El dolor volvió a florecer en su cuerpo cuando la perra babosa enterró su puño en su estómago, el mismo lugar donde la técnica del mocoso rubio había impactado apenas unos minutos atrás. Había sido demasiado lento, Manda se había lanzado a atacar a Katsuyu y la sannin de las babosas había aprovechado para saltar sobre Manda y golpear a Orochimaru-sama.

Pero resulta que cuando Orochimaru-sama había huido dando un salto para esquivar el puño de Tsunade, ella había redirigido su ataque hacia él. Lo había mandado a volar sacándolo del campo de batalla dejando a Orochimaru-sama solo. Manda estaba allí, pero eso era lo mismo que estar solo, la vieja serpiente solo estaba interesado en pelear con las invocaciones de los otros sannin y si su vida corría peligro se des invocaría dejándolos solos, a merced de los sannin incluso si eso significaba perder la oportunidad de devorar los sacrificios anteriormente mencionadas.

Intentó levantarse del suelo en el que había quedado enterrado cuando la sannin de las babosas lo golpeó, se arrepintió en el momento que su cuerpo estalló en dolor. Entre la sannin y el mocoso rubio había recibido demasiado daño, seis cotillas, una clavícula, al menos tres vértebras de su columna estaban rotas y podía jurar que su coxis había sido reducido a polvo cuando aterrizó de culo en el suelo. Eso sin olvidar el daño interno a sus órganos producto de la técnica del mocoso rubio.

Al menos su corazón estaba seguro gracias a que se había asegurado de protegerlo con una capa de chakra extra, lástima que no pudiese decir lo mismo de sus pulmones, cada respiración era como clavarse un kunai en ellos. Desde este lugar no podía hacer nada, ya que la estudiante de la sannin y el mocoso rubio se habían marchado a un lugar seguro, en su estado actual incluso un gennin recién salido de la academia podría matarlo.

Pero no podía que darse aquí, tenía que moverse. Orochimaru-sama era el más rápido de los sannin pero sin sus brazos y los otros dos sannin detrás suyo no tardaría en ser atrapado más pronto que tarde. Concentró todo su chakra yang en las zonas más importantes, debía sanar sus pulmones lo primero, después detener todas las hemorragias internas, sil olvidar que no podía desatender su corazón ya que corría el riesgo de que una de las costillas rotas lo apuñalase.

Cuando finalmente logró parchear y remendar sus órganos lo suficiente como para no morir en el momento en que se moviese habían pasado más de cinco minutos, tiempo durante el cual la batalla de los sannin se había convertido en algo más parecido a un juego del pilla-pilla.

Aprovechando su velocidad superior y un jutsu sin sellos de mano que le permitía convertir la parte inferior de su cuerpo en el de una serpiente Orochimaru-sama había logrado burlar a sus antiguos compañeros quienes le seguían la pista muy de cerca. Pero cada vez que su maestro intentaba alejarse del área que se había convertido en el capo de batalla de las invocaciones una copia de Katsuyu aparecía desde el suelo y rociaba ácido obligándolo a volver a la pelea.

Las serpientes que Orochimaru-sama había invocado anteriormente y habían quedado en e pantano del sabio de los sapos habían logrado liberarse. Pero una de ellas fue demasiado imprudente al meterse en medio de la pelea de las invocaciones encontrando rápidamente su final cuando Gamabunta dio un salto y le corto la cabeza con su espada.

Mientras que la otra serpiente tampoco tuvo suerte ya que en algún momento entre intentar esquivar el ácido de las múltiples copias de Katsuyu e intentar no ser devorada por Manda a quien no le importaban sus congéneres serpiente, enserio las serpientes de la Caverna Ryuchi necesitaban ir a terapia de familia, la serpiente había acabado en medio de Orochimaru-sama y los otros dos sannin. La pobre serpiente escupió un montón de pequeñas serpientes pero estas fueron reducidas a cenizas por un jutsu de Katon del sabio de los sapos mientras que la princesa babosa había reforzado su cuerpo con chakra Doton saltando sobre la cabeza de la serpiente y atravesando su cerebro matándola rápidamente.

No contenta con eso Tsunade había arrancado parte de los sesos de la serpiente los había reforzado con chakra y se los había lanzado a su antiguo compañero. No le dieron pero fueron una distracción lo suficiente buena como para que el sabio de los sapos alcanzase en un estallido de velocidad a Orochimaru-sama y le impactase con esa técnica que el mocoso rubio había usado anteriormente en él.

Al menos Manda había logrado hacer un barrido con su cola, obligando a Gamabunta a saltar y a Katsuyu a dividirse, los dos sannin también lo esquivaron sin recibir daños pero eso era un ligero respiro para Orochimaru-sama que con los experimentos que había realizado en su cuerpo logró volver a ponerse en movimiento y reanudar el juego del pilla-pilla con sus excompañeros.

Tenía que ayudar a Orochimaru-sama pero eso sería un suicidio. Había gastado la mayor parte de su chakra para repara su cuerpo dañado, todavía podría hacer un par de jutsus pero su cuerpo estaba cansado. Si se lanzase a la batalla moriría, Katsuyu lo derretiría con su ácido mientras que Gamabunta lo aplastaría, sin olvidar a Manda que tal vez decidiría recuperar fuerzas un snack con sabor a Kabuto. Por otro lado los sannin lo podrían matar con un solo dedo en su estado actual.

Pero tenía que hacer algo, podría intentar ir a por la aprendiz de Tsunade y el mocoso rubio pero la copia de Katsuyu estaría allí junto con los dos pequeños sapos que solo eran crías pero seguían siendo sapos del Monte Myoboku lo que quería decir que debían tener la fuerza de tres hombres adultos por lo menos, sus posibilidades de vencer eran inexistentes.

Algo, algo algo, ¿qué podría hacer?,¿qué distraería a los sannin?, ¿Qué le daría una abertura?. Entonces lo recordó la razón por la que estaban aquí. A cambio de que Tsunade le devolviese los brazos Orochimaru-sama había prometido resucitar al hermano pequeño y el amante de la sannin de las babosas.

El Edo Tensei, eso era. En su camino en busca de la sannin, habían recogido las muestras de adn de Nawaki Senju y Dan Kato. Podía resucitarlos, su maestro le había enseñado. No sabía si su maestro planeaba cumplir su promeso pero eso no importaba. Puede que Tsunade ya no temiese a la sangre pero como reaccionaría al ver a su hermano y amante atacarse mutuamente, sus cuerpos rompiéndose y reconstruyéndose. Eso garantizaría una abertura, una que Orochimaru-sama o Manda podrían aprovechar para acabar con la última de los Senju.

Se levanto con cuidado dispuesto a poner ese plan en marcha, cada movimiento que hacía dolía pero no podía malgastar más de su chakra en curarse, no cuando lo necesitaba para usar el Edo Tensei.

Con cuidado sacó un pergamino de la bolsa que llevaba en su cintura, desplegó el pergamino y sacó los distintos elementos para realizar el Edo Tensei, lo primero fueron los sacrificios un par de personas de Oto que tenían un sello de parálisis en su cuerpo, lo segundo fueron las muestras de adn que colocó junto a los sacrificios por último los dos pergaminos con la fórmula del Edo Tensei que colocó junto a los cuerpos.

Ahora solo faltaba ejecutar el jutsu, dejo gotear un poco de sangre en cada pergamino, la fórmula brillo por un instante y se separó del pergamino rodeando a los sacrificios y el adn. A continuación realizó los sellos de mano correspondientes, el movimiento de sus manos dolió pero necesitaba darse prisa.

Tigre-Serpiente-Perro-Dragón. Después de realizar los sellos aplaudió y la fórmula se asentó sobre el cadáver, la muestra de adn fue absorbida las partículas que formaban el cuerpo de los revividos aparecieron poco después. En poco tiempo los revividos estarían listos para obedecer sus órdenes. Todo estaba listo.

Pero no lo estaba, no cuando miró el pergamino y se dio cuenta de que se había olvidado de algo. Los sellos de control, no los había puesto junto con los cadáveres, ni siquiera los había desellado. Tenía que darse prisa, sacó los sellos de control, pero entre el dolor en su cuerpo y las prisas uno de ellos se cayó solo pudo agarrar uno.

Tenía que decidir a cuál de los revividos que casi estaban completamente formados decidía controlar. En realidad fue fácil, Nawaki solo era un gennin casi chunnin, Dan era un Jounin. Rápidamente se lanzo sobre el revivido casi formado que era Dan Kato para colocar el sello. Pero fue detenido por una mano que agarró su muñeca.

Fue en ese momento cuando miró a la cara del revivido que se dio cuenta de que no era Dan Kato, se habían equivocado de muestras, frente a él no estaba el Jounin de cabello azul pálido que había visto en una foto una vez.

Sino una persona completamente desconocida con ojos castaños iguales a los de la sannin de las babosas, cabello castaño a los lados de su cabeza pero en lo alto había una explosión de cabello rojo. Su piel parecía desgastada y con grietas como la de todos los divididos y en su rostro había una expresión de furia igual a la de la sannin de las babosas cuando su maestro mencionó sobre revivir a sus seres queridos. Pero sus ojos, Kabuto había visto esa mirada muchas veces, la mirada de alguien que pensaba que lo que había frente a él era insignificante y debía ser exterminado.

Por un momento los ojos de Kabuto se dirigieron al otro revivido y no pudo evitar un suspiro de alivio al ver que si era Nawaki Senju, quien estaba demasiado confundido por ser revivido como para darse cuenta de lo que pasaba a su alrededor, pero eso no quitaba el hecho de que estaba en una situación terrible.

Estaba atrapado por un revivido con chakra infinito y una fuerza asombrosa que le estaba destrozando la muñeca. Lo primero necesitaba liberarse, llamó a su chakra formando un bisturí de chakra en la mano libre y cortó el brazo del revivido para liberarse.

Pero antes de que eso ocurriese sintió el dolor florecer en su brazo y su mano cayó al suelo, cortada por una fuerza invisible a la altura de la muñeca. ¡¿Cómo!?. El revivido no había hecho ningún movimiento, no que hubiese visto.

Tenía que hacer algo, necesitaba liberarse…entonces no hubo nada, ni pensamiento, ni dolor solo vacío...


Entonces esto pertenece a un au! mío en el que profundizo en los hijos y nietos de Hashirama y Mito. Veamos a ver quien adivina quien es el hombre misterioso.