Capítulo #16

Visita nocturna

Elisa sabía que aquella noche le resultaría difícil conciliar el sueño por lo que encendió su computadora y se colocó los audífonos para trabajar en lo que tenía pendiente, al mirar la pantalla vio el reflejo de Black en su ventana por lo que se giró sorprendida.

—Black ¿Qué haces aquí? —preguntó sorprendida Elisa, abriendo la ventana y haciéndose a un lado para que pudiera entrar. Una vez adentro el chico se destransformó.

—En realidad… —se sonrojó un poco antes de responder—. Soy alguien curioso, dijiste que había algo que querías entregarme, así que vine a averiguar qué es.

—Creí que enviarías a Wolfry, tu deberías estar descansando ya —lo regañó la chica, dándole un golpecito en la frente.

—Auch, eso dolió—se quejó Jack dándose un pequeño masaje en la frente—. Iba a enviar a Wolfry, pero es más divertido venir en persona.

—Bueno, en la mañana que nos vimos olvide darte tu amuleto —dijo regresando al tema y fue por su bolsa para buscarlo y después entregárselo—. Tenía planeado que Aquila te lo entregara mañana pero te me has adelantado.

—¿Entregármelo mañana? Veo que sales mucho para una persona castigada —bromeó mientras tomaba el pequeño amuleto y procedió a sentarse en la cama de Elisa.

—No he salido tanto como en otras ocasiones —contestó la chica riendo—. Estoy perdiendo mi toque.

—Creo que ocupas una mala influencia que te ayude a escapar como antes —respondió el chico siguiéndole la corriente

—Me fascina la idea, —sonrió un poco—. Siento como cada día más me asfixia estar encerrada

—Lo sé, debe ser difícil —hizo una pequeña mueca—. Pero volviendo al tema, si hubiera sabido que era esto lo que tenías que darme, habría venido al instante —se quejó un poco.

—Por eso mismo no te lo dije —se sentó en su silla frente a él—. Sé que estás muy ocupado últimamente para que te haga perder el tiempo —No estoy tan ocupado como crees —se rió mientras movía con nerviosismo sus pies—. Deje mi trabajo como actor ¿recuerdas?

—Lo recuerdo, pero estás trabajando en algo más ¿No?

—Estaba ayudando en el set como asistente, pero ya no —rió algo triste mientras miraba fijamente el suelo—. Dudo regresar al estudio por al menos algunas semanas

—¿Ya no? ¿Sucedió algo? —Elisa se sentó a su lado y tomó su mano—. ¿Has estado bien últimamente? Creo que no hemos podido hablar de forma decente en los últimos días

—Lo sé, la verdad han pasado muchas cosas, lo siento por no haber venido antes —miró con tristeza a la chica—. Es solo que no quiero que veas este lado de mi

—Jack —dijo tomando su rostro con suavidad—. Quiero ver todos tus lados y no solo el feliz ¿Quieres contarme lo que ha pasado?"

—No lo sé —contestó dudoso—. Ya tienes suficientes problemas como para que te moleste con los míos.

—No importa eso —suspiro mirándolo—. Sabes que siempre estaré para escucharte cuando lo necesites.

—Quizá otro día, creo que ya me avergoncé frente a ti lo suficiente por hoy —dijo como una broma a medias, refiriéndose a la confesión que le había hecho en la mañana— Además, contarte sobre la discusión que tuve con mi padre sólo arruinará mi imagen

—Así que fue una discusión —se levantó y caminó hacia la ventana por dónde había entrado Jack— ¿Las cosas tampoco van bien con tu padre?

—Las cosas nunca han ido bien con mi padre, eso no es nada nuevo—rió y se cambió a la silla en que Elisa estaba sentada—. ¿Qué tal va todo con tu madre?

—No hemos hablado desde la akumatización —contestó girando para recargarse en la ventana y verlo de frente—. Ya sabes, se la pasa encerrada en su habitación

—Creo que en esa cuestión nuestros padres son tan parecidos, su trabajo siempre es primero —Parece que les importa más el trabajo que sus hijos

—Lo se, en estos momentos en verdad extraño a mi madre —giró un poco la silla y suspiró.

—Yo también la extraño, al igual que extraño a Erick —se acercó a él para colocar una mano sobre su hombro, ofreciéndole una sonrisa melancólica—. Al menos nos tenemos el uno al otro aún.

—Nunca creí decirlo, pero si, también extraño a Erick, aunque me odiaba —hizo una pequeña mueca—. Es verdad, aún nos tenemos el uno al otro —dijo sonriendo.

—No te odiaba, el también te quería —dejó escapar una risa.

—Bueno, si tu lo dices te creeré —sonrió y guardó silencio

—Jack —dijo el nombre del chico algo nerviosa—. Hay algo que quiero decirte

—¿Quieres decirme algo? ¿Es sobre un asunto de héroes?

—No realmente… Es sobre ti —pasó saliva con dificultad—. Está mañana que hablamos, si te rechacé no es porque no me gustaras, estaba confundida y no quería tomar una decisión que nos afectará a ambos de forma negativa —habló un poco rápido por los nervios—. Lo que quiero decirte es que tú también me gustas Jack.

Jack estaba tan sorprendido que se cayó de la silla en la que estaba sentado con la mirada fija en Elisa.

—Espera.. Espera... ¿Qué acabas de decir? —preguntó sorprendido, mientras aún estaba en el suelo, tratando de recuperar las palabras que había perdido debido a la sorpesa—. Esto es una broma, no? Por favor no digas cosas que me puedes ilusionar

—¿Estás bien? —se acercó al chico y lo ayudó a levantarse, sentía sus mejillas rojas por la vergüenza—. Jamás haría algo así, te lo estoy diciendo enserio, no son cosas con las que uno deba bromear

—¿Esto es real? ¿Me prometes que no estoy soñando ? —miró a Elisa ilusionado

—Si es real y no estás soñando, ¿podrías creerme ya por favor? —lo siguió con la mirada—. No imaginé que fuera tan vergonzoso decirlo

—Lo siento —se disculpó el chico mientras los colores sabían por sus mejillas haciendo que se sonrojara—. Es solo que he imaginado este momento tantas veces y estoy tan feliz que parece un sueño —se acercó a la chica y tomó sus manos con cuidado—. Se que ya lo sabes, pero lo volveré a repetir, me gustas Elisa

—Lo siento si no fue una confesión de ensueño —al sentir sus manos, sus mejillas tomaron un rojo más intenso—. Y tú me gustas, Jack

—No te preocupes por la confesión, para mi fue genial —le guiñó un ojo—, además la mía tampoco fue una confesión de ensueño, aún así me siento alegre.

—¿Enserio? —sonrió aliviada—. Dudaba en decírtelo después de haberte rechazado, pensaba que no ibas a creerme y nuestra amistad terminaría para siempre.

—No sería tan tonto como para terminar nuestra amistad por algo como eso, la verdad es que... —hizo un pequeña pausa—. Pensé que nuestra amistad terminaría por mi culpa, ya sabes, que por mis sentimientos te ibas a sentir incomoda y me ibas a apartar

—No me sentiría incómoda —contestó con firmeza—. Sin embargo me preocuparía por ti, por cómo te sentirías al estar conmigo, pero me alegro que nada de eso suceda y sea algo mutuo.

—Bueno ya que hablamos y dejamos en claro nuestros sentimientos, entonces hay algo que quiero preguntarte —tomó la mano de la chica y se arrodilló, colocando sólo una rodilla en el suelo—. Elisa...—hizo una pequeña pausa, para darle mas emoción a sus siguientes palabras, mientras miraba los ojos de la chica— ¿Te gustaría ir mañana a una cita conmigo?, solos tu y yo

—Claro que sí me gustaría —aceptó con una sonrisa ayudando a levantar al chico—. Si que eres un romántico, no creí llegar a ver está faceta tuya algún día.

—Eso me alegra, habría sido muy vergonzoso si no hubieras aceptado —bromeó y se levantó con ayuda de la chica—. Espero que te guste esta nueva faceta mía, sólo quiero hacerte feliz

—¿Cómo no podría aceptar? —río un poco—. Desde que te conozco me has hecho feliz, ahora dime los detalles de nuestra cita para planear mi escape.

—Tú solo dime y yo conduzco hacia donde quieras —sonrió con ternura—. ¿Cuánto tiempo crees que puedas estar fuera de casa sin que lo noten?

—¿Me invitaste a una cita que no tenías planeada? —preguntó cruzando los brazos—. Puedo estar fuera unas 3 horas como mucho.

—Creí que me conocías, siendo sincera dime ¿cuando he planeado algo? —sonrió y le guiñó un ojo—. Podría sorprenderte, pero se que te gusta planear las cosas por eso te dejo elegir.

—Bueno, no te equivocas —afirmó la chica mientras veía a su amigo— ¿Qué tal si vamos a nuestro restaurante?

—Entonces es definitivo, tenemos una cita —habló en voz alta, sonrojándose un poco—. Nunca creí decir eso en voz alta.

—Así que antes teníamos salidas y ahora son ¿citas? —preguntó Elisa algo avergonzada, la forma en la que Jack hablaba la hacía sonrojar.

—Claro, ahora son citas, en primera porque suena mucho más romántico y en segunda —se acercó aún más a la chica y le susurró en su oído—. Ahora que se te también te gusto no planeo seguir siendo "solo un amigo"

—¡No hagas eso Jack! —exclamó mientras sus mejillas se tornaban de un color rosado y su piel se erizaba—. Se siente raro

—¿Raro? —preguntó acariciando con sus dedos un mechón de cabello de Elisa—. A mi me gusta la forma en que reaccionas, es muy tierna.

—No es tierna —le reprochó su amiga—. Haces que me den escalofríos

—De acuerdo, de acuerdo —se alejó riendo y levantó las manos en señal de rendición—. No lo haré, por ahora.

—Enserio Jack, muchas veces no se que es lo que debo hacer contigo

—Bueno, puedes ir a una cita conmigo mañana en nuestro restaurante favorito —bromeó el chico—. Se que extrañas ese lugar

—Es verdad, ya tiene mucho tiempo que no vamos a comer juntos y enserio extraño el sabor de su pasta

—Lo se, a mi me encantan demasiado los postres de ese lugar —contestó alegre y se recargó en la orilla de la ventana.

—Pero antes del postre promete que comerás bien —lo interrumpió Elisa.

—Claro, mamá —contestó en tono burlón para molestar a la chica, con una gran sonrisa en su rostro—. Comeré bien antes del postre

—Hablo enserio, me preocupan las dietas que sueles hacer, a veces pueden ser muy estrictas

—Lo se, también odio esas dietas estrictas de mínimas calorías —suspiró cansado—. Pero tranquila, no voy a seguir esas dietas por ahora, Wolfry no me perdonaría si volviera a suceder otro incidente como el de la última vez.

—Cómo que incidente ¿Qué fue lo que paso? —preguntó preocupada.

—Emm —dudó un poco antes de contestar y se rascó la nuca nervioso—. No es nada muy grave, solo tuve varios problemas al transformarme, y tal vez quedé inconsciente varias veces, ¿sabías que los kwamis consumen mucha energía?

— Si lo sabía, esas dietas terminarán matándote si las continuas haciendo —expresó Elisa con una mezcla de enojo y preocupación.

—Oh vamos, no me va a matar una dieta, sabes bien que estoy acostumbrado a ello.

—Aún asi, una dieta no debería traerte ese tipo de problemas ¿Quién fue la persona que te las ha dado? No puede haber sido especialista.

—Lamentablemente no es un especialista en superheroes, pero no te preocupes al menos por ahora las dejaré, no quiero que Wolfry vuelva amenazarme con huir y conseguir otro portador —rio un poco tratando de quitarle importancia al asunto.

—Me preocupas ¿Has visto la cantidad de actores que han fallecido por esas dietas? —se cruzó de brazos, había visto varias notas respecto al tema y no le gustaría ver el nombre de su mejor amigo en una de ellas—. Por favor, promete alimentarte bien, si no, estaré sobre ti todo el día.

—No tienes que preocuparte —le sonrió de forma tierna y le dio una caricia en su cabeza—. Prometo que dejaré esa clase de dietas y me alimentaré bien.

—Confío en ti —sonrió un poco y fue hacia la ventana para abrirla—. No quiero que pienses que te estoy echando pero ya es tarde y así como debes alimentarte bien, también debes descansar tus horas completas, gracias por molestarte en venir.

—Entiendo, entiendo, tú también debes descansar, no te vayas a quedar despierta hasta tarde trabajando

Lo intentaré, tengo un par de cosas pendientes que debo terminar lo antes posible

Jack se transformó y se sentó en la orilla de la ventana con los pies colgando, tomándose unos segundos para admirar la distancia hacia el suelo

—Con los miraculous entrar y salir es tan sencillo, aun recuerdo cuando casi me rompo el brazo tratando de bajar de aquí—. Elisa no pudo evitar dejar escapar una pequeña risa ante el recuerdo.

—Ese día estábamos más asustados porque nos descubrieran que por tu brazo —estiró sus brazos dejando ver pequeñas cicatrices a lo largo de ellos—. Yo también me he llevado un par de lesiones al ir perfeccionando mi escape.

—A veces pienso que quizás sea un milagro que sigamos vivos, por suerte nunca nos atraparon

—Nuestro ángel guardián ha cumplido con su trabajo hasta ahora —se acercó a él dejando un beso en su mejilla—. Descansa, estaré esperando ansiosa nuestra cita de mañana.

—Gracias —se sonrojó ante el beso inesperado de chica—. Yo también esperaré ansioso nuestra cita, descansa —le dio un beso en la frente y saltó por la ventana.

Elisa se quedó mirando por la ventana hasta que la silueta del joven héroe se perdió entre los edificios y la noche.

—Así que una cita —dijo en voz alta y cerró la ventana, regresando a su escritorio—. No creí tener una cita antes, que nervios —respiró profundamente para calmarse, ahora debía concentrase en su trabajo si es que quería terminar pronto.

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Hola a todos.

Les traigo un nuevo capitulo, esta vez los sentimientos se están desarrollando, ¿nuestros héroes se volverán pareja? ¿o acaso ganara su responsabilidad como héroes y se alejaran?

Lo averiguaremos...

JAJAJ, Espero que lo disfruten mucho .

Agradezco a todos por leer, un fuerte abrazo.

PD: Quiero agradecer a Jenny por ayudarme con la escritura de éste capitulo.

Nos vemos en el siguiente capitulo, chao, chao.