Este capítulo se encuentra, cronológicamente, después del segundo
Capítulo 6
-Buenas tardes señoritas, soy el coronel Joseph. Se preguntaran la razón de que las haya mandado a llamar; necesitamos enfermeras en el frente, personalmente me gustaría que fueran las mejores enfermeras de este hospital pero no las obligaré. Antes de que tomen una decisión, tengo que advertirles a aquellas señoritas que vayan, estarán en el mismo infierno y es muy probable que jamás vuelvan a ver a sus familias-
Otra vez estoy en la misma situación de hace años, quién lo diría… -Ahora señoritas, den un paso al frente las más valientes para ir al campo de batalla- Sin vacilar he sido yo la primera voluntaria, contrario a la vez en la escuela de enfermería… Las cosas han cambiado mucho, yo he cambiado, no soy la misma niña dudosa y cobarde que alguna vez fui. Sé que el riesgo es muy grande pero siento que debo ir, se trata de algo mucho más grande que yo, algo que no puedo describir. -Muy bien señoritas, las demás pueden regresar a sus labores- Salgo de mis pensamientos y veo a mis compañeras que también.
El director del hospital le entrega nuestros archivos -Muy bien señoritas, Sarah Meyer, Megan Palmieri y Candice Andley… deben saber que el frente es muy diferente a un hospital. Hay poco equipo médico y demasiados heridos, más de los que se pueden atender. Una vez que lleguemos al campamento deberán estar siempre alertas, trabajarán lo más rápido posible y la presión que tendrán será enorme. Partiremos mañana antes del amanecer. Mis recomendaciones: solo lleven sus uniformes, descansen lo más que puedan pues será la última vez que podrán dormir de verdad y avisen a sus familias, si tienen más valor podrían despedirse de ellas. Por ahora están libres de sus responsabilidades, las veré en unas horas. Pueden retirarse, excepto usted enfermera Andley-
Mis compañeras me miran asombradas, mientras yo presiento que no es nada agradable lo que voy a escuchar. -¿Usted pertenece a la familia Andley de América?- Pregunta cuando estamos a solas, me sorprende el alcance que tiene ese apellido en un lugar lejano y en estas condiciones.
-Si señor-
-¿Está segura de lo que hace señorita?-
-Señor, sé que sería muy útil en el frente-
-Ya lo creo, he escuchado que es la mejor enfermera de este hospital. A lo que me refiero es si usted sabe el peligro que corre al ser parte de una familia muy influyente en todo el mundo- Me quedo en silencio, ciertamente no sé de qué está hablando este hombre. -Si llegaran a atacarnos, sería demasiado peligroso para todos si el enemigo la tomará a usted como prisionera. Querrán quitarle dinero a su familia, lo que les daría la posibilidad de adquirir más armamento. No le pediré que se quede, lo único que le puedo recomendar es que si llegasen a atacar el campamento se deshaga de su identificación-
-Así lo haré señor-
-Puede retirarse-
Al salir de la oficina me dirijo al techo del hospital, es un buen lugar para estar a solas y en este momento lo necesito. Es unos meses más serán 4 años desde que termine con Terry, Desde ese día y con la muerte de Stear ha sido más difícil ser feliz, perder a la persona que más me importa hizo que me enfocara demasiado en mi trabajo, me ha hecho más seria al punto de asemejarme a Flammy.
Recuerdo que me parecía muy dura y fría, no tenía idea de porqué se comportaba de esa manera poco amigable y después conocí sus motivos, pero ahora la entiendo. Cuando la vida es más difícil de lo que puedes soportar es casi imposible sonreír, ser alegre y entusiasta, además, no demostrar tus sentimientos es un apoyo que te permite mantenerte en pie y salir adelante. Eso es lo que he aprendido desde antes de estar en este lugar, siempre sonreía ante todo y continuaba pero esas fuerzas me han abandonado, los años que pasé siendo humillada por los Leagan, el estricto colegio, todas las veces que dije adiós a los que amo, la pérdida de Stear y la determinante ruptura con Terry han consumido todo de mi.
Sin embargo, intento no darme por vencida y abandonarme a la angustia y la desesperación. Mis pacientes son esa pequeña motivación que tengo, sonrío para que se sientan reconfortados, para que sepan que no están solos y que en medio del dolor aún hay esperanza. Ha oscurecido, así que regreso adentro y llamo a la mansión.
-Hola Candy-
-Hola Bert, hace bastante no hablamos, quiero decirte que estoy muy bien-
-¿Estás bien? te escuchas diferente-
-Si lo estoy, solo los extraño a todos-trato de no llorar.
-Por favor regresa, todos estamos preocupados. Puedo hacer que vuelvas cuanto antes-
-No puedo, debo estar aquí. No espero que lo entiendas, solo lo harías si pudieras ver lo difícil que es para los soldados. En cuanto termine esta guerra iré a casa- Lo escucho llorar y me parte el corazón, él me ha dado tanto y yo solo le doy preocupaciones.
-Perdóname por hacerte esto pero aun no puedo regresar-
-No dirías eso si Terry te lo pidiera- Dejó de respirar ante las palabras que acabo de escuchar.
-No puedes decirle dónde estoy, si eso pasara no se de que es capaz…-
-Yo si, pero no me dejas más opción, tú deberías estar con nosotros, con tu familia-
-Albert, te lo suplico, no lo involucres en esto-
-Aun que no lo haga se va a enterar, cada vez es más complicado cubrir tu ausencia a la prensa-
-Por favor-
-¡Ah! solo mantente a salvo-
-Lo prometo-
-Adiós Candy, te esperamos en casa-
-Cuida a todos por mi- Digo cuando cuelga el teléfono. No pude decirle la verdad, tampoco fui capaz de despedirme de ellos cuando me enliste. Por favor dios, que estén bien.
La noche fue muy difícil para las tres, Sarah y Megan hablaban de sus familias y de sus planes mientras yo fingía dormir, no quería que nadie me viera llorar, cada noche desde que terminamos me es difícil dormir y evitar las lágrimas es imposible. Al día siguiente salimos del hospital y subimos al auto que nos llevará a las trincheras.
-¿Cómo es que luces tan tranquila Candy? ¿No tienes miedo?- me pregunta Sarah, es un año más chica que yo.
-Si lo tengo pero no debe ser nada comparado a los soldados que están peleando en este momento- ser fuerte no es fácil pero debo serlo, por todos.
-Realmente te admiro, eres muy valiente- agrega Megan.
-Ustedes también son muy valientes chicas, ya verán que todo saldrá bien-
-Quisiera tener tu entusiasmo-
Hasta aquí el capítulo de hoy, espero que les haya gustado. Leo sus comentarios, saludos
