Heriberto Casillas Letrán, hijo del conocido y famoso (en el mundo criminal y de las regiones pobres de México) Aurelio Casillas, se ha criado conociendo los secretos de su padre aunque su madre intentara protegerlo, desde pequeño vio cómo se movía la gente que rodeaba a su padre y su propio padre, se crio con los principios de su madre Ximena Letrán pero también con los de su padre, al no saber como actuar a lo largo de su desarrollo como niño busco las respuesta a sus incógnitas y eso recayó en manos de su abuelo, conocido por muchos como Don Cleto, un hombre de negocios y uno de los primeros hombres en el talache o narcotráfico en México, también uno de los más poderosos, en su propia inocencia presencio a su padre engañar a su madre con algunas mujeres, por mucho tiempo se quedo en silencio sin saber que hacer pero al ser el primogénito y el niño de mamá termino confesándole a su madre lo que había visto, su madre no quiso creerle pero el le dijo donde su padre se veía constantemente con algunas mujeres, como resultado sus padres tuvieron una discusión y su padre se enojo con él, ciertamente lo regaño bastante, el tema llego a mayores, es decir, Don Cleto se entero de lo sucedido y al notar la tensión de su única hija y a quien quería como otro hijo, decidió interceder, para que solucionaran sus temas y pudieran cuidar a la hermana de Heriberto, Rutila, la niña de los ojos de Aurelio, decidió llevarse a su nieto con él, con algunas promesas por parte de su hija, en la que se compromete a cuidarlo y mantenerlo alejado del mundo en el que ellos vivían.
Don Cleto era estricto pero muy consciente de las dudas de su nieto, le explico de la mejor manera posible como funcionaba el mundo, no le endulzo nada, le dijo las cosas como eran, le mostro también las consecuencias y el porque de muchas cosas, Heriberto poco a poco las fue comprendiendo, visitaba a su madre algunas veces en el mes y compartía cuando podía con su padre, su madre intentaba vivir en una fantasía de no violencia, mientras su padre realizaba todo ello pero intentaba ocultarlo, especialmente con la ayuda de su tío Chacorta (Víctor Casillas), que también era su padrino, inevitablemente se vio atraído por el mundo que hacía tan feliz o un héroe a su padre, o al menos así lo describían los hombres que trabajaban con él, que era el más inteligente, el mas fuerte, el más chingol, el mero mero lo llamaban algunos, quiso ser como su padre, le confeso esto a su abuelo quien le puso dos cachetadas y lo reprendió por hablar pendejadas o estupideces, pero Heriberto continuo con sus deseos de seguir los pasos de su padre, Don Cleto como siempre un hombre practico le mostro el mundo del narcotráfico, como se movía el Bisnes (business), en un comienzo fue algo interesante, pero luego no comenzó a ser muy atrayente para Heriberto, como trataban a los niños de su edad, dándole migajas por arriesgar su vida, como estaban horas y horas al sol cosechando solo plantas según ellos, sin saber que estaban ayudando a empacar toneladas y toneladas de marihuana, como se castigaba a quienes intentaban tomar un poco más de dinero del que podían tener, los golpes, la violencia, adultos peleando por su vida, tenia solo 12 años cuando su abuelo le enseño una muy dura lesión, siempre quería jugar con armas, casi siempre con la pistola que sabia tenia su abuelo, muchas veces recibió regaños y algunos golpes de parte de su abuelo.
Una noche su abuelo lo llevo a una de sus múltiples bodegas donde todo sucedía, hay estaban los hombres de confianza de su abuelo, todos lo conocían y trataban bien, Heriberto sabia que se comportaban así porque temían a su abuelo, aprendió siempre a escuchar detrás de puertas y lugares oscuros, sin ser visto podría saber lo que no querían decirle o lo que creían sobre él, en el centro estaban un hombre, muy golpeado, la sangre corría por su cuerpo, no tenían fuerzas para hablar.
-te gusta jugar con esto no-señalo su abuelo mientras sacaba la pistola que tantas veces Heriberto sacaba para jugar a escondidas de su abuelo-mira mijo quiero que veas muy bien el porque no te dejo jugar con esto y lo que harás muchas veces si decides meterte en este mundo que tanto anhelas-Heriberto escucho las palabras de su abuelo con mucho detenimiento-te he visto jugar con ellas muchas veces y las empleadas también a pesar de que prohíbo que lo hagas-
-abuelo yo…-
-pero nada mijo-regaño su abuelo mientras quitaba el seguro y cargaba el arma-tómala-Heriberto miro a su abuelo con ojos enormes, temblando de emoción.
-es enserio abuelo-pregunto Heriberto mirando emocionado a su abuelo, Don Cleto asintió con una sonrisa, los hombres que rodeaban el lugar, los más leales a Don Cleto abrieron sus ojos y se miraron entre ellos, el niño tomo el arma-es mas pesada-
-normalmente son mas pesadas mijo, apunta contra ese pendejo como siempre lo haces en mi estudio-instruyo Don Cleto señalando al hombre golpeado, Heriberto dudo pero hizo lo que le indico su abuelo, después de todo, siempre quería lo mejor para el ¿no? -ahora jálale-
Se hizo un silencio en el lugar, los hombres que rodeaban a Don Cleto sabían lo despiadado que podía ser este hombre, como actuaba cuando algo no iba de acuerdo con sus órdenes, como pagaban sus traidores, muchas veces ellos hicieron cosas que en su vida pensaron que harían, pero lo que vieron a continuación los dejo helados.
-BANGGG-sonó el disparo y luego un cuerpo cayo con ruido seco, Heriberto dejo caer el arma de inmediato y comenzó a llorar, no había hecho lo que pensó que hizo o sí, miro al hombre que ahora estaba en el piso y también la sangre que ahora comenzaba a acumularse a su alrededor, comenzó a tiritar y cayo de rodillas al piso.
-levante pendejo-reclamo Don Cleto mientras tomaba con a su nieto de un brazo, sus ojos se llenaron de lágrimas, pero se las aguanto, su corazón y alma ya se habían endurecido hace mucho tiempo-que te levantes digo-jalo con fuerza y Heriberto se puso de pie-deja de chillar chingada madre-abofeteo al niño sin mucha fuerza y lo llevo hasta el cadáver-míralo-indico, pero Heriberto no quería verlo mientras intentaba alejarse del lugar- ¡que lo mires digo! -otra bofetada sacudió a Heriberto.
-esto es lo que hace el juguetito que te prohíbo usar, esto es lo que harás si te quieres meter en este mundo mijo, ¡que me escuches y dejes de llorar hijo de la chingada!-reclamo a Heriberto mientras este intentaba contener las lágrimas, intentaba con todas sus fuerzas contener la flema que corría por sus narices (mocos, vulgarmente hablando)-esto es lo que se hace en este país para ser el más chingon mijo, esto es lo que se hace para sobrevivir, esto es lo que hace tu apa, esto es lo que somos mijo, somos asesinos, unos hijos de la chingada, mira bien lo que hiciste y por qué debes obedecerme cuando te digo que no hagas algo, ahí tienes el fierro, el juguete, ahora sabes lo que hace y lo que significa, es tu decisión mijo, decidas lo que decidas contaras con mi apoyo-Don Cleto tomo a nieto-limpien todo, saben que hacer-movió la cabeza en dirección a uno de sus hombres que se movió para recoger el arma y se la entrego mientras llevaba a su nieto de vuelta a su casa-tómala mijo, te pertenece, esto te convirtió en asesino, es tu decisión pero no me la digas ahora, échele cabeza-
Para cualquiera de los hombres ahí fue una sorpresa total, Don Cleto si era realmente un hijo de la chingada, convirtió a su nieto de 12 años en un asesino, le enseño la realidad de su mundo, las consecuencias, a hombres adultos se les apretaba el fundillo cuando tenían que quebrarse a alguien y ahora un niño tuvo que hacerlo, su ignorancia y confianza en su abuelo no hicieron que fuera consciente de su decisión, pero lo que vino después, eso si sería decisión del chamaco, mientras tanto ellos tenían un trabajo que hacer.
-agárrenlo de las patas y llévenlo con el atolero-indico uno de los hombres con mas rango en el grupo.
-si patrón-
-hágale-
Don Cleto llevo a su nieto hasta una de las trocas, se sentaron atrás en silencio y el anillo de seguridad de Don Cleto los acompaño protegiéndolos de cualquier atentado o amenaza que pudiera amenazarlo, Heriberto miraba la pistola con la que había matado a un hombre sumido en pensamiento sobre el bien y el mal, todo lo que le enseñaron, todo comenzó a tomar mucho sentido, se ensimismo tanto en sus pensamientos que no sintió el giro brusco y la balacera que se armó afuera, solo sintió como su abuelo lo apoyaba contra el asiento.
-¡arráncale Eutemio!-grito Don Cleto mientras protegía a su nieto de los balazos pero varias balas impactaron al chofer de la camioneta-¡muévete mijo! Tenemos que ponernos a cubierto-ordeno Don Cleto mientras arrastraba a su nieto y abría la puerta de la camioneta, sus hombres rodearon la camioneta mientras repartían plomo y recibían, debía poner a salvo a su nieto.
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Heriberto despertó todo transpirado en su cama mientras empuñaba la pistola que le regalo su abuelo-me lleva la chingada-suspiro Heriberto mientras intentaba controlar su respiración.
Heriberto ahora tenia 16 años, pronto a cumplir 17, en unos meses más, media al menos 1,75 metros, no era tan musculoso como su padre o tan grande, pero si se notaba que estaba bastante musculado, tenia el pelo negro corto, además de un lunar en la mejilla bastante distintivo, además de algunas cicatrices en el cuerpo, miro la hora, eran al menos las 6:15 de la mañana, no tenia caso intentar seguir durmiendo, lo mejor era levantarse, dejo la pistola en el velador de la habitación y se fue a la ducha.
Luego de hacer lo que necesitaba hacer en el baño y se vistió para tomar desayuno, no usaba la misma ropa que su padre, no porque no le gustara, sino porque era demasiado obvia y muy característica de las personas ligadas al narcotráfico en Sinaloa y en todo el norte del país, de hecho usaba ropa ciertamente comida, pantalones cargo con zapatos cómodos para moverse y escabullirse, polera negra adecuada a su talla y una chaqueta de tela del mismo color, se sentía cómodo con ello, su abuelo lo estaba esperando en la mesa.
-abuelo-saludo Heriberto mientras se sentaba a comer.
-mijo-saludo Don Cleto mientras se tomaba un tequila-llamo tu apa mijo-
-que quería abuelo-
-debes irte con tu mama y hermana para el otro lado, a los Estados Unidos con la idea que se le metió al Aurelio de cambiarse de cara quiere sacarlos a ustedes del país debes ir con ellos-
-ta bueno pues-Heriberto tomo jugo para relajar su mente, su abuelo le había enseñado las desventajas de beber demasiado y sin nada en el estomago era mejor comenzar con algo sin alcohol-que pensaste abuelo sobre la idea innovar en el negocio-
-lo estuve pensando mijo, yo ya estoy muy viejo para arriesgarme nuevamente con la cocaína o las cosas que están pasando ahora el Aurelio y toda la gente en el medio, mejor irnos a la segura con el negocio de la marihuana-
-lo se abuelo, pero esta perdiendo un poco su valor la marihuana allá con los gringos, seguimos arriesgándonos con algo de menos valor abuelo, tu sabes que ya he estado viendo algunas rutas que podemos usar y no necesitamos necesariamente meter la merca con los estadounidenses ni mucho menos solo coca-
Don Cleto miro a su nieto mientras se servía otro tequila-después de todo lo que te enseñé y lo que te mostré mijo decidiste seguir en el negocio-movió su cabeza en desaprobación-pero esta bien mijo, si quieres comenzar a mover el negocio por tu parte puedo darte un poco de lana y comienzas a darle forma a tu idea-
-gracias abuelo, no quiero meterme con la gente que se mueve mi apa, eso está muy complejo, con el pedo que tiene entre los Robles, hay que ver con quien obtendrán la cocaína, al parecer a Escobar le tienen sus días contados-enrollo la tortilla con huevos y comenzó su desayuno-pero yo creo que lo veremos mejor una vez volvamos de -
-échale cabeza a eso mijo porque una vez adentro, ya no hay salida, siempre has tenido mi protección y te he enseñado con mis negocios, pero si te metes solo en esto, solo te entierras y te mueres-
-si se abuelo-
-el que nace chicharra muere cantando-murmuro Don Cleto mientras miraba a su nieto, sabia que se estaba ganando otro pase directo al infierno y al odio incondicional de su hija, pero en esta vida el protegería a su chamaco, la vida no le había dado ningún hijo varón para que siguiera su legado, pero su nieto si tenía los huevos bien puestos.
Fuimonos recioooo, jajja la mamada, es mi primera historia chingada madre espero les guste.
