Dr. Stone no me pertenece, es propiedad de Inagaki y Boichi, yo sólo tomo los personajes para fines de esta historia.

~Noche libre.~

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—Esto sí que es emocionante —la voz de Senku se elevó por encima del sonido analógico de las paredes del laboratorio pero sin llegar a eclipsar por completo al del metal en movimiento—. ¡Estamos ante el nacimiento de las nuevas leyes del universo! —la emoción en su voz fue tan evidente entonces, expresando a la perfección su regocijante felicidad.

Estaba totalmente extasiado. ¿Y cómo no estarlo? Por fin, después de más de una década de esfuerzos e investigaciones incansables la máquina del tiempo estaba en funcionamiento. Sin lugar a dudas sería un día memorable en la historia de la humanidad.

Los aplausos y chillidos no se hicieron esperar a sus espaldas donde Xeno, Ryusui, Gen, Sai, Kaseki, Joel y Suika miraban con incredulidad y orgullo tan magnífica creación.

—Estamos a punto de comprobar o refutar la conjetura de protección de la cronología —los oscuros ojos de Xeno brillaron extraordinariamente mientras observaba con expectación lo que se había convertido en el mayor trabajo de su vida—. Dr. Chrome ¿Cuáles son las lecturas?

Chrome, quien se encontraba alejado del grupo, justo frente a la súper computadora, despegó brevemente la mirada de los monitores para responder al llamado de su colega. Ciertamente que alguien como Xeno lo llamara por su ahora título de Dr. fue extraño, pero sintió que podría acostumbrarse a ello. Internamente Chrome estaba tan orgulloso de sí mismo y del lugar en el que estaba; jamás, ni en sus sueños más locos podría haber concebido algo como esto.

—El generador Cockcroft-Walton está aumentando los niveles de energía para encender en su totalidad el mecanismo, tomará al menos un par de minutos para obtener los niveles necesarios y poner en marcha el motor ciclotrón. —A pesar de la seriedad en el tono de Chrome, la emoción salió a relucir.

—Bien una vez alcance los niveles necesarios mantenla estable, necesitamos calibrar el controlador de campo de Higgs de la cabina antes de poner en marcha el motor. Ahora lo importante aquí es —Senku se volvió lentamente hacia su valioso equipo con una extraña sonrisa ladeada que no auguraba nada bueno—. ¿Quién será nuestro afortunado conejillo viajero de indias? —su mirada se estrechó en cada uno de ellos con peligrosa y unilateral complicidad.

Todos se miraron entre sí pero nadie dijo nada después de unos segundos. Bien, ya tenían la máquina del tiempo pero ahora necesitaban comprobar que ésta funcionara y para ello requerían a un sujeto de prueba para el ensayo y error. Sin embargo aquello fue lo realmente desconcertante: la posibilidad del error tratándose de un sujeto de prueba.

—¿Y bien? —Senku intentó de nuevo pero todos apartaron la mirada con fingida distracción—. No tienen por qué empujarse, quien tenga la voluntad de hacer historia el día de hoy y contribuir a la Ciencia del futuro dé un paso al frente.

—Supongo que dentro de los candidatos también te incluyes a ti ¿Verdad? —Joel decidió hablar, cruzándose de brazos y estrechando la mirada en Ishigami.

—Por supuesto. Me encantaría ser el primero en viajar en el tiempo pero no puedo, además de Chrome y Xeno, soy el único que podría modificar los parámetros en el supuesto de que algo pudiera salir mal. —Se encogió de hombros.

En parte fue así, era el encargado de este súper proyecto y obtendría toda la información necesaria para dicha investigación.

—Eso y porque Senku-chan ahora es un amado esposo y un responsable padre. —La voz de Gen no se hizo esperar.

Asagiri decidió extender su breve visita a Japón luego de concretar asuntos diplomáticos y un par de proyectos sobre la mesa que tenía por ahí. Negocios son negocios después de todo y Gen había cerrado un jugoso trato recientemente.

—Mentalista. —advirtió.

—Lo que también descarta a Chrome como candidato, Kohaku quizá te mataría si envías al esposo de su hermana al pasado o al futuro y nunca logras regresarlo —siguió Gen, ignorando la mirada de fastidio en Senku—. Sin mencionar que Stan te dejaría de nuevo como coladera si algo le pasa a Xeno.

Senku chasqueó la lengua por las acertadas palabras del murciélago Asagiri, además de su recopilación de información en esta investigación, también estaba el asunto de su familia.

Salvar a la humanidad en el pasado era el fin de todo esto, pero Kohaku y su hijo en el presente y el futuro se habían convertido en su segunda prioridad después de la ciencia.

Y sí, también sabía que Kohaku jamás lo perdonaría si hacía sufrir a Ruri y a Touma en el supuesto de que algo malo le sucediera a Chrome en esa prueba. De Stanley ni hablar tampoco. Los recuerdos de Vietnam sobre lo ocurrido en América aún se hacían presentes.

Xeno carraspeó para llamar la atención.

—También tenemos la opción de enviar a uno de los prototipos de la IA en la que hemos estado trabajando. —sugirió Wingfield.

—¡Es verdad! —fue Suika la que habló ahora al recordar el otro proyecto en el que estuvieron trabajando esos años—. Podríamos probar con alguna de las primeras versiones de Rei.

Senku realmente pareció considerar esta nueva opción pero pronto declinó.

—Pero el nivel de consciencia de los primeros prototipos es deficiente, necesitamos al menos que mantenga comunicación con nosotros antes y después del salto en el tiempo.

—Podría lanzar un aviso de reclutamiento para esta prueba, el dinero no es problema. Aunque tendrían que firmar un acuerdo de conformidad en el que acepten los posibles resultados que esto pueda tener —intervino Ryusui—. Le diré a Francois que hable con los abogados y preparen el acuerdo, los familiares recibirán una indemnización en el caso de que el sujeto de prueba no regrese o muera debido a alguna falla del mecanismo.

Parecía una buena opción después de todo y el menor de los Nanami haría lo que fuese necesario para conseguir todos los avances científicos. Ryusui tenía un especial interés por esta máquina del tiempo para arreglar un par de asuntos familiares en el pasado.

—La idea de los Robots suena más factible y eso nos podría evitar pérdidas humanas. —Chrome acotó al considerar que era la mejor opción que tenían.

—O demandas. —agregó Senku con ligero sarcasmo esta vez.

No era insensible a la situación, pero por el momento cualquier intento de prueba o error requería de valioso tiempo y recursos. Con la civilización y un sistema de justicia parcialmente restaurado, no podían dar pasos en falso y mucho menos con un avance que rompería cualquier paradigma antes establecido.

—Bien, entonces serán las unidades Rei —Xeno consideró que a pesar de ser un trabajo extra, al menos se ahorrarían problemas de otra índole—. Empezaremos con la mejora de los prototipos mañana, por el momento y en vista de que no hay más que hacer por el día de hoy, vayan a dormir y los veré mañana a primera hora.

En su gran mayoría Xeno pudo distinguir en la mirada de los integrantes del equipo algo parecido a la alegría contenida detrás del cansancio acumulado en sus semblantes después de varias semanas, meses e incluso años trabajando día y noche.

—En especial tú, Ishigami. No quiero verte por aquí hasta mañana. —puntualizó el científico estadounidense con cierto tinte de advertencia en sus palabras.

No era para menos, en todos estos años Senku apenas salía de ese complejo a menos que fuese a base de jalones de orejas o certeras amenazas.

Un audible "tssss" por parte del susodicho fue la única respuesta ante tal advertencia. Eran apenas las siete en punto de la noche ¡Qué pérdida de tiempo!

—¡Esta noche la cena corre por mi cuenta! —Ryusui chasqueó los dedos para llamar la atención—. Haré las reservaciones en el restaurante de Francois, pueden pedir lo que quieran del menú, yo pagaré.

Otro barullo de alegría no se hizo esperar.

—Yo paso, iré a casa con Ruri y Touma. No los he visto desde hace varios días.

—Puedes llamarlos también Chrome, reservaré todo el restaurante para nosotros por esta noche.

—Gracias por la oferta Ryusui, pero quiero pasar tiempo familiar con ellos. —Chrome pareció algo cohibido por rechazar el ofrecimiento de su ex capitán.

—No te preocupes Bribón, seguramente debes extrañarlos mucho. Saluda a la bella Ruri y a Touma de mi parte —le guiñó el ojo en señal de que todo estaba absolutamente bien—. Los demás, vámonos.

—También paso.

Ryusui volvió la mirada hacia Senku.

—¿Noche familiar? —quiso saber Nanami con una media sonrisa de evidente diversión y sarcasmo—. Puedes llamarle a Kohaku para que nos alcance, estoy seguro que no se perdería de una buena cena de Francois.

Bueno en eso tenía razón y Senku lo reconoció, esa Leona no diría que no a semejante invitación. Pero de todas maneras tenía que declinar porque muy en el fondo y aunque él no quisiera admitirlo tan abiertamente, quería al menos tener un momento a solas con Kohaku y su hijo.

—Nah, necesito verificar algunas cosas en general, eso es todo. —se encogió de hombros con fingida indiferencia.

—Como sea, la oferta sigue en pie por el resto de la noche si cambias de opinión.

—Oh, lo dudo mucho Ryusui-chan, estoy diez mil millones por ciento seguro de que a nuestro querido Senku-chan le espera una buena noche y no se aparecerá por ahí. —Gen soltó con un tono insinuante al acercarse a Ryusui.

—¿Cómo pude olvidarlo? Tienes razón Gen, seguramente este Bribón estará demasiado ocupado por el resto de la noche. —Nanami le siguió el juego a Asagiri.

—Pero recuerda Senku-chan, a primera hora mañana… no te desveles demasiado.

—Joder, qué suerte tienen algunos.

—Mucha suerte Ryusui-chan.

Ambos, tanto Asagiri como Nanami esbozaron una ridícula sonrisa de complicidad que le generó un ligero tic en el ojo a Senku. Ese par, claramente estaba burlándose de él como generalmente solían hacerlo en los escasos momentos libres.

—Me largo, los veo mañana par de idiotas.

Senku recogió sus cosas y salió rápidamente de ahí. Este tipo de molestos comentario estaban asegurados si aceptaba la oferta de Ryusui y ni loco accedería a esa tortura por el resto de la noche.

_._._._._._

—¿Qué haces aquí?

El pequeño niño de apenas unos siete años miró con incredulidad y extrañeza a Senku, quién para el caso, se veía totalmente agotado mientras arrastraba los pies al entrar a la pequeña estancia.

—¿Es esa la manera en la que me recibes? —Ishigami rebatió con ligero sarcasmo, deteniéndose para estirar la espalda y tronarse el cuello ruidosamente.

No es que se tomara a mal la cuestión del niño, sino que parecía genuinamente desconcertado al verlo ahí después de semanas de ausencia. No lo culpaba.

—No te esperábamos el día de hoy, y mamá dijo que estarías muy ocupado hasta la próxima semana —Byakuya dejó a un lado el control de la televisión y saltó del sillón donde se había pasado la última hora viendo una serie—. Por cierto, se estrenó la nueva temporada de Dr. Stone, es la parte donde mamá, tú y el resto de los tíos viajan a una isla misteriosa, la semana pasada concluyeron los capítulos de la construcción del Perseo.

Maldición ¿Cómo olvidarlo? Esa maldita serie "Documental" en la que Gen y Minami eran productores ejecutivos en el proyecto… oh sí, y Ryusui el patrocinador, o más bien la corporación Nanami. Todo con la absurda idea de que "El mundo necesitaba saber sobre esta increíble hazaña"

¡Tonterías!

Además los actores ni siquiera se parecían a ellos y estaba demasiado sobre actuado ¡Por favor!

—Eso está escrito y dirigido por Gen… no te creas ni un milímetro de lo que ahí aparece.

—No lo sé, todo concuerda con lo que tú, mamá, el Tío Chrome y la Tía Ruri me han contado. —Byakuya se encogió de hombros y torció los labios. Sí bueno, quizá Gen a veces era mentiroso pero al menos sólo en un 40%.

Podría darle el beneficio de la duda en ciertas ocasiones. Y para qué mentir, Dr. Stone se había convertido en la serie favorita de Byakuya desde que vió el primer capítulo. Era una manera en la que podía conocer más sobre su padre, una de las personas a las que admiraba demasiado.

Tenía una enorme curiosidad por él, por todo lo que sus padres y tíos le habían contado sobre ese mundo de piedra. ¿Qué tanto había cambiado el mundo desde aquel entonces en ese lapso ridículo de tiempo?

Quizá lo suficiente para diferenciarse y dejar ese pasado atrás.

—Aunque es incómodo ver el romance que se desarrolla entre tú y mamá en algunas escenas… —Una pequeña muñeca de desagrado se patentó en la cara del niño.

Senku igualó la expresión de su hijo, recordó la absurda versión de Gen sobre algunas interacciones entre Kohaku y él, romantizando varias escenas donde claramente no fueron así o incluso añadiendo otras.

Si bien las cosas con Kohaku resultaron al final en una relación y desarrolló sentimientos por ella (aún en contra de su propia voluntad, si puede agregar), la manera en la que Gen las ponía en esa serie era absurda. Aunque claro, según las palabras del murciélago eso le había generado audiencia y no cambiaría nada.

—A eso me refería… si querías saber más ¿Por qué no leíste el libro que publiqué?

El que escribió con el poco tiempo libre que le quedaba entre investigaciones sobre el mecanismo de alteración del campo de Higgs, la reinvención de algunas tecnologías e incluso nuevas, y con la construcción de la máquina del tiempo. Sí, su tiempo se redujo a prácticamente nada en esa década.

Byakuya pareció meditar su respuesta por un segundo antes de contestar, buscando las palabras exactas.

—Lo intenté, pero tenía muchos términos difíciles de entender, incluso le pregunté a mamá pero ella tampoco sabía muy bien de lo que estabas hablando. Entonces comencé a ver la serie de Gen.

Tan simple como eso.

Y en realidad no le sorprendió, Byakuya parecía aprender a su propio ritmo y por sus propios medios; de acuerdo, quizá los términos empleados en su trabajo parecían demasiado complicados para un niño de su edad. Aunque sabía que con el tiempo lo lograría sin lugar a dudas. Sólo tenía que alimentar ese interés y posiblemente amor que el chiquillo tenía por ciertos temas y conocimientos.

El espacio parecía ser uno de ellos, pero más que nada Senku adjudicó ese interés a su padre más que a sí mismo, cuando este niño llegó a saber más sobre el hombre que fue su abuelo. Lo entendía, el viejo Byakuya también resultó ser una fuerte influencia para él.

Aunque también, como hijo de esa Leona, el pequeño parecía de igual manera fuertemente inclinado a las cuestiones físicas, de hecho no se perdía ninguno de los entrenamientos de su madre ni los de la liga juvenil de artes marciales que Tsukasa tenía a cargo.

Senku bufó audiblemente, ese niño era todo un caso.

—¿Dónde está tu madre? —quiso saber Senku al no encontrar ni rastro de la Leona en la estancia.

No le avisó ni siquiera a Kohaku que esa noche Xeno les dio un descanso, internamente quería conservar el factor sorpresa hasta el final.

—Mamá está tomando un baño, regresamos hace un rato de las clases en el lugar de Tsukasa y de camino también compramos algo de comida en uno de los locales de Francois —Byakuya cruzó sus pequeños brazos en el pecho mientras explicaba, alzando la cabeza hacia arriba para poder mirar a su padre con determinación—. Pero sólo compramos dos raciones, mamá tendrá que compartir su ración contigo y no estoy seguro que lo haga. Debiste avisar, viejo. —el niño negó en evidente desaprobación.

Demonios él tenía razón, quizá sí debió avisar después de todo. Cuando se trataba de comida Kohaku era una fiera… con eso y… otras cosas en general.

—No importa, pediré algo y ya.

Senku se quitó la pequeña capa que siempre llevaba consigo y se la tendió al chiquillo quien de inmediato se la colocó encima tal como él la tenía. Byakuya llevó las manos a las caderas, poniendo los brazos en jarras y adquiriendo una pose solemne que Senku pudo identificar a la perfección.

—Diez mil millones de puntos para tí papá. —señaló a Senku con su pequeño dedo pulgar, mientras esbozaba una media sonrisa en su rostro.

—Ahora me copias, enano.

Senku procedió a revolverle el cabello al chiquillo sabiendo que ésto sin lugar a dudas molestaría a su hijo. Ciertamente Byakuya era como una pequeña copia de sí mismo salvo por un par de detalles que marcaban un pequeño punto y a parte entre ambos; si bien el tono de cabello era casi el mismo, el niño se esmeraba en mantener esa tosca cabellera en orden para aplacar el gen alborotado que sus padres al parecer le habían heredado. Aunque jamás pudo evitar que un pequeño e indómito mechón se rehusara a permanecer en su lugar.

Sus ojos fueron la siguiente excepción, tan parecidos a los de su madre no sólo en color sino también en agudeza visual, si bien Byakuya no podría competir con la de Kohaku, su rango de visión era considerable para algunos detalles.

—¿Qué haces aquí Senku?

Ishigami se volvió hacia Kohaku quien al parecer apenas salía del baño y la inspeccionó brevemente con la mirada, además de parecer genuinamente confundida por su presencia en la casa también notó un ligero brillo detrás de su mirada aguamarina.

—¿También tú Leona? es como si el cachorro y tú hubieran visto una aparición —se quejó con fingida indignación—. Y por cierto ¿estás usando una de mis playeras? —Senku reconocería el desglose de la ecuación completa de Masa y Energía donde fuera.

Kohaku se cruzó de brazos y se acercó a ellos.

—No es como si supiera que vendrías a casa hoy, se supone que estarías en el laboratorio el resto de la semana para hacer las pruebas con la máquina del tiempo —ella lo miró buscando alguna respuesta de su presencia en casa, no es que no le agradara esta repentina sorpresa, sino todo lo contrario—. Y tus ropas son cómodas para poder dormir.

Oh claro, y también tenían impregnado el aroma de Senku en ellas. Aunque esto se lo reservaría Kohaku para sí misma.

—No tenemos un sujeto de pruebas para la máquina así que tendremos que usar los prototipos Rei para eso. Xeno nos envió a casa por esta noche y empezaremos con las mejoras a los prototipos mañana a primera hora.

—¿Puedo ser tu sujeto de pruebas? —Byakuya jaló la tela del pantalón de Senku para llamar su atención.

Ishigami lo miró, levantando una ceja en incredulidad por lo que su hijo estaba pidiendo. Por el tono de voz pudo discernir que estaba hablando en serio. Y él pareció considerarlo.

—¡Ja! Ni siquiera te atrevas a considerar algo como eso Senku o nunca verás el funcionamiento de esa máquina del tiempo.

Senku se apartó un sólo paso de su esposa al ver esa mirada cargada de dolorosas promesas si se atrevía a ponerle un sólo dedo encima a su hijo. Kohaku era una mamá Leona después de todo y a veces ese lado suyo le provocaba un ligero estremecimiento.

—No he dicho nada Leona, así que cálmate —trató de apaciguar a Kohaku—. Y tú, ya oíste a tu madre.

Miró a Byakuya como diciendo "Ella tiene la última palabra". Lo cual no era mentira.

—¿No podré viajar en el tiempo ni una sola vez? —insistió Byakuya con un pequeño puchero en los labios y cruzando los brazos en señal de protesta.

—Ni siquiera estamos seguros de que logremos esto ahora… podrían pasar años para que la máquina funcione. Es cuestión de ensayo y error.

—Entonces también quiero ayudarte, te prometo que estudiaré lo suficiente para ser tan inteligente como tú.

De un tiempo para acá Byakuya realmente esperaba que la máquina funcionara, confiaba en su padre para lograr esa tarea casi imposible. Pero si aún no era suficiente, entonces también quería contribuir a aquello, quizá no ahora pero sí en el futuro.

Kohaku miró a Senku y luego a Byakuya.

—¿Por qué de repente todo ese interés, Byakuya? —Kohaku cuestionó ligeramente extrañada.

Sabía sobre la curiosidad y el interés del niño hacia algunos de los proyectos de su padre, y definitivamente Kohaku podía ver a la perfección esa admiración que Byakuya profesaba hacia Senku. No le extrañó, incluso ella aún sentía esa admiración por él y de hecho eso fue lo que logró despertar ese amor hacia Senku.

—Quiero conocer al abuelo.

Fue contundente al respecto y entonces la comprensión llegó.

Kohaku se acercó a su hijo y se arrodilló frente a él para poder estar a su altura, suavemente lo tomó de los hombros y habló.

—Bien, entonces confía en que tu padre lo logrará… él irá paso a paso y con determinación hasta conseguirlo —sostuvo la mirada de Byakuya con la suya para dejar en claro que creía firmemente en sus palabras—. ¿No es así Senku? —esta vez aguamarina y carmín se encontraron cuando ella volvió su atención a él.

—Si tenemos a la ciencia de nuestro lado lo conseguiremos, podrá ser un camino largo y tedioso pero no imposible. —Una jactanciosa sonrisa deformó los labios de Senku ante tal promesa.

Era verdad, quizá no ahora pero en el futuro lo lograrían. La humanidad cimentaría las nuevas leyes del universo, Senku podía estar seguro de ello.

Eso pareció apaciguar a Byakuya, y aprovechando esto, Kohaku le pidió lavarse las manos en tanto ella y Senku ordenaban algo más para cenar ya que Kohaku decidió, tal como Byakuya auguró, no compartir su ración con su esposo.

Un pequeño escarmiento por no avisar a tiempo.

—¿Entonces te irás mañana temprano durante toda una semana? —Kohaku quiso saber, observando atentamente a Senku mientras se aflojaba la corbata y la tiraba sobre el sofá.

—Dos semanas o tres tal vez, necesitamos trabajar en los sistemas operativos de las unidades Rei para comenzar cuanto antes con las pruebas de la máquina del tiempo.

—Entonces tenemos únicamente esta noche antes de que te ausentes otras tres semanas.

Senku la miró casi de inmediato al reconocer ese "algo" en el tono de voz de Kohaku, él sabía qué era aquello y la simple idea le pareció realmente tentadora.

—¿Qué tienes en mente, Leona? —no necesitaba ser un genio para saberlo pero quería escucharlo de los labios de su esposa.

La filosa y seductora mirada en ella dijo más que mil palabras.

—Sólo ponernos al día Senku y recuperar un poco el tiempo perdido. Sólo eso.

Bien, él también quería recuperar un poco de ese tiempo perdido con ella. Y sí, quizá el murciélago tuvo algo de razón pero jamás le haría saber que así fue.

Realmente esperaba poder llegar al laboratorio a la hora estipulada.

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Fin.

N/A:

Otra cosa muy random y quizá muy Meh pero bueno…

Gracias infinitamente a quienes leen o comentan, y en general a quienes le dan una oportunidad a estos shots… se les quiere n.n

¡Hasta la próxima!