Yusei y Milize desaparecieron y la creencia es que fueron capturados, para su fortuna Flare había memorizado el olor del chico y ahora estaban en su búsqueda si es que pueden llegar hacia ellos.
- Realmente no debiste haberte dormido Matsuri-chan. – Regañó Fubuki, la castaña se frotó los ojos.
- Lo siento Fubuki… realmente estaba agotada y la cena solo me hizo tener más hambre.
- ¿Si es posible que podamos localizarlos? – Preguntó Noel, la elfa asintió.
-Puedo rastrearlo a unos diez kilómetros, pero no sé si tengamos el tiempo para alcanzarlos… no sé cómo es que operan estos secuestradores, así que solo tenemos esta noche para conseguirlo.
- Es mejor si podemos conseguirlo… pasando a otro asunto, respecto a que se bañaron juntos… - Noel entrecerró los ojos, Flare se hundió de hombros.
- ¿Qué tiene de malo? Necesita usar el agua y él no se quejó.
- ¿Realmente no entiendes? – La peligris se veía molesta. – Son un hombre y mujer, se supone que hay un cierto pudor entre el sexo opuesto.
- Somos solo personas, así que no hay ningún problema. – Fue todo lo que dijo, a pesar de todo, Noel seguía molesta.
- (¿Qué le pasa? Parece que realmente nunca ha visto un hombre antes y por eso no conoce la vergüenza, me pregunto que pasaría si yo me hubiera bañado con ella…)
- ¿Le avisamos a las demás? – Preguntó Matsuri, Flare negó con la cabeza.
- Ya no hay tiempo, así que vamos con las personas que tenemos ahora, si llegamos a tardar más, podrían alejarse. – Respondió ella. – Hay que seguir antes de que se alejen.
Ya se pusieron en movimiento para encontrarlos, sí lograban llegar a hacerlo, entonces todo acabaría, ya entonces Flare se movió por los árboles y lo hacía de forma veloz.
- Es muy rápida… - Comentó Matsuri.
- Podemos seguirla en caballo, ya buscaré el mío. – Noel se fue.
- Matsuri-chan, yo la seguiré ya que tengo casi las mismas habilidades, espera aquí a Noel-chan para vayan a caballo.
- Entendido Fubuki. – Ella saludó, y entonces sonrió de forma malvada por debajo. – (Y sí voy a caballo con ella, podré aprovechar y agarrarle los pechos simulando que fue por error) Jejejeje~
- Nos vemos. – Fubuki se despidió y fue corriendo rápidamente, saltando entre los árboles igual, al poco tiempo logró alcanzar a Flare.
- Veo que ya estás aquí. – Vio a la kitsune.
- Matsuri-chan y Noel-chan nos alcanzarán luego, podemos ir por ahora.
- Claro, seguro podremos contar con ellas después, por ahora es más importante la seguridad de Yusei y Milize. – Continuaron avanzando las dos, Fubuki observó de reojo a la elfa morena y como avanzaba de forma seria.
- (Supongo que se siente algo responsable porque estaba a su cuidado Yusei-san… lo entiendo que ella desee resolver esto por su cuenta, espero que podamos alcanzarlos muy pronto…)
No tengo idea de donde me encuentro ahora mismo, lo único que puedo ver es la oscuridad y es que mis ojos se encuentran vendados, luego de haber perdido el conocimiento, parece que estos secuestradores decidieron llevarme con ellos para no dejar rastro alguno y no los llegue a delatar, así que ahora soy algo así como un prisionero, no tengo valor para ser vendido al mercado negro después de todo ¿Quién quisiera a un chico común? No tengo idea de lo que puedan hacer conmigo pero por ahora voy a jugar de un modo seguro y no haré nada, si solo se limitan a dejarme encerrado, es lo que haré, tampoco es que tenga la fuerza para enfrentarlos.
Ahora mismo desperté y sentía el frío suelo, sin idea alguna de donde me encontraba, si pudiera decir algo es que me encerraron en un cobertizo para dejarme ahí dentro y a Milize se la debieron llevar a otro lugar.
- … Que fastidio…
Creí que lo tenía todo cubierto y aquí me encuentro nuevamente, encerrado y atrapado, no dejo de meterme en este tipo de situaciones desde que llegué y eso me tiene totalmente agotado. Ahora que me fijaba no estaba amarrado de manos así que aproveché a quitarme la venda de los ojos y tener una mejor visión de mis alrededores. Como sospeché estaba en una vieja cabaña abandonada y oscura, no había nada más que viejos muebles de madera y sin comida, estaba ahí solo.
Ahora mismo debo pensar en qué hacer de ahora en adelante, si planear mi escape, someterme a estos secuestradores y evitar que me maten, a decir verdad mis opciones eran bastante limitadas y tampoco veía un lugar por el cual escapar.
- Como pensé, bloquearon la ventana. – Era seguro que la puerta tenía llave y la ventana igual la bloquearon, ahora sí que estaba totalmente atrapado aquí. – Me pregunto que habrán hecho con Milize.
En ese momento abrieron la puerta principal, lo único que pude ver fue a uno de esos hombres que me atacaron con una vela para iluminar el sitio.
- Ey chico, parece que despertaste.
- No fue una siesta complaciente que se diga.
- Supongo que ya te enteraste pero eres nuestro prisionero aquí, no puedes escapar.
- Dime algo que no sepa. – Por ahora intenté quedarme en su lado bueno, no deseaba tener que morir tan pronto otra vez.
- Quieras o no, vas a tener que ayudarnos, queremos capturar a todas las elfas de la aldea pero no es algo fácil, siendo que estuviste con ellas, podrás darnos un camino para entrar.
- … ¿Y si no quiero ayudar?
- ¿Realmente quieres esa opción? – Sacó un cuchillo y lo miré de forma amenazante, era obvio que tenía una razón muy convincente para ayudar.
- S-Solo quiero saber algo… ¿Dónde está Milize? Esto… la elfa que me acompañaba.
- Ella… la tenemos en otro sitio con las demás que hemos capturado ¿te interesa?
- Solo quiero verla.
- Jaja, así que deseas eso, si tanto quieres acostarte con alguna, solo tenías que decirlo, vamos. – Me llevó con él, afuera estaban otros tres haciendo guardia y todos estaban armados, intentar escapar en esta situación es un suicidio así que ni me lo planteé. Ya entonces me llevó a otro lugar, otra casa un poco más grande que la que yo estaba. – Aquí están, si te preocupa que te ataquen, no hay problema puesto que están en jaulas.
Abrió la puerta, adentro vi justo lo que creía ver, varias elfas en el suelo, totalmente sucias, con sus ropajes rotos y tristes, hambrientas, las tenían en una pésima situación de esclavas, se veían totalmente asustadas de ver a estos hombres entrar.
- ¡Tú! – En eso vi a mi compañera, Milize estaba dentro de una jaula y adentro estaba otra elfa de cabello verde la cual se escondía detrás de ella, si tuviera que adivinar, debe tratarse de su hermana. - ¡Sácanos de aquí o sino yo…! – En ese momento el hombre la golpeó con la empuñadura de su arma en el abdomen, sacándole el aire.
- ¡Hermana! – La otra se preocupó por ella, yo estaba perturbado pero intenté no demostrarlo, necesitaba seguir el juego de estos hombres.
- Ella ha estado así desde que la trajimos. – Soltó un suspiro. – Nadie ha podido calmarla y por mala suerte las drogas se acabaron, así que no podemos someterla.
- ¿Me lo puedes dejar? – Pregunté, tenía una idea y para ello intenté actuar lo más malvado posible. – ya sé… ¿Qué tal si me das a las dos? Ella necesita algo de entrenamiento, y seguro que su hermana menor la vea ser corrompida, seguro eso la romperá más que antes. – Sonreí de forma malvada, el hombre empezó a reír.
- Piensas en grande muchacho ¿realmente estás dispuesto a traicionarlas? Digo, estabas con ellas.
- Realmente no me importan, solamente aprovechaba el momento y fingí ser su amigo. – Respondí mintiendo, podía sentir la mirada de furia de Milize, por dentro me disculpaba pero necesitaba seguir con mi acto.
- Ok, ya que me caíste bien, te daré una oportunidad con ambas, solo déjame sujetarlas de sus cadenas. – Abrió la celda y entonces las jaló de las cadenas que tenía en sus cuellos. - ¡Levántense ustedes dos malditas rameras, van a complacer a este joven!
- ¡Maldito, siempre supe que nos engañabas, todos los hombres son iguales! – Esas acusaciones de Milize dolían, pero al menos ayudaba a hacerlo creíble, decidí poner mi parte.
- Jeje, fue fácil ganarme a Flare y podría haber aprovechado pero ni modos, ustedes dos serán un buen aperitivo antes del plato principal. – Empecé a reír como maniaco, asustando a la elfa menor y Milize solo podía sentir su sed de sangre.
- ¿Quieres que las llevemos a una habitación? Ahí podrás hacerlo sin que nadie moleste.
- Claro, y que nadie esté cerca, prefiero hacerlo con total privacidad. – Le dije, este asintió y empezó a llevarse a las dos de las cadenas, yo le seguí por detrás. Ya entonces salimos de esa casa y fuimos a otro lugar, como tal era un pueblo abandonado que tenía muchos edificios vacíos, así fue que entramos a una cabaña un poco más acomodada con una cama, el hombre las arrojó dentro.
- Diviértete todo lo que quieras con ellas y luego vuélvelas a traer, son mercancía valiosa.
- Claro, las disfrutaré como nunca. – Le dije, en ese momento me pasó las cadenas y entonces cerró la puerta, ya finalmente estaba a solas con ellas, así solté un suspiro. – Menos mal se fue… ahora…
- ¡Aaaaah! – La sorpresa fue grande cuando Milize se tiró encima de mí, derribándome en ese momento y sujetándome del cuello. - ¡Te voy a matar!
- ¡E-Espera! – Creo que actué demasiado bien porque acabo de desatar la furia total de Milize, intenté liberarme. – S-Solo estaba actuando, era para sacarlas de ahí.
- E-Espera hermana. – La otra elfa la detuvo. – C-Creo que no está mintiendo.
- ¿Eh? ¡Cleo, ya viste a este hombre, dijo sus verdaderas intenciones!
- Y-Yo… siento que dice la verdad… además, sabes que reconozco bien cuando actúa alguien… porque igual me gusta actuar.
- S-Sí, es lo que ella dice, ahora suéltame que me quedo sin aire. – Le supliqué, Milize estaba dudando pero ver el rostro de su hermana triste no tuvo opción, finalmente me libré de su agarre para retomar aire. – Menos mal…
- ¿Estás bien? – La otra me ayudó a levantarme en ese momento.
- Sí… tu hermana tiene el agarre de un oso, pensé que iba a morir.
- Menos mal… reconocí que estabas actuando, así que hice mi mejor esfuerzo por seguirte. – Sonrió y debo decir que su sonrisa en angelical, en comparación a su hermana, ella es un ángel. – Me llamo Cleo, gracias por sacarnos a mi hermana y a mí de ese lugar.
- Era lo único que podía hacer, me llamo Kishimoto Yusei, estoy ayudando a Flare para rescatarlas, pero ya viste… nos capturaron.
- A mí no me capturaron, simplemente me tendieron una trampa. – Exclamó Milize, entonces Cleo la vio con un puchero.
- Hermana, no seas testaruda ahora mismo, al menos alégrate de que estamos libres.
- Con ese hombre, no lo creo… ¡Auch! – No me creí cuando Cleo empezó a jalarla de su oreja izquierda. - ¡Cleo, eso duele!
- Eres mala hermana… - Volteó a verme. – Lo siento Yusei, mi hermana debió haberte tratado mal.
- Si, y bastante. – Confesé, ganándome una mirada de enojo de Milize, solo para ser regañada nuevamente por Cleo, admito que estoy disfrutando esta pequeña venganza. – El caso es que los dos fuimos capturados y no creo que nadie pueda encontrarnos, tampoco que podamos escapar.
- Si tuviera mi arma… - Milize apretó el puño. – Me la quitaron al momento de capturarme.
- Según escuché, las armas las tienen resguardas en un almacén al oeste de este pueblo abandonado. – Respondió Cleo. – Si podemos llegar ahí y obtenerlas, quizás haya una oportunidad de luchar de regreso y salvar a las demás.
- La cuestión es como llegar. – La verdad es que nuestras opciones son muy limitadas y estos hombres poseían toda la fuerza con la cual acabarnos en cualquier momento, así que era algo imposible llegar a la armería sin levantas sospechas… espera un momento, a decir verdad, existía una forma. – Cleo.
- ¿Sí?
- Dijiste que te gusta actuar ¿no?
- Esto… claro, deseo volverme una actriz famosa en el futuro ¿por qué? – En ese momento sonreí, parece que al final si había una forma por la cual quizás podamos huir.
- Te contaré el plan que tengo en mente…
El trabajo de los guardias de cuidar el almacén donde tienen las armas le era muy aburrido, en ocasiones preferían estar en otro lugar o al menos cuidar las celdas donde saben que podrían tener momentos de diversión con las mujeres pero estaban ahí atrapados.
- Esto es aburrido, como quisiera estar en otro lugar.
- Quisiera un buen licor ahora mismo. – En ese momento vieron llegar a un joven de cabello negro arrastrando a una elfa. – Oye chico ¿Qué buscas?
- Lo siento, vine a buscar preservativos, la verdad es que ya gasté los cinco que tenía con las chicas que me llevé.
- Por favor amo, quiero más~ - la elfa que llevaba a rastras se veía totalmente controlada por él, respirando agitadamente como si fuera un perro insaciable. – Dame más.
- Oh chico, parece que las ha dominado. – Soltó una risa uno de los guardias. – Para complacer a una perra como ella, seguro hace falta más.
- Por eso vine a buscar ¿me dejarían pasar a recoger? Me dijeron que aquí tienen.
- Claro, además queremos evitar que se embaracen, eso baja su valor, así que entra chico.
- Gracias, ahora vamos maldita perra.
- Si~ sigue llamándome así. – Así le abrieron la puerta para que ambos pasaran en ese momento, ya cerrando detrás.
- Los jóvenes tienen mucha vitalidad. – Comentó uno de los guardias.
- Eso es cierto, aunque también tengo confianza en mi aguante, si solo tuviéramos algo de oportunidad con esas elfas.
- Ya luego vamos a pedir si podemos tener una oportunidad, por mientras solo podemos quedarnos aquí y… - En ese momento la puerta salió volando junto a los dos guardias que impactaron el suelo de repente. - ¿Qué pasó?
- Sucios cerdos… - la elfa que había llegado siendo hambrienta de deseo sexual ahora miraba a los dos guardias como si fuera basura y teniendo un arma. – Mueran…
- No… lo hagas… - Y todo acabó oscuro para ambos.
- Listo. – Cleo se limpió el sudor, había noqueado a ambos guardias con una lanza que agarró, al parecer esa era el arma que ella usaba. – No pensé que funcionara.
- Debo decir que tu actuación de ninfómana fue creíble, hasta pensé que eras una. – Ella soltó una pequeña risa.
- Desde pequeña siempre me han dicho que soy realmente buena actuando, solo dame un personaje y lo interpretaré a la perfección. – Soltó un guiño, realmente es de temer, la verdad me alegra no ser su enemigo que fácilmente podría engañarme. – Ya tengo el arma de mi hermana igual. – Mostró el arco y flechas que tenía.
- Bien, regresemos antes de que sospechen. – Los dos corrimos de regreso hacia donde estaba Milize esperándonos, por suerte no había ninguno de esos secuestradores cerca por lo que pudimos llegar, abriendo la puerta.
- Hermana, estamos de regreso.
- Cleo… menos mal no fue un engaño.
- Hermana, realmente pensaste que Yusei se aprovecharía de mí, tienes que dejar de pensar de esa forma. – Jaló su oreja.
- Hay que prepararnos rápido así que no pierdan el tiempo. – Avisé a ambas. Ahora con sus armas listas, podremos idear una mejor forma de escapar.
- Tenemos que liberar a las demás, no podemos dejarlas aquí. – Exclamó Cleo.
- Yo pienso lo mismo, esos hombres tienen que morir. – Milize estaba motivada de más, este era un momento único así que era ahora o nunca.
- Cleo ¿conoces el horario de cambio de guardias en las celdas? – Pregunté, ella se puso a pensar.
- Bueno… según recuerdo, creo que a la medianoche llega otro guardia, a decir verdad en la noche no hay mucho movimiento ya que duermen totalmente.
- Entonces podemos aprovechar eso. – Respondí, si podemos usarlo, entonces este asalto nocturno para salvarlas a todas, era nuestro momento.
Decidimos empezar. Abrí la puerta lentamente puesto que serviría como vigilancia para no encontrar guardias cerca y entonces podamos movernos, si logramos liberar a las demás y darles sus armas, tendremos la mayor ventaja numérica contra estos secuestradores, por suerte no había nadie cerca y fue una gran señal para que pudiéramos salir, ya entonces vimos que realmente dormían y la vigilancia era menor, con solo ver que dos guardias era lo único que había en el almacén de armas, ya así los tres salimos.
- Hay que liberarlas pronto. – Comentó Milize.
- Como ahora mismo solo tiene que haber un guardia, podemos dejarte eso hermana, Yusei, vamos por las armas. – Asentí y entonces nos dividimos, al menos contando la habilidad de arquería de Milize, podría derribar a un solo guardia por su cuenta, ya aprovechamos en llegar a donde estaban las armas para recoger varias y dárselas a las otras elfas capturadas. – Yusei.
- ¿Sí?
- Gracias por ayudarnos, realmente creí que era todo para nosotras, pero fuiste bueno para ayudarnos.
- Solo hice lo que era correcto, además lo prometí en su aldea, ayudaría en lo posible por rescatarlas. – Respondí. Ya una vez agarramos varias armas, fuimos en dirección a las celdas, ahí vimos a un guardia en el suelo, eso significaba que Milize lo había acabado, entonces ya entramos y ella estaba abriendo las celdas.
- ¡Todas, aquí tienen armas, vamos a escapar! – Empezamos a repartirlas en ese momento.
- Gracias, muchas gracias.
- Finalmente podremos escapar de este infierno.
- Hay que irnos.
- Antes de eso, hay que evitar que nuevamente secuestren a las chicas de nuestra aldea. – Señaló Milize.
- ¿Qué tienes en mente hermana? – Preguntó Cleo, la elfa peliazul sonrió.
- Vamos a hacer que ardan las cosas aquí.
No pensé que lo haría pero el rencor si que impulsa a cualquiera y ella fue con todo. Encendió una de sus flechas y las lanzó al aire, empezando a incendiar las casas del pueblo abandonado.
- Cuando salgan, es el momento que vamos a atacar. – Respondió ella, ya entonces al detectar el fuego, los guardias, totalmente asombrados y también por haber estado dormido no se encontraban atentos, solo pudieron ver cuando un grupo de elfas enfadadas empezaron a atacarlos.
- ¡Acaben con esos hombres!
Solo puedo decir que presenciar como rencor acumulado fue liberado al ver a esas mujeres acabar de forma definitiva con los secuestradores, hasta casi me hizo tenerles lastima, pero igual el mundo tiene a su gente mala, quizás gente que no merezca existir y este es un caso de que cosechas lo que siembras, no pasó mucho cuando ya capturaron al jefe de esa banda y lo tenían atado.
- Malditas zorras, suéltenme.
- Jeje, ya no tan grande ¿eh? – Milize lo veía por debajo como si de un insecto se tratara. – Esto es lo que consigues por meterte con nuestro pueblo.
- Hermana, es mejor que lo dejes así, en tal caso hay que dejar que enfrente la justicia de los propios humanos. – Cleo la detuvo.
- Cleo, eres bastante ingenua, no aprenderán simplemente de esa forma, realmente hay que hacer que se de cuenta que nunca más podrá hacerlo. – Milize estaba totalmente enfrascada en ejecutarlo, no podíamos permitirlo puesto que sería un asesinato, si pudiera hacer algo. – Entonces, es hora de que vayas al infierno.
Ella ya estaba por dispararle, pensé que era demasiado tarde pero entonces cuando Milize disparó la flecha, esta fue desviada por otra.
- ¿Cómo?
- Ey Milize, no cometas una estupidez. – Me sentí aliviado cuando vi llegar a Flare en ese momento, aterrizando. – Oh Yusei, parece que estás bien.
- Por poco, pero lograron entenderme. – Respondí, al poco tiempo vi a Fubuki llegar igual.
- ¡Yusei-san, menos mal estás a salvo! – La kitsune me abrazó, debo decir que se sentía suave. – Ayame-chan nos hubiera matado si se enteraba.
- Entonces suerte que no lo hizo. – Respondí, ya vi a Flare y Milize encarándose la una a la otra.
- ¡Flare, no me detengas!
- Lo siento Milize, pero esto no es asunto nuestro, los humanos tienen que tratar los crímenes de otros humanos y para eso fue que aceptamos colaborar con los caballeros.
- Si no acabamos con esto ahora, puede que otros secuestradores lleguen y se repita la misma historia, solo podemos defendernos nosotras mismas.
- Yo confío en los humanos que son buenos, así que, si tienes algo que decir, hazlo de frente. – El choque entre ambas parecía inevitable y eso era peligroso.
- Fubuki… ¿puedes hacer algo? – Le pregunté a ella.
- ¿Realmente quieres pasarme la responsabilidad de detenerlas? Ya he hecho suficiente siguiendo a Flare-chan.
- Y yo estuve tratando con Milize todo este tiempo, así que has algo.
- No, hazlo tú.
- Tú.
- No, tú.
- Ustedes. – Mientras los dos seguimos discutiendo, ya escuchamos otra voz y entonces vi bajar a esa caballero peligris en aquel momento. – Los secuestradores ahora están bajo mi jurisdicción.
- Noel, llegas a tiempo. – Comenté, ella se acercó a ambas elfas.
- ¿Qué haces? – Preguntó Milize.
- Tengo órdenes de llevarme arrestados a estos hombres y eso haré, ellos enfrentarán un juicio adecuado y serán castigados según la sentencia correspondiente, así que no puedo permitir que los mates.
- Eso mismo. – Respondió Flare con una sonrisa. – Así que Milize, abandona tu terquedad y deja que se encarguen. – Parecía la victoria de nuestro lado pero Milize no estaba realmente feliz.
- Siempre igual… Shiranui Flare, no haces más que confiar en los humanos, se supone que nosotras somos una raza superior, no dependemos de otros, eres la princesa de nuestra aldea, la hija de la jefa y a pesar de todo sigues diciendo tonterías que ponen en ridículo a nuestras creencias… lo sabía, no eres digna de ser la siguiente encargada de la aldea. – En ese momento ella apuntó con su arco a Flare, eso nos sorprendió.
- ¡¿Hermana!? – Ni Cleo podía creérselo.
- No eres una verdadera elfa oscura Shiranui Flare, yo soy la más indicada para llevar a nuestro pueblo a la verdadera gloria que se merece, por eso acabaré contigo aquí y ahora.
- ¿Qué haces? – Noel quiso meterse pero Flare puso su mano delante de ella.
- Alto Noel. – Respondió la elfa rubia en ese momento. – Esto es un asunto mío, así que deseo tratarlo a mi manera.
- Pero… - Noel quiso replicar pero la sonrisa de Flare fue suficiente para decirle que estaría bien.
- Esto está interesante. – Comentó Matsuri a mi lado. – Es como ver una novela.
- Ni siquiera has ayudado en nada. – Comentó Fubuki con rostro inexpresivo.
- Vine a hacer los comentarios acertados.
Ignorando a la castaña, seguí con la mirada enfocada en ambas elfas, Flare miró a Milize fijamente una vez más, la peliazul seguía con el arco tensado, un disparo a esa distancia atravesaría sin problemas a la rubia.
- Milize, sé que no quieres hacer esto, no eres alguien que le dispararía a alguien de tu misma raza, además tanto tú como yo y Cleo, hemos estado juntas desde pequeñas ¿realmente le dispararás a una amiga?
- ¿En serio crees que te veía como una amiga? Todo este tiempo siempre pensé en ti como una estúpida, yo siempre soñé en ser la siguiente en la línea de sucesión para comandar la aldea pero la jefa te escogió a ti solo por ser su hija, siendo que yo tengo mejores habilidades de liderazgo, tu solo te la has pasado proclamando eso de que debemos convivir con humanos, eres una tremenda desgracia.
- Milize, en el pasado quizás fuimos una raza que siempre se aisló del mundo, pero las cosas necesitan cambiar, nuestra raza quizás viva miles de años pero si seguimos siendo unas ermitañas, llegará el momento en el cual desaparezcamos, por eso necesitamos relacionarnos con otras razas y aprender que no todos son necesariamente malos, hay que adaptarse a los tiempos modernos, así que baja ese arco, todavía tienes el tiempo para pensarlo dos veces y así no llegues a ser desterrada de la aldea.
- Shiranui Flare… realmente eres… ¡Idiota! – Ella disparó en ese momento, parecía que no había salvación alguna para Flare, ni tampoco nos dio tiempo para reaccionar, parecía que era todo y que ella moriría, pero entonces la flecha fue detenida debido a un escudo que se puso de frente.
- Noel… - Flare estaba asombrada puesto que la peligris se puso de frente para protegerla.
- No podía seguir viendo esto, así que tuve que meterme, lo siento. – Respondió por debajo, ya entonces miró a Milize. – Realmente le dispararte a tu compañera, eso es algo inaceptable y un crimen por intento de asesinato, ahora que yo estuve presente, esto se ha vuelto un asunto del reino y serás castigada por ello.
- ¡Hermana, ya detente! – Vi a Cleo abrazar a Milize por detrás. – No sigas, no quiero que arruines tu vida.
- Cleo… lo siento, pero así es como me he sentido durante toda mi vida, solo quiero lo mejor para nosotras como raza y con Flare, eso no será posible.
- ¿No ves que solo estás haciendo todo incómodo? Mira a las que liberamos. – Todas las demás elfas estaban cabizbajas, puede que hayan sufrido bastante a manos de los secuestradores pero ellas igual entendían que lo que hacía Milize era algo extremo. – Además no quiero ver a mi única familia ser alejada de mí, detente por favor.
- Cleo… - Milize bajó la mirada, estaba teniendo un conflicto en aquel momento, si escuchar a su hermana o seguir con su propio camino. - … Lo siento…
- ¿Eh? ¿Hermana? – En ese momento vimos a Milize correr de frente, sacando un cuchillo, realmente quería apuñalar a Flare pero Noel seguía de frente.
- ¡Quítate si no quieres morir! – gritó ella, a pesar de todo Noel no se apartó, entonces vimos como es que de repente pateó la mano que sostenía el cuchillo, en ese momento Noel levantó a Milize con su fuerza excepcional y la derribó contra el suelo de espaldas, sacándole el aire, en ese momento la aprisionó del brazo.
- No creas que puedes matar fácilmente a la líder de los caballeros… - Soltó un suspiro, mirando a ver a Flare. – Lo siento Flare, que pasara todo esto.
- Descuida. – La elfa se vio más relajada. – Gracias por defenderme, no creo que haya tenido la valentía de enfrentar a Milize como tal, al conocerla por mucho tiempo, no sé como hubiera acabado las cosas.
- Ella realmente intentó matarte, tendré que llevármela encarcelada igual.
- Espera, no lo hagas. – Cleo le suplicó a Noel en ese momento. – No quiero alejarme de mi hermana, por favor.
- Noel, es mejor que dejes este asunto a nosotras. – Señaló Flare. – Entre nuestra aldea, es mejor que nuestra líder decida su castigo, es lo único que te voy a pedir, por favor. – Hizo una reverencia, Noel entendía la postura de Flare en aquel momento, soltó un suspiro.
- Bien… que ustedes lo decidan, por un favor hacia ti lo haré, yo entonces solo me llevaré a los secuestradores.
- Gracias, eres una buena amiga. – Abrazó a Noel la cual no pudo evitar sonrojarse.
- Eh, esto…
- No es justo, yo igual quiero que me abracen. – Se quejó Matsuri. Al menos el ambiente tenso terminó y podríamos regresar, rescatamos a todas las chicas encarceladas, así que este problema finalmente había llegado a su conclusión, ya fuimos de camino a la aldea para acabar de una vez con todo.
Fue una noche verdaderamente larga pero me alegra haber acabado con este asunto, a pesar de los otros contratiempos que hubo y justamente estábamos en la sala del trono de la jefa, ahí tenían a Milize amarrada con cadenas.
- Escuché tanto la versión de la capitana Noel como de Flare… Milize ¿por qué lo hiciste? – La jefa se veía decepcionada y no podía culparla, la peliazul solo pudo gruñir.
- Tenía mis razones, no necesitamos relacionarnos con otros, nuestra raza vive miles de años así que podemos continuar nuestras vidas sin necesidad de hombres.
- Milize, debo decir que esperaba más, quizás vivamos mucho más tiempo que el humano promedio pero igual somos muy pocas en comparación a los humanos comunes, además no podemos seguir escondiéndonos por siempre, si podemos generar convivencias con otras razas, eso será beneficioso para nosotros. – Miró al grupo. – Milize, tengo que tomar una medida drástica y debido al hecho de que intentaste asesinar a una de tus hermanas, me veo en el deber de dictar tu sentencia.
- ¡Espere jefa! – Cleo intervino en aquel momento. – Por favor, no quiero que la desterré, ella es mi única familia, se lo suplico. – Se puso de rodillas para rogar, la verdad me daba lástima debido a que es una buena chica.
- … Se lo pido igual. – Yo igual hice una reverencia, eso sorprendió al resto. – Puede que tomara las decisiones equivocadas, pero incluso considero que exiliarla de su aldea es algo drástico.
- … Humano Yusei, según tengo entendido, ella siempre mostró una aversión hacia ti, no entiendo por qué defiendes a alguien que te odia.
- No puedo decir que sienta lo mismo, pero esto lo hago por Cleo, ella estaría totalmente triste si su única familia acaba desapareciendo, he entendido lo que es estar solo y no quiero que nadie más pase por la misma situación, por eso le suplico que le de un castigo más ligero.
- … - No recibía respuesta alguna de ella, eso me hace creer que mis palabras pudieron ser vacías. – Entiendo sus explicaciones y tampoco deseo que una de mis hijas llegue a estar triste… voy a reducir el castigo, Milize, estarás encerrada en los calabozos subterráneos hasta que yo diga que puedas salir, recibirás alimento.
- … Gracias… - Cleo sonrió en ese momento, por lo menos eso me trajo el alivio de que podría seguir junto a su hermana. Luego de todo, ya vi como se la llevaron sin decir nada, ya todo este asunto llegó a su fin.
Ahora nos encontrábamos en las afueras, el sol había salido por lo que dormimos para nada.
- Que cansancio… - Vi a Nene que se estaba cayendo del sueño, aunque pudiéramos descansar, necesitamos seguir nuestro viaje.
- Gracias por habernos ayudado. – Comentó Flare. – Ahora podremos seguir viviendo sin peligro alguno a que sigan secuestrando a nuestras compañeras, además ya empezaremos a relacionarnos con los pueblos cercanos y más allá, necesitaremos el dinero.
- Espero sigamos teniendo más relaciones duraderas. – Noel extendió su mano para un apretón, Flare la aceptó pero hubo algo más, la elfa la besó en la mejilla, eso la hizo sonrojarse. - ¿Eh? ¿Por qué lo hiciste?
- Es un gesto de agradecimiento por haberme salvado anteriormente, eres una caballero muy valiente. – Respondió con una sonrisa, solo podía ver a Noel totalmente sonrojada lo cual trajo una sonrisa a mi rostro.
- Igual te lo agradezco Yusei-san, por haberme ayudado a defender a mi hermana y además salvarme, eres un gran chico. – En ese momento Cleo me besó y yo no podía creerlo, me toqué la mejilla mientras una sonrisa se formó en mi rostro.
- Jeje…
- ¿Ayame-chan? – Escuché a Fubuki por detrás, al voltear a ver creí ver que ella estaba rodeada de llamas.
- Yusei… ¡Eres un idiota! – Todo mi mundo se puso negro mientras salía volando.
- Estoy volando… - Y todo se apagó.
"POV tercera persona"
- Ayame, no necesitaba golpearlo así. – Exclamó Subaru, viendo el cuerpo del pelinegro enterrado de cabeza en el suelo, la oni solo expresaba un puchero.
- No es justo. – Se cruzó de brazos, el resto de chicas tenía gotones en sus frentes.
- Ya es momento de irnos. – Declaró Noel. – Debo regresar a reportar a mi rey sobre lo sucedido.
- Entonces nosotras nos vamos por otro rumbo. – Fubuki tomó el cuerpo de Yusei de la pierna y lo jaló, colocándoselo sobre el hombro como un costal de papas. – Nuestro viaje al norte seguirá.
- Entonces es la despedida, espero tengan un buen viaje, quizás nos volvamos a ver ya que igual buscaré trabajar y conocer más del mundo. – declaró Flare, Fubuki y las demás asintieron.
- Esperemos sea pronto… ya es hora de irse.
- Yo dormiré en el carruaje, despiértenme cuando lleguemos. – Nene fue a recostarse, las demás chicas ya se subieron y Fubuki dejó a Yusei encima mientras se subió a conducir, así se fueron mientras Flare se despidió a lo lejos y Noel luego tomó otro camino. La aventura en la aldea de elfos oscuros había terminado y el grupo seguiría con su viaje, a saber que es lo que seguiría por encontrarse, las sorpresas no pararían para este grupo que encontrará y conocerá a más personas a futuro.
nahariyanash: Ya tengo los planes a futuro para la historia y algunos de ellos si involucrarán a todas, tengo esos arcos en mente, de momento deseo ir así lento e introduciendo a todas de una forma normal sin meterlas de cajón, ya se verá como pasará.
Y así terminamos este pequeño problema por el cual pasaron, no se esperaban para nada que Milize fuera a traicionar y casi mata a Flare, igual lograron bajar su sentencia y ahora se van, Flare volverá a aparecer en el futuro, ya entonces veremos que será del grupo y a donde irán, además de a quien van a conocer ahora, todo eso lo sabrán en el siguiente cap. Saludos.
