Disclaimer: Ni Evangelion ni sus personajes me pertenecen.

Naufragando entre mentiras

Sacudiéndose hasta sus cimientos al ser azotada con constantes explosiones, Tokio-3, una vez más, veía como un nuevo monstruo gigantesco aparecía en el horizonte causando destrozos. Por otra parte, la población, que cada vez era más pequeña al estar aterrorizada, cansada y hastiada de dicha situación, huía a los refugios subterráneos con la esperanza de sobrevivir ante los ataques de tal monstruosidad.

Respondiendo y contraatacando, las incontables torretas automáticas disparaban una infinita lluvia de balas que, como era de esperar, se estrellaban contra el Campo AT del ángel al no causarle ningún rasguño. Así pues, avanzando imparable al destruir los edificios de la ciudad, aquella colosal bestia empezó a destrozar el suelo, perforando, fácilmente, las gruesas capas de blindaje una tras otra.

Abajo, mirando hacia arriba con una sonrisa en sus labios, Asuka observaba el agujero que el ángel iba creando en su camino hacia el Geofrente. En otras contiendas, siendo respaldada por las Unidades 00 y 01, el Eva 02 no cargó en sus hombros el deber de ser la única esperanza de Nerv para detener al enemigo; sin embargo, al no ser este el caso, Soryu aceptó llevar esa pesada carga confiando en ganar.

Por ende, sosteniendo firmemente en sus manos un rifle de alta potencia, la Unidad 02 se mantenía en guardia a la espera que el ángel terminase de penetrar las placas de acero reforzado que obstaculizaban su ofensiva. Y sin que fuese necesario que esperase demasiado, una enorme explosión, causando una infernal bola de fuego, acabó por desintegrar las endebles defensas que aún se conservaban en pie.

– ¡Ahí viene!

Hablando con ella misma, preparándose para disparar tan pronto como hiciese contacto visual con el ángel, Asuka se moría de ganas por entrar en acción sabiendo que esta era su gran oportunidad para brillar. Desde que había puesto un pie en Japón varios meses atrás, en las diversas batallas que libró contra los ángeles, en ninguna de ellas logró lucirse ni destacarse como lo deseaba con tanto ahínco.

Su intento más cercano al éxito fue aquella vez cuando se sumergió en las profundidades de un volcán; no obstante, arruinando sus planes de coronarse como la mejor, las circunstancias la empujaron a ser rescatada por Shinji cuando la muerte estuvo a segundos de llevársela. Por ello, en esta ocasión, sin que él ni Ayanami se encontrasen ahí para entrometerse, Soryu se repetía en su mente que no podía fallar.

– Ahora que Shinji no está, es mi oportunidad para triunfar yo sola. Les demostraré a todos que siempre he sido la mejor piloto del mundo, no necesito la ayuda de nadie para ganar.

Apagándose el fuego que ardía a casi un kilómetro de distancia de ella, el humo, llenando el panorama como consecuencia, se vio cortado por la mitad cuando un rostro humanoide, de proporciones monumentales, se dibujó frente a Asuka quien apretó los dientes en preparación para la inminente pelea que, tanto ella como el ángel, protagonizarán en aquella cavidad esférica debajo de Tokio-3.

Justo en el instante en que el ángel ingresó en el Geofrente, Asuka, sin demoras, le dio la bienvenida con una firme y continúa ráfaga de disparos que, como ocurrió en la superficie, chocaron contra el muro invisible que el ángel proyectaba a su alrededor para protegerse. Pese a esto, sin dejar de disparar, una parte de ella empezó a dudar de sus habilidades, al desear, silenciosamente, que Shinji estuviese ahí.

Unas horas antes, hallándose, sorpresivamente, en compañía de Rei Ayanami, Asuka yacía reclinada contra una pared en el pabellón médico de Nerv donde Shinji todavía permanecía custodiado. Habiendo sido un completo desastre la prueba de activación de la Unidad 03, ella y Ayanami, sin que pudiesen defenderse, fueron derrotadas, sin problemas, por el Evangelion contaminado y poseído por un ángel.

Cuando los acontecimientos más atroces se dieron, ella, neutralizada y vencida por la endemoniada Unidad 03, había perdido la conciencia padeciendo algunos golpes y raspaduras. Por tal razón, teniendo la fortuna de no ver nada de lo que sucedió, no presenció cómo el Eva 01 también perdió el control de sus acciones, al desmembrar y mutilar, al que debía ser el nuevo Evangelion en el catálogo de Nerv.

Ese idiota no volverá a pilotear nunca más luego de lo que hizo. Este es, sin duda, el final de su carrera como piloto.

Al despertar, recibiendo asistencia médica del equipo de rescate de Nerv, Asuka se levantó de la camilla donde reposaba topándose con el espantoso panorama que, en contra de los deseos de su piloto, el Eva 01 dibujó en la zona donde se llevó a cabo la lucha. Sin importar que se hallase en un área agrícola, con numerosos pastizales verdes, el intenso color rojo de la sangre cubría todo de extremo a extremo.

Igualmente, provocándole náuseas al verlos, Asuka parpadeó hasta el cansancio al mirar los restos amputados del Eva 03 que cayeron sobre las casas y granjas que se erigían allí. Su vieja creencia de que los Evas no eran más que cables y tornillos, al contemplar el cadáver descuartizado de la Unidad 03, quedó tan destrozada como ésta. Asimismo, aquella carnicería, originó la crisis perpetrada por Shinji.

¿Cómo está Ikari?

No está herido, así que estará bien–Asuka, escuchando a Ayanami preguntándole por Shinji, se giró con levedad hacia la derecha para mirarla de soslayo–debe estar soñando ahora mismo, pero cuando despierte, tendrá muchos problemas sobre él.

En un arrebato de ira, una vez que pudo recuperar su dominio sobre el Eva 01, Shinji, como represalia por casi haber asesinado a Toji Suzuhara, amenazó con destruir las instalaciones de Nerv. Por más que los técnicos en el Cuartel General intentaron hacerlo entrar en razón, Shinji, cegado por la cólera, se negó a escucharlos reiterando que lo destruiría todo hasta llegar con su padre para acabar con él.

A pesar que la idea de imaginar a un Shinji iracundo, osado y valiente le sonó muy atractiva en un principio, al enterarse que fue vencido al no tolerar la aplastante presión del LCL en el interior de su cápsula, Asuka se decepcionó de él, al tacharlo, por millonésima vez, de "idiota". Aún así, sin que no lo admitiese públicamente, menos ante Ayanami, su preocupación por él la incitó a indagar por su estado.

¿Soñando? –Cuestionándola, dándole la impresión de no entender un concepto tan natural y común como lo era soñar, Ayanami le preguntó con su típica voz susurrante.

Sí, soñando–Asuka, arqueando una ceja, como si le estuviese hablando a un bebé, le reafirmó además de devolverle la pregunta– ¿Acaso nunca has tenido un sueño?

Interrumpiendo sus recuerdos de aquel instante, viéndose traída de vuelta al presente, Soryu miraba con frustración como las ráfagas que le disparaba al ángel fracasaban en eliminarlo. Por su parte, descendiendo desde las alturas con lentitud, mofándose en silencio de los ataques de la Unidad 02, el ángel que fue registrado con la catorceava numeración en los registros de Nerv, apuntó su vista a Asuka.

– ¡Toma esto, maldito!

Cargador tras cargador; cartucho tras cartucho, todos y cada uno de los proyectiles que Asuka arrojaba hacia el ángel se desintegraban al impactar contra el poderoso Campo AT que lo envolvía. Misato, desde la sala de control, intentaba darle órdenes a Asuka para que cambiara de estrategia, al ser, más que evidente, que sus repetitivas arremetidas eran inofensivas para el monstruo que la desafiaba.

– ¡Siguiente!

Sin embargo, ignorando las indicaciones de Misato, Asuka apagó los sistemas de comunicación aislándose en el interior de la Unidad 02. Así pues, mientras el ángel tocaba tierra al completar su aterrizaje, el Eva 02, al agotar las municiones de su rifle, lo arrojó al suelo para reemplazarlo con dos ametralladoras gigantes. Y de nuevo, mal aconsejada por su soberbia, Asuka cometió el mismo error.

Ya encontrándose a menos de cien metros de distancia el uno del otro, Asuka, abriendo fuego de forma frenética contra el ángel, veía con incredulidad como su oponente ni siquiera intentaba responder a su ofensiva, como si ella, considerándola como un insecto, no fuese más que una mera molestia. De haber escuchado a Misato, Asuka, sin lugar a dudas, sabría que el Campo AT del ángel era inconmensurable.

– ¡Se supone que ya debería haber debilitado su Campo AT! –Sintiendo la presión que ella misma se ponía encima, Asuka, desesperada al ver que no estaba logrando nada, no encontraba soluciones a sus problemas– ¿Por qué demonios no puedo destruirlo?

Quedándose otra vez sin balas, pasando a algo más potente en el arsenal a su disposición, Asuka recurrió a dos lanzacohetes que, en otro escenario, hubiesen sido más que suficientes para borrar del mapa a todo un pelotón de soldados. Empero, aún con los ojos vendados por la desesperación, ésta se alimentaba de las imágenes mentales que la propia Asuka creaba en su imaginación al torturarse.

A pesar que bloqueó las comunicaciones con la base, Asuka, sin temor a equivocarse, sabía que el Comandante Ikari se hallaba sentado en su silla mirando la batalla en la pantalla gigante ante él. Igualmente, Misato, en compañía de la Doctora Akagi y sus subalternos, debía estar hablando de sus reiterados fallos al no ser capaz de derrotar a un rival que, sin moverse, no realizaba ninguna acción.

Aprovechándose de esa grieta en su confianza, la cual, con el paso de los segundos, se volvía más y más grande, sus miedos proyectaron ante ella la silueta de Shinji que, sin demora, le hizo evocar cuando ambos pilotearon juntos en su pelea en medio del océano; cuando entrenaron para sincronizarse al combatir a un adversario doble y cuando él la rescató del ardiente magma que casi la carbonizó.

Le gustase o no, con él, la victoria la respaldaba al ser un hecho asegurado. Sin él; pese a su destreza, la derrota era inevitable. Tal idea, resultándole inaceptable, solamente ayudó a que perdiera la cordura.

– ¡No puedo perder otra vez, no puedo!

Uno tras otro, creando una tormenta de detonaciones que llenó las cercanías, los misiles que disparaba contra el ángel ni siquiera lograban tocarlo, el cual, luego de permanecer inmóvil por una eternidad, mostró más de sus dones al extender sus brazos que lucían como si fuesen serpentinas de papel. Asuka, al ver tal cosa, pestañeó muy confundida al nunca antes haber combatido contra una criatura así.

– ¿Qué piensa hacer?

Como si la hubiese oído, respondiéndole con acciones y no con palabras, el ángel, en menos de un santiamén, desplegó sus extremidades con una velocidad que no le permitió reaccionar. Sus brazos, haciendo gala del letal filo que poseían, le cercenaron los suyos al Eva 02 con un corte elegante, certero y preciso. De ambos agujeros, derramándose a cántaros, varios litros de LCL llenaron el piso al mojarlo.

En la sala de control, deteniendo sus constantes intentos por comunicarse con Asuka, todos los presentes, a excepción del Comandante Ikari, perdieron el aliento cuando vieron al Eva 02 quedar prácticamente inutilizado. Al no contar con las Unidades 00 y 01, de caer la Unidad 02, no existían más obstáculos ni barreras que le dificultaran el camino al ángel en su afán por destruir a la humanidad.

Mientras tanto, en las profundidades del Eva 02, Asuka, sintiendo en carne propia las lesiones de su Evangelion gracias a la sincronización, se abrazaba a sí misma al hacer todo a su alcance para soportar el dolor. Con anterioridad ya había padecido y experimentado dolencias terribles, pero esta, definitivamente, iba mucho más allá de cualquier otra al tener un condimento adicional en su fórmula.

Así, como si fuese sal cayendo en sus heridas, el rostro de Toji Suzuhara se materializó para recordarle que no era ni única ni tan especial como alguna vez creyó ser; al contrario, como lo llegó a decir Ayanami de sí misma en incontables ocasiones, era reemplazable. Si bien Misato ni nadie más se lo dijo, Asuka, sacando sus propias conclusiones, especuló con que Toji fue seleccionado para sustituirla a ella.

¿Por qué razón elegirían a un idiota inexperto como él?

¿Qué otra explicación podía haber para su llegada?

Lo que estaba pasando el día de hoy solamente era el pináculo de la pirámide de sus derrotas, las cuales, llegando a un nivel sumamente humillante para Asuka, empeoraron unos pocos días atrás cuando descubrió el nombramiento de Toji. En una de sus recurrentes visitas a la diminuta oficina de Kaji, Asuka, pretendiendo sorprenderlo con su aparición, pudo echarle un vistazo a la computadora privada de Kaji.

¿Estos son nuestros datos de sincronización?

Soryu, borrando la sonrisa risueña que esbozó para Kaji, al mirar los datos en el ordenador, leyó los nombres habituales del trío de pilotos de Nerv; no obstante, hallando un cuarto nombre en la lista, al leerlo, la felicidad de Asuka se convirtió en un terrible puntapié en el estómago.

¿Qué? –Indignada, dando un paso hacia atrás, Asuka se negaba a creer lo que sus ojos leían– ¡Un cuarto piloto!

Kaji, quien no se sentía de humor para lidiar con sus berrinches y protestas, simplemente mirando hacia otro costado para ignorarla, se maldecía a sí mismo por no haber cerrado la puerta con llave al entrar. Tal cosa, aún así, no evitó que la alemana pelirroja continuase quejándose y reclamando.

¿Por qué lo eligieron a él para ser piloto? –Habiendo perdido su máscara de chica dulce que usaba con Kaji, Asuka, la verdadera, dejó salir sus inseguridades al ver la fotografía de Toji en el monitor frente a ella– ¡Esto tiene que ser una maldita broma, no puede ser verdad!

Fue ese día, para su desgracia, cuando la suma acumulada de todas sus pérdidas le mostró que Nerv podía continuar sin ella; empero, ella no podía continuar sin Nerv. Su vida entera, desde que tenía uso de razón, giró en torno a la meta de ser reconocida, apreciada y aceptada al ganarse la aclamación de los demás por medio de sus victorias al pilotear. Sin el Eva 02, metafóricamente, era un cadáver viviente.

La mera noción que fuese reclutado alguien como Toji, sin la mitad de la preparación, el entrenamiento y el talento que ella poseía, era la mayor de las ofensas imaginables para Asuka. Por ende, recayendo en esta lucha la importancia crucial de ganar, Soryu, levantando la vista hacia el ángel que se le aproximaba, dejó de temblar al verse invadida por una rabia animal que acabó de robarle la sensatez.

– ¡Eres un maldito!

Aunque su voz no era escuchada en el Cuartel General, sus gritos, llenando sus alrededores con su ira, fueron el último clavo en su ataúd al emprender una irracional embestida contra el ángel, el cual, una vez más, se mantuvo sereno al observar al Eva 02 acercándosele a gran velocidad. Simultáneamente, mirando la arremetida desesperada y demencial de Asuka contra el ángel, Misato intentó detenerla.

Pensando más en la seguridad y en la supervivencia de Asuka que en cualquier otra cosa, Misato, girándose hacia los técnicos que siempre la asistían en medio de una pelea contra los ángeles, ordenó la inmediata desactivación de la conexión neuronal que le permitía a Asuka sincronizarse y pilotar su Unidad 02; sin embargo, por otro reiterado fallo en sus sistemas, les fue imposible ejecutar tal orden.

Asuka, por otro lado, irónicamente pensaba más en su orgullo y reputación que en su propia existencia al apretar el paso hacia su enemigo. Sin armas y sin brazos, era más que obvio que no conseguirá hacerle ningún rasguño a tan poderoso monstruo, pero su imperiosa necesidad de sentirse útil y valorada por sus triunfos, era el motor que la impulsaba a materializar aquella misión suicida.

Desde muy pequeña, antes de incluso saber lo que era un Evangelion, el destino la trató con desmedida crueldad al crecer en una familia que no le brindaba ni el cuidado y ni el amor que una niña de su edad merecía. Su madre, con una salud mental irreparable, la ignoraba al ver a una muñeca de trapo como si fuese su hija real. Su padre, pasando demasiado tiempo con la enfermera de su esposa, la evitaba.

Fue ante esto, y el posterior suicidio de su madre, que Asuka convirtió al Eva 02 en una especie de bote salvavidas que le permitió navegar las turbulentas aguas de la soledad y la amargura. Así, resistiendo tempestades y huracanes emocionales, Soryu, remando con vigor en busca un sitio donde hallar la felicidad y el cariño que ansiaba su alma, superó todos los desafíos existentes en su travesía.

De tal modo, fortaleciéndose al sobrepasar los azotes del mar de la desdicha, Asuka se engañó a sí misma al creer que mientras nadie supiese de sus más íntimos pesares, el viento siempre soplaría a su favor. Y como toda mentira, cayendo sobre sí misma al no tolerar su propio peso, su embarcación acabará siendo destrozada por la verdad, haciéndola, naufragar, sin que fuese auxiliada y socorrida.

– ¡Muere!

El ángel, con una tranquilidad que contrastaba con el delirio de Asuka, recurrió, de nuevo, a sus mortales brazos al extender uno de ellos hacia la Unidad 02 que corría hacia él. Así, mientras Misato veía la misma escena al gritar que desconectaran a Asuka, la germana, recobrando una pizca de su lucidez, miró en cámara lenta cómo la afilada cuchilla del ángel se aproximaba a ella a altísima velocidad.

Varios rostros se dibujaron ante ella en aquella fracción de segundo, algunos le ofrecieron consuelo, otros, al ser el origen de sus males, la hicieron odiarlos todavía más. Quizás, si hubiese tenido la valentía y voluntad de ser honesta y abierta con los demás, al tomar mejores decisiones, el resultado que estaba a punto de recibir habría sido muy diferente. Lamentablemente para Asuka, ya era tarde para cambiar.

Justo un santiamén antes que Makoto Hyuga lograse ejecutar la desconexión neuronal entre Asuka y el Eva 02, la navaja del ángel, con una firmeza incuestionable, decapitó a la Unidad 02 provocando que su cabeza saliese volando por los aires a varios kilómetros de distancia. Asimismo, en el interior de la cápsula donde se ubicaba Asuka, una historia no muy distinta se desarrollaba por su cuenta.

Si bien su propia cabeza no fue cercenada, como consecuencia de mantener un alto nivel de sincronización entre ella y su Evangelion, Soryu sintió como si una guillotina invisible le cortase el cuello por completo. Sus nervios, abrumados por aquella sensación tan realista, se vieron sacudidos por una corriente eléctrica que detuvo el latir del corazón de Asuka, quien, sin vida, se desplomó en su asiento.

Así, leyendo las lecturas de los signos vitales negativos de Asuka en los computadores a su disposición, Misato y compañía, al unísono, se quedaron sin habla al entender lo que ocurrió. Meses atrás, contando con tres Evas, la humanidad pensó que podría ganar al evitar un hipotético y apocalíptico Tercer Impacto, ahora, sin ninguno de ellos, como le pasó a Asuka, aquellas falsas esperanzas se desvanecían.

No obstante, en tanto todo aquello acontecía, un individuo más apenas comenzaba a sospechar lo que sucedía en el campo de batalla por encima de él. Shinji, luego de haber sido expulsado de Nerv, no pudo marcharse de la ciudad a tiempo, debiendo esconderse, a causa de la llegada del ángel, en un refugio subterráneo que era normalmente utilizado por los civiles que seguían residiendo en Tokio-3.

Escuchando los retumbos que provenían desde la lejanía, la falsa y frágil seguridad que lo arropaba se vio destrozada, cuando una demoledora explosión, destruyendo parte del techo del búnker, abrió un gigantesco agujero en los muros de hormigón. Shinji, quien acabó tirado en el piso por la onda expansiva, pestañeó miles de veces al verse ante la gigantesca cabeza decapitada de la Unidad 02.

– ¡Asuka!

Shinji, mirando directamente a los cuatro ojos del Eva 02 que le veían en silencio, oyendo los gritos de terror de las personas que le acompañaban en aquel sitio, se dio cuenta que las falacias que él mismo se había dicho para no luchar más, se escurrían, entre sus dedos, como arena. Afuera, como si fuese un tsunami, el ángel proseguía con su implacable ola de destrucción al no aparecer nadie para detenerlo.

Poseyendo sus propios demonios con los cuales pelear, Shinji, aún ignorando el trágico ocaso de Asuka, abandonó el refugio mirando la monumental silueta del ángel que caminó justo al lado de la destruida Unidad 02. En tanto la mayoría corría en la dirección opuesta para ocultarse, Shinji, sintiéndose atraído por la devastación, se olvidó de sus maletas al no quitarle la mirada de encima al Eva 02.

De un modo muy similar a como lo hizo Asuka, Shinji, habiendo navegado por el mar de la soledad, se mintió a sí mismo miles de veces al decirse que al permanecer solo y lejos de todos, nada ni nadie, lo lastimaría; empero, al estar allí parado, observando la inminente extinción de la raza humana, como le sucedió a Asuka, su embarcación construida con mentiras y falsedades comenzó a hundirse y a zozobrar.

Así, con el agua llegándole al cuello, por más que el desprecio que se tenía a él mismo lo incitó a dejarse ahogar para acabar con su tristeza, Shinji, sin saberlo, tomó la decisión contraria a la que eligió Asuka. No para salvar su orgullo ni por gloria personal, si este iba a ser el final, ya no queriendo sentirse vacío ni roto por dentro, Shinji empezó a correr en rumbo hacia la base de Nerv en busca de la Unidad 01.

No imaginaba lo que pasará con él, tampoco conocía la magnitud real de la derrota de Asuka, pero hasta que la descubra, un paso detrás del otro, Shinji confiaba en salvar a sus amigos, incluyéndola a ella.

Fin

Hola, les agradezco mucho por haber leído esta historia. Como estoy seguro que ya lo adivinaron, decidí ambientar esta historia en el episodio 19 de la serie original donde se da la aparición de Zeruel, pero, para que no fuese una copia exacta del capítulo, aproveché la oportunidad para implementar algunos cambios como ya lo he hecho en otras ocasiones al hacer fics del tipo "universo alterno".

En ese episodio se da uno de mis momentos favoritos de Evangelion donde Kaji conversa con Shinji y lo motiva a pelear, pero aquí quise plasmar a un Shinji que tomase esa misma decisión por sí mismo sin ser influenciado por nadie. Además, por mucho que me haya dolido, traté de imaginar un final más trágico para Asuka en su batalla en solitario contra Zeruel donde fue ampliamente superada por el ángel.

Por ahora esto será todo de mi parte, muchas gracias por leer y hasta la próxima.