Rubia Californiana
–¡Deku-kun! ¡Deku-kun!– dijo una alegre Ochako entrando a la habitación de Yaomomo –¡Oh! Veo que estás ocupado–
Izuku estaba recostado sobre los muslos de Momo, bebiendo leche de sus tetas y disfrutando de una paja de la rica heredera, que a su vez lo veía adorablemente sonrojada y le acariciaba su cabello verde.
Mirando hacia arriba, Izuku alegremente comenzó dejo de chupar los montículos de la niña rica, haciendo que dicha niña gimiera en protesta. Soltando su teta, Izuku se sentó viendo a Ochako.
–Siempre tengo tiempo para ti, Ochako-chan– dijo mientras su novia le abrazaba y le daba un beso profundo.
Viendo eso, Momo hizo un puchero adorable. Pero, sabía que Ochako había Sido la primera y de ahí ciertos privilegios... cómo cierto aparatejo en su esfínter se lo recordaba. Cuando se separaron para respirar, aún tenían hilos de saliva entre ellos y Ochako comenzó a deslizarse hacia el suelo.
–Mmnn, Ochako-chan me iba a decir algo–
-¿Oh? ¡Oh, si!– decía mientras le daba una carta –¡Melissa-Chan envío una carta!–
–¿Melissa?– dijo Deku sorprendido, mientras veía la carta con la letra de la hija de David Shield que había conocido en su viaje a la I-Island.
Deku grababa bien a la rubia inventora casi legal, mientras le invadia la sensación de una garganta apretada y húmeda en su verga. Sin mirar hacia abajo, Izuku acarició el cabello de su novia, mientras ella amorosamente le atendía.
Escena retrospectiva
Deku se encontró fuera de la casa de Melissa. Él había recibido un mensaje de la amiga rubia para verlo una noche antes de volver a Japón. No sabía que esperar, así que se quedó de piedra por el modo en que Melissa lo 'recibio'.
Melissa estaba vestida solo con suaves bragas y sujetador de color naranja, además de unas medias largas a juego. Su trasero era firme y bien redondeado, aunque no en la misma medida que el de Mitsuki, lo que probablemente era responsable de que muchos cuellos se rompieran cuando la gente se giraba para ver su trasero.
-¡Oh! Ya llegaste Deku!– decía tan alegre como siempre, como si no estuviera vistiendo lencería provocativa.
–¡Si-si, Melissa! Si-siento llegar tar-¡Gah!–
Deku no pudo terminar porque la inventora americana lo jalo adentro y serró la puerta de un portazo. Antes que se diera cuenta, la rubia lo había empujado a un sofá, antes de empezar, o mejor dicho terminar, de desvestirse.
–¡Yo-Melissa que!–
–¡Shhhh! No es momento de pensar... Solo déjate llevar– decía sensualmente Melissa, quien se quitó las bragas y luego se quitó el sostén, revelando unos pechos redondos e impresionantes, un poco más grandes que los de Momo. Estaban rematados con grandes pezones rosados.
Ella tomó sus senos, dejando que su cabello cayera sobre la parte delantera de su hombro y oscureciera partes de sus senos, solo haciendo que Izuku quisiera verlos más. Ella le quitó la camisa, dejando al descubierto su cuerpo musculoso. Luego se quitó la sudadera, dejándolo solo en calzoncillos, lleno de excitación. La rubia dió un paso adelante y agarro su virilidad a través de sus calzoncillos.
–Oooh– gimio Melissa, acariciando su ingle, enmarcando su eje a través de sus calzoncillos, teniendo una idea de lo grande que era –Qué buena verga tienes ahí–
Ella le bajó la ropa interior, exponiendo su largo y venoso miembro. Melissa envolvió una mano alrededor de su virilidad y le dio una suave caricia, antes de depositar un beso en la punta enojada. La rubia comenzó a acariciarlo más rápido y ahuecó sus pesadas bolas. Los presionados, sintiendo lo llenos que estaban.
No seria mentira decir que el peliverde estaba viviendo el sueño de todos los varones compañeros de clase de la rubia. Melissa estaba arrodillada entre sus piernas, acariciando su miembro hasta que estuvo completamente erecto y tomó sus bolas hinchadas en su boca, chupándolas. Ella lamió su eje tenso y vendió sus labios alrededor de su cabeza. Ella meneó la cabeza arriba y abajo por su largo palo. Ella ahuecó sus pelotas y jugó con ellas hasta que estuvo contra su barbilla, con todo el eje de Izuku en su boca. Luego, lentamente lo dejó salir de su boca, su saliva se aferró a su virilidad.
La casi legal agarró puñados de sus tetas y asfixió la verga de Deku con ellas. Él se reclinó y gimió mientras ella usaba su pecho para acariciar su miembro. Sus bolas rebotaron contra la parte inferior de sus tetas mientras ella las subía y bajaba por su poste. Cuando su verga atravesó su escote, ella lamió y chupó la punta.
–¿Te... Mmnn... te gusta eso?– preguntó, sus manos debajo de su pecho para jugar con sus bolas –Mis grandes tetas… alrededor de tu verga… acariciándote… frotandote… sintiendote… follándote con mis enormes tetas– Ella interrumpía cada pocas palabras con un beso o chupando su cabeza carnosa.
–¡Dios, sí, eso se siente tan bien!– gimió él chico, mientras le separaba el pelo de la frente. Los ojos azules de Melissa lo miraron con lujuria mientras su escote se tragaba su verga.
Se puso de pie y comenzó a metro y sacar su verga de sus tetas. Ella gimió y puso su brazo debajo de sus pechos, levantándolos. Su otra mano continuó jugando y provocando sus bolas mientras él empujaba sus caderas hacia adelante y hacia atrás contra su pecho. Sus bolas golpeaban contra su pecho con cada embestida. Melissa continuó chupando su cabeza de miembro cada vez que estaba expuesta.
–¡Oh Dios mío!– Midoriya gimió, su verga palpitaba dolorosamente entre las cálidas tetas de Melissa. Sus pelotas se apretaron contra sus pechos mientras se corría, disparando gruesas cuerdas de semen sobre su cara, lentes, cuello y senos –¡Lo siento! ¡Tus tetas son jodidamente fantásticas!–
Melissa solo rio mientras se quitaba los lentes y se llevaba sus tetas a la cara. Lamió las espesas gotas de semen de sus pechos y al mirarla Deku se endureció al instante. La puso de pie y se colocó detrás de ella, abrazándola por detrás con sus fuertes brazos. Una mano acarició sus tetas y la otra bajó para jugar con su coño recortado. Le mordisqueó la oreja y la nuca antes de besarle la espalda.
Izuku lamió y chupó toda la espalda de Melissa antes de llegar a su firme trasero. Se agachó detrás de ella y luego le separó las nalgas, dándole acceso a su trasero. La besó por todo el culo y lamió su raja. Sus manos separaron los labios de su coño y lentamente comenzó a meter su lengua en su raja. Su néctar inundó sus sentidos. Todo lo que podía saborear y oler era la esencia de Melissa. Mordisqueó sus labios inferiores y movió su lengua dentro de ella, girándola y moviendo sus paredes internas.
–¡Oooooh, Deku!– gimió cuando sus pezones se pusieron firmes. Ella tomó sus tetas y pellizcó sus duros pezones, dándole gemidos talentosos mientras Izuku se la comía.
–¡Oh, Dios!– gimió cuando la lengua de Izuku tocó un punto particularmente sensible –¡Oh, sí, justo ahí, jodidamente ahí! ¡No pares, por favor no pares, oh!– Ella gritó de éxtasis mientras su espalda se arqueaba y todo su cuerpo se quedaba inerte. Su néctar inundó la lengua de Deku, y él lo lamió todo, dándole lamidas largas y profundas.
Justo cuando Melissa bajaba de su euforia, Izuku chupó su clítoris endurecido y ella volvió a correrse, aún más violentamente. Ella cayó sobre el sofá y él le metió tres dedos con fuerza y rapidez mientras besaba su columna vertebral. Cuando llegó a su cuello, le giró la cabeza y la besó, dejándola probar sus propios jugos aún en su lengua. Ella gimió durante el beso, abriendo la boca y dejando que él la dominara.
Izuku la giró completamente para que ella mirara loa, su erección presionando notablemente contra su estómago. Él la hizo retroceder hasta que sus rodillas se doblaron contra el sofá y la colocó sobre su espalda. Él agarró y acarició sus tetas bruscamente y luego agarró su virilidad, colocándola contra sus hinchados labios inferiores y provocando sus pliegues. Empujó hacia adelante y hacia atrás sobre su cabello recortado, sus bolas presionando contra su humedad.
Melissa intentó mover sus caderas contra las de él en un esfuerzo por hacerlo deslizarse dentro de ella, pero él puso ambas manos en sus caderas y la mantuvo plana sobre el sofá. Mojó un dedo dentro de ella y bombeó dentro de ella mientras continuaba arrastrando su pesada polla sobre su pubis y provocando sus labios inferiores.
–Por favor– suplicaba Melissa, mientras él seguía burlándose de ella –Por favor, dámelo ¡Lo necesito dentro de mí tan mal!–
Justo cuando Melissa había abandonado toda esperanza de que Izuku entrara en ella, él lo hizo. Su gruesa verga se deslizó entre sus labios y con un único y suave empujón, se enterró dentro de ella. Melissa arqueó la espalda mientras el placer recorría su cuerpo, rompiendo su barrera e inundando sus sentidos.
–OH, MIERDA– gritó cuando el peliverde la penetró, llevándose consigo su virginidad –¡Oh, Deku! ¡Eres tan grande!– Ella gritó cuando él comenzó a moverse dentro de ella, llenándola por completo.
Deku gimió cuando comenzó a empujar dentro de ella; Las paredes de Melissa estaban resbaladizas con sus jugos e increíblemente apretadas. Poco a poco se ajustó a su tensión y pudo mover sus caderas hacia adelante y hacia atrás entre sus piernas. Sus pechos se agitaban y rebotaban con cada embestida, y como una polilla a la llama, Izuku se sintió atraído por sus tetas grandes y perfectos.
Izuku besó y lamió entre sus globos y debajo de ellos. Luego comenzó a cubrir constantemente las grandes extensiones de su teta hasta que sólo quedaron intactos los pezones. Los grandes pezones rosados estaban hinchados y erectos, desesperados por atención. Finalmente selló sus labios alrededor de uno de los cogollos endurecidos, succionando su teta, y luego cambió al otro, apretando ambas tetas.
–¡Ooooh, sí! ¡Sigue! ¡No dejes de chupar hasta sacar leche de mis gordas y grandes tetas!– gritaba eufórica, mientras pasaba sus manos por su cabello, manteniendo la cara de Izuku atrapada en sus tetas. Mientras tanto, él continuó bombeando su verga dentro de ella, acercándola cada vez más al borde.
Los dedos de los pies de Melissa se curvaron y envolvieron sus piernas alrededor de la espalda baja de Deku. Él tomó sus piernas y las levantó por encima de sus hombros, abandonando sus pechos por el momento para besar sus tobillos y el interior de sus piernas. Con sus tobillos junto a su cuello, Deku aceleró y arremetió contra Melissa. Ella se estrelló contra el borde, con los nervios en llamas, pero Deku prestó atención a su apretado coño, empujando más fuerte y más rápido dentro de ella.
–DEKU, DEKU, DEKU, DEKU– Ella gimió su nombre delirante mientras él la follaba más fuerte y más rápido, tratándola de la manera dominante que había esperado que lo hiciera. Él la llevó a orgasmos adormecedores una y otra vez.
Entonces, él la puso de pie, sin salir de ella, y la llevó a la ventana más cercana. La empujó hacia el cristal, aplastando sus tetas contra el frío vidrio. A ninguno de los dos le importo que alguien pudiera capturarlos infraganti. La levantó por los muslos cubiertos por las medias naranjas. El alejó de la ventana y comenzó a golpearla mientras la cargaba, con las manos sosteniendo sus muslos torneados, y en ocasiones dejándola equilibrarse solo sobre su dureza. Desde esta posición, pudo lanzarse hacia arriba y dentro de ella, más lejos que antes hasta que sintió como su verga estaba follando su útero.
–MIERDA, MIERDA, MIERDAAAAAA!– gritaba Melissa sujetándose, pasando su brazo por el hombro de Deku, mientras él la subía y bajaba sobre su poste, y sus pesadas bolas se apretaban.
Izuku rápidamente estaba llevando a Melissa a la euforia, corriéndose una y otra vez sobre su gruesa verga. Sus tetas estaban agitadas y cubiertos de sudor por sus cuidados. Finalmente, después de varios minutos de llevar a Melissa a un clímax tras otro, Deku descansó su rostro en su hombro.
–Melissa, Dios, voy a...– Deku le intento advertir, pero Melissa tomo su rostro con su mano, haciendo que viera directamente a su cara desencajada y babeante, con los ojos con corazones.
–Dentro de mí, cariño, ven dentro de mi coño cachondo– dijo antes de guiarlo a un profundo y caliente beso, mientras el vertia cantidades ingentes de semen viril en sus profundidades fértiles.
Una espesa corriente de semen aparentemente interminable se lanzó profundamente en el chocho de la rubia, llenando su útero y con tal fuerza que ella volvió a correrse, apretando alrededor de su verga mientras él vaciaba sus bolas dentro de ella. Las rodillas de Izuku se doblaron por la fuerza de su orgasmo, y apenas pudo llevarla de regreso al sofá antes de que ella cayera encima de él.
–... Guau– exclamó Melissa sorprendida al sentir la cantidad de semen depositado en ella. Ella acaricio su vientre distendido, comprobando que efectivamente se había hinchado por la semilla viril de Izuku. De no ser por la Diku aún alojada en ella ahora tendría que quemar el sofá en el que estaba.
–Si, guau– dijo una tercera voz.
Ambos amantes salieron de la neblina orgásmica y notaron que Ochako estaba presente. Completamente desnudo y con el celular de Deku en su mano.
–¿¡Ur-Uraraka!?– preguntó asustada Melissa, pero la castaña la ignoró.
Su novia se acercó a él. Izuku miró su cuerpo curvilíneo mientras ella se acercaba, luciendo determinada. Ochako se arrodilló entre sus piernas y tras apartar a la americana, dejandola manchando el sofá como un condón usado, comenzó a adorar su verga. Ella le dio golpes largos y seguros mezclados con otros más rápidos y cortos, y metió la mano debajo de su herramienta para jugar con sus pesadas bolas. Su mano se envolvió alrededor de su miembro y se movió cada vez más rápido, pareciendo una mancha borrosa en su verga. Sus cuidados rápidamente revivieron la virilidad de Izuku, y en poco tiempo estaba erguido una vez más.
–Mmnnn, bienvenida al harem de Deku-kun, Melissa-Chan... Mmnnn... se que tienes preguntas, pero primero tengo que atender las necesidades de MI novio–
Dicho esto, Ochako tomó su verga en su boca centímetro a centímetro hasta que estuvo hasta el fondo de su garganta.
Fin del Flashback
Deku recordaba como Melissa, Ochako y él continuaron teniendo relaciones hasta el amanecer, casi llegando tarde a su vuelo de vuelta a Japón. Veía en su celular una imagen de la rubia junto a su novia, una chupando sus bolas y la otra dando besos y lamidas a su tronco mientras veían la cámara con adoración. Realmente Melissa era una chica especial que tenía un espacio especial en su corazón, realmente es una última que vivieron tan lejos.
–Mmnnnn ¿Deku-kun no abrirá la carta?– preguntaba una Ochako completamente pegajosa por el bukake resultante de sus trabajos orales.
–Oh si, tienes razón– dijo Izuku, abriendo la carta, leyendo la rápidamente –Eh ¡Melissa vendrá a pasar las navidades con nosotros!–
-¡Oficial médico! ¡Eso es genial Deku-kun!– decía feliz la castaña, pero notando algo más en el sobre –Oye, Deku-kun, creo que Melissa-Chan te envio algo más–
–¿Mnnth?– respondió, revisando el sobre y efectivamente había otra cosa en él –Esto es... –
En el sobre había una prueba de embarazo que marcaba como 'positivo'.
