Capítulo 39: Mi doloroso pasado
***Kagome***
Mientras aún seguía mi mirada en sus ojos negros rápidamente me transporte a cuando tenía tan solo catorce años…
Flashback
De pequeña nosotros vivíamos en un hogar tranquilo, tal vez nuestra casa no era muy grande, pero la verdad era que vivíamos muy bien ahí. Mamá y Papá siempre se preocupaban por nosotros y estaban atentos a todo lo que nos pasaba. En ese entonces yo me sentía como la hermana mayor, dado que mi hermano Sota estaba ya por entrar a la primaria era yo la que se hacía cargo de él y también la que lo ayudaba con su tarea en la guardería. Aun cuando mamá le decía que ella lo ayudaba, siempre terminaba corriendo conmigo, al parecer le gustaba cuando al finalizar la tarea iba corriendo con mamá diciéndole que había podido hacerla.
-Kagome, si no caminas más rápido me iré sola nuevamente- esa era mi hermana Kikyo, tenía 17 años, estaba en su último año de preparatoria y tenía unos meses en los que había estado cambiando un poco su imagen. Ya no traía su cabello suelto, ahora lo sujetaba decentemente en una coleta y aunque ella pretendiera fingir no traer maquillaje se las arreglaba para ponerse un poco de brillo en los labios, definitivamente estaba tratando de verse más grande.
-Ya voy, solo me quede pensando en mi examen de matemáticas, si no logro pasarlo el profesor llamara a nuestros padres- la materia que más odiaba en el mundo, nunca logre entenderla y cada clase era un infierno para mí.
-No te preocupes hermana, tal vez yo pueda enseñarte- dijo Sota con una cara llena de felicidad e inocencia. Mientras tanto Kikyo soltó una carcajada y yo sentí como mi cara comenzó a arder por la vergüenza.
-No será necesario Sota- dije aun enojada y jalé su mano para que volviéramos a caminar
-Solo tienes que concentrarte más en clases, en lugar de solo pensar en tu sufrimiento- voltee a verla con cara de incrédula y ella estallo de nuevo en una risa, obviamente se estaba burlando de mi- solo camina y tal vez si llegamos a tiempo pueda darte algunos consejos- aun de mala gana me puse a su paso y juntos continuamos la marcha a la escuela. Primero dejamos a Sota y después seguimos nuestro camino hacia mi secundaria- ¿Deberíamos de comprar un aperitivo?- dijo Kikyo mientras pasaba por la tienda de la señora Watanabe
-Creo que ya vamos tarde- aun cuando dije eso la verdad era que se me antojaba uno de sus bollos rellenos, así que Kikyo y yo nos quedamos mirando con mirada cómplice mientras que entrabamos a la tienda.
-Oh, pero si son las niñas Higurashi, hacía tiempo que no venían a ver a esta pobre anciana- la señora ya estaba grande, cada vez que la veía parecía que su cabello blanco estaba dispuesto a aclararse aún más. Su mirada también se veía cansada, pero sabia con exactitud que ella jamás dejaría su tienda.
-Hemos estado muy ocupadas, pero le prometemos venir más seguido terminando los exámenes- dijo Kikyo mientras que juntaba sus manos en modo de súplica. La anciana rio y rápidamente embolso dos bollos.
-Basta de mentiras pequeña, me alegro con verlas de vez en cuando y como están por dar exámenes importantes el día de hoy los bollos van por mi cuenta- las dos nos miramos sorprendidas y no estábamos dispuestas a que lo hiciera, pero la anciana vio nuestras intenciones- ¿Acaso pretenden hacer sentir mal a una pobre anciana?- nos quedamos mudas y tomamos la bolsa
-Prometo que en cuanto este desocupada pasare todos los días- le dije y la anciana asintió
-Ahora váyanse antes de que lleguen tarde- asentimos y salimos contentas del lugar
-Aunque lleguemos tarde estos bollos siempre valdrán la pena- dijo Kikyo mientras los sacaba de la bolsa y me daba uno. Como las dos no íbamos viendo hacia enfrente, no nos percatamos de que se acercaba una persona y cuando nos dimos cuenta mi hermana ya había topado con él
-Oh, lamento eso- dijo el hombre mientras las dos nos quedamos viendo unos segundos el bollo de Kikyo en el suelo
-No se preocupe, yo no preste atención al camino- fue entonces cuando vi con más atención al señor. Era alguien alto y parecía de la edad de nuestros padres, tal vez unos años menos. Su cabello era largo y negro, pero había algo en su mirada oscura, algo que me pedía alejarme de él.
-Ahora me siento con la obligación de comprarte otro jovencita…- estaba claro que esperaba que mi hermana le dijera su nombre.
-Higusashi y no, no es necesario que lo haga, de nuevo fue mi culpa- sabía que mi hermana también hacia sentido lo mismo que yo, se le veía claramente la necesidad de irse del lugar lo más rápido posible- tenemos que irnos o llegaremos tarde- Kikyo hizo una pequeña reverencia y yo hice lo mismo antes de ponernos en marcha nuevamente.
-Esperen- nos dijo el hombre y las dos nos detuvimos en seco. Kikyo volteo y con mucha sutileza se puso unos pasos en frente de mi
-¿Necesita algo mas señor?- mi hermana hablaba con tranquilidad y firmeza, aun cuando yo la conocía muy bien como para saber que también estaba comenzando a entrar en pánico
-Verán, hoy me acabo de mudar a este vecindario, pero no logro encontrar esta calle, ¿podrían indicarme la dirección?- el señor se acercó a mi hermana y le entrego un papel
-En 4 calles siguiendo este camino y después voltea a la derecha- Kikyo le entrego de nuevo el papel
-Muchas gracias y que tengan un excelente día, señoritas Higusashi- sentí un escalofrió cuando dijo nuestro apellido y pareciera que se tomó un momento para observar a mi hermana antes de dirigirse a la dirección que le había dado.
-Sera mejor apurarnos o ahora si llegaremos tarde Kagome- Kikyo paso a mi lado y me tomo de la mano unos instantes para que caminara junto a ella
-¿No te parecido extraño? Me dio muy mala espina- ella no respondió a mi pregunta y siguió caminando hasta llegar a mi secundaria. Como no había vuelto hablarme durante el camino, iba a entrar sin despedirme de ella, ya que tal vez se encontraba perdida en sus pensamientos.
-Kagome- me llamo cuando estaba por entrar a la escuela- si te vuelves a encontrar con él o alguien de su estilo no te detengas, ¿de acuerdo?- así que no había sido la única que lo sintió. Eran pocas las veces en las que veía el rostro tan serio de mi hermana, así que hice caso sin objetar nada.
Después de ahí mi hermana simplemente se fue a su escuela. El día transcurrió demasiado normal y por la tarde cuando iba de regreso a casa ya se me había olvidado lo extraño que había sucedido por la mañana. Y tal vez todo hubiera continuado de esa manera, de no haber sido por lo que encontré al llegar a la casa. Estaba aquel hombre sentado en la mesa y hablando cómodamente con mi padre.
-Kagome, que bueno que llegas, tu hermana y yo estamos terminando de preparar la cena, ¿quisieras ayudarnos con la mesa?- yo no podía poner la atención correctamente, ya que mis ojos no dejaban de observar a aquel hombre- Oh si, Kagome, él es el señor Naraku, se acaba de mudar a tan solo unas casas de aquí así que será un nuevo vecino- yo no sabía muy bien cómo reaccionar, pero aun así hice una reverencia para saludarlo y después fui hacia la cocina.
-¿Qué hace ese señor aquí?- le susurre a mi hermana mientras que hacía como que buscaba los platos
-Se lo mismo que tu Kagome- dijo igual susurrándome
Después de esa noche, el señor Naraku venia constantemente a nuestra casa. En unas semanas ya me había acostumbrado a ver su rostro en mi casa, pareciera que a mis padres le caían bien, ya que podían estar horas y horas platicando con él. Y tan pronto pasaron unos cuantos meses, en los que poco a poco mi vida comenzó a cambiar, había perdido la paz al llegar a la casa, ya que el señor Naraku nunca quitaba la mirada de mi hermana y de mí. Y tal vez el problema más grande fue cuando note que Kikyo comenzaba a cambiar, se había vuelto más seria, eran pocas las ocasiones en las que la encontraba sonriendo. Al principio llegue a pensar que tal vez se trataba de la escuela y de que pronto estaría presentando el examen de ingreso a la universidad, pero, también note que su actitud cambiaba completamente cuando estaba el señor Naraku cerca, era como si transmitiera algo hacia ella.
Perdí la cuenta de las veces en las que traté de sacarle información al respecto, pero ella siempre me eludía y hasta había ocasiones en las que se peleaba conmigo. Estaba segura de que mis padres también notaron su cambio de actitud, porque más de una vez me preguntaron por ella.
Entonces llego el día en el que me había cansado de todo, aunque estuviera segura de que el cambio de actitud de mi hermana tenía que ver con el señor Naraku, no tenía manera de comprobarlo. Un día que regresaba tarde a casa por ir a comprar unas cosas que necesitaba en la escuela, seguía pensando en alguna manera de saber que estaba pasando con Kikyo y pareciera que el cielo estaba a mi favor porque mientras estaba por cruzar la calle la vi. Caminando a lado del señor Naraku.
Al principio pensé que no se trataba de ellos, que era imposible que estuvieran aquí a estas horas. Pero al ver de nuevo, me di cuenta de que mi hermana estaba caminando mientras que el señor Naraku la tenía a su lado y con el brazo de ella entrelazado con el suyo, ¿Qué significaba eso? Cuando logre ver la expresión de mi hermana parecía vacía, como si no sintiera o quisiera hacer algo por la situación, como si se tratara de una simple muñeca que va caminando a su lado. Los seguí por un rato, hasta que vi que él se metía a una tienda y dejaba a mi hermana esperando afuera, fue en ese momento en el que sabía que me podía acercar a ella.
-Kikyo- me acerque a ella corriendo y aunque fue una distancia corta la adrenalina había hecho que mi voz saliera casi como un susurro
-Kagome, ¿Qué haces aquí?- me dijo con voz de regaño mientras que miraba con inquietud a la puerta de la tienda- tienes que irte
-No lo hare, no después de ver lo que te está haciendo ese bastardo- su cara fue de sorpresa pero rápidamente paso a la de miedo
-¿De que hablas? No es momento para hablar, ahora tienes que irte
-¿Es por eso por lo que has estado tan distante? ¿Te está obligando verdad?- Kikyo tapo mi boca y me movió hacia un pequeño callejón que estaba a lado de la tienda
-Cállate Kagome y por favor vete- mi hermana es una persona fuerte, jamás en mi vida la había visto con tanto miedo
-Me voy a ir de aquí contigo- Kikyo negó con la cabeza y se asomó una vez más a la tienda antes de dirigirse a mi
-Si él te ve aquí no se lo que pueda hacer Kagome, así que por favor, hazme caso- sus manos en las mías temblaban
-¿Acaso él te ha pegado? ¿Te ha hecho algo Kikyo?- este miedo claramente venia de alguien que estaba sufriendo violencia, le tenia un miedo como si ya hubiera pasado por eso antes. Ella negó con la cabeza
-Él es alguien poderoso Kagome- su mirada se oscureció- no me ha hecho nada, pero no dudo en que lo haga, así que por favor hermana, por favor vete de aquí- no podía ante esa mirada de súplica así que solo asentí. Ella volteo a ver la tienda y de nuevo el rostro se ilumino por el pánico y me empujo- escóndete Kagome, rápido- le hice caso y rápidamente me fui detrás de un contenedor de basura.
-Kikyo querida, ¿Qué haces aquí?- la voz del señor Naraku me paralizo, así que solo puse atención a las palabras de ellos.
-Había un gato callejero- dijo sin más y después hubo un silencio de algunos segundos
-Está bien, creo que deberíamos de continuar, he terminado lo que tenía que hacer aquí- la voz del señor Naraku era dulce aunque autoritaria, era como si le hablara con cariño pero al mismo tiempo le estuviera dando una orden.
-Estaba pensando, que tal vez pueda regresar a casa- de nuevo otro silencio- tengo mucha tarea y falto poco para el examen
-Tu sabias que el día de hoy sería solo para mí, ¿O me equivoco?- ya no existía más esa voz dulce
-Y así fue, ya es muy noche y mis hermanos están solos en casa, además estoy cansada y- un segundo después se escuchó un fuerte golpe, como si algo hubiera sido arrojado a la pared y seguido de eso un quejido de mi hermana
-Escúchame bien Kikyo- su voz ahora era completamente amenazadora
-Me lastimas
-¿Acaso tu no hiciste lo mismo? Estas lastimando mis sentimientos con tus palabras, estas diciendo que ya te cansé- ese tipo estaba completamente loco y mi cuerpo seguía sin poder reaccionar- pero no creo que eso sea lo que quieras decir, porque si tú te cansas de mí, tendré que buscarme un nuevo juguete ¿Quieres que haga eso?
-No, lo siento, no volverá a ocurrir
-Claro que no, ¿Y eso es por qué?
-Porque yo hago lo que me pidas- escuche su risa y mi cuerpo se estremeció completamente, mientras que con mis manos estaba dependiendo cualquier clase de sonido que pudiera salir de mi boca.
-Has aprendido muy bien y por eso te dejare ir temprano a casa ¿Te das cuenta lo bueno que soy? Vamos, te dejare cerca y más de rato iré a saludar a tus hermanos, al final de cuenta tus padres me encargaron vigilarlos
Cuando el sonido de sus pasos se fue alejando hasta ya no escucharlos fue cuando sentí que mi pecho volvía a respirar con normalidad. Apresuré a mi cuerpo lo más que pude para salir del estado de shock y comencé a correr hacia casa. No tengo idea de cuánto tiempo me tomo, yo sentí que fue una eternidad, por más que corría nunca veía el final del camino. Cuando por fin atravesé la puerta ya me estaba esperando mi hermana ahí, casi nos caemos cuando la abrace fuertemente, se supone que yo tendría que ser una especie de soporte para ella, pero en realidad era ella la que estaba tratando de tranquilizarme.
-Debemos de decirle a nuestros padres- solté una vez que me tranquilice un poco y note la cara de sorpresa de Kikyo
-No podemos
-Claro que podemos y debemos de hacerlo, por dios Kikyo mira cómo te tiene ¿hasta dónde pretendes llegar?- vi en su rostro como paso el miedo
-Ya te dije Kagome, él es alguien poderoso, tiene hombres, muchos hombres. La verdad no sé qué es lo que hace aquí, he llegado a pensar que tal vez se esté escondiendo
-¿Escondiendo? ¿Acaso crees que sea un criminal?
-Está claro que lo es, pero no sé a qué nivel, por eso no podemos actuar a lo loco Kagome
-Kikyo, si en realidad lo están buscando, por eso mismo debemos de contarle a nuestros padres, así van a poder hacer algo- Kikyo me miraba con duda- ¿o acaso pretendes seguir así?
-No, yo ya no quiero ni verlo- mi hermana se quedo unos momentos pensando las cosas y de un momento a otro simplemente soltó lo que traía en mente- está bien, contémosles a nuestros padres- sonreí y la abracé fuertemente ella me devolvió el abrazo.
A los cuantos minutos ella se quedó dormida en mi habitación y yo preferí dejarla descansar. Baje para hacer bento del día siguiente ya que sabía que mi hermana tal vez se levantaría con menos energías. Cuando estaba preparando todos los ingredientes se escucharon unos golpes en la puerta y fui a ver de quien se trataba. Para mi sorpresa se trataba del señor Naraku, con su mirada amable de siempre.
-Kagome, buenas noches, solo he pasado a ver cómo están o si necesitan algo- me invadió una mezcla entre coraje y miedo. Quería gritarle muchas cosas, hacerle ver que ya lo sabía todo y que no permitiré que le estuviera haciendo algo a mi hermana. Pero por órdenes de Kikyo no podía hacerlo, no al menos si queríamos que nuestro plan funcionara.
-Todo bien señor Naraku, mis hermanos ya se fueron a dormir- trate de sonar lo más normal posible, pero sentía que me costaba mucho hacerlo.
-Muy bien, yo había traído un poco de comida por si aún no habían cenado- voltee a ver la bolsa que traía en sus manos y la tome
-Muchas gracias, me encargare de ponerla en el bento de mañana- cada vez me costaba más fingir mi amabilidad
-¿Tus padres cuando vuelven?- me sorprendió un poco su pregunta y yo dude un poco en responder
-Mañana- el señor Naraku se quedó pensando unos momentos antes de contestarme
-Muy bien, aun así cualquier cosa estaré al pendiente de ustedes- hizo un ademan con la mano de despedirse y yo comencé a cerrar la puerta, quería huir de esta conversación lo más rápido posible. Pero antes de que la puerta se cerrara completamente la detuvo- siempre voy a estar pendiente de ustedes Kagome, no lo olviden- me dedico una sonrisa antes de el mismo cerrar la puerta.
Yo me quede confundida, porque claramente eso no había sido amistoso, pareciera como si estuviera dándome una clase de advertencia. Decidí calmar a mi mente paranoica y mejor concentrarme en lo que estaba haciendo. Al día siguiente mis padres llegarían y todo este infierno terminaría.
Al menos eso creíamos.
Mis padres jamás volvieron de aquel viaje.
Y desde ese momento nos encontrábamos solos.
Nos cambiamos de casa, ya que mi hermana lo vio necesario por nuestra propia seguridad. Kikyo no entro a la universidad y comenzó a trabajar, yo trataba de ayudar en lo que podía, pero alguien tenía que estar atenta a lo que pasaba con Sota. Poco después Kikyo se convirtió en una figura pública. Y nunca más volvimos a saber de Naraku.
Fin del flashback
Hasta ahora.
Después de tantos años él había vuelto aparecer en mi vida. Fue él quien nos había mandado a secuestrar, por él era que estábamos en este lugar.
-Pareces sorprendida Kagome, ¿sabes por qué fue que desaparecí de sus vidas tanto tiempo?- su mano me acariciaba la mejilla y yo no podía dejar de temblar aun así negué con la cabeza- ese día que nos descubriste sabía que solo sería cuestión de horas para que convencieras a Kikyo de hablar y no podía dejarlas hacerlo- algo dentro de mi comenzó a quebrarse, una horrible idea que había estado siempre rondando en mi cabeza
-Fuiste tu…
-En ese entonces no era tan poderoso como ahora, había tenido muchos problemas y la policía me pisaba los talones. Solo tenía que cometer un error Kagome uno solo- sentí como su mano se iba a detrás de mi cabeza y jalaba mi cabello hacia atrás, yo traté de hacer algo pero mi cuerpo no reaccionaba- tu fuiste mi error y por tu grandiosa idea tuve que utilizar mis ultimas influencias- mis lagrimas comenzaban a salir mientras que trataba de hacer el resto de cuerpo reaccionar- tuve que matarlos Kagome, tuve que matar a tus padres- me miraba directamente a los ojos y pude notar satisfacción en ellos
-Eres un maldito hijo de- sentí un golpe duro en mi mejilla izquierda y luego como mi frente se estrellaba contra el suelo
-Ayy no Kagome, mira nada más lo que me haces hacerle a tu rostro- ya se había puesto a mi altura y me tomaba de los hombros para enderezarme- siempre me haces hacerte daño por tus malas decisiones- acariciaba la mejilla que acababa de golpearme y yo me estremecí por el dolor- en aquel entonces después de lo que había hecho no podía quedarme más ahí y tuve que desaparecer un tiempo- fingía su voz para que sonara dolida- tú me quitaste a Kikyo, así que pretendo que pagues por lo que hiciste- apretó mis mejillas y yo de nuevo hice una mueca de dolor.
Mientras miraba su cara llena de odio supe cuál iba a ser mi destino. Este hombre no tenía límites y me iba a ser pagar cada segundo de su "sufrimiento" hasta que quedara satisfecho. Así que nuevas lagrimas salían por mi rostro, esta era yo dándome por vencida, este fue el momento en el que sabía que jamás volvería a ver a ninguno de mis seres queridos. Jamás iba a volver a escuchar la voz chillona de Shippo, a mi hermano recordándome que tengo que cuidarme más, tampoco volvería a escuchar a Sango quejándose de la vida y tratando de convencerme de salir. Y jamás iba a volver a ver aquellos ojos dorados, sus caricias no existirían más y su voz dándome fuerzas. Todo eso estaba por desaparecer. Yo estaba por desaparecer.
Fue entonces cuando recordé a Rin. Ella era inocente de todo esto, ella no tendría que estar aquí.
-Por favor…- vi que Naraku se sorprendió de que por fin hablara- solo déjala ir, deja ir a Rin ella es inocente de todo esto- Naraku sonrió de oreja a oreja y yo me estremecí.
-Ohh admiro tu valentía Kagome, pero, Rin no es tan inocente ¿No es así Rin?- Naraku ya me había soltado y voltee a ver a Rin ella estaba igual que yo llorando a mares pero aun así volteo a verme
Kagome yo conozco esa voz- dijo en lenguaje de señas y Naraku estallo en una carcajada.
-Es todo por ahora, llévenlas a su habitación, creo que les he dado la mejor bienvenida, espero y disfruten su estancia- uno de sus hombres ya me había levantado y él al pasar a un lado mío me dio un beso en la frente- te juro que adoraras todo lo que tengo preparado Kagome
Eso solo hizo que mi cuerpo entrara más en shock… no tenía idea de que iba a hacerme pero si de algo estaba segura es de que jamás saldría con vida de aquí. Esto era el final de todo.
***Notas de autor***
Esta ausencia de actualizar ha sido demasiado difícil. La verdad creí que no podría actualizar en mucho más tiempo, sino era una cosa era la otra, pero siempre había algo que no me permitía tener unos momentos de paz. Pero por fin estoy aquí con la actualización jaja
Espero y tod s se encuentren bien y que sigan aquí leyendo esta historia. No puedo asegurar cuando voy a actualizar, ya que aunque lo planee nunca se sabe jaja pero espero aun así leernos pronto.
Estaré leyendo sus comentarios n_n/
Saludoos :*
