—Buenos días Mimi, Takuya y Damar.— Saludó la mujer de anteojos.

—Buenos días señora Minamoto.— Los tres respondieron a la par.

—¿Cómo están?

—Ansiosos, pero bien.— Respondió Mimi.

—Es normal sentirse de esa manera antes del juicio.— Comentó la mujer—Lo importante es no estarlo dentro, ya que debes estar preparada para lo que pueda venir.— Habló Satomi— No digo que sea malo, puede ser bueno o puede ser regular, en todos los casos debes ser los menos expresiva posible.

"Ser menos expresiva"

Sin duda alguna le iba a costar no serlo, después de todo, sus hermanos y ella eran expresivos por naturaleza, lo tenían por herencia de su madre.

—Lo intentaré.— Fue lo único que murmuro la Tachikawa.

—¿Y usted señora Minamoto?— Preguntó Takuya— ¿Cómo está?

—Bastante preocupada.— Respondió la mujer— Pero no por el juicio. Estoy preocupada por mi hijo.

Los tres sabían perfectamente a quién se refería al decir "su hijo"

—¿Han sabido algo de Kouji? Lo he llamado muchas veces y no me responde, fui al internado, pero no lo encuentro, intenté hablar con Koichi, me comentó que ni siquiera llega a dormir.— La preocupación fue obvia en su voz.

—Lo hemos visto algunas veces.— Comentó Takuya omitiendo que todas las veces estaba borracho— Verá, luego de la muerte de Tomoko no ha querido relacionarse mucho con los demás, lamentablemente.

—Me gustaría hablar con él, cuando lo vean por favor diganle que responda mis llamadas o al menos me diga cuando nos podemos juntar.— Pidió Satomi.

Damar asintió— Lo haremos.— Ella más que nadie sabía lo importante que era esa mujer en la vida del Minamoto.

Fue justo en ese minuto que la puerta principal se abrió y en el lugar apareció Alice junto a su abogado. La pelirroja al notar la presencia de los Tachikawa simplemente les dedicó una mirada de desconfianza y desprecio, ni siquiera fue educada en saludar.

—No la miren, no le hablen, mantenganse al margen.— Musitó Satomi observando su móvil.

Sí, eso harían. Ninguno quería relacionarse con esa traidora.


—¿Por eso nunca me quisiste? — Preguntó Izumi— ¿Por eso siempre me trataste diferente a mis hermanos?

La mujer se mordió el labio inferior y guardó silencio.

—¿Por eso jamás me demostrarte si quiera una muestra amor?— Cuestionó la adolescente— ¿Por qué te recordaba uno de tus erores?

Natsuko no sabía exactamente que decir, jamás pensó que su hija supiera de esta verdad, incluso, jamás pasó por su mente decirle, Hiroaki se lo prohibió.

—¡Claro! Doña perfecta, no era tan perfecta como creía ser.— Musitó la oji-verde— Debí imaginar que tus infidelidades venían desde antes hacia mi pa...—Se detuvo— Hacia Hiroaki.— Corrigió con dolor en la voz.

—No me hables así.—Exigió la oji-azul— No tienees derecho a recriminarme.

—¿No tengo derecho?— Prguntó Izumi— ¡Me mentiste toda mi vida! Tengo derecho a hacerlo.

—Te mentí, sí, debes estar enojada.

No solo enojada, decepcionada también y dolida.

—Pero debes respetarme, antes de todo soy tu madre.

—Solo cuando te conviene eres mi madre.— Respondió la adolescente— Claro, si es que eres mi madre.— Musitó— Quizás, ni tú lo seas, así como Hiroaki no es mi padre.

Natsuko hizo una mueca— Para tu mala suerte si lo soy.

—Pésima suerte la mía.— Comentó Izumi— Siempre consideré que Hiroaki era superior a ti porque tenía corazón, más, resulta que no es mi padre.— Las lágrimas no paraban de caer— Ahora entiendo muchas cosas, sobretodo tu desprecio, soy hija de un error tuyo.

—No me recrimines.

—¡Claro que lo haré! Siempre me has reclamado por no seguir tus pasos y mira, terminaste siendo una víbora.— Declaró la oji-verde— Aunque ¿para qué lo digo? Siempre hee pensado que eres una víbora sin corazón capaz de comerse a sus hijos para sobrevivir.

Esto enfureció a Natsuko quién tomó bruscamente a su hija del brazo—¡No me hables así!— Exigió— Estás enojada, pero no te daré tiempo para que insultes, bastarda.

—¡Adultera!— Le gritó Izumi a la oji-azul.

La mujer frunció el ceño molesta dispuesta a abofetear a su hija, más, se contuvo.

—En vez de estar triste alégrate de saber que tienes un padre, aunque no sea biológico y que tienes un buen apellido.

¿Acaso su madre no tenía razón?

—No me importa tener un apellido. — Lloró la rubia— Tú me mentiste.

—Sí. —Respondió Natsuko— Por tu bien.

—¿Por mi bien? — Preguntó la oji-verde— Fue tu propio "honor" y vergüenza, no por mi bien, te conozco. — Su madre era egoísta y solo pensaba en ella.

—Mi honor también es el tuyo.— Contestó la oji-azul.

Sí ¿cómo no?

—En vez de alegar, deberías agradecer.— Musitó la mujer— No eres una bastarda frente a los demás, no creciste como una, te di todo para que surgieras en la vida.

"Todo"

—Lo material, pero cero cariño.— Habló Izumi— Incluso Hiroaki que no es mi padre biológico me dió más amor y compresión que tú en toda mi vida.

—Eso lo tuviste gracias a mi.— Respondió Natsuko— Gracias a mí, él te aceptó, me lo debes.

La oji-verde negó con la cabeza mientras lágrimas caían por su rostro.

—Y ya que sabes la verdad. — Comentó la oji-azul— Ahora más que nunca debes centrarte en lo importante, Jp.

—¿Él que tiene que ver?

—Nada, pero a la vez todo. — Respondió Natsuko— ¿Sabes? Yo te he pedido todo este tiempo que te acerques a él, pero no has conseguido nada eso no me gusta.

—No quiero hablar de eso ahora. — Su corazón estaba muy dolido y triste.

—Pues tendrás que hacerlo. — Contestó la oji-azul— Los problemas económicos cada vez más avanzan ¿y sabes? Más cerca está tu padre…—Se detuvo— Hiroaki. —Corrigió— En prisión.

Sí, lo sabía, hace unos días le hizo saber sobre el retiro de un inversionista de la empresa.

—Ahora más que nunca está en tus manos salvarlo y luego de saber esto, creo que en verdad querrás salvarlo. — Comentó Natsuko— Después de todo, él te dio su apellido sin ser su hija.

Izumi se mordió el labio inferior.

—Dime ¿serás capaz de dejar de caiga en prisión luego de todo lo que hizo? — Preguntó la oji-azul— Ahora será tu responsabilidad de salvar al padre que te dio el apellido, a pesar, de no ser su hija biológica.

A diferencia de otras veces Izumi no sintió impotencia ante aquella proposición, al contrario, lo único que sentía era tristeza y perdición, porque verdaderamente ahora no tenía salida, las lágrimas cayeron por su rostro sin parar.


—Buenos días, estamos aquí para el juicio que involucra la demanda de Alice Amano por la custodia de Natsumi Amano. — Habló el hombre—Ambas partes ya saben la razón de la demanda, más, cada quién deberá presentar a sus argumentos.

(Okey, no escribiré el juicio tal cual por dos razones. Primero, sería muy latoso leer un juicio de una o dos horas completo en una historia como esta cuando hay muchas otras cosas que tratar. Segundo, nunca he estado en un juicio, así que, no sé cómo es, incluso en las novelas lo resumen, así que, lo haré estilo telenovela con cortes)

—Señor juez, mi representada hace la demanda contra Mimi Tachikawa por la demanda de Natsumi Amano, quién es su hija biológica, pero ante la ley es hija de Alice Amano. — Musitó el abogado de Alice.

—Mi representada tiene un permiso notarial, fue firmado en Estados Unidos, sin embargo, tiene validez aquí, porque Natsumi tiene ambas nacionalidades. — Habló Satomi.

—Señor juez, cuando yo tuve a mi hija no pude hacerme cargo.

—¿Por qué? — Preguntó el juez.

—Porque era menor de edad. — Respondió Mimi— En ese entonces no tenía forma de hacerme cargo y Alice viendo mi problema se ofreció. — Resaltó esta última palabra— Prometió ser responsable, cuidarla, darle todo hasta que yo pudiera hacerme cargo.

—Usted es menor de edad, dudo que tenga las condiciones.

—¿E? S-sí, tal vez n-no, pero... —Estaba verdaderamente nerviosa.

Satomi alzó la mirada seriamente— Señor Juez, mi representada sigue siendo menor de edad, pero la señorita Amano no respeto el acuerdo y presionó a la señorita Tachikawa para tomar esta decisión, en el permiso notarial está claro que Alice se encargaría de ella durante cinco años, la pequeña Natsumi apenas tiene tres, lo que trae un grave problema de incumplimiento, además, Mimi tiene más derechos que Alice al ser madre biológica.— Aclaró su garganta— Además, cabe señalar, que mi representada le ha dado grandes sumas de dinero para los gastos de su hija.

—¿Tiene pruebas de eso?

—Sí, tengo los comprobanttes de los depósitos.

—Señor Juez, yo tengo una vida resuelta, tengo la edad suficiente para hacerme cargo de mi hija. — Habló Alice.

—Puede tener la edad suficiente, sin embargo, firmó este documento.

—Sí, lo hice. — Respondió la pelirroja—Pero, en ese momento no pensé que Mimi fuera tan irresponsable.

—Aun así, lo firmó. — Contestó el hombre— Nada quitará este documento.

¡Rayos!

Alice apretó su puño— Señor Juez, en ese minuto no lo pensé, ahora soy una adulta responsable que puede hacerse cargo de Natsumi.

El juez observó atentamente a la pelirroja.

—¿Tiene trabajo estable?

—Mmm no, por el momento. — Respondió la pelirroja— Por mi pre-natal no lo tengo, sin embargo, tengo a mi futuro esposo que me sostiene económicamente.

—¿A usted? Pero ¿a su hija sí?

—Claro.

—¿Tiene pruebas de alguna pensión o algo así?

—No.

—Entonces, no me sirve ese dato señorita, necesita respaldo de boletas, contratos, si ya se hubieran casado serviría su situación civil, más, no lo están. — Contestó el juez — Y usted recién llegó a Japón, que no tenga trabajo o algo que la afirme económicamente juega en su contra.

...

—Señorita Tachikawa, a pesar de ser la madre biológica de la pequeña, usted tiene muchos puntos en contra, es estudiante, no tiene trabajo, está en un internado, en estos minutos no puede hacerse cargo como debería.— Habló el hombre— Más, este documento notarial es legal y gracias a los comprobantes del dinero que ha depositado para ayudar económicamente a su hija tendrá derecho mientras Alice regulará su situción, en ese período de tiempo usted también tendrá la posibilidad de regularla. Espero que lo haga. Por el momento no tomaré ninguna decisión con respecto a la pequeña, porque ambas partes son deficientes.

Sora llegó al final de las escaleras sosteniendose a duras penas de la baranda. Todo el mundo le daba vueltas, le dolía la cabeza, apenas podía mantenerse en pie, tenía hambre y a la vez ganas de vomitar.

Era la peor sensación del mundo.

La chica ignoró por completo a los metros de la escalera se encontraba cierto chico de cabello alborotado, quién al ver el rostro pálido y el comportamiento endeble de ella se preocupó al instante.

—Hey, Sora.— Taichi se acercó a ella—¿Qué te ocurre?

—¿E?— Balbuceo la pelirroja y llevó su mano derecha a su frente, cerrando sus ojos.

¡Lo que le faltaba! Encontrarse con el Yagami.

Esto era lo peor del mundo. Estar a medio morir saltando y encontrarse con el idiota que no utilizaba protecciones, porque bastaba con el suyo.

Sin duda alguna era un error de los hombres al creer que solo las mujeres debían cuidarse.

—Hey, Sora ¿Qué te ocurre?

La chica hizo una mueca— Na-nada, nada me ocurre.

—¿No? ¡Claro que sí!— Respondió el Yagami— Estás pálida y apenas te puedes mantener en pie.

Evidentemente algo le ocurría estaba ¡Muy pálida! Se sostenía apenas de la baranda, sus piernas tambaleaban.

—E-eso es un detalle.— Contestó la pelirroja— Y-yo estoy bien.— Abrió sus ojos e intentó soltarse, más, sus piernas se lo impidieron y cayó levemente de lado.

—¡Hey! Claro que no estás bien.— Respondió Taichi preocupado— ¿Te llevo a la enfermería?

—No.— Se apresuró a responder la Takenouchi, no quería ir a ese lugar, si la enfermera se enteraba de su embarazo sería un problema— Estoy así porque no he descansado bien, solo necesito dormir y descansar.

—¿Segura?— Cuestionó el castaño— La enfermera podría recetarte algún medicamento.

—No necesito medicamento. Estaré bien.— Respondió Sora con firmeza— Y ya, sueltame, puedo ir sola.— Intentó alejarse del chico, pero nuevamente sus piernas se lo impidieron y tambaleo.

—No puedes ir sola.— Taichi rápidamente se acercó a ella y la tomó en sus brazos.

—¡Hey! Bajame.

—No lo haré, evidentemente no estás bien y necesitas ayuda para llegar a tu habitación.— Contestó el Yagami antes de comenzar a subir las escaleras con Sora en brazos.

La Takenouchi tuvo intenciones de reclamar, pero su fuerte dolor de cabeza y nauseas se lo impidieron.

A los lejos cierta chica rubia observaba la escena evidentemente poco agradada por esto.

¿Por qué Taichi continuaba preocupandose por ella?


—¿Qué te ocurre Rika?— Preguntó el castaño— No tienes buen rostro.

La pelirroja hizo una mueca— Lo siento, no debe ser agradable para tí verme de esta forma desde la mañana, pero estoy preocupada por Kouji.

—Me lo imaginaba.— Musitó Takato— No me sorprende, después de todo, tanto él como su hermano no están bien luego de la muerte de su madre.

Rika asintió— Sí, pero me preocupa mucho Kouji, él últimamente anda en otro mundo, se alejo de todos, nos ignora, vive saliendo, lo he visto mil veces borracho.— Suspiró— Él pocas veces fue de actuar así, siempre actuó con la cabeza, pero ahora parece llevarse por el dolor.

—No es para menos, la que murió fue su madre ¿no?

La pelirroja suspiró— Sí, lo sé, pero eso no quita que me preocupe.— Murmuró—A pesar de no ser familia por lazo sanguíneo tanto a Kouji como a Koichi les tengo cariño. Ambos siempre significaron mucho para mí.—Bajó la mirada— Sobre todo Kouji, él jamás estuvo de acuerdo con mi adicción a las drogas, habían veces que me seguía a las fiestas para evitar que consumiera, discutió miles de veces con Ryo y Ryouma o Henry cuando estaba vivo, por ofrecerme drogas.

Henry

Otra vez ese nombre.

—Kouji siempre estuvo para mí en todos los momentos de mi vida y siento que no puedo devolverle la mano, porque no quiere me acerque a él.— Respondió Rika— Y no soy la única que lo piensa, Damar también está preocupada, Satomi, Takuya, pero Kouji simplemente no quiere estar cerca, anoche y antes de ayer no llegó a dormir, eso es impropio de él. No me responde los mensajes, las llamadas. Estoy desesperada...

—Hey, tranquila todo estará bien.— Musitó el castaño abrazando a la pelirroja.

—Me gustaría pensarlo, pero...

—¿Pero?

Rika suspiró— No lo sé. Nunca lo vi de esa manera.

—Hey, puede que no.— Respondió Takato y acarició su cabello— Pero si dices que siempre fue de actuar con la cabeza entonces lo hará. Tal vez, ahora esté lejos, pero es a causa del dolor, todo está muy reciente, pero ya verás que todo se solucionará pronto.

—Eso espero.— Musitó la pelirroja— Pero soy consciente de que este suceso será difícil de superar tanto para Kouji como Koichi, después de todo, su madre se suicidó.

"Su madre se suicidó"

Esas palabras resonaron en la mente de Takato.

—¿Perdón?— Preguntó el castaño— ¿Có-cómo sabes eso?

Rika hizo una mueca— Lo sé, porque escuché que mi madre hablaba con el detective ayer.— Suspiró— Kouji y Koichi no lo saben, pero la investigación está apuntando a eso.

¿Qué?

No, eso no era posible y él más que nadie lo sabía. Tenía la prueba que no.

La asesina era Rumiko.

Madre de Rika.


~Horas después~


Damar pasó su mirada por la barra.

Por varias horas Kouji desapareció del Internado, no le dijo dónde iba, simplemente desapareció. Provocando que se preocupara, lo buscó por todos lados, Satomi lo llamó antes del juicio, sin embargo, no contestó y Koichi tampoco sabía dónde estaba.

Su preocupación fue mayor cuando la noche cayó y aún no encontraba al Minamoto, más, esto cambió cuando recibió una llamada por parte de Thomas H Norstein, sobrino de Tomoko Kimura, primo de Kouji, quién le dijo que este se encontraba en un bar tomando.

—¿Hace cuánto está aquí? — Preguntó Damar.

—Hace varias horas. — Habló el rubio— No ha parado de beber.

La castaña hizo una mueca, desde el funeral de Tomoko, Kouji ahogaba sus penas con alcohol, primero comenzó con una cuántas copas por día luego estas copas comenzaron por botellas, y la última semana se volvió una obsesión.

—Supuse que lo mejor era llamarte a ti. — Musitó Thomas, para él no era un secreto lo que ocurría entre ellos— Te nombra bastante, además, sé lo importante que es para ti, como tú eres para él y no puedo llamar a Koichi, ya que él está peor.

Damar asintió. El Kimura estaba devastado, pero no pasaba sus penas con alcohol a diferencia del Minamoto, quién llevaba toda la última semana tomando como si no hubiese un mañana.

—No me sorprende que reaccione así, perder a tu madre es…—Thomas tragó saliva, no le gustaba recordar aquel horrible momento de su vida. Volteo hacia Damar— Tú lo sabes tanto como yo.

La chica hizo una mueca y asintió— Permiso, iré a verlo.

El rubio asintió.

Fue así como la castaña se acercó al Minamoto que evidentemente no se percató de su existencia.

—Kouji Minamoto ¡Hasta que al fin te encuentro!— Exclamó la chica.

El nombrado alzó la mirada sorprendido— ¿Damar qué haces aquí?

—Creo que es obvio, vine a buscarte.— Respondió la castaña— ¿Dónde estabas? Me tienes preocupada, literamente desapareciste del planeta.

El oji-azul bajó la mirada— Quería estar solo.

—Lo sé, pero al menos pudiste contestar un mensaje estaba preocupada y no solo yo, Rika, Takuya, Satomi, entre otros, estamos preocupados por ti.— Musitó la Tachikawa.

Kouji hizo una mueca y volteo su mirada a su copa con alcohol— Bueno, ya viste que estoy bien.

¿Qué?

—Puedes irte.

¿Irse?

—Olvídalo.— Musitó la chica y tomó asiento junto a él, lo observó detenidamente, el chico estaba utilizando una chaqueta con capucha que ocultaba su cabello, estaba diferente. Alzó una ceja, había algo extraño— ¿Kouji? ¿Qué le ocurrió a tu cabello?

—¿Por qué preguntas?— Preguntó Kouji.

—Por esto.— Rápidamente tomó la capucha y la bajó dejando ver que algo que no pensó encontrar—¿Te cortaste?— Preguntó Damar sorprendida.

El Minamoto hizo una mueca—No creo que te interese.

—No es más importante que estes tomando, pero me da curiosidad.— Respondió la castaña— ¿Por qué lo hiciste?

—Porque era necesario.— Le dió un sorbo a su copa—Verme al espejo me hacia recordar a mi madre.— Respondió Kouji— Tú una vez me dijiste que teñias tu cabello para cerrar etapas, yo ahora me lo corté para cerrar esta.

—Pero...— Literalmente no tenía palabras, se veía muy diferente así, el corte era parecido al de Yamato pero un poco más largo con una leve combinación con el cabello de Koichi, pero ni siquiera se parecía a él, de perfil era muy diferente, se veía inclusive mucho más guapo, se marcaban más sus facciones del rostro.

El Minamoto dejó su copa vacía en la barra— Mesero quiero otro.

El nombrado obecedeció— Altiro.— Fue así como llenó la copa con ginebra y se la entregó al oji-azul.

Damar hizo una mueca y rápidamente tomó la copa—¿Cuántas copas llevas de esto?

—No te interesa saber.

—Si me interesa.— Respondió la castaña— ¿Qué copa es?

—No sé, no llevo la cuenta.

No le sorprendía.

Damar suspiró— Llevas tomando toda la semana, eso no te hará bien.

El Minamoto simplemente rodó los ojos.

—Kouji, por favor, deja de tomar ¿sí?

—No quiero. — Respondió el oji-azul— Devuélveme mi copa.

—No. — Contestó Damar— Ya has tomado bastante.

Kouji frunció el ceño— Es decisión mía tomar, no deberías involucrarte en ella.

Por unos minutos se vio así misma hace unas semanas atrás diciendo aquellas palabras de manera diferente.

—Ya te gustaría. — Musitó la castaña— Por favor, llévese esta copa. — Le habló al mesero.

—Si señorita. — Respondió el joven.

Damar depositó sus brazos en la barra, cerró sus ojos y suspiró— Kouji…—Volteo hacia él— Yo sé que esta situación es difícil, pero no debes dejarte consumir por el dolor. No de esta forma.

—¿Esta forma? ¿Te refieres a que bebo alcohol?

—Sí, pero no sólo a eso. — Contestó la castaña— Si no a tu desinterés, tu alejamiento, tu soledad. — Ese chico siempre fue distante, sin embargo, siempre estuvo cerca de aquellas personas que lo amaban y amaba, un ejemplo de eso eran Koichi y Rika. Sin embargo, ahora ni siquiera a ellos escuchaba. Kouji amaba a su madrastra, pero Satomi estaba preocupada a mil porque este no le contestaba. También Takuya estaba preocupado, tal vez tuvieron problemas el último tiempo, pero siempre fueron mejores amigos— No eres el mismo.

—¿Cómo quieres que lo siga siendo luego de perder a mi madre? — Preguntó Kouji con frialdad.

Damar nuevamente respiró profundo. Esto estaba siendo difícil, pero cero cuestionable para ella, después de todo estuvo en su misma situación hace unos años— En algún minuto verás la luz del túnel.

—En estos minutos no hay luz para mí.

—Lo sé. — Respondió la castaña— Pero no lograrás nada actuando de esta forma. Solamente lograrás sumergirte más en la oscuridad.

—¿Y quién dijo que quiero salir de ella? — Pregunto Kouji, en verdad la muerte de su madre fue un golpe duro, tenía muchos planes para su futuro con ella. Quería darle todo lo que le hizo falta por mucho tiempo luego de separarse de Kousei. Quería recuperar aquel tiempo que no estuvieron juntos debido al divorcio, entre otras cosas.

—Yo sé que no quieres hacerlo y tú bien sabes que yo jamás quise.— Respondió Damar— Pero no queda de otra, lamentablemente no queda de otra más que vivir sin esa persona a la cual amas.

El silencio se hizo presente.

Y Damar suspiró esta situación la estaba colapsando emocionalmente, porque sentía que no podía hacer nada por él. Eso le dolía y mucho.

—Kouji.— Lo llamó— Yo sé que esto duele y te entiendo. — Damar bajó la mirada— Tanto tiempo quise luchar contra mi dolor, siempre intentando hacer lo correcto, pero luego de que mi madre murió y luego mi mejor amigo, yo…—Suspiró— Me cansé de hacer lo correcto y simplemente quería acabar con mi vida, por eso me sumergí en el vicio de las drogas, porque no soportaba más, simplemente quería morir con mi madre y Henry.

Kouji observó atentamente a la chica.

—Pero…—Damar alzó la mirada— Eso cambio desde que tú estás a mi lado…—Tomó su mano— Contigo todo ha sido mucho mejor, he logrado sobrellevar muchas cosas, la tristeza por la muerte de mi madre y Henry, la separación con mi sobrina y sobretodo has sido mi pilar cuando supe esa verdad de Rumiko. En una semana lograste hacer lo que ni siquiera Takuya pudo.— Suspiró— Siempre fuiste un chico lleno de luz, a pesar de todo, siempre buscabas lo mejor para las personas que quieres, me has apoyado en todo. Lamentablemente te tocó vivir esta separación con tu madre, una injusta, porque no pudiste disfrutarla como muchos otros hemos disfrutado de nuestras madres, porque estuviste lejos de ella, pero soy consciente de que a ella no le gustaría ver que estás tomando este camino...—Alzó la mirada—Solo te quiero rogar que por favor…—Rogó— Por favor, tú no caigas en el mismo agujero que yo caí ¿si? — La sinceridad y suplica en sus ojos era algo que Kouji vio perfectamente— Sé que esto duele, pero, tú eres fuerte, en momentos difíciles fuiste el auxilio de Rika y mío. Sí tu caes, yo creo que también caeremos, porque solo fue por tu fortaleza que continuamos, por favor, no caigas. No estás solo, tienes a tu hermano, tu madrastra, a Rika, tus amigos y a mi.— Suspiró— Por favor, no caigas.

Por primera vez sintió que hablaba con sinceridad y con el corazón, ojalá el Minamoto pudiera sentirlo.

Algo inesperado ocurrió en ese momento, unas lágrimas aparecieron en los ojos del chico y de manera silenciosa cayeron por sus mejillas provocando que una corriente electrica traspasara a la castaña, jamás lo vió de esa manera.

—Damar y-yo...— Intentó hablar el Minamoto— No sé como sobrellevar esto.— Declaró— ¿Cómo puedo superar este dolor?

—Bueno, por experiencia te puedo decir que no lo superarás. — Respondió la castaña— Pero llegará el momento en el cual lograrás vivir con aquella herida, siempre sangrará y arderá al recordar los buenos momentos, pero gracias a ellos también podrás seguir viviendo, después de todo, si estuviera viva te diría eso, que continúes siendo este chico increíble que eres.

Y no lo decía por estar enamorada de él, sino, porque el Minamoto verdaderamente era un excelente chico.


—Sora ¿qué te ocurrió?— Preguntó Hikari preocupada al ingresar al departamento de la su excuñada.

—¿Hikari? ¿Qué haces aquí?

—Me enteré que no te sentías bien.— Respondió la Yagami.

—¿Cómo?— Preguntó Sora tomando asiento en un sofá— ¿Fue tu hermano?

Hikari asintió.

La pelirroja hizo una mueca, el Yagami fue amable en venir a dejarla, sin embargo, no dudó en echarlo apenas estuvo bien, no quería estar con él en su departamento, mucho menos a sola.

—Mi hermano me comentó que no quisiste que te acompañara, pero él estaba preocupado por ti y no quería que estuvieras sola, así que, me envió un mensaje.— Hikari tomó asiento junto a ella—¿Cómo te sientes? No tienes buen rostro.— Comentó la castaña preocupada.

—No bien.— Musitó la pelirroja—Las nauseas y jaquecas me tienen al límite, apenas puedo mantener en pie, porque pierdo el equilibrio rápidamente.

—¿No has pensado en volver ir al médico?— Preguntó Hikari.

—No.— Contestó Sora— La matrona me dijo que necesitaba descansar.

—Pero, tal vez, estos mareos y desequilibrios pueden ser a raíz de otra cosa.— Respondió la Yagami— No estaría mal pedir una segunda opinión.

En cierto punto su amiga tenía razón, quizás, sería bueno consultar a otro doctor.

—Necesitaré pagar otra hora médica.— Musitó Sora— Pero, a estas alturas no me queda dinero para pagar otra hora médica en una clínica y lamentablemente a inicios de este mes no administré bien el dinero que me dió mi padre.

Hikari hizo una mueca.

—¿No has pensado en hablar con tus padres sobre esto para que te ayuden más?

—Lo he pensado, pero ir sola no me da confianza.— Respondió la Takenouchi— Dudo que mis padres tengan buena reacción y debo cuidarme de las emociones fuertes.

—Lamentablemente el tiempo avanza y tendrás que decirles a ellos.— Hikari suspiró— Y a mi hermano.

Sora hizo una mueca al escuchar esto.

—Mira, yo sé que es difícil pensar en esa opción luego de todo lo que hizo, pero cada vez necesitarás ayuda, alguien que esté atento a ti y tú misma lo dijiste, no quieres enfrentar a tus padres sola, con Taichi todo sería más fácil.— Musitó Hikari— Y no lo digo porque sea mi hermano, sino porque es el padre del bebé y merece saberlo. Tienes casi tres meses de embarazo y mientras más lo encondas, más difícil será asimilarlo.

—Mimi me dijo exactamente lo mismo que tú.— Respondió la Takenouchi— Pero me cuesta mucho pensar en hacerlo, no confio en él, me dañó como pareja.

—Pero como padre tal vez sea diferente.

—¿Y si no lo es?

—Bueno, tendrá que serlo, tal vez, como pareja no funcionaron, pero es su obligación funcionar como padres.— Contestó Hikari— Por el bien de mi sobrino o sobrina.

La pelirroja hizo una mueca y llevó una mano a su vientre.


Mientras tanto en la fiesta de Ryouma.

Cierto rubio de ojos azules se encontraba un tanto ¿impaciente? Sí, impaciente ¿Por qué? Por una chica ¿Desde cuando esperaba a una chica? Ni idea.

Kiriha Aonuma aceptó ir a la fiesta de Ryouma por iniciativa de Nene y aquí estaba, más, la chica aún no llegaba.

Muchas chicas se le acercaron a coquetear, como siempre lo hacian, para sorpresa de ellas y de sus conocidos no aceptó a ninguna, en estos minutos se encontraba esperando a la hermana de Yuu.

—Vaya, vaya, quién diría que Kiriha Aonuma rechazaría a tantas chicas en esta noche.— Molestó Ryouma.

El rubio rodó los ojos— No me molestes.

—No te estoy molestando, simplemente es un comentario verdad ¿cuando había ocurrido que rechazaras a tanta mujer bella en una fiesta?

Nunca, generalmente rechazaba a las que no le interesaban, más, en esa fiesta se la habían acercado muchas chicas guapas que jamás probó.

—Estoy esperando a Nene.— Respondió casi sin pensar.

—Espera.— Comentó el oji-verde— ¿A Nene? ¿La hermana de Yuu?

Kiriha asintió.

—¡Ja! Lo dije se cumplió.— Musitó Ryouma— Esa chica te dominó.

—Claro que no.

—Claro que sí, últimamente están mucho tiempo juntos y ahora rechazas chicas por ella.— Comentó el peligris— Eso es preocupante, no me digas que te estás enamorando.

¿Enamorando? ¡Ja! Eso nunca.

—Cállate idiota.— Kiriha rodó los ojos y se levantó del lugar en donde estaba en dirección a la salida sin interés de lo que ocurriera al rededor. Antes de atravesar el umbral llevó su mirada a su reloj, era bastante tarde. No le sorprendía Nene tardaba una eternidad en arreglarse.

—Hey, Aonuma, si no aceptas a ninguna chica, al menos acepta un polvito.— Gritó el peligris.

¿Un polvito?

Sonaba bien, después de todo, era una fiesta ¿no?

Kiriha volteo hacia él— Lanza.— Ryouma lanzó la bolsita hacia el rubio y este la recibió. El oji-azul sonrió, volteo hacia la gran ventana que daba hacia el patio con piscina y salió del lugar.

Era una noche fría, el viento golpeo su rostro desordenando su cabello.

El chico ignoró esto y posó su mirada en la bolsita, abrió el borde, lo vertió en su palma derecha dispuesto a snifar, más, no fue posible, ya que antes de aspirar una voz llamó su atención.

—Vaya, vaya, demoro en llegar unos minutos y buscas otra diversión.

El rubio alzó la mirada y se encontró con aquella persona que esperaba— ¿Minutos? Te demoraste una eternidad Amano.

—No exageres.— Musitó Nene antes de acercarse al chico y saludarlo con un beso en la mejilla, sin embargo, antes de hacer su mirada se fijó atentamente en el polvo que sostenía—Así que, le echas a las sustancias.— Comentó— No lo sabía.

Kiriha alzó una ceja— ¿De verdad? ¿Tu hermano no te lo dijo?

La castaña negó— No, pero debí suponer que un chico como tú consumía, después de todo, en el internado pocos son la excepción.

No había falla en su lógica.

—¿Y tú? — Preguntó el rubio— ¿Consumes?

La chica Amano negó— Claro que no.

En su vida cometió muchos errores, pero, jamás le interesó ingerir esas cosas.

—¿No?

—No. — Respondió la castaña nuevamente y sopló el polvo que el rubio sostenía.

—¡Hey!— Exclamó el rubio—¡Qué aburrida!

—¿Aburrida? — Rió Nene— No soy aburrida por no consumir drogas ¿Sabes? La vida es más interesante sin ellas.

—¿Por qué dices eso?— Preguntó el rubio extrañado.

—Porque es verdad. — Respondió Nene— Con esas sustancias literalmente te transportas a un mundo que no existe. Dime ¿de qué te sirve vivir en un mundo que jamás existirá?

Kiriha alzó una ceja, jamás lo pensó de esa manera.

—Bu-bueno, hay veces que ese mundo te hace olvidar los problemas de aquí.

—Por un momento muy breve. — Comentó la castaña— Pero las consecuencias no son buenas ¿sabes?

—¿Qué? — Preguntó el oji-azul— No me digas que eres otra chica buena que cree esas estupideces.

—No es una estupidez. — Respondió Nene— Es cien por ciento real, tal vez, soy loca, pero no tonta, al paso que vas terminarás consumiendo tus neuronas.— Comentó— Además, debo mencionar que no es confiable hacer negocios con un empresario drogadicto, esto podría arruinar tu curriculum.

Sí, lo sabía, pero, jamás le dió importancia, ya que, todo le salía mal.

—¿Sabes? Me sorprende que hables así.— Comentó Kiriha, por unons minutos pensó que era como su hermano—¿Nunca intentaste consumir drogas como Yuu para olvidar la muerte de tu hermana?

—No. — Respondió Nene— Siempre fui consciente que aun consumiendo sustancias nada cambiaría, ella…—Bajó la mirada y suspiró— Seguiría muerta.

—Pero te haría olvidar por segundos que no estaba.

—Por momentos.— Musitó la castaña— No me gusta las cosas momentaneas.— Por eso insistió siempre con Takuya, era intensa en todo lo que hacia, porque no quería que fuera momentaneo—Supongo que tú creías que con estas sustancias lograrías borrar tu dolor ¿no?

Kiriha asintió.

—¿Y funcionó?

El rubio observó la bolsa con polvo que tenía en su mano derecha— Siempre espero que sí.

—¿No te cansas de esperar que funcione? — Preguntó Nene.

El silencio se hizo presente.

Miles de preguntas y dudas llenaron la cabeza de Kiriha, todas en torno a su conversación con la chica Amano.

Ante la confusión del rubio, la chica aprovechó de arrebatarle la bolsa de la mano.

—¡Hey! ¿Qué haces?— Preguntó el chico.

—Deshacerme de esta cosa. — Comentó Nene antes de alejarse del oji-azul a toda velocidad.

—¡No te atrevas!— Amenazó el rubio.

Nene simplemente ignoró sus palabras y continuo corriendo lejos del rubio. Lamentablemente los tacones no jugaron a su favor, ya que el chico logró alcanzarla y la tomó por el brazo, sin embargo, la chica perdió el equilibrio y ni cuenta se dieron cuando ambos cayeron al suelo.

Kiriha rápidamente la sostuvo por las muñecas.

—Dame mi bolsa. — Ordenó el rubio sosteniéndola de las muñecas.

Nene rió— ¡Ya quisieras!

Sus piernas se entrelazaron, sus vientres quedaron uno contra el otro, al igual que el resto de su cuerpo. Estaban cerca ¡Bastante cerca! sus respiraciones se entrelazadas, las puntas de sus narices se rosaban y sus labios estaban a milímetros.

—¿Por qué te acercas?—Preguntó la castaña.

—Yo no me acerqué.

—Claro que sí. — Respondió la castaña— Tú me seguiste.

—Pero caímos, eso no fue culpa mía.

—Tampoco mía.— Musitó Nene burlona.

El rubio hizo una mueca y dirigió su mirada a sus labios, estaban muy cerca. Esto no pasó desapercibido para la chica.

—¿Quieres besarme? ¿no?

Kiriha rio— Ya quisieras.

A la chica no le sorprendió la respuesta, sin embargo, al rubio le sorprendería lo que haría a continuación.

—Bueno, tú no me quieres besar, pero ¿sabes? Yo ahora si tengo ganas de besarte a ti. —Sí, Nene lo dijo y sin decir más, sus labios se unieron a los del rubio en un beso que lo sorprendió, pero que no dudó en corresponder.


Mientras tanto en la fiesta, Izumi se encontraba junto a Junpei observando como todos celebraban, mas, la rubia evidentemente no tenía ánimos de nada, aunque, debía continuar con esa mentira.

—Hey, Izumi ¿te parece si vamos a bailar?— Preguntó Jp viendo como el resto disfrutaba.

—No gracias, no tengo ganas.

—¿Por qué?— Cuestionó el castaño— ¿Te ocurrió algo?

—¿E?— Balbuceo— N-no, no me ocurre nada.— Sí, mintió—Es simplemente que me duelen los pies por los tacones.— Señaló sus pies— Pero si tú quieres ir a bailar, ve.

—No quiero dejarte sola.

—No te preocupes por mí.— Respondió la rubia.

Junpei sonrió— Está bien.— Fue así como se alejó en dirección a la piesta de baile.

Izumi al quedar sola bajó su mirada y observó sus manos, se sentía terrible, con muchas ganas de llorar. Este día fue el peor de su vida, sin duda, saber que el hombre que la crió, dió su apellido y le brindó más amor que su propia madre no era su padre significó una puñalada en su corazón.

Una lágrima cayó por su mejilla.

~Años atrás~

Yamato e Izumi seguidos de Natsuko ingresaron a la sala principal de su gran mansión. El año escolar justo ese día finalizó y ahora regresaban a casa esperando ver a su pequeño hermanito Takeru, a quién extrañaban con todo el corazón, mas, la sorpresa fue mayor para la oji-verde al ver a ciero hombre castaño sentado en un sofá.

La pequeña reconoció al instante al gran amor de su vida.

—¡Papito!— Gritó la oji-verde al ver al hombre Ishida y corrió hacia él.

—Mi vida.— Exclamó Hiroaki alzando a su hija en los brazos.

Su hermano, a diferencia de ella, se acercó tranquilo sin apresurar pasó— Hola papá.

—Hola Yamato.— Saludó el hombre.

—¿Qué haces aquí?— Preguntó Izumi— Se supone que a esta hora trabajas.

—Hoy salí temprano y como hoy es su final de semestre me vine corriendo para ver a mi princesa hermosa.— Respondió el castaño.

La oji-verde sonrió— Papito, hoy nos entregaron las calificaciones del semestre para que me las firmes.

—¿A sí?— Preguntó el castaño.

La pequeña tomó su mochila y sacó una cartola extendiendosela a su padre.

—¡Wow!— Exclamó el hombre observando la cartola, la mayoría de sus notas eran 10, solo en dos asignaturas tenía nueve— Como me lo esperaba mi princesa, tienes excelentes calificaciones, literalmente una lluvia de dieces.

—Yamato también tiene buenas califaciones.— Comentó Natsuko.

Hiroaki dirigió su mirada hacia su primogénito quién le entregó la cartola— Sí, tiene buenas califaciones, pero apenas trae un par de dieces, la mayoría de calificaciones son nueve y ocho. Mas, Izumi hermana trae casi toda la cartola llena de dieces y buenas calificaciones.— El hombre alzó el certificado de la oji-verde.

El mayor se cruzó de brazos— Como siempre, haciendo preferencias con mi hermana, por ser tu preferida.

—Está mal Hiroaki que tengas a Izumi como tu predilecta ¿sabes?— Natsuko tomó la palabra.

—Tú bien sabes que no hago preferencias Nat.— Respondió Hiroaki— Pero, no puedo evitar elogiar a mi hija, quién aparte de inteligente es muy hermosa.— Musitó antes de depositar un beso en su mejilla.

Izumi sonrió ante esto.

—Hubiese sido más perfecta si no hubiera tenido promedio nueve en Biología y Música.— Musitó Natsuko— Son asignaturas básicas y falla.

—Eso es un detalle.— Respondió el hombre— Que básicamente no me interesa, Izumi lleva años siendo la primera en su clase y aunque no lo tuviera, igual sería mi orgullo.

~Fin del recuerdo~

Su padre siempre fue amoroso con ella, comprensivo, consentidor hasta que sin razón alguna se alejó de...¡Un minuto! ¿Se alejó sin dar razón alguna? Siempre esa fue su pregunta ¿Por qué lo había hecho? Y ahora tal vez tendría la respuesta ¿Natsuko le habrá dicho que ella no era su hija? y por eso actúo de esa manera ante la verdad? ¿Hiroaki lo sabrá? ¿Será en realidad por eso que ahora ya no era su hija predilecta?

Muchas preguntas vinieron a su mente provocando que no pudiera controlar sus emociones y miles de lágrimas brotaron por sus ojos sin cesar.

—Vaya, vaya al parecer la reina de la fiesta del internado no está disfrutando de esta.— Una voz se hizo presente y a su lado apareció el anfitrión de todo ese evento.

—¿Ryouma?— Pronunció su nombre y rápidamente volteo la mirada intentando limpiar sus lágrimas.

—¿Tan mal está mi fiesta y por eso lloras?— Preguntó el peligris.

—¿Q-qué?— Preguntó Izumi— No estoy llorando.

—Claro que sí.— Respondió el chico— Ví claramente como caían tus lágrimas.

—Cre-creo que estás alusinando.— Musitó la oji-verde— Deben ser las luces de la fiesta que te hacen ver cosas extrañas.

—Podría creer eso.— Comentó Ryouma— Pero, hace días te veo triste Ishida, así que no me extrañaría verte llorar en estos momentos.

"Ishida" Izumi sintió su corazón apretarse ante aquel apellido que biológicamente no le pertenecía.

—Supongo que se debe a tu nuevo novio.— Comentó el chico burlón— Ese chico rellenito.

—No es mi novio.— Declaró Izumi molesta— Y no estoy llorando por eso.— Aunque sí, tenía muchas ganas de llorar por jugar con ese chico.

—¿A no? Yo pensé que sí, ese chico no parece de tu estilo.

—Tú no sabes como es mi estilo.

—No, pero si estuviera en tu lugar y saliera con él también me pondría a llorar.— Respondió Ryouma.

—¡No me molestes!— Exclamó Izumi molesta.

—Hey, tranquila, no vengo a hablar de tu vida amorosa, sino de tu humor, evidentemente no estás bien.

¿Cómo iba a estarlo? Descubrió hace menos de diez horas que el hombre que la crió, que le dió su amor y la mantuvo económicamente no era su padre.

Ella era hija de una de las tantas aventuras que tuvo Natsuko a las espaldas de Hiroaki.

—Te ves triste y derramas lágrimas.— Comentó Ryouma y secó con sus dedo índica una lágrima que caía por su mejilla— Ya no tienes el brillo que antes tenías, evidentemente la situación con tu exnovio y tus mejores amigas te está matando.

En menos de lo esperado perdió a muchas personas importantes. Ya no tenía la amistad de Mimi, ni Sora. Takuya y ella terminaron cuando parecía que al fin lograrían estar juntos y ahora...

Perdía a su padre.

Y para variar, de ella dependía la economía de su familia.

Quería morir.

—Pero ¿sabes? Hay algo que te puede hacer olvidar tus problemas.— Declaró Ryouma.

—¿A sí?— Preguntó la rubia— ¿Cómo?

—Con esto.— El peligris sacó de su chaqueta una bolsita con polvo blanco.

Izumi reconoció al instante lo que era.

—Debe ser una broma.

—No, no lo es.— Respondió Ryouma— Esto solucionará tus problemas, al menos por un momento.

¿Por un momento? No necesitaba unos segundos estar bien, necesitaba una solución duradera.

—Eso no me ayudará.— Respondió Izumi— No solucionará mis problemas con mi madre, ni mis amigos, mi ex, ni mi actual. Al contrario, solo arruinará más mi vida.

—Pero con buenas sensaciones.— Comentó Ryouma— Bueno, mejor destruirse la vida uno mismo por sus propios medios y disfrutar en el camino, antes que otras personas te la arruinen por su egoísmo.

La imagen de su madre vino a su mente ante las palabras del peligris. La person más egoista que arruinaba su vida era ella, Natsuko Ishida.

—Deberías al menos probarla, digo, da pena verte llorar en medio de una fiesta donde todos están disfrutando.

"Dar pena" al parecer eso era lo único que daba.

—Además, las resacas son malas, pero ¿qué más da? Algunas veces uno se siente miserable y sentirse más no hace diferencia por ese minuto de gloria.

No lo escuches Izumi, pensó para sí misma.

—Ojalá lo pienses.— Musitó el chico antes de dejar la bolsita sobre la mesa y voltear— Luego nos vemos.— Fue lo único que dijo antes de irse.

Izumi por unos momentos quiso olvidar que tuvo esa conversación, no verse tentada por la bolsa.

Sin embargo, las palabras Ryouma resonaban una y otra vez en su cabeza.

"mejor destruirse la vida uno mismo por sus propios medios y disfrutar en el camino, antes que otras personas te la arruinen por su egoísmo"

"Das pena"

Se mordió el labio inferior.

"Te ves triste y derramas lágrimas. Ya no tienes el brillo que antes tenías, evidentemente la situación con tu exnovio y tus mejores amigas te está matando."

A continuación el descubrimiento de esta mañana resonó en su cabeza.

"Izumi, hija de tu amante y no de Hiroaki"

Y por último las palabras de su madre.

"Ahora será tu responsabilidad de salvar al padre que te dio el apellido, a pesar, de no ser su hija biológica"

Apretó su puño y bajó la mirada hacia la bolsita.

Todos sus problemas crecían, más, necesitaba tener paz...

Pero ¿valdría la pena con drogas?

Con su mano temblorosa tomó la bolsita y la observó.

¿Y si la probaba? Bueno, podría sentirse mejor por un momento y era imposible que en la resaca se sientiera más miserable de lo que ya se sentía.


El beso de Kiriha y Nene comenzó de una manera dulce, suave, bastante agradable para ambos, mas, con el paso de los segundos subió la intensidad, el calor comenzó a subir. Ambos se separaron unos segundos para recuperar aliento y nuevamente unieron sus labios en un beso. Nene se olvidó de la bolsa y envolvió sus brazos en el cuello del rubio, este posó sus manos en su cintura mientras profundizaban en el beso. Sus lenguas bailaban entre ellas de manera sincronizada y a la vez deseosas por el contacto que tenían, literalmente no querían cesar su baile, mas, no quedó de otra más que separarse cuando nuevamente ambos se separaron unos milímetros por falta de aire. Pero esta vez, los labios del rubio no volvieron a la boca de la castaña, sino que se deslizaron por su cuello mientras sus manos comenzaron a acariciar su figura.

Esto evidentemente no le gustó a Nene, porque rápidamente se alejó—Hey, hey, hey, dije beso, no pasar más allá.

¡Genial! Nene la digna se presentó frente a él nuevamente.

Kiriha rodó los ojos— Eres odiosa.

Nene simplemente sonrió burlona— Amas los labios de esta odiosa.

No diría que sí, pero tampoco lo negaría.

Sus labios eran bastante llamativos, tenían un sabor peculiar y una textura suave.

Le agradaba, pero lógicamente no lo diría en voz alta.

—Mejor dame mi bolsa.

Nene alzó la bolsa sin intención de entregársela, rápidamente la abrió y dejó caer la sustancia al suelo.

—Pero ¿qué haces? — Preguntó Kiriha.

—¡Ups! Qué pena, sin querer se me cayó. — Musitó la castaña con sarcasmo— No quiero que consumas drogas.

—Tú no me puedes ordenar que no lo haga.

—Tal vez no, pero si vamos a ser socios en nuestro negocio necesito que seas serio y no consumas estas cosas, porque nadie aceptará a un empresario drogadicto.— Habló Nene— Así que, si quieres continuar con nuestro emprendimiento tendrás que respetar esa regla.


—Rika te envió esto. — Damar le entregó un bolso antes de venir hasta el bar pasó al Internado— Supusimos que no sería buena idea regresar al Internado, considerando que ahora estamos en un imperio absolutista de Rumiko y que no estarías de ánimos para enfrentarla.

Kouji tomó su mano— ¿Te vas a quedar conmigo, cierto?

Damar asintió. No quería dejarlo solo con esa pena, mucho menos luego de todo lo que él hizo por ella—Claro que sí. — Se acercó a él y depositó un beso en sus labios— ¿Sabes? Tuve intenciones de empacar mi pijama de Stitch, pero Rika no me dejó. — Se cruzó de brazos y regañó de manera caprichosa, simplemente para hacer reír al Minamoto, algo que logró, ya que, Kouji rió.

Luego dirigió su atención a la habitación, introdujo la llave y abrió la puerta dejando ver la habitación no muy grande, pero agradable que consistía en una cama matrimonial (sí, matrimonial, iban a potenciar el pecado) y unos muebles, una puerta que señalaba un baño.

Fue así como ambos ingresaron.

—No debe ser agradable para ti estar al pendiente de mí en tu tiempo libre.

—¿Cuántas veces tendré que decirte que no repitas mis frases? — Damar se cruzó de brazos y sonrió.

—Lo digo de verdad. — Habló el Minamoto— Ha sido una semana horrible y has estado conmigo a cada minuto.

—Bueno, para mí no es un problema ni molestia estar contigo. — Respondió la castaña— Mucho menos luego de todo lo que hiciste por mí, quiero regresarte la mano.

—¿Solo eso? — Preguntó Kouji.

—Bueno, tal vez, haya algo más.— Musitó la chica tomando asiento sobre la cama.

—¿Cómo qué?

Damar sonrió— Si quieres que diga que te estoy cuidando porque te quiero y siento algo por ti, no lo haré.

—No es necesario que lo digas, ya lo sé. — El Minamoto se acercó a la chica la abrazó por la cintura y besó sus labios.

Ambos se dejaron caer sobre la cama mientras se besaban, sin embargo, el Minamoto se detuvo—Quiero continuar, pero creo que mejor me doy una ducha.

Damar carcajeo— Estoy de acuerdo.

Fue así como el chico se levantó y quitó su camisa.

La castaña se mordió el labio inferior al ver su musculoso torso, no quería colocarse nerviosa, pero Kouji con su físico siempre lograba aquello.

—¿Por qué te sonrojas?

—¿Q-qué? — Preguntó la hermana de Takuya— No estoy sonrojada. — Volteo levemente su rostro.

—No disimules. — Respondió el Minamoto— Sé lo que provoco en ti.

Damar volvió su mirada a Kouji— Bueno, no lo voy a negar. — Por primera vez lo admitiría— Pero no solo provocas eso en mí, generalmente todas las chicas se colocan nerviosas con tu presencia, eres bastante guapo. Aunque supongo que eso ya lo sabes ¿no?

Si, lo sabía, muchas veces se lo comentaron, pero jamás fue una prioridad, ya que la única chica que le interesaba estaba frente a él en estos momentos.

La castaña se acercó al borde la cama— Toma aquí hay toallas.


Mimi ingresó al Internado completamente agotada, no podía más, su cabeza iba a explotar literalmente, luego del juicio no quiso regresar al internado, al contrario, quería darse unos minutos y pensar. Fue así que caminó hasta el internado ¡Pésima idea! Sus pies de dolían horriblemente por los tacones que utilizaba, pero en ningún minuto fue opción quitarselos ¡Siempre digna! incluso en estos momentos.

Un estruendoso sonido de su estómago llamó su atención.

Hizo una mueca, llevaba horas sin comer, era lógico que su cuerpo quisiera ingerir algo, después de todo, mas allá de tener problemas era de carne y hueso.

Fue así como se encaminó en dirección al comedor que sorprendentemente estaba casi desierto. Sí, casi, porque habían apenas unas diez personas dentro en comparación a los que siempre habían eso era poco, entre esas personas estaba cierto chico rubio de ojos azules, sin rasgos asiáticos.

—Hey, Mimi.— Saludó.

La castaña tomó una bandeja y se acercó a él— Hola Michael.

—Hola, me alegra verte.— Respondió el rubio.

Mimi depositó su bandeja y tomó a su lado— ¿Cómo estás?

—Bien ¿y tú?— Contestó el rubio—Me sorprendió no verte en la tarde, pensé que llegarías más temprano.

—No me vine directo del juzgado, necesitaba estar sola para pensar.— Musitó la castaña.

Esa declaración preocupó al rubio— ¿Cómo te fue?

Mimi hizo una mueca— Ni tan bien, ni tan mal.

Michael alzó una ceja ante la declaración— ¿Cómo es eso?

La castaña simplemente tomó asiento frente a su amigo y suspiró— Lamentablemente tengo muchos puntos en contra.— Comentó— Ser estudiante, menor de edad y estar en este internado no me juega a favor.

El oji-azul hizo una mueca— ¿No podrás luchar por su custodia?

—Sí podré.— Respondió la castaña— Gracias a que Alice no tiene un trabajo fijo y que todos los meses le deposito dinero para Natsumi. Además, me sirvió el permiso notarial, más, no sé que tan efectivo será.

—¿Por qué dices eso? ¿Crees que puedas perder?

Mimi simplemente suspiró en respuesta.

~Recuerdo~

—Lamentablemente estamos en desventaja.— Comentó Satomi— Ya me lo veía venir, porque ante la ley japonesa eres menor de edad y bueno, toda las demás cosas que te dijo el juez.

Mimi hizo una mueca— ¿Significa que perderé a mi hija?

—No exactamente.—Musitó la Minamoto— El juez dió un plazo para que arreglen su situación ¿qué quiere decir? Tal vez algo que dijo Alice no le agradó, puede ser su tema económico, así como puede ser otro tema. Creo que ayudó bastante que ayudaras económicamente en la crianza de tu hija.

Algo bueno se podía rescatar de esa situación, más, no veía que le ayudase lo suficiente. Sí, antes Alice no tenía situación, su madre era la hermana pobre de los Amano, la herencia que le dejaron no supo administrarla, así que su hija se vió obligada a vivir una vida no muy acomodada. Alice era clase media actualmente, por eso tuvo que ayudarla con Natsumi.

Sin embargo, ahora estaba con Shun, este era millonario, fácilmente podría subir su estatus.

—Te doy un consjeo Mimi.— Habló Satomi— No te enojes ¿si?

La Tachikawa alzó una ceja ante esto.

—Si quieres ganar este juicio a toda costa y obtener la custodia de tu hija debes pedirle ayuda a Yamato.— Declaró la mujer de anteojos.

—¿Qué?— Preguntó Mimi sorprendida ante esa declaración— ¿Pedirle ayuda a Yamato?

¿Era una broma, cierto? ¿Cómo él la ayudaría? Hace apenas unas semanas supo de la existencia de Natsumi, de su paternidad y con suerte se relacionaba con ella ¿Cómo podría ayudarla?

—Porque el juez recalcó mucho que tú no eres mayor de edad.— Respondió la madrastra de Kouji— Y Yamato está próximo a cumplir los veinte años.

Ese detalle se le olvidó por completo.

—¿Y eso puede ayudar?

—No sé que tanto, pero sí.— Contestó Satomi— Y curiosamente Yamato tiene un contrato con la discográfica, por tocar tiene un sueldo, aunque no lo creas, eso podría ayudar.

—¿Qué tanto?

—Un poco, pero algo.— Respondió la mujer Minamoto— Además, es el padre biológico al igual que tú, podrían hacer más juntos que separados.

Luego de este juicio en verdad se veía poco probable que la Tachikawa ganase, más, debía agotar todos los medios para ganar.

—Lamentablemente, te lo digo desde ya, no se ve fácil el panorama Mimi.— Musitó Satomi— Y disculpa que te lo diga, pero todo sería mucho más fácil si tu padre estuviera de tu lado.

Mimi bajó la mirada— Eso es imposible, mi padre jamás me apoyaría, porque justamente es por su culpa que renuncié a mi hija.

Satomi depositó una mano en su hombro derecho— Siento mucho que tengas que pasar esta situación, pero debes estar preparada tanto para lo bueno como para lo malo. Sea lo que sea, no debes bajar los brazos antes el juez dió un tiempo antes del siguiente juicio, ahora más que nunca debes buscar formas de demostrar que eres una adulta responsable y que puedes hacerte cargo de tu hija.

~Actualidad~

—Tengo muchas posibilidades de perder.— Musitó Mimi— Todavía soy menor de edad, Alice tiene muchas cosas a su favor que la pueden hacer ganar.

—Eres menor de edad, pero tienes el dinero para darle una buena vida a tu hija.

—El dinero que tengo es de mi padre.— Respondió la Tachikawa— No juega mucho a mi favor, porque es pertenencia de él.

Prácticamente ese dinero pasará a ser suyo cuando su padre muera, pero Keisuke era muy joven para morir. Además, había una gran posibilidad que el día que suiera la verdad de Natsumi iba a quitar del testamento a Mimi por mentirle.

—Tendría que trabajar para eso.

—¿Trabajar?— Cuestionó el rubio.

Mimi asintió.

—¿Crees poder hacerlo?

Pues...

Jamás lo hizo, siempre le sirvieron todo en bandeja, pero debía intentarlo, aunque con sus estudios aún sin terminar no sabía exactamente que podría hacer.

—No sé Michael, pero por mi hija soy capaz de lo que sea.— Respondió la Tachikawa— Sobre todo cuando está en riesgo perderla para siempre.— Bajó la mirada.

—Hey, tranquila.— Michael alzó su mano derecha y acarició su mejilla— Todo estará bien.


Yamato se detuvo en umbral de la puerta al ver como el rubio sostenía de la mejilla a su exnovia y apretó el puño enfadado.


—Eso espero.— Comentó la castaña tristemente.

El rubio hizo una mueca, jamás le gustó verla triste, debía pensar en algo para subirle el ánimo—Oye, sé que últimamente has estado estresada por todo esto, pero quería saber si mañana ¿quieres salir conmigo?

Mimi alzó una ceja— ¿Salir?— Cuestionó sorprendida— ¿Dónde?

—No sé a cualquier lugar, ya sabes, soy nuevo no conozco muchos lugares, me gustaría a dar una vuelta.— Respondió el rubio— ¿Te parece?

—¿E? No estoy de ánimos Michael.

—Lo sé y es por eso que quiero salir, para que despejes la mente y para subir tu ánimo.— Respondió el rubio— Verás, no me gusta ver a una chica tan linda como tú triste.

Mimi sonrió de lado— Gracias por el piropo.

Michael rió— Entonces ¿aceptas?

—Está bien.— Respondió la castaña, sería agradable salir y olvidarse de sus problemas por un momento.

—Genial.— Musitó el chico antes estrechar a la chica en un tierno abrazo que Mimi correspondió.

Mas, el momento agradable no duró mucho.

—¿Se puede saber que rayos está ocurriendo aquí?

Ambos adolescentes al voltear se encontraron con el Ishida, quién evidentemente no estaba agradado.

—Yamato.— Mimi pronunció su nombre.

—Tachikawa.— Respondió el rubio y observó molesto el abrazo.

—¿Qué haces aquí?

—Vine a cenar.— Contestó Yamato— Y como vi que llegaste quería hablar contigo, pero creo que no será posible, porque estás acompañada de tu amigo.

Mimi rodó los ojos enfadada— ¡Si! Estoy acompañada de mi amigo ¿algún problema?

El oji-azul hizo una mueca— ¿Sabes? En el reglamento dice muy bien que se prohiben las muestras de cariño dentro del Internado.

—¿Perdón?— Cuestionó la castaña— ¿Por qué dices eso?

—Por la posición en la que están, digo, no es muy apropiada.— Primero el cihco acarició su rostro y ahora estaban abrazados.

La Tachikawa frunció el ceño— ¿Y quién rayos te crees que eres para venir a recriminarnos esto? Cuando éramos novios poco te importaba ese reglamento.

—Eso era antes.— Respondió Yamato— Ahora no.

Mimi se cruzó de brazos— Eres insoportable Ishida.— Exclamó— ¡Olvída que te voy a obedecer! Poruqe no estábamos haciendo algo malo, Michael simplemente me estaba dando su apoyo, algo que jamás tu me has dado en este último tiempo.

—No es mi culpa que ya no quieras hablarme.

—No es para menos, simplemente me recriminas por hacer las cosas mal y ya te dije que no soportaré eso.— Respondió la Tachikawa antes de tomar la mano de su amigo— Vamos Michael, no mereces escuchar una de mis peleas con este idiota.

Fue así como ambos se alejaron del lugar dejando solo a Yamato.


El Minamoto salió del baño vistiendo solamente un pantalón blanco, dejando ver su fornido abdomen provocando que Damar, quién se encontraba recostada sobre la cama quedara embobada como estúpida enamorada.

Movió levemente su cabeza intentando esconder su sonrojo.

—¿Y?— Preguntó la castaña— ¿Cómo estuvo la ducha?

—Nada de mal.— Respondió el Minamoto.

—¿Logró relajarte?

—Un poco.— Contestó Kouji depositando las toallas en un lugar alto y luego caminando hacia la cama donde se encontraba la Tachikawa con un pijama de tirantes color blanco que posiblemente en otro minuto hubiese querido quitar para poder aventurarse en su cuerpo.

—¿Quieres algo para comer o para tomar?— Preguntó Damar— Puedo llamar a recepción.

—No gracias.— Respondió el Minamoto antes de alzar levemente las mantas, ingresar a la cama y acomodarse.

—¿Enserio?

Kouji asintió— Lo único que quiero en estos minuto es descansar, llevo días sin poder dormir.

Ya lo suponía, pensó la castaña.

—La noche está fría, tal vez, quieras otra manta más abrigada.— Musitó tomando la colchas— O tal vez, la sientes asperas y quieres unas más suave, o tal vez el colchón.— Saltó levemente— Tal vez, no es lo suficientemente cómodo para tí.

Por alguna razón este actuar de la chica le causó cierta gracia y a la vez ternura al Minamoto, amaba que se preocupara por él, pero no de esta forma.

—Tranquila.— Respondió Kouji— Todo está bien.

—¿Seguro?— Preguntó Damar.

El Minamoto asintió. No le importaba si la colcha era aspera o si el colchon era cómodo, lo único que le importa era que aquella chica que tanto quería estaba a su lado.

Fue así como la tomó de la mano—Ven.— Jaló levemente a la chica hacia él, la abrazó por la cintura y la recostó en su pecho mientras acariciaba su cabello como siempre lo hacia cuando estaban juntos.

Damar respiró profundo, amaba sentir su aroma tan varonil.

Estuvieron así un largo momento sin decir palabra simplemente disfrutando de la compañía del otro.

Mas, esto cambió cuando Damar recordó algo que no podía dejar para después.

—Kouji.— Lo llamó.

—¿Si?

La castaña hizo unas mueca intentando armarse de valor—Disculpa que pregunte, pero ¿Has pensando en hablar con Satomi?— Preguntó— Ella está preocupada por tí, el otro día fue al internado y no te encontró, te ha enviado mensajes, te llamó, pero hoy nos comentó que no le has respondido.

Kouji hizo una mueca— No tuve tiempo para responder.

—¿Tiempo?— Cuestionó la castaña— ¿O querías estar solo?

El Minamoto suspiró, ella lo conocía bien.

—Tal vez.— Musitó.

Era de esperarse.

Damar tomó su mano— No te voy a presionar, tú eres quién toma sus decisiones, pero si te diré que sería bueno comunicarte con ella, está muy preocupada por tí.

—Lo sé.— Satomi era básicamente su madre, siempre estaba atenta a todo lo que le sucediera, incluso más que Kousei— Y quiero hablar con ella, pero no me siento en condiciones.— Estaba muy débil y triste. No le gustaba que las personas lo vieran así, mucho menos las personas que quería.

—Entiendo.— Musitó la Tachikawa, tuvo intenciones de insistir, pero, sabía que no podía presionar más, Kouji en este tipo de situaciones tomaba su tiempo y en estos minutos estaba agradecida que la dejara estar con él, a pesar que dijo que quería estar solo.

—¿Cómo le fue a Mimi en el juicio?— Preguntó Kouji.

Damar hizo una mueca— Regular.

—¿Regular?— Cuestionó el Minamoto.

—Ni muy bien, ni mal.— Respondió Damar— El juez se negó a tomar una decisión hasta una próxima sesión.— Hizo una mueca— Lamentablemente el panorama no se ve bien, pero no podemos bajar los brazos antes de tiempo, eso es lo que le dijo tu madre.

—Ojalá salgan bien las cosas, así como hubiera querido Tomoko.— Musitó Kouji—Mi madre intentó ayudar a Mimi, pero...— No pudo continuar hablando, ya que un nudo se formó en su garganta.

—Hey.— Damar acarició su mejilla derecha— Tu madre se comportó muy bien con nosotros, incluso hizo más de lo que nos hubieramos imaginado, nos apoyo como si fuera nuestra propia madre y por eso, nosotros estaremos eternamente endeudados con ella.

Kouji suspiró, el poco tiempo que su madre estuvo en el internado logró dejar una gran huella y muchos se lo comentaron en el funeral, por eso el dolor era mayor. Su madre a lo largo de los años adquirió una mala fama por "drogadicta" pero el último tiempo logró quitar esa mala imagen, demostrando ser una persona hermosa, llena de luz, trabajadora, amorosa, entre otras cosas.

Suspiró.

—Extrañaré mucho a mi madre.

—Lo sé.— Musitó Damar— No hay día que yo no recuerde a mi madre ¿sabes?— Suspiró— Pero ya verás que todo mejorará en algún momento.— Al menos para ella mejoró, gracias a él— Nunca lograrás olvidarla, pero los recuerdos siempre serán un grato tesoro en tu corazón.

Eso esperaba, recordarla para bien y no para dolor.

—Y bueno, si quieres llorar no dudes en hacerlo, nadie te criticará por eso.— Musitó la castaña— Además, siempre estaré disponible para darte un abrazo y consolarte, quizás, no soy muy maternal y no tengo tu don de psicología, pero te haré compañía. Te compraré muchos helados y veremos muchas películas para pasar las tristezas.

—¿Y eso?— Rió el Minamoto.

—Es una terapia contra la tristeza que estoy creando, el otro día funcionó con Mimi y Sora.— Comentó la castaña— Aunque terminé bastante disgustada del helado de menta granizada.— Hizo una mueca— Pero, bueno, mientras no pidamos ese sabor todo estará bien.

El Minamoto sonrió, esta chica era todo un personaje.

Debía admitir que no esperaba que le hiciera esa proposición, pero le agradaba ver que la castaña de a poco volvía ser esa niña infantil que era antes.

—Gracias.

—¿Por qué?

—Por estar conmigo, aunque dije que no.

Damar sonrió— No me agradezcas, amo estar a tu lado.— Respondió antes de depositar un beso en sus labios— Te quiero.

El Minamoto sonrió y esta vez besó él los labios de la chica de manera dulce dejandose caer en la cama disfrutando de aquel contacto tan dulce que los unía. A diferencia de otras veces no fue pasional, ni desesperado, ni siquiera con intenciones de pasar a más. Ambos simplemente querían demostrarse en una acción tan simple que se amaban.

Fue así como la hora avanzó y ni cuenta se dieron cuando conciliaron el sueño, abrazados como si no les importara nada más.


Mientras tanto en la fiesta.

Izumi y Junpei salieron de la fiesta completamente ajenos a lo que ocurría adentro.

—¡Esto es genial!— Comentó Jp mientras se tomaba una selfie— A mis seguidores les gustará saber que vine a la fiesta de Ryouma.

La rubia asintió mientras jugaba con el cierre de su vestido.

—¿Sabes? Me encantó la piscina.— Musitó el Shibayama— Es una lastima que el clima esté tan frío para no tomar un baño. Apuesto a que si fuera una fiesta de piscina sería el doble de interesante.— Habló— ¡Un minuto! Una de mis próximas fiestas podría tener piscina ¿no crees?

Izumi hizo una mueca, literalmente no escuchar la conversación con el Shibayama desde que consumió ese polvo se encontraba en otro planeta literalmente, sentía que en cualquier minuto volaría.

Fue así como se deshizo de sus tacos y abrió su vestido quedando en su ropa interior sorprendiendo a Jp ante esto.

—Hey ¿qué haces?

Izumi tomó asiento al borde de la piscina— Dijiste que sería genial tomar un baño ¿no?— Musitó antes de sumergirse en la piscina y salir completamente empapada— ¿Qué importa el frío?

Jp se quedó con la boca abierta ante esto.

—Dime ¿quieres tomar un baño conmigo?— Preguntó la rubia sensualmente.

—¿E?— Balbuceo el castaño— Cla-claro, pe-pero...

Izumi hizo una mueca—Si tardas en desnudarte te meto con ropa.— Ante estas palabras el Shibayama de manera rápida y torpe se quitó su ropa.

—¿E? ¿Estás segura de esto?— Preguntó el chico mientras quitaba su ropa.

—Pues claro, amo las piscinas.— Respondió la rubia apoyando sus codos en el borde la piscina.

—Pe-pero...

—Deja de tartamudear y mejor disfruta.— Musitó la oji-verde.

Fue así como el Shibayama al quedar completamente en su boxer se metió en la piscina y se acercó a la rubia, quién rápidamente se abrazó a él enrollando sus piernas en su cintura.

Izumi acarició su rostro—¿Sabes? Hace un tiempo vengo pensando en las cosas y...

—¿Y?

—Será interesante avanzar más en nuestra relación.

—¿Así?

La rubia asintió y rosó sus labios— Dime ¿quieres?

—Cla-claro.— Jp respondió ansioso— S-si quiero.

Izumi sonrió y sin decir más, unió sus labios en un apasionado beso.


Yamato le dió un sorbo a su café, en verdad estaba disgustado por todo lo que ocurría en su vida, no sabía como solucionaría las cosas.

La puerta de la cocina se abrió llamando su atención en el lugar apareció cierta chica rubia.

—Hey, Ishida, hasta que al fin te encuentro.

—¿Nanami?— Pronunció su nombre— ¿Qué haces aquí? ¿Y a estas horas?

—Te estaba buscando.— Respondió la chica— Desde tu conversación con Satomi andabas desaparecido, me preocupé por ti.

Su conversación con Satomi, Yamato hizo una mueca al recordar la charla que tuvieron esa misma tarde.

~Horas antes~

Yamato observó atentamente a Satomi, quién hace unos minutos llegó del juicio, evidentemente estaba cansada, así que, agradecía que le brindará esta conversación.

—¿Y bien?— Preguntó el rubio— ¿Es posible que yo pueda ver a mi hija?

La mujer suspiró—Revisé muy bien tu caso, busqué puntos a favor tuyo, pero me fue imposible. No hay forma de contra-atacar la orden de alejamiento de Alice.

¡Oh no! Lo peor que le pudo pasar estaba ocurriendo, esto era terrible.

—Pe-pero soy el padre biológico, aunque no sabía de su existencia tengo derechos.

—Sí, los tienes, pero Natsumi está reconocida como hija de Alice.— Respondió Satomi— Tú recién apareciste, no hay indicios de ti como padre.

¡Rayos!

—Yo en verdad quise arreglar tu situación, pero me es difícil, porque todo está reciente, no estás muy relacionado con Natsumi, biológicamente sí, pero generalmente siempre se les da mayor privilegios a las mujeres y Alice tiene muchas opciones de ganar.

El rubio suspiró— Ya me lo esperaba.— Fue iluso al creqer que todo se solucionaría.

—Mas...—Satomi habló llamando su atención— Tendrías mayores posibilidades si ayudaras a Mimi en el juicio con Alice.

—¿Perdón?— Preguntó Yamato— ¿Cómo me ayudaría eso?

—Bastante, Mimi siempre estuvo presente en la crianza de su hija, pero es menor de edad, lamentablemente tiene altos indicios de perder.— Comentó la castaña— Pero tú eres mayor y si la ayudaras podrían presentar algo mejor al juez, después de todo, tú tienes ingresos y estás cerca de cumplir la mayoría de edad.

El rubio hizo una mueca— Dudo que logremos algo, después de todo, no estamos bien.

—Como pareja, pero como padres deben tener una relación diferente.— Musitó Satomi— Sobre todo ahora, Mimi luego de este juicio tendrá un tiempo para arreglar su situación.

—El juicio.— Recordó el oji-azul— ¿Cómo estuvo?

Satomi suspiró— Ocurrieron muchas cosas, no puedo dar muchos detalles, porque Mimi debería ser la que debe dartela.

—Dudo que lo haga.— Musitó el rubio, la chica simplemente lo ignoraba.

—Bueno, yo solo te diré que habrá otro juicio y si quieren recuperar a su hija deben unirse.— Aconsejó la mujer de anteojos.

~Actualidad~

—Satomi me aconsejó que intente mejorar la relación con Mimi.

—No es algo nuevo.— Comentó Nanami— ¿No le comentaste que ella te ignora?

—Sí, pero ella insiste en que debemos dejar nuestros problemas de lado y actuar como padres.— Respondió Yamato— Y si soy sincero creo que tiene razón. Para recuperar a mi hija debo arreglar las cosas con Mimi.

¡No eso no!

—Pero ella no quiere.

—Sí, pero tendré que insistir incluso más que ahora.— Contestó el rubio. Quizás, hablar con Mimi no funcionó, pero debía intentar hablar con su hermanos ahora, saber esa famosa "verdad" que la Tachikawa intentó decirle muchas veces.

—Será como arrastrarte si continuas insistiendo.

—Por mi hija soy capaz de todo.

—Sí, pero no está bien.— Respondió Nanami—¿Sabes? Me da pena que te tengas que arrastrar por ella.— Declaró la rubia— Luego de todo lo que has sufrido a causa de su mentira.

—Esto no trata de mi Nanami.— Comentó el oji-azul— Trata de mi hija, Natsumi.

—Sí, pero ¿qué más da? Mimi simplemente te dañó por eso.— Respondió la chica— No me gusta que eso sea así.— Acarició su mejilla— Porque te afecta y no me gusta verte mal.

Yamato hizo una mueca y se alejó— Nanami, por favor, mantegamos la distancia.

—¿Por qué?— La chica se acercó a él— ¿Por Mimi?

El oji-azul asintió.

—¿Aún sientes cosas por ella?

El Ishida hizo una mueca, no quería responder, pero en lo más profundo de su corazón sabía la respuesta.

—Ese silencio me da la respuesta.— Respondió Nanami— ¡Qué triste! Ella simplemente se ha encargado de jugar contigo ¿Por qué sigues sintiendo algo por ella?

—Nanami, no quiero hablar de este tema.

La chica hizo una mueca— ¿Sabes? Me da mucha tristeza que al igual que hace tres años sigas interesado en ella, cuando habemos personas como yo que nos preocupamos por tí y que podríamos darte una mejor relación.— Se acercó a él.

—Nanami, por favor no...— Yamato intentó alejarse, pero fue imposible.

La rubia depositó su mano en su pecho— Matt, tú bien sabes que me interesas, siempre ha sido así ¿Por qué no me das una oportunidad? He esperado años, ahora que regresé intenté ser tu amiga y respetar tu relación, pero ahora que te veo sufrir no puedo resistirlo. Ojalá me dieras una oportunidad para demostrarte que pueda hacerte feliz.— Observó sus labios— Y que soy la mujer de tu vida.— Sin decir más, unió sus labios en un beso.

Yamato se sorprendió ante esto, mas, la impresión la tuvo cierta chica castaña que justo iba entrando a la cocina.


Nene al ver esto literalmente se detuvo en el umbral del lugar.

Pero ¿qué rayos?

¿No se suponía que Nanami era amiga de Mimi?


+El próximo capítulo será bastante jugoso, se revelará otro secreto.

+Dato el momento Koumar iba a ser hiper-mega-duper apasionado, pero luego dije: Kouji está sufriendo, no necesita tener pasión, está triste, así que, lo cambie por un momento bonito. El momento apasionado quizás lo suba en otra escena más adelante, o tal vez, la cambie para otra pareja, uno nunca sabe cuando reutiliza escenas jajaja

+También, otro detalle de Damar es que es muy parecida a Mimi, cómica, divertida, de a poco vuelve a tomar ese carácter que no tuvo en la temporada 2 por su "rebeldía"

mimato bombon kou: Sí, pobre Izumi, esa forma fue pésima, pero era la única Natsuko jamás le diría la verdad. Ahora todo se viene mal en su vida es un hecho. Sí, Yamato la cela porque la quiere jsjsjs sin duda es divertido verlo así, pero Mimi necesitará su espacio, ahora más que nunca, ya veremos si le cuenta jsjsjs Bueno, esa como primera cita, pero de manera indirecta, ellos no lo han notado jsjsjsj ya veremo a Tk celoso, como Hikari ha sufrido todo este tiempo. Bueno, Kouji está actuando por el dolor. Sí, fue linda la escena de Koichi y Juri, pero siempre diré Koichi está demasiado pegado en la historia del pasado, ya veremos que ocurre. Espero que este capítulo haya sido de tu agrado, ojalá sigas leyendo y comentando, te mando un abrazo a la distancia.

Adrit126: Hola jsjsjs si, ya le toca sufrir. Sí, fue lamentable que Izumi se enterase de esa manera de la verdad. Ya veremos si Keisuke defiende a sus hijos o los enjuicia al igual que el resto, todo puede pasar en esta historia. Espero que este capítulo haya sido de tu agrado, ojalá sigas leyendo y comentando, te mando un abrazo a la distancia.

marii02: Sí, da pena la situación de Catherine, pero ella se lo buscó, Taichi está en otra etapa y sí, él sabe que no respeto su relación, entonces sabe que no podrá respetar a esta chica. Si! jiji Hikari aceptó en ir jsjsjs ya veremos como será la reacción de los demás. Nanami es merecedora de un buen golpe jsjsjs Todos la odiamos. Sí, lamentablemente nuestros gemelos la están pasando ¡Terrible! Es su madre después de todo. Juri es buena amiga con Koichi, pero siempre diré, él está muy pegado con su historia pasada con Damar jsjs bueno ya hablamos un poco de la situación de Yamato y Mimi por instagram, el rubio es báciamente como el marido engañado, será el último enterarse de la verdad de la Tachikawa, por idiota. Keisuke ya aparecerá, falta poco y sí, puede ser mal padre, pero no permitirá que ensucien su nombre. Ya veremos como se va desarrollando el juicio jsjsjsj Sí, hay bastante entre esos dos y se viene más con momentos bonitos para el Kirine. Sí, pobre Izumi se enteró de la peor forma, pero era la única, Natsuko jamás le diría la verdad. Natsuko va tan mal como Rumiko, ya veremos que ocurre. Espero que este capítulo haya sido de tu agrado, ojalá sigas leyendo y comentando, te mando un abrazo a la distancia. Feliz año para tí también.

+En Instagram hice una lista de los misterios:

-Padre de Rika.

-Infidelidad Kouji y Damar hacia Koichi.

-Embarazo de Sora.

-Paternidad de Keisuke hacia Damar.

-Secreto de Satoe.

-Padre de Izumi (Revelado en este capítulo parte I y II)

-Hipocresía de Nanami.

-Secreto de Takato.

En el próximo capítulo habrá otro secreto de estos revelado ¿Cuál será? Pronto lo sabremos.