El inicio de un viaje debería ser emocionante, saber el tipo de aventuras que a uno le puede esperar, peligros, logros y conocer compañeros con los cuales se pueda cuidar las espaldas, simplemente el espíritu que a uno puede abundarle con mucha gracia y orgullo, esperaba que ese fuera mi gran inicio y la realidad volvió a golpearme.

- Dolió.

- Una vez más, puedes derrotar a ese pequeño animal. – Fubuki me alentaba a levantarme una vez más, apareció el primer enemigo a enfrentar en este viaje, nada más y nada menos que… un slime, eso mismo, un misero y débil slime que podría derrotar fácilmente cualquiera… claro, cualquiera menos yo ya que en ese corto periodo de tiempo esta criatura babosa se las arregló para esquivar cada uno de mis ataques y golpearme al rostro con su cuerpo. – Es solo un slime, es la criatura más débil del alternativo.

- Entonces soy más débil que un slime… que gracioso…

- Yo me encargaré. – Ayame no perdió el tiempo invocando una llama en su mano la cual lanzó hacia la criatura, generando una explosión grande. – Listo ¡Auch!

- Se supone que era la presa de Yusei-san, no te metas. – Fubuki le dio un coscorrón a la Oni.

- P-Pero yo debo protegerlo…

- A este paso nunca podré defenderse solo, debe crecer. – Expresó ella con orgullo, estaba consciente de eso, pero seguía siendo un humano común.

- No debería decir esto pero… apestas.

- Gracias por las palabras de ánimo Matsuri… - Ni tenía las fuerzas para responder de vuelta, Subaru y Nene me ayudaron a levantarme. – Gracias…

- Haces demasiado por nosotras, creo que esto ayudará a devolver el favor. – Respondió la pelinegra.

- ¿Cuándo descansaremos? – preguntó Nene. Si no estoy mal, han pasado al menos unos dos días desde que salimos del templo de Mio y avanzamos hacia el norte, al menos esa era la dirección que Fubuki tenía previsto y vio en su teléfono, no es que se encuentren muchos poblados cercanos tampoco por así decirlo.

- Yusei-kun necesita descanso, luego de como lo obligaste a pelear solo. – Expresó Ayame con rostro molesto, Fubuki solo se hundió de hombros.

- Bueno, no es que sea fácil tampoco, veamos si puedo encontrar un sitio de descanso. – Se puso a buscar, solo esperaba que realmente pudiera encontrarlo, necesito recuperar energías lo más que pueda. – Bingo, tenemos un sitio cerca.

- Dime donde y lo llevaré rápido. – Ayame, sin previo aviso me sujetó y cargó como princesa y entonces empezó a dar grandes saltos, no sé si esto es más humillante que el haber sido derrotado, como el único hombre y me están cargando de esa forma, no tuve tiempo de quejarme cuando entonces empezó a verse algo más adelante, era otro templo pero este tenía un aspecto más amplio y era de color rosado con blanco en la fachada del Pagoda, ya entonces ella aterrizó. – Hemos llegado.

- No deberías ir de forma tan descuidada.

- Es una situación de emergencia. – ya entonces se adentró aun cargándome, abriendo la puerta de la casa del templo. - ¿Tienen donde descansar?

- ¡¿Nye!? ¿Qué pasa? – Ese gesto, esa voz chillona, me hice la idea de a donde llegamos. - ¿Un oni?

- No hay tiempo que perder, necesito una cama.

- O-Ok, puedes pasar por aquí. – Me llevó hasta una habitación con cama donde me dejó.

- Ya puedes descansar.

- Estás exagerando, solo estoy cansado.

- Nada de eso, ahora descansa Yusei-kun. – Ya entonces se fue, estaba siendo muy sobreprotegido, ya por lo sucedido al menos tengo una idea de donde estoy, ya así de rápido llegué a este templo… la elite se encuentra entonces en este lugar.


Poco después de haber llevado a Yusei al templo, Ayame salió, no pasó luego de que el resto llegó en ese momento.

- Fuiste muy rápido. – Señaló Fubuki. – No vuelvas a irte de esa forma.

- Fue necesario. – Expresó la oni. – Yusei-kun realmente necesita descansar.

- ¿Ya pueden explicarme que pasa aquí? – Quien salió fue una sacerdotisa de cabello rojizo claro y vistiendo ropas de esta misma, con ojos verdes.

- Lamentamos la intromisión. – Habló Subaru. – Trajeron a nuestro amigo aquí ¿no?

- Sí, esta oni de repente vino y metió a un joven a una habitación, todo sucedió rápido.

- Esperaba a ver si podemos descansar mientras, si no es molestia. – Expresó Fubuki, ella negó con la cabeza.

- Para nada, estoy sola en este templo aunque sea su sacerdotisa, o al menos deseo serlo, sigo en una búsqueda para convertirme en una.

- Gracias por permitirnos descansar aquí, esto…

- Sakura Miko, soy una elite y aprendiz de sacerdotisa. – Se presentó la pelirroja. – Pueden pasar aunque no tenga mucho que ofrecer… nye…

- Ok, vamos dentro entonces. – y así ellas entraron, al menos con Yusei que podía descansar pacíficamente, tenían un lugar donde quedarse al menos.


No me sentía muy agotado realmente, solamente algo adolorido por esa batalla que perdí totalmente, en esos momentos me pongo a pensar si realmente tendré lo necesario para seguir avanzando en este viaje, si caigo ante la criatura más débil de este universo, entonces no puedo hablar por lo que pueda llegar más adelante, ojalá hubiera una forma de poder fortalecerme mucho mejor.

- ¿Ya estás mejor? – Escuché a Ayame entrar a la habitación.

- Sí… no siento tanto dolor como antes.

- Eso es bueno.

- Vengo a traer té… nye. – La vi entrar, era Miko.

- Gracias. – Agradecí, dejó el té verde sobre una mesa mientras servía.

- No está muy caliente ¿cierto? – Preguntó Ayame, eso ya rayaba en cierta forma la sobreprotección.

- E-Está en su temperatura correcta, lo sé.

- Entendido… toma Yusei-kun. – Me pasó la taza, ya bebí lentamente para no quemarme la lengua, por lo menos podría relajarme durante un rato, hasta que vuelva a entrenar con Fubuki, pero sabía que era necesario, tengo que mejorar todo lo posible para resistir el resto del viaje.

Ya me encontraba lo suficientemente bien para salir de la cama y admirar el templo donde ahora estábamos, quizás lo más destacado a señalar eran los arboles de cerezo que adornaban los costados, realmente era un paisaje muy agradable de observar desde aquí.

- ¿Ya estás mejor? – Las demás chicas se me acercaron.

- Al cien por ciento.

- Es bueno saberlo. – Sonrió Nene.

- No me he presentado antes, soy Sakura Miko. – Ya ella se presentó.

- Kishimoto Yusei, lamentamos las molestias.

- No es nada nye, pueden descansar y es que estaba sola aquí, por lo que recibir visitas me alegra. Ahora, me gustaría saber qué hacían viajando. – No tardé mucho en contar mis razones y que íbamos al norte, la pelirroja asintió. – Entiendo, no se puede hacer nada cuando mueres y resucitas, les estaré apoyando nye.

Y luego de aquello volví a un entrenamiento con Fubuki donde una vez más me destrozaba totalmente pero era necesario para mejorar, ya entonces al menos pasó el tiempo y llegó otra vez descanso, ver este paisaje era relajante.

- ¿Todo está bien? – Escuché a Ayame acercarse.

- Claro, no estoy mejorando realmente en como pelear, pero mejor que nada.

- Fubuki-chan es muy dura contigo, debería ser más suave. – Exclamó con el ceño fruncido.

- No, está bien así, si no fuera de otra forma no estaría tan motivado a aprender, en ocasiones la rudeza es necesaria.

- Si tú lo dices… - Exclamó por debajo. – Al menos este es un buen lugar ¿no lo piensas?

- Claro, el viento sopla bastante bueno aquí. – Era un buen sitio para relajarse y al menos era algo innegable, el tiempo que pasemos aquí sería algo bueno para llegar a descansar y recuperar energías antes de poder continuar con el viaje. En ese momento vi algo como un grupo que iba a caballo y se detuvo frente a las escaleras, de ahí una figura resaltaba, era Noel, ella estaba ahí ¿Qué estará haciendo en este lugar?

- ¿Quiénes son? – Preguntó la oni, por alguna razón no me daba buena espina.

- Vuelve de momento al templo, yo me encargo. – Ella asintió y se fue, me quedé esperando a que la caballero subiera con quienes parecían ser un grupo expedicionario.

- Buen día joven. – Respondió ella con una sonrisa amable. - ¿Vives en este templo?

- No realmente, solo estoy de paso y descansando.

- Ya veo… por ahora me gustaría saber algo si es que lo has visto, es que estamos buscando a una oni llamada Nakiri Ayame. – Eso activó mi alerta, sabía que algo iba a pasar.

- ¿Acaso hizo algo? – Pregunté, esperando sacar más información.

- Es una oni peligrosa, ha atacado pueblos cercanos del reino donde sirvo y es alguien a quien no podemos dejar libre, podría volver a atacar, así que me enviaron para encargarme de ella antes de que eso suceda. – Entonces es eso… no sé por qué lo imaginaba sabiendo como fue que se presentó al buscar batalla con Fubuki, no creo que el cuento de decir que ya es alguien tranquila sirva si es que busca cumplir su trabajo.

- Lo siento, pero no he visto a alguien así por acá, lo siento…

- Yusei-kun, están llamando para la cena. – Y como si fuera el peor momento para salir, la susodicha sale para avisarme de la cena, ahí Noel la observó. - ¿Quién es?

- Ahí estás, oni peligroso. – Ella sacó su espada. – Vas a morir aquí.

- ¿Eh? – Eso la tomó por sorpresa, Noel fue para atacar a Ayame que estaba indefensa, no iba a permitir eso, saqué mi espada y apenas logró bloquear el ataque de Noel, pero era muy fuerte que me tiró al suelo.

- ¿Qué haces? ¿Acaso estás protegiendo a ese oni? – Exclamó la peligris, pude levantarme.

- Lo siento, pero no puedo dejar que la mates, ella ya dejó atrás esos días de atacar gente, ahora es mi compañera que me cuida las espaldas y yo haré lo mismo por ella. – Exclamé con seguridad pero por dentro sabía que estaba en una gran desventaja, por detrás solo pude ver a Ayame asombrada. – Ve a buscar a Fubuki… no podré retenerla por siempre. – Ella asintió y fue a buscarla, mientras me quedé encarando a Noel.

- La ayudaremos. – El resto de su expedición se unió y ahora estaba rodeado, no podía pedir una peor situación en estos momentos.

- Joven, si no te resistes, prometo que no recibirás un castigo muy severo por proteger a una criatura peligrosa. – Respondió ella, lo más seguro ahora mismo era rendirme y aceptar sus palabras… lastimosamente, soy alguien muy terco.

- Lo aprecio pero no me moveré de este sitio, si deseas llegar a ella, atraviesa mi cuerpo.

-Mocoso, no le respondas a la capitana de esa forma. – Uno de sus caballeros fue a atacarme, por como lo vi era muy lento en su forma de atacar, lo esquivé y entonces pateé a un costado, cayendo al suelo.

- Lo hice… - No sé si me pareció lento pero no era como Fubuki, parece que ser apaleado en muchas ocasiones si me hizo mejorar un poco.

- Hay que acabarlo. – ya los demás caballeros se fueron acercando, un aire de confianza y seguridad invadió mi cuerpo, ahora veía a esos hombres muy lentos y pesados, nada comparados a Fubuki con su fuerza y velocidad descomunal, ahora me encontraba esquivando sus ataques con suma facilidad. - ¿Qué le pasa?

- No podemos golpearlo.

Eso me gustaba escuchar. En ese momento lancé un puñetazo a uno de ellos al rostro para derribarlo, otro quiso ir con su espada a atacarme pero bloqueé el ataque y lo pateé, me estaba yendo mejor de lo que pensaba, un tercero me sujetó del brazo pero usé mi fuerza para jalarlo y lo sujeté para levantarlo aprovechando el impulso y arrojarlo contra el suelo.

- ¿Alguien más? – Pregunté de forma altanera, eso molestó al cuarto guardia que fue con un gran rugido, cometió un error muy estúpido. Logré agacharme a tiempo y puse mi pie para que perdiera el equilibrio y cayera de rostro, en ese momento me senté sobre su espalda, poniendo peso para que no pudiera levantarse y entonces lo sujeté del cuello, comenzando a ahorcarlo en una llave para que perdiera el conocimiento, algo de lo cual no pasó mucho tiempo. – No fue nada.

- … Acabaste con mis soldados, sabes lo que eso significa ¿no? – Ahora solo quedaba Noel, ya sabía que ella era muy superior a mi persona y no podría derrotarla, ahora si estaba en problemas.

- ¡Yusei-kun! – Esa fue la llamada de mi salvación. Ayame salió en ese momento con el resto de chicas tras ella, Fubuki incluida. – Las traje.

- ¿Qué hace un caballero aquí? – Preguntó Miko.

- ¿Eres la dueña de este templo? No puedes acoger a un oni peligroso. – Exclamó la peligris.

- Y-Yo solo estaba ofreciendo habitaciones nye, no me hicieron nada.

- No puedo ir contra las ordenes de mi rey, Nakiri Ayame, por haber atacado varios pueblos, tienes que morir.

- No puedo hacerlo, prometí proteger a Yusei-kun luego de que él demostrara ser más fuerte que yo, así que lo protegeré. – La oni sacó su espada grande, Noel también sacó su arma.

- No me dejas otra opción, y si alguna busca meterse en esto, serán consideradas enemigas también.

- En que problemas te metes Ayame-chan. – Fubuki soltó un suspiro, sacando su arma. – Deberías vigilar mejor tus acciones.

- Era cuando antes de que conociera a Yusei-kun, no sabía qué hacía. – Respondió ella. – Pero no hay tiempo de seguir hablando, tenemos que derrotarla.

- Ok~ no tengo nada contra ti, pero debemos pelear.

- Bien… me llamo Shirogane Noel, soy la capitana del cuerpo de caballeros y tengo la tarea de acabar con la amenaza llamada Nakiri Ayame, si son sus aliados, igual los acabaré… ahí voy.

Noel empezó el ataque en ese momento con su espada, Fubuki logró esquivar el ataque y contraatacar, la caballero bloqueó el ataque y hasta aquí sentí la onda de choque, era bastante fuerte, realmente sentía que iba a presenciar una batalla bastante intensa entre ambas.

- ¿Quieren comer algo? – Sugirió Miko, sabía que no era momento como para comer en una situación así.

- Claro, tengo hambre. – Respondió Nene, claro que eso es algo que puedo esperar de ellas. Por ahora Noel respondió el ataque de Fubuki una vez más y la alejó, ahora quedando ambas de frente.

- No seguirás permitiendo que cumpla mi misión.

- Y que trates de lastimar a una de mis amigas, no es algo que pueda permitir. – Respondió ella.

- Fubuki-san… - Vi a Ayame a un lado, ella sonrió en ese momento.

- Si tanto buscas evitar que lo consiga, entonces derrótame aquí y ahora. – Nuevamente fue a atacar con todo, Fubuki chocó aceros con ella en una demostración donde las chispas volaban y de tal modo nuevamente la alejó con una patada pero una vez más la peligris se levantó con la posibilidad de atacar una vez más, en ese momento ella fue para buscar atacar por sorpresa a la kitsune, Fubuki se pudo alejar pero continuaba metiendo presión.

- Esta batalla es como en los animes. – Comentó Matsuri. - ¡No pierdas Fubuki!

- ¿Está bien que esto siga? – Preguntó Subaru. – No podría terminar bien.

- Confiemos en Fubuki-senpai, ella podrá hacerlo. – Respondió Nene.

- ¿Aún no te rindes? No soy fácil de golpear. – Respondió la peliblanca, Noel chasqueó la lengua.

- No importa, si debo atravesarte para llegar a esa oni, haré todo lo posible.

- Jeje, tu lo pediste. – Nuevamente volvieron a pelear, Miko llegó con platillos de ramen.

- Oh, gracias. – Expresó Nene, igual me pasaron uno aunque no lo pedí.

- No se puede disfrutar un espectáculo sin comida, toma nye. – Me comentó Miko.

- No es exactamente el momento y…

- Tienes que comer, lo digo yo. – Exigió la sacerdotisa, no había más qué decir, por ahora empecé a comer pero seguía concentrado en la batalla. Fubuki seguía superando a Noel, no importa que tan fuerte sea ella, Fubuki era una semihumana, mujer kitsune mística, tenía más fuerza que ella.

- ¿Por qué no haces nada? – Preguntó Noel. - ¿Qué no piensas pelear?

- Nunca dije que pelearía como tal, solo protegería a mis amigos. – Respondió esta. – No hiciste nada por lo cual deba ir enserio contigo.

- Pero si busco matar a esa oni. – Señaló a Ayame. – Eso debería ser más que suficiente.

- Esperaba que te rindieras al ver la diferencia que existe entre ambas, pero parece que no puedo hacer nada. – En ese momento ella me volteó a ver. – Yusei-kun, pelea con ella.

- ¿Qué? – EN ese momento solté los palillos que sostenía los fideos. – E-Espera un momento, yo…

- Ve esto como un entrenamiento más, derrótala. – No puedo creer que me esté pidiendo esa locura, es obvia la diferencia que hay entre ambos, sus soldados fueron más sencillos y lo llamaría un golpe de suerte, pero yo estoy lejos de derrotar a alguien como Noel.

- ¿Vas a huir? – Preguntó la peligris.

- No, solo pasaré el testigo al joven que entreno, ahora entra Yusei-kun. – No tenía de otra, dejé el plato a un lado para levantarme e ir, ella me vio enarcando su ceja.

- Anteriormente derrotaste a mis soldados, pero yo no soy como ellos.

- Eso lo sé, solo pido que seas suave y… - No pude decir más, un puño conectó con mi rostro y solo pude verme caer al suelo, maldita sea, duele y mucho, sabía que era fuerte pero no tanto.

- ¡Tu puedes Yusei-san! – Escuchaba a las chicas animarme y no ayudaba para nada, hice el esfuerzo por levantarme.

- No sé si pueda hacer esto… - Expresé por debajo, Noel fue una vez más con la intención de atacarme, pude hacerme a un costado y solo pude ver su puño formar un cráter en el suelo, eso pudo haberme matado otra vez.

- Pelea. – Expresó esta, obviamente no podría hacerlo, necesitaba pensar en una forma de librarme, que punto débil podría tener, necesitaba pensar… no podía concentrarme porque sus pechos rebotaban totalmente, esas copas K… un momento, tengo una idea.

- Tengo una idea. – Formalicé mi pensamiento en palabras. Primero esperé a que ella se acercara a atacarme, solo tenía una oportunidad y dependía de ello. Ya entonces ella volvió para lanzarme un puñetazo.

- Esto se acabó. – Respondió ella, ya entonces me quedé quieto, solo necesitaba unos segundos, en ese momento me agaché. - ¿Cómo?

- Te tengo. – La sujeté de las piernas para que perdiera el equilibrio y entonces me puse encima de ella.

- Quítate. – Ella trató de moverse pero entonces realicé mi jugada maestra, tomé esa pieza de armadura que cubría su torso y empecé a removerla. - ¡¿Eh!?

- ¡Matsuri, mira esto! – La llamé, ella fijó su atención y entonces sonreí, removí la armadura y entonces esos melones salieron en todo su esplendor, incluso logré escuchar el boing boing cuando fueron liberados, poniendo roja a Noel.

- ¡Kyaaaaah! – Como era de esperarse, ella gritó y quería liberarse para cubrirse pero seguía metiendo presión.

- … Jeje, que grandes. – Matsuri sonrió complacida, incluso lo vi con Nene.

- Pero que boing boing. – Comentó Miko, las otras no tenían expresiones singulares, Fubuki estaba calmada, Subaru no muy cómoda y Ayame molesta, no sé por cual razón.

- ¿Quieren tocarlas? – Pregunté.

- Claro, vamos. – Matsuri y Nene corrieron como depredadoras para asaltar a Noel, tocándola por todas partes.

- Jeje, esto se siente suave al tacto.

- Es cierto.

- ¡No, déjenme ir! – Dejé que ambas se hicieran cargo del asunto, ya podía respirar aliviado, me sentía satisfecho con lo que hice.

- ¡Gané! – Expresé en ese momento levantando el puño pero entonces sentí un fuerte golpe en el rostro, siendo mandado a volar unos metros. - ¡Por qué!

- … Idiota… - Creó que Ayame fue quién dijo eso.


- Estoy satisfecha. – Matsuri y Nene se detuvieron, cuando igual me recuperé y tenía roja mi mejilla, vi a Noel, estaba en la pose de Yamcha, fue víctima de una violación a manos de ambas chicas, tenía la mirada perdida.

- … Mi honor de caballero… ha sido mancillado…

- ¿Qué hacemos con ella? – Preguntó Nene.

- Yo podría hacerme cargo de esto. – Respondí porque igual me daba pena en cierta forma. Me acerqué a ella que volvió a acomodarse su armadura.

- … ¿Qué me harás? He perdido… aunque haya sido un truco sucio, un caballero no retrocede a su palabra.

- No haré nada. – Respondí. – Solo quería pedirte que nos dejes en paz, Ayame ya no es una amenaza para ustedes, ahora solo nos estará acompañando en nuestro viaje, puedes estar segura de ello.

- ¿En serio? Sobre todo luego de que tú… - Podía imaginarlo, revelar tales melones al mundo no se sintió muy bien que se diga pero aún recordaba la sensación en mis manos… este es uno de esos momentos que le agradezco a Kami-sama por esta oportunidad.

- Nunca más volveré a hacerlo. – Aseguré para darle tranquilidad. – A decir verdad, no quería llegar a ese punto pero no había otra forma de detenerte.

- … Entiendo, al menos reconozco que eres astuto. – Ella sonrió en ese momento. - ¿Cuál es tu nombre?

- Kishimoto Yusei.

- Entiendo… Yusei, no haré nada a la oni y cuando vuelva daré el reporte falso de que acabé con ella para que nunca más la persigan, velo como un favor de mi parte. – Soltó un guiño, eso me trajo alivio.

- Gracias. – Entonces sentí que me abrazaban por detrás, las chicas se tiraron encima de mí. - ¡O-Oye, voy a caerme!

- Gracias por todo. – Expresó Ayame, era normal que fuera la más agradecida de todas.

- Debo retirarme. – Expresó la peligris. – Debo reportar esto rápido. – Recogió a sus hombres sin problemas para cargarlos sobre su hombro y subió al caballo. – Puede que nos volvamos a ver en algún otro momento Yusei, este mundo puede ser extenso pero acabamos conectados de una forma u otra.

- Claro… - Dije ya recuperándome del cerro que se formó sobre mi espalda. – Nos vemos.

- ¡Adiós! – Las otras igual se despidieron de ella, ya finalmente podía estar en calma nuevamente.

- Es momento de irnos. – Comentó Fubuki.

- ¿Ya se van? – preguntó Miko.

- Tenemos que llegar a la próxima ciudad muy pronto, no hay tiempo qué perder. – Respondió la Kitsune, Miko bajó la mirada.

- … Nye… entiendo, los extrañaré, fue poco tiempo pero me gustó tener invitados aquí en el templo.

- Quizás nos volvamos a ver. – Señaló Subaru. – Siento que podría suceder.

- Es cierto. – ya ella se vio más optimista. – Cuando vuelvan a verme, seré más elite que nunca.

Dando nuestras respectivas despedidas con la sacerdotisa, ya finalmente seguimos el viaje, pude conocer a dos miembros más y era apenas el inicio de este, no sé qué más podría esperarme en el futuro.


En cierto lugar, un grupo estaba reunido y parecían discutir de asuntos muy turbios.

- ¿Los reuniste? – Preguntó un hombre.

- Claro, he llamado a mercenarios disponibles.

- Excelente, este negocio de trata de personas realmente deja mucho dinero, esos nobles pagan por chicas cualquiera.

- Es cierto y las últimas que conseguiste son bastante hermosas, me da ganas de tirarme a una de ellas.

- No jueguen con la mercancía. – se acercó quien era su jefe. – Necesitamos mantenerlas puras, los nobles prefieren cuando son vírgenes.

- Bien… - Expresaron los dos, el jefe sonrió.

- Nuestro próximo objetivo se sitúa en el bosque del este, dicen que las mujeres elfo que viven ahí son sumamente hermosas, debemos de conseguirlas sin importar lo que pase.

- Entendido jefe. – Así ese grupo de secuestradores se puso en marcha, sin saber que cierto grupo también iba en dirección hacia ese bosque…


naharinayash: Gracias por seguir el fic, espero te siga entreteniendo con los próximos caps que están por salir.

Bueno, ya decidí hacer un nuevo cap y pues aquí lo traigo, ya aparecieron dos nuevas chicas como lo fueron Miko y Noel y pues buscaron cazar a Ayame pero se pudo evitar, Yusei nuevamente lo hizo haciendo uso de su ingenio jaja y pues ya la manosearon le copa K a Noel, así entonces ya seguirá el viaje, ya con el pequeño adelanto podrían darse la idea de quién saldrá ahora y se viene una trama seria y algo oscura, no siempre haré que estén con tonterías, haré cosas así igual en este fic, nos vemos en el próximo cap. Saludos.