Capitulo 24: El pasado en silencio

***Rin***

-Como puede llegar a causarte confusión en la hipnosis, solo escucharas la voz de Sesshomaru- Shunran me miraba aun con cierta preocupación y ni quise voltear a ver a Sesshomaru porque se que la mirada seria la misma- Si en algún momento se te vuelve algo muy complicado solo tienes que buscar a Sesshomaru y él te sacara de ahí, ¿de acuerdo?- yo asentí y apreté la mano de Sesshomaru.

-¿Estas segura de que esto funcionara?- Sesshomaru se lo repitió, aunque en la voz de él sonaba casi como una amenaza.

-Claro, solo tienes que confiar en él- Sesshomaru se tenso pero aun así los dos soltamos el aire, preparándonos para lo que venia- Muy bien, recarga tu cabeza en el sillón y comienza a relajar tu cuerpo, si el tomar de la mano de Sesshomaru te hace sentir mas segura, puedes seguir haciéndolo. Comenzaras a escuchar una música relajante y llegara a tu nariz un leve olor a rosas- después de unos minutos, comencé a sentir una pesadez en mi cuerpo y el olor que a flores- vas a ir dejando de escuchar mi voz poco a poco y se ira sustituyendo por la voz de Sesshomaru, repito, dejaras de escuchar mi voz y solo escucharas la de Sesshomaru. Vas a ir exactamente a esa noche Rin… cuando tenias 8 años…

Comencé a ver mi antigua casa, mi enorme cuarto de color rosa y todos mis juguetes y mis libros de colorear regados por él. De pronto di media vuelta y casi pegue un brinco cuando me di cuenta de que Sesshomaru se encontraba en la habitación, él también se veía enorme cuando voltee a ver mi cuerpo me di cuenta de que yo era la pequeña, era una niña.

-Rin, ¿Dónde estamos?- Sesshomaru observaba toda la habitación con cierto recelo o tal vez solo se encontraba igual de confundido que yo. Iba a contestarle por lenguaje de señas, pero me di cuenta de que no tenia idea de como hacerlo. Así que solo actué mas por instinto y hablé.

-Estamos en mi cuarto- al principio me sorprendí mucho al darme cuenta de que había podido hablar, pero esa sensación se fue rápido, ya que no tenia recuerdos de no poder hacerlo.

-¿Cómo has dicho? ¿Estas hablando en coreano?- de pronto no entendía porque me preguntaba esas cosas.

-Claro que si, soy coreana, ¿Por qué no podría hablar coreano?- su cara de asombro me hacia dudar un poco y estuve a punto de preguntarle otra cosa cuando se escucho la voz de mi madre desde el comedor.

-Rin, baja a comer o tu hermano se acabará todo

-¡Ya voy!- corrí rápido hacia donde se encontraba Sesshomaru y lo tome de la mano sin siquiera pensarlo y jale de él para que me siguiera- vamos o mi madre se enojara con nosotros.

-Pero ¿A dónde vamos?- Aun cuando no tenia idea de a donde iríamos él no ponía ni un poco de su fuerza para zafarse de mi agarre, me seguía obedientemente por las escaleras.

-Es la hora de la cena y a mamá no le agrada en absoluto que nos tardemos, además de que no deja comer a nadie hasta que no estemos todos sentados- Sesshomaru se apresuro conmigo a la mesa- tu siéntate aquí- le indique el asiento que estaba a lado mío. Mi hermano quien acababa de cumplir 4 años hace apenas unas semanas, ya estaba sentado en su silla entrenadora, esperando pacientemente su comida.

-Es increíble que siempre tenga que amenazarte con que tu hermano comerá mas para que bajes- Mi mamá se notaba cansada, pero aun así supe que no se trataba de un regaño porque sonrió al verme a los ojos. Ella aun es joven, aunque su cabello pelinegro ya estaba comenzando a tener pequeñas manchas blancas, aun así mi padre le ganaba en eso que si no fuera por esos ojos cafés oscuros llenos de vida, pensaría que se trataba de un anciano.

-Hoy me sentare a lado de mi pequeña hija- dijo mi papá y yo tuve que poner mis manos y casi empujarlo para que no se sentara.

-¡No! Ese lugar ya esta ocupado- mi papá me miro con un signo de interrogación en su rostro- Esta sentado mi nuevo amigo, así que a ti te toca sentarte a lado de mamá

-Nuevo amigo- mi papá se fue un poco triste a lado de mi madre- ¿Y ahora de quien se trata? – yo voltee a ver a mi nuevo amigo y me quede un momento pensando al no poder recordar como se llamaba.

-No recuerdo su nombre, pero es como mi guardián

-¿Cómo tu guardián? ¿Y eso como lo sabes?- me pregunto mi madre, mientras que nos servía la comida a mi hermano y a mi.

-Lo se por sus ojos, sus ojos son tan dorados como la luz que dices que me protege todas las noches mamá- mi madre se echo a reír fuertemente mientras que yo me le quedaba viendo sin entender nada.

-Mi amor, él no puede ser dios- yo voltee a verlo un momento

-Tal vez, pero siento que con esa mirada puede protegerme contra lo que sea que pase. ¿Y si lo mando dios para cuidarme?- mi mamá volvió a reírse pero ahora pareciera que también había cierta nostalgia en esa risa.

-Tal vez, entonces, trata de no ahuyentarlo. Porque yo se como te pones cuando te enojas- mi mamá eso lo dijo casi susurrando y yo solo le negué con la cabeza y comencé a cenar.

La cena transcurrió en mucha paz, como era la costumbre en nuestra casa. Mis padres siempre hablaban de cosas interesantes y en ocasiones hasta nos contaban historias increíbles. Al final siempre había mucha risa y diversión. Éramos una familia feliz. Al terminar la cena ayude a mi papá a recoger la mesa y a lavar los platos, mientras que mi mamá iba a bañar a mi hermano, aunque siempre escuchábamos el llanto de mi hermano al tocar el agua y al final mi papá tenia que meterse a bañar con él para que se calmara. Mientras tanto yo me había puesto a recoger mi cuarto, antes de que llegara mi mamá.

-¿En que parte de corea vives Rin?- mi nuevo amigo no había hablado en todo este rato, había estado observando de manera muy tranquila, aunque una que otra vez había visto una pequeña sonrisa asomarse. De alguna manera sabia que no era muy común en él, así que me alegraba verlo así.

-Vivo a las afueras de Seúl, mi mamá dice que el jefe de mi papá es una persona con un buen corazón y que por eso le consiguió esta casa para que nos viniéramos a vivir aquí. Aunque no recuerdo eso, yo era una bebé cuando eso paso- yo seguía recogiendo mis cosas mientras que mi nuevo amigo se quedaba viéndome.

-¿Y tu no sabes hablar japonés?

-No, bueno, mis papás son japoneses y muchas veces han intentado enseñarnos el idioma, pero no es como que pongan mucho empeño en eso

-Es mejor que tengas todo listo porque saliendo tu padre y tu hermano del baño, sigue usted señorita- mi mamá había entrado al cuarto cuando yo estaba justamente terminando de recogerlo así que le sorprendió un poco viéndolo limpio- ¡Pero que milagro! Mi pequeña Rin tiene el cuarto recogido- yo sonreí de lado a lado y mi mamá aprovecho para abrazarme fuertemente- Mi pequeña va a crecer rápidamente- su abrazo era cálido y yo disfrute cada segundo de él. No era como si nunca me los diera, de hecho lo hacia y mucho, pero este abrazo algo dentro de mi me decía que tenia que disfrutarlo al máximo y si fuera posible nunca soltarla.

-¿Es ahora cierto?- esas palabras salieron de mi boca sin que pudiera detenerlas y aunque era mi yo niña la que lo había dicho, esa voz le pertenecía a la Rin adulta. Y mi madre sin soltar mi abrazo solo asintió con la cabeza.

-¿Qué va a pasar Rin?- dijo él al no comprender a que nos referíamos nosotras.

Fue entonces cuando se escucho un sonido muy fuerte viniendo de la puerta y mi madre y yo nos sobresaltamos al mismo tiempo.

-¿Mamá que fue eso?- las dos nos quedamos viendo hacia la puerta de mi cuarto y un segundo golpe a la puerta de la entrada hizo que mis manos tomaran de su ropa con fuerza.

-Rin, mamá ira a ver que fue eso ¿ok?, tu quédate aquí y espera a que papá o yo vengamos- no quería dejarla pero aun así asentí y me quedé parada a la mitad de la habitación, viendo como mi madre se iba.

Segundos después al no escuchar nada fui hacia la puerta de mi cuarto, caminaba lentamente y estaba atenta a cualquier ruido por pequeño que fuera. Todo era completo silencio, lo único que podía escuchar era el sonido de mi corazón golpeando fuertemente mi pecho. Me fui acercando a las escaleras y estuve a punto de bajarlas cuando escuché unos pasos venir hacia mi.

-¡Rin!- mis padres dijeron mi nombre al mismo tiempo y yo casi lanzo un grito de susto, mi mamá se dio cuenta de eso y tapo mi boca con su mano.

-Escóndelos- dijo mi padre y después bajo las escaleras. Quise encontrar su mirada, pero no pude hacerlo, todo paso demasiado rápido. De pronto escuche el llanto de mi hermano viniendo del baño.

-Escúchame bien Rin, vas a ir a tu cuarto y te vas a esconder en el closet- yo estaba comenzando a entrar en pánico y las lagrimas salían por mis ojos- ¡Rin necesito que me escuches!- mi mamá me zarandeo un poco de los hombros y yo trate de limpiar mis lagrimas.

-Quiero ir contigo- mi voz salía entrecortada, era obvio que estaba muerta de miedo. Aunque no entendiera que estaba pasando, mi cuerpo me decía que no era nada bueno.

-No puedes, haz lo que te digo, ve a tu cuarto y escóndete- yo la había tomado de la mano y ella se levanto- Rin, por favor- trato de soltar mi mano de la suya- Por favor pequeña- se volvió arrodillar para quedar a mi altura- te prometo que iremos pronto, pero hasta que lleguemos tienes que quedarte encerrada y no importa lo que escuches no debes salir ni hacer un mínimo ruido Rin- me dio un beso en la frente y soltó mis manos de las suyas- apresúrate y recuerda que no debes de hablar hasta que papá o yo te lo digamos, ¿de acuerdo?- yo asentí y corrí hacia mi cuarto.

Mis ojos estaban borrosos por todas las lagrimas, no importaba cuanto las limpiara no dejaban de salir. Le hice caso a mi madre y me metí al closet sin hacer ningún ruido, hasta tape mi boca con mis manos, aun podía ver por una pequeña apertura de las puertas del closet, estaba esperando que apareciera mi mamá con mi hermano y casi salto cuando vi que la puerta de mi cuarto se abrió y vi a mi madre entrar con mi hermano. Solo que tan solo dos segundos después comenzaron a sonar disparos y mi madre cayo al suelo.

-Por favor, no le hagan nada, es solo un niño- mi mamá comenzó a hablar en otro idioma, creo que se trataba de japonés, pero aun así no podía entenderle lo que decía. La sangre salía de su pierna y aun así ella comenzó a arrastrarse hasta tener a mi hermano en sus brazos. Los hombres que habían entrado ni si quiera le hacían caso, solo la seguían apuntando con su arma, mi hermano no dejaba de llorar- tranquilo todo va a estar bien, mamá esta aquí- volteo rápidamente a ver hacia donde estaba yo y después paso las manos por los ojos de mi hermano- cierren sus ojos, todo va a pasar, solo cierren sus ojos- sabia que también me estaba hablando a mi pero había quedado paralizada y por lo mismo mis ojos miraban directamente la escena, vi que uno de los hombres se acerco a ella y cuando estaba a punto de dispararle quise gritar.

-N…- cuando quise hacerlo sentí que mi garganta ardía, era como si me estuviera quemando fuertemente y las palabras que quería decir se quedaron atoradas en mi garganta, ni si quiera un lamento salió. Después de eso, el disparo sonó. Vi como el cuerpo de mi mamá caía al suelo haciendo un sonido espantoso y como después un segundo disparo se hizo sonar haciendo lo mismo con mi hermano.

Ese fue el momento en el que mi mente no pudo procesar nada mas, se convirtió en un bucle eterno, las palabras de mi madre, mi hermano llorando y los disparos, era lo único que se repetían una y otra vez por mi mente. Ni si quiera podía llorar o gritar, no podía hacer nada para detener el tiempo, para salvar a mi familia, por eso solo deje que la negrura me consumiera.

-¡Rin!- a lo lejos se escuchaba alguien llamando mi nombre, pero aun así la negrura se hacia cada vez mas espesa- ¡No responde Shunran! ¡Maldita sea Rin, vuelve!

"Es mi culpa, es mi culpa, no debí de haber nacido, yo debí de haber muerto. Debí de haber muerto"

-Escúchame bien Rin, ya no eres una niña, recuerda que todo esto paso hace mucho tiempo y tienes que hablarnos para que podamos sacarte de ahí- yo conocía esa voz, era la voz como la de una niña. De pronto note que estaba hecha bolita en la oscuridad, pero ahora mi cuerpo no era como en aquel entonces. Aun así me encontraba perdida en la oscuridad, no había algún lugar que me mostrara el camino de regreso y mientras tanto el bucle de la escena se seguía repitiendo.

-Si es tu guardián trata de no ahuyentarlo- de pronto escuché la voz de mi madre en alguna parte de esa oscuridad y fue en ese momento que recordé esos ojos dorados, su figura grande e imponente, su cabello blanco y… su nombre.

-¡Rin!- su voz me hizo voltear hacia el lugar de donde provenía y vi que venia corriendo hacia donde yo estaba, en su cara se podía ver solo preocupación. Yo me levanté y fui sintiendo como el ardor de mi garganta desaparecía junto con todas las escenas de la muerte de mi familia. Conforme se acercaba a mi todo se fue aclarando, comenzando con el espacio, la oscuridad desaparecía y después esa confusión en mi mente también. Y en el momento que tomé su mano sentí como el aire regresaba a mi cuerpo y lo primero que vi fue el techo del consultorio.

-Gracias a dios- esa era la voz de Shunran, comenzó a caminar por la habitación mientras que soltaba el aire con un alivio. Cuando volteé hacia la dirección de Sesshomaru me di cuenta de que me tenia abrazada a él.

-Pensamos que no regresarías- su cabello no me dejaba ver del todo su rostro, pero su voz, se escuchaba un poco quebrada, no sabría decir si era por gritar o por otra razón.

-Cuando ya no escuchaste la voz de Sesshomaru entramos en pánico- Shunran seguía caminando por la habitación.

-La voz de mi madre… me hizo reaccionar- en el momento en el que dije esas palabras los tres nos quedamos en silencio, ellos voltearon a verme con cara de sorpresa y yo llevé mis manos hacia mi garganta.

-Puedes hablar- dijo Sesshomaru mientras me miraba con emoción.

-Claro que puede hablar- Shunran se había acercado hasta mi y puso su mano en mi cabeza- has hecho un excelente trabajo Rin- su mano hizo que mi cuerpo entero se relajara y comencé a sentir mis ojos pesados.

-Creo que tengo sueño… gracias- iba sintiendo como una paz y tranquilidad se apoderaba de mi cuerpo mientras que iba cayendo en un sueño profundo.

***Sesshomaru***

Sentía el cuerpo de Rin cada vez mas pesado y su cabeza se había recargado en mi pecho.

-¿Qué le hiciste?- miraba con cierta desconfianza a Shunran, a pesar de haber ayudado a Rin había algo en ella que no terminaba por convencerme.

-Le di a su cuerpo algo de paz, aunque no la hubiera tocado ella habría caído dormida en unos minutos- se había vuelto a sentar en el sillón que siempre tomaba- se que tienes muchas preguntas, pero, por el momento solo tienes que escuchar con atención- seguía masajeando su frente, como si estuviera sufriendo de un fuerte dolor de cabeza. Yo solo me quede en silencio esperando que continuara- Hay partes en la mente de Rin que es imposible acceder, de haber podido hubiéramos seguido hasta el final

-¿Pero?

-Si yo hacia eso, podría ser que ella jamás despertara- volvió a soltar el aire y volteo a verme directamente a los ojos, tomando una actitud de seriedad que no era común en ella- lo que sea que paso esa noche Sesshomaru, no es ni la mitad de lo que nos conto Rin y ella esta consciente de eso- voltee a verla, ahora dormía con mucha paz aunque las lagrimas aun se mantenían firmemente en sus ojos- Fue la misma Rin la que no nos dejo ver mas, su mente sabia que era tiempo para volver a hablar y que la finalidad del tratamiento era ese, pero si pudo hacerlo es porque ella misma sabe que si lo hacia no indagaríamos mas.

-¿A que te refieres?

-Estoy segura de que hasta este momento ella ni si quiera recordaba que alguna vez hablo coreano y mucho menos las palabras de su madre de no hablar. Y también estoy segura de que todo lo que nos platico es tal y como pasaron las cosas. Pero, esa noche no terminaba ahí, no sabemos porque no la encontraron o que paso con su padre, o… quien mando a asesinar a su familia- yo también me había dado cuenta de eso, pero lo que mas me importo en ese momento era sacarla de ese tormento- Sea lo que paso después del asesinato de su madre y hermano fue aun mas traumante para ella, por eso su mente nos bloqueo cualquier recuerdo- Shunran se levanto del sillón y tomo un pequeño block de notas.

-¿Cuándo despierte, ella recordara todo?

-Si, pero su mente ha sido capaz de procesarlo, así que no le dificultara mas en su vida, será solo un triste recuerdo- comenzó a escribir algo y cuando termino me lo entrego- son anotaciones para ella, aun así te lo diré a ti- voltee a ver el papel y me di cuenta de que estaba escrito en coreano.

-Ella no habla coreano, no podrá leer esto

-Corrección, ella no hablaba coreano. Estoy segura de que ya podrá hacerlo, en todo caso pon atención. Ella volverá a hablar con normalidad, pero, no debe de hablar con nadie fuera de su rango de amigos cercanos- tomo una libreta de la pequeña mesa de centro- según lo que nos dijo, estoy hablando de Kagome, Kohaku y la anciana Kaede, estoy segura de que hay una cuarta persona, de igual manera ella sabrá de quien hablo. Ah y claro que también contigo podrá hacerlo

-¿Por qué solo con nosotros?

-Su mente esta muy inestable ahora, esta tratando de procesar lo que acaba de ocurrir y además tratara de volver a enterrar lo pasado en ese día, así que si comienza a hablar con gente tal vez hagan preguntas que puedan ocasionarle una confusión o colapso aun peor de como acabamos de ver- de pronto sentí un poco de miedo por ella, si apenas habíamos podido traerla de vuelta, no quería pensar lo que pasaría si Rin definitivamente no despertara, lo que pasaría conmigo si la perdiera- Solo será por unos meses, primero necesitamos que conviva con sus amigos, que se sienta de nuevo segura y retome esa confianza en si misma ahora que recupero su voz.

-Muy bien, le daré tus recomendaciones- me levante y estaba por dirigirme a la salida cuando ella me detuvo por el brazo

-Sesshomaru, una cosa mas. Tal vez me este metiendo en algo que no me incumbe o quizá solo este pensando de mas, pero, si no estas dispuesto a permanecer con ella es mejor que te alejes ahora, aun no es tarde para Rin

-Tienes razón, no te incumbe- me molestaron sus palabras hasta el punto de no quererla ver mas y continúe caminando.

-Se quien ha estado vigilando mi mansión, Irasue… tu madre no es alguien con quien puedas jugar. Si no estas dispuesto a protegerla hasta el grado de ponerte en contra de ella, es mejor que dejes a Rin- abrí la puerta dejándola hablando sola- Ella no merece mas sufrimiento Sesshomaru- mis hombres no dejaron que se acercara a nosotros y yo no voltee hacia atrás, solo me enfoque en mantener a Rin a salvo.

***Rin***

Cuando desperté no sabia muy bien si era de día o de noche, ya que el cuarto estaba sometido a la oscuridad absoluta. Tuve que parpadear varias veces para acostumbrarme a la oscuridad, cuando me enderece fue cuando me di cuenta de que Sesshomaru estaba acostado conmigo y al sentirme él también se había enderezado.

-Ya despertaste, ¿Te sientes bien?- sus manos tocaban mi rostro y mi cuello con delicadeza y yo disfrute por unos segundos de esa calidez.

-Si, creo que estaba muy cansada- Sesshomaru sonrió un poco y descanso su cabeza en mi hombro.

-Te dije que tu voz era hermosa- mi corazón latió fuertemente y unas cuantas lagrimas recorrieron mi rostro. Yo lo abracé y comencé a reírme.

-Estoy segura de que ahora te hartaras de mi voz- Sesshomaru también me abrazo por la cintura y sentí un cosquilleo en mi cuello. Cuando sentí su lengua dejando un rastro húmedo mi cuerpo se estremeció.

-Jamás me cansare de tu voz, ni de tu cuerpo, ni de ti Rin- sus besos iban subiendo hasta encontrar mis labios- Nunca me cansare de ti- dicho esto me dio un beso en los labios, al principio fue dulce, pero se iba transformando en algo apasionado, lleno de cariño y de excitación, tal como lo habían sido los últimos días- aun nos quedan unas horas antes de que tengamos que volver a Japón- dicho esto sus manos empujaron mi cuerpo hacia la cama y con un movimiento ágil me deslizo el suéter por mi cabeza.

-¿Es que acaso tu apetito sexual no tiene fin?- vi como tuvo que aguantarse la risa y me dio un ligero beso en la mejilla.

-Quiero recordarle Señorita Rin, que no solo soy yo el que no puede separarse de su cuerpo ¿O se le olvida lo bien que reacciona a mi?- mordió ligeramente el lóbulo de mi oreja y yo tuve que aguantarme de no gemir- además, ahora mismo, quiero escucharte gritar- dicho esto comenzó una eterna noche.

No tengo idea cuanto tiempo estuvimos haciéndolo, ni las posturas que hicimos esa noche, lo que si recuerdo es a mi cuerpo reaccionar mucho mas que otras veces, ahora que mi voz salía libremente, fue como si disfrutara mas de las caricias, los besos, las estocadas, éramos definitivamente un intercambio de gemidos, quejidos y palabras dulces.

En la mañana, mientras estaba desayunando en el jardín con Ah-Un recostado en mis pies, Sesshomaru me explico todo lo que le había dicho Shunran con respecto a las indicaciones del tratamiento. La verdad me sentía muy cómoda con la decisión que había llegado, aun sentía extraño poder hablar, así que el que solo lo hiciera con mis amigos era mucho mejor. También me di cuenta de que no había olvidado el coreano, aunque me costaba leerlo, podía entenderlo casi a la perfección, hasta Sesshomaru había estado poniéndome a prueba hablando en coreano de repente.

-¿Estas seguro que no hay alguna forma de llevarlo con nosotros?- le decía a Sesshomaru mientras que Ah-Un recargaba su cabeza en mis piernas- solo mira lo triste que se ve- puse mi mejilla en la de Ah-Un y volteamos a ver a Sesshomaru en un intento de dar lastima. Él solo se rio un poco y se levanto de la pequeña mesa.

-Ya te dije que es muy peligroso para él viajar en avión y un viaje terrestre seria muy largo para hacerlo ahora- Ah-Un y yo nos quejamos por lo bajo y yo me enderecé sabiendo que no podía convencerlo- Pero puedes venir a verlo cuando quieras

-Como si fuera tan sencillo, no puedo venir aquí cada fin de semana- me levante para acariciar a Ah-Un por ultima vez.

-Claro que puedes, esta es tu casa- un escalofrió extraño recorrió mi espalda, pero antes de que pudiera decirle que me lo repitiera uno de sus hombres se acerco a decirle algo- tengo que ir a ver algo con el vuelo, en 5 minutos te veo en el carro- yo solo asentí y él se fue para adentro de la casa.

-¿Qué hare Ah-Un? A pesar de todo lo que hemos hecho, nunca hablamos del tema y se que una vez que volvamos todo deberá de ser como antes- Ah-Un comenzó a lamer mi mano y hasta ladro un poco queriéndome dar ánimos- lo peor de todo es que al final mis sentimientos se mezclaron con todo lo demás- de pronto se me ocurrió algo y saque mi celular para mandar un mensaje a Kagome- Kagome hoy en la tarde llego a Japón y me gustaría quedarme esta noche en tu casa, ¿Puedo?- casi no habíamos hablado durante la semana, pero lo poco que sabia era que ella se encontraba en su casa por que había sucedido algo. Así que sabia que contestaría rápido.

-¡Claro que puedes! Si quieres venir a verme es que hay buenas noticias, ¿verdad?- su respuesta me hizo sonreír, había demasiadas cosas buenas.

-Llegando te contare. La verdad también hay algo mas que quisiera platicar contigo

-¿Paso algo malo?- Tal vez la había preocupado, Kagome me conoce bien, así que lo mejor era darle un pequeño adelanto y su mente no estallara en el momento que se lo contara en persona.

"No…Si…La verdad no se, quiero pensar que si es malo, pero en realidad me hace feliz, así que no debería de considerarse como malo, ¿verdad? Mi cabeza es un lio Kagome… Tengo que soltar algo o si no me iré con este pensamiento todo el vuelo… La verdad es que… me acosté con Sesshomaru… y lo peor de todo… es que… ¡Me he enamorado de él!- Escribir algo así, hizo que el calor subiera por todo mi cuerpo, ni si quiera en mis pensamientos había dicho esas palabras tan fuertes, así que verlas escritas lo hicieron aun mas evidente.

-Rin es hora de irnos- esa era la voz de Sesshomaru desde el interior de la casa y yo acaricie una vez mas a Ah-Un antes de ir hacia el carro que ya me estaba esperando. Hubiera querido que esa burbuja que nos protegió durante toda una semana nos siguiera por el resto de nuestras vidas. Pero sabia bien, que al momento en el que yo me subiera a ese auto, todo esto quedaría atrás y las dificultades realmente comenzarían.

***Notas de autor***

No se bien por donde empezar, de las cosas que tenia claras cuando comencé el fic, era este capitulo. La historia de Rin, su traumante pasado y que de esa manera también nos dejara en claro su mudes. Aun hay muchas incógnitas y les pido disculpas por eso. Pero al menos ya tenemos una idea mas clara sobre lo que paso en ese entonces.

Una de las cosas que si me gustaría aclarar, es que la hipnosis (viéndola desde lo psicológico clínico) es algo muy difícil y que es obvio que una semana no bastara para curar un trauma del habla como el de Rin, solo que si lo hacia mas largo podría haber problemas con la cronología de la historia. Por lo mismo presente este tratamiento milagro jajaja Ya quisiéramos los psicólogos que algo así se curara en una semana, ¡nos haríamos ricos con un tratamiento así! Jajaja

Por otra parte esta de mas decir que estos dos capítulos han sido de los que mas he disfrutado de escribir, de imaginarme las escenas y de sufrir de alguna manera con ese pasado tan doloroso y con la impotencia de Sesshomaru.

Estaré esperando como siempre sus comentarios y espero poder actualizar pronto…

Por ultimo, me gustaría aclarar que hasta este capitulo tenia subido en mi anterior plataforma (wattpad y ) asi que a partir de ahora los capítulos estarán mas espaciados. Espero poder seguir un ritmo continuo de al menos 1 capitulo por semana. Todo dependerá del tiempo que me quite mi trabajo T.T

Saludoos :*