Capítulo 16

Cevdet deslizó sus dedos y entrelazó los de Azize mientras miraban la versión final del documental. Por supuesto le faltaban algunos detalles, pero el equipo de Ali trabajaba rápidamente para poder terminarlo y ellos estaban felices…

Azize entrecerró los ojos, mientras los escuchaba a ambos leyendo la carta, luego del testimonio conmovedor de Ozkan…

No pudo evitar sentirse identificada con lo que esa pobre mujer, Aysel, había sentido el ese momento, creyendo tantas veces que su marido había perdido la vida en la guerra, que no lo vería más, que no podría dormir en sus brazos, mirarlo… sonreír junto a él… criar juntos a sus hijos…

Cuando los abrió, concentrada en las voces, se dio cuenta de que Cevdet la observaba y apretó su mano con suavidad…

Era un hombre tan distinto al que ella había conocido… se lo veía más confiado, más sereno… vivía la vida con más intensidad, pero no solo en el plano más íntimo… ella lo escuchaba reír y sentía cosquillas en el corazón… el coronel había cambiado para bien… para su beneficio y eso la había muy feliz…

Azize le sonrió y apoyó su cabeza sobre el hombro de él…

Luego de la lectura de las cartas y de una imagen borrosa que recreaba lo que habían leído, vino el testimonio de ellos… Azize recordaba muy bien lo emocionante que había sido…

Y el equipo, por pedido de Ali, había editado es testimonio de una manera que lo hacía dinámico, interesante y ellos se veían muy naturales…

-Con Azize leímos todas y cada una de las cartas y nos emocionamos… realmente esta gente es un testimonio de esa parte que nunca se ve de la historia… la parte humana…- dijo Cevdet y entonces la imagen cambió hacia ella.

-Ese amor… Aysel soy yo, somos todas las mujeres que acompañamos a nuestros hombres a defender la patria… sabemos que el probable que no regresen y que deberíamos estar orgullosas de eso, pero ¿cómo se hace cuando las cosas salen mal y nos quedamos solas?

-Es verdad… incluso ahora es complicado para la familia que queda… imagínense antes… y nosotros… fuimos criados y entrenados para defender nuestra patria, morir nos convierte en héroes, mártires… pero el momento de dejar a la familia y sentir que quedarán desamparados sin nuestro cuidado es fatal…- dijo y Azize lo miró y sonrió.

-Te ves increíble…- le dijo en el oído y él sonrió de costado.

-¿Qué hay de ti?

-Mmm no lo se… tú dime… ¿qué te parece?

-Hermosa… mi hermosa Azize…- le dijo y besó sus labios con ternura.


Cuando la prueba del documental terminó, se encontraron aplaudiendo con el pequeño grupo de gente que compartía la función con ellos…

-Me imaginaba algo extraordinario…- dijo Azize secándose sus lágrimas- pero esto excedió mis expectativas…

-Así es…- dijo Cevdet y apretó su mano.

Se quedaron un rato charlando con los productores, algunos periodistas enviados de unos pocos medios locales, que los entrevistaron brevemente y luego volvieron a casa…

Azize se quitó el abrigo y se desperezó. Esos días habían sido largos, porque habían seguido trabajando, colaborando con la postproducción… pero estaban muy satisfechos…

-¿Qué tal un baño y una rica cena? - le preguntó él y ella entrecerró los ojos.

-Muero por un baño de esos, relajantes… siento que todo el cuerpo me duele…

-Puedo ayudarte a que te relajes…- le dijo él alzando las cejas- ¿qué te parece?

-¿Acaso me contarás las historias de tus cicatrices? - le dijo ella imitando su gesto.

-Si estás tan interesada, puedo intentarlo…- dijo él y ella sonrió.

Si había algo que Azize amaba del enorme baño antiguo que Cevdet tenía en la planta baja, era cuán romántico podía ser todo…

Ambos se encargaron de preparar todo… ella encendió velas por todo el lugar, él preparó el agua y luego, cuando todo estuvo listo, se quitaron la ropa para disfrutarlo…

Azize se sentó a su lado y tomó un poco de agua, para echársela a él sobre la cabeza…

Luego se enfocó en una cicatriz que él tenía en el brazo… deslizó sus dedos por ella y lo miró… él tenía los ojos cerrados…

-Una bala me rozó allí… fue una de mis primeras heridas en el frente… más allá de todo, por un momento creí que todo se terminaría ese día… después me di cuenta de que fue solo el temor…

Azize asintió y se puso de pie, se colocó detrás de él y se agachó para besar un par de cicatrices que parecían tener un patrón…

-Esquirlas…- dijo en tono bajo, acariciando cada una.

-Así es…- dijo él y cerró los ojos. Las caricias de ella eran suaves… reconfortantes…

Tomó una esponja y un poco de gel para enjabonarlo…

Cevdet se puso de pie y la tomó en sus brazos…

-Estabas cansada… se suponía que sería yo quien te ayude a hacer esto…

-Me gusta hacerlo…- dijo ella y deslizó su dedo hacia la zona del abdomen de él, en donde tenía otra cicatriz…

-Esta pudo haber sido mortal… fue un cuchillo… un soldado desertor me atacó a traición… llevaba el cuchillo escondido…

-Cevdet…

-Dime…

-Admiro… te admiro profundamente…- le dijo sobre los labios- creo que este documental, todo lo que investigamos y supimos… me hizo darme cuenta del tremendo trabajo que hacen todos ustedes… no es que no lo supiera, pero ni siendo corresponsal pude sentirlo en mi piel como lo hago ahora…

-Quizás tu admiración tenga que ver un poco con el amor…- dijo él, perdido en sus ojos.

-Puede ser…- dijo ella y sonrió, bajando la vista, no es que tuviese vergüenza, solo se sentía algo tocada por la conversación.

-No hemos hablado…

-¿De qué?

-Del viaje a París…

-Bueno, pues… no… no hablamos…

-¿Todavía quieres ir?

-Pensé que tú no querías… no volviste a mencionarlo…

-Tú tampoco…- dijo él y la acercó a su cuerpo.

-Creí que te habías arrepentido… y la verdad es que me entusiasma el viaje, pero no es que lo necesite para saber qué siento por ti o qué sientes tú por mí…

-Entiendo… ¿entonces?

-¿Tú todavía quieres ir?

-Por supuesto… pero también dependo de lo que tú resuelvas…

-No es tan difícil…

-Bien… pasado mañana… ¿te parece? - le preguntó él y ella lo miró algo sorprendida.

-Me encanta…- le dijo y él la apretó contra su cuerpo, primero besándola con suavidad, pero luego las caricias se hicieron más intensas y terminaron entregándose uno al otro allí mismo, en medio del baño…

Una vez satisfechos, ambos exhaustos, se envolvieron en las toallas y fueron directo a la habitación para cambiarse…


Gül sonrió al verlos bajar las escaleras, un buen rato después, tomados de la mano, riéndose…

-Querida Gül… quiero avisarte que te quedarás a cargo de nuestra casa estos días…

-¿Acaso viajarán, coronel?

-Así es… iremos a París…

-¿París? - preguntó la mujer con los ojos abiertos- me alegra que pueda cumplir con su anhelo de conocer la ciudad…

-Muchas gracias…- dijo y miró a Azize y luego besó su mano con suavidad.

-Espero que lo disfruten… ambos…- dijo la mujer y Azize sonrió.

-Escucha…- le dijo él, cuando la mujer se fue y otra vez acercándola a su cuerpo. Ella se perdió en sus ojos.

-Dime…- ella se quedó esperando lo que él quería decirle.

-¿De verdad no te estoy presionando con este viaje?

-No… ¿por qué lo dices?

-Por nada… para mí es importante poder hacerlo y sobre todo, compartirlo contigo…

-Me alegra… para mí también…- dijo ella y buscó sus labios con los de él, en un beso tierno, pero a la vez prometedor.


Nos vamos a París! Veremos como sigue esto. Quería contarles que estoy pensando en una nueva historia, porque esta, ya va llegando a su final... no estén tristes, ya ven que sigo, (aunque a veces me retrase un poco) escribiendo mis historias! Nos vemos en el próximo capítulo!