Temari y su prometido llegaban a un prestigio centro comercial. Tras seguirlos y verlos pasear como dos enamorados por el lugar, sentía coraje...

Yo sabía que Temari era coqueta, que le gusta ser el centro de atención a dónde vaya, además estaba consiente que ellos se iban a comprometer...

Pero al ver que ellos se besaban, no podía soportarlo, eso me dolía, ya que ella sabia que yo los vigilaba, pero a pesar de lo mal que me sentía, mi terco corazón se rehúsa alejarse de ella...

Ya que a pesar de ser una mujer caprichosa, presumida y coqueta, yo sé que Temari siente algo hacía mí y de ahí que aquí estaba sufriendo por ella y añorando ser yo quien la tuviera en sus brazos...

Pero al verlos separarse y en mi opinión ver qué él la tomaba de sus hombros bruscamente, al querré a dar un pasó...

- • -

Esos ojos verdes me miraban atentos, admito que no había sido muy caballeroso la forma en que la separé de mí, pero necesito saber que era lo que ella sabía respecto a Hinata y a mí, ya que sus últimas palabras resonaban en mi cabeza.

—Sabaku-san, yo...

—No me digas que te asustan las mujeres belleza...

—Eso no es así, pero necesito saber ¿A qué se refirió con...?

—Vamos Neji Hyuga ¿Acaso dije algo malo? — Y al observarlo inocentemente al interrumpirlo —se dé buena fuente que a ustedes les gustan las mujeres sumisas, pero también las chicas traviesas, así que dije eso fue solo porque quiero saber tus gustos, así que relájate quieres...

Ella sonreía, sinceramente no la conocía lo suficiente para saber si mentía o no, pero esa sonrisa no me gusta para nada.

—Al verlo confundido y pensativo, sonreía hacía mis adentros, ya que esa actitud confirmaba aún más mis sospechas, pero por ahora no le revelaría que yo sabía la verdad de su relación clandestina, esa información la usaría en el momento correcto— Y bien belleza ¿Me llevarás a comer o te dedicaras a contemplarme?

Por ahora seguiría su juego, pero algo muy en el fondo de mí, me decía que ella sabía algo, su actitud me lo confirmaba, aunque lo negara.

[...]

Llegábamos a nuestro destino y tras bajar del auto y entrar a ese establecimiento, al guiarme a la mesa...

—De haber sabido que él mismo presidente de Bykugan Corp vendría a reunirse conmigo, hubiera elegido otro restaurante...

—Takeda eso no es necesario, después de todo vengo a reafirmar nuestra propuesta ¿No es así?

—Pues que te puedo decir Hiashi...

Tras sentarme y ver qué él sonreía cínicamente.

—Justo a eso he venido y desde ya te digo que no aceptó un no por respuesta...

—Tras observarlo— está bien, supongo el primer intento de acercamiento en nuestras empresas fallo por faltó de madurez, pero ahora puedo decir, que no tengo quejas de tu sobrino, él es firme y obstinado como tú, supongo lo heredo de ti...

Cuando lo escuchaba decir esas palabras, sentía cierta incomodidad, ya que justo ahora era cuando las palabras de esa mujer se afirmaban más aún en mi cabeza.

Hiashi, él es tu hijo.

—Por cierto, Hiashi dejándonos de lado los negocios, déjame decirte que tu hija es muy hermosa a pesar de su inexperiencia...

Si voz me volvía a la realidad y al enfocarlo, —te lo agradezco.

—Dime algo, ¿Ella está comprometida?

Al observarlo despectivamente —¿Por qué esa pregunta?

—Vamos, tú sabes bien que en los negocios los sentimientos y demás tonterías que una mujer se hace en su cabeza quedan de lado, ya que solo importa el beneficio económico que se puede obtener con una relación ¿No lo crees? — Esos duros y fríos ojos no dejaban de observarme —además una unión más marcada entre nuestras familias, harían más firmes las futuras negociaciones…

—Tal vez, pero Hinata está... — y al verlo indeciso…

—¿Qué pasa? ¿Por qué dudas Hiashi? ¿No me digas que si está comprometida? Mejor dicho, replanteo la pregunta ¿Acaso ella está en una relación con ese muchacho que es tu orgullo?

—¡Claro que no! Ellos son familia, pero creo que Hinata está en una relación amorosa, además tú eres muy mayor para ella...

—Vamos, la edad son solo números, creo debes pensarlo mejor socio...

Y tras observar su sonrisa, solo podía pedirle al mesero se acercaba para ordenar, mi cabeza era un caos en este momento.

[...]

En verdad que era un estresante día, ya no sabía que pensar, tenía que indagar y descubrir que sabía ella o no.

Así que tras pedirle me siguiera, entrábamos a un restaurante de comida tailandesa y mientras ella observara todo tras tomar asiento...

—Vaya sí que me sorprendiste belleza, eso me gusta sabes, ya que creí que me pedirías irnos...

—Ante todo, soy un caballero, solo que me gustaría que en verdad fuéramos sinceros, que nos dejaremos de apariencias y mostramos nuestras verdades intenciones...

—Lo dicho eres directo y muy interesante Neji Hyuga, pero te aseguro que justo ahora no finjo...

Ella tomaba la servilleta de tela y tras ponerla en sus muslos, —está bien Sabaku-san confiaré en usted y ya que decidimos ser sinceros dígame ¿Qué motivos la impulsa a comprometerse con alguien que no conoce? Ya que supongo algo oculto hay en todo esto...

—Obvio no podrías fallar, cómo buen hombre eres desconfiado, eso me gusta, además eres decidido, de seguro eres alguien muy tenaz y perseverante, pero ¿Por qué pensar eso y no que yo en verdad deseo esa unión? Ya te dije eres un hombre bello y de seguro alguien muy fogoso, ya que tú espíritu refleja inteligencia y domino...

—No me lo tome a mal, pero cuándo una mujer es comprometida con alguien que ni siquiera conoce por lo general se opone y lucha para evitar ese matrimonio a toda costa, además no se si sabe que en mi familia una unión matrimonial es para siempre y no un juego de niños... Así que le vuelvo a preguntar ¿Está dispuesta aceptar esa petición o será sincera conmigo y me dirá que hay detrás de todo esto? — Y tras verla al parecer analizando lo dicho..

Creo que había descubierto algo muy importante y eso podría salvarme para así poder estar y luchar por la única mujer que ha existido en mi vida.

[...]

Apagaba la PC, había evitado volver al área destinada para trabajar en el proyecto cero, pero necesitaba concentrarme, no podía permitir fallar más y perder lo único bueno que quedaba en mi vida y tras tomar mi bolsa, veía como la puerta se abría y...

—Veo que ya estás lista...

—¡Utakata!

—Él mismo— y tras sonreírle —cómo te dije temprano aquí estoy puntual por mi cinderella, ¿Nos vamos? — Y al extender mi mano...

Y yo que quería irme antes para no verlo y ahora aquí estaba observándome orgulloso, pero no era momento de flaquear «mantente, firme Hinata» y al observarlo fijamente...

—Lo siento, pero temo que no iré con usted a ningún lado— y al apretar la correa de mi bolsa —es más me alegro verlo, ya que quiero decirle que estoy consciente de lo que paso entre nosotros, pero como dije fue un error, así que ahora le exijo que a partir de aquí nuestro trato sea solo profesional o si no me veré en la necesidad...

—¿De qué Hinata?

Él estaba frente a mí arrinconándome entre su cuerpo y el escritorio, sus ojos negros me miraban atentos y ahí toda la fuerza que tenía se esfumaba ante su cercanía y al tocar su pecho tratando de alejarlo de mí...

—Utakata…

—¿Sí?

—P-por favor aléjese, ya le dije que lo ocurrido fue…

—Algo delicioso ¿No es así?

Él sonreía altanero y sus bonitos ojos negros se iluminaban haciéndolo ver tan guapo «no Hinata ¿Qué estás pensando?» Y tras regañarme mentalmente, evitaba observarlo de frente, pero sintiendo mis mejillas sonrojarse, ya que en esta posición muchos recuerdos venían a mi mente.

—Vamos bonita, solo relájate, juro que no te haré nada que tú no quieras...

Y al sentirlo tomarme de mi cintura y observarlo, —yo... — él tomaba mi mano y me jalaba hacia la salida, sin darme tiempo de reaccionar y cuando salíamos de mi oficina —esperé yo...

—¿Ahora qué sucede? Ya te dije que no haré nada que tú no quieras...

—No puedo tardarme, tengo un compromiso más tarde y...

—¿Eso es un pretexto?

Él se detenía en seco y al sentirlo recorrer con su mirada mi cuerpo entero —claro que no, en verdad tengo un compromiso— sus grandes ojos parecían analizarme y tras suspirar...

—Está bien, te creo, entonces siendo así tenemos que apurarnos...

Y ahí nuevamente avanzaba con él sin darme tiempo de reaccionar y cuando finalmente salíamos de la empresa entre murmuraciones y muchas miradas puestas en nosotros, supongo que era porque Utakata me llevaba de la mano y al llegar hasta un auto...

—Mi lady permítame...

Él abría la puerta del copiloto y al hacerme una seña para subir, al hacerlo, lo veía rodear el auto y subir por el lado del conductor, tras verlo ponerme el cinturón de seguridad y él hiciera lo mismo...

—Ahora si en marcha...

Utakata sonreía y parecía tan concentrado al manejar, yo lo veía de perfil y en verdad es guapo y tras sacudir mi cabeza alejando esos pensamientos —¿A dónde se supone que vamos?

—Ya lo veras, es una sorpresa, solo puedo decirte que te va a gustar te lo aseguro...

Supongo no obtendría más respuestas, así que me dedicaba a observar el paisaje mientras sentía como el auto seguía avanzaba. Tras llegar al centro de la cuidad y los grandes edificios empresariales dieran paso a los almacenes de ropa, tiendas departamentales, restaurantes, un pensamiento cruzaba por mi mente, tal vez iríamos a cenar..

Pero cuando esos edificios quedan atrás y llegáramos al barrio antiguo por así decirlo de la cuidad dando paso a grandes casonas que en mi mente cada que las veía imaginaba que las familias que vivieron ahi además de ser muy caudalosos, supongo vivieron muy tranquilos, ahora muchas de esas estructuras eran edificios de gobierno y cuando el auto se detenía frente una enorme casona con barandales de rejas y todo era en color blanco..

«¿Acaso era un hotel?» Mis mejillas se sonrojaban y ahí me volvía regañar mentalmente.

—Hemos llegado...

Él soltaba su cinturón de seguridad y al verlo abrir su puerta, deducía que me ayudaría a bajar y tras quitarme esa cinta de protección..

—Ven, entremos...

Utakata volvía a tomar mi mano sin darme tiempo de hacer preguntas y cuando la puerta del lugar era abierta y viera el área de recibidor dónde había un mueble en el cual me imagino ocupaba quién daba la bienvenida al lugar, sillones color crema, una mesa de centro con revistas y un extraño adornó estuviera sobre esta, algunas plantas artificiales y cuadros de obras de artes colgaran de sus paredes completando la decoración…

—Bienvenida al estudio artístico Gyoku. Este lugar como la palabra lo dice es el lugar de distracción de un amigo y al saber que a ti te gusta la pintura decidí pedirle un favor y él decidió prestarme un rato su estudio, ven sígueme, como puedes ver a esta hora ya está cerrado, pero está visita es un favor especial— le hacia un guiño con el ojo y seguíamos avanzando...

No podía creer lo que me decía, mi mente pervertida había imaginado otras cosas, pero nunca creí que alguien como Utakata me prestara atención y me trajera a un lugar como este y al llegar a unas de las puertas del lugar sobre esta había un letrero que decía "el arte es eterno" supongo que él dueño era un gran artista y de ahi esa frase tan cierta.

Al entrar al estudio, más cuadros de artistas famosas colgaban de sus paredes, algunas figuras de arcilla adornaban el lugar, había pinceles, pinturas, marcos y demás cosas, supongo este era una academia de pintura.

Para muchas personas esto podía ser un lugar aburrido, pero para mí era el paraíso y al ver que en el centro del lugar había un caballete con un lienzo en blanco...

—Y bien señorita Hyuga es hora de que me demuestre sus cualidades de pintora...

—Bueno pintora sinceramente no lo soy, ya que nunca he podido digamos demostrar lo que he aprendido hasta ahora. Además para mi padre esto es una pérdida de tiempo, algo que no necesito en mi vida, ya que eso de tener un sueño en la vida para él no existe, solo la exigencia y perfección, para papá todo tiene que salir a la primera, ya que en mi familia no está permitido decir no puedo o no sé pudo, eso es algo repudiable y cuando yo le pedí permitirme inscribirme en una universidad de arte, me demostró que mi nacimiento había sido un error en su vida y me dijo cuan decepcionado estaba de mí y creo que eso en verdad es mucho, ya que ni siquiera puedo convivir con mi hermana que somos, ya que ella si es una digna Hyuga y no un intento de heredera como yo…

—Hey no estás aquí para ponerte triste. Sabes hasta hace poco tiempo para mí la vida era solo diversión y nada más, pero ahora al escucharte hablar me doy cuenta de que he desperdiciado tantas buenas oportunidades que se me han presentado, pero no estamos hablando de mí, además ahora estas aquí, libre sin miradas, ni reclamos, en un estudio muy lejos de tu padre y donde puedes ser tu misma, así que...

Él tomaba mi mano y al darme a un pincel y lo acercará al centro de ese papel en blanco y sonreírme, tantas ideas venían a mi mente podía dibujar un bello amanecer, un atardecer, el mar, un amplio jardín lleno de flores y al ver como él me daba mi espacio y se acercaba a leer las frases de los cuadros y observara estos extrañado, sonreía y empezaba a trazar en el lienzo guiándome por instinto...

—Vaya estas tan concentrada, supongo que en verdad te gusta esto, incluso tal vez y descubrí al nuevo picazo...

Él sonreía y tras unos últimos toques, le pedía se acercará y al hacerme a un lado para que él contemplara mi dibujo...

—Veía mi cara, aunque sonriente plasmada en medio de ese cuadro y aunque era extraño— vaya tienes talento sabes, aunque por un instante pensé que dibujarías a... — y antes de terminar mi frase —quiero decirte que no quiero romper el momento, pero creí que lo dibujarías a él...

Supongo Utakata se refería a Neji, pero es obvio que no lo haría, aunque pareciera extraño cuando estaba con él, ni siquiera pensaba en Neji y al sentir algo extraño en mi pecho por ese pensamiento, lo mejor era no debatirme en encontrar una respuesta y al observarlo…

—Sinceramente pensé en pintar una flor, un paisaje, otras cosas más, pero este dibujo es como una forma de agradecimiento...

—Entonces supongo que te ganaste un premio— y al acercarme a ella y sonreírle, la besaba, disfrutando de sus labios y cuando el beso se intensificaba y el aire empezaba a escasear, nos separábamos y al ver sus mejillas sonrojadas...

—Nunca había hecho esto sabes...

—¿Besar o dibujar una persona?

Tras sonreír por sus palabras —obviamente me refiero a un retrato...

—¡Oh! Y yo que me quería ofrecer a besarte todo lo que tú quisieras...

Y al verlo acercarse a mí, haciéndome sentir una bonita conexión, ya que sentía como si nos conociéramos de muchos años, mi parte racional salía a flote y solo podía poner mi mano en su boca deteniéndolo y aunque una parte de mí se molestaba por hacer eso…

—Tengo que irme, yo...

—De acuerdo— y al tomar ambas manos y darles un beso —solo te pido que luches por este sueño y que no olvides que sigo siendo un tributo para darte los besos que quieras...

Yo solo podía mover mi cabeza en forma de si, tomando mi dibujo y agradeciéndole por la grata sorpresa.