Capítulo #17

Primera Cita parte 1

Jack se levantó temprano, a pesar de no ser la primera vez que salía con Elisa, el hecho de pensar en su salida como una "cita" lo hacía sentir extrañamente nervioso y ansioso, tanto que se había propuesto arreglarse lo mejor posible para causar una mejor impresión. Después de ducharse había entrado en su armario/vestidor para buscar un atuendo, pero nada le terminaba de agradar y se había cambiado de ropa tantas veces que ya no recordaba cuántos atuendos se había probado.

—Jack, deja de lanzar la ropa —lo regañó Wolfry entrando a su armario, que en realidad era la pequeña habitación en la que el chico guardaba su ropa y accesorios, en la cual había un espejo de cuerpo completo—. Estás desordenando todo el lugar.

—No te preocupes, luego me encargaré de guardar todo —suspiró y después de mirarse al espejo, hizo una mueca de desagrado y se quitó la camisa lanzándola con las demás.

—Si sigues de esa forma vas a llegar tarde —lo apuró su kwami—. Sólo usa lo primero que encuentres.

—Es que no entiendes Wolfry, no puedo usar cualquier cosa—suspiró probándose una nueva camiseta—. Esta es mi primera cita, debo verme bien, quiero causar una buena impresión.

—¿No crees que te estás preocupando mucho por algo tan simple? —preguntó el kwami, despreocupado—. No es como si fueras a salir con alguien desconocida, ya has ido a comer con Elisa antes e incluso durmieron en la misma habitación.

—Ya lo sé —se sonrojó apenado mientras sonreía—. Sé que he salido con Elisa antes, pero no es lo mismo.

—¿Por qué lo dices? Desde mi punto de vista es exactamente lo mismo, tú y ella haciendo algo juntos.

—Se trata de los sentimientos Wolfry —explicó mirando a su kwami—. Ella confesó que ya no me ve solo como un amigo de la infancia, si me esfuerzo quizá pueda lograr que me mire de la misma forma en la que ve a Black Wolf, con admiración.

—Tu eres Black Wolf, el héroe de la ciudad —le recordó Wolfry—. Ya te ve de esa forma, no tienes que hacer nada.

—Oh Wolfry —suspiró negando con la cabeza—. A pesar de los años que tienes aún te falta aprender más sobre los sentimientos

—Bueno, quizá no sepa mucho de los sentimientos humanos, pero sé una cosa —voló hacia el chico—. Y es que si sigues así vas a dejar a tu cita esperándote.

—Tienes razón, no puedo dejar a Elisa esperando, sería muy grosero de mi parte —afirmó el chico y admiró su nueva camiseta—. Pero tampoco puedo salir así, no me convence esto.

—Deja de dudar, te ves bien —sacó de su lugar una chaqueta de motociclista y se la entregó al chico—. Usa esto también

—De hecho no es mala idea —respondió mirándose al espejo—. Tienes buen gusto —felicitó a su kwami mientras se arreglaba el cabello

—Bueno, no fue tan dificil, la mayoria de tus chaquetas son color negro.

Jack rió y después de tomar sus cosas salió de su casa.

El celular de Elisa comenzó a vibrar sobre su escritorio, haciendo que la chica se despertara al instante.

—Estoy despierta —exclamó en voz alta y se estiró moviendo su cuello adolorido, mientras bostezaba—. Bien, es hora de alistarnos antes de que se haga tarde.

La chica procedió a levantarse para ir al baño y darse una ducha refrescante que le ayudaría a despertar, al salir se vistió con el conjunto que había seleccionado la noche anterior y finalmente se peinó con una trenza.

—¿Me veré bien para una cita? —se preguntó mirándose al espejo nerviosa—. Usaría un vestido, pero no disfrutaría la cita además de que sería difícil bajar con el

—Ese atuendo me parece apropiado —afirmó Nassir con una sonrisa—. Te ves linda.

—¿De verdad lo crees? —preguntó la chica, dudando—. Te voy a creer —suspiró largamente tomando su bolsa.

Con cuidado aseguró su puerta con llave y la atrancó con una silla para reforzar la seguridad, seguido a eso fue hasta su ventana y, tras asegurarse de que no había nadie, comenzó a bajar con cuidado; al llegar al jardín se escabulló con cuidado para salir de la mansión. Una vez que tuvo éxito en su misión se puso en camino hacia el parque.

Antes de llegar al parque Jack no pudo evitar y se detuvo frente a una florería, nunca antes había tenido una cita real, sin embargo a lo largo de sus películas había notado que todos los chicos enamorados tenían algo en común, sorprender a la chica que les gusta con un gran ramo de rosas.

—Debes estar loco —exclamó Wolfry en voz baja, mientras salía con precaución de su escondite.

—Es un ramo con flores muy lindas —dijo mientras admiraba un ramo de rosas blancas—, ¿por qué no debería comprarlo?

—Porque es excesivo, Jack —suspiró Wolfry, lidiar con su portador consumía mucha de su energía diaria—. Llevarle un ramo así te hará ver como alguien desesperado, además de que la harás sentir incómoda.

—Pero no quiero llegar con las manos vacías —insistió el chico—. Quiero llevarle algo.

—De acuerdo —aceptó finalmente el kwami, rindiéndose—. Llevale solo una rosa, no más.

—Pero… —comenzó a replicar el portador pero fue interrumpido.

—Sin peros, es mejor que mantengamos las cosas sencillas al inicio.

—Eres un aguafiestas Wolfry, no sabes ser romántico— expresó algo molesto el chico mientras dejaba en su lugar el gran ramo de rosas y tomaba una pequeña, pero hermosa, flor en su lugar. Después de pagar se dirigió inmediatamente al parque en el que se había quedado de ver con Elisa.

En cuando la chica llegó al lugar, aún quedaba poco más de 30 min para la hora acordada, por lo que se sentó en una pequeña banca a esperar, sin embargo a los pocos minutos tuvo que pararse debido a su nerviosismo, tratando de calmarse caminó de un lado al otro.

—Elisa, las personas nos están mirando de forma extraña —comentó el kwami sin salir de su pequeño escondite—. ¿podrías dejar de caminar en círculos?

—Lo siento Nassir, por alguna razón estoy algo nerviosa —se disculpó y se recargó en un poste de luz, sacó sus audífonos de su bolsa y, tras colocarlos, puso música favorita y cerró los ojos en lo que esperaba a su cita.

Cuando Jack llegó no tardó en encontrar a la chica, sin embargo no se acercó, se quedó unos segundos mirándola desde lejos. Elisa se había dejado llevar por la música y tarareaba una lenta melodía mientras sostenía el celular y movía a un costado su mano en forma rítmica.

—¡Jack! —exclamó la chica, molesta, después de haber sentido una pequeña caricia en su nuca, la cual había hecho dar un pequeño salto del susto—. No vuelvas a hacer eso, me diste un susto horrible —lo regañó mientras se quitaba uno de los audífonos y detenía la música.

—Lo siento —se disculpó, de forma poco sincera, entre risas—. No pude evitarlo, te veías tan concentrada, ¿Qué estás oyendo? —preguntó tomando uno de los audífonos de la chica y lo colocó en su oído.

—Música instrumental —respondió Elisa después de dar un largo suspiro—. Aún tengo un par de canciones de cuando practicaba el violín —tomó su celular y reprodujo de nuevo la música, para que el chico pudiera escuchar. En respuesta Jack cerró los ojos disfrutando de la melodía con un sonrisa nostálgica y al terminar le entregó el audífono

—Solías ser demasiado buena —dijo el chico halagandola—. Aún no entiendo por qué lo dejaste, tenías mucho talento.

—Fue por la melancolía —respondió con tristeza—. Mi padre es quien me llevaba a las clases y quién me apoyaba, después de que murió quise seguir pero la música no sonaba igual —lo miró con melancolía guardando los audífonos—. Pero no hablemos de eso, tenemos una cita y el tiempo es oro.

—Es verdad —asintió el chico—. Hoy es nuestra primera cita, hay que llenar el día de recuerdos felices.

—Así es —afirmó con una sonrisa—. No siempre se tiene una primera cita.

—Por cierto —sacó de su mochila la rosa y se la entregó—. Perdón por no haberlo mencionado antes, pero te ves hermosa.

—Gracias —tomó la rosa con un leve sonrojo en sus mejillas—. Está muy linda, tú también luces muy apuesto —contestó mirando su rosa, había sido un detalle encantador.

—Gracias por decirlo —sonrió, sonrojándose y extendió la mano hacia ella—. ¿Lista para comenzar nuestra cita? ¿Prefieres ir a comer o primero caminar?

—Más que lista —pasó un mechón por detrás de su oreja—. Podemos ir a comer primero y caminar después.

—Entonces así será —le guiño un ojo—. Mi moto está cerca, podemos utilizarla —hizo una pequeña pausa—. Pero el casco puede arruinar esa hermosa trenza, ¿Te gustaría que mejor pidiéramos un taxi?

—Si trajiste tu moto sería bueno ir en ella, no hay necesidad de hacer gastos extras —sus mejillas se enrojecieron por su comentario—. Además no quedó tan linda como quería y puedo arreglarla si se despeina.

—No te preocupes por los gastos—contestó con confianza y soltó una pequeña risita—. Después de todo, para eso he trabajado.

—Aún así no quiero verme como una aprovechada —explicó Elisa con seriedad—. Y tampoco está bien derrochar el dinero

—¿Desde cuándo te preocupas por el dinero? —preguntó con sorpresa.

—Desde siempre —dejó escapar una suave risa—. ¿No era obvio?

—Bueno si te molesta que gaste mi dinero podemos utilizar el dinero de mi padre, mis gastos son otra de las cosas a las que no le presta atención —bromeó el chico.

—Ese no es el punto, Jack —exclamó la chica—. Hay que pensar en nuestro futuro, si ahorramos y no gastamos en vano podremos disfrutar de una buena vida cuando nos retiremos.

—Siempre te preocupas por todo —le recriminó mientras caminaban juntos hasta el estacionamiento—. El dinero es para gastar y disfrutarlo, si no ¿de qué sirve? —sonrió y le dio un pequeño golpecito a la chica en el hombro.

—Si, pero... —suspiró resignada, él tenía razón y no encontraba las palabras para contradecirlo—. Lo siento, este no es un tema apropiado para una cita.

—Tranquila, no me importa —sacudió la mano restándole importancia—.Pero, hablo enserio, no tienes que preocuparte de eso cuando estas conmigo, me encargaré de todo

—Está bien —suspiró negando con la cabeza, sabía bien que seguir contradiciendo a Jack no serviría de nada, además quería disfrutar de su cita—. Dejaré mis preocupaciones a un lado y me dedicaré a disfrutar del momento.

—Esa actitud me agrada —exclamó con una gran sonrisa en el rostro y se detuvo a un lado de su moto—. Entonces si no te molesta despeinarte ¿Quieres subir? —preguntó ofreciéndole un casco.

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Hola a todos.

Primero que nada quiero agradecer por comentar en el capitulo anterior, me gustaría disculparme por la tardanza pero la semana pasada estuve enferma y no tuve tiempo de escribir, sin embargo no me he olvidado de ustedes.

El capitulo se dividirá en 2 partes, así que espero que disfruten la primera parte.

¿Hay algo que les gustaría que ocurriera? si es así pueden ponerlo en los comentarios y quizá podría considerarlo para los siguientes capítulos.

PD: Quiero agradecer a Jenny por ayudarme con la escritura de éste capitulo.

Nos vemos en el siguiente capitulo, chao, chao.