Muerta.

Sí, muerta. Esa era la situación actual de Tomoko Kimura.

Aunque nadie pudiera creerlo, mejor dicho, aunque nadie quisiera creerlo había ocurrido. La exposa de Kousei Minamoto, madre de Kouji y Koichi, sub-directora del internado estaba muerta en estos momentos.

Muchos pensamientos llenaron la mente de Mimi, recuerdos de aquella mujer que poco tiempo estuve en el internado, pero que actúo como una verdadera madre para ella.

Su mirada pasó por el ataúd y el recuerdo de su madre vino a su mente.

~Recuerdo~

Mimi observó el ataúd donde reposaba el cuerpo sin vida de su madre. Miles de lágrimas cayeron por su mejilla, sin césar. Rápidamente sacó un pañuelo de su cartera e intentó secar sus lágrimas, sin embargo, fue inútil, las lágrimas no cesaban.

Dirigió su mirada hacia sus hermanos, Takuya se encontraba junto a Kouji y Koichi, los tres sostenían a Damar en sus brazos, quién ¡Al fin! logró dormir. Eso era bueno, después de todo, llevaba los dos días de velorio sin descansar y lo necesitaba, apenas era una niña de nueve años.

—Amiga.— Una voz llamó a la castaña, al voltear se encontró con su amiga rubia.

—Izumi ¿Qué haces aquí? Pensé que irías a descansar.

La oji-verde asintió— Mi madre quería que fuera a descansar, sin embargo, me opuse, no quería dejarte sola.— La abrazó— Mucho menos en este momento.

—Has estado estos dos días conmigo, deberías descansar.

—No quiero.— Respondió Izumi— Quiero estar contigo, amiga.

Mimi sonrió, a pesar de todo, su amiga siempre estaba con ella.

—¿Has comido algo?

La castaña negó— No he comido desde anoche.

—¿Te parece si vamos a la cocina a comer? No creo que te haga bien estar tanto tiempo sin comer.

La Tachikawa asintió.

Fue así como ambas se levantaron del lugar y se dispusieron ir a la cocina, sin embargo, cuando salieron de la sala principal la llegada de cierta mujer de cabello negro-azabache y ojos azules llamó su atención.

—¿Señora Kimura?— Musitó la Tachikawa.

La mujer dirigió su mirada a la niña— ¿Mimi? Tanto tiempo.

Sí, bastante. Su madre y ella eran amigas, pero pocas veces se veían ¿por qué? Ni idea, Satoe le tenía cariño, pero por alguna razón su relación era distante.

—¿Qué hace aquí?

—Vine a acomparñarlos en el velorio, disculpa por no venir antes, pero estaba trabajando y no me dieron permiso hasta hoy.— Tomoko se acercó a Mimi— Lamento mucho lo que...—Unas lágrimas aparecieron en sus ojos— Lo que sucedió con tu madre, Satoe...—Suspiró— Mi amiga.

La castaña quiso ser firme, pero tan solo escuchar el nombre de su madre provocó que nuevamente brotaran lágrimas de sus ojos— M-mi mamá, s-se...—Tragó saliva— Se fue, señora Kimura. Mi mamá murió.

Tomoko hizo una mueca y abrazó a Mimi— Lo lamento mucho pequeña, esto no es fácil, mucho menos para una niña de tu edad.

Mimi negó— No sé que haré.

—Sé que esto es difícil, pero aunque ella no está aquí en tu memoria siempre tendrás los buenos recuerdos de ella, después de todo, Satoe fue buena madre ¿no?

—La mejor.

—Lo sé.— Comentó Tomoko— Y no me sorprende, Satoe siempre fue una persona hermosa, muy amable, amoroso, alegre. Y conmigo siempre fue muy buena amiga.— O al menos, lo fue antes de que Rumiko arruinara su amistad.

Mimi tragó saliva— E-ella la quería mu-mucho a usted.

La mujer Kimura sonrió— Lo sé. — A pesar de estar distanciadas el último tiempo, nada eliminaría los buenos recuerdos de su infancia y juventud, cuando eran amigas— Satoe fue mi amiga y siempre la recordaré con mucho cariño.

~Actualidad~

Y ahora...

¡Ambas estaban muertas!

Mimi cerró los ojos para evitar que sus lágrimas cayeran. Tenía ganas de llorar, pero no debía hacerlo. Debía ser fuerte y trasmitir buenas energías para sus amigos.

Respiró profundo y cuando logró controlar sus sentimientos abrió sus ojos.

Mimi pasó su mirada por Koichi, este lloraba desconsoladamente junto el ataúd, desde que llegó al funeral no se apartaba de ahí.

Pasó su mirada por Kouji, Rika estaba a su lado derecho y Damar se encontraba a su lado izquierdo, sosteniendo sigilosamente su mano.


Mimi caminó en dirección a su departamento, verdaderamente se sentía cansada, agotada, devastada, con el alma rota. Nunca pensó que la muerte de Tomoko la haría sentir así, no era para menos, después de todo, se comportó como una verdadera madre para ella.

Al llegar a su departamento encontró apoyado contra la pared a cierto chico rubio.

—Mimi.

—Michael.— Pronunció su nombre— ¿Qué haces aquí?

—Te estaba esperando.— Respondió el rubio— Que bueno que llegas, te envie unos mensajes, no me respondiste, me preocupé por tí.

Mimi hizo una mueca— Disculpa, mi móvil se descargó, así que no los vi.

—No te preocupes.— Contestó el chico— ¿Vamos a cenar?

—¿E? No, no tengo hambre.— Respondió la castaña—Quiero descansar, no me siento bien.

—No me sorprende, apenas has dormido.—Musitó el rubio.

Sí, hace dos noches no descansaba.

—Debes estar agotada.

—Lo estoy.— Admitió la chica—Pero no es solo el cansancio físico.— Habló la Tachikawa— Es simplemente que y-yo...—Unas lágrimas aparecieron en sus ojos— Aún no puedo creer que ocurrió esto.

Michael hizo una mueca— ¿Aquella mujer que murió significaba algo para tí? ¿eran familia o algo?

—No somos familia, pero nos conocemos hace tiempo.— Musitó Mimi— Inclusive, ella estuvo presente en funeral de mi madre eran amigas, y a pesar que no nos vimos en un tiempo, desde que es sub-directora significó mucho para mí.— Bajó la mirada—Tomoko fue una de las pocas personas que...—Suspiró— Me apoyo sin condición.

Las lágrimas brotaron por milésima vez en ese día.

—Su muerte es demasiado significativa, porque en este corto tiempo significo un gran pilar para mí y pues, ahora no sé que haré sin ella.

Tomoko se convirtió en una hermana mayor a la cual le podía contar todo y la aconsejaba, algo así como una figura materna.

—Será difícil vivir sin ella.— Habló Mimi— Sobre todo ahora que todavía estoy luchando por estar con mi hija.

Michael hizo una mueca ante esto y se acercó a la castaña—Tranquila, todo estará bien.— La abrazó.

—Eso espero.— Musitó la Tachikawa.

Aunque el panorama se veía gris, después de todo, Tomoko fue quién la protegió de Natsuko que quería deshacerse de ella por la situación con Natsumi y Yamato.

Mientras tanto a unos metros, otro rubio observaba la escena muy poco agradado.

¿Por qué cada vez que venía donde la castaña la encontraba con ese tipo?


Mientras tanto en las afueras del Internado.

Nene observó la escena del crimen donde se encontró el cuerpo de Tomoko, algunos detectives revisaban algunas muestras o buscaban pistas de un posible omicidio y no suicidio como aparentemente lo fue.

Un escalosfrío recorrio su espalda al recordar el alboroto que se formó aquel día cuando una niña entró gritando que Tomoko yacía muerta, al principio nadie le creyó, acto que cambió ante sus gritos de desespero. Al salir, ahí estaba el cuerpo lleno de sangre y sin vida.

Tragó saliva al recordar una escena similar en su vida en la cual su hermana por soltar su mano y correr...

¡PLAP!

Unas lágrimas brotaron levemente sus ojos ante esto.

—Veo que eestás sensible hoy.— Una voz llamó su atención y al voltear se encontró con su nuevo amigo rubio.

—¿Kiriha?— Pronunció su nombre.

El chico se acercó a ella.

—No estoy sensible.

—¿A no? Entonces ¿por qué lloras?

—Por-porque...—Suspiró— No me gusta presenciar escenas como la escena que vivimos el otro, en este lugar cuando encontraron a...—Costaba decirlo— La sub-directora.— Musitó Nene— Me recuerda a...—Sintió un nudo en su garganta— Mi hermanita.— Otras lágrimas brotaron en sus ojos, sin embargo, las limpio con rapidez.

Kiriha hizo una mueca, la muerte de sus padres era un tema difícil para él recordar el momento exacto era horrible, sobretodo cuando le tocaba presenciar momentos así, como este. No le agradaba Kouji, mucho menos Koichi, sin embargo, entendía su dolor.

—¿Sabes? Perder a una hermana es difícil, pero ¿a tus padres? No sé como rayos puedes mantenerte en pie luego de eso.— Comentó la castaña. Después de todo, a pesar del divorcio al menos siempre tuvo el apoyo de su padre, sin embargo, Kiriha no tenía a nadie.

—Soy fuerte.— Respondió el rubio— La fuerza conquista la tristeza.

—Al parecer te funcionó a ti, porque por más que intento ser fuerte no puedo superar ese momento en mi vida.

—Significa que no eres lo suficientemente fuerte.— Contestó el oji-azul— Solo así lograrás vencer la tristeza absolutamente.

—¿Y con ello olvidaré a mi hermana?

¿Olvidar?

—Pues...—Kiriha bajó la mirada— Ojalá se pudiera.— Suspiró— Pero no se puede olvidar a un ser querido.

—Me alegra saber.— Comentó Nene.

—¿Por qué dices eso?

—Porque a pesar que no me guste recordar su muerte, no quiero olvidar los buenos momentos con ella.— Musitó la castaña.

Los buenos momentos.

Kiriha tragó saliva, jamás le gustó recordar aquellos buenos momentos, ya que siempre lo debilitaban.

—Tal vez deberías, después de todo, recordar aquellos momentos traen debilidad.

—¿Contigo ocurre así?— Preguntó Nene.

—Pues...—El rubio mantuvo silencio.

La castaña observó atentamente al chico, su mirada pasó de ser una fría a una triste, esto llamó mucho su atención, ya que, jamás recordó ver a Kiriha así.

El chico movió su cabeza intentando alejar todos esos sentimientos de tristeza que lo estaban volviendo a raíz de sus pensamientos— No quiero seguir hablando de esto.

—¿Dónde vas?

—A cenar.— Respondió Kiriha.

—Esa no es la dirección del Internado.

El rubio asintió— Iré a cenar a otro lado, no quiero continuar más tiempo aquí.

Debido a los últimos acontecimientos todos fueron retenidos en ese lugar (A excepción de aquellos que fueron al velorio a acompañar a los hermanos Minamoto-Kimura)

—Iré contigo entonces.— Comentó Nene.

—¿Qué?— Preguntó el rubio.

—Tenemos una cena pendiente ¿lo recuerdas?

El alboroto que se armó en el internado esa noche que unos adolescentes encontraron a Tomoko muerta fue legendariamente catrastrófico, todos gritaban, llamaron ambulancias, policias, entre otros.

Kiriha y Nene prefirieron no salir, ya que, no querían tener problemas con los policias y detectives que analizaban la escena del crimen.

—¿Aún la quieres?— Preguntó el rubio.

—Después de todo lo que ocurrió no estaría mal alejarnos de aquí.— Comentó la castaña.

Había un ambiente tenso, triste y tenebroso, después de todo, Tomoko murió a las afueras de ese mismo lugar.

—Vamos.— Respondió el Aonuma.


Rumiko se recostó en el respalda de su gran silla de cuero y respiró profundo, la muerte de Tomoko provocó un gran revuelo y trabajo extra en el internado con los oficiales de policia, forense, entre otros, estaba agotadisima, necesitaba descansar.

Sin embargo, su consciencia no estaba tranquila, ya que a su mente venía aquella imagen de...

Su muerte.

~Recuerdo~

—Fácil.— Contestó Tomoko— En verdad eres idiota Rumiko hasta para guardar información tan simple como esta.— Sonrió— Y con la información que ya tengo de tí, todos aquellos contratos y fotos cuando fuiste teibolera, será tu final.

Por fin.

—Ahora todo el mundo sabrá la clase de mujer que eres.

Rumiko observó a Tomoko totalmente enfadada o mejor dicho airada, por su culpa todo lo que había construido hasta ese momento se caería en mil pedazos, todo lo que con esfuerzo y astucia había adquirido durante esos largos años los perdería, todo el honor y admiración que había conseguido sería en vano luego de que esa mujer revelara todo lo que sabía.

¡No era justo!

Tomoko Kimura nunca sabría todo lo que ella había tenido que pasar para obtener lo que ahora poseía. Esa mujer desconocía completamente su pasado.

Mientras Tomoko nacía en cuna de oro, ella había nacido casi sin hogar, comiendo las sobras de los patrones de su madre, heredando ropa usada y comprando zapatos baratos que apenas no demoraban en gastarse debido a que los usaba con frecuencia.

Todo lo que ahora tenía era todo lo que siempre había deseado a raíz de haber nacido casi en la calle.

¡No lo perdería por una mujer como ella!

Rumiko rápidamente se acercó a Tomoko y la tomó del brazo— ¡Olvida que te dejaré que hagas eso!

La oji-azul volteo molesta— No me lo impedirás Rumiko, ni tú, ni Kousei.

—Claro que te lo impediré.— Rumiko la agarró fuertemente del brazo.

—¡No!— Tomoko intentó soltarse jalando de su brazo provocando que ambas comenzaran una pelea de forcejeo— ¡Sueltame!

—¡No!— Respondió la rubia.

Tomoko intentó soltarse del agarre de la Nonaka, pero fue difícil, ya que esta la presionaba fuertemente impidiendo que se soltase.

En un movimiento rápido logró safarse del agarre de Rumiko, sin embargo, la rubia en otro acto empujo a su rival hacia la orilla de la azotea, debido a la fuerza que aplicó, Tomoko perdió el equilibrio, fue así como Rumiko nuevamente la empujó hacia el precipicio y fue así que la pelinegra tropezó con el borde la azotea, sin darle oportunidad a la oji-azul se sostenerse de algún lado, cayó al vacío, a través de esos seis pisos de alto.

¡Pluff!

Su cabeza chocó contra el suelo de cerámica provocando que de una gran herida se abriera y en poco tiempo un gran charco de sangre se hiciera presente.

~Fin del recuerdo~

Movió su cabeza intentando alejar esa imagen de su cabeza.

Ella no tenía la culpa, fue un accidente. Sí, un accidente...

Solo un accidente.

Debía pensar en aquello para tranquilizarse.

Más, no funcionó, ya que la puerta se abrió de golpe y cierto chico moreno apareció en el lugar.

—¿Fuiste tú verdad?

Rumiko frunció el ceño al ver a aquel chico— ¿Ryo? ¿Qué haces aquí? ¿Por qué entras de esa manera a mi oficina?

El Akiyama cerró la puerta tras él— ¡Respondeme tú primero! ¿Fuiste tú? ¿Cierto? ¿Tu eres la culpable de esto?

—¿De esto?— Cuestionó la mujer— ¿Esto qué?

—De la muerte de Tomoko.

¡Rayos!

—No sé de que estás hablando.

—Claro que sí.— Respondió el oji-azul— No tengo pruebas, pero estoy seguro. Dime ¿Mataste a Tomoko?

—¿Qué?— Preguntó Rumiko—Claro que no.

—Claro que sí.— Respondió Ryo— Yo te conozco y sé muy bien que ella no te agradaba, siempre fue una piedra en tu zapato, pero ahora más que nunca estaba siendo un iceberg para tí, porque te estaba destruyendo fácilmente.

—Sí, se esaba comportando de una manera fastidiosa.— Contestó Rumiko— Sin embargo, no soy capaz de matarla.— Mentira, sí, sabía que ese chico no le creería.

—Claro que sí eres capaz ¿o te refresco la memoria?— Musitó el Akiyama— ¿Quién mató a Satoe?

La rubia se cruzó de brazos— Eso fue un accidente.— Respondió— Yo jamás mataría a alguien a propósito.— Otra mentira más, cuando empujó a Tomoko lo hizo con toda la intención de matarla.

—Claro que sí.— Respondió Ryo— ¿Y sabes por qué? Porque eres una víbora, no sientes nada por nadie, solamente ves por tí y por tu bien.

—Igual a ti ¿e?

Lamentablemente sí. Pero ya no quería serlo, a diferencia de Rumiko, quién evidentemente no quería dejar de ser esa víbora que era.

—Puedo haber hecho cosas malas, pero jamás mataría a una persona.— Contestó el oji-azul— A diferencia de ti que asesinaste a Satoe, solo por ser la esposa del hombre que dices amar. Y ahora a Tomoko, quién sabe que razón tuviste esta vez.

—No maté a Tomoko.

—Claro que sí.— Respondió Ryo.

—¿Y qué ganas con saber que fui yo o no?— Preguntó Rumiko.

—Descenmascararte.

—¿Para qué?

—Para demostrarle al mundo lo cruel que eres.— Contestó el Akiyama— Antes que mujer, eres un víbora, no persona.

—¿Quién rayos te crees que eres para calificarme de esa manera? Tú eres igual o peor.

Ryo frunció el ceño— Puede que lo sea, sin embargo, me cansé de vivir entre mentiras.— Respondió— ¡Pobre Tomoko! No te bastó con matar a Satoe y ahora la matas a ella ¡Estás enferma de la cabeza!

—No fui yo.

—Yo sé que sí.

—No te sirve de nada pensarlo, aunque yo hubiese matado a Tomoko, no tienes forma de probarlo.— Rumiko se cruzó de brazos— Y tampoco te creerían luego de tus escándalos, mentiras y todo lo que has hecho en general nadie cree en tí.


Kouji observó atentamente la ventana frente, literalmente con la mirada pérdida en el horizonte, saber exactamente que estaba viendo, sin saber que hacer, sin saber si debía llorar o no. Literalmente, estaba en shock, sin emoción, ni reacción.

Damar y Rika observaron al Minamoto preocupadas. Desde que regresaron del funeral se encontraba así, en shock. Ni siquiera tuvo fuerzas o interés de subir a su departamento, estaba en el sofá del primer piso.

A unos metros se encontraban Takuya e Hikari, quién esperaba a sus amigas.

—Kouji.— Damar llamó al Minamoto, sin embargo, no obtuvo respuesta.

Rika hizo una mueca— Primo, llevas aquí desde que regresamos de...—Se detuvo— Ya sabes.

—No está bien, tienes que descansar.— Habló Damar.

—No tengo sueño.— Respondió Kouji.

—O al menos intentar comer algo.— Musitó Rika—Llevas dos días sin probar bocado.

—No tengo hambre.

—¿Cómo no vas a tener?— Comentó Takuya— Solo has tomado café, eso no es bueno.

Kouji simplemente se mantuvo en silencio.

Takuya, Damar y Rika intercambiaron miradas preocupados. Era común que el Minamoto fuera silencioso, sin embargo, en esta situación su silencio era preocupante.

—Kouji, por favor, dinos algo, estamos preocupados.— Habló la pelirroja.

El Minamoto hizo una mueca ante esto y volteo hacia ellos—No quiero hacer nada ¿si?— Respondió molesto.

—Pero, no está bien que estés tanto tiempo sin dormir o sin comer.

—Eso no les importa.— Se levantó del lugar donde estaba— ¡Ya! Dejen de molestarme.

Todos intercambiaron ante esto.

Probablemente en otro momento, Takuya le hubiera gritado de vuelta, sin embargo, esta vez prefirió callar, ya que, entendía al Minamoto.

—Disculpanos.— Damar acarició su rostro— No queríamos ser insistentes, nosotros simplemente estamos preocupados por tí.

"Estamos preocupados por tí"

Kouji observó a las personas ahí presentes y suspiró, jamás le gustó ser el centro de atención, nunca quiso que la gente sintiera "pena" por él, siempre prefirió pasar sus tristezas en silencio. Sin embargo, ahora se sentía tan...

Vacío.

Sin Tomoko, que en realidad no sabía como reaccionar.

—Me voy.— Fue lo único que dijo el Minamoto antes de levantarse de su lugar y caminar en dirección a la salida, necesitaba estar solo, pensar, no quería estar ahí.

—¿Dónde vas?—Preguntó Rika

—Necesito estar solo.— Sí, no respondió a su pregunta.

Todos intercambiaron miradas y el Minamoto salió del lugar.

—Kouji no está bien.— Musitó la pelirroja preocupada.

—Quiere estar solo, no lo culpo.— Comentó Takuya.

—Pero no creo que sea lo mejor.— Musitó Damar—Dejen que yo hable con él ¿si?

—Pero, Damar...—Habló la pelirroja.

—Kouji quiere estar solo.

—Lo sé, pero no quiero dejarlo solo.— Respondió la Tachikawa antes de caminar hacia la salida— Se lo debo.

La pelirroja hizo una mueca, ella también le debía muchas cosas al Minamoto, tanto sentimental, como sicologicamente y económicamente. Sin embargo, Damar parecía estar mentalmente más preparada para hablar con él (Después de todo, ella vivió lo mismo hace pocos años atrás)

—Está bien, pero si no puedes hacer que entre en razón, llamame a mí.— Respondió la Nonaka.

Damar asintió.

Fue así como la castaña salió del internado tras el Minamoto.

—Kouji.— Damar lo llamó, sin embargo, no recibió respuesta—Kouji, detente.— Fue inutil, el chico simplemente la ignoró. Ante esto la castaña rápidamente caminó frente a él atravesandose en su camino para evitar que continuara caminando— Hey, detente.

El chico se detuvo ante y rodó los ojos—¿Qué parte de quiero estar solo no entendiste?— Preguntó con frialmente en la voz.

—Entendí todo.— Respondió la chica— Pero olvida que te obedeceré.

—Pues deberías, porque quiero estarlo.— Fue así como el Minamoto pasó de la chica y continuo caminando.

Damar volteo hacia él y nuevamente lo alcanzó— Kouji, no quiero molestarte. Entiendo que quieras estar solo, pero no quiero dejarte solo.

El Minamoto se detuvo— Damar, no quiero tener problemas contigo ¿si?

Se sentía devastado, sentía que en cualquier momento iba a llorar, algo que no podía hacer en público, pero que tampoco debía hacer en privado, debía ser fuerte, sin embargo, al estar rodeado de personas podría terminar quebrándose.

—Pues los tendrás si dices que me vaya.— Fue así como Damar abrazó al Minamoto, este al principio quiso apartarse, sin embargo, fue imposible, ya que ese abrazo lo necesitaba.

—Mi mamá se murió.— Habló Kouji.

—Lo sé.— Respondió la castaña.

—Me siento...

—¿Destruido? ¿Vacío? ¿Sin fuerzas?

El Minamoto asintió.

—Lo sé.— Respondió Damar— Es normal.

Lamentablemente.

—El dolor está presente siempre.— Habló la castaña— Pero ¿sabes? Guardarlo no es bueno. Por favor, permíteme acompañarte.

El Minamoto tragó el nudo que sentía en la garganta, no quería ser débil, no quería llorar, no quería quebrarse frente a los demás para eso necesitaba estar solo, más...

El abrazo de Damar lograba mantener en calma todo lo que en estos minutos se veía atrofiado.

Respiró profundo y sin decir más, correspondió a su abrazo dejando caer una silenciosa lágrima por su mejilla.


—Pobre Kouji, esto no debe ser fácil.— Musitó Hikari.

—No, no lo es.— Comentó Takuya, él más que nadie sabía lo que sentía su amigo.

—¿Y Koichi?— Preguntó la Yagami— ¿Lo han visto?

—Desde que acabó el funeral se encerró en su habitación.— Respondió Rika— Quise hablar con él, pero no fue posible, está cerrado, incluso Kouji, sin estar bien, intentó hablar con él, porque sabe lo difícil que está siendo esta situación para ella, pero ni a él le hizo caso.

—No es para menos.— Musitó Hikari.

—Cada quién tiene su forma de reaccionar.— Comentó Takuya.

Rika asintió.

Un silencio se hizo presente, uno bastante triste.

Evidentemente nadie tenía ánimos de hacer algo más.

—Ya es hora de cenar. — Comentó Hikari.

—Suena bien, pero no tengo hambre…—Rika llevó una mano a su boca intentando opacar su bostezo— Iré a descansar un poco.

Apenas logró dormir en esas dos noches, la primera estuvo en la morgue junto a los gemelos, debido a los nervios no logró conciliar el sueño. La noche siguiente era el velatorio, Takato fue y apenas logró dormir una par horas sobre su hombro.

Hikari asintió— Buenas noches.

—Buenas noches. — Respondió la pelirroja antes de ingresar a su habitación cerrando la puerta tras ella.

La Yagami dirigió su mirada al moreno—¿Irás a cenar?

Takuya asintió— Sí ¿y tú?

—Sí, muero de hambre.— No comía desde la mañana.

—¿Vamos?

Hikari asintió.

Fue así como ambos caminaron hacia la cocina, retiraron unas bandejas y tomaron asiento.

—¿Pudiste hablar con Takeru?— Takuya le preguntó a la chica.

La chica negó— No hemos tenido tiempo para hablar por todo esto que ocurrió con Tomoko.— Tanto el rubio como ella estuvieron en el velorio, luego en el funeral acompañando a los gemelos— No creí que fuera un buen momento.

Este acontecimiento literalmente detuvo la vida de todos que le vivían en ese lugar.

—Tal vez, no soy tan cercana a Koichi y Kouji como tú lo eres, sin embargo, es inevitable sentirse mal por esta situación.— Musitó Hikari— No me quiero imaginar lo que están sintiendo.

—A mi me gustaría no saber lo que se siente.— Comentó Takuya.

—Pero lamentablemente lo sabes.

El moreno asintió.

—Cuando perdí a mi madre, y-yo…—El nudo en su garganta impidió que Takuya continuara hablando.

Hikari hizo una mueca ante el rostro triste del castaño, ese recuerdo evidentemente era doloroso.

—Disculpa, no es momento para que yo hable de mi situación.— Comentó el moreno.

—No te preocupes, hablar de tu madre es inevitable y no es malo.— La castaña depositó su mano derecha en la mejilla del moreno— ¿Sabes? Si tu madre estuviera con vida, estaría orgullosa de la persona que eres y de la forma en que has sobrellevado estar todo este tiempo sin ella.

Izumi se detuvo al ver lo cerca que estaban Takuya e Hikari.

Alzó una ceja ¿Qué ocurría entre ellos? Últimamente cada vez que desayunaban o cenaban los veía juntos, en el funeral de Tomoko en ningún momento los vio separados.

—Gracias, pero lo dudo, a lo largo de mi vida he hecho cosas de las cuales nadie enorgullecería, sobre todo con mis hermanas.— Takuya le respondió a la Yagami ignorando completamente la presencia de la rubia a unos metros de ellos.

—Errores cometemos todos, pero créeme Mimi te ama por todo lo que has hecho con ella y Damar también, aunque seas celoso, ambas te aman. Además, diste todo para tu sobrina estuviera bien y sigues apoyando a Mimi aunque te has llevado críticado, eres muy buen hermano y amigo.— Comentó Hikari— Ojalá Taichi fuera como tú.

—Él también te quiere y ha cometido errores.

—Sí, pero a diferencia de ti los cometió y los vuelve a cometer.— La castaña bajó la mirada.

—Hey, tranquila, todo se solucionará entre ustedes, ya lo verás.— Takuya depositó una mano en su hombro.


Sora lloraba desconsoladamente sobre el sofá de su departamento, sin poder creer lo que ocurrió ¿Por qué rayos pasó? ¿Por qué Tomoko murió?

~Recuerdo~

—¿Y bien?— Tomoko llamó su atención— ¿Qué opinas? ¿Cómo estás? ¿Te sientes un poco más tranquila?

Buena pregunta.

—La verdad es que al principio no.— Respondió la pelirroja— Pero luego de ver a mi bebé...—Suspiró— Todo cambio, aunque...

El silencio se hizo presente.

Tenía muchos sentimientos encontrados, luego de ver a su bebé quería tenerlo luego en sus brazos, pero cuando caía en la triste realidad de que todavía era menor de edad, que no terminaba sus estudios y que debía decirle a su familia, en verdad se sentía mal.

—Todo esto es difícil para mí, jamás pensé en quedar embarazada a tan joven edad.— Declaró finalmente— Sobretodo con la familia que tengo jamás pensé en quedar embarazada soltera, usted sabe señora Kimura como es mi familia.— Nuevamente suspiró— Imaginar su reacción me aterra.

Tomoko hizo una mueca, la situación de todos esos jóvenes era difícil por el estatus social, pero más para ella, después de todo tenía una familia de ascendencia Islam, por esto, en sus tierras podría ser apedreada o sentenciada a morir. Sabía que la señora Hurrem, su abuela no lo haría, pero si serían capaz de casarla con Taichi y eso no era agradable, ya que este la engañó y una infidelidad no es fácil de perdonar, ella lo sabía más que nadie.

—Tranquila Sora.— Respondió la mujer— Entiendo tu preocupación, pero desde ahora en adelante lo más importante para tí debe ser tu bebé, después de todo, él no tiene la culpa de venir al mundo.

—Lo sé.— Contestó la pelirroja antes de llevar sus manos a su vientre. Al principio quiso culparlo, pero fue imposible esa vida que venía en camino era inocente— La única responsable de esto soy yo con mis decisiones y Ta...—Se detuvo— Y Taichi.

Recién era consciente de eso.

Tragó saliva.

Él también era responsable de esto, finalmente él tamién debía cuidarse ¿no?

—Demás queda decir que él debe saber que tendrás de él.— Musitó Tomoko— Pero, lógicamente no te diré cuando, después de todo tú debes tomar esa decisión, porque debes asegurarte que independiente de su reacción, tú estarás bien.

—¿Su reacción?— Cuestionó Sora— ¿Quieres decir que reaccionará mal?

—No.— Se apresuró a responder Tomoko y tomó su mano— No me refiero a eso, pero cuando le digas la verdad debes ser consciente de que él también es joven, su relación terminó hace poco y puede reaccionar de multiples formas, tanto para bien, como para mal. Por el momento lo mejor será que descanses ¿Si? Ahora más que nunca debes evitar toda situación de estrés y respetar la licencia que te dió la matrona.

Sora asintió— Eso haré.

—Cualquier cosa que necesites, puedes contar conmigo.— Habló Tomoko— Aunque estoy segura que podrás salir adelante, eres joven, pero fuerte y lograrás sobrellevar esto.

~Fin del recuerdo~

Tomoko desde el primer minuto la apoyo, le dió una mano, prometió no dejarla. Sin embargo, ahora no estaba.

Ahora tendría que afrentar las consecuencias de su embarazo ¡Sola!

El sonido de la puerta llamó su atención. Al alzar su mirada se encontró con su amiga castaña, quién al verla de esa forma se preocupó—¿Sora?

—Ho-hola Mimi.— Saludó la pelirroja— Que bueno que llegas.

No quería estar sola, sentía una angustia horrible en el pecho.

—¿Estás triste por Tomoko? ¿no?

Sora asintió—Las hormonas del embarazo están provocan que me de más tristeza la muerte de Tomoko.— Comentó— No puedo creer que esté muerta.

—Yo tampoco.— Respondió Mimi.

—Era tan joven y llena de energía.

La castaña asintió.

—Este internado no será el mismo sin ella.

—No lo será.— Comentó la castaña, de seguro volvería a ser el infierno que era antes con Rumiko.

—Me siento super mal.— Declaró Sora— ¿Ahora como haré para decirle la verdad a mis padres?— Preguntó— Tomoko prometió ayudarme, pero ahora...—El nudo en su garganta no le permitió continuar hablando, así que, nuevamente llevó sus manos a su rostro y continuó llorando desconsolada.

Mimi observó sorprendida a su amiga, literalmente dijo las mismas palabras que ella dijo antes.

Al parecer Tomoko, a pesar de su corta estadía, logró marcarlas más de lo esperado.

—Amiga, tranquila no estás sola, tal vez, no la tienes a ella, pero tienes a Hikari y a mi que te vamos a apoyar.— Comentó Mimi.

—Lo sé.— Musitó la pelirroja— Pero, tú sabes como es la gente, Tomoko me daba la seguridad de que al menos podría estar aquí en el internado sin problemas.

—Tranquila, encontraremos la forma de hacer que todo esté bien.— Respondió la Tachikawa, posó una mano en su hombro— Debes estar tranquila.

Era difícil, pero debía intentarlo.

Su bebé sentía todo.

—Por cierto, tú también debes estar preocupada, incluso más que yo.— Habló Sora—Sin Tomoko, tus hermanos y tú quedarán a la merced de Natsuko. Después de todo, ella era la única que impedía aquello.

Lamentablemente sí. Desde que Tomoko murió no paraba de pensar en que pronto tendría que hacer sus maletas e irse de ahí.


Nene observó atentamente la carta del restaurante.

—Y bien.— Kiriha tomó la palabra— ¿Ya escogiste lo que vas a comer?

La castaña hizo una mueca— Todavía no estoy segura.

—¿No?— Preguntó el rubio— Pero si llevas más de treinta minutos observando esa carta.— Omitió decir que esta era la tercera vez en la noche que le preguntaba "¿Ya escogiste?"

—Que poco caballeroso de tu parte presionar a una dama.— Musitó Nene sin despegar su mirada de la carta.

—No es ser poco caballeroso, el mesero lleva esperando varios minutos nuestra orden.—Comentó rubio.

Nene pasó su mirada por el mesero que se encontraba de brazos cruzados con una cara cero agradable.

—No sé que escoger.— Comentó la chica— Todo se ve muy...— Se detuvo.

—¿Muy qué?— Preguntó el rubio— ¿Caro? ¿Elegante?

Nene negó—Cero apetitoso.

—¿Cero apetitoso?— Cuestionó Kiriha sorprendido ante aquella declaración tan inusual y a la vez inesperada.

La castaña asintió— Todo tiene pescado crudo, eso no me gusta, el camaron me produce alergia, no me gusta el arroz con vinagre, tampoco me gusta el jengibre que contiene el Takatakis.

—Las gyozas no tienen eso.

—No me gustan.— Respondió la castaña— Las gyozas con insipidas.

¿Insipidas?

—Eres regañona al momento de comer ¿e?—Musitó Kiriha.

—Tal vez...

—¿Tal vez?— Musitó el rubio.

—Bueno, un poco. — Comentó Nene— Pero, no me culpes, aquí en Japón venden muchos productos del mar, a mí no me gusta mucho eso.

—Entonces ¿qué te gusta?—Preguntó Kiriha.

—La comida tradicional estadounidense.— Respondió la castaña.

—¿Tradicional estadounidense? — Cuestionó el rubio— ¿Te refieres a esas comidas fritas llenas de grasa?

—La comida Estadounidense no se resume en eso. — Musitó Nene ofendida cruzándose de brazos.

—¿No? — Cuestionó Kiriha con cierta ironía— Hamburguesa, frituras y waffles ¿No se clasifican como frituras?

—Bu-bueno, todo va en la preparación.

—No me digas que prefieres comer eso antes que estas delicias del menú. — Comentó el rubio.

—¿E? N-no…—Musitó Nene sarcástica— Claro que no.

Kiriha sin decir palabra, simplemente alzando una ceja y dirigiendo una penetrante mirada logró intimidar a la chica obligándola a decir la verdad.

—¡Ya lo admito! — Nene llevó sus manos a su rostro— Mi comida favorita son las hamburguesas.

El rubio alzó una ceja sorprendido, sin embargo, esto rápidamente cambió— Esa es la comida tradicional de los estadounidense ¿no? La comen con frecuencia.

—La mayoría.— Habló la castaña— Pero, yo no las comía con frecuencia—Comentó—Mi madre no me dejaba comerlas porque decía que tenía kilos demás. Incluso ahora que soy más grande, no me deja comer chatarras, al contrario, vivía a puras ensaladas allá en Nueva York. En cierto modo me alegra no estar con ella porque puedo comer lo que quiero cuando salgo del Internado.

Kiriha observó atento a la chica, esta era como la quinta vez que la escuchaba hablar de su madre, desde que se conocian, y al igual que las otras, no decía algo bueno de ella. No debía ser adivino para notar que estar lejos de ella significaba algo bueno en la vida Nene.

¿Por qué? Anteriormente comentó la situación de su hermana, pero ¿verdaderamente su propia madre sería tan mala como para arruinar su vida?

Nene cerró su carta—Ahora que lo pienso ella no está aquí.— Podía comer lo que quisiera— ¡Vamos mejor a Burger King!

—¿Q-qué? — Balbuceo Kiriha ante esto— D-debe ser una broma.

—No lo es.— Respondió la castaña.

—Claro que no podemos ir, ya estamos aquí.

—Sí, pero no hemos ordenado.— Contestó Nene— ¡Vamos! Será más agradable ir a comer hamburguesas.

—¿E? No, no lo creo.— Musitó Kiriha.

—¿Por qué?— Preguntó la chica— Quizás, no sea un lugar tan elegante como este, pero la comida será mejor.

—No es por eso.— Aunque, sí era un buen punto— No como muchas frituras.

—¿No? — Preguntó la castaña—Debí imaginar que el principito rubio tenía el estómago delicado.

—No es eso. — Regañó el oji-azul— Es simplemente que las frituras no son de mi estilo.

Nene sonrió burlona— Comerlas una vez no te hará mal ¡Vamos!

Kiriha suspiró resignado.

Se arrepentiría de esto, sin duda.


Takeru y Yamato intercambiaron miradas totalmente anonadados, sin saber exactamente que decir o hacer. Al igual que el resto del Internado estaban en shock. Sí, en shock.

¿Tomoko estaba muerta?

—No puedo creer lo que ocurrió.— Musitó el menor.

—Tampoco yo.— Respondió el mayor.

En realidad, nadie en ese internado todavía lograba creerlo, ni siquiera sus propios hijos.

—Tomoko ¿está...—Takeru quiso decirlo, pero fue imposible, era difícil de creer—No quiero imaginarme lo que en estos minutos están sintiendo Kouji y Koichi.

—Tampoco yo.— Respondió Yamato, él más que nadie conocía lo adorada y amada que era Tomoko por sus dos hijos, desde pequeños ambos gemelos siempre que tenían oportunidad mencionaban a su madre con cariño.

El menor hizo una mueca— ¿Sabes? Este funeral me recordó a cuando murió la madre de los Tachikawa, Satoe.

El mayor alzó una ceja sorprendido ante esta declaración— ¿A sí? ¿Por qué?

—No sé.— Comentó el pequeño— Quizás, porque ví a Mimi un tanto afectada por la muerte de Tomoko.

—No es para menos, tú sabes que Tomoko apoyó a los Tachikawa cuando toda la verdad de Natsumi salió a la luz.— Musitó Yamato.

Takeru asintió— Oye ¿crees que ahora en verdad tenga problemas con mamá?

Yamato se mordió el labio inferior pensativo, para nadie era desconocido que Natsuko quería desacerse lo más rápido posible de los Tachikawa, sin embargo, Tomoko se lo impidió. Mas, ella ahora no estaba.

—No lo sé Tk, de nuestra madre se puede esperar cualquier cosa, tal vez sí insista, pero no siempre gana.

—¿Te imaginas que aparezca el padre de ellos tres?

—Espero que no.— Musitó Yamato, no quería tener más problemas— Ya mucho tenemos entre nosotros para sumar otro.

Sí, eso era verdad.

—Por cierto ¿cómo van las cosas con Mimi?— Preguntó el menor— ¿Has hablado con ella?

El mayor negó—Todo está mal.— Declaró— He querido hablar con ella para aclarar algunas cosas, pero no quiere escucharme.

Takeru hizo una mueca, por su mente pasó la leve idea que la Tachikawa no quería tener más problemas y por eso se alejaba.

—Y para variar, no se despega ni un segundo de ese amigo suyo estadounidense.— Musitó el Ishida molesto.

El menor alzó una ceja sorprendido ante aquel comentario que salió prácticamente de la nada, porque en ningún momento nombró a ese chico.

—Es tan fastiodoso.

—¿Has hablado con él?

—No.— Respondió Yamato— Pero vive pegado a Mimi, no la deja ni a sol ni a sombra, eso es fastidioso.

—Nunca creí ver esto en mi vida.— Musitó el menor asombrado de la actitud de su hermano.

—¿Ver que?— Preguntó el mayor sin entender.

—Verte celoso.— Rió Takeru.

—¿Celoso?— Cuestionó Yamato.

—Sí.— Respondió el menor— Estás celoso.

—¿Q-qué?— Balbuceo el mayor— Cla-claro que no.

—Claro que sí.— Contestó Tk—Estás celoso de ese chico rubio porque está cerca de Mimi, tan solo escucha lo que dijiste recién.

Yamato rodó los ojos—Fue un leve comentario.

—Bueno, deberías ver tu cara cuando los ves juntos, evidentemente no te agrada que estén cerca.

—No digas tonterías.— Comentó el mayor antes de golpearlo con un cojín del sofá.

El menor hizo una mueca— ¡Auch! No seas agresivo.

—Es lo que te mereces.— Respondió Yamato.

¡Toc, toc!

La puerta sonó llamando su atención.

—Permiso.— Musitó Takeru antes de dirigirse a la puerta y abrir.

Su sorpresa fue grande al ver que no había una persona fuera, sino objetos, un cuadro gigante de la torre Eiffel junto a una carta.

El rubio alzó una ceja sorprendido— ¿Qué es esto?— Tomó el sobre entre sus manos y lo abrió.

Alzó una cejas sorprendido al ver de que trataba.

"De: Hikari.
Para: Takeru"

Tk, mi amor, sé que no estás de ánimo para escucharme, por eso te escribo por este medio.
Sé que cometí errores y por eso, tú te enojaste conmigo, te alejaste de mí. Te hice sentir inseguro, porque de alguna forma con mi conducta creíste que no confiaba en tí, pero no es así. Tal vez, con mi actitud no lo dije, pero sí confió en tí, mucho
más que eso, te amo. Y por ese amor que te tengo, temo cada día por perderte.

¿Te acuerdas cuando éramos niños? Una vez me preguntaste si llegaríamos a ser novios cuando grandes y yo respondí que sí, apenas era una niña, pero lo respondí con firmeza, porque siempre supe que mi mayor alegría sería estar a tu lado. Y lo es.

Siempre estas ahí si te necesito
Juntos tú y yo somos un equipo
Tus escritos le dan fuerza a mi voz
Es imposible imaginar que nuestros nombres no estén juntos en una misma oración.

Yo sin ti estaría perdida sin ti no quiero sin ti no puedo.

Yo jamás podría pensar o soñar en un futuro si no te tengo a mi lado.

Podría escribir mil palabras más describiendo lo que siento por tí, sin embargo, eso vale nada si no me perdonas. Por favor, ruego que por favor perdones por ser celosa. No eres tú soy yo (Sí, muy cliché) Pero es verdad, tú lo has hecho todo, sin embargo, yo hice muy poco hasta ahora, por favor, perdoname.


+Pequeño dato, quiero hacer un pequeño paralelo entre la relación de TaichixSora y TakeruxHikari, veremos como es sobrellevar la misma situación con madrez y como no.

+Ahora sí, respondo comentarios, ya que volvimos a la realidad (ToT Fue lindo el Mimato mientras duró)

Honter11: Hola, bienvenido jsjs la verda es que tengo algunas historias Michi en mente, me agrada mucho esa pareja, pero sería un versus Michi vs Mimato. La verdad es que siempre he tenido el debate con quién se ve mejor Mimi si con Yamato o Taichi.

milrose: Jajaja supuse que alguien diría algo así, para su tranquilidad no, Kiriha no le pidió un beso, sus prioridades son otras ahora, Damar ya es una historia pasada, sin embargo, sabe que ella puede ayudarlo en temas importantes. Sí, es genial ver a Yamato celoso, se lo merece por mal novio. Nanami está desesperada y sabe que debe estar al pendiente de todo sino pierde. Ya veremos si Sora logrará hablar con Taichi, bueno Michael está interesado, queda ver si Mimi acepta. Ryo está a casi nada de poner los pies en la tierra, si me lo he guardado mucho, porque el viene con todo (Para bien) Sí, lamentablemente nadie cree en Nene, pero es ingeniosa, la terminarán amando todos jsjsjs esa guerra la escribí hace mucho, tenía mucha emoción por subirla que bueno que te gustara y sí, ya se vienen los celos de Izumi jsjsjs Rika hace que todo sea chistoso, como en el anime básicamente jsjsjs entendamos a Tk, Rika es su mejor amiga y también es amiga de Hikari, así que puede ayudarlos jsjsjs tienes razón, Hikari no está tan mal lejos jsjsjs Pero ellos todavía no lo saben. Pronto se viene su regalo jsjs Espero te haya gustado el capítulo, ojalá sigas leyendo, siguiendo esta historia y comentando. Te mando un abrazo a la distancia.

Mar: Holi jiji que bueno que te gustara la salida de Rika y Takato, sin duda Rika es genial ahora que salió de las drogas. Sí, da cosita Ryo, pero está en proceso de reflexión jiji que bueno que te guste la amsitad de Takuya e Hikari, me inspiré de un Fic para relacionarlos entre sí y sí, es loco que Izumi sienta celos de ella, después de todo está con su hermano, pero verán, será muy interesante. Ahora Yamato tendrá que bancarse todas las verdades, pero Mimi ya no le interesa, su prioridad ahora es su hija y ella. Los celos se vienen de una manera interesante jaja Sí, a Damar y Kouji tuvieron un momento, porque los había dejado un tiempo de lado y pues, quería poner algo así para molestar a Takuya. Kiriha le pidió algo bueno a Damar, una ayuda, pero ya lo sabrán y pues, sí, Nene de a poco cambia y se relaciona más con Kiriha, están recién comenzando. Sí, lamentablemente Taichi se merece la frialdad, pero Sora debe ser consciente que si oculta mucho tiempo su embarazo, le puede suceder como a Mimi, e Hikari es consciente de eso jsjs Damar siempre hará cosas por Mimi, al igual que Takuya y sí, Natsumi es una combinación de todos, debía colocarle de todos un poco. Takuya era el único que podía decirle a Tomoko, sin embargo, no sabrá que esa fue la causa de la muerte de Tomoko jsjsjs Si! El amor de Kiriha y Nene florece de a poco, se viene mucho más (Me encanta esa pareja, ahora que vi Xros Wars solo pienso en que así debió ser Yamato y Mimi) Jajaja Sí, duele la indiferencia, porque no queremos que estén separados, pero no podemos hacer más, lamentablemente se merece sufrir por ser llevado a su idea Jsjsjs Sí, Tomoko murió lamentablemente, es un hecho muy importante en la historia, porque marcará un antes y un después. Ya veremos que ocurre jiji ojalá sigas leyendo, siguiendo esta historia y comentando. Te mando un abrazo a la distancia.

mimato bombon kou: Jsjs sí, soy cruel, pero debía ocurrir, es necesario que Tomoko haya muerto, marcará un antes y un después, ya veremos como Rika, Kouji y Koichi se enteran de la verdad. Que buenoque te gustara el especial de navidad, lo escribí con mucho tiempo de anticipación, necesitaba darles un momento feliz a los Ishida y Tachikawa con la pequeña Natsumi. Sí, fue hermoso ver a Yamato y Mimi junto a su hija, que se dieran regalitos y todo, un momento bueno en medio de la tragedia jsjsjs y apronto todo se desbordará y sabrán que ocurrirá jsjsjs ojalá te haya gustado el capítulo. Ojalá sigas leyendo, siguiendo esta historia y comentando. Te mando un abrazo a la distancia.