- Capítulo 4 - (Volumen 2)

La Furia del Escudo y La Desgracia de la Espada

(Día 55)

Eran las ocho de la mañana, según el tiempo descontado por el Reloj de Arena del Dragón. Claro, podría haber utilizado relojes de arena comunes, pero este era mucho más eficiente ya que mostraba el tiempo en números.

Nos habíamos despertado una hora antes, esto debido a que teníamos planes. Volver a Melromarc. Queríamos ir temprano, cuando había menos mortales en las calles.

Aunque primero, aprovechamos esa hora para desayunar y realizar varias tareas. Entre ellas, aprender nuevos hechizos, los cuales serían necesarios hoy.

Cuando estuvimos listos, nos reunimos con Aveline en un habitación privada, algo a lo que ella insistió.

En este viaje, solo iríamos Naofumi, Filo, la Sombra y yo. Yuki y Luna se unirían a nosotros una vez que hubiéramos asegurado el sitio de teletransporte. Hasta entonces, ellas se quedarían en el Palacio.

Es más que obvio que odiaron la idea, en especial por alejarse de su amado Naofumi. ¡Pero no pueden culparme! Naofumi fue quien propuso el plan, yo solo contribuí en otros detalles.

—Será rápido y sin complicaciones, Aveline. No te preocupes.

—Pero... Es el castillo del que hablamos. Habrá guardias por todas partes y sombras también.

—Por eso llevaremos a la sombra que nos asignaste. ¿No, Umbroxia?

—Si. Tranquilízate, Aveline. Yo cuidaré a este chico y lo traeré sano y salvo. Luego podrán seguir con lo suyo.

—Um... ¡Umbroxia!

—¿Qué? Solo dije la verdad.

Naofumi como siempre se avergonzaba por pequeñeces. Creí que habría madurado un poco... Tal vez solo le falta tiempo.

En respuesta a nuestra "discusión", Aveline rio un poco por lo bajo.

—Se lo agradezco, Umbroxia-sama.

—Bien, comencemos.

Aveline se apartó un poco de nosotros y nos observó.

La Sombra eligió ese momento para salir y colocarse justo a nuestro lado.

—Yo soy la Bruja Umbroxia y la fuente de todo poder. Te ordeno que escuches y obedezcas mis palabras. ¡Oculta nuestras presencias en las sombras y aléjalas de los ojos indebidos! ¡Paso Oculto Drifa X Total!

El hechizo surtió un efecto inmediato en nosotros y ahora éramos invisibles para todos, incluso para Aveline.

Paso Oculto, uno de los primeros hechizos que aprendí en este mundo. Ahora, gracias al Bastón, podía utilizarlo en otros.

Dado que nuestros cuerpos eran invisibles, necesitábamos aumentar nuestra movilidad.

—Yo soy la Bruja Umbroxia y la fuente de todo poder. Te ordeno que escuches y obedezcas mis palabras. ¡Eleva nuestra velocidad y permítenos alcanzar nuevos destinos! ¡Velocidad Drifa X!

Y entonces... solo uno más... aunque por precaución, eso es todo.

—Yo soy la Bruja Umbroxia y la fuente de todo poder. La Héroe del Bastón te ordena. ¡Apóyanos! ¡Aura Faust X Total!

Al instante en que lancé ese hechizo, Naofumi gritó su habilidad:

—¡Escudo Portal!

Luego de seleccionarnos a nosotros cuatro y el lugar de destino, fuimos teletransportados.

Al fin, regresaríamos a Melromarc. Y tal vez, si teníamos suerte, podríamos irnos aún más poderosos.


El polvo se acumulaba por todas partes. Miré hacia abajo y donde, según Naofumi, alguna vez hubo un gran círculo con inscripciones escritas, ahora no había nada. Solo quedaba el altar de piedra en el que él fue invocado y despertó por primera vez en este mundo.

Como creíamos, la sala se encontraba vacía, lo cual nos quitaba una molestia adicional de encima.

—Vamos.

Naofumi, Filo y la Sombra asintieron hacia mí.

Ya sabíamos dónde se encontraba la salida, al menos Naofumi lo sabía. Pero, por si acaso, Aveline hizo que una de sus Sombras consiguiera un mapa del Castillo de Melromarc. Fue difícil, pero logramos obtener uno de la década actual.

Parece ser que realizaron algunas modificaciones después de finalizar la guerra contra Siltvelt.

Los cuatro corrimos fuera de la sala a gran velocidad. Hice que Naofumi y Filo practicaran sus movimientos en este nivel de rapidez, y no tuvieron problemas. Sin embargo, la Sombra parecía estar asombrada por el gran aumento en su estadística de velocidad.

Estuvimos alrededor de veinte minutos enteros ayudándola a adaptarse, luego pudo manejarse por sí sola.

Aún no sé si la Sombra es hombre o mujer, su cuerpo, voz y olor corporal no me dicen nada. Por ahora, me referiré a esta como "la" y todo eso.

No es que me importe de todas formas.

Sin que los estúpidos caballeros ni ningún mortal en los alrededores se dieran cuenta de nuestra presencia, avanzamos por todo el castillo hasta llegar a la puerta principal.

Esta se encontraba abierta de par en par, como si nos estuviera invitando a salir.

¿Acaso estos mortales idiotas no creen que alguien podría invadir su "precioso" castillo? Incluso Aveline tiene el Palacio cerrado y con varios guardias custodiándolo.

Sin darle más vueltas al asunto, salimos disparados de aquel repudiable lugar, saltamos el muro que lo rodeaba y continuamos hasta llegar a las afueras de la Ciudad del Castillo. Para cuando llegamos al bosque de al lado, los efectos de Paso Oculto comenzaban a desvanecerse.

Observé mi Estado y abrí la opción de la habilidad "Portal", entonces guardé la localización. Naofumi también hizo lo mismo.

—Ahora volvamos por Yuki y Luna.

—¡Pero, Maestro! ¡El carruaje de Filo! ¡Lo prometiste!

—Tiene razón, Naofumi. Primero es el carruaje, o tardaremos más.

—Bien, vamos.

Aun con la velocidad aumentada, nos dirigimos hacia el lugar en donde abandonamos ese tonto carruaje. Al cabo de unos minutos, lo encontramos, seguía escondido entre los árboles y arbustos.

—¡El carruaje de Filo! ¡Filo te extrañó tanto!

Sin pensarlo dos veces, Filo se lanzó hacia el sucio carruaje y lo abrazó con todas sus fuerzas.

—Si continúas haciendo eso vas a romperlo, Filo.

—¡Ah! ¡Es cierto! ¡Onee-chan, tienes razón! ¡Filo no quiere dañar al carruaje! ¡Filo solo quiere tirar de él!

Suspiré.

Al menos con esto, Filo dejará de estar tan estresada. Tuve que consentirla y calmarla mucho todo este tiempo por culpa de ese estúpido carruaje.

Si ella tuviera que elegir entre el carruaje o yo, ¿a quién elegiría?

Para ser sincera, no quiero saber la respuesta a esa pregunta...

—Es momento de volver a Shieldfreeden. Será solo unos minutos, pero Filo, tendrás que esperar unos días a que el carruaje esté reparado y mejorado. ¿De acuerdo?

—... Si, Maestro. Todo sea por el carruaje.

Como si se estuvieran despidiendo una vez más, Filo besó la madera del carruaje y pasó su mano por esta.

—No tengo intención de besar ni tocar esa boca y mano sucia.

—¡¿Ehh?!

—¡Ya he hablado!

—¡Onee-chan, eres mala!

Filo me apuntó con un dedo en tono acusatorio.

—¡Solo quiero dejar claro que soy alguien limpia, eso es todo!

—Pero siempre te ensucias con la sangre de los monstruos y lo disfrutas...

Naofumi murmuró eso y pensó que no lo había oído, ¡pero sí lo escuché!

—Creo que hoy voy a aparearme con un Héroe, y no creo que a su pareja le moleste. Pero, ¿por dónde será? ¿Adelante o atrás?

El rostro de Naofumi palideció. Aunque había experimentado el placer de la carne, todavía mantenía ese trauma bien guardado en su mente.

—¡No... no te atreverías!

—Pruébame.

Con esa simple palabra, Naofumi chilló de terror y comenzó a caminar hacia Filo, siempre manteniéndose de frente hacia mí, como si no quisiera mostrarme su retaguardia.

Suspiré una vez más.

—Bien, dejemos de perder el tiempo y llevemos esta cosa a Shieldfreeden.

—¡No es "cosa"! ¡Es el preciado carruaje de Filo!

—... Lo que sea.

Filo, aun en su forma humana, se adhirió al carruaje y dio un largo suspiro de alivio. El resto de nosotros entramos al carruaje, y yo comencé a activar mi habilidad.

—¡Bastón Portal!

Al igual que siempre, el mensaje de la habilidad apareció ante mí.


Teletransporte ↑

Memoria de Ubicaciones de Teletransporte

Alerta, la Teletransportación va a Iniciarse

Shieldfreeden, Patio del Palacio

Faubrey, Ciudad Principal

Melromarc, Bosque de Monstruos


El círculo del alcance de la habilidad apareció en el suelo a nuestro alrededor, solo yo podía verlo. Elegí nuestro destino y a quienes serían teletransportados conmigo, al igual que tenía la capacidad de decidir quiénes no serían teletransportados.

Después de seleccionar todo y ver una imagen transparente del área elegida que apareció frente a mis ojos durante unos segundos, la misma ráfaga de viento de antes nos rodeó y nuestro entorno cambió una vez más.

—Ahora, hagamos todo eso del carruaje y esperemos el tiempo restante.

—¡Si! ¡El carruaje de Filo será mejorado! ¡Filo está feliz!

Esbocé una pequeña sonrisa al ver su actitud. Ver a Filo de esa manera también me hacía feliz.

—Aprovecharé el tiempo para estudiar nuevos hechizos. Parece que el desbloqueo de este bastón ya ha terminado, así que continuaré con otro.

—Claro, yo acompañaré a Filo y traeré a las chicas.

Y así, otra hora pasó.


Nos encontrábamos de vuelta en Melromarc, en un camino de tierra junto al bosque. Naofumi eligió este lugar como punto de teletransporte para facilitar el movimiento de los carruajes. Dado que era por la mañana, no había nadie transitando, por lo que estábamos seguros.

Yuki y Luna estaban en su forma de filolial normal, mirándome con brillo en los ojos.

—¡Gracias, Umbroxia-chan!

—¡Gracias, Um!

Sonreí y suspiré al mismo tiempo. Ellas me estuvieron agradeciendo desde que obtuvieron sus "hermosos carruajes" y Aveline les había dicho que fui yo quien los pidió para ellas hace días.

En serio, hubiera sido mejor si ella se ahorraba eso último. Ahora no podía deshacerme de estas dos. Claro, esto era mejor para nuestra relación... Si tan solo Filo no tuviera esos ojos llenos de envidia y enojo, incluso estaba apretando mi brazo con fuerza.

Resoplé con cansancio.

Miré hacia Naofumi, quien conducía el carruaje de Yuki. Llevaba una capucha y una máscara que cubría desde sus ojos hasta su nariz, además de otro conjunto de armadura más débil que el suyo, otorgado por Aveline para estos casos. Su escudo había sido cambiado por uno más sencillo y estándar. Mientras tanto, la Sombra, ahora disfrazada como un aventurero común, iba en el carruaje de Luna.

Por otro lado, Filo, Leludia y yo estábamos dentro del carruaje de Yuki. Era espacioso y muy hermoso, debo admitirlo. Quizás hasta demasiado.

... Desde un principio supe que con estas cosas íbamos a llamar la atención, solo espero que no sea tanta.

Avanzamos por el camino y en un punto llegamos a las cercanías de la entrada a la ciudad.

Cuando los guardias nos vieron, quedaron impresionados por la belleza tanto de las dos filoliales como de sus carruajes. Tenían la boca abierta, después de todo.

Ambos recobraron la compostura y dirigieron su mirada hacia Naofumi. Uno de los guardias carraspeó y habló:

—Ejem... ¿Asunto?

—Estamos de paso, queremos comprar algunas armas y mejorar nuestro equipo.

El guardia les echó un vistazo rápido tanto a la armadura de Naofumi como a la de la Sombra, luego asintió en señal de aprobación.

—Pueden pasar.

Con eso dicho, los carruajes se pusieron en marcha una vez más y superamos de forma exitosa otro obstáculo.

Continuamos nuestro camino hacia la tienda de armas, y durante todo ese tiempo algunos de los mortales se detuvieron para mirar maravillados los carruajes. Sin embargo, nadie pareció reconocernos.

Al llegar a la tienda y detenernos frente a ella, tanto Filo como yo cambiamos a nuestras formas más pequeñas o crías y saltamos hacia los hombros de Naofumi. Él soltó las riendas de Yuki y acarició nuestras esponjosas cabezas.

Leludia esperaría en el carruaje en caso de que ocurriera algo.

—Esperen aquí, chicas. No tardamos.

—... Si, Naofumi-sama.

—... Claro, Iwa.

Sus ánimos decayeron un poco al tener que separarse de Naofumi, pero se recuperaron un poco luego de que él también las acariciara.

Naofumi descendió del carruaje y se dirigió hacia la entrada de la tienda, la cual tenía el letrero de "abierto". Él abrió la puerta y el característico tintineo se escuchó, revelando a Erhard detrás del mostrador puliendo una espada.

—Bienvenido, ¿qué le puedo ofrecer?

Se le veía un poco cansado, debe ser por el horario.

Comencé a lanzar un hechizo en un idioma monstruoso de manera discreta.

—Yo soy la Bruja Umbroxia y la fuente de todo poder. Te ordeno que escuches y obedezcas mis palabras. ¡Despeja las dudas revelando a mis enemigos y destrúyelos con esta oscuridad! ¡Ruptura de Sombras Drifa!

El hechizo fue instantáneo y se propagó por todo el interior del edificio. Al darme cuenta de que no había gritos de dolor ni sonido de cuerpos cayendo a nuestro alrededor, asentí hacia Naofumi, quien respondió con una sonrisa.

—Ha sido un tiempo, ¿no, Erhard?

El herrero lo miró confundido por un momento, pero antes de que pudiera hacer alguna pregunta, Naofumi se quitó la máscara y bajó su capucha. Erhard solo pudo mirarlo con incredulidad.

—¡Naofumi!

—Por favor... No tan alto, o podrían descubrirnos.

Habiendo superado su sorpresa anterior, Erhard se acercó a la puerta y giró el letrero, cambiándolo a "cerrado".

—Ahora podremos hablar más cómodos. Y supongo que estas dos son Umbroxia y Filo.

—Sí, acertaste. Chicas, ya pueden volver a cambiar.

Ambas asentimos y saltamos al suelo, luego recuperamos nuestras formas humanas.

—Wow, hace un tiempo que no los veía. Escuché que...

—Lo sé, y lamento decirte que no es mentira. Digamos que, Umbroxia se enojó mucho cuando nos negaron el ascenso de clase.

—... Entiendo.

Por un momento, Erhard me miró con duda en sus ojos, pero entonces volvió su vista a Naofumi.

—Espero que esa armadura sea solo para pasar desapercibido.

Una sonrisa se formó tanto en el rostro del herrero como en el de Naofumi.

—¿Quién me crees? Jamás usaría algo como esto por gusto, ya tengo mi armadura favorita conmigo, solo necesita unas mejoras.

—¿Lograron ascender de clase en otro país?

—Sí. Fuimos a Shieldfreeden y nos recibieron muy bien, bueno, casi morimos por culpa de un "Héroe Falso" loco, un político corrupto y sus asociados.

—... Espera, ¿qué?

Le explicamos a Erhard todo lo sucedido, omitiendo los detalles sobre Takt como Reencarnado y sobre el "Dios Falso". Solo le dijimos que el Héroe del Látigo y los demás Héroes Vasallos habían muerto y que sus armas habían sido tomadas por un tipo con una extraña habilidad.

Erhard se apoyó de espaldas sobre el mostrador y suspiró.

—Eso es... mucho para procesar. ¿Y dicen que puede haber más de esos locos en el mundo?

Asentí con la cabeza.

—Si, o eso pudimos averiguar antes de que su cabeza explotara. Al parecer, alguien los está usando y no quiere que divulguen información.

—Veo que la tienen muy difícil... ¿Ya hablaron de esto con alguien más?

—Así es. No todos los políticos de Shieldfreeden eran corruptos, Aveline fue quien al saber la situación actuó de inmediato para solucionarlo. Es una gran líder y la respeto mucho.

Con una sonrisa descarada en el rostro, apunté mi pulgar hacia Naofumi.

—También es su pareja ahora.

—¡Umbroxia!

—¿Cómo le habías dicho...? ¿El amor de tu vida?

Sonrojado a más no poder, Naofumi se cubrió el rostro de la vergüenza.

—No la escuches, Erhard, por favor.

El hombre solo rio un poco ante la situación.

—Si que les ha pasado de todo.

—Y aún no te contamos la mejor parte.

Levanté el Bastón y lo apunté hacia Erhard. Cuando él lo miró, nada cambió en su rostro, al menos hasta ver la gema.

—Ese bastón... me recuerda a...

—¿El Bastón de Siete Estrellas? Si, porque lo es. Y yo fui elegida como su portadora.

Creo que nunca había visto a Erhard tan sorprendido y aterrado a la vez.

Si, era obvio que esto iba a pasar.

—¡Eso significa qué...!

—Tranquilízate, esa Basura todavía está viva. Pero el Bastón, al enterarse de mi combate con Takt y la liberación del resto de las armas, decidió abandonar a su portador de forma voluntaria. Parece que yo era una mejor candidata que él.

—Ya veo...

Esto pareció calmar a Erhard, al menos lo suficiente como para que dejara de sudar.

—Aunque, deberían tener cuidado de no revelarlo. No sé qué podrían hacer el Rey o la Iglesia si se enteraran.

—¿Qué? ¿Van a atarme en un tronco y quemarme?

—Eso es muy específico, Umbroxia. Y también me recuerda a la quema de brujas de Salem en mi mundo.

—¿Quema de Brujas? ¿Qué mierda con tu mundo, Naofumi?

—Eran tiempos oscuros.

Otra razón para no ir a su mundo... Bueno, como dicen, el que no arriesga no gana, ¿verdad?

—En fin, ¿necesitan algo de mí y mi tienda? Porque no creo que solo quisieran venir a contarme todo esto.

Ante esto, Naofumi tomó su armadura de su Inventario y colocó todas sus partes sobre el mostrador.

—Necesito que la mejores, ya no puedo utilizarla de la mejor forma con mis niveles actuales.

—¿Y qué niveles tienes para haberla dejado tan destrozada?

Con una pequeña risa nerviosa, Naofumi sonrió.

—Nivel 80...

—... ¿Solo tú o...?

—Todas. Hay tres más afuera.

La expresión de Erhard quedó en blanco.

—En tan solo... ¿Qué? ¿Dos o tres semanas?

—Tres semanas.

Erhard me miró y yo sonreí para confirmar sus dudas. Luego volvió sus ojos a Naofumi.

—¿Qué demonios estuvieron haciendo?

—Evento de "activación" en Faubrey. Conseguimos pases por parte de la Vicepresidenta Aveline.

—Oh... Eso lo explica. Aun así, es muy sorprendente. La última vez que los vi no estaban más allá del nivel 40, y ahora esto.

—¿Qué te puedo decir? Nos esforzamos mucho.

—¡Filo pateó muchos monstruos feos!

—Ya me lo imagino. Entonces, ¿es solo esto? ¿O quieres un arma para Filo?

—Hablando de eso...

Cuando le contamos a Erhard sobre los objetos caídos, las copias de las armas y demás habilidades, él se sorprendió por la cantidad de cosas que obtuvimos de los monstruos del evento. Mencionó que, aunque las armas no tenían una cubierta de Sangre Limpia, eran muy poderosas y valiosas.

En cuanto a los Kigurumi, Erhard mostró interés en sus diversos efectos. Aunque no teníamos intención de venderlos, sugerimos la posibilidad de que él los mejorara o les diera una apariencia diferente, como la de un filolial o un dragón.

Mientras más variedad hubiera en mis Kigurumi mucho mejor.

—Puedo hacer algo con estos disfraces, pero necesitaré algunos materiales, en especial si quieren que cambie su apariencia. Las armas por otro lado, son muchas, así que eso cubrirá bastante de la paga. ¿También querías que mejore estos seis pares de garras?

—Si, a Filo y a las demás les serviría mucho. Con esto podrán hacer más daño tanto en sus formas humanas como monstruo.

—Tu armadura, los disfraces y ahora estas armas. Creo que me llevará demasiado tiempo, pero está bien, si es por ustedes me esforzaré. También es agradable hacer algo nuevo de vez en cuando.

—Gracias, Erhard.

—Has hermosos y poderosos a mis Kigurumi, Erhard.

Luego de reír un poco, el hombre levantó su pulgar hacia arriba.

—Claro, sin problema.

—Por cierto, ¿podría copiar tus escudos?

Una mueca se mostró en el rostro del herrero, pero al final suspiró y un aura de derrota lo rodeó.

—Está bien. De todas formas, imagino que el resto de los Héroes ya lo han hecho en secreto. Al menos ustedes fueron honestos. Adelante, diviértete.

—En serio, gracias.

Sin decir nada más, Erhard movió su mano e instó a Naofumi a continuar. A lo que él, caminó por toda la tienda sosteniendo escudo tras escudo.

—¿Tienes algún bastón que pueda copiar?

—No, esos los venden en la tienda de magia. Lamento no poder ayudarte, Umbroxia.

—No importa. Luego iremos allí, así que está bien.

—Oh... Acabo de recordar algo, ya vuelvo. Espérenme aquí un momento.

Mientras Naofumi aún seguía con los escudos. Filo y yo observamos los alrededores, una abrazada a la otra.

Un minuto más tarde, Erhard volvió con un nuevo escudo entre sus manos.

—Perdona por la espera... Este escudo es muy raro por esta zona.

Ese escudo... Me recuerda a...

—¿Está hecho de Siderita?

—Si, ¿cómo lo supiste?

—Naofumi ya copió uno similar en Shieldfreeden, así que no creo que funcione.

—Oh...

Naofumi se acercó al escuchar nuestra conversación y sonrió hacia el herrero.

—Podría intentarlo, no perdemos nada.

—Claro, aquí tienes.

Luego de sostener el escudo entre sus manos, Naofumi frunció el ceño.

—No, no funciona. Debe ser por lo que dijo Umbroxia.

—Bueno, supongo que volverá a su sitio a seguir juntando polvo.

Erhard tomó de vuelta el escudo, lo volvió a dejar en su lugar y luego regresó con nosotros.

Me giré hacia Naofumi y curiosa, pregunté:

—Por cierto, Naofumi, ¿conseguiste algo bueno?

—Un poco, pero la mayoría de los escudos ya los había copiado en Shieldfreeden.

—Es algo.

—Entonces, ahora, ¿qué harán?

—Planeábamos buscar al resto de Héroes, necesitamos sus métodos de fortalecimiento.

Al escuchar aquello, la expresión de Erhard se volvió complicada. Como si supiera algo que nosotros no.

El primero en hablar fue Naofumi.

—¿Qué ocurre?

—Así que no lo saben...

Fruncí el ceño, ¿ahora que habían hecho esos idiotas?

—¿Saber qué?

—Verán...

Según la explicación de Erhard, unos días luego de que finalizara la Ola, el Héroe de la Espada y su grupo fueron llamados para una importante misión del Gremio de Aventureros. Eliminar a un Dragón que estaba causando problemas en una aldea del Este.

En el proceso de eliminarlo, el Héroe de la Espada perdió a más de la mitad de su grupo, solo quedaron vivos él y su compañera, una tal Farrie. Él no salió tan herido, pero ella sí, y hasta donde Erhard sabía, ahora esa mortal se encontraba en cama y recuperándose.

Pero nada eso importaba, al menos no para Naofumi.

Porque, nosotros conocíamos esa aldea, y también a ese Dragón.

—Gaelion... Wyndia... Todos... ¡Maldición!

En un ataque de ira, Naofumi golpeó la pared a su lado. No le hizo ningún daño, por supuesto, ni esta a él, pero la tensión aún se encontraba ahí.

—¡Na... Naofumi! ¡¿Qué te sucede tan de repente?!

No respondió, solo se quedó un momento ahí, en silencio. Yo... Comprendía su ira, pero no por los mismos motivos.

Estúpido dragón, estúpida Wyndia... Me hicieron perder el tiempo cuidándolos.

Bueno, al menos el dragón fue útil.

—... Erhard, lo siento, pero debemos irnos.

Naofumi, con la mirada nublada y un rostro sin emociones, entregó el pago para nuestros encargos.

—Aquí está lo que acordamos. Regresaremos pronto, y no te preocupes, te explicaremos todo.

—Cla... claro.

—Umbroxia, Filo, nos vamos.

—Si.

—Si, Maestro.

Filo notó el estado de ánimo de Naofumi, porque su propio humor alegre había decaído.

Luego de que Naofumi se colocara su máscara y capucha encima, él se despidió de Erhard.

—¡Ah! ¡Espera, Naofumi, no les dije sobre...!

Lo que fuera que iba a decirnos quedó en nada, porque Naofumi se apresuró a salir de la tienda de armas, y juntos nos subimos al mismo carruaje de antes.

—Yuki, Luna, salgamos de aquí, rápido. Tenemos cosas que hacer.

—¿Naofumi-sama?

—¿Iwa?

—¿Se encuentra bien, Señor?

—No, ahora vámonos de aquí.

Con sus miradas preocupadas, las filoliales comenzaron a avanzar y a salir de la ciudad.

Para cuando estuvimos a las afueras, Naofumi dio su siguiente orden.

—Umbroxia, lanza Magia Drifa X, Velocidad Drifa X Total y Aura Faust X Total, chicas, quiero que vayan a toda velocidad. Si algo les ocurre a sus carruajes, haré que Aveline los mande a reparar luego.

—Naofumi, ¿no sería mejor ir volando? Viajaremos más rápido.

—No, llamaríamos más la atención. Aunque no digo que dos carruajes a toda velocidad sean discretos, no pienso dejar que averigüen quiénes somos en verdad. ¿De acuerdo?

—Si.

Aun estando furioso, Naofumi puede actuar de forma racional. Es una característica suya muy útil.

—Yo soy la Bruja Umbroxia y la fuente de todo poder. Te ordeno que escuches y obedezcas mis palabras. ¡Revela mi potencial único al romper las barreras que lo aprisionan! ¡Magia Drifa X!

Recité el primer hechizo y lo vertí sobre mí misma.

—Yo soy la Bruja Umbroxia y la fuente de todo poder. Te ordeno que escuches y obedezcas mis palabras. ¡Eleva nuestra velocidad y permítenos alcanzar nuevos destinos! ¡Velocidad Drifa X Total!

Apunté mi hechizo hacia ambas filoliales y su estadística de velocidad fue aumentada en grandes cantidades.

—Yo soy la Bruja Umbroxia y la fuente de todo poder. La Héroe del Bastón te ordena. ¡Apóyalas! ¡Aura Faust X Total!

Una vez más, lancé el hechizo sobre ellas y todas sus estadísticas se elevaron al mismo tiempo. Incluso puede que el peso del carruaje disminuyera para cada una.

Cambiando al Escudo de Verdadero Dragón Emperador, el mismo que estaba usando yo, Naofumi gritó:

—¡Corran! ¡Ahora!

—¡Si!

Cuando ambas, Yuki y Luna, comenzaron a correr, sentí como si el carruaje estuviera flotando por momentos.

Así fue durante las siguientes dos horas.


Mi MP se encontraba por la mitad y eso solo porque se estaba recuperando, ya que tuve que gastarlo por completo en el transcurso de nuestro "pequeño viaje".

En todo este tiempo, Naofumi se había mantenido callado y con la vista al frente. ¿Si me preocupaba? Claro que sí, pero confiaba en que pronto se calmaría... Al menos eso era lo que esperaba.

Ya habíamos llegado al territorio del este, pero ignoramos la aldea y nos dirigimos directo a las montañas. Todo se veía tan... marchito y agrietado, el aire a nuestro alrededor se sentía más pesado de lo normal, y el olor era asqueroso. El hecho de que el cielo estuviera oscurecido no ayudaba en nada.

¿Qué fue lo que ocurrió aquí? ¿Acaso el idiota de Ren hizo algo antes de irse? ¿O fue Gaelion durante la pelea? ¿Tenía una habilidad así siquiera? Porque nunca la utilizó en nuestro combate.

Aunque le aconsejamos que se hiciera más fuerte, tal vez fue por eso. Bueno, ¿quién sabe?

De pronto, Naofumi se dio media vuelta, y aún con el ceño fruncido, habló:

—El olor de los alrededores me recuerda a algo podrido, como si fuera un cadáver en descomposición. Solo por si acaso, cúbranse la boca y la nariz. Podría tratarse de una especie de plaga.

—Claro.

Todos asentimos sin dudar y nos cubrimos con las mangas de nuestras ropas. Naofumi, por otro lado, cambió al Escudo de Víbora de Quimera, el cual le otorgaba "Resistencia al Veneno (Media)". Esta resistencia aumentaba si teníamos en cuenta los múltiples escudos que adquirió con la absorción de mis venenos.

Podría decirse que Naofumi era casi inmune al veneno y a muchas otras toxinas, o incluso solo inmune.

Continuamos avanzando, al menos hasta que llegó un punto en el que los carruajes comenzaban a atascarse en el suelo. Sin embargo, ninguna de las dos filoliales iba a rendirse y dejar atrás sus amados carruajes. Así que tiraron con más fuerza.

Si continúan así, esas cosas no van a durar más de un día...

En nuestro camino, muchos monstruos intentaron atacarnos. Eran diferentes a los de la última vez, y yo me encargaba de ellos usando mis habilidades y lanzando hechizos. Naofumi no quería detenerse por nada, incluso si eso significaba perder partes de monstruos. Por eso, con la ayuda de Filo, ambas saltamos del carruaje y recogimos todo después de que yo lanzara "Velocidad Drifa X Total", incluyendo al dúo de filoliales.

De esa forma, obtuve algunos nuevos bastones, la mayoría, por no decir todos, estaban relacionados con el "Ataque Venenoso". Supongo que el ambiente cambió a los monstruos y los hizo más adecuados para ese tipo de atributo.

Varios minutos más tarde, nos encontrábamos a unos metros del gran cadáver de un dragón, el color de sus escamas ya no podía distinguirse debido a la propia podredumbre del cuerpo. Pero tanto Naofumi como yo sabíamos quién era.

O al menos, quién fue una vez.

—Gaelion...

Vi a Naofumi estirar su mano hacia el cadáver del dragón, el cual estaba repleto de heridas por todas partes. Una en especial, más grande que las demás, se concentraba en su vientre, de donde sus órganos podridos escapaban hacia el exterior.

Qué asco. Hacer eso y... desperdiciar una carne tan buena para que se pudra. ¿Ren es idiota o qué? Y yo que pensaba que era mejor que esos dos, al parecer me equivoqué.

Aunque veo que otros ya lo descuartizaron bastante, diría que incluso dejaron las partes no tan útiles. De todas formas, el cuerpo restante aún podría servirnos para obtener algo, si es que Leludia ya no lo hizo.

—Maestro, ¿qué era este dragón para ti?

Naofumi ni se inmutó por la pregunta de Filo, solo caminó y colocó su mano sobre el rostro podrido del cadáver de Gaelion.

—Solo... éramos conocidos, Filo. Conocidos y nada más.

Se tomó un momento en silencio y luego se dio la vuelta, centrando su mirada en nosotros.

—Hay que enterrarlo. Luego buscaremos a los demás. Si hay alguien vivo, lo llevaremos con nosotros. No creo que Ren haya asesinado a Wyndia, pero... esos mortales codiciosos, estoy seguro de que algo habrán hecho.

De seguro se refiere a los mortales de la aldea, ya que ellos fueron quienes mandaron a matar a Gaelion, incluso cuando ni él ni sus crías les habían hecho algo. Y todo por el dinero que podrían obtener de las partes de su cuerpo.

Tal vez, si Naofumi me lo permite, vaya a torturarlos a todos. Luego quemaré la aldea y problema resuelto.

Mientras nos preparábamos para comenzar a mover el cuerpo, todos mis sentidos fueron invadidos por una sensación de peligro, alertándome de una amenaza inminente.

Cuando me giré para ver a Leludia, noté que también tenía los ojos abiertos y la piel erizada. Ambas miramos hacia el origen de esta reacción y entonces...

—¡Gaooooooooooh!

El cuerpo muerto, podrido y asqueroso de Gaelion comenzó a moverse, y en pocos segundos ya se había puesto a la defensiva frente a todos nosotros.

—¡Naofumi! ¡Cuidado!

Ante el repentino rugido y mi grito de advertencia, Naofumi corrió hacia nosotras y levantó el Escudo frente a Gaelion.

Espera, ¿seguía siendo Gaelion si quiera?

Como si fuera para responder a mi pregunta, un mensaje apareció en mi Estado.


¡Un nuevo Enemigo ha Aparecido!

Dragón Zombi LV 66


Espera... ¡¿Qué?! ¿En serio este tipo se hizo tan fuerte? Claro, comparado a nosotros es patético, pero ahora tiene sentido que haya eliminado a gran parte del grupo de Ren.

Bien hecho, Gaelion. Te volviste más fuerte, y aun así no pudiste salvar a tus hijos de las garras de los mortales.

Qué patético.

Los órganos del Dragón Zombi comenzaron a regenerarse, las alas y cola que una vez le habían sido arrebatadas, ahora las había recuperado. Aunque sus garras y colmillos todavía le tomarían tiempo regenerarlos. No íbamos a permitir que eso sucediera.

—¡Maestro! ¡Filo puede atacar a este dragón! ¡Filo quiere acabar con esa cosa!

—¡Yuki se siente igual, Naofumi-sama!

—¡Iwa!

—¡Ustedes no harán nada!

—¡Pero...!

Con una mirada de furia pura, Naofumi descartó los deseos de las tres filoliales, quienes se sintieron intimidadas por su maestro y no dijeron nada más.

Puede que esté sudando un poco... y no es por este dragón.

El Dragón Zombi atacó en nuestra dirección con su cola, pero Naofumi la bloqueó con el Escudo de Víbora de Quimera, activando así su contraataque y envenenando al dragón. Sin embargo, aparte del daño infligido, no pareció tener efecto alguno.

—Naofumi, puedo encargarme si quieres. Sería demasiado fácil.

—No, si lo haces dañarás su cuerpo aún más de lo que está. Necesitamos encontrar otra forma.

—Uh... ¿Por qué no le quitamos el fragmento del núcleo?

Quien habló no fue nadie más que Leludia. Ella tenía el dedo levantado y una mirada tímida puesta en mí.

—¿A qué te refieres, Leludia? ¿No se supone que el fragmento del núcleo solo se absorbe y ya? Digo, ni siquiera pertenece al cuerpo original del dragón.

Al ver que yo no me había opuesto a su sugerencia, Leludia formó una sonrisa cálida y sin dudas en su rostro.

—En realidad, es más complicado que eso. Pero, en resumen, una vez que un dragón consume un fragmento del Rey Dragón, su mente se funciona con él al igual que su "alma".

» Mientras tenga el núcleo y su cuerpo, podrá volver a la vida en una forma más deteriorada y en ocasiones sin mente. Aunque eso se puede solucionar de otra manera... ¡Pero lo que deben saber es que, si le arrebatan el fragmento, entonces será suficiente!

Eso sí que suena interesante, ¿cuántas cosas más pueden hacer los dragones? Tal vez le pregunte a Leludia más tarde.

—Naofumi, ¿permitirías que Leludia se encargue de esto?

—Si sabe lo que hace, no tengo ningún problema. Pero que lo haga rápido.

—Ya lo oíste, Leludia. Demuestra de que lo que es capaz un Verdadero Dragón Emperador.

—¡Si!

La sonriente dragona corrió fuera de la protección de Naofumi, justo en ese momento, el Dragón Zombi comenzó a escupir un gas morado desde su boca. Naofumi pudo repelerlo sin problemas con su escudo, evitando que todos, incluida la Sombra, nos viéramos afectados.

Por su parte, Leludia esquivó todos los ataques del Dragón Zombi, se posicionó en un lugar seguro y cambió de forma.

Ahora dos dragones se estaban enfrentando, pero uno de ellos superaba al otro tanto en tamaño como en poder.

—Lo siento, amigo de Naofumi, pero debo detenerte porque Umbroxia me lo ordenó.

—¡Gaooooooooooh!

—... Ni siquiera puedo entenderte.

El Dragón Zombi intentó atacar a Leludia con su cola, pero ella la repelió con su propia cola. Al ver que su primer ataque falló, el Dragón Zombi decidió morder a Leludia. Sin embargo, ella solo lo tomó del cuello con su poderosa garra y lo sometió contra el suelo.

—Qué débil. Incluso después de potenciarte con tu resurrección fallida e incompleta... Creí que darías más pelea.

Por un momento, la mirada de Leludia se volvió fría, como si estuviera despreciando a su enemigo.

—¡Leludia! ¡Este no es el momento de sentirte superior! ¡Toma su fragmento y termina con esto!

—¡¿Uh?! ¡Si! ¡Lo siento, Umbroxia!

Sin perder un segundo más, Leludia clavó sus garras en el pecho del Dragón Zombi, lo que provocó que este rugiera de dolor.

Para cuando terminó su tarea, el Dragón Zombi yacía en el suelo sin moverse, mientras que en la garra de Leludia se encontraba el fragmento del Dragón Emperador.

—¿Qué hago con esto, Umbroxia? ¿Lo absorbo o...?

—Mmm... ¿Qué dices, Naofumi?

Naofumi miró el fragmento y luego cerró los ojos unos segundos, parecía estar pensando.

—No. Le corresponde a Wyndia decidir qué hacer, si es que aún está aquí.

—Filo y yo la buscaremos, ustedes pueden enterrar el cuerpo. Aunque, creo que deberíamos absorberlo primero y llevárselo a Erhard, podríamos mejorar tu armadura con todo esto.

—... ¿En serio, Umbroxia?

—¿Qué? Ya está muerto, en primer lugar, lo que importa no es el cuerpo sino el alma, y Leludia es quien la tiene ahora mismo.

Con un suspiro agotado, Naofumi asintió.

—Bien... lo absorberé. Luego veremos qué hacer con él.

—¡Así se habla, Naofumi! ¡Filo, ven conmigo!

—¡Claro, Onee-chan!

Y así, dejamos a Naofumi y a los demás encargarse de todo.


Cuando nos acercamos a la cueva, vimos a nuestro alrededor algunos cadáveres de monstruos en descomposición, y todos eran hijos de Gaelion. Entre ellos, uno me resultaba familiar, se parecía al dragón redondo de la última vez, solo que más grande y con una forma más de dragón.

Tú también moriste, ¿eh?

Absorbí todos los cadáveres en el Bastón, pero solo conseguí bastones relacionados con la segunda especie a la que pertenecían, es decir, las de sus madres.

Seguimos avanzando hasta entrar a la cueva. Allí no encontramos nada más que sangre seca y signos de lucha. Todo estaba sucio y destruido. Y, como era obvio, no había ningún rastro de Wyndia.

Tal vez la mataron o la esclavizaron. Si tenemos suerte, estará en la aldea. Si no, habrá que ir a la tienda de Mortal Repugnante.

—Aquí no hay nada. Volvamos, Filo.

—¡Claro, Onee-chan!

Entonces, regresamos con los demás.


Naofumi estaba molesto, no, furioso. Después de que le conté sobre el estado de la cueva y los hijos de Gaelion, hizo que todos subiéramos a los carruajes y partimos hacia la aldea de los mortales.

Jo, jo, jo, jo, esto será divertido.

Pasaron varios minutos de un "largo" viaje, hasta que por fin llegamos a la aldea. Y, esta... Digamos que no estaban en su mejor momento.

La plaga debió extenderse hasta aquí. Bueno, como dice un proverbio del mundo de Naofumi, "cosechas lo que siembras".

Al detenernos frente a la aldea, un mortal nos vio y se acercó.

—¿Quiénes son? ¿Aventureros? ¿O comerciantes? No... no importa. Odio decirles esto, pero... nuestra aldea está muy enferma. Deberían escapar... cof... mientras aún pueden.

El miserable mortal estaba al borde de la muerte, y, aun así, a Naofumi no pareció impórtale.

—Necesito hablar con el líder de tu aldea. ¿Sabes dónde se encuentra?

—Él... está muerto.

Un gruñido de molestia escapó de la boca de Naofumi.

—¿Quién está a cargo?

—¿Qué...? ¿Qué es lo que quieren?

—Ya hemos solucionado el problema de la plaga. Ahora solo necesitamos hacerle algunas preguntas a tu líder. Repito, ¿quién está a cargo?

La esperanza pareció volver a los ojos del mortal... Estúpido iluso.

—¡Por... favor! ¡Síganme! ¡Yo... los guiaré con ella!

Mientras Naofumi, Filo, Leludia y yo nos dirigíamos al interior de la aldea, Yuki y Luna se quedaron en sus formas filolial para vigilar los alrededores. La Sombra nos seguía en secreto.

El mortal nos guio hasta un gran edificio apartado del resto y repleto de basura mortal, todos enfermos y con un pie en la tumba. Justo detrás de este, se podía ver un cementerio con varias tumbas recientes.

Qué lástima, si hubiéramos esperado un poco más todos estarían muertos. Pero eso no sería tan divertido, yo quiero hacerlo con mis propias manos.

—¡Señorita! ¡La ayuda... ha venido!

Al entrar a la gran habitación, noté a alguien que se diferenciaba del resto de mortales. Al contrario de ellos, su vestimenta era lujosa y denotaba nobleza. Su cabello era azul y atado en dos coletas a los lados. Ah, y también era una niña no un poco más baja que Filo o las demás, yo incluida.

¿Qué mierda?

Yo conocía ese rostro, pero... ¿Qué hace aquí de todos los lugares?

—¿La ayuda? ¿Al fin han venido los Héroes?

—No. Pero... estas personas dicen... cof... haber acabado con la... cof... plaga.

Cuando la mortal se nos acercó, la furia de Naofumi cambió y ahora se había transformado en confusión.

—¿Eres la líder...?

—Así es. Puede que mi apariencia diga otra cosa, pero estoy más que capacitada para este trabajo. Al menos por un tiempo.

Naofumi respiró hondo y resopló.

—No me importa quién seas, solo necesito tu ayuda o la de alguno de estos tipos para encontrar a alguien.

—... Claro... dime, ¿a quién buscas?

—Una niña, de tal vez diez u once años, es una semihumana tipo perro, y... era la hija adoptiva del Dragón que estas escorias mandaron a matar.

El ambiente se tensó, y todos y cada uno de los mortales en la habitación, al menos los que podían, posaron sus ojos sobre Naofumi. Por otro lado, la mortal se mostraba confundida al respecto.

—Perdón, pero no sé de qué estás hablando. Ese dragón no ten...

Ese Dragón, se llamaba Gaelion, y si, él tenía una hija, varias de hecho. Pero las escorias codiciosas hicieron que muriera a manos del Héroe de la Espada y asesinara a sus hijos. No creo que le hubiera hecho daño a Wyndia, así que, si no fue él... ¿Quién fue?

Consumido por la ira, Naofumi cambió al Escudo de la Oscuridad Divina e infundió el efecto de "Presencia Maligna".

—¡Ese Escudo...! ¡¿Usted es...?!

—¡Ahora! ¡¿Alguien va a hablar?!¡¿O tendré que obligarlos a hacerlo?!

El miedo se propagó como la mismísima enfermedad, afectando a todos en la habitación, incluida la propia mortal. Al estar tan cerca, sufrió aún más los efectos y cayó al suelo a causa de esto.

Entonces, uno de los mortales decidió hablar.

—Esa niña... fue... fue vendida por los... aventureros. O eso fue lo que... dijeron.

Con su mirada furiosa centrada en ese único mortal, Naofumi se acercó a él y lo miró directo a los ojos.

Continúa.

—¡Es...! Es todo... lo que sé. ¡Lo juro!

—Lo juras, ¿eh? Tal vez deba darte una probada del verdadero terror. Porque, ¿sabes qué?No te creo.

—¡¿Qué?! ¡No...! ¡Te he dicho lo que... querías! ¡No me hagas... cof... daño!

Apunto de tocar con su Escudo el rostro del mortal, Naofumi fue detenido por la voz de la mortal.

—¡Al... alto! ¡¿Qué...?! ¡¿Qué crees que estás haciendo?! ¡Eso...! ¡Eso no es lo que se supone que hagan los Héroes! ¡Héroe del Escudo!

Todos y cada uno de los mortales expectantes, abrieron los ojos con asombro y aún más miedo.

—¿Crees que me importa eso en este momento? Para este país, mi reputación ya es la de un criminal, por lo que hacer esto no cambiará nada. Solo quiero... que estas escorias me digan dónde está Wyndia y luego hacer que sufran por todo lo que han hecho. Eso es todo.

—¡Tú...! Madre estaba equivocada, ¡el Héroe del Escudo es un monstruo!

Con ojos abiertos con rabia pura, Naofumi se giró hacia la mortal y dejó de lado a la patética excusa de ser humano.

—¡¿Yo un monstruo?! ¡Ellos fueron quienes arruinaron las vidas de aquellos que consideraba unos amigos! ¡Todo por su asquerosa codicia! Ellos... Todos ellos... ¡Merecen el peor de los castigos!

—¡¿Y los niños?! ¡¿Qué hay de ellos?! ¡¿Qué culpa tienen de los pecados de sus padres?!

Todo quedó en silencio. Los ojos de Naofumi recorrieron la habitación y se encontraron con cada niño aún vivo, algunos aterrados por su presencia, otros apenas respirando para sobrevivir, y muchos más al borde de la muerte.

La ira en él pareció disminuir una vez más, sus brazos cayeron sin fuerzas a ambos lados de su cuerpo, y, a diferencia de antes, ahora su rostro no mostraba nada más que arrepentimiento.

Creo que esto ya fue demasiado lejos. Si Naofumi va a salir herido, entonces ya no vale la pena. Los mortales pueden vivir o morir para lo que me importa.

Mi Naofumi es prioridad.

Tanto Filo como yo nos acercamos a Naofumi y cada una rodeamos uno de sus brazos, otorgándole un suave abrazo. Él miró hacia abajo y al vernos comenzó a calmarse.

Su escudo ya había sido cambiado al mismo de antes.

—Umbroxia, Filo, nos vamos.

Comenzamos a caminar hacia la puerta, pero la voz de la misma mortal nos detuvo, una vez más.

—¡¿Vas a dejarlos así?! ¡Morirán si no son tratados! ¡Eres un Héroe, haz tu trabajo!

—¡Mi trabajo...! ¡Son las Olas! Lo que le suceda al resto no es asunto mío.

—¡Aun así! ¡Si los adultos mueren, ¿quién cuidara a los niños?! ¡Al final, todos morirán y tú pudiste haber ayudado! Dime, ¡¿podrías vivir con esa carga en tu conciencia?!

Los puños de Naofumi se apretaron al igual que sus dientes, luego pisó el suelo con rabia, y miró hacia el cielo.

—Filo, ve a avisarle a las chicas que estaremos un tiempo más aquí. Umbroxia, Leludia, ayúdenme con esto.

—¡Si, Maestro!

—Si es lo que quieres. No me opondré.

—Claro.

Luego de que Filo se fuera, nosotros volvimos al centro de la habitación.

—Umbroxia, lanza el hechizo de Sanación Drifa X Total, yo iré a hablar con el boticario de la aldea, necesito más información sobre la enfermedad. Leludia, ¿puedes utilizar el Camino de la Vena del Dragón para curar a estas personas?

—Si. Solo necesito una poción, y si la calidad es alta, entonces el hechizo será mejor.

—Bien.

Naofumi buscó en su Inventario y tomó una de sus nuevas pociones de curación más poderosas. Entonces, se la entregó a Leludia.

—Debería ser yo quien haga beber estas pociones, debido a mis bonos del Escudo y todo eso. Pero haz lo tuyo hasta que regrese.

—De acuerdo.

Después de que Naofumi se fuera, terminé de asignar y reemplazar algunos puntos de mis hechizos, y comencé con el hechizo.

—Yo soy la Bruja Umbroxia y la fuente de todo poder. Te ordeno que escuches y obedezcas mis palabras. ¡Libéralos del dolor y las penurias y otorga una nueva vida a los seres inferiores ante mí! ¡Sanación Drifa V Total!

—Esa V en el hechizo, ¿por qué tú...?

Veo que lo reconoció... Qué molestia.

Cuando el hechizo se liberó, una parte de los mortales en la gran habitación fueron afectados, haciendo que la curación en sus cuerpos sea instantánea.

Aquellos en los que me concentré fueron los niños o los que se veían más débiles. El resto podría esperar.

La siguiente en recitar su hechizo fue Leludia. En su mano sostenía la poción abierta de Naofumi.

—Yo, Leludia la Verdadera Dragón Emperador, tomo prestado el poder de esta poción y exijo que cumplas mi orden. ¡Camino de la Vena del Dragón, recupera la salud de aquellos elegidos por mí! ¡Resurgimiento Curativo!

Habiendo utilizado todo el líquido de la poción, Leludia dispersó su hechizo en todas las direcciones posibles, y si bien no se mostraba tan efectivo como mi propio hechizo, si era poderoso.

—¿Una... Dragón Emperador? Espera, ¡¿el Héroe del Escudo tiene una Dragón Emperador?!

Por un momento, los ojos de la mortal parecieron brillar. ¿Y a esta que le ocurre ahora?

Aunque, según leí, a su madre le interesaban las leyendas de los Héroes, la Reina Filolial, y demás, entre ellas la del Dragón Emperador. Tal vez su hija sea igual, al menos esta si lo parece.

Así es. Esta mortal no es otra que Melty Q. Melromarc, la hija menor de la familia Melromarc, así como la segunda princesa y la destinada a heredar el trono. En palabras de Aveline, quien me lo informó luego de preguntarle, esto fue decretado por la Reina Mirellia al notar el comportamiento estúpido e irresponsable de la Zorra de su hija.

—También tres Reinas Filoliales. Solo por si te interesa.

—¡¿Tres?! ¡Eso es siquiera posible?! ¡¿No existía solo una?!

—Luego, si Naofumi está de humor, te lo explicará, Princesa Melty.

La expresión en el rostro de Melty se contrajo, indicando que no quería que nadie supiera sobre su verdadera identidad. Fue bueno haberlo mencionado en voz baja.

Lástima que ella no mostrara la misma consideración hacia Naofumi... No importa, podemos utilizar eso a nuestro favor.

—Ahora, continuemos con nuestra tarea, ¿de acuerdo?

—S... si.

Mi sonrisa se expandió a límites macabros. Me pregunto, ¿cómo sería mancillar a una princesa?

Filo, Leludia, tal vez tengamos una nueva integrante en nuestro pequeño harem.

Y ya estoy ansiosa por probar su carne y escuchar sus gritos.


El proceso de curar a todos estos estúpidos mortales no tardó demasiado, ya que una vez que el origen de la plaga ya no existía, todo se volvía mucho más fácil.

Durante todo este tiempo, Naofumi priorizó a los niños en lugar de a los adultos. Los curó utilizando sus pociones y la ayuda de los bonos del Escudo, y aunque lo hizo con evidente molestia, también curó la enfermedad de los adultos. Entre ellos se encontraban aquellos que compartían la responsabilidad por la muerte de Gaelion, sus hijos y el secuestro de Wyndia.

Mortales repugnantes, aprovechándose de la poca bondad de Mi Naofumi.

Al terminar, nos dimos la vuelta y comenzamos a caminar de regreso hacia los carruajes. Ante esto, Melty corrió detrás nuestro.

—¡Esperen! ¡Necesito hablar con ustedes antes!

Vi a Naofumi detenerse, así que también lo hice. Filo y Leludia siguieron mi ejemplo.

—¿Qué quieres, Princesa?

—No... no me llames así, tengo un nombre, y es Melty.

Naofumi suspiró.

—Bien, Melty, ¿qué necesitas hablar con nosotros?

—¿Puede ser en un lugar más privado?

Mirando alrededor, podíamos ver a los mortales observando nuestra conversación.

Malditas escorias, métanse en sus propios asuntos.

—A los carruajes.

Un tiempo después, ya nos encontrábamos en el carruaje de Yuki y en completa privacidad.

—Ahora sí, habla.

—Maestro, ¿aún está molesto?

—No, Filo, yo... Sí, lo siento. He estado muy estresado con todo lo de Gaelion, Wyndia y... Solo quiero encontrarla lo más pronto posible.

—Lo entendemos, Naofumi, pero por ahora, intenta tranquilizarte un poco y dejar de pensar en eso, ¿de acuerdo?

—Si...

Unos pocos resoplidos más tarde, y Naofumi ya estaba como nuevo... casi.

—Empecemos otra vez. Mi nombre es Naofumi Iwatani y soy el Héroe del Escudo.

—¡Filo es Filo!

—Leludia.

—Umbroxia.

Melty se me quedó mirando un momento, y luego al Bastón, pero entonces volvió su mirada a Naofumi.

—Soy Melty Q. Melromarc, la segunda princesa y heredera al trono. Y vengo en nombre de mi madre, la Reina Mirellia Q. Melromarc, para pedirle a usted, Héroe del Escudo... No, Iwatani-sama, que se reconcilie con mi padre, el Rey Aultcray.

Sin dudarlo ni un segundo, Naofumi respondió:

—Lo siento, pero es imposible.

—¿Eh...? ¡Pero...! ¿Por qué?

—En resumidas cuentas, tu padre es un gobernante inepto, que se deja llevar por las emociones y no ve cómo sus acciones han perjudicado al reino. Esto ha llegado al punto en el que la propia reina no puede estar presente, ya que tiene que apaciguar la furia de los demás países.

—Veo que lo sabes todo...

—Si. Pero puedo entenderlo, el odio destruye las mentes de las personas y las vuelve la peor versión de sí mismas.

Por un momento, sentí la mirada de Naofumi en mí. Pero no me molestaba, porque sabía que no era con malicia.

—Por ese motivo, hasta que ese hombre no recupere su compostura o la reina vuelva a retomar el liderazgo del reino, no planeo tener nada que ver con la familia real. Mucho menos con tu hermana, esa cosa no merece ni mi perdón.

—... Comprendo que mi familia te ha hecho mucho daño a ti y a tus compañeras, pero, ¿podrías al menos darle una oportunidad a mi padre? Tal vez, si lo hablaran cara a cara, ustedes...

—No, no tengo interés en formar lazos con este país de momento. Solo vendré para enfrentar las Olas y atender mis propios asuntos. Así que, lo siento, Princesa Melty, pero esa es mi respuesta por ahora.

—... Entiendo.

La abatida princesa, se recostó sobre el asiento del carruaje y dio un pequeño suspiró lleno de cansancio.

—Por cierto, tengo una última pregunta. Ese Bastón de ahí, es acaso...

Levanté el Bastón y lo transformé frente a ella. Ahora que ya no representaba una amenaza, no importaba si ella lo descubría o no.

También deseaba ver la expresión en su rostro al enterarse. Tal vez experimentaría un ataque de pánico al creer que su padre había muerto.

—¿El Bastón de Siete Estrellas? Si, ¿por qué?

—¿Qu...?

Como había anticipado, su rostro palideció en cuestión de segundos, el sudor comenzó a brotar de su rostro y unas lágrimas rodearon sus ojos.

—¡Umbroxia! Es una niña, no juegues así con ella.

—Si, sí, lo sé. No lo volveré a hacer...

—Bien.

Nunca prometí nada, así que eso no cuenta, je, je.

Con una pequeña sonrisa en el rostro y su mano sosteniendo la de Melty, Naofumi intentó tranquilizar a la alterada niña.

—Princesa Melty, su padre no está muerto. Según me dijo Umbroxia, el Bastón decidió abandonar a su portador anterior por voluntad propia, al parecer la consideraba a ella una mejor elección.

Las palabras de Naofumi tuvieron su efecto sobre Melty, ya que poco a poco la niña se iba calmando.

—Pero... Eso quiere decir que mi padre ya no es más un Héroe... Mi madre estará muy molesta cuando se entere.

—Quiero estar ahí cuando suceda. Será tan divertido.

—Ahora no, Umbroxia.

—Como quieras.

Con la princesa ahora más tranquila, Naofumi volvió a acomodarse en su lugar y nos tomó tanto a Filo como a mí de las manos.

—¿Tiene algo más que decir, Princesa Melty?

La niña negó con la cabeza y se levantó de su asiento.

—Ya he dicho todo lo que quería, y ahora que también han curado a los aldeanos, por fin puedo seguir mi camino hacia el reino.

—¿Quiere que la llevemos?

En un principio, Melty se mostró sorprendida por la pregunta de Naofumi, pero luego sonrió en aceptación.

—Sería un placer. Pero primero, me gustaría despedirme de los aldeanos y asegurarme de que todo vaya a estar bien.

—Claro.


Alrededor de diez minutos después, Melty ya había acabado sus asuntos y ahora se encontraba frente a nosotros a un lado de los carruajes. Aunque no venía sola.

¿Y esos tres qué?

—Princesa Melty, ¿esos filoliales son suyos?

—Oh, ¿estos? No, solo son filoliales salvajes que me ayudaron a cruzar la frontera y llegar hasta aquí. Conocerlos fue toda una aventura, también lo fue con esa filolial blanca y de tres plumas extras en la cabeza.

¿Plumas extras? Pero, si los filoliales son todo plumas.

Cuando miré a los filoliales, estos me observaron con enojo, lo mismo para Leludia.

—¡Dragón!

—¡Aléjate de nosotros!

—¡La Reina te destruirá si te acercas más!

¿La Reina? ¿Hablan de la Reina Filolial llamada Fitoria?

Estaba a punto de preguntar, pero tanto Filo, Yuki y Luna, vinieron en mi rescate. Leludia solo los observó a un lado con odio en sus ojos.

El trío filolial se transformó en su forma de Reina y fulminaron con la mirada a sus contrapartes inferiores.

—¡No molesten a Onee-chan! ¡O Filo se los comerá!

—¡Yuki no permitirá que alguien insulte o amenace a Umbroxia-chan!

—¡Luna se enojará aún más si se acercan a Um!

¡Aaaah! ¡Mi propio harem de filoliales! ¡Reinas nada menos! Nunca me interesaron demasiado estas cosas, pero ahora pienso que no solo es divertido, sino también... excitante.

Por cierto, mi celo terminó anoche, o al menos eso me di cuenta gracias a Leludia. Pero, aun así, mi deseo de aparearme y tener muchos bebés no disminuyó ni un poco.

Quizás ya me he acostumbrado demasiado a esa sensación como para alejarme de ella.

—¡Oooh! ¡¿Estas son las Reinas Filoliales de las que hablabas?

—¡¿Reinas?! ¡¿Candidatas a Reina Filolial!

Olvidando por un momento que estaban siendo amenazados por las chicas, los filoliales gritaron sorprendidos al unísono.

—¡Fitoria debe saberlo!

Espera, entonces, ¿sí conocen a la Reina Filolial en persona?! Eso es...

Perfecto.

Cuando los tres filoliales comenzaron a correr hacia el bosque, levanté la mano en su dirección y luego los señalé con el dedo.

—Chicas, que no escapen, los necesito con vida.

—¡Si!

—¡¿Eh?!

Sin darles la oportunidad de escapar aún más, Filo, Yuki y Luna se abalanzaron sobre ellos y los atraparon con sus poderosas garras.

—¡Ahhh! ¡Ayuda! ¡Fitoria, auxilio!

—¡Dejen de llorar y escuchen con atención!

—Eh, ¿qué se supone que está haciendo ella, Iwatani-sama?

—Naofumi está bien, y respondiendo a tu pregunta, no tengo idea. A veces puede ser impredecible.

—Ya veo. Ah, por cierto, puedes llamarme solo Melty. Y, ¿podrías tener un tono menos formal conmigo?

—Claro, Melty. No hay problema.

—Gracias, Naofumi.

Con los filoliales ya colocados frente a mí en el suelo y con el trío haciendo guardia, no había nada que me impidiera dar a conocer mi objetivo.

—Escúchenme, porque solo lo diré una vez. Necesito ver a Fitoria, el Héroe del Escudo y la Héroe del Bastón la necesitan.

—¿Héroes?

Esto pareció captar su atención.

—Sí, su Reina posee algo que necesitamos y si no lo obtenemos, no podremos combatir las Olas al máximo de nuestro potencial. ¿Me siguen?

—¿Y eso qué es?

—El método de fortalecimiento de su arma.

Exacto. Según lo que averigüé del Bastón Vasallo cuando le pregunté sobre los Héroes Sagrados y los Vasallos aún vivos, como también cuáles Armas tenían o no portador, y dónde podría encontrarlos, este debido a sus propias limitaciones, hizo que no consiguiera demasiada información. Aun así, logró proporcionarme una lista con nombres, al menos de aquellos que conocía, ya sea a través de relatos o en persona.

[Héroe del Escudo, Naofumi Iwatani.] [Estado actual, Activo.]

[Héroe de la Espada, Ren Amaki.] [Estado actual, Activo.]

[Héroe de la Lanza, Motoyasu Kitamura.] [Estado actual, Activo.]

[Héroe del Arco, Itsuki Kawasumi.] [Estado actual, activo.]

[Héroe del Bastón, Umbroxia.] [Estado actual, Activo.]

[Héroe del Martillo, Desconocido.] [Estado actual, Inactivo.]

[Héroe de la Garra, Desconocido.] [Estado actual, Inactivo.]

[Héroe del Látigo, Desconocido.] [Estado actual, Inactivo.]

[Héroe del Hacha, Desconocido.] [Estado actual, Activo.]

[Héroe del Proyectil, Desconocido.] [Estado actual, Activo.]

[Héroe de los Guanteletes, Desconocido.] [Estado actual, Inactivo.]

[Héroe del Carruaje, Fitoria.] [Estado actual, Activo.]

Si se supone que cada Arma Sagrada tiene dos Vasallas acompañándolas, ¿por qué solo había siete Armas Vasallas en este mundo? No tenía sentido.

O bien el Bastón se había equivocado, lo cual resultaba bastante extraño, o...

Había una octava Arma Vasalla no registrada por los mortales, pero, ¿dónde? ¿Se ocultaba en algún país desconocido para el mundo? ¿La habían tomado los Reencarnados hace tiempo? ¿Qué fue lo que pasó con esa arma?

Sencillo. Una Filolial que ha vivido por mil años era su portadora, y al estar siempre escondida de todo y nunca morir, ningún otro pudo volverse el portador de tal arma y jamás se dio a conocer.

La pregunta es, ¿por qué? Si los Héroes deben salvar al mundo de las Olas, ¿por qué ocultarse?

¿Acaso no le importa nada a excepción de su odio justo como dijo Gaelion? Pero, si es así, ¿su arma no debería haberla abandonado ya? No, no era eso.

Fitoria, ¿estaba luchando contra las Olas en secreto? ¿Se esconde de los Reencarnados? ¿Sabe sobre ellos siquiera? ¿Hasta dónde llega su conocimiento?

Por esas razones quiero hablar con ella. Por supuesto, el método de fortalecimiento es prioridad, pero, descubrir nueva información también lo era.

Quizás ella ya conozca el resto de métodos de fortalecimiento, ¡los veinticuatro nada menos! Sería una gran ventaja, y nos ahorraríamos tener que hablar con esos tres idiotas.

Tanto poder... ¡¿Por qué no lo aprovecha al máximo?!

Si esa idiota hubiera venido a nosotros antes, ¡las Olas serían nada en comparación!

No la entiendo, pero, al mismo tiempo creo que sí. Yo era igual, estaba sola y acumulando poder y conocimiento, porque ya me había rendido a los mortales y no veía motivos para ayudarlos más.

Tal vez sea lo mismo con ella. No lo sé...

Pero, es una filolial, ¡la Reina Filolial Original! Y si es como Filo y el resto de su especie, entonces solo es una idiota más.

Sin ofender a Mi querida Filo, por supuesto.

Ahora, volviendo con los tres filoliales...

—¿Y qué dicen? A cambio de que le presente estas tres Candidatas a Reina Filolial, ella deberá venir a nosotros.

—Mmm... ¡Bien! ¡Pero, ¿cuándo?! Fitoria está ocupada con algunas de las Olas.

Entonces sí lucha contra ellas, bueno, eso responde una de las preguntas.

—Pensaba en un pueblo de Melromarc, Riyute. Díganle que nos encuentre luego de la tercera Ola de Melromarc, y que no se impaciente si llegamos tarde por cualquier motivo. ¿Sí?

—¡Está bien! ¡Ahora déjanos ir!

—Chicas.

Miré hacia ellas, y con el ceño fruncido y un resoplido de molestia, permitieron el paso a los ahora animados filoliales. Con eso hecho, los tres desaparecieron en el interior del bosque.

—Tengo una pregunta, Umbroxia. ¡¿Qué rayos fue todo eso?!

—¿No recuerdas lo que te dije sobre Fitoria?

—Ah, lo del Carruaje Vasallo. Cierto, lo había olvidado. Culpa mía.

—Así es, necesitamos su método y si tiene el resto mejor. Por eso acordé que nos viera en Riyute, ahí estaremos seguros.

—Entiendo. Pero, ¿por qué no Shieldfreeden? Nadie nos molestara ahí, Melromarc por otro lado...

—Habremos hecho la Ola en ese entonces y no tengo idea si tiene puntos de teletransporte en ese país. Al ver a sus filoliales aquí, supuse que debería estar cerca, o tener guardado un punto en Melromarc.

—Lo pensaste mucho, y en muy poco tiempo. Eso es increíble.

—Si. Lo sé.

—¡Onee-chan es increíble!

Las tres filoliales, aun en sus formas de Reina, me rodearon en un abrazo conjunto y "aplastaron" mi cuerpo con sus suaves y cálidas plumas.

¡Esto es tan suave! No quiero escapar jamás...

—Naofumi, según lo que entendí, ¿van a reunirse con la Reina Filolial en Riyute luego de la Ola?

—Si, ¿por qué?

En ese momento, se produjo un chillido tan fuerte y molesto que casi me destruye el tímpano. Y no solo fui yo, todos en el grupo estábamos igual. Incluida la Sombra.

—¡¿Puedo ir con ustedes?! ¡Yo amo las leyendas de la Reina Filolial! ¡No! ¡Yo adoro a los Filoliales! ¡Se los suplico! ¡Déjenme acompañarlos!

—Cl... Claro. No hay ningún problema, ¿verdad, Umbroxia?

—... Mientras no vuelva a hacer eso, está bien.

—¿Chicas?

—Lo mismo que Onee-chan.

—Yuki no tiene ninguna objeción.

—Luna tampoco.

—Lo que diga Umbroxia.

Al escuchar todas nuestras opiniones, Naofumi asintió con la cabeza.

—Si a Umbroxia y a las chicas no les importa, a mí tampoco.

Miré a la emocionada niña, suspiré y dije:

—Bien. Melty, puedes venir.

—¡Siii! ¡Siento que voy a...!

—¡Sin más chillidos!

Con la charla terminada, Yuki y Luna volvieron a tirar de los carruajes. El resto de nosotros subimos esta vez al carruaje de Luna. Habíamos acordado rotarnos en la conducción de los carruajes y en su ocupación. En este caso, Naofumi tomaría las riendas del carruaje de Luna, mientras que la Sombra se encargaría del de Yuki.

Entonces partimos de regreso al reino, pero a un paso mucho más lento. Aunque podríamos teletransportarnos con la habilidad "Portal", preferimos disfrutar un poco del viaje y permitir que Naofumi se mantuviera tranquilo por un tiempo más.

Wyndia, tendrás que esperar un poco más.

De esa forma, avanzamos de vuelta a la Ciudad del Castillo. Donde esperábamos recuperar a Wyndia y encontrarnos al menos con un Héroe.


Era por la tarde y el sol se estaba ocultando en el horizonte. Nos había llevado un tiempo llegar a la ciudad sin los hechizos Drifa. Sin embargo, con la velocidad normal de las filoliales, el hechizo de Magia Zweite sobre mí y el hechizo de Velocidad Zweite Total en ellas, no tardamos demasiado.

Al llegar a la entrada de la ciudad, uno de los guardias nos detuvo. No era el mismo de antes, por lo que no sospecharía de nosotros al regresar. Le hizo las mismas preguntas a Naofumi que el otro guardia, y él respondió de la misma manera que antes. Entonces, nos permitieron el paso.

Seguimos avanzando por la ciudad hasta llegar a la tienda de armas. Nos detuvimos frente a ella y yo volví a cambiar a mi forma cría, luego salté a uno de los hombros de Naofumi.

—Creo que este es el adiós temporal, Melty.

—Cierto, pero nos volveremos a ver después de la Ola.

—Así es. Leludia, ¿podrías acompañar a Melty al castillo?

La dragona miró a Naofumi y después a mí, a lo que respondí con un asentimiento.

—Claro.

Leludia abrió la puerta del carruaje y permitió que Melty saliera primero, luego ella la siguió por detrás.

—Fue un gusto conocerlos.

—Para nosotros también.

—¡Hasta luego, Mel-chan!

—Nos vemos, Filo.

Ambas se despidieron la una de la otra, y luego tanto Melty como Leludia se marcharon.

Siendo sincera, me molesta un poco. Durante todo este tiempo en el carruaje, Filo y Melty han estado muy... unidas. Ahora Filo considera a Melty como su amiga, y dado el amor de Melty por los filoliales, su relación solo mejora aún más.

¿Estaré siendo muy posesiva? Digo, reconozco que tengo celos, pero aun así...

Solo no quiero que ocurra lo mismo que con Trea, que me dejen por alguien más. Pero al mismo tiempo, ella me dejó por mi propio egoísmo.

Suspiré para mí misma.

Las relaciones son tan complicadas.

Filo se unió a mí en su forma cría en el otro hombro de Naofumi, y los tres nos dirigimos hacia la tienda de armas.

Al menos, hasta que Naofumi se detuvo en seco y miró en otra dirección. Tanto Filo como yo seguimos su mirada y entonces lo notamos.

Justo al otro lado de la calle, vi a un mortal con una armadura personalizada en colores azul y negro. Tenía un aspecto extranjero, con cabello negro corto y desalineado, y una expresión cansada. Lo más llamativo era la espada poco común que portaba, la cual se distinguía por una gema azul incrustada en ella.

Era Ren Amaki, el Héroe de la Espada.

Al verlo, la ira que había experimentado antes resurgió en el interior de Naofumi. Su cuerpo se tensó, su expresión se volvió más dura y apretó los puños con toda su fuerza.

Oh, oh... Habrá problemas.

—¿Maestro? ¿Te encuentras bien?

—Filo, no creo que Naofumi te esté escuchando. Primero, él no te entiende. Segundo, su concentración está en otra cosa ahora.

Una sonrisa cruel apareció en su rostro, pero tan pronto como llegó, fue reemplazada por una de rabia pura.

Entonces, cegado por esa ira, Naofumi caminó a paso rápido hacia la posición de Ren, y cuando estuvo a escasos centímetros de él, lo sorprendió al tomarlo del cuello de su ropa.

—¡¿Quién...?!

—¡Escudo Portal!

En breves segundos, Naofumi había seleccionado el lugar de teletransporte y a aquellos a quienes quería llevar con él. En este caso, Ren, Filo, él mismo, y yo.

¿A dónde habíamos sido teletransportado? Pues no era un misterio, solo a la carretera justo al lado del bosque de Melromarc, en la cual nadie estaba transitando.

—¡Tú! ¡Bastardo! ¡Estas muerto!

—¡¿Quién demonios eres...?! ¡Espera...! Ese Escudo, la habilidad... ¡¿Naofumi?!

—¡Cierra el pico! ¡Asesino de mierda!

—¡...!

Naofumi cambió al Escudo de la Oscuridad Divina y apuntó un golpe contra él, pero Ren, al ver esto, forzó su salida del agarre de Naofumi y saltó varios metros hacia atrás.

—¡Maldita sea!

Con la furia creciendo a cada instante en su interior, Naofumi corrió hacia Ren y gritó varias habilidades.

—¡Escudo de Ataque Aéreo! ¡Cambio de Escudo!

A varios centímetros detrás de Ren, el "Escudo de Ataque Aéreo" apareció, luego cambió a Mi Escudo y ambos estuvieron a punto de chocar, pero Ren se percató a tiempo y saltó hacia otro lado.

—Onee-chan, ¿Filo debería ayudar al Maestro?

—No. Esta es su pelea, si interferimos no podrá solucionar las cosas por sí mismo. ¿Entiendes, Filo?

—Si...

Habiendo esquivado por poco el impacto del poderoso escudo, Ren levantó su espada hacia Naofumi, pero en ningún momento lanzó alguna habilidad. Sabía que, si Naofumi bloqueaba el ataque con su escudo, se activaría el efecto de "Locura de la Bruja" y sería su fin.

—¡¿Qué rayos te sucede, Naofumi?! ¡¿Por qué vienes de la nada y me llamas... asesino?!

—¡¿Y todavía lo preguntas?! ¡Ustedes mataron a un amigo mío! ¡El mismo dragón que aniquiló a tu equipo! ¡Se llamaba Gaelion!

Estas palabras hicieron que Ren abriera los ojos sorprendido y se quedara estático por unos segundos, lo cual Naofumi aprovechó al máximo.

Cambiando a su Escudo de Verdadero Dragón Emperador, Naofumi lanzó varios hechizos de forma sucesiva.

—¡Magia Zweite! ¡Velocidad Zweite! ¡Poder Zweite! ¡Aura Faust!

Al igual que a mí, el Escudo de Naofumi le otorgaba el efecto especial de equipo "Mejora de Lanzamiento de Hechizos". Esto, sumado a sus conocimientos y práctica en los hechizos, hacía de Naofumi un lanzador de hechizos competente. Aunque no tanto como yo, ni de lejos, pero estaba bien.

—¡Escudo Prisión!

Con Ren ahora atrapado dentro de la habilidad, este intentó liberarse a la fuerza. Sin embargo, los niveles de Naofumi, su Escudo actual y las mejoras en sus hechizos hicieron la tarea imposible para él. Entonces, cuando Ren por fin fue liberado, era porque Naofumi había deshecho la habilidad y ya se encontraba frente a él.

Ren.

—Naofumi... ¡Yo!

Ni siquiera le dio tiempo para gritar alguna excusa. Naofumi ya lo tenía, solo que esta vez lo sujetaba desde el cuello y no de su ropa.

Maldito egoísta. No solo mataste a Gaelion, también a sus hijos. Y luego, como el Héroe fallido que eres... ¡Permitiste que esos bastardos, los aventureros, secuestraran a una niña semihumana, la hija de ese dragón, y la vendieran como esclava! ¡Eres un estúpido!

El miedo, el arrepentimiento y todas las emociones negativas posibles se reflejaron en el rostro de Ren, pareciendo consumirlo poco a poco. Sin embargo, para Naofumi, eso no sería suficiente.

—¡Y sabes qué?! ¡Gracias a tu "acto heroico" y dejar el cadáver de Gaelion pudriéndose, la aldea que "salvaste" cayó enferma debido a una plaga causada por el cuerpo del mismo dragón!

» Cuando lo descubrimos, yo estaba dispuesto a dejarlos morir, pero alguien me convenció de lo contrario. ¡Así que... felicidades, Ren! Ahora no tendrás la carga de tantas muertes en tu espada, solo de algunas.

Naofumi acercó su rostro aún más a Ren, y con todo el odio posible, preguntó:

¿Eso te parece bien, Héroe?

—Yo...

¿Sí? ¿Tú qué?

—Yo... Lo siento...

—... ¿Qué...?

¡Lo siento mucho...!

Para cuando nos dimos cuenta, Ren ya había comenzado a llorar. Aunque podría verse patético, sus lágrimas eran genuinas. Él en serio estaba arrepentido.

Su máscara imperturbable se había roto en miles de pedazos y nunca volvería a ser reparada.

—¡Yo... no quería que nada de esto pasara! ¡Creía que era solo un juego! ¡Estaba...! ¡Estaba convencido de eso! ¡Pero...! Luego ellos... murieron. Solo me quedaba Farrie... Se encontraba muy herida, casi al borde de la muerte... Entonces, cuando quise sanarla...

» Los curanderos dijeron que el nivel del hechizo sería muy alto y necesitarían mucho dinero, cosa que no tenía. Todo se había ido en el equipamiento, la comida, y el alojamiento, y, ahora que los demás ya no están... solo yo puedo cuidarla. No tiene familia después de todo.

El agarre de Naofumi se aflojó un poco, su expresión ya no era de odio puro, solo confusión, como si no supiera qué hacer.

—Por alguna razón, nadie quería unirse a mi grupo... Pregunté en todas partes, pero los aventureros solo decían, "No, gracias, ya estamos bien así". ¡Y yo no entendía el por qué! Luego lo descubrí...

» Escuché a uno de ellos mencionar a la iglesia y lo que hice en el duelo ese día. ¡Esos desgraciados amenazaron y sobornaron a los aventureros para que no se unieran a mí! Estaba furioso, sí, pero... ¿qué más podía hacer?

Su expresión se volvió aún más sombría, ya no solo se reflejaba tristeza, sino también ira.

—¡¿Por qué tuve que morir?! ¡¿Por qué tuve que ser invocado?! ¡Si van a tratarme de esa forma...! ¡Yo...! Yo... Solo quiero volver a casa... Extraño a mi madre, a mi padre, a mis amigos y... a mi hermana.

Esa última palabra fue pronunciada con tanto dolor que incluso Naofumi sintió lástima por el Héroe, al menos eso se reflejaba en su rostro.

—Perdón, Naofumi... Tienes razón, soy un estúpido y un asesino. Yo... no merezco esta segunda oportunidad. Así que, hazme un favor, ¿sí? Ponle fin a mi sufrimiento... Te lo suplico.

Sorprendido, Naofumi soltó a Ren, y este cayó al suelo sin fuerzas. Incluso yo estaba desconcertada, ¿en serio le pidió a Naofumi que lo matara?

Por supuesto, él no puede hacer algo así, al menos no a corto plazo. Pero, aun así... Wow. Solo wow.

[¡Advertencia!] [¡Un Héroe cercano ha Cumplido las Condiciones para la Serie Maldita!] [¡Proceder con Precaución!]

¿Serie Maldita? ¿Y eso qué es?

[Serie Maldita: Ofrece un poder y dolor extraordinarios a su portador. No debería ser tocada.]

¿Solo eso? Dime más, Bastón Vasallo.

[...] [Serie Maldita: Es la contramedida al suicidio del Héroe. Solo se obtendrá cuando el Héroe esté en su límite psicológico, y adquirirá su forma completa una vez que las emociones centrales se manifiesten.]

Sigo sin entender muy bien esto de la "Serie Maldita", pero creo que comprendo lo que quieres decir. Es peligrosa y Ren está al borde de caer en ella por completo.

Estaba a punto de cambiar a mi forma humana y advertir a Naofumi, cuando él se arrodilló hacia Ren y le tendió la mano.

Su expresión ya estaba clara, y ahora era el mismo Naofumi compasivo de siempre. Aquel que todos amábamos.

—Veo que tú tampoco lo has pasado bien, ¿verdad, Ren? Así que... ¿Podrías perdonarme por haber sido tan duro contigo?

Dudoso, Ren, aún en un estado deplorable, extendió su mano hacia Naofumi y la sostuvo en un agarre débil. Entonces, Naofumi fortaleció el agarre y lo ayudó a levantarse.

—Has cometido errores, muchos errores, e incluso algunos de ellos son irreparables. Sin embargo, aún no es demasiado tarde para redimirte. No te rindas ante la muerte y valora tu propia vida, Ren.

—Pero... ¿cómo? No tengo compañeros, no puedo salvar a Farrie sin dinero, mi nivel se ha estancado y la siguiente Ola vendrá pronto... No sé qué hacer, Naofumi.

Con una mano sobre el hombro del afligido Héroe, Naofumi sonrió.

—Yo te ayudaré, Ren. No estás solo en esto.

—¿Por... qué? Aún después de todo lo que hice... ¿Por qué eres tan amable conmigo?

—Porque querer ayudar a los demás es algo de sentido común, ¿o no?

Una débil sonrisa se formó en el rostro de Ren.

—También viste ese anime, ¿eh?

—Puede ser. Aunque en lo personal, me gustó mucho más su novela ligera.

—Lo sé, es genial.

No entendía de qué historia estaban hablando. Sabía lo que era un anime, una novela ligera y los mangas, pero no cual era la historia específica de la que hablaban.

Bueno, al menos se están riendo. Eso ya es algo.

—Ren, antes de regresar a la ciudad, necesito hablar contigo. Es algo muy importante.

Al darse cuenta de que el tono de la conversación había cambiado, Ren intentó lucir lo más serio posible. Sin embargo, unas partes de su cuerpo comenzaron a temblar de manera anticipada, fueron sus manos.

—No te preocupes, no se trata de algo que hayas hecho.

Aliviado, Ren suspiró, relajó sus hombros y sus manos volvieron a la normalidad. Sin embargo, si se trata de lo que creo que es, no podrá relajarse por mucho tiempo.

—No sabemos mucho, pero, en resumen, nos están cazando a nosotros, los Héroes.

Ren abrió los ojos llenos de sorpresa.

—¿Cazando...? ¡¿Quién?! ¡¿Por qué?! ¡¿Es la iglesia de los Tres Héroes?!

—No, no es la iglesia, es algo mucho peor.

Con un respiro profundo, Naofumi exhaló y continuó:

—Es difícil de explicar, Ren, pero no somos los únicos que provienen de otros mundos aquí. Hay otros llamados Reencarnados. Son personas... o más bien psicópatas con aires de superioridad.

» Son dirigidos por una Entidad, un "Dios" tal vez, no lo sé. Lo único que sabemos es que este Ser ha manipulado las Olas desde hace mucho tiempo, envía a sus reencarnados y les ordena robar las Armas de los Héroes por cualquier medio.

Los ojos de Ren se ampliaron en terror, y era comprensible. Descubrir que un "Dios" venía por él no era una noticia agradable, incluso si se trataba de un "Dios Falso".

—¿Có...? ¿Cómo...? ¿Cómo roban nuestras armas? ¿Es algún tipo de magia extraña?

—Según lo que pudimos descubrir del Reencarnado, utilizan una habilidad llamada Robo de Armas, y luego las hacen suyas con un accesorio. Apenas pudimos salir con vida después de que robaran mi escudo, pero por fortuna Umbroxia pudo matar al Reencarnado y a su séquito de mujeres, así pude recuperarlo.

—Es... demasiado para procesar.

—Y aún no termino. Ese tipo dijo que su nivel más bajo era el 150.

—¡¿Qué...?! ¿Nivel... 150? Pero entonces, ¿cómo ustedes...?

Naofumi buscaba mi aprobación mientras me miraba. Solo asentí hacia él, ¿para qué ocultárselo? Teníamos que hacer que confiara en nosotros, ¿verdad?

—Puede que no me creas, pero Umbroxia, la pequeña que está en mi hombro.

Me acarició con su mano y continuó:

—Ella es una Reencarnada, pero no te alteres. Umbroxia no fue traída por este Dios, ya que viene de un mundo con magia y era la Bruja más poderosa de ahí. Después de morir por varios motivos, Umbroxia abrió una grieta entre las dimensiones y llegó a este mundo por accidente. Ahora está atrapada en ese cuerpo, y fue gracias a ella y su poderosa magia que pudimos vencer al Reencarnado.

—Eso es... increíble.

Je, je, alábame más mortal. ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!

—Onee-chan. Filo piensa que tu mirada es extraña.

Ren y Naofumi me miraron por un momento.

—Ignórala. Es así todo el tiempo.

—Entiendo... Supongo que ahora tiene sentido su comportamiento de esa vez.

—¿Te refieres a lo de Motoyasu?

—Si...

—Digamos que su vida ha sido difícil, pero está intentando cambiar para bien.

—Eso es bueno, creo.

—Volviendo al tema de los Reencarnados. El único consejo que puedo darte es, si algún día te encuentras a un Reencarnado. Nunca dejes que toque tu arma, ni con las manos o con un ataque, así es como las roban.

—Entiendo, solo escaparé con la Espada Portal, supongo...

—Si, has eso.

La seriedad disminuyó en el rostro de Naofumi, y ahora su típica sonrisa apareció.

—Por cierto, Ren. ¿Sabías que las armas tienen una opción de Inventario? Y, ¿conoces alguna forma para que un Héroe se haga más fuerte? Algo sobre, unos métodos de fortalecimiento, ¿tal vez?

—Sí, lo del Inventario fue lo primero que descubrí, por pensar que este mundo era... como un juego.

El arrepentimiento volvió a reflejarse en los ojos del Héroe, pero luego se recompuso apenas unos segundos después.

—En cuanto a cómo hacerse más fuerte, está el Sistema de Copiado de Armas, la Elaboración de Recetas del Arma y los Objetos Caídos.

—Sí, conocemos todo eso. Pero descubrimos que los métodos de fortalecimiento son distintos para cada Héroe y que los podemos compartir entre nosotros.

Por primera vez, Ren se mostró sorprendido por algo no relacionado a los Reencarnados, el "Dios Falso" y demás.

—¿Eso quiere decir que mis 4 métodos no son todos los disponibles?

¡¿Cuatro?! Pero si yo solo tengo uno, y Naofumi también tiene uno disponible.

¡¿Qué está pasando?! ¡Bastón Vasallo, exijo respuestas!

[El Bastón Vasallo dice que, a diferencia de las Armas Vasallas que solo poseen 1 método disponible. Las Armas Sagradas poseen 3 métodos activos y 1 pasivo, entre estos se encuentra el del Núcleo.]

Entiendo, pero tengo otra duda... ¡¿Por qué él si sabía de sus métodos y nosotros no? ¡Porque no creo que los haya desbloqueado con ayuda del resto de Héroes!

[...] [El Bastón Vasallo quería poner a prueba a su portadora, por eso no la potenció desde el principio...] [El Bastón Vasallo se disculpa con sinceridad.]

... ¿Sabes qué? E, ¡Jodete, Bastón de Mierda!

[El Bastón Vasallo aceptará todos los insultos de su portadora si eso logra tranquilizarla.]

¡Eres una mierda! ¡¿Y qué ocurre con los métodos de Naofumi?!

[El Bastón Vasallo cree que el "Dios Falso" interfirió en su Arma Sagrada durante la invocación, por lo que sus métodos están sellados.]

¡Maldito "Dios Falso" de mierda! ¡Voy a matarlo!

Con mi ira en lo más alto, miré hacia el cielo y le deseé la peor de las muertes a esa escoria.

—¿Cuatro? Creí que solo teníamos uno.

—¿Eh? ¿Solo tienes un método? Pero, eso es...

Salté del hombro de Naofumi y cambié a mi forma humana.

—Yo puedo explicar eso.

Después de contarles sobre lo que había dicho el Bastón Vasallo y mostrarle a Ren que soy un Héroe Vasallo, él y Naofumi asintieron a mis palabras.

—Eres una de esos Héroes de Siete Estrellas que mencionó el Rey.

—¿Cuándo lo mencionó?

—Ah, tú no estabas, Naofumi. Fue luego del juicio, me molestaba eso que dijiste sobre que éramos los cuatro Héroes en un solo país y que todos necesitaban nuestra ayuda. Pero, el Rey nos convenció de que no era tan así, ya que los Héroes de Siete Estrellas protegían el resto de países.

—Pues, no estaba muy equivocado. Aunque lo que no sabe, es que tres de estos Héroes fueron asesinados por el Reencarnado que mató Umbroxia. Ahora, contando a Umbroxia, solo quedan tres Héroes de Siete Estrellas, o Héroes Vasallos como descubrimos que se llaman en realidad.

—Oh... Ya veo. Tendremos que encontrar al resto de Héroes y fortalecernos juntos.

La charla a partir de entonces fue muy productiva, demasiado diría yo.

No mencionó a Fitoria, ¿querrá mantenerla oculta por ahora? Digo, ni siquiera sabemos dónde está, así que...

—En fin, primero les diré mis métodos y luego ustedes los suyos, ¿de acuerdo? Es lo mínimo que puedo hacer.

—Claro, sin problemas.

—Adelante.

—Bien.

Según lo que nos dijo Ren, los cuatro métodos de fortalecimiento eran estos...

Primer Método o "Enlace de Nivel", como decidimos llamarlo con Naofumi, este era el método Núcleo de la Espada Sagrada por lo que estaba escrito en la Ventana de Ayuda. Este dice que, a medida que un Héroe aumenta su nivel, todas las formas del Arma se fortalecerán a su lado.

Segundo Método o "Maestría", utilizar mucho la misma arma mejorará sus estadísticas hasta que se domine por completo.

Tercer Método o "Transferencia de Energía", cuando se haya adquirido dominio en el uso de un arma, se podrá reestablecer su nivel de dominio y liberar la cantidad de energía invertida en ella. También, cualquier objeto absorbido en el arma podrá convertirse en energía.

Cuarto Método o "Aumento de Rareza", al imbuir un arma con la energía obtenida al restablecer los niveles de dominio, se puede aumentar su nivel de rareza. Esto tiende a reforzar las habilidades del arma.

Eso sería todo. Al momento en el que lo dijo, varios pitidos se escucharon y mi Estado se abrió, ahí estaba todo lo dicho por Ren.

Bueno, estaba diciendo la verdad. Pero, ¿quién no podría creerle? Era obvio que no mentiría, mucho menos viéndose tan patético y dependiente de Naofumi.

Mientras Naofumi le contaba sobre su único método disponible y el mío, uno del que no podría hacer uso aún, busqué entre los bastones más poderosos en mi arsenal.

Es hora de jugar.


Bastón de la Oscuridad Divina

Habilidad desbloqueada: Bono Exclusivo de Equipo - Ataque a Criaturas de Sombras (Absoluto), Ataque Mágico +4

Efecto Especial de Equipo: Locura de la Bruja (Media), Máxima Pesadilla, Presencia Maligna

Bendición Oscura: Bastón del Erudito

Nivel de Maestría: 100


Wow... Sus estadísticas sí que dieron un gran salto, ahora son casi el doble de altas.

Mi "Nivel de Maestría" ya se encuentra al máximo... Utilizaré su energía para mejorar el arma.

Claro, podría mejorar el Bastón de Verdadero Dragón Emperador, pero este es Mi Bastón y le tengo mucho "cariño".

[¿Desea restablecer los niveles de Maestría?] [Si/No]

Sin dudar, presioné "Si".

En ese momento, las estadísticas extras del arma, otorgadas por el método de la Espada, volvieron a su estado original.

[Se han recibido 3.000 puntos de energía por nivel de Maestría.]

Al ver que los puntos necesarios para mejorar Mi Bastón, eran de 2.000 puntos. Vertí toda la energía necesaria y me quedé con 1.000 puntos extras.


¡Éxito!

Bastón de la Oscuridad Divina (Despertado) C

Habilidad desbloqueada: Bono Exclusivo de Equipo - Ataque a Criaturas de Sombras (Absoluto), Ataque Mágico +4

Efecto Especial de Equipo: Locura de la Bruja Múltiple (Grande), Máxima Pesadilla, Presencia Maligna

Bendición Oscura: Bastón del Erudito

Nivel de Maestría: 0


¡Oooh! Mi Bastón ahora es mucho más poderoso, casi tanto como el Bastón de Verdadero Dragón Emperador, o el Bastón de Leludia, para resumir.

La "C" en realidad indica que su rareza es "Común", como mencionó Ren sobre los diferentes niveles de rareza.

Si bien no había utilizado una gran variedad de bastones, en el evento de "activación" estuve probando algunos. Entre ellos incluía al obtenido por el Elemental Unificado.


Bastón de Elemental Unificado Inter-Dimensional C

Habilidad desbloqueada: Bono de Equipo - Habilidad - Disparo Elemental - Aumento de MP (Pequeño), Aumento de SP (Pequeño), Ataque Mágico +4

Efecto Especial de Equipo: Aumento de la Magia de Fuego (Medio), Aumento de la Magia de Viento (Medio), Aumento de la Magia de Agua (Medio), Aumento de la Magia de Tierra (Medio), Reducción del Consumo de SP (Pequeño)

Nivel de Maestría: 100


Las únicas veces que utilicé la habilidad de este bastón fueron cuando lo obtuve por primera vez y durante el evento de "activación", al igual que la habilidad "Golpe Sagrado" del Bastón del Bendecido, "Telaraña Segadora" del Bastón de Mono Araña y "Esencia Tóxica" del Bastón del Alquimista. Sin embargo, con este último se debe tener más cuidado, ya que su efecto se expande a los alrededores y puede llegar a dañar a otros mortales, aunque aquellos en tu grupo no se ven afectados.

[¿Desea restablecer los niveles de Maestría?] [Si/No]

Si.

[Se han recibido 2.000 puntos de energía por nivel de Maestría.]

Ahora, a seguir mejorando Mi Bastón. ¡Oh, espera! La cantidad de puntos requeridos aumentó a 3.500.

Qué molestia.

Busqué entre los bastones y fui restableciendo aquellos que tenían un nivel de maestría de 100. Gracias a eso, pude obtener muchos más puntos.

[Puntos actuales 8.500.]

Siguiente nivel de rareza, aquí voy.


¡Éxito!

Bastón de la Oscuridad Divina (Despertado) UC

Habilidad desbloqueada: Bono Exclusivo de Equipo - Ataque a Criaturas de Sombras (Absoluto), Ataque Mágico +4

Efecto Especial de Equipo: Locura de la Bruja Múltiple (Grande), Máxima Pesadilla, Presencia Maligna

Bendición Oscura: Bastón del Erudito

Nivel de Maestría: 0


[Puntos actuales 5.000.]

Ahora los puntos necesarios han subido a 5.000, debe aumentar 1.500 puntos por cada mejora de rareza.

No es que eso vaya a detenerme.


¡Éxito!

Bastón de la Oscuridad Divina (Despertado) R

Habilidad desbloqueada: Bono Exclusivo de Equipo - Ataque a Criaturas de Sombras (Absoluto), Ataque Mágico +4

Efecto Especial de Equipo: Locura de la Bruja Múltiple (Grande), Máxima Pesadilla, Presencia Maligna

Bendición Oscura: Bastón del Erudito

Nivel de Maestría: 0


¡Sí! Para el siguiente aumento necesito 6.500 puntos, pero como también puedo obtener puntos de los materiales absorbidos, no será mucho problema. Tengo muchos cuerpos de monstruos del evento de "activación". Íbamos a venderlas más tarde, pero tuvimos que irnos... ¡Y no me arrepiento por nada en este mundo!

¡Incluso podríamos volver al evento de "activación"! Aún quedan unos días antes de que termine. Si lo hacemos, no puedo imaginar cuán poderosas serán mis armas, en especial Mi Bastón.

¡Gracias, Ren! Gracias a ti, ahora podemos ser mucho más fuertes de lo que éramos antes. Quizás ya no te considere un idiota, al menos no tanto como a esos otros dos.

Busqué en el Inventario y seleccioné algunos de los monstruos jefe del evento. Inicié la conversión de estos en energía, pero no obtuve demasiada. Continué seleccionando más cuerpos y otros materiales para obtener una mayor cantidad.

No me preocupaba no poder intercambiarlos con los otros Héroes, después de todo, Naofumi también tenía los mismos materiales en su propio Inventario.

Fue bueno haber absorbido todos esos cadáveres, de lo contrario no podría estar haciendo esto.

Sí, ahora tengo puntos suficientes. Aunque tuve que sacrificar muchos más cadáveres de monstruos, valió la pena.


¡Éxito!

Bastón de la Oscuridad Divina (Despertado) SR

Habilidad desbloqueada: Bono Exclusivo de Equipo - Ataque a Criaturas de Sombras (Absoluto), Ataque Mágico +4

Efecto Especial de Equipo: Locura de la Bruja Múltiple (Grande), Máxima Pesadilla, Presencia Maligna

Bendición Oscura: Bastón del Erudito

Nivel de Maestría: 0


¡Más y más poder! ¡Cómo adoro esto! ¡Continuemos mejorando!

Luego de estar unos minutos reuniendo la energía requerida, pude conseguir los 8.000 puntos necesarios.

¡Ahora! ¡El siguiente nivel de rareza!


¡Fallo!

Bastón de la Oscuridad Divina (Despertado) SR

Habilidad desbloqueada: Bono Exclusivo de Equipo - Ataque a Criaturas de Sombras (Absoluto), Ataque Mágico +4

Efecto Especial de Equipo: Locura de la Bruja Múltiple (Grande), Máxima Pesadilla, Presencia Maligna

Bendición Oscura: Bastón del Erudito

Nivel de Maestría: 0


¡¿Eh?! ¿Cómo que "Fallo"? ¡¿Qué significa esta maldita frase?!

Miré hacia Ren y Naofumi, ambos se encontraban intercambiando materiales de monstruos de sus Inventarios y obteniendo nuevas formas de sus armas.

—Ren... Estaba mejorando la rareza del arma, pero de repente la mejora falló. ¿Sabes por qué sucedió esto?

Me sentía molesta, para ser sincera, pero debía mantenerme lo más tranquila posible, a menos que quisiera que la advertencia del Bastón Vasallo fuera en vano.

—Oh, eso. Cuando se intenta mejorar más allá del nivel de rareza SR, hay una posibilidad de fallar... Lamento no haberlo dicho antes, lo había olvidado y en la Ventana de Ayuda no se mencionaba nada al respecto.

—... Entiendo.

¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mis malditos puntos desperdiciados por la ineptitud mortal y mi falta de conocimiento! ¡Aaahgg!

¡No! Respira, Umbroxia, debes relajarte. Solo fueron varios cadáveres de monstruos y materiales, nada que no puedas recuperar con el tiempo.

Aun así, procuraré mejorar otros bastones por el momento, al menos hasta estar segura de que la mejora no fallará.

—Por ahora eso sería todo, necesitamos encontrar un lugar más cómodo para revisar el resto.

—Podemos ir a la posada en dónde Farrie y yo nos estamos quedando.

—Esa es una buena idea. También deberíamos regresar con los demás, de lo contrario podrían preocuparse demasiado.

—Naofumi, Yuki y Luna, piensa en ellas. En este momento, deben estar preocupadas y volviéndose locas al no encontrarte. Es posible que estén buscándote por toda la Ciudad del Castillo.

—... Eso no suena bien. Ren, ¿tienes un punto de teletransporte en la posada?

—Sí, déjenme activar la habilidad y los llevaré.

Ren levantó su espada y exclamó:

—¡Espada Transportadora!

Uughh, ¿"transportadora"? ¿En serio? Ese nombre suena... ¿estúpido? No tengo ni idea. Solo sé que prefiero llamar a la habilidad "Portal" en lugar de eso.

Unos segundos más tarde, nos encontrábamos en una habitación barata y un tanto sucia. Había dos camas, una de ellas estaba desocupada, supongo que es la de Ren. En la otra cama, una joven de cabello verde suelto, con múltiples heridas en el cuerpo y sudor en el rostro, se encontraba tendida y durmiendo.

Los tres nos acercamos a ella y la observamos.

—¿Cuánto lleva así?

—Dos semanas, ¿quizás más? No lo sé, hace tanto tiempo que dejé de contar los días. Solo veo el temporizador de la Ola y sé que se está acercando cada vez más.

Desde su Inventario, Naofumi tomó un frasco con un líquido verde, una poción de regeneración avanzada, y cambió a uno de sus escudos más recientes.

Era el Escudo de Medicina Superior, el cual le otorgaba un efecto especial de equipo llamado "Aumento de Eficacia de la Medicina (Muy Grande)". Naofumi solo pudo conseguir este escudo luego de absorber varias pociones de medicina de calidad "(Grande)".

—Umbroxia, después de darle la poción, por favor cúrala con Sanación Drifa V.

—¿No crees qué eso es demasiado?

—Solo... hazlo, ¿de acuerdo?

Suspiré.

—Bien.

—Gracias.

Ren levantó con cuidado la cabeza de la supuesta Farrie, mientras Naofumi abría su boca y hacía que bebiera todo el contenido del frasco, vaciándolo por completo.

—Yo soy la Bruja Umbroxia y la fuente de todo poder. Te ordeno que escuches y obedezcas mis palabras. ¡Libérala del dolor y las penurias y otorga una nueva vida a aquella ante mí! ¡Sanación Drifa V!

En cuestión de segundos, el cuerpo herido de Farrie se iluminó con una tenue luz verde y se curó por completo. Ya no había más heridas ni sudor, solo una joven durmiendo sin ninguna señal de dolor.

—Farrie...

Agotado, Ren cayó hacia el suelo de rodillas y miró a su ahora recuperada compañera.

—Lo siento, Farrie. Lo siento tanto...

—Umbroxia, Filo y yo nos quedaremos aquí con Ren y Farrie. Tú ve a buscar a los demás, ¿de acuerdo?

—Claro.

Caminé hacia la salida y, tras lanzar sobre mí los hechizos Velocidad Drifa X y Paso Oculto Drifa, abrí la puerta y salí disparada fuera de la habitación.

Unos minutos más tarde, llegué a la tienda de armas y pude ver a Yuki, Luna y la Sombra frente a ella. Junto a ellas estaban Melty y Leludia, quienes miraban de forma ansiosa en todas direcciones, en especial Melty. Ella había estado acariciando a las filoliales en un intento de tranquilizarlas.

Cuando me detuve frente a ellas, todas me miraron con los ojos muy abiertos. El efecto de Paso Oculto había terminado hace un tiempo, por lo que podían verme con claridad.

—¡Umbroxia! ¡¿Dónde están... tú sabes?!

—¡Umbroxia-chan, ¿y Naofumi-sama?! ¡¿Dónde está Naofumi-sama?!

—¡Iwa! ¡Luna quiere ver a Iwa!

Uughh... En serio, parece que están desesperadas y muy alteradas, por lo que veo.

—Primero, tranquilícense un poco. Segundo, él y Filo se encuentran bien, pero tuvimos un "asunto" que ya hemos resuelto. Tercero, ¿por qué Melty sigue aquí?

—¡Eso fue porque ustedes tontos desaparecieron de la nada! ¡¿En serio creen que nadie se dio cuenta?! Tuve que quedarme y asegurarme de que nada malo ocurriera.

—Tienes un punto. Bueno, ya puedes irte.

—¡¿Qué?! ¡¿Ni siquiera un gracias?!

—Ah, sí. Oh, gracias queridísima Melty. Si no estuvieras aquí, estas dos filoliales hubieran causado todo tipo de problemas.

—Eso fue tan falso...

—Oooh, ¿así que quieres algo real?

—¿Qué quieres decir con...?

Aún con mi velocidad aumentada, avancé hacia Melty, hasta el punto en que nuestros labios casi podían tocarse. Luego, cambié al Bastón de Ráfaga de Placer y tomé su mano con suavidad.

—¿Acaso buscabas este tipo de agradecimiento?

Su rostro se sonrojó y su cuerpo tembló ante las nuevas sensaciones.

—¡¿Qué crees que haces?! ¡Suéltame!

Antes de que intentara empujarme, solté su mano y me aparté a un lado, lo que hizo que Melty perdiera el equilibrio y estuviera a punto de caer de frente. Sin embargo, la tomé de la cintura con ambas manos y la abracé hacia mi cuerpo.

—Cuidado, podrías hacerte daño.

—¡...!

La avergonzada princesa, me miró con ojos furiosos y comenzó a lanzar golpes en dirección a mi rostro, los cuales logré esquivar sin problema alguno.

—¿Por qué estás tan enojada? ¿No te agrada... esto?

Con mi cola de dragón, rodeé una de las piernas de Melty y la acaricié con lentitud. Esto solo la avergonzó aún más.

—¿Sabes? Filo y Leludia son mías, y tú, también podrías serlo.

—¡De... deja de decir estupideces y suéltame!

—Bueno, si así lo quieres.

La liberé de mis brazos y de mi cola y la dejé ir, pero antes de que se marchara, presioné con gran rapidez mis dedos sobre su cuello, manos, rostro y piernas. Ahora su cuerpo, o al menos la mayoría de él, se vería afectado por el efecto del bastón.

Por supuesto, el efecto del bastón funcionaba mejor cuando la "víctima" tenía una conexión emocional cercana con el "atacante", pero incluso si no existiera tal conexión, aún podría tener algún efecto en ella.

Y ese, era mi objetivo con Melty.

Si pudiera tener control total sobre ella, la futura reina de Melromarc, mi poder político en este mundo aumentaría. ¡Al fin podría crear el mundo hermoso que tanto deseo!

Aunque tomaría mucho tiempo, estoy dispuesta a esperar.

Así ha sido toda mi vida.

—Chicas, Sombra, las guiaré. Leludia, continúa con tu tarea y escolta a Melty. Después vendré a buscarte aquí.

—Como ordenes, Umbroxia.

Leludia tomó la mano de Melty, y cuando lo hizo, esta tembló un poco. Miró en mi dirección con una expresión confundida y temerosa, a lo que yo respondí con una sonrisa.

—Nos vemos... Melty-chan.

Se dio la vuelta y comenzó a correr hacia el castillo, Leludia le siguió el paso.

—Bueno, es momento de volver a la posada.

Me subí al carruaje de Yuki y, juntas, todas avanzamos.

En mi mente, se produjo la visión de tres filoliales, una dragona y una linda princesa, todas sin ropa, en el suelo e implorando por mi esencia. Esto mientras yo las miraba desde lo alto de la cama y con una sonrisa lasciva en mi rostro.

Algún día... solo es cuestión de tiempo.


Curioso capítulo, ¿no creen? Ya regresamos a Melromarc, descubrimos lo ocurrido con Gaelion, Wyndia y los demás, la aldea, y... Ren. La Serie Maldita ya ha iniciado su jugada en uno de nuestros Héroes, pero, ¿la despertará por completo? Y de ser así, ¿cuál será? Y también, ¿dónde o cuándo? Esas son las verdaderas preguntas.

También pudimos ver un poco de la esencia del Naofumi original, no es que vaya a tomar esa ruta, por supuesto, para este punto es "casi imposible", pero no dejaré de lado la idea de una posible "corrupción". Una que espero con ansias escribir.

Por cierto! Pronto conoceremos a Fitoria, la Reina Filolial y Héroe del Carruaje Vasallo, me pregunto, ¿qué métodos obtendremos de ella? La otra pregunta sería, para aquellos que leyeron la novela ligera, ¿qué preciosos tesoros conseguirán Umbroxia y los demás de su Santuario? Esa es la mayor cuestión.

Se acerca la Tercera Ola, mis queridos lectores, ¿estarán nuestro grupo de protagonistas a la altura del desafío? ¿Podrán contra... ella?

Bueno, no quiero "inflarlo" mucho, después de todo, será un momento especial para cierto personaje. Y eso será todo lo que diré.

Espero que les haya gustado el capítulo, nos vemos el próximo viernes. ¡Bye! ¡Bye!