él también estaba cansado de todo eso.
Se acercó a ella y posó una mano en su nombre.
Mimi alzó la mirada— Takuya, lo siento, y-yo n-no...—Tragó saliva— No quería gritarte.
—No te preocupes sis, no te preocupes.— Takuya abrazó a su hermana. La oji-miel cerró los ojos y se refugió en los brazos de su hermano mellizo.
—Rika ¿qué haces aquí? Habíamos acordado en que yo te iba a ir a buscar.— Habló Takato.
—Si, lo sé.— Respondió la pelirroja, sin embargo no había soportado esperar— Pero hubo un cambio de planes, necesito hablar seriamente contigo.
El castaño alzó una ceja— ¿Conmigo?— Preguntó— ¿De qué?
Rika se mordió el labio inferior, no estaba segura de esto, pero debía hacerlo. No quería que Ryo le arruinase esta felicidad que sentía al estar con Takato—Hoy, hablé con Takeru y...—Sacó la carpeta de su espalda y Takato no pudo evitar sentirse impresionado— Me dijo que el otro día encontró esto, que es tuyo.
¡Rayos! ¡Rayos! ¡Rayos!
Pensó Takato, totalmente alarmado.
—Rika yo...—Intentó hablar el castaño.
—No, Takato.— La pelirroja lo interrumpió— No es necesario que me des explicaciones.
¿No?
El castaño alzó una ceja sorprendido.
Rika suspiró, ya sabía todo lo que había ocurrido, no necesitaba que Takato le diera explicaciones, si no que supiera a que se estaba enfrentado. Además, si le pedía explicaciones al castaño, probablemente él también le pediría de vuelta, y para ser sincera, no estaba de ánimos para hablar de esa noche. Todo ahora iba bien en su vida, no quería echarlo a perder por culpa del Akiyama—Sé que fue Ryo el que te mostró todo esto, debí imaginarlo, pero no es lo que crees yo...
—¿Ryo?— Preguntó Takato— ¿Por qué me mostraría toda esto él?
—Porque...—La pelirroja bajó la mirada y tragó saliva— Él quiere que te alejes de mi y sabe cual es mi talón de Aquiles.
—¿Talón de Aquiles?
—Si.— Respondió Rika— Mira, yo...—Suspiró— Sé que debes tener miles de preguntas y dudas, pero créeme, en algún momento te explicaré todo lo que viste en esa carpeta.
—¿Y por qué no me explicas ahora?
—Porque...—La pelirroja suspiró— Es un tema complicado.— Bajó la mirada levemente— Pero en algún momento te lo contaré.
—¿No confias en mi?
—No.— Alzó la mirada— No es eso, es simplemente que para entender todo lo que hay ahí, hay que saber otras cosas más.
—¿Crees que podría reaccionar mal?
—Puede ser.— Musitó Rika— Pero, lo digo de verdad, en algún momento te explicaré todo. Por el momento solo quiero que, por favor, ignores todo lo que te pueda decir Ryo, él simplemente quiere alejarte de mi.
—¿Por qué?— Preguntó castaño.
—Porque está celoso.— Habló Rika— Él es egoista, malo, sin sentimientos, simplemente me ha decepcionado. Todo lo contrario a ti.— Musitó— Ya que, desde que te conozco todo ha sido bien, feliz y alegra.— Sonrió— Tu nunca me decepcionarías, ni me dejarías sola. Ya que no eres egoista, ni mentiroso.
Takato tragó saliva ante esto un tanto inquieto ante la última palabra.
"Mentiroso"
No iba a hacer comentarios, sin embargo él no podía evitar pensar en que él no era sincero del todo, como lo calificaba Rika.
—Por eso, me...—La pelirroja se ruborizó— Me gustas mucho.— Dijo antes de posar un rápido beso en sus labios.
Sin embargo, Takato se quedó paralizado ante todo lo que había dicho la pelirroja, si analizaba todo, no podía evitar sentirse culpable.
Tal vez, en ese lugar había algo más oscuro que su mentira, pero lo que ocurría entre esa chica y él era todo lo contrario -O al menos, eso creía- No quería herirla, pero no tenía opción. Ya estaba demasiado involucrado en esto, no podía dejarlo a medias...
Por su familia.
~Días atrás~
Takato alzó su mirada y con ella recorrió aquella oficina donde se encontró. No pudo evitar sentir nerviosismo ante el gran logo que había en la pared "DEA"
Suspiró.
¿Por qué estaba aquí?
Observó a su mamá y al hombre rubio, evidentemente estadounidense por su forma de hablar.
—Sabemos que usted conoce la verdad y que está becado en ese lugar.— Habló el hombre rubio.
Si, si la sabía.
Tragó saliva.
—Su tía, lamentablemente, fue victima de una injusticia.— Comentó el agente—Que implico su caída a la cárcel y su muerte sospechosa.
—Si, agente, mi hijo ya está al tanto de todo.— Respondió Mie Matsuki.
—Lo estoy, pero...—Takato habló nervioso— ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué tiene que ver ese tema conmigo?
—Porque, como dije al principio, usted está becado en ese lugar.— Habló el agente Anderson— Usted vive allá y está rodeado de todas aquellas personas que influyeron en el asesinato de su tía.
—¿Se refiere a los funcionarios?— Preguntó el castaño— Porque, la verdad es que no me relaciono mucho con los empleados de ese lugar.— Generalmente estaba con sus amigos y Rika.
—No.— Contestó el hombre— La responsabilidad no es solo de ellos.
¿Cómo?
—Su madre ya le menciono que hubieron declaraciones falsas en el juicio.— Habló el hombre y le extendió una carpeta.
Takato la observó "Expediente, caso 03-04"
Alzó una ceja, la tomó entre sus manos y la abrió.
—Y no fueron solo de los adultos, si no que, también fueron de alumnos que habitan allí.— Continuo hablando el agente.
¿Qué?
Takato alzó una ceja y observó el expediente, habían algunas declaraciones en códigos y otras con nombre.
—La injusticia que sufrió su tía se debió a la muerte de un adolescente, quién tuvo una sobredosis de sustancias.— Habló el hombre— Y producto de aquello, la señora Ishikawa, quién era la cocinera fue culpada y también, la antigua directora. Sin embargo...—Hizo una pausa— La única que sufrió las consecuencias fue su tía ¿y sabe por qué?
El castaño hizo una mueca— ¿Por qué?
—Porque ella tenía información valiosa para los accionistas de ese lugar.— Habló el hombre— Información que la directora también manejaba y que usó a su favor.
—¿Información? ¿Qué información?
—Relacionada con cifras infladas.— Respondió el rubio— A raíz del narcotráfico de los padres.
¡Rayos!
Sabía que había narcotráfico, pero solo en los alumnos.
—¿No le resulta extraño que ese Internado genere dinero?
—Pensé que estaba unido a los ingresos y resultados de las instituciones a su alrededor, por los convenios con la preparatoria, secundaria y demás.
—Si, tiene convenio, pero son instituciones independientes.— Comentó el hombre— Tuvieron fundadores comúnes, sin embargo su economía es independiente de la otra.— Habló— Aún así, le hacen creer al público que todo se debe a su convenio.
Observó atentamente los datos, habían algunos registros de dinero.
—¿Y por qué me dice todo esto?
—Porque necesitamos su ayuda.
—¿Mi ayuda?
—Necesitamos que busque información para nosotros.— Respondió el agente.
—¿Qué?— Preguntó— ¿Quiere que sea su espía?
El hombre hizo una mueca— No quería decirlo así, pero en cierta medida, sí.— Contestó.
Takato lo observó sorprendido.
—Hay muchas cosas en ese lugr que necesitamos averiguar.— Habló el agente— Ya tenemos una persona adentro, tomando notas, que se relaciona con los funcionarios, sin embargo necesitamos a alguien que se relacione con los alumnos y pueda informarnos sobre ellos.
—Pe-pero...—No pudo evitar balbucear, encontraba que era algo ariesgado y sin sentido— ¿Por qué yo?
—Porque ya conoce todo.— Habló el hombre— Y observé su expediente, usted es inteligente, tiene buena referencias, fácilmente puede ayudarnos, ya que necesitamos alguien así.
Si, pero esto que le pedía era bastante ariesgado.
—Mi hermana fue una víctima.— Su madre llamó su atención— Y si, no hacemos algo, muchas otras personas más lo serán.
—Madre, entiendo, pero si mi tía corrió riesgo, yo también al querer buscar más.
—No debe preocuparse por eso.— Declaró el hombre— Si firma con nosotros, nos encargaremos de su protección, nada malo le sucederá y nada, afectará su expediente, todo será en favor de usted.
Le aliviaba escuchar, mas, sentía que si lo hacia, sería ir demasiado lejos. Porque tendría que involucrar a sus amigos en la investigación, cosa que no quería, sobretodo por Rika.
—Hijo, no quería involucrarte en esto, pero no tuve opción.— Musitó Mie— Yo...—Tragó saliva— No puedo dejar que la muerte de mi hermana quedé sin justicia.
Takato se mordió el labio inferior, la mirada suplicante de su madre no era algo que pudiese dejar pasar. Ella sufrió mucho con la muerte de su hermana, él fue testigo de aquello, él también sufrió por ella, sin embargo, para su madre fue peor y ahora que sabía todo esto, entendía la razón.
Suspiró.
—Está bien madre, los ayudaré.
~Actualidad~
—Bastante tarde llegaste, Koichi Kimura.— Musitó Miyako— La sala de computación cerró hace más de diez minutos.
—Lo siento, Miyako, de verdad, no quería llegar tarde, pero me quedé dormido.— Respondió el Kimura— En verdad necesito sacar copias.
—Eso no es propio de ti.— Comentó la peli-lila— Lo siento Koichi, pero ya está cerrada y lamentablemente, no tengo las llaves. Ya que, el señor Yamaki era quién me las confiaba, pero ya que se fue, ahora las tiene la directora Rumiko, y ya sabes cocmo es de exigente.
Koichi frunció el ceño.
¡Rayos!
—Entonces ¿qué voy a hacer? Necesito estos apuntes para mañana, son de un compañero y prometí devolverselo.
—Mañana la sala de computación abre a las ocho, podrías llegar unos minutos tarde a tu clase de Química.
—No puedo, tengo laboratorio.— Respondió Koichi— Y no nos dejan entrar si no somos puntuales.
Miyako hizo una mueca— Comprendo ¿y más tarde?
—Mi compañero necesita los apuntes para la clase siguiente de Anatomía, tenemos un taller que vale el cinco porciento de la nota y es con apunte en mano, por eso los necesito.
¡Rayos!
Estudiar medicina no sonaba agradable.
—Bueno, si quieres, podrías entregarme los apuntes a los que les quieres sacar copia y te los llevo apenas los tenga listo a la Universidad.
—¿Enserio harías eso?
—Pues claro, no tengo problemas.
—Muchas gracias Miyako.
—No me agradezca y pasame los apuntes, quiero ir a cenar.— Respondió la pelilila.
Fue así como el Kimura sacó de su maletín sus hojas— Son todas estas.
Miyako alzó una ceja— ¿Tantas?
Koichi hizo una mueca— Lo siento, pero no son todas, sin querer me confundí con unos papeles de Takuya.— Habló el Kimura.
—¿Cómo es eso posible? Tú eres ordenado.
—Últimamente ni yo me reconozco.— Koichi suspiró, estaba más pendiente en otras cosas, que en sus estudios— Tengo muchas cosas que estudiar, mañana debo entregar un informe en base a un libro que aún no termino, también debo estudiar algunas cosas para el laboratorio de mañana y...
—Comprendo, comprendo.— Miyako suspiró, ese chico en verdad estaba estresado, con todo lo que había mencionado parecía ser que sus ojos iban a explotar de estrés— Bueno, si quieres yo me doy el tiempo que separarlas.
—¿Enserio?
La peli-lila asintió— Pero me debes un helado.
—Con gusto te lo doy.
Koichi sonrió— Muchas gracias.
Mimi respiró profundo mientras su hermano acariciaba su cabello. No sabía cuanto tiempo llevaban así, lo único que sabía era que, aquel abrazo había logrado darle la paz y tranquilidad. Se sentía bien entre los brazos de su hermano.
—¿Te sientes mejor?— Preguntó el moreno.
—Si.— Respondió la oji-miel y alzó levemente su rostro— Mucho mejor.
El moreno sonrió— Me alegra escuchar eso.— Contestó— No me gusta verte llorar hermanita.
Si, lo sabía.
—Porque se te corre el maquillaje y luces como Anabell.— Musitó Takuya.
¿Qué?
Mimi alzó las cejas, sin saber si debía reír o enfadarse por el comentario— ¡Hey!— Exclamó, llevó sus manos a su rostro— No me ofendas.— Finalmente optó por reír.
—No te ofendo, simplemente es un comentario.
Mimi negó con la cabeza y rodó los ojos— Yo me veo bien como sea.— Respondió— Soy perfecta y bella de pies a cabeza, aún con el maquillaje escurrido.
Takuya simplemento rió ante esto, con ese autoestima, no sabía porque rayos seguía sufriendo por Yamato. Si, sabía que lo quería y era el padre de su hija, pero en Estados Unidos miles de chicos darían todo por estar con ella.
—En otro momento te hubiera dicho que no, pero ahora te diré que si.— Respondió para subirle el ánimo.
Mimi sonrió.
—Bueno, ahora que estás más calmada, no puedo evitar decirlo.— Habló Takuya— No podemos dejar que Yamato y su familia te alejen de Natsumi.
—Lo sé.— La oji-miel bajó la mirada.
—Damar me comentó que tú habías decidido hablar con una abogada.
—Si, eso tengo planeado.
—¿Cuando lo harás?
—Yo no lo haré, lo hará Damar.
—¿A sí?— Preguntó Takuya— Llamemosla para preguntarle como le fue...
—No quiero molestar a Damar, ella está con Kouji y...
—Espera.— Takuya la detuvo— ¿Qué? ¿Está con Kouji?
¡Rayos!
Pensó la oji-miel al darse cuenta que al parecer su hermano no tenía ni idea de eso.
—¿Por qué?— Preguntó— ¿Dónde? ¿Con quién más? ¿A solas? ¿Por qué no me dijo?
—¿E?— Balbuceo la chica y suspiró, no quería una escena de celos por parte de su hermano— Takuya, dónde se encuentren o si están a solas no es nuestro problema.
—¿No?— Cuestionó el moreno— ¡Claro que sí! Es nuestra hermana menor, debemos preocuparnos por ella.
—Si está con Kouji, no corre peligro.
—¡Claro que sí!— No quería imaginarse que podía hacerle a su pequeña hermana, con ese físico que había adquirido a lo largo de los años.
—Ya viste que no, él la ayudó la semana pasada cuando se encontraba.
Mimi no lo estaba entendiendo al parecer.
Takuya suspiró— Bueno, ya estuvieron demasiado tiempo juntos.— Respondió— ¡Esto es el colmo! Dime ¿dónde están?
Debía proteger a su hermana.
—No te diré.— Respondió la oji-miel—Dime ¿quieres volver a tener problemas con ella?
—Pues...—Takuya se detuvo ante esto ¿Quería volver a tener problemas con su hermana? La verdad era que no, luego de los últimos acontecimientos debían mantenerse unidos, principalmente ellos para apoyar a Mimi y defender a su sobrina—No, no quiero tener problemas con ella.
—¿Entonces?
Suspiró.
Tal vez no era momento para ser hermano celoso (Aunque, ganas no le faltaban, tendría que ser sigiloso y vigilar a su hermana)
—Bueno, volviendo al tema principal, Damar va a hablar con Kouji para ver si Satomi nos puede ayudar con esto.
Satomi Minamoto era de las mejores abogadas de la ciudad, si ella los ayudaba podrían contar con una gran ventaja frente a los Ishida y frente a Alice.
—Ya que mencionas a una abogada, yo tengo que decirte otra cosa.
—¿Qué cosa?
El moreno tragó saliva, esto no le gustaría a su hermana, pero no lo iba a ocultar—Hablé con el Contador.
—¿Así?— Preguntó Mimi— ¿Y qué ocurrió? ¿Tienes buenas noticias?
—Lamentablemente no.— El moreno bajó la mirada— No ha tenido éxito con la herencia de nuestra madre.
—¿Cómo?— La castaña preguntó.
—Lo que dije, no ha tenido éxito.
—Pero ¿en qué sentido?
—En el sentido de que está congelada, no puede hacer ningún movimiento mientras no tenga un papel fundamental, que debe ir a reclamar a un notario aquí, pero necesitará la firma de nuestro padre.— Suspiró el moreno— En pocas palabras, estamos muy lejos de conseguir acceder a ella.
¡No! Pensó Mimi ¿Por qué todo estaba saliendo tan mal? Ahorra más que nunca necesitaban ingresos mayores, lo que le daba su padre no era lo suficiente para cuidar a su hija. Además, no sabía si podría contar para siempre con esa mesada. Su padre en cualquier momento se iba a enterar de la verdad y de seguro le quitaría todo.
Yamato caminó en dirección a su departamento completamente...
¿Cansado? ¿Derrotado? ¿Aproblemado?
Suspiró.
Ya ni sabía como describir como se sentía, por su mente se repetían mil y un veces los últimos acontecimientos, de un momento a otro su vida había cambiado y poco a poco todo lo que era se comenzaba a derrumbar.
Y no lo decía solo por el tema de su hija, si no por todo lo que ocurría a su alrededor, con la banda, sus amigos, sus hermanos. En resumen, todo lo que para él siempre fue prioridad.
—Hermano.— Escuchó una voz que lo llamaba.
Yamato alzó la mirada y se encontró con su hermano menor— ¿Takeru?
—Hola.— Lo saludó— ¿Qué haces aquí?
—Voy en dirección a mi departamento.
Takeru alzó una ceja— ¿Aquí?— Preguntó— Creo que te equivocaste de piso, este es el cuarto y el tuyo está en el quinto.
¿Qué?
Alzó la mirada.
¡Rayos!
—Pero que bueno que te encuenetro, necesito hablar contigo.
—¿Conmigo?— Preguntó Yamato— ¿De qué?
—De los últimos acontecimientos.
El mayor hizo una mueca— Takeru, no estoy de humor para hablar de eso.
—Eso lo sé, pero no puedo evitarlo, últimamente he pensado mucho las cosas.— Habló el menor—Séque tú eres el padre de la niña, a ti principalmente afectó el engaño y eres mi hermano, no puedo evitar preocuparme por esta situación.
Yamato suspiró— ¿A qué quieres llegar con eso?— Preguntó directamente, no estaba de ánimos.
—Pues...—El menor aclaró su gargante— Como te dije, he pensado mucho las cosas y tal vez…—Takeru suspiró— No sé, luego de analizar todo con los Tachikawa creo que, tal vez y solo tal vez, hemos hecho demasiados prejuicios contra todo.
¿Prejuicios?
—¿A qué te refieres.— Preguntó el mayor.
—A la forma en que interpretamos las cosas.— Respondió Takeru.
Yamato lo observó confundido— ¿E? Tk ¿Puedes explicar mejor? No te estoy entendiendo.
—Es que me refiero a...—Takeru dudó unos segundos en decirlo, pero finalmente respiró profundo—¿Enserio no quieres escuchar a Mimi? — Preguntó el menor.
El mayor se sorprendió ante esto.
—Tal vez…—Suspiró— Y solo tal vez, tenga alguna explicación con respecto a esta situación.
Luego de haber actuado de mala forma con los hermanos de Mimi y haber discutido con Hikari no puedo evitar hacerse miles de cuestionamientos.
—¿Te vas a poner de su lado?
—No, Yamato, no es eso.— Respondió Takeru— Pero, dime ¿te sientes cómodo con esta situación?— Preguntó— Estando enojado y alejado de la chica que amas.
No, claro que no, pero no podía evitarlo.
—Las cosas son más dificiles de las que parecen Takeru.
—Lo sé, no digo que no lo sean.— Respondió el rubio— Pero, al menos deberías tratar hablar con Mimi y ver como en realidad fueron las cosas.
Era lo que muchas veces había pensado, pero su orgullo no se lo permitía, estaba demasiado herido como para hacerlo.
—Takeru, no puedo.
—¿Por qué no?
—Porque no confió en ella.
—Pues deberías hacerlo, al menos, en honor a lo que sientes o sentías alguna vez por ella.— Respondió el rubio.
Yamato se mordió el labio inferior y guardó silencio, no se había analizar ese lado de la moneda, pero no era para menos, todo esto era doloroso.
—Al menos buscar una explicación sería bueno.— Habló Takeru—Si tu no puedes, yo podría hacerlo, si quieres voy a hablar con Mimi entonces, dame autorización para yo hablar con ella. — Ofreció el menor.
—No, Takeru…—Yamato hizo una mueca— No quiero involucrarte en esto. —Su hermano era demasiado pequeño y este era un tema de "adultos" Como había dicho, Alice, la madre adoptiva de su hija.
—¿Por qué? — Preguntó Tk— Yo podría hacerlo, además si me involucra, Natsumi también es mi sobrina.
—Sí, pero Takeru las cosas están demasiado tensas y complicadas, tú apenas eres un adolescente, además no mereces estar involucrado en mis problemas. — Respondió Yamato.
Takeru hizo una mueca— ¿E Izumi?
—A ella menos. — Contestó el mayor— Tampoco lo ha pasado bien por todo esto.
El menor suspiró— Entiendo, pero si no dejas hablar a mí, ni a Izumi, no sé como lograrás arreglar las cosas. Dime ¿enserio quieres que las cosas continúen mal con los Tachikawa?
Yamato repasó esas palabras en su cabeza, la verdad era que por la euforia e ira de saber que había sido engañado, hizo muchas cosas sin pensar, discutir, gritar y casi se agarró a los golpes con Takuya. Pero, si analizaba las palabras de su hermano menor.
¿Enserio quería que las cosas continuaran así con los Tachikawa?
Ellos habían sido parte de su vida, él de las suyas, incluso había pasado más tiempo de su vida con ellos que con sus propios padres debido al Internado. Mimi siempre fue la chica que quiso, desde el primer minuto en que la había conocido quedó encantado con ella. Luego estaba Takuya, uno de sus mejores amigos, a pesar de ser diferentes, siempre habían tenido una amistad sana y de confianza, muchas veces se habían cubierto las espaldas cuando se involucraban en problemas. Cuando sus padres, hace años atrás, tuvieron una crisis matrimonial (visible) y se separaron por un tiempo, Takuya los había ayudado a Takeru, Izumi y él en su relación de hermanos, ya que tristemente se vio afectada debido a que Natsuko se había llevado a los menores a Francia por unos meses, y él se quedó con su padre.
A esto se le sumaba que, a pesar de lo celoso que era el Tachikawa, le confió a su hermana cuando supo que sus sentimientos por ella eran sinceros, él también le había confiado a su propia hermana para que estuviese con él.
Esas apenas eran un 2% de todo lo que habían vivido desde el día en que había conocido a los Tachikawa ¿Enserio iba a dejar que todo lo que habían vivido se fuera por la borda?
~A la mañana siguiente~
Takuya bostezó antes de ingresar al gimnasio.
Era extremadamente temprano, el Sol había salido hace muy poco tiempo, en esos momentos todo en el internado era paz y tranquilidad. Algo que no le sorprendía, pocos eran los que disfrutaban hacer ejercicio a tan temprana hora de la mañana, por eso el aprovechaba cada vez que podía venir a esta hora.
La noche que pasó literalmente había sido de muerte, pesadilla, tras pesadilla, necesitaba hacer algo para votar tensiones y eso era lo que haría.
Nuevamente bostezó y luego recorrió el lugar con su vista, gran fue su sorpresa al ver que a lo lejos había una castaña que él conocía.
Hikari Yagami.
Takuya alzó una ceja sorprendido al ver a la Yagami a tan temprana hora de la mañana en aquel gimnasio. Era muy inusual ver a alguien a esas horas (Por eso él ocupaba ese horario) Mucho menos a una chica.
Fue así como caminó hacia ella.
—¿Hikari?— Pronunció su nombre y la chica se percató de su presencia, ya que alzó la mirada.
—Takuya.— Musitó Hikari— Hola.
—Hola.— Respondió Takuya— ¿Cómo estás?
—Bien, aquí haciendo deporte.
—Si, ya veo.— Contestó el castaño— Me sorprende verte aquí, sobretodo a estas horas.
—S-si, bueno...—Dejó la mancuerna en el suelo— Necesitaba ejercitar el cuerpo, mover todo, para...—Suspiró— Votar malas vibras.
Malas vibras.
¡Vaya! Al parecer no era el único que pensaba hacer ejercicio para olvidar todo lo malo que le estaba ocurriendo.
—¿Y tú? ¿También vienes hacer deporte?
Takuya asintió—Si, también vine a hacer un poco de deporte.—Suspiró— Para votar malas vibras luego de todo lo que ha ocurrido en estos días.
Hikari hizo una mueca ante esto, ya sabía a que se refería con "todo lo que ha ocurrido"— ¿Te refieres a todo el tema que se dió entre, la familia de mi novio y la tuya?—Preguntó— ¿O a eso también se le agrega lo que ocurrió con mi hermano?
Takuya alzó una ceja sorprendido ante esto— ¿Lo que ocurrió con Taichi?
—Si, eso de...—La castaña suspiró, en verdad le daba vergüenza mencionarlo, le dolía recordarlo y la desilucionaba completamente cuando recordaba las demás acciones de su hermano— Ya sabes, eso que les hizo a Izumi y tú con ese video.
Takuya hizo una mueca— Veo que ya te enteraste.
Hikari asintió— Si, lo supe.— Respondió y no pudo evitar sentir incomodidad.
No por el chico, si no por todo lo que había hecho su hermano, Taichi, en ese tiempo.
Quién para variar, seguía cometiendo error, tras error. Sin pedir un sincero perdón, porque estaba más que claro que su perdón era momento, ya que si fuera sincero, no volvería a cometer otra estupidez.
—Lo lamento de verdad, no debió haber sido un buen momento el que pasaron por culpa de mi hermano.— Pedir perdón no era algo que le correspondiese, pero sí era algo que se merecía el Tachikawa. Él había sido una victima más de su hermano.
—No te disculpes por él.— Contestó Takuya— Él tomó sus propias decisiones.
—S-si, pero eso no quita que me dé mucha vergüenza lo que hizo.— Habló Hikari, últimamente las actitudes de Taichi enserio la estaban decepcionando y avergonzando, sentía que no conocía a su hermano— Jamás me hubiera esperado que traicionara a las personas que él decía querer, sobretodo a un amigo como tú, con quién tenía una amistad de tantos años.
Takuya hizo una mueca y suspiró, él tampoco se le hubiera pasado por la cabeza que algo como eso pudiera ocurrir, siempre había considerado a Taichi un amigo leal y cercano porque se conocían hace años.
—Bueno, Taichi simplemente tomó decisiones erroneas y no lo culpo, todos hemos tomado alguna decisión equivocada o hemos actuado sin pensar por alguna situación en particular.— La verdad era que estaba enfadado con Taichi, pero no podía evitar ser compasivo con él, tenían muchos años de amistad y si era sincero a estas alturas en verdad no se sentía con el derecho de criticar. Él también había cometido muchos errores, como Taichi, algo que no quería seguir haciendo.
—Si, todos nos hemos equivocado, pero él...—Hikari suspiró— En verdad me desilucionó, yo pensé que enserio haría un esfuerzo por cambiar luego de todo lo que ocurrió con Takeru, ya sabes, cuando no nos dejó estar juntos y todo el lío con Sora. Mas, me demostró ser alguien mucho peor que un hermano celoso.
—¿Lo dices solo por lo que ocurrió conmigo? ¿O también por lo que le hizo a Sora?
Hikari se mordió el labio inferior y suspiró— Por todo en general.— Comentó antes de tomar asiento en una silla.
Takuya hizo una mueca y depositó su bolso en el suelo para tomar asiento junto a la castaña.
—Taichi dijo que, Catherine lo sobornó, y para no perder a Sora te hizo eso a ti.— Respondió Hikari— Sin embargo, parece ser que...—Suspiró— Ya no conozco a mi hermano, porque él temía por perderla, pero ¿qué? No le importó perder una amistad, cuando él siempre dijo que las amistades eran valiosas y...—Tragó saliva— No contento con eso, continuo engañando a Sora, en vez de ser sincero. Lo que me hace pensar que, ya no conozco a mi hermano.
—Créeme, yo sé como te sientes.— Habló el moreno— Darte cuenta que no todo es lo que parece, sobretodo cuando trata de un familiar es algo difícil, sentirse engañado es algo lamentable.— Suspiró y recordó lo que hace unos días había vivido con su hermana, quién se drogaba— Y uno, tristemente tiende a enojarse, pero ¿sabes? Quizás, ahora no lo ves, pero todo se va a solucionar.
—No creo que las cosas se solucionen, mi hermano se volvió un desconocido.
—Lo sé.— Respondió Takuya— Pero son hermanos, puede que todos se enojen con él y quieran odiarlo, pero tú eres su hermana, y aunque te cueste verlo, estoy seguro que todo lo que hizo, jamás lo hizo con intención de herirte.
Tal vez a Sora sí y a él también, pero a ella no.
—¿Cómo puedes estar tan seguro?— Preguntó Hikari— Él demostró ser un engañador, se involucró con Catherine, mi peor enemiga y...
—Lo sé, tiene todos el derecho de enojarte.— Musitó Takuya— Pero él es tu hermano y si algo siempre priorizó en su vida, fue tu bien.— Suspiró— Te hablo por mi experiencia, yo he hecho muchas cosas que han salido mal, que me han provocado discutir con mis hermanas, pero jamás las hice esperando que ellas fuesen lastimadas. Tal vez, Taichi ahora se equivocó, pero eso no significa que haya querido herirte. Simplemente actúo sin pensar.
—Bastante mal, porque me decepcionó.
—Lo sé, pero te lo digo de verdad, estoy seguro que si vas y le preguntas, él jamás lo hizo con intención de herirte.— Habló Takuya— Para él, siempre fuiste lo más importante y estoy seguro que todas las opiniones, entre sus amigos, novia y otras, la que más le duele es la tuya.
Mimi se levantó se incorporó en la cama de golpe, completamente sudada y agitada, debido a la pesadilla que había tenido hace unos segundos.
Respiró con dificultad, intentando recueprar el aliento.
En verdad, había sido horrible aquel sueño. Yamato venía, le quitaba a su hija, junto a su familia y ella caía en prisión. Tal vez, un poco extremo, pero había sido muy real.
No era para menos, luego del día tan horrible que había tenido ayer.
Observó a su alrededor y su mirada se centró en las letras plateadas de la pared que decía "Damar"
Si, estaba en la habitación de su hermana. Debido a todo lo que había ocurrido no se atrevió a regresar a su departamento, no quería ver a Izumi, porque sentía que si la veía iba a terminar explotando, luego de lo que Nanami le había dicho sentía muchas cosas negativas -entre ella ira- que querían salir.
Por esto mismo, había acudido al departamento de su hermana (Ya que, no podía dormir con Takuya, por las inspecciones sorpresas)
Damar no estaba, no tuvo que echar a volar mucho su imaginación para saber la razón por la cuál no había regresado en toda la noche. Gracias al cielo cuando vino hasta aquí se encontró con Rika e Hikari, quiénes dejaron que se quedará ahí.
Pasó una mano por su frente.
¡Rayos!
Necesitaba una ducha.
Fue así como se levantó de la cama, caminó en dirección al closet de su hermana, lo abrió para sacar unas toallas para luego abrir la puerta de la habitación para salir.
En la sala principal se encontraba la mejor amiga de su hermana, Rika.
—Buenos días.— Musitó Mimi.
—Buenos días.— Respondió Rika, quién tenía unas horribles ojeras y luego bostezó.
—¿La ducha está disponible?— Preguntó la castaña.
Rika asintió— Si, yo terminé de ocuparla.
¡Gracias al cielo!
No quería esperar otra eternidad como el día anterior.
—¿Damar no llegó?
Mimi negó— No, no llegó.
Rika hizo una mueca— No me quiero imaginar que ocurrió para que no llegase a dormir al departamento.— Musitó.
Mimi rió levemente ante el comentario de la Nonaka— Ya somos dos.
—Salió bastante hormonal tu hermana ¿e?— Musitó la pelirroja.
Mimi nuevamente rió y Rika no pudo evitar sentirse realizada ¿Por qué? Porque el día anterior en verdad le había dado mucha pena la forma en que estaba, esa aura de alegría que aquella chica siempre emanaba se había convertido en una sombría. Su mirada estaba apagada. No quiso preguntar la razón, pero ya se imaginaba que pudo haber pasado, vino a ver a Damar, ella no estaba, así que en su ausencia prefirió -por primera vez en su vida- no ser mal educada, ni egoísta.
Si, sonaba extraño, pero si algo había aprendido de Takato en todo ese tiempo era: Siempre dar una mano a aquel que lo necesitase.
Fue tan extraña su forma de actuar que Hikari le había tomado la temperatura para descartar que tuviese fiebre.
—Muchas gracias por dejar que me quede aquí.— Agradeció la Tachikawa.
—No me agradezcas.— Respondió Rika, para ella no era un problema que Mimi se quedase, después de todo jamás en la vida ellas habían tenido alguna discusión o pelea, al contrario, la oji-miel era una de las pocas personas con la cuál lograba intercambiar más de diez palabras (y sin discutir) Debido a la amistad que tenía con Damar— Este es departamento de tu hermana y dudo que ella te hubiera negado la estadía.
Mimi sonrió, era increíble como aquella chica pelirroja había cambiado el último tiempo, pasó de ser ruda a amable.
—Permiso, debo ir a terminar de ordenar mi mochila.— Dijo Rika antes de ingresar a su habitación.
Mimi tuvo la intención de decir "Está bien" Sin embargo...
¡Toc, toc!
La puerta principal sonó llamando su atención.
—Iré a abrir.— Musitó la castaña.
Fue así como caminó hacia la puerta y al abrirla se encontró con cierta mujer pelinegrra de ojos azules.
—Señora Tomoko.
—Hola.— Respondió la mujer—Mimi, que bueno que te encuentro, Sora me dijo que de seguro estabas aquí.
—¿Me estaba buscando?
La pelinegra asintió y alzó un sobre— Te llegó esto.
La castaña alzó una ceja— ¿Qué es?
—No sé.— Respondió Tomoko— Pero es para ti.
La oji-miel alzó una ceja, pero recibió el sobre— Gracias por traerlo.
—No hay de qué.— Contestó Kimura— Permiso, debo continuar con mis labores, que tengas buen día.
—Usted igual.— Respondió la castaña y fue así como la pelinegra continuó caminando.
Mimi cerró la puerta y volteo hacia la sala principal.
Rika salió de su habitación mientras cerraba su mochila— ¿Quién era?
—Era Tomoko, quién me trajo este sobre.— Contestó Tachikawa.
Mimi abrió el sobre, habían unos papeles con muchas letras, rápidamente leyó el título y...
Sintió como el alma salía de su cuerpo.
Para Rika no pasó desapercibida la reacción de Mimi, porque de un momento a otro su sonrisa pasó a una mueca nerviosa.
—¡Hey! ¿Qué ocurre? ¿Por qué estás así?— Preguntó ante de acercarse— ¿Qué dice ese papel?
Mimi lo leyó una y otra, una y otra vez, una y otra vez, sin querer creerlo.
Tragó saliva.
Esto era lo peor que le podía ocurrir.
—M-me...—Habló—Me...—¡Rayos!—Me demandaron.— Respondió la Tachikawa sin más.
Yamato buscó en su escritorio sus cuadernos. Hizo una mueca, estaba todo desordenado y tenía que encontrar los apuntes de astronomía, pero parecía imposible la misión. Estaba en eso cuando sin querer pasó a mover otros cuadernos los cuales cayeron al suelo.
¡Rayos!
Pensó.
Rápidamente los recogió del suelo, sin embargo algo llamó su atención, una hoja suelta, con notas en su interior y con algo de polvo, evidentemente estaba vieja.
El rubio alzó una ceja y la observó atentamente. Entre el polvo se divisaban algunas notas ¡Un minuto! Unas letras estaban en rosa.
Pienso en algo que nadie te pueda dar
Algo que quizás a mí me salga bien
Y que nadie más te pueda regalar
Woh-oh-oh
Un millón de estrellas te podría bajar
Pero hay una cosa que entendí muy bien
Más que todas ellas tú vas a brillar
Tú ya sabes que sin ti yo no sobrevivo
Y un recuerdo eterno, yo te vengo a dejar
Tú ya sabes que por siempre estaré contigo
Y cuando no pueda hablar te voy a cantar
Yo te voy a escribir
La canción más bonita del mundo
Que te acuerde de mí
Aunque sea por tan solo un segundo
Tú la vas a cantar
Y ya no importará la distancia
Y ella te va a cuidar
Si algún día mis brazos te faltan
Esa canción había sido escrita por Mimi y él.
~Años atrás~
Yamato observó atentamente a la persona que tenía frente suyo. El Sol se reflejaba en su deslumbrante mirada, sus labios eran como una frutilla deseable y su piel se veía tan delicada, daban ganas de acariciarla, de forma inevitable su mano se estiró para acariciar su mejilla con su dedo pulgar.
Mimi simplemente sonrió— Me alegra mucho que podamos estar juntos.
Yamato asintió.
—Los últimos acontecimientos a todos nos tienen bastante estresados.
—Dimelo a mi, mi hermana y mi padre han discutido toda la semana por todo lo que ocurre con el juicio.— Respondió Mimi.
Yamato hizo una mueca— De la forma en que reacciona, tu padre no debería hacer testificar a tu hermana.
—Mi padre es insistente, quiere hacerlo, Takuya fue uno de los que presentó un gran dosis de sustancias en la sangre.— Musitó Mimi— Además, Damar no presentó sintomas por ese líquido que todos presentamos.
Yamato hizo una mueca— ¿Por qué será que no presentó síntomas y nosotros sí?— Preguntó.
—No tengo idea.
—¿Crees que en verdad sea algo de la comida?
—No lo sé.— Respondió Mimi— Sólo sé que la cocinera es inocente y que nosotros no consumimos ninguna de esas que vende Ryo.
Si, la cocinera era inocente. Sin embargo, el hecho de que ellos hayan presentado algunos niveles de Éxtasis en la sangre era algo que no esperaba. Habían veces en que pensaba que el mismo Ryo fue quién le hecho sustancias a la comida, aunque luego de todo lo que ocurrió no había forma de demostrarlo.
—¿Tú crees que?...— Tuvo intenciones de preguntar, sin embargo se detuvo.
—¿Qué cosa?
Yamato se mordió el labio inferior, no quería decir más—No, no es nada.
—¿Seguro?
El rubio hizo una mueca y suspiró— Pues, hay vecees que pienso en que tal vez, la comida en verdad llevaba algo, aunque dudo que haya sido la cocinera.
—Yo también dudo que haya sido, esto es un montaje de neustros y quieren hacernos participar en él.
—Lamentablemente.
—¿Sabes? Odio las mentiras.— Musitó Mimi— Sé que muchas veces acudimos a ellas, porque no encontramos salidas a situaciones, pero no me gusta decirlas.
—No sorprende que digas eso.— Habló Yamato— Tu mirada es tan inocente y pura, un engaño o mentira empañaría todo lo bueno que emanas.
—No tengas expectativas tan altas sobre mi.— Bajó su mirada— No me gustaría decepcionarte al no cumplir.
—¿Decepcionarme?— Preguntó el rubio— Tu jamás harías eso, o si lo hicieras estoy seguro que jamás lo harías con intenciones de lastimar a alguien.
Mimi alzó su mirada y sonrió—Me alegra que pienses eso de mi— Saber que ese chico pensaba aquello de ella era algo realmente agradable— Pero siento que es demasiado, algunas personas me critican por andar siempre sonriendo y me llaman supercial o hipócrita por esto, intento que no me importen sus comentarios, sin embargo no puedo evitar pensar en que tal vez tengan razón.
—Lo que dicen los demás no importa.— Musitó Yamato— Ahora que te conozco mejor puedo asegurarlo.— Comentó— Incluso desde antes.— Tomó sus manos— Eres clara como el sol, armoniosa como una nota de música, sincera como una melodia. Iluminas al mundo con tu sonrisa y por eso, eres la canción que está en mi cabeza desde que nos conocimos. Un millón de estrellas te podría bajar. Pero hay una cosa que entendí muy bien, Más que todas ellas tú vas a brillar para mi más que ellas.
¿Qué?
Mimi no pudo evitar ruborizarse a más no poder ante esto, este chico tenía un don para la música, pero no se parecía en nada a lo que alguna vez había escrito en sus canciones, al contrario, sonaba como si en verdad estuviera...
Enamorado
Yamato observó atentamente a la castaña, sin embargo cuando fue consciente de sus palabras no pudo evitar sonrojarse a más no poder— ¿E?— Aclaró su garganta y se alejó— Dis-disculpa si...—Llevó una mano a su nuca— Disculpa si me puse muy empalagoso y cursi.— Esto arruinaba su imagen de chico lobo, frío y rudo— No quería hacer esta situación inco...
El rubio no pudo continuar, ya que literalmente la castaña se abalanzó sobre él para unir sus labios en un apasionante beso, que Yamato no dudó en responder.
Cuando ambos perdieron el aire separaron sus labios, sin embargo la cercanía se mantuvo.
—No lo hiciste incomodo, al contrario, es lo más romántico que alguien me pudo haber dicho.
—Me alegra saber eso, generalmente soy pésimo para eso.— Musitó Yamato— Espero que tú sientas lo mismo, porque si no lo haces me sentiré como un estúpido baboso.
—¿Y eso arruinaría tu imagen del bajista rudo de los Teenages Wolves?
—Creo que entendiste el fundamento de mi vida.
Mimi rió levemente.
—Claro que siento lo mismo, incluso más.— Respondió la castaña— Tú ya sabes que sin ti yo no sobrevivo. Y un recuerdo eterno, yo te vengo a dejar. Tú ya sabes que por siempre estaré contigo. Y aunque no pueda hablar, tu canción siempre estará en mi corazon.
~Actualidad~
Si, de ahí salió esa canción.
De un momento cursi, que arruinaba su imagen de lobo solitario, pero romántico que siempre llevaría en su recuerdo. Aunque trajera dolor por esta mentira.
¿Demanda? ¿Había dicho demanda? No, esto no era posible ¿O si? ¡Rayos!
Pensó Rika alarmada.
La cara de pánico era la evidencia de que la Nonaka había escuchado bien.
—¿E?— Balbuceo la pelirroja y se acercó a ella— ¿U-una demanda?
Mimi tragó saliva y le extendió el papel, necesitaba saber si había leído bien o era su subconsciente alterando su vista.
Rika lo recibió y leyó— ¡Rayos!
Efectivamente era una demanda de una tal: Alice Amano, y un licenciado de apellido difícil.
—¿Alice Amano?— Musitó la pelirroja e hizo memoria de una conversación que tuvo con su mejor amiga— ¿Ella es la madre de adoptiva de Natsumi, verdad?
Mimi asintió—S-si, ella es...—Tragó saliva— Qui-quiere quitarme a mi hija.
No, no era posible.
La pelirroja movió su mirada a la hoja y ¡Rayos! Si, decía "Demanda por custodia de la menor, Natsumi Izumi Amano"
—¿Natsumi Izumi?— Preguntó la pelirroja— ¿Por qué tiene dos nombre?
—Porque tiene nacionalidad estadounidense.— Respondió Mimi.
—¿Y por qué Izumi?— Cuestinó la Nonaka— ¿Por qué no le colocaste Damar?
¿Qué?
Mimi alzó una ceja sorprendida y volteo hacia la pelirroja— ¿Cómo?
¡Rayos! Pensó Rika, tal vez no era momento de hacer ese tipo de preguntas.
—¿E?— Balbuceo— Na-nada, olvídalo.— Respondió y volvió su mirada hacia la hoja—Esto no es posible ¿por qué quiere pedirte la custodia?
—Porque...—Mimi hizo una mueca— Yo se la perdí primero y no le gustó.
—Pero eso no justo, tú eres la madre biológica.— Respondió la pelirroja.
—No me sorprende.— Habló la castaña y llevó sus manos a su cara— Ella me insistió para que tomase una decisión, porque ella siempre creyó que sse la dejaría, ya que ella la ha criado y cuidado mejor que yo. Ella es adulta, responsable, con una vida hecha y yo...— Suspiró— Apenas sé lidiar con mi exnovio y su familia, quienes de seguro también me quitarán a mi hija.— Las lágrimas aparecieron en su rostro como catarata.
¡Rayos!
Pensó Rika.
¡Esto no era bueno!
La pelirroja observó atentamente la hoja e hizo una mueca, en verdad era grave.
Ese segundo nombre era digno de ser demandado.
¡Bip, bip!
La alarma se escuchó en el lugar provocando que Kouji se removiera entre sueños. Luego de unos leves movimiento de cabeza sus ojos se abrieron y se encontró con la sala de música.
Alzó una ceja sorprendido y volteo su mirada encontrandose así con la hermana de Mimi, que dormía plácidamente a su lado. Fue así como recordó lo que había sucedido, ambos estaban juntos y entre besos, abrazos, caricias las horas pasaron y sin darse cuenta, ambos se quedaron dormidos.
¡Bip, bip!
Nuevamente sonó aquella alarma, pero no era suya. La castaña también se removió entre sueños.
¡Bip, bip!
Por tercera vez sonó la alarma y la castaña movió levemente su cabeza, sin embargo no abrió los ojos.
Kouji observó a los lados, la alarma venía del móvil de Damar que estaba unos metros.
¡Bip, bip!
—¿Puedes apagar mi alarma? Por favor.— Habló la chica sin abrir los ojos.
El Minamoto alzó una ceja y dirigió su mirada hacia la castaña— ¿Apagar tu alarma?
—Si, por favor.— Rogó la castaña acomodandose en el sofá— Quiero seguir durmiendo.
¿Esto era enserio? ¿O era broma?
Parecía ser real, porque la chica no abría los ojos.
Fue así como estiró su brazo, tomó el móvil y apagó la alarma.
—Gracias.— Respondió la chica.
Kouji observó atento a la castaña, quién se encontraba tranquilamente en el sofá, sin moverse, ni abrir los ojos.
—¡Hey! ¿Qué haces?
—¿Qué no es obvio?— Damar abrió los ojos—Continuo durmiendo.
—No puedes hacer eso, tienes que despertarte, es tarde.— Habló Kouji.
—No quiero, tengo sueño.— Contestó la castaña y pasó una mano sobre sus ojos.
—Tienes que ir a la preparatoria.
—Lo sé, pero no quiero.— Respondió Damar—Quiero quedarme aquí.— Habló la castaña— Es temprano y...— Estiró posó sus manos sobre las manos del Minamoto— Quiero estar contigo.
Eso sonaba bastante bien.
¡Pero!
—Damar ¿cuál era el acuerdo de regresar?
La castaña hizo una mueca— De cumplir con mis responsabilidades.
—Exacto.
La castaña se incorporó sobre el sofá— Pero es muy aburrido.— Musitó— Y estresante, no necesito más estrés.
—Dirigir la empresa de tu padre será mucho más estresante.
—Lo sé, pero ese tiempo ya llegará, ahora quiero relajarme.— Respondió Damar— Y estando contigo me siento mejor. Dime ¿por qué no nos quedamos?
—No podemos.
—¿Acaso no quieres estar conmigo?— Preguntó la chica.
—¿Qué?— Cuestionó el Minamoto— Claro que no.
Damar simplemente ignoró esto y continuo en su papel de "víctima"—Ya sabía yo que te ibas a aburrir de mi.
—¿Aburrir de ti?— Cuestionó el Minamoto— Ojalá pudiera hacerlo.— Hace años que intentaba no encontrar algo interesante en ella, pero era imposible, esa chica le había hecho un embrujo o algo así que provocaba que estuviese interesado cada vez más.
Damar rió y se abrazó a su cuello para unir sus labios en un beso, el Minamoto la rodeo por la cintura. Ambos profundizaron en la boca del otro, dejandose llevar por la calidez de aquel toque de labios, literalmente disfrutando de cada segundo.
Sin embargo...
¡Bip, bip!
El sonido del móvil de Damar llamó su atención provocando que ambos se separaran.
¡Bip, bip!
—¿Otra alarma?—Preguntó el Minamoto.
—No.— Respondió Damar y tomó su móvil— ¿Rika?— Hizo una mueca— De seguro está molesta porque no llegué.
—No me sorprendería.
—Permiso, voy a contestar, conociendo lo dramática que es, debe estar pensando lo peor.— Fue así como se dispuso a responder— ¿Hola?— Preguntó— No me grites.— Habló— Tampoco me reclames.— Musitó— Pareces mi mamá...Si...¿Qué?— La expresión de la cara de Damar sorprendió al oji-azul—¿Mimi?— Pronunció su nombre— ¿Por que te escuchar así?— Cuestionó— ¡Rayos! Voy en seguida.— Exclamó antes de cortar— Disculpa, Kouji, tengo que irme.— Dijo antes de levantarse y acomodar su cabello en una coleta alta, no quería verse despeinada, ya había pasado muchas vergüenzas llegando drogada al internado.
—¿Por qué? ¿Qué ocurre?
—No sé.— Respondió la castaña— Rika me dijo que Mimi estaba alterada, pero no sé que habrá ocurrido, no se escuchaba bien.
—Ojalá no sea un problema con Yamato.— Musitó el Minamoto.
—Eso espero.— Musitó Damar— Disculpa, pero me tengo que ir.
—No te precoupes, luego nos vemos.
La castaña asintió—Adiós.— Contestó la chica antes de depositar un rápido beso en sus labios y luego se retiró.
Sora abrió sus ojos de golpe al sentir como un líquido ácido llenaba su boca.
¡Rayos!
Rápidamente se levantó de su cama y corrió, prácticamente, en dirección al baño para que devolver todo, mejor dicho lo poco, casi nada, que tenía su estómago.
—¡Sora!— La voz de Izumi llamó su atención y su rubia amiga apareció en la puerta— ¿Estás bien?
—¿E?— Balbuceo la pelirroja y llevó su ante brazo a su boca— Cre-creo.
Zoe hizo una mueca y tomó una toalla de papel para entregarsela a su amiga, quién la utilizó para limpiarse.
—Pensé que luego de ese medicamento que te dió la enfemera te sentirías mejor.
—Lo mismo pensé.— Respondió Sora— Sin embargo, no me preocupo.
—Que tengas tantos vomitos no creo que sea normal.
—Lo sé, pero ya me había pasado antes, así que no me sorprendería.
—Cuando consumias sustancias ¿no?
Sora asintió— O cuando tenía síntomas de...—Se detuvo ante esto.
—¿Síntomas de...?— Izumi intentó hacer memoria— ¿Un posible Embarazo?
La pelirroja se mordió el labio inferior y asintió— Embarazos donde el posible padre era...—Suspiró— Ese idiota.
¡Rayos!
Pensó la rubia alarmada.
—¿E?— Balbuceo— Q-que bueno que no fueron entonces ¿no?— En verdad no supo que decir.
En su minuto había sido un alivio, por la corta edad que tenía, sin embargo ahora que sabía que Taichi la había engañado era un motivo para sentirse menos tonta— Si, que bueno que no fueron, no soportaría tener un hijo de ese inepto.— Respondió fríamente.
Después de todo lo que había ocurrido, no quería tener ninguna relación con Taichi.
Sora se levantó y se dispuso a lavar su rostro.
—Lo bueno es que tienes tiempo para descansar, con la licencia que te dieron.
—Si.— Respondió la pelirroja, aunque tampoco estaba muy convencida, no quería quedara como débil ante el mundo por un engaño, ella era más fuerte. Seguiría hacia delante.
¡Toc, toc!
La puerta principal sonó.
—Yo voy.— Musitó Izumi antes de dirigirse hacia la puerta, fue así que al llegar a ella se encontró con cierto chico castaño del otro día.
—Buenos días preciosa.
La rubia alzó una ceja ¿Él otra vez?— ¿e? Ho-hola.— Habló indecisa ¿Cómo se llamaba? ¿Jp?
—¿Cómo amaneciste?
—¿E? Bien.
—Me alegro.— Respondió Jp.
—¿E?— Volveo a balbucear sorprendida— Disculpa, pero ¿qué haces?
—Vine a buscarte, quiero acompañarte hasta la universidad.
—¿Qué?— Preguntó Izumi sorprendida.
—Lo que escuchaste, quiero acompañarte a la Universidad.
Eso era...¿extraño? ¿nuevo? Ya ni sabía como describirlo.
—No es necesario.— Y lo decía en verdad, no por modestia, no era necesario que la vienese a buscar, no quería estar con él, después de todo era un extraño.
—Claro que sí. No es bueno que estés sola luego de haber discutido con tu amiga.— Habló Jp.
Izumi hizo una mueca— No quiero hablar de eso, por favor.
—Ups, disculpa, no quiero ser entrometido.
—No te preocupes.— Ya todos sabían de sus problemas, así que no era algo novedoso.
—Bueno, si quieres no lo hablemos, pero no rechaces mi invitación.— Musitó antes de extender su rosa— Por favor.
La rubia observó atentamente esto, era un lindo gesto que le diese presentes y que quisiera subirle el ánimo. Suspiró— Está bien.— Respondió— Vamos.
Jp sonrió triunfante, fue así como Izumi salió cerrando la puerta tras ella.
—Antes...— El castaño habló— ¿Podemos sacarnos una foto?
La oji-verde alzó una ceja— ¿Una foto?
—Una selfie, para ser más preciso.— Contestó Jp— Para recordar este magnífico momento.
—Está...—Izumi no supo si era bueno o malo— ¿Bien?
¡Si!
Pensó el Shibayama, de seguro con esa selfie conseguiría varios "Like" en sus redes sociales.
Fue así como se acercó a ella y posaron para la fotografía.
Catherine recorrió con sus labios el cuello de Taichi, quién acomodaba su camisa.
—Esta noche fue increíble.— Musitó la rubia.
El castaño tuvo intenciones de decir algo, pero se mordió el labio inferior, mejor era guardar silencio, ya que efectivamente fue una noche placentera, pero seguía con cargo de consciencia. Si, Sora no lo amaba, pero ¿estaba bien refugiarse en los brazos de esta chica solo por el abandono?
—Podríamos repetirlo ¿no crees?— Preguntó Catherine.
—Supongo.— Respondió el Yagami antes de levantarse de la cama y acomodar su chaqueta.
La rubia ladeo levemente su cabeza y luego se dispuso a acomodar su bata sobre su cuerpo.
—¿Por qué hablas así tan cortante?— Cuestionó la rubia— Pensé que si habías venido hasta mí era porque en verdad deseabas hacerlo.
—Lo estaba.
—¿Entonces, por qué me hablas así?
—Estoy hablando normal.— Respondió Taichi.
—Me parece que no.— Musitó Catherine— Desde que despertaste estar extraño.
No era para menos, se sentía incómodo y extraño, culpable y a la vez no. Ya no estaba de novio, pero seguía sintiendo que estaba engañando a alguien. Quizás a su hermana o tal vez...A él mismo.
¡Rayos!
¿Qué sentía por esta rubia? ¿Qué sentía con respecto a Sora?
Enserio pensaba que con esta noche lograría aclararse, pero parecía que no.
—Permiso, me tengo que ir.— Habló Taichi antes de tomar la perilla de la puerta.
—¿Por qué? Esperame antes.
—No puedo.— Respondió el castaño— Tengo clases y no puedo llegar tarde.
Catherine hizo una mueca, tuvo intenciones de decir algo, sin embargo se contuvo, no quería ser más cargante de lo que ya había sido. Después de todo, Taichi ya había caído, ahora era cosa de tiempo que se acostumbrara a estar con ella.
—Adiós.— Musitó Taichi antes de salir.
Sin embargo, se detuvo en seco al ver que Nanami estaba ahí.
¡Rayos!
Pensó.
—Taichi Yagami.
—Nanami.
Ambos se quedaron observaron atentamente.
Nanami pasó su mirada por la habitación de Catherine, quién estaba en bata. Rodó los ojos, ahora tenía sentido porque había escuchado ruidos anoche.
—¡Vaya! Que rápido te olvidas de Sora ¿e?
Taichi rodó los ojos— ¿Y tú?— Preguntó— ¿Tan rápido te olvidaste de tu obsesión por Yamato que andas actuando como la super best friend de Mimi?
La rubia hizo una mueca y apretó los dientes— Eso no te incumbe.
—Entonces no hagas comentarios con respecto a mi.— Respondió el Yagami.
—Los hago, porque los mereces, Sora no se merecía esto.
—Mimi tampoco se merecía que fueras tan mala amiga.— Contestó Taichi— Pero tampoco te interesó involucrarte con Yamato.
—Ella lo dejó.
—Puede ser.— Musitó Taichi— Pero será interesante preguntarle a Mimi ¿qué opina de aquello? Porque supongo que le dijiste ¿no?
Nanami frunció el ceño a más no poder.
Taichi simplemente se sintió satisfecho consigo mismo. Él había visto como en el útlimo tiempo esta rubia se le estaba insinuando a Yamato, no era ciego. Compartía departamento con el Ishida, así que observaba más que el resto.
—¡Hasta que al fin llegas!— Exclamó Rika.
—Lo siento.— Habló Damar ingresando al departamento— Estaba con Kouji y sin querer...
—¡Hey! No me des explicaciones, no quiero saber lo que hicieron.— Rika llevó sus manos a su rostro incómoda— Ya sé que jugaron a los gatitos.— Movió su cabeza.
La castaña alzó una ceja— ¿Jugar a los gatitos?
En el idioma de Rika era sinónimo de tener relaciones.
Rodó los ojos— No hicimos eso, simplemente nos quedamos dormidos.
—Si ¿Cómo no?
—Lo digo en verdad.— Respondió la castaña, otra vez si, pero esta vez en verdad no habían pasado a más. Estaba demasiado cansada que ni cuenta se dió cuando sus ojos se cerraron.
—Damar, te conozco y sé que para las chicas hormonales como tú, esos momentos son la forma perfecta de...
—Rika.— Damar la interrumpió— Por favor, no quiero hablar de eso.— Suspiró— Y mejor dime ¿qué ocurrió?
—¿Qué ocurrió?— Repitó esa pregunta—Muchas cosas ocurrieron en tu ausencia.— Respondió Rika— ¡Tu sobrina tiene de segundo nombre, Izumi!
—Si.— Contestó Damar— ¿Y?
—Eso es gravísimo.— Musitó la pelirroja—Izumi no es un nombre muy bonito.— Comentó Rika.
—Bueno, quizás a ti no te agrada, pero a mi sí.
—Porque son amigas, lo sé.— Musitó la pelirroja— Pero si le ibas a poner el nombre de una amiga tuya, le hubieras puesto Rika, yo soy la mejor.
—¿Amiga mía?— Preguntó la castaña— En realidad era una amiga de Mimi y...—Movió la cabeza— ¡Rayos! ¿Por qué estoy hablando de esto contigo? Dime ¿por qué me dijiste que Mimi estaba mal?
—Porque le llegó una encomienda con algo horrible.
—¿Horrible?— Cuestionó Damar— ¿Qué cosa?
—Pues la de...— Rika no pudo terminar de hablar, ya que la puerta de la habitación de Damar se abrió y ante sus ojos apareció Mimi, quién venía vestida de una forma bastante...¿inusual?
Llevaba un vestido negro con una chaqueta de cuero escarlata.
Damar tuvo intención de preguntar por qué llevaba ropa suya, ante la impresión, pero el rostro de su hermana llamó mucho más su atención, no estaba bien, no llevaba maquillaje y sus ojos estaban llorosos.
—Mimi.— La llamó y se acercó a ella.
—Damar.—La oji-miel pronunció su nombre y la abrazó.
La oji-ámbar alzó una ceja— ¿Qué te ocurre hermana?— Preguntó desconocertada.
—Y-yo...—Habló— Y-yo...
Apenas podía hablar, se sentía terrible.
Nunca se hubiera esperado que Alice, una chica a la cual consideraba su amiga, a quién le había confiado su hija y a quién había apoyado en sus difíciles momentos le diera este golpe por la espalda.
—Hermana.— Damar habló— ¿Qué ocurrió?
Mimi tragó saliva—¡Voy a perder a Natsumi!
—¿Cómo?— Preguntó la menor y se alejó levemente para observarla de frente— ¿Por qué dices que vas a perder a Natsumi?
—Porque...—Mimi habló alterada— Porque...—Apenas podía completar sus ideas y extendió la hoja—¡Porque me demandaron!
—¿Qué?— Preguntó Damar y tomó la hoja rápidamente— ¿Cómo que te demandaron?
Observó el nombre de "Alice Amano" y un nombre que no distinguió, pero al paracer era de su abogado, porque decía "Licenciado"
¡Oh no! ¡Oh no! ¡Oh no!
—Esto no...—Damar frunció el ceño— Esto no puede ser.
—Lo es.
—Si, pero me refiero a que no debería ser, Alice no puede hacer esto.— Respondió enojada la menor.
—Ella cree que sí.— Contestó Mimi— Y lo está haciendo, quiere la custodia de Natsumi.—Tragó saliva— Su hija.
—¿Su hija?— Damar rodó los ojos— ¡Ella no es su hija! Ella es ¡Tú! hija.
—Lo sé, pero para ella no lo es.
—Ante la ley sí.— Respondió la mayor totalmente atormentada con tan solo pensar en la idea de perder a su hija para siempre por la traición de esa chica, "su amiga"
—Aunque así sea, ella sabía nuestras condiciones antes de entregarle a Natsumi.— Respondió la castaña— Nuestro acuerdo era unilateral, de una sola palabra, ella no tenía derecho a pedir la custodia completa.
—Lo sé, pero al parecer no le importar.— Respondió Mimi.
¡Toc, toc!
El sonido de la puerta llamó su atención.
—Yo abro.— Musitó Rika antes de dirigirse hacia la puerta. Fue así que al llegar abrió la puerta y frente a sus ojos apareció cierto chico moreno¿, quién venía bañado en sudor.
Rika automáticamente llevó una mano a su nariz.
—Takuya.
—Hola Rika.— Respondió el castaño— ¿Están mis hermanas?
—Si.— Contestó la pelirroja— Entra.
—Permiso.— Fue lo que dijo Takuya antes de entrar encontrandose con sus hermanas— Siento la tardanza aquí estoy.
Damar y Mimi hicieron una mueca ante el olor y llevaron una mano a su nariz.
—¿Por qué estás todo sudado?— Preguntó la menor.
—Hueles horrible.— Musitó Mimi.
Takuya hizo una mueca— Lo siento, estaba entrando.
—¿A esta hora?
—Si.— Respondió el moreno— No tuve buena noche y ya saben, me gusta liberar tensión. Además, me gusta hacer deporte temprano.
—¿Y no pensaste en bañarte antes de venir?— Preguntó Damar.
—Mimi me llamó tan alterada que no pensé en bañarme, vine directo.— Contestó Takuya— ¿Qué pasó? ¿Por qué me llamaste así?— Le habló a su hermana melliza.
—Por esto.— Mimi le extendió el papel.
Takuya recibió el papel— ¿Qué es esto?
—Una demanda.
—¿Demanda?— Preguntó el moreno.
—De Alice.— Contestó Damar.
¿Qué?
Takuya alzó las cejas sorprendido.
—Esto no puede ser, Alice no puede, no debe y no tiene derecho para hacer esto.
—No, pero lo hizo.— Respondió Damar enojada.
—Y de la peor manera, porque nos involucró en un problema legal, sabiendo que siendo menores de edad ante la ley japonesa no es posible que nos defendamos con facilidad.— Habló Mimi igual o peor de enojada, pero afectada, triste, tenía un remolino de sentimientos en su interior.
¡Rayos!
Takuya apretó su puño.
—Alice terminó siendo una traidora, igual que su prima Nene.— Habló Damar— Y toda su maldita familia.
—Ni menciones a esa chica.— Musitó Takuya, era verdad que esa pelirroja terminó siendo afectada por alguna maldición que llevaba su familia, pero no quería escuchar el nombre de esa chica.
—Tengo que hablar con Alice.— Comentó Mimi.
—No solo tú.— Respondió Damar— Ella nos debe una explicación a los tres.
—Sin duda.— Contestó Damar— Con esto, no traciona a los tres.
—Entonces, vamos.
—Disculpen que me involucre.— Rika tomó la palabra— Pero, si los tres desaparecen llamarían mucho la atención.— Habló— Después de todo lo que ocurrió, las miradas y atenciones están demasiado centradas en ustedes. Y como están las cosas con los Ishida, no sería recomendable que desaparecieran.
¡Rayos!
Damar hizo una mueca— Rika tiene razón. Llamariamos mucho la atención.
—Bueno, entonces voy yo sola.— Mimi respondió— Necesito una explicación lo antes posible.— Esto que le estaba haciendo no iba a quedar sin respuesta, ella no iba a permitir que esto se le fuera de las manos, nadie le quitaría a su hija.
—No puedes ir sola.— Contestó Takuya— Recuerda que estás diagnosticada con crisis de pánico.
—Takuya tiene razón, no puedes ir sola.— Habló Damar— Sin embargo, tampoco es bueno que salgas sin avisar del internado, Rika tiene razón en decir que la atención está centrada en ti, imagínate que Natsuko venga al internado o que Rumiko quiera hablar contigo.— Ya habían tenido muchos problemas como para tener más.
—Entonces ¿qué vamos a hacer?— Preguntó Takuya.
Buena pregunta.
—Podría...—Mimi habló pensativa y un rápido recuerdo vino a su mente.
~Días atrás~
—Sé que nada justifica lo que yo hice y entendería que quisiera hacer lo que dice Natsuko, después de todo dudo que este establecimiento quiera lidiar con una chica que en contra sus estatutos. — Habló Mimi.
Según las normas debían realizar aquello.
Sin embargo, su abuelo y su padre los habían escrito, ella podía modificarlo, porque era la legítima heredera y así lo haría.
¡Al diablo con Kousei, Rumiko, Natsuko y todos los otros padres de sociedad!
—Bueno Mimi, Natsuko es una mujer influyente y más que nada es mi amiga, pero…—Tomoko extendió su mano— No te dejaré sola en estos momentos.
~Actualidad~
—Creo que lo mejor será pedirle ayuda a Tomoko Kimura.— Ella había prometido ayudarla y sabía que lo cumpliría.
—Buena idea.— Respondió Takuya.
Miyako abrió la carpeta que Koichi le había entregado y observó atentamente los papeles que se encontraban desordenados.
Hizo una mueca, eran apuntes de Biología, algo que jamás le había gustado. Miles y miles fotografías de ¿celulas? ¿Corazón? ¿Riñones? Etc.
Suspiró.
Era más facil estudiar la programación de una computadora.
Pasó su mirada por ellos y luego observó la fotocopiadora, lo mejor sería empezar luego. Fue así como prendió la maquina, abrió la tapa y acomodo una hoja. Cuando ya se fotocopio, repitió estas acciones, colocó una hoja sobre la maquina y se fotocopio. Luego, otra y otra. Fue un proceso un tanto repetitivo.
Sin embargo se detuvo al ver un sobre blanco. Miyako alzó una ceja y lo examinó con la mirada.
¿Qué había dentro?
Tenía la insignia de un laboratorio clínico y decía el nombre de ó el sobre entre sus manos y levantó levemente.
¿Por qué estaba así?
De seguro era otro apunte de clase, después de todo, él estaba estudiando medicina ¿no?
Fue así como lo abrió y sacó los papeles que habían dentro.
Los observó atentamente y...
¡Un minuto!
¿Decía prueba de hermandad?
—Koichi Kimura.— Leyó Miyako— ¿Y Rika Nonaka?— Pasó sus ojos por las letras leyendo todo.
"Positivo"
¿Qué?
—¿Son hermanos?— Preguntó la pelilila sorprendida.
Ahora tenía sentido esa conversación de Rumiko y Ryo.
¡Rayos!
—Hey, Yamato.
El rubio hizo una mueca— Nanami.
La chica se acercó y besó su mejilla, pero este se alejó.
—¿Qué ocurre? ¿Por qué te alejas? Solo te estaba saludando.— Musitó la chica de ojos lila-rosa.
—Nanami.— Nuevamente pronunció su nombre— Lo mejor es que guardemos distancia.
—¿Distancia?— Preguntó la chica— ¿Por qué? ¿Por lo que sucedió entre nosotros?
El oji-azul asintió.
—Pero pensé que todo estaba solucionado entre nosotros.— Habló Nanami— Somos amigos ¿no?
—Si, pero es bueno tomar distancia.
—¿Por Mimi?
Yamato simplemente mantuvo silencio.
Nanami rodó los ojos molesta— Yamato, no deberías.— Musitó— Mimi ya no es tu novia. No tienes que ser malo conmigo a causa de ella.— Habló— Somos amigos, no es un pecado que lo seamos.
—En cierto punto sí.
—Me duele que me digas eso ¿Sabes?— Se victimizó Nanami— Yo simplemente quiero apoyarte y tu te alejas.— Bajó la mirada— Quería que confiaras en mi y pensé que lo había logrado.
El chico hizo una mueca—No siento que seas la persona más adecuada para hablar de esto.
—Matt.— Tomó su mano— Si yo me involucro en esto es porque, te quiero, puede ser que lo que ocurrió entre nosotros ya pasó, pero te considero un amigo. Incluso más que a Mimi, he intentado probarte mi lealtad. Dime ¿por qué ahora dudas?
El Ishida suspiró y alejó su mirada— Porque...—Bajó la mirada—He pensado muchas cosas.
—Muchas cosas ¿de tu hija? ¿o también de Mimi?
Yamato suspiró— Pensar en mi hija hace innevitable pensar en Mimi.
Lamentablemente
Pensó Nanami.
—Supongo que sigues pensando lo mismo de ella que hace tres días ¿no?
Yamato hizo una mueca— No lo sé.— Ni él estaba claro—Tengo muchas cosas en mente, no solo pienso en ella, si no que en todo lo que ha ocurrido, también con Takuya, mi madre y los demás.
—¿Por qué?— Preguntó Nanami— Pensé que todo estaba claro.
—Ojalá lo estuviera, pero la verdad es que no.— Respondió el rubio— No solo perdí a mi novia, si no que perdí un amigo, jamás me gustó estar enfadado ni con Mimi, ni con Takuya, hemos vivido muchas cosas como estar de esta forma.
¡Rayos!
Esas palabras se parecían mucho a las que Damar le dijo a Izumi.
—Y no habló solo por mí, Takeru piensa lo mismo, cosa que no me sorprende, después de todo él también se involucró con ellos, Takuya nos apoyó mucho cuando nuestros padres quisieron divorciarse hace años, Damar también fue unida con Takeru cuando eran más jovenes, también ocurre con Izumi.— Habló Yamato— Siento que estoy actuando muy apresuradamente en enojarme sin darles mínimamente el beneficio de la duda.
Nanami hizo una mueca, eso no le gustaba— ¿Y por eso piensas en perdonar a Mimi?
—Nunca dije eso.— Respondió Yamato— Pero, tal vez debería hacer el intento de escucharla.
¡Rayos!
—Además...—Suspiró—No puedo evitar pensar en ella.
¡No eso no!
Debía hacer algo para evitar esto.
—Pues no deberías.— Habló Nanami— Ni tus hermanos, ni tú deberían pensar en perdonarlos, ni siquiera en escucharlos. Puede ser que hayan vivido muchas cosas en el pasado, pero es obvio que los Tachikawa no les importa lo que ocurrió.
—¿Por qué dices eso?
—Porque...—Nanami tragó saliva y puso cara de "tristeza"—Disculpa, no debería ser yo quién te lo diga, pero luego de lo que ocurrió Mimi, Takuya y Damar están hablando cosas malas a sus espaldas.
Yamato alzó una ceja— ¿Cómo?
—Lo que escuchaste.— Respondió la chica de ojos lila-rosa— Ellos están hablando mal de ustedes, a sus espaldas, ya que están enojados.
No, eso no podía ser verdad.
Eso no era del estilo de Mimi, Takuya o de Damar. Generalmente iban de frente, aunque eso implicara una pelea a golpes.
—Yo le pregunté a Mimi ¿por qué lo estaban haciendo? Y me dió una respueta horrible.— Musitó Nanami "amedentrada"
—¿Qué respuesta?
—No te va a gustar.— Llevó sus manos a su rostro— Pero debes saberlo, después de todo, esto te afecta.
Yamato observó a la rubia confundido.
—Ella me dijo que estaban sembrando cizaña contra ustedes y hablando mal porque quieren hacer quedar mal a tu familia frente a todos.
—¿Por qué?
—Porque pedirá la custodiade Nanami, pero no quiere compartilar contigo, al contrio Mimi me comentó muy seriamente que está pensando en irse a Estados Unidos y pedirle a Alice que continuen con la custodia compartida, pero allá.
—¿Qué?— Preguntó el rubio— ¿Cómo sabes eso?
—Porque...—Nanami bajó la mirada y suspiró— Ella me lo comentó.
Yamato alzó una ceja sorprendido.
—Y me dijo que no se lo dijera a nadie, pero...—La chica de ojos lila-rosa suspiró— No pude quedarme callada.— Alzó su mirada— Tú sabes que mi lealtad es hacia ti más que a ella y a eso se suma que tú eres el padre de esa niña, mereces saberlo, ya que no le bastaron estos tres años, si no que quiere alejarte de tu hija completamente.
—No, eso no es posible...— Habló el rubio— Ella...
—Ella quiere seguir engañandote.— Continuo hablando Nanami— Y no se rendirá.
Takato guardó su libro de Biología en su mochila, luego la cerró y acomodo tras su espalda.
Suspiró.
En verdad se sentía agotado, su noche estuvo llena de pesadillas, mezclada con recuerdos con Rika y sus recuerdos con la DEA, el agente Anderson, sus padres, pero en especial su tía.
Si, aunque no quería pensar en eso era imposible.
Sentía mucho miedo, ira, enojo, decepción, pero sobretodo confusión. Ya que, no sabía que quería hacer en verdad. O que era lo correcto, podía tracionar a sus nuevos amigos y ser leal a su familia, o, podía traicionar a su familia y serle leal a sus nuevos amigos, en especial a su nuevo interés amoroso, Rika.
Nuevamente suspiró.
Por más vuelta que daba siempre llegaba al mismo punto.
Nada
—¡Hey! Takato, buenos días.— Musitó Takeru saliendo de su habitación.
—Buenos días.— Respondió el castaño.
—¿Qué es esa cara? Parece como si no hubieras dormido bien.— Comentó el rubio.
Takato hizo una mueca— Es porque así es, no dormí bien.— Suspiró.
—Ya somos dos.— Murmuró Takeru, él tampoco logró dormir bien. Su mente daba vueltas y vueltas en la situación de su familia, su sobrina, pero en especial todos sus problemas con Tachikawa, luego de su conversación con Hikari y posteriormente con Yamato en verdad se sentía una pésima persona.
Si, los Tachikawa les mintieron, pero ¿eso era suficiente para tirar a la basura todo lo vivido en sus vidas? Tal vez, merecian el beneficio de la duda.
—¿Bajamos a desayunar?
—Si, claro.— Respondió el rubio.
Fue así como ambos se dispusieron a salir del departamento.
Sin embargo, al salir algo, mejor dicho alguien, llamó su atención.
—¡Hey! Matsuki.— Exclamó Ryo Akiyama y luego dirigió su mirada a Takeru.
Takato alzó una ceja sorprendido al verlo y no pudo evitar alarmarse, la última vez que habían hablado no terminaron en buenos términos— Ryo.— Pronunció su nombre.
—El mismo.— Contestó el oji-azul.
—¿Qué haces aquí?— Preguntó el rubio.
—Buenos días para ti también Takeru.— Respondió el castaño con sarcasmo.
Nada de "buen día" ese chico ni siquiera un "Hola" se merecía.
—Responde mi pregunta ¿qué haces aquí?— Insistió Tk.
Ryo hizo una mueca ante esto, al parecer jamás lograría llevarse bien con ninguno de sus medios hermanos, ni Takeru, ni Yamato, ambos eran como su madre, Natsuko, insoportables.
—Vine a hablar con Takato.
—¿Conmigo?— Preguntó el castaño.
—Si, contigo.
—¿De qué?
—De un tema importante.— Respondió Ryo.
—¿De Rika?— Cuestionó Takeru— Si es así, no pierdas tu tiempo, ya sabes que a ella tú no le importas.
El Akiyama frunció el ceño y volteo molesto hacia el Ishida— Dije que vine a hablar con Takato, no contigo ¿Podrías ser amable e irte? Para que podamos charlar.
Takeru hizo una mueca y volteo hacia su amigo— Solo me iré si Takato me lo pide.— No tenía confianza en dejarlo con ese chico. Ryo era capaz de matarlo con sus propias manos.
Takato se mordió el labio inferior, pasó su mirada por Takeru y luego por Ryo.
—Es importante Takato.— Respondió el Akiyama— Y lo digo de verdad.
El chico sonaba sincero, pero no le creía.
—Juro no intentar golpearte esta vez.— Musitó Ryo.
Takato hizo una mueca, no estaba seguro, guardó silenco por unos segundos.
—Está bien.— Respondió finalmente.
Takeru alzó las cejas— Pero Takato.
—Tranquilo.— Musitó Ryo— Vengo pacífico.
—Puedes decir eso, pero no confio en ti.— Respondió el rubio.
—Al parecer tu amigo sí, así que vete.
La verdad era que no, pero quería saber porque venía a hablar con él.
Takeru rodó los ojos y sin decir más, se dispuso a alejarse— Luego nos vemos Takato.
El castaño asintió.
Fue así como el rubio se alejó.
Takato dirigió su mirada hacia Ryo.
—Bueno, dime ¿de qué quieres hablar?
El Akiyama suspiró— Es sobra Rika, pero no específicamente de ella, si no de algo que tú tienes en tu poder y que...
—¿Tú otra vez?— Una voz femenina se hizo presente interrumpiendo al Akiyama.
Ambos chicos al voltear su mriada se encontraron con Rika completamente enfadada.
—¿De nuevo molestando?— Preguntó la pelirroja molesta— ¿Acaso no te cansas de hacerme la vida imposible, Ryo Akiyama?
¡Rayos!
—Rika, esto no es lo que piensas.
—No me digas que no.— Respondió la pelirroja— Es obvio que quieres continuar diciendole cosas malas a Takato de mi.— Se acercó a ellos.
—¿Qué?— Preguntó Ryo— No, claro que no.
—No respondas que no, yo sé que sí.— Contestó Rika y luego volteo hacia el Matsuki— Takato, no lo tomes en cuenta. No pierdas tu tiempo hablando, ni mucho menos escuchando lo que él dice.
—Pero ¿qué me quiere decir?
—¡Nada! Ignoralo.— Respondió la pelirroja antes de tomar su mano— Mejor ven conmigo a desayunar.
—Pero, Rika...— Ryo intentó hablar.
La Nonaka volteo enfadada—¡Alejate de nosotros Ryo!— Gritó— Y ya no es una advertencia, si no que una amenaza, si te acercas no responderé a mis acciones.
Fue así como Takato y Rika se alejaron del lugar dejando al Akiyama con la palabra en la boca.
Tomoko tomó su taza con café y le dió un sorbo. Respiró profundo, no llevaba mucho ahí y ya staba agotada emocionalmente, estos adolescentes vivían el día a día, literalmente, como si fuera el último.
¡Toc, toc!
Un sonido llamó su atención.
—Adelante.— Musitó y al segundo se abrió la puerta, frente a ella aparecieron las dos hermanas Tachikawa.
—Permiso.
—Mimi, Damar.— Pronunció sus nombres— ¿Qué hacen aquí?
—Disculpe Tomoko por cobrarle tan luego la palabra, pero necesitamos hablar con usted.— Musitó Mimi.
—¿Hablar?— Preguntó Tomoko.
—Necesitamos su ayuda.
La oji-azul alzó una ceja— Tomen asiento.
Damar cerró la puerta tras ellas y ambas tomaron asiento frente a ella.
—Díganme ¿qué ocurrió? ¿Por qué necesitan mi ayuda?
—Para salir de aquí, debo ir a ver a mi hija.— Declaró Mimi sin más.
Tomoko alzó una ceja— ¿Qué?
Damar hizo una mueca, Mimi le había tirado todo, sin contexto, eso no era bueno. Tomó del brazo a su hermana— Sis, explica mejor la situación.
La oji-miel suspiró— Disculpe señora Tomoko, es que estoy un poco alterada.— Musitó.
—Bueno, respira, tranquila, tenemos tiempo.— Habló Tomoko.
Mimi cerró los ojos y respiró profundo, en verdad le estaba costando mucho mantener la calma en esos momentos, pero era innevitable.
—Ahora díganme ¿Qué ocurrió?— Preguntó la mujer de ojos azules.
Mimi abrió sus ojos e hizo una mueca— Tengo más problemas que ayer y ahora no es solo con los Ishida.
—¿Por qué dices eso?
—Porque...—Tragó saliva y estiró el sobre que le había llegado—Me demandaron.— Musitó la oji-miel.
—¿Qué?— Tomoko tomó la hoja en sus manos y rápidamente lo revisó.
—La madre adoptiva de mi hija, Alice Amano, a quién le confíe mi hija quiere la custodia completa de mi hija.— Habló Mimi.
—Pero ¿cómo? Tú me habías dicho que la dejaste con alguien de confianza.
—Así fue.
—Entonces ¿por qué te demanda?— Cuestionó la madre de Kouji.
Mimi suspiró— Porque las cosas últimamente no han estado bien entre nosotras.
Tomoko observó a oji-miel sin entender.
Damar supo que debían explicar más— Esto tomará tiempo.
Takuya se encontraba en estos minutos esperando a sus hermanas que estaban hablando con Tomoko. Suspiró, nunca pensó que los problemas se vendrían encima en un mismo momento, primero los idiotas de Nene y Ryo, luego los Ishida y ahora Alice.
Era como si tuvieran una nube negra de mala suerte sobre ellos.
Solo rogaba que su padre no se apareciera, porque eso sería la gota que derramaría el vaso.
Luego de unos segundos fue consciente del terrible olor que emanaba por el sudor.
¡Oh no!
Pensó.
En verdad necesitaba una ducha ¡Pero! Ahora era más importante lo que ocurría con su hermana.
Suspiró.
Su ducha tendría que esperar.
Observó a su alrededor, esperando que nadie estuviera cerca.
Gracias al cielo solo habían tres personas, Miyako quién venía corriendo en dirección al comedor y luego dos adolescente que bajaban por las escaleras. Takuya no les prestó mucha atención hasta que su mirada se fijó en una jaula que traía un chico en la mano con...
¿Ratones?
—¡Hajime! Devuelve esos ratones.— Exigió el chico de cabello gris-verde.
—No puedo hermano.— Habló el chico de ojos azules— Es para mi laboratorio.
—Si, lo sé, pero es antihigenico que lo tengas aquí.— Musitó el mayor.
Hajime hizo una mueca— Pero son tiernos.
—¿Tiernos?— Preguntó el mayor— Son horribles, sacalos de aquí.
—Está bien Rei, los sacaré, pero primero dejame primero alimentarlos y luego me los llevaré.— Musitó el menor antes de depositar la jaul en el suelo, abrió su mochila, sacó una hoja de papel, luego abrió la jaula para sacar un ratón y le dió alimento con su manos.
—Que asco.— Musitó Rei.
Hajime simplemente continuo alimentando a su ratón, sin embargo los ratones que estaban en la jaula debido al olor de la comida que venía del comedor evidentemente se volvieron locos, ya que en un pequeño salto los cuatro salieron de la jaula, que Hajime no había cerrado.
—¡Oh no! ¡Hajime atrapalos!— Gritó el mayor.
¡Pero! Los movimientos del menor fueron muy cortos y lentos, solo alcanzó a atrapar uno, sin embargo los otros cuatro ingresaron al comedor.
¡Oh no!
Pensó Takuya.
Juri le dió un sorbo a su delicioso té de manzanilla. Sonrió, tenía buen sabor, eso era bueno, lamentablemente no había amanecido bien, su estómago dolía y no quería tomar medicamentos, luego de la muerte de su madre no tenía buena experiencia con ellos, así que procedió a un remedio natural.
Alzó levemente su mirada.
Sorprendentemente Miyako no había llegado a desayunar. Koichi tampoco estaba, pero eso no le sorprendía, últimamente estaba muy ocupado en sus estudios, además, su tiempo libre lo ocupaba en lo que ocurría entre su hermano y su ex.
Hizo una mueca.
En verdad lo extrañaba.
Luego de aquel beso parecía ser que todo había cambiado para mal.
Algunas veces se preguntaba ¿por qué la había besado si aún seguía pendiente de su ex? Quién para variar parecía ignorar su existencia.
—Juri.— Un gritó llamó su atención, en realidad la atención de todos, ya que Miyako estaba en la puerta principal y alzó la voz.
La castaña alzó una ceja sorprendida. Su amiga ignorando la mirada de todos corrió hacia ella.
—Yolei.— Pronunció su seudónimo.
—Q-qué...—Miyako respiró con dificultad— Que bueno que te encuentro.
Juri alzó una ceja— ¿Por qué vienes corriendo?
—Por-por...— La Inoue se apoyó sobre la mesa respirando agitadamente— Porque yo...
—¡Hey! Respira.— Musitó la castaña.
Miyako continuo calmarse, pero era imposible.
—¿De donde vienes corriendo?
—De la sala de computación.— Respondió— Sé que no queda muy lejos, pe-pero siempre he-he sido mala para el ejer-ejercicio.— Musitó— Creo que fue mala idea dejar el gimnasio.
Sin duda, era evidente que apenas podía sobrevivir.
—Pero ¿por qué estás corriendo?
—Porque tengo que-que contarte al-algo super...—Intentó respirar— Super, super...—Tragó saliva— Fuerte.— Se detuvo unos segundos, tomó una gran bocada de aire y luego tomó el té de su amiga para darle un sorbo.
—¡Oye!— Musitó la castaña.
—Disculpa, es para recuperar el aliento.— Respondió Miyako antes de tomar asiento frente suyo— Necesito contarte algo super, super fuerte.
—¿Super fuerte?— Preguntó— ¿De qué?
—De Koichi.
Juri alzó una ceja— Por favor, no me hables de otra cosa con su ex y Kouji.
—No es sobre eso.— Respondió Miyako— Es sobre algo que lo relaciona a él, también a su hermano, pero no se parece a lo que ha ocurrido últimamente.
—Entonces ¿qué es?
Miyako dejó sobre la mesa un sobre.
—¿Qué es eso?
—Lo que tengo para mostrarte.— Respondió—Koichi ayer me pidió que le sacara fotocopia a unos apuntes y...
—¿y?
—No vas a creer lo que encontré entre ellos.— Respondió la Inoue.
Juri alzó una ceja, sin embargo su atención no se centró en su amiga, si no que en algo que había tras ella.
—Koichi es herma...
—Miyako.—Juri llamó a su amiga.
—¿Si?
—¿Q-qué es eso que está en esa mesa, detrás de ti?— Preguntó la castaña paralizada.
La pelilila ante esto volteo la mirada y apena lo vió, no era uno, si no dos, seguidos de otros bajo la mesa.
—¡Ratones!— Gritó la chica de anteojos alarmando a todos en el comedor y una ola de gritos se escuchó en el lugar.
—Y es por eso Alice se enfadó.— Musitó Damar—Porque ella le pidió que tomara una decisión, si iba a dejar a Nat con ella o no.
—Y yo escogí quedarme definitivamente con ella.— Habló Mimi— Eso no le gustó.
Tomoko se mantuvo en silencio analizando todo lo que la enamorada de su hijo y la exnovia de Yamato le habían relatado. En verdad era preocupante.
—¿No le gustó?— Repitió Tomoko— Pero, ella te pidió una decisión ¿no? Y después de todo, tú eres la mamá.
—Si, pero al parecer quería escuchar otra decisión por parte de mi hermana.— Respondió Damar— Ya que la considera que todavía es muy niña e irresponsable para tener una hija.
No era para menos, en cierto punto era razonable, pero si ella preguntó, entonces debía respetar la respuesta.
—Por eso necesito ir a hablar con ella, no quiero pasar directamente a la justicia, quiero ver si existe otra opción.
—No creo que sea la mejor opción Mimi.— Musitó Tomoko— Cuando te demandan, no es bueno hacer cosas sin un abogado.
—Creo que no me entiende.— Habló la oji-miel— Quiero ir simplemente a ver si puedo solucionar esto, con palabras pacíficas, sin problemas.
—Si te estoy comprendiendo Mimi, pero te lo digo de verdad, no es buena idea ir a hablar con ella, aunque seade una manera pacífica.— Respondió la oji-azul— Cuando se pasa a algo legal, significa que las cosas están mal. No te recomiendo que vayas, aunque consideres que es buena opción, no lo es, todo lo que digas será utilizado en tu contra.
Mimi hizo una mueca— Pero, no puedo quedarme sin hacer algo.— No quería ver como a Natsumi se la arrebatan sin esfuerzo.
—Lo sé, pero esta demanda es la prueba de que no está buscando la paz y...
Tomoko no pudo seguir hablando, ya que la puerta de su oficina se abrió sin previo aviso y una adolescente rubia ingresó al lugar— ¡Sub directora hay ratones!
+A los Tachikawa se le vienen cosas fuertes.
+Damar lo dijo, Takuya tiene demasiado buen corazón, si bien sabe que Taichi falló, él no se siente con el derecho de juzgarlo. Esa es la diferencia entre ellos.
+Hikari va de mal en peor.
+Algunos dirán que la relación de Nene y Kiriha está siendo aburrida, esta escena es relleno porque hace mucho no aparecían, pero ya se viene lo bueno.
mariacredenza02: Holi, si ojalá Izumi empiece a reflexionar de una buena vez, lamentablemente no está en la mejor posición para reclamar, porque ella cometió muchos errores y por el cariño que le tenía Mimi nunca la crítico, pero debemos ser conscientes de que siempre estará Nanami arruinando todo. Sin duda es detestable esa chica, pero ese es su pale en esta historia jijiji No, lamentablemente Sora no escuchó, estaba demasiado mal como para hacerlo y aunque así hubiera sido, Nanami es demasiado astuta y tristemente se saldría con la suya jsjsjsj Lo de Ryo es como Pedrito y el lobo, cuando el lobo vino, nadie le creyó lamentablemente. Si, ya Taichi cayó definitivamente, veamos cuanto le dura la felicidad a esa mujer jajaja Sobre Sora, tengo algunas cosas planeadas para ella, pero ya verán jiji no quiero dar spoiler. Que bueno que te gustara el momento Koumar jiji Es su momento de ser felices (al menos por unas horas) Antes que Koichi arme la grande. Si, Takuya tiene una verdad demasiado grande en sus manos, ya veremos que hará con ella jijiji Espero que te esté gustando la historia, que sigas comentado y leyendo. Te mando un abrazo de oso.
