Capítulo #19
Mudman
Jack colocó sus manos en la cintura de Elisa, atrayéndola hacia él, en respuesta ella entrelazó sus manos detrás de sus hombros, eliminando así el poco espacio que los separaba. La falta de aire comenzaba a notarse, pero ninguno quería terminar ese beso, ¿cuánto tiempo había pasado? ¿horas? ¿minutos? ¿segundos?, ninguno estaba seguro y la verdad era que tampoco les importaba, querían disfrutar de ese momento el mayor tiempo posible.
—Eso fue… increíble —confesó Jack con dificultad, la falta de aire finalmente había hecho de las suyas y los había obligado a separarse.
—En verdad lo es —afirmó Elisa y entrelazó sus dedos con los del chico, sin apartar la mirada de sus brillantes ojos azules.
Ambos estaban tan hipnotizados por el momento que parecían haber sido absorbidos por una burbuja que los aislaba del tiempo y del ruido del exterior.
Perdida en la mirada del chico, Elisa trató de acercarse y volverlo a besar, pero su nerviosismo entorpeció sus movimientos haciendo que al acercarse se golpeara con la frente de Jack, rompiendo la burbuja en la que se encontraban; apenada se alejó y le dio la espalda al chico.
—Ely, no te vayas —le suplicó y se puso frente a ella—, todo está bien.
—Lo siento, arruiné el momento —se disculpó desviando la mirada, estaba demasiado avergonzada.
—No te preocupes —acarició con delicadeza su mejilla—. Nada podría arruinarse si estas a mi lado, yo te amo —susurró Jack cerca de sus labios y sin darle oportunidad de responder volvió a juntar sus labios en un beso.
Las palabras "Te amo" resonaban fuertemente en la cabeza de Elisa, estaba demasiado sorprendida, nunca esperó escuchar eso tan pronto; muchos pensamientos invadieron su mente, por lo que estaba demasiado distraída para seguir el beso; en cuanto el chico notó que no era correspondido se separó.
—Lo siento —se disculpó Jack—. No quería presionarte.
—No es eso, Jack —contestó con nerviosismo, no podía evitar jugar con sus manos mientras hablaba.
—Entonces ¿Qué es? —se agachó frente a la chica, interponiéndose entre su mirada y el suelo, haciendo que, de esta forma, lo mirara a él—. Puedes decirlo, no pasará nada malo.
—Levántate Jack —dijo la chica en tono de súplica, podía sentir la mirada de todas las personas que pasaban, así como los murmullos de desaprobación—. Las personas nos están mirando.
—No importa, me encargaré de las consecuencias —contestó con una sonrisa, pero aunque tratara de ocultarlo su mirada mostraba preocupación—. No me moveré hasta que me digas lo que pasa.
—Enserio necesitas levantarte —dijo con firmeza Elisa, tomando su brazo y obligándolo a pararse.
Elisa se sentía nerviosa, ahora que era consciente de sus alrededores podía sentir cómo las personas los miraban y quizá los juzgaban.
—Es por el beso ¿no es así? —preguntó Jack con nerviosismo.
—¿Disculpa? —exclamó levantando una ceja, su mirada demostraba confusión— ¿De qué estás hablando?
—Estoy preguntando si el beso fue lo que te molestó, ¿fue demasiado?
—No, Jack, no es eso —explicó la chica—. El beso fue muy especial, es solo que… —hizo una pausa y suspiró, no estaba segura de cómo explicarlo.
—Puedes decirlo —la animó el chico—. Quiero poder entenderte.
—Es solo que…—su frase fue interrumpida por un ligero temblor, a lo lejos se escuchó una fuerte explosión.
Los héroes se miraron a los ojos, sabían bien lo que estaba pasando, incluso antes de que sonara en sus celulares la alerta akuma.
Las alarmas de la ciudad comenzaron a sonar en el parque indicando que las personas debían evacuar porque el akumatizado estaba cerca.
Elisa fue la primera en ponerse en marcha, aprovechó el momento de pánico en el que las personas buscaban con desesperación alejarse del lugar para mezclarse entre la gente y encontrar en donde transformarse.
Jack por otro lado, caminó con tranquilidad entre las personas, asegurándose de que nadie estuviera en problemas; entró a una de las tiendas que habían quedado abandonadas por la evacuación y se sentó en el suelo.
—¿Qué haces? —preguntó Wolfry—. Hay un villano afuera, no es tiempo de descansar.
—Lo sé, pero no dejo de pensar en lo que acaba de pasar —dió un largo suspiro—. Elisa se alejó de mí ¿Crees que lo arruiné?
—Jack, de verdad no creo que sea el momento para preocuparte por eso —insistió Wolfry—. No creo que Elisa esté enojada, pero probablemente lo estará si no apareces pronto.
—Tienes razón, debo apurarme, quizá Aquila esté en problemas —sin perder más tiempo se transformó, para luego ir a dónde había sido visto el villano.
Al llegar vio a Aquila luchando contra unos monstruos de lodo; debido a la batalla que se estaba llevando acabo todo el lugar había terminado casi cubierto de lodo incluyendo tiendas, edificios y carros.
—Si que tomaste tu tiempo —exclamó la chica al ver llegar a su compañero, su traje también estaba cubierto por manchas de lodo.
—Lo siento, perdí la noción del tiempo —se disculpó mientras golpeaba con su látigo a dos monstruos de lodo.
—¡Cuidado! —gritó Aquila para advertirle, pero ya era tarde, los monstruos se habían vuelto a formar y habían aprovechado la distracción del héroe para lanzarle una bola de lodo gigante, la cual no pudo evitar y salió disparado unos metros—. Cuidado, los monstruos se regeneran sin importar los ataques que lances —advirtió riendo y extendió su mano para ayudarlo a levantarse.
—Gracias por avisarme, no se que haría sin tí —contestó con sarcasmo mientras se levantaba y sacudía algo de lodo de su traje para limpiarlo, sin éxito—. ¿Has visto a la persona akumatizada?
—No —negó con la cabeza—, aún faltaban personas por evacuar, debía mantener a los monstruos ocupados.
Sin importar cuantas veces o cómo los golpearan, los monstruos volvían a formarse a partir de los charcos de lodo.
—Los monstruos no son más que marionetas, si queremos acabar con ellos debemos encontrar al akumatizado —concluyó Black golpeando a tres monstruos más, mientras Aquila lo protegía olfateó el aire en busca de rastro del akumatizado—. Demonios, no puedo encontrar ningún rastro —gruñó con frustración, rastrear al akumatizado siempre había sido tarea de Black Wolf y no le hacía muy feliz no poder cumplirla.
—Si no puedes rastrearlo deberíamos cambiar a una búsqueda aérea, cúbreme —exclamó la chica y saltó hacia un edificio; Black movió con agilidad su látigo para destruir a todos los monstruos, para después seguir a la heroína.
—¿Puedes ver algo? —preguntó el chico con curiosidad mientras saltaban de un edificio a otro, deteniéndose brevemente para que Aquila pudiera echar un vistazo a los alrededores.
—Nada interesante, sólo el desastre que los monstruos causaron, al parecer pueden estar lejos de su amo sin ningún problema —contestó con un gran suspiro—. Ahí está ¿lo ves? —se detuvo en un edificio y giró la mirada, señalando con el dedo a un monstruo gigante.
El monstruo de lodo no era cómo los otros que habían combatido; no sólo su color era más oscuro, si no que su tamaño era el triple y en sus manos llevaba a una persona.
—Lo único que veo desde esta distancia son manchas —le recordó Black, aunque su mirada era muy buena no podía compararse con la de Aquila.
—Es verdad, se me olvidaba —respondió con sinceridad y sonrió—. Entonces sígueme.
—Hasta el fin del mundo —respondió en voz baja, pero aún así la chica lo escuchó y se sonrojó.
Se acercaron sigilosamente, sin embargo no fue suficiente, antes de llegar a su destino una gran bola de lodo gigante salió disparada hacia ellos y tuvieron que moverse con rapidez para poder esquivar el ataque.
—Veo que finalmente decidieron unirse a la fiesta —aplaudió el chico akumatizado—. Creí que nunca iban a llegar.
—Bueno, lamento arruinar tu diversión Mudman, esta fiesta ya llegó a su fin —le respondió Aquila con confianza, seguido de eso lanzó su escudo contra el monstruo gigante, pero éste solo lo apartó como si fuera un pequeño juguete.
—¿Mudman? —el chico akumatizado la miró con curiosidad—. Me agrada ese nombre, creo que lo utilizaré —tomó la pala que llevaba colgada en la espalda—. Sin embargo te equivocas, la fiesta apenas está iniciando.
Mudman movió su pala, apuntando a los rastros de lodo que había dejado el monstruo gigante haciendo aparecer a más monstruos.
Aquila y Black Wolf combatieron codo a codo, mientras Mudman los miraba; sin importar cuanto trataran de acercarse al akumatizado había cientos de monstruos entorpeciendo su paso. Se miraron a los ojos, ambos sabían que no podían seguir así, necesitaban un plan, Black movió ligeramente la cabeza y Aquila asintió; ambos saltaron y se escondieron en el techo de uno de los edificios cercanos.
—Tendremos que atacar desde arriba —sugirió el pequeño héroe—. No importa con cuantos acabemos, los monstruos seguirán apareciendo.
—Creo que no hemos acabado con ninguno de ellos —recalcó la chica y se dejó caer con pesadez al lado del chico—. Pero estoy de acuerdo, es demasiado difícil caminar sin que nuestras botas se queden atoradas en el lodo.
—Entonces me encargaré de distraerlo, puedes aprovechar la altura para lanzar tu pluma y paralizarlo antes de que llame a más monstruos.
—Y tú podrás aprovechar la cercanía y tomar la pala que lleva en la espalda para liberar el akuma.
En respuesta Black Wolf sonrió y asintió con la cabeza para después, sin decir ni una palabra, saltó del edificio.
Aquila pudo ver cómo el joven héroe aparecía frente a Mudman y el megamonstruo que lo sostenía; mientras tanto ella, con cuidado de no levantar sospechas, saltó a otro edificio cercano y esperó a que el Megamonstruo estuviera en su campo de visión.
Una vez que aseguró su objetivo lanzó la pluma, pero para su sorpresa el megamonstruo creó un brazo extra y lo extendió para proteger al akumatizado, haciendo que la pluma se hundiera en el cuerpo de lodo.
—¿Atacando a alguien por la espalda? Creí que los héroes jugaban limpio —rio Mudman mientras el monstruo lanzaba una gran esfera de barro que lanzó a Black Wolf contra uno de los edificios cercanos.
Mudman apartó su vista de Black y tras un rápido movimiento de su mano, el megamonstruo lanzó bolas de barro hacia la dirección donde se encontraba la heroína.
«Debo hacer algo, va directo hacia Aquila» pensó el héroe y se levantó tambaleando. Sin dudar activó su habilidad especial y golpeó con su espada el suelo; una gran grieta se abrió tras el golpe, haciendo que el monstruo cayera en ella.
Black Wolf se movió con rapidez y atrapó a Mudman con su látigo, dejándolo sentado en el suelo, se acercó y le quitó la pala que tenía en la espalda.
—Yo no haría eso si fuera tú —rió el akumatizado. Black lo ignoró y se dispuso a romper la pala con su rodilla—. ¿O estás dispuesto a sacrificar a tu compañera?
Black Wolf se detuvo de golpe y miró con furia al villano.
—Uno de mis monstruos tiene a tu querida compañera —explicó Mudman y señaló con la cabeza un edificio. El héroe volteó, uno de los monstruos de Mudman sostenía el cuerpo inconsciente de Aquila en lo alto de un edificio—. ¿Crees tener el tiempo suficiente para atrapar el akuma y salvarla? Déjame ir y le ordenaré al monstruo que la baje.
Black dudo unos segundos, el miedo de ver a Aquila inconsciente no lo dejaba pensar con claridad, era evidente que la chica no sobreviviría de la caída de más de cien metros de altura; Black estaba casi seguro que podía restaurar todo y aún así salvar a Aquila, pero ¿Estaba dispuesto a poner en peligro la vida de Elisa para comprobar esa teoría?.
La respuesta era sencilla, No.
Para él no había nada mas más importante que la chica y, obviamente no pondría su vida en juego por nada.
—Haré que pagues por esto —gruñó el héroe mostrando sus colmillos; sin mirar atrás dejó caer la pala y corrió hasta donde se encontraba la chica.
El monstruo que sostenía a Aquila descendió unos pasos, pero luego se detuvo y soltó a Aquila desde el borde del edificio; la expresión de Black se llenó de preocupación y miedo, acelerando el paso. Tras apresurar el paso consiguió atraparla pocos metros antes de su impacto con el suelo.
—Ahora estás a salvo, no dejaré que nada te pase —susurró mientras sostenía el cuerpo, aún inconsciente, de Aquila y se escondió en una azotea cercana.
...
—Aquila, despierta —suplicó el héroe con preocupación dejando a la chica en el suelo, acarició su mejilla y le quitó la peineta haciendo que su traje desapareciera.
—No te preocupes Jack, Elisa está bien, despertara pronto —dijo Nassir volando frente a Jack, quien también acababa de destransformarse.
—Auch ¿Dónde estoy? —preguntó Elisa sentándose y sobando un poco su cabeza.
—A salvo —respondió Jack con una sonrisa y la abrazó con fuerza—. Estaba muy preocupado, no vuelvas a hacer eso.
—Estoy bien, tranquilo —sonrió y se apartó del chico—. Creo que me golpeé en la cabeza cuando el edificio en el que estaba se derrumbó.
—Hablando de eso —se rascó la nuca con nerviosismo—. Algo de eso fue mi culpa, actue por insinto y no medí bien mis poderes.
—Lo entiendo, hiciste lo que debías hacer para derrotarlo —sonrió y se levantó sacudiendo el polvo de su ropa—. Pero no perdamos el tiempo, es hora de ir a casa.
—Sobre eso…—comenzó a decir, pero una gran explosión lo interrumpió.
Elisa se asomó por encima de la barda; lo que vió la sorprendió, los monstruos de barro seguían recorriendo la ciudad al igual que Mudman.
—Jack, debemos transformarnos rápido —dijo con preocución—. Mudman volvió y quiere destruir la ciudad otra vez.
—No puede volver, si en realidad nunca se fue —comentó Wolfry en voz alta y Nassir le dio un pequeño golpe en la cabeza haciéndolo callar.
—¿Disculpa? —Elisa giró y miró a Jack— ¿Qué acaso no liberaste el akuma?
—No podía —contestó Jack con nerviosismo desviando la mirada—. Los monstruos te tenían.
—¿Y a quién le importa eso? —le reclamó Elisa, la chica se encontraba furiosa—. Es nuestro deber cómo héroes proteger a la ciudad, ¿Cómo pudiste desaprovechar la oportunidad de derrotar el akumatizado?
—Debía salvarte —explicó Jack—. Estabas inconsciente y cayendo del edificio, ponerte a salvo era mi prioridad.
—Tu deber es salvar a la ciudad —le recriminó Elisa—. ¿No ves todo el caos y destrucción que está haciendo Mudman?
—¡AL CARAJO LA CIUDAD! —gritó Jack molestó, no podía entender por qué Elisa estaba tan enojada, le acababa de salvar la vida y en lugar de agradecerle le estaba reclamando—. Los miraculous pueden reparar cualquier daño que Mudman haya hecho, pero no pueden traer de regreso a alguien de la muerte.
—Lo sé, los miraculous no pueden revertir la muerte ni tampoco curar heridas muy graves —contestó Elisa—. Por eso debe ser tu prioridad derrotar a Mudman antes de que alguien salga lesionado.
—No voy a seguir discutiendo esto —contestó Jack cortante y le dio la espalda a Elisa—. No me disculparé por lo que hice —recalcó con tono frío y se transformó—. Tú siempre serás mi prioridad.
Antes de que Elisa pudiera decir algo Black Wolf saltó del edificio y se alejó del lugar, la verdad era que el chico no se arrepentía de haber elegido salvar a Elisa y escuchar aquel regaño lo hacía sentir de cierta forma culpable.
—¿No crees que fuiste muy dura con él? —la interrogó Nassir.
—¿En serio lo fui?—. Nassir asintió con la cabeza y Elisa suspiró—. Creo que debería disculparme con él.
—No olvides que primero deben derrotar a Mudman —le recordó Nassir—. Al terminar necesitaré un buen baño para asegurarme de que no quede nada de lodo en mis plumas.
—Nassir, eres una genio —exclamó Elisa—. Me acabas de dar una idea increíble.
La chica se transformó y fue en busca de su compañero.
—Lo sé, sé que no quieres hablar conmigo, pero tengo un plan —comentó apareciendo al lado de Black Wolf—. Lleva a Mudman hacia el muelle.
—De acuerdo —asintió con la cabeza, sin mirarla—. Lo que sea que estés planeando que sea rápido, no creo poder detenerlo más de 5 minutos.
El tono frio del chico la hacía sentir un poco culpable, debía terminar la batalla rápido para poder disculparse con el chico, Aquila no perdió más tiempo y puso en marcha su plan.
—Ríndete, pequeño lobito, ya no tienes salida —exclamó Mudman caminando hacia Black Wolf.
Ambos habían llegado al muelle y el monstruo gigante caminaba hacia el jóven héroe, quién estaba en la orilla, con el mar a su espalda.
—Quién no tiene salida eres tú —exclamó Aquila detrás del villano.
Mudman y su megamonstruo giraron, encontrando a la heroína sobre un camión de bomberos; ella activó la manguera que sostenía en sus manos, golpeando con el agua al monstruo y haciendo que se desintegrara poco a poco. Sin perder el tiempo, Black enlazó la pala con su látigo y la rompió liberando el akuma.
Aquila se encargó del akuma haciendo que todo volviera a la normalidad, una vez que todo terminó buscó al héroe para disculparse, pero Black Wolf ya se había ido.
Elisa se destransformó y caminó hacia el parque en el cual había estado con Jack antes de la aparición del akuma; encontró al chico sentado en un banca.
—Jack, me alegra encontrarte —dijo con felicidad
—No me disculparé por lo que pasó —contestó el chico en tono molesto—. Tomé la decisión que creí correcta.
—Lo sé y lo entiendo, por eso quiero disculparme —la chica suspiró—. Sé que no fue una decisión fácil de tomar, perdón por hablarte de esa forma.
Jack dudo unos segundos.
—No pongas esa cara —sonrió un poco—. Acepto tus disculpas.
—Gracias —agradeció y miró de reojo su reloj—. No puede ser —exclamó—. Debo irme, si me quedo más tiempo mi madre podría sospechar.
—Es verdad —miró la hora en su celular—, ya se está haciendo tarde —extendió su mano frente a la chica para que pudiera tomarla, pero ella solo lo apartó.
—No tienes que acompañarme —respondió con una sonrisa—, puedo ir sola, estoy cerca.
Jack quería seguir insistiendo, pero la mirada de Elisa le decía que sin importar las veces que insistiera, ella no iba a cambiar de opinión.
—Entiendo, entonces ve con cuidado —se acercó y le dio un beso en la mejilla—. Me escribes en cuanto llegues.
Elisa hizo una mueca, Jack ya la había besado antes en los labios, ¿por que ahora limitarse a un beso en la mejilla?, lo miró unos segundos dudado, pero finalmente decidida se acercó y lo besó en los labios.
—Claro —contestó Elisa con una sonrisa—. Nos vemos después.
Una vez dicho esto se dió media vuelta y caminó hasta su casa, dejando a Jack congelado en su sitió por la repentina sorpresa.
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Hola a todos.
Finalmente estoy de vuelta, enserio los extrañé mucho, ultimamente había estado demasiado ocupada que no podía darle vida al capitulo, pero al fin se logró.
Una disculpa por la tardanza, trataré de reducir el tiempo de espera.
Lo siento...
Nos vemos en el siguiente capitulo, Besitos.
