No saben la satisfacción que estoy sintiendo ahora mismo, parece que todas esas horas de andar mordiendo el polvo finalmente han dado frutos y lo he demostrado en este mismo instante; ahora puedo matar mobs menores durante nuestro viaje y es que ya no salgo tan herido o agotado como fue desde un inicio, los slimes y criaturas de bajo nivel ahora pueden temerle a mi renovada fuerza.

- Bien hecho. – Señaló Fubuki. – Ya puedes pelear como un humano común.

- Puede ser poca cosa, pero me tiene satisfecho. – Y realmente me sentía de esa manera, ya no sería el lastre total que fui cuando empezó todo esto.

- ¿Cuál es nuestro destino ahora? – Preguntó Subaru, Fubuki revisó el mapa en su teléfono.

- Para llegar a encontrar la puerta del consejo, primero necesitamos reunir información y eso podemos obtenerla en la ciudad de criaturas que está al este, para conseguirlo, primero hay que atravesar el gran bosque. – Respondió esta.

- ¿Cuándo vamos a descansar? Ya estoy agotada. – Vi a Nene y si estaba cansada.

- ¿Hay algún lugar para descansar en el bosque? – Pregunté como sugerencia, la rubia de pronto se animó al escucharme.

- Parece que hay una especie de asentamiento en el centro del bosque, quizás nos dejen quedarnos ahí. – Respondió la kitsune. Ahora teníamos un nuevo destino al cual ir para que las chicas logren descansar todo lo que quieran.

- ¿No estás cansado Yusei-kun? – Me preguntó Ayame, yo negué sin problema alguno.

- He podido ganar algo más de resistencia pero es mejor si las demás pueden tener su descanso, igual no podemos obviar la hora de la comida.

- Entiendo, si eso es lo que dices. – Algo que he notado es que Ayame realmente se ha vuelto más permisiva ante lo que digo, desde que la derroté o al menos ese fue el caso, ella ha demostrado el querer protegerme, pero ahora tomó cierta distancia, ya no me ve como su amo, ahora como un igual con quien pelear al lado.

Un tiempo que pasó después, nos adentramos a aquel bosque, si que era bastante frondoso con las copas de los árboles llegando hasta arriba, lo bueno es que había caminos fabricados por los que podíamos circular, capas y seguir a estos nos llevaría directamente hacia la aldea que Fubuki señaló para poder descansar.

- Ya no hay agua. – Respondió Matsuri, viendo la botella vacía.

- ¿Hay agua cerca de aquí? – Preguntó Nene, en ese momento Fubuki dio un salto para subirse sobre la copa de un árbol y observar.

- Veo un pequeño lago cerca, parece que ahí podemos recargar agua.

- Puedo ir a llenar. – Sugerí, dicho eso Matsuri me pasó las botellas, y de modo que me dejaron todo el trabajo, fui hacia este. Tuve que salirme del camino para llegar y de ese modo poder llenar las botellas, poco a poco me fui acercando cuando escuché ruidos cerca. - ¿Qué será eso?

Intenté ser sigiloso mientras más me iba acercando, observé por detrás de unos arbustos cuando pude llegar hasta el lago, entonces vi ropas colgando de unas ramas y entonces risas, aceché y quedé asombrado de lo que veía, piel negra, orejas puntiagudas, sus espaldas desnudas… eran elfos oscuros que se estaban bañando en el lago, al menos tres mujeres que estaban ahí y yo estaba espiándolas, era peligroso, necesitaba huir de ahí, si me descubrían sería etiquetado como pervertido por el resto de mi vida.

Empecé a retroceder lentamente, procurando no hacer ningún tipo de ruido para no ser descubierto, al menos estaba haciéndolo bien, no es que pudiera suceder nada ahora…

*CRACK*

Solo pude lamentarme en ese momento cuando pisé una rama, todo el mundo se me empezó a caer.

- ¿Quién anda ahí?

Ya empezaron a sospechar, no tenía tiempo para pensar en una alternativa, solo podía huir, empecé a retroceder lo antes posible pero entonces vi una flecha apuntándome frente a mis ojos.

- No te muevas… - Esa elfo oscura me tenía totalmente atrapado. - ¿Eres de esos secuestradores?

- ¿De qué hablas? Solo vine a recoger agua del lago.

- No mientras, vi que estabas acechando a mis compañeras, tendré que llevarte de prisionero a nuestra aldea, no hagas un movimiento innecesario o te clavaré esta flecha entre los ojos.

Genial… simplemente genial, me he metido en otro gran problema debido a mi mala suerte y no había nadie que me salvara en estos momentos… ¿Cuánto más deberé sufrir en este mundo?


Las chicas continuaban esperando al regreso de Yusei de buscar agua, el caso es que pasaron unos cinco minutos pero no volvía.

- ¿No ha regresado? Tengo sed. – Expresó Matsuri.

- No creo que tarde tanto en recargar agua. – Pensó Subaru.

- ¿No le habrá sucedido algo? – Preguntó Ayame. – SI es así, quizás yo…

- Cálmate Ayame-chan. – Fubuki la detuvo en ese momento. – No es bueno que actuemos a ciegas en momentos como estos, si Yusei-san se ha metido en un problema, lo encontraremos pronto.

- Pero si sale herido o algo peor, yo… - En ese momento escucharon los galopes de un caballo, fue ahí que vieron a la figura de cabello grisáceo y armadura.

- Chicas, parece que nos volvemos a encontrar. – Noel las saludó.

- Noel-chan ¿Qué haces aquí? – Preguntó Fubuki.

- Me dirijo a la aldea de elfos oscuros, he recibido un reporte muy alarmante de secuestros en la zona. – Eso alertó al resto.

- ¿Cómo que secuestros? – Preguntó Ayame.

- Parece que un grupo de contrabando ha estado secuestrando a elfos oscuros para venderlos en el mercado negro de la capital, vine aquí con la intención de capturar a este grupo de secuestradores, para ello me reuniré con la líder de la aldea y tratar este asunto.

- Puede que por eso Yusei-kun no haya vuelto, algo tendrá que ver. – Pensó Ayame.

- Noel-chan ¿no hay problema si te acompañamos? Igual íbamos a la aldea y Yusei-san no está en ningún lado.

- ¿Yusei? Entiendo, si algo le pasó… como los hombres no son tan frecuentes por esta zona, no dudo que alguna elfo oscuro habrá confundido a él con un secuestrador, debemos ir para evitar un malentendido.

- ¡Descuida Yusei-kun, te salvaré! – Gritó Ayame. Así ellas se pusieron en marcha junto a Noel, solo podían esperar que el pelinegro esté a salvo.


No puedo decir que haya sido tratado de mejores maneras, actualmente me tenían amarrado de manos e iba como un costal de papas sobre un caballo a manos de esa elfo, no sé cuál iba a ser mi destino ahora, al menos una habitación con cama suave sería la mejor opción en estos momentos.

- Cuando lleguemos a la aldea, nuestra jefa decidirá que haremos contigo, pero nos dirás todo acerca de tus compañeros. – Comentó esta.

- ¿Cuántas veces debo decirlo? No tengo ni la más mínima idea de lo que hablas.

- Hacerte el tonto no funcionará siempre, conocemos formas para hacerte hablar, solo estarás atrasando la agonía de tu muerte. – Genial, no parece responder a razones. Sabiendo que era una pérdida de tiempo el intentar razonar con ella, me quedé callado hasta que finalmente llegamos a un pueblo, eran casas de madera sobre los árboles, con puentes que se conectaban entre estas, solo veía puras mujeres elfos oscuros que avanzaban y tenían una vida prospera, era el típico poblado que verías en un anime de fantasía, en eso noté que las miradas estaban sobre nosotros… más en específico sobre mí y empezaron a murmurar cosas, no sé si hablan de lo guapo que soy, pero eso era demasiado optimista. – Llegaremos pronto a la gran casa de la jefa.

Finalmente detuvo su caballo frente a una casa y obligándome a bajar, me hizo caminar hacia la entrada, dos guardianas protegían la puerta cuando mi acompañante les avisó que la abrieran, así entonces me siguió empujando contra mi voluntad mientras me adentraba. En sí la decoración no estaba nada mal, se ve que están en contacto con la naturaleza por la cantidad de flores alrededor pero no me dio tiempo de seguir admirando, así avanzamos hasta llegar a un salón con un trono al final, una elfa oscura anciana estaba sentada ahí, viéndome.

- Jefa, he vuelto, encontré a este hombre humano espiando a tres de las nuestras mientras se bañaban en el lago, no tengo dudas de que sea uno de los secuestradores.

- ¿Ya puedo hablar en mi defensa? – Pregunté pero no recibí respuesta alguna.

- Joven… - La anciana me dirigió la palabra. – No me gusta caer en conclusiones apresuradas así que te lo preguntaré de frente… ¿Qué hacías en nuestro bosque?

- Hasta que finalmente puedo hablar… no es nada del otro mundo, solamente esto de viaje con mis amigas, fui al lago para llenar botellas con agua pero no sabía que chicas se estaban bañando, quise alejarme para que no me vieran cuando esta de aquí me capturó sin siquiera escucharme.

- No tengo que escuchar a un hombre sucio. – Respondió esta, parece que no esconde para nada el desprecio que le tiene a los hombres.

- ¿Lo que dices es verdad? – Preguntó la jefa, yo asentí de forma apresurada.

- ¡Jefa, puede que esté mintiendo! – Esa elfa realmente quiere ver mi cabeza ser cortada, para estar presionando tan en mi contra. – No puede confiar ciegamente en las palabras de un hombre.

- Milize, deberías relajarte. – Escuché una voz adicional que provenía de arriba, volteé a ver y era otra elfa oscura pero esta si la reconocí, el cabello rubio fuerte y ojos rojos, además de su ropaje distinto al de las otras elfas.

- ¡Flare! – Esa elfa llamada Milize la llamó, ahí Flare saltó de la copa donde estaba sentada, aterrizando cerca de nosotros. - ¿Acaso defenderás a este hombre?

- Solo digo que te calmes. – Ella avanzó con toda la serenidad del mundo. – Estás demasiado estresada.

- ¿Cómo no estarlo? Si es que mi hermana menor… Cleo…

- Entiendo que quieras rescatarla, pero no puedes andar por ahí culpando a cualquiera que se cruce en tu camino. – Vi la chispa de la salvación en ese momento, cuanto me alegra que Flare sea comprensiva aquí. – Jefa, no tengo dudas de que este hombre humano esté diciendo la verdad, todo debió ser un malentendido, por eso sugiero que lo liberemos y yo lo vigilaré por si hace algo.

- … Si es lo que dices, de cierto modo confío en tu juicio al ser la mejor guerrera de nuestra aldea, además de ser mi nieta… se hará como dices, liberaremos al hombre humano y estarás a cargo de su vigilancia durante su estancia en la aldea.

- Entendido, gracias. – Flare sonrió y yo finalmente pude aliviarme en ese momento, finalmente me liberaron de sus ataduras. – Debiste pasarla horrible, pero ya todo esta bien puesto que estaré contigo ahora, soy Shiranui Flare, un gusto.

- Kishimoto Yusei, igualmente. – Solo podía sentir un extremo agradecimiento por la elfa rubia en estos momentos, no dudaba que quizás iban a prepararme la peor de las torturas para hacerme hablar de algo que ni siquiera conozco.

- Veo que eres amable, ahora… Milize. – Llamó a esa otra elfa. – Ven, tienes que disculparte con Yusei.

- No quiero… - Ella se cruzó de brazos, ahora que la veía, tenía un cabello azulado y ojos verdes, no dudo que era igual de hermosa que Flare pero ese ceño fruncido le quitaba puntos. - ¿Por qué tengo que disculparme con un sucio hombre?

- Todo se debe a que pensaste mal de él, al menos una disculpa debería arreglar las cosas.

- No lo haré. – Respondió de forma seria, sentía su mirada fiera sobre mí. – Todos los hombres son basura asquerosa, que solo nos ven a nosotras las elfas oscuras de forma lujuriosa para saciar sus cuerpos, nunca voy a confiar en un hombre que podría devorarme con la mirada. – Al terminar de hablar, ella se fue, Flare soltó un suspiro.

- Lamento que te dijera todo eso, ha pasado por muchas cosas.

- Eso se ve, escuché sobre secuestradores ¿podrías explicarme que sucede?

- Claro, por ahora vámonos de aquí y en el camino te explico. – Miró a ver a la jefa. – Nos retiramos.

- Entendido, cuídense. – Ya en ese momento salimos de la sala del trono y de la casa en sí. Ahora íbamos en un recorrido por la aldea, Flare saludaba a cada elfa que veía, se notaba que era bastante popular pero yo solo recibía miradas de miedo.

- Hemos tenido un problema desde hace tiempo, nuestra raza de elfos oscuros es una raza sumamente rara, no hay más como nosotras en otras regiones del alternativo y este es nuestro único asentamiento en todo el mundo, por razones como esas es que somos como una raza sumamente exótica para los humanos, misma razón por la cual han surgido grupos de secuestro y contrabando que han tomado a elfas oscuras contra su voluntad y las venden en la capital como esclavas a burdeles o nobles malvados por precios muy altos en el mercado negro. Tenemos grandes conocimientos de cacería y nuestra precisión con el arco es el mejor en todo el mundo, pero al vernos rodeadas poco podemos hacer… lo que pasa con Milize es que su hermana menor Cleo fue una de las víctimas que secuestraron hace unos días, ella está angustiada porque su única familia fue tomada de ella y desde entonces siempre ha estado molesta, diciendo que es culpa de los hombres humanos… no podemos hacer nada, este grupo ha borrado todo rastro para encontrarlos.

- Ya veo… - Ahora entendía mejor la situación, incluso en historias de fantasía de mi mundo, la raza de elfos oscuros siempre ha sido vista como una raza de gente malvada o simplemente para complacer la lujuria del consumidor, solo han sido vistas como objetos sexuales, parece que eso no cambia sin importar el lugar donde esté.

- Jeje, lamento haberte contado mis preocupaciones, no es que sea de tu interés. – Ella buscó excusarse, pero yo no permitiría eso… no solo porque ella sea alguien que conozco y admiro, sino porque eso simplemente estaba mal, se supone que Hololive es un mundo alegre y que estas cosas sucedan, hace que me dé un mal sabor de boca, simplemente ya no podía ignorarlo.

- Ahora lo es. – Respondí con seriedad. – Puedo proponer algo: seguro en estos momentos mi grupo ha de estar en mi búsqueda y quizás ya sepan que pueda estar aquí, una vez vengan, les hablaré de la situación y entonces ayudaremos, vamos a capturar a esos secuestradores y rescatar a las elfas secuestradores, incluyendo a la hermana de Milize.

- ¿Hablas en serio? – Ella se veía sorprendida. – No sé si puedan hacerlo, incluso yo que soy la mejor guerrera y cazadora, no he podido dar con su ubicación.

- No conoces a mis amigas. – Sonreí en aquel momento. – Tengo a dos amigas muy fuertes que no dejarán pasar algo así, cuando estemos todos juntos, podremos planear algo para darles su merecido a esos malvados.

- … Gracias, realmente agradecería esa ayuda. – Ella tenía una sonrisa sincera y hermosa, no pude evitar sonrojarme por tal gesto. – Debes estar agotado y hambriento, vamos a mi hogar para que puedas comer algo.

- Me gustaría. – La acompañé en ese momento. Esta ya no era una situación que pueda dejar pasar, no solo para ayudar a Flare sino que también para toda esta aldea de elfas oscuras, para que nunca más tengan que volver a sufrir, me encargaría de evitar que sucedan más desgracias, nunca pensé que llegaría a hacer algo así, pero era mi decisión y la llevaría a cabo.


Flare me recibió de buena forma en su hogar el cual era algo pequeño pero acogedor y tenía lo necesario, seguía sin tener la aprobación del resto de elfos oscuras, por lo que solo estar aquí me mantenía seguro por así decirlo.

- Espero no moleste el té natural. – Me dijo ella.

- Para nada. – Acepté la taza mientras comencé a beberla.

- Dijiste que tus compañeras podrían estar en camino, no debe pasar mucho antes de que lleguen.

- Eso es seguro… por ahora quisiera hablar de algunas cosas… ¿saben que se puede hacer? – Pregunté, ella se sentó en la silla contigua.

- La jefa ha enviado a algunas para intentar rastrear el paradero de los secuestradores, pero seguimos sin tener suerte… deben tener a alguien experto en no dejar rastro, creo que también deben contar con guerreros hábiles en combate.

- Eso deberá complicar la cosa al momento de rescatarlas. – No tengo idea sobre como es que estos esclavistas se mueven, podrían estar ya muy alejados del bosque o simplemente se esconden en alguna cabaña o pueblo cercano, lo importante ahora es poder hacer todo lo posible para encontrarlos.

- Flare, han llegado chicas a la aldea. – Entró una elfa en aquel momento, con eso sabía bien de quién se trataban.

- Deben ser ellas. – Me expresó la rubia, yo asentí. – Vamos a recibirlas.

En ese momento salimos de su casa mientras fuimos a la entrada de la aldea, en eso fue que las vi.

- ¡Yusei-san! – Ayame vino corriendo hacia mí para abrazarme con tanta fuerza que me derribó al suelo. - ¡Estás bien! ¿No te hicieron nada? ¿No estás lastimado? Si te hicieron algo, me encargaré de destruir este pueblo hasta las cenizas y…

- Ya basta Ayame, no me trataron mal. – Respondí para calmarla. – Todo fue un malentendido y pude hablarlo con la jefa de la aldea, no tengo ningún problema.

- Menos mal…

- Ya sabía que estarías bien. – Expresó Fubuki.

- Nos volvemos a ver. – Observé que Noel está con ellas. – No pasó mucho tiempo.

- Ese parece ser el caso.

- Entiendo… necesito hablar con la jefa de la aldea.

- Soy su nieta, puedes decirme lo que tengas en mente. – Flare habló a mis espaldas. – Shiranui Flare.

- Shirogane Noel, vine en apoyo del reino para ayudarlas con la situación de los secuestros y el contrabando de esclavos.

- Entiendo, apreciamos la ayuda. – las dos se dieron un apretón de manos. – Puedes seguirme para llevarte con la jefa de la aldea, ahí podremos hablar sobre el plan a tratar.

- Chicas. – Me dirigí al resto en ese momento. – Quiero ayudarlas a resolver este caso, puede que por ello quizás nos atrasemos un poco, pero…

- ¿De que hablas? Obviamente estamos en esto. – Respondió Fubuki.

- Secuestros, eso es algo malo y no me gusta. – Nene hizo un puchero. – Le vamos a enseñar a esos malvados a no meterse con nosotras.

- Esto es algo peligroso, pero veo que estás decidido, así que vamos a ayudar en todo lo posible. – Comentó Subaru.

- Chicas… gracias por ofrecer su ayuda.

- Si realmente piensas ayudarlas, yo ofreceré mi fuerza para ello. – Exclamó Ayame.

- ¡Vamos a salvarlas! Y con suerte me agradecerán. – Matsuri lo hacía por beneficio propio pero no importaba. Todas ellas ayudarían, con eso ya era un gran paso.

- Vamos. – Flare nos señaló para ir a la casa principal de la aldea. Al momento de llegar, presentó al resto a la jefa, ahí Noel ofreció su ayuda para tratar el problema de los secuestradores.

- Entiendo, aprecio la ayuda que el reino nos proporciona, el rey y yo somos viejos amigos de aventuras después de todo.

- Por eso mismo me envió, no ha olvidado todo el tiempo que pasó a su lado y desea que las relaciones entre ambos lados sigan siendo buenas, yo soy su caballero más fuerte, así que solo me envió para tratar el asunto.

- Será ayuda más que suficiente para que puedas trabajar en conjunto con Flare y mis guerreras más fuertes… y el resto…

- Ellas son mis compañeras. – Señalé a la jefa. – Aseguro que aquí Fubuki y Ayame son bastante fuertes y podrán ser un gran apoyo para su operación.

- Una Kitsune y una Oni… admito que podrían ser fuertes y si dices que son de confianza… Flare ¿Qué opinas?

- Yusei no es una mala persona y si sus amigas son fuertes, confío en sus palabras, digo que nos ayuden. – La jefa asintió.

- Queda hecho entonces, preparen habitaciones para nuestras invitadas, Flare ¿seguirás acogiendo al hombre humano?

- No hay ninguna que desee darle un techo, yo me encargaré. – Aseguró ella, eso realmente me daba un alivio.

Terminó la reunión, las chicas tendrían habitaciones más grandes en la casona de la jefa para quedarse en lo que dura la misión para capturar a los secuestradores, mientras tanto yo me seguiría quedando con Flare.

- Flare ¿no representa ningún problema que me quede en tu casa? – Pregunté, ella soltó una risa.

- No realmente, aunque seas el primer hombre que acojo, no representa ningún problema para mí, aunque solo tengo un baño, espero no moleste.

- Para nada, puedes entrar primero a bañarte.

- Entendido. – Ella levantó el pulgar. Por ahora necesitábamos acomodarnos un poco, ya entonces las demás salieron.

- Hay tantas cosas aquí… - Comentó Matsuri. – Y chicas lindas, jeje…

- ¿Cómo estará la comida? – Nene obviamente quería saber sobre su comida.

- Yusei-san, veo que te miran mal… ¿debería decirles algo? – Ayame estaba dispuesta a pelear, la detuve.

- No lo hagas… ellas temen porque sus compañeras y familiares han sido secuestradas, entiendo muy bien el motivo de su miedo.

- Pero eres una buena persona, ellas deberían entenderlo.

- No importa. – Sonreí para calmarla. – Mostraré mi gratitud con mis acciones, por eso las ayudaré a capturar a los secuestradores.

- Venga, conozco una buena cocina donde hay comida deliciosa. – Flare nos dirigió hacia un pequeño restaurante, ahí fue que entramos. – Ey Filo.

- Flare-chan. – Una elfa de cabello rosado estaba atendiendo, se observaba con un aura maternal. – Oh vaya~ traes compañía.

- Una mesa grande, por favor.

Ok~ - Así fuimos a una mesa donde todos nos sentamos, fue entonces que esa elfa llegó. - ¿Qué desean pedir?

- Yo, lo de siempre.

- ¿Qué comida sirven aquí? – Preguntó Nene.

- Los elfos oscuros somos una raza muy unida a la naturaleza, así que no comemos carne realmente, nuestra comida se basa mayormente en las verduras y todo lo que nos ofrece esta tierra.

- El soufflé de queso se ve bueno. – Señaló Fubuki. – Eso quiero.

- ¡Yo igual! – Señaló Matsuri, todas pidieron lo que observaban y yo también, nos quedamos esperando.

- Ver un grupo tan variado viajar es raro. – Señaló la elfa. - ¿Por cuál razón viajan?

- Bueno, verás… - le expliqué la situación a Flare, esta asintió.

- Debiste pasar por mucho, espero logres alcanzar tu objetivo.

- Gracias.

- ¿Tienen, aunque sea una pista sobre los secuestradores? – Preguntó Noel. En ese momento trajeron nuestros platillos.

- Lo que hemos podido saber de manos de algunas de nuestras vigías, sus ataques suceden mayormente en la noche, de vez en cuando enviamos a algunas a hacer vigilancia nocturna en caso de que monstruos se acerquen y así los alejen, pero igual es un momento vulnerable para que sean tomadas por sorpresa.

- ¿Esta noche enviarán guardias? – Pregunté, ella asintió.

- No cabe duda de que buscarán atacar… - Expresó Noel por debajo. – Tenemos que estar alerta, nosotras también haremos trabajo de vigilancia.

- ¿Eh? Pero quiero dormir. – Se quejó Nene.

- Nene-chan, es trabajo que debemos de hacer, por una buena causa. – Señaló Subaru, la rubia solo pudo asentir con desgano.

- Dejemos esta charla y mejor comamos. – Señaló Flare. Empezamos a comer, y la verdad que la comida estaba muy buena, aunque no contenga carne de algún tipo, saben muy bien como combinar los ingredientes, no puedo decir que no he acabado satisfecho.


Luego de una buena comida, las chicas decidieron revisar más alrededores de esa aldea, por mi parte yo me regresé a la casa de Flare, me dijo que ella tenía un baño así que deseaba aprovechar para ducharme por lo que llegué, al estar solo no tendría problema alguno así como me despojé de mi ropa para entrar, era un baño común con solo una tina hecha de madera y además el agua se calentaba de forma manual con un horno afuera de esta, poniendo leña, me recordaba mucho a esas bañeras de la era antigua o que ves en pueblos, tenían su encanto propio.

- Esto era lo que necesitaba…

En ese momento mis pensamientos me llevaron a lo que se haría, esos secuestradores no podían quedar libres luego de todos los problemas que han causado, este pueblo ha sufrido de secuestros de sus seres queridos, el hecho de ser hombre en este lugar me pone en una desventaja pero quiero demostrar que soy alguien de confianza, al menos teniendo a Flare y el resto de chicas aquí me da seguridad, no sabría lo que pueda suceder si estuviera solo debido al repudio o miedo que me tiene el resto de habitantes.

Esta noche… sería el momento de actuar, si las conjeturas de Noel están en lo correcto, podrían llegar a secuestrar a alguien más durante las altas horas, por esa razón tenemos que estar alerta en todo momento, espero que no ocurra nada malo o un problema grave que se interponga.

- Yusei ¿estás en el baño? – Escuché a Flare, parece que llegó en ese momento.

- Claro, necesitaba bañarme.

- Entiendo. – Fue todo lo que ella dijo. Yo por mi parte decidí seguir relajado en ese momento, fue entonces que vi a una figura desnuda entrar, con solo una toalla cubriendo sus pechos. – Que bien que prepararas el agua, igual deseaba un baño.

- ¿Eh? ¡Flare, que haces! – Me di rápidamente la vuelta, ella realmente entró al baño y desnuda.

- ¿A que más? Yo igual deseo bañarme.

- P-Pero no tienes que entrar, lo estoy ocupando, además soy un hombre y tu una chica.

- ¿Hmmm? – Ella ladeó su cabeza. - ¿Qué dices? Si el agua está caliente, debo de aprovechar, además no le veo el problema.

- ¿En serio? ¿No tienes vergüenza?

- Los dos somos personas, no creo que haya problema alguno. – Genial… creo que por su poco contacto con hombres, no conoce la vergüenza de ser vista desnuda por uno, eso me ponía en una gran desventaja, en ese momento ella entró a la bañera también, cubriendo su cuerpo hasta la altura de su torso. – Eso… el agua está en su punto.

Necesitaba controlarme, mis impulsos masculinos necesitaban fijarse en lo importante, no en la elfa desnuda que tenía al frente, si anteriormente estuve en situaciones críticas, esta es la peor de todas, espero no ser descubierto por las demás en tal caso.

- ¿Estás listo? – Me preguntó ella, sabía a lo que se estaba refiriendo, yo asentí.

- Tiene que ser esta noche ¿no?

- Sí… no solo por Milize y su hermana, todas en la aldea son mis queridas hermanas que nos hemos criado aquí desde un inicio, este problema nos ha golpeado desde hace tiempo, si tenemos una oportunidad, por más mínima que sea para acabarlo y rescatar a todas, quiero tomarla con ambas manos.

- Esforcémonos por conseguirlo. – Era nuestro trabajo y lo llevaríamos a cabo.

Una vez terminó el baño y yo salí antes, suerte que ninguna de las chicas me descubrió en este asunto, el sol llegó a ocultarse, eran las horas donde saldrían a recorrer los alrededores para patrullar.

- Milize ¿también nos acompañarás? – Preguntó Flare, ahí estaba esa elfa de cabello azulado.

- Solo lo haré para encontrar a Cleo, sigo sin confiar en ese hombre. – Oye, la mirada y palabras venenosas lo hacen obvio.

- Yusei es alguien de confianza… bueno, tenemos que dividirnos en grupos. – Señaló la elfa rubia. Ya así tomamos grupos pequeños y rumbos distintos, yo estaba justamente con Matsuri.

- Hagamos todo lo posible Yusei-san. – Exclamó la castaña. Nuestro rumbo era por la parte noroeste de la aldea, por ahora estaríamos posicionados por la zona para vigilar cualquier tipo de movimiento sospechoso. – Estoy algo agotada…

- Matsuri, no te distraigas.

- ¡Lo sé! Pero me hubiera gustado estar con Fubuki o alguna otra de las chicas… jeje…

- Este no es el momento para pensar en otras chicas…

Mantuve mi ojo de halcón sobre el frente todo ese tiempo, ya era de noche totalmente, la luna y estrellas brillaban en el cielo, por si acaso tenía una mano sobre mi espada.

- Oye Yusei-san ¿Cómo es Flare? La verdad no está nada mal, es muy hermosa.

- Eso es verdad, tiene una personalidad agradable y confiable.

- Ni hablar de ese cuerpazo que lleva jeje, sus pechos no son tan grandes como los de Noel, pero me tientan. – Clásica Matsuri la que habla, puede que seas dios en mi mundo, pero aquí eres una simple mortal.

- Bueno… yo los vi. – Decidí presumir un poco. – Me bañé con ella.

- ¿Eh? – Eso sorprendió a la castaña. – No me jodas ¿en serio entraste al baño con Flare?

- Sí… la vi en todo su esplendor.

- ¡Maldito! – Ella me sujetó del cuello. – Como puedes tener tanta suerte, Ayame-chan te protege, Fubuki te enseña y ahora te bañaste con Flare, eres un desgraciado.

- No quisiera presumir, pero puede que tenga la habilidad de protagonista de Harem nivel EX.

- ¡Comparte eso conmigo! – Me estaba divirtiendo, Matsuri es como ese amigo pervertido que el protagonista de una comedia romántica siempre tiene. No había forma de aburrirme con ella, quizás es solo porque es así que puedo hablar tan abiertamente de esos asuntos y no es tan agobiante como una Marine y esa aura pervertida-erótica que posee. Pasó un rato y mi compañera castaña estaba empezando a cabecear del sueño.

- Quiero dormir…

- ¿Deseas descansar un rato? Yo puedo seguir vigilando. – Le sugerí, eso fue del agrado de ella.

- Te lo dejo, yo cerraré los ojos durante unos minutos. – Ella fue a recostarse a un lado y cerrarlos, antes de que me diera cuenta, ya estaba roncando.

- No puedo culparla, no creo que aguante toda la noche… - Ellas no son las streamers que normalmente transmiten toda la noche, aquí son chicas normales y tienen horarios de sueño. Ya por mi parte decidí seguir vigilando solo, no la molestaría en su sueño y además si me meto en una pelea, ella no sabría como defenderse y tendría más trabajo en protegerla.

Pasaron dos horas y todo seguía tranquilo, antes de darme cuenta, el sueño también empezó a invadirme y ver a Matsuri tan cómoda durmiendo me hacía querer unirme pero no podía permitirme tal lujo, tenía el trabajo e hice la promesa de atrapar a esos secuestradores, me di una cuantas palmadas en las mejillas.

- Tengo que aguantar. – No podía defraudar a Flare así que tuve que resistir ante la tentación. En ese momento llegó alguien, era esa elfa Milize.

- Tsk… está dormida… toma, traje esta agua de hojas de té. – Me pasó la copa aunque de mala manera, eso no fue de mi agrado.

- Al menos deberías cuidar que no se derrame.

- ¿Por qué? Eres un hombre, no mereces que sea amable.

- … ¿Hasta cuando seguirás de antagónica? Flare confía en mí y además hice la promesa de que ayudaría a atrapar a los secuestradores y rescatar a sus compañeras.

- No estoy segura de eso, no dudo de que harás algo para aprovecharte de nosotras… así son todos los hombres, sucios y embusteros.

- No deberías generalizar, puede que no tengas buenas experiencias con los hombres, pero al menos deberías confiar en el buen juicio de tus compañeras, si te dejas llevar por esos prejuicios, acabarás sola.

- No me importa lo que digas, yo solo deseo salvar a mi hermana, no tengo por qué escuchar tus sermones.

- Si fueras más agradable… porque al menos reconozco que eres linda.

- Que me digas un cumplido no hace nada. – En ese momento ambos escuchamos movimiento, eso nos alertó, Milize colocó ambas manos sobre sus orejas para escuchar. – Son pasos… deben ser ellos.

- ¿No deberíamos avisar a las demás? – Sugerí pero ella se adelantó, era realmente terca. – Me acabará sacando una hernia del estrés…

Decidí seguirla en ese momento, bajando de nuestra caseta de vigilancia, corrimos, o más bien seguí a Milize, a la dirección donde estaban esos pasos, ella era bastante rápida y además saltaba entre las copas de los árboles así que seguirla se me dificultó, yo era un simple humano, ese tipo de cosas eran imposibles para mí.

- ¡Salgan de donde estén! – Gritó la peliazul. Yo solo pude escucharla mientras hacía el esfuerzo por seguir su paso al menos. - ¡Malditos, devuelvan a Cleo!

- ¡Ahora! – Escuché una voz adicional y en ese momento algo como polvo bañó a Milize, eso la sorprendió y entonces cayó al suelo.

- ¿Qué? – Ella se precipitó en ese momento, yo me apuré para llegar. - ¿Qué pasó?

- Atrás de ti, idiota. – Me di la vuelta cuando un puño me recibió en el abdomen, eso me sacó el aire totalmente, doblándome, entonces fue que nos vimos rodeados de un grupo de embusteros. – Parece que capturamos a otra.

- ¡Jaja! Ese polen paralizante realmente sirve – Polen paralizante… entonces eso usan para capturar a las elfas sin resistencia.

- ¡Hijos de puta! – Milize quiso moverse pero no podía, ningún rincón de su cuerpo respondía, entonces el hombre más corpulento la sujetó. - ¡Suéltame!

- ¿Qué hacemos con este niño? – Preguntó uno apuntándome, el que parecía ser el líder se llevó la mano a la barbilla.

- No podemos dejarlo libre, si le avisa a la aldea, podríamos tener problemas… llevémoslo con nosotros igual, luego lo podremos silenciar.

- A la orden, jefe. – Lo ultimo que supe fue cuando recibí otro golpe en la cabeza, dejándome totalmente noqueado, antes de perder la consciencia solo pude escuchar los gritos desesperados de Milize, pidiendo ayuda…


Flare estaba en su puesto, había enviado a Milize para darles agua de hojas de té a las demás pero pasó un tiempo y no volvía, eso le trajo cierto mal presentimiento.

- Esto no me gusta… - Ella rápido empezó a saltar por los árboles, yendo a los demás puestos, llegó con Noel y Fubuki.

- ¿Flare? ¿Pasa algo? – Preguntó la peligris.

- ¿No han visto a Milize?

- Ahora que recuerdo… no ha pasado por aquí. – Respondió Fubuki, eso hizo que Flare se pusiera seria.

- Esto no puede ser bueno…

- Espera, vamos contigo. – Señaló Noel. Las tres fueron pasando a demás casetas, entonces una elfa preguntó que la última vez que la vieron, se dirigió al puesto donde estaban Yusei y Matsuri, al llegar solo vieron a la castaña durmiendo.

- Jeje… ahí no Fubuki…

- Matsuri-chan, despierta. – La kitsune le dio unas cuantas bofetadas para despertarla, esta abrió los ojos.

- ¿Eh? ¿Fubuki? ¿Acaso no es un sueño y realmente viniste a darme un besito?

- Claro que no Matsuri-chan ¿Dónde está Yusei-san?

- ¿Yusei-san? Bueno, dije que descansaría un poco así que se quedó vigilando… ¿eh? No está.

- Como pensaba… - Comentó Flare por debajo. Aquí debió venir Milize por última vez y debió detectar movimiento con Yusei… espero que no hayan sido capturados.

- ¿Capturados? – Preguntaron las tres, en ese momento Flare sonrió.

- Por suerte memoricé el olor cuando Yusei y yo nos bañamos juntos, así que puedo rastrearlo.

- Un momento ¿Cómo que se bañaron juntos? – Preguntó Noel pero la elfa rubia ignoró la pregunta.

- Podemos seguirlos, llama al resto, así lograremos descubrir el escondite de los secuestradores y salvarlos.

Con Yusei y Milize capturados, el resto del grupo debía alcanzarlos cuanto pueda, Flare ya sabía como rastrearlos, solo necesitaban llegar a tiempo, antes de que sean enviados a un lugar inaccesible.


nahariyanash: Bueno, tengo en sí varios planes y todas las chicas saldrán, igual ya ideé algo con HoloX que recién debutaron y ellas tendrán participación más adelante en la historia, respecto al grupo, no es que tenga algo designado sobre quienes lo conformarán y quienes podrían irse, ya por ahora Fubuki y Ayame si se quedarían hasta el final de la historia, el resto queda por ver.

Antes que nada, Feliz Navidad, puede que estemos en fiestas pero eso no me dejará no subir cap y vean esto como un regalo, aquí el cap nuevo de este fic, ya como vimos, Flare apareció, ocurren problemas en esa aldea y todos accedieron a ayudar, aunque ahora hay otro problema, ya veremos como resultará el rescate o lo que sucederá mientras Yusei está capturado, tengo pensado algunas cosas oscuras durante esa escena, depende de lo que se me ocurra jaja, por ahora eso sería todo, nos vemos en el próximo cap. Saludos.