[Drabble]
Visitas nocturnas
—Gateguard & OC/Luciana—
Luciana no sabía por qué, pero cada vez que el santo que defendía el templo de aries se embriagaba en la taberna, terminaba "secuestrándola" y haciéndola levitar junto con él sobre el techo de su casa.
Advertencias: WHAT IF. / No se ubica en ningún fic o parte del manga original. / Un poco de OOC.
Disclaimer:
Saint Seiya © Masami Kurumada.
SS: The Lost Canvas © Shiori Teshirogi.
Visitas nocturnas © Adilay Fanficker.
Aclaración: Este fic participa en el FLUFFTOBER 2023 realizado propuesto por exorss, publicado en Reddit.
Día 9: Snuggling/cuddling.
Notas:
Se supone que para este fic, el tema era "showering/bathing", pero creo que eso ya lo abarqué sin querer en otro fanfic. Así que volví a usar otro tema de los aleatorios disponibles.
Aclaración sobre Luciana: Para quienes no lo sepan, Luciana es un personaje original de mi invención que fue designada para ser pareja de Gateguard de Aries en mis fanfics; su historia canónica está en el fanfic "Cerveza Rosada", pero para quienes se quieran ahorrar todo eso, sólo les diré algunas cosas de relevancia sobre ella:
Es humana, tiene 5 años más que Gateguard, es camarera en una taberna (al menos en la mayoría de mis one-shots y durante su fic canónico lo es por un tiempo), y NO es una SELF-INSERT.
No es necesario leer "Cerveza Rosada" para entender este fic.
Espero que este pequeño fic les guste.
NO PLAGIEN, NO RESUBAN Y TAMPOCO TRADUZCAN SI YO NO LO HE AUTORIZADO. —Gracias.
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Personalmente, Luciana ya estaba bastante acostumbrada a que los hombres invadiesen de distintas formas su espacio personal. Era camarera en una taberna, por supuesto que el renunciar a su derecho a no ser tocada sin su consentimiento era uno de los gajes del oficio.
—¿Cuándo fue que dejé de sorprenderme de que pase esto? —musitó ella aquello, sin pelos en la lengua, y es que… a estas alturas, ya todo lo que saliese de su boca le daba igual.
Y no, no hablaba de "alturas" de forma metafórica en su totalidad, ella realmente estaba a una altura bastante grande del suelo. Si caía, moriría. Lo único que la salvaba de no ser una tortilla de carne sobre el piso eran unos poderosos brazos que la sujetaban con una firme delicadeza.
Una corriente de viento alzó un poco la falda de su vestido.
Luciana miró con sus ojos entrecerrados la distancia que la separaba del techo de la primera casa del zodiaco.
No sabía por qué, pero cada vez que el santo que defendía este templo se embriagaba en la taberna, terminaba "secuestrándola" y haciéndola levitar junto con él sobre el techo de la casa de aries.
Hace ya muchas noches que Luciana dejó de sentir pánico, miedo o siquiera sorpresa por saberse en la taberna, y al siguiente segundo, en esta situación.
En efecto, esta no era la primera vez que esto ocurría.
—Señor Gateguard… hola, señor Gateguard —canturreaba en susurros que sabía, él oía—, debo irme a casa.
—Pero si estamos en casa —gruñó él, afianzando más su agarre sobre ella.
Su brazo derecho rodeaba sus brazos y hombros, y la izquierda rodeaba su estómago, haciendo una suave presión sobre sus generosos pechos, los cuales estaban atrapados entre ambos brazos. Incluso sobrio, el santo de aries parecía tener un gusto especial por ellos; los veía demasiado.
—Mi casa, señor —suspiró ella.
—Mañana vas —dijo, aferrado a no querer soltarla esta noche.
Incluso pegó su mejilla sobre su cabeza con cierta posesión.
—¿Al menos podemos acostarnos en su cama? Si caemos, podríamos morir.
Más bien, ella podría morir. ¿Él? Quién sabe.
Esto pareció convencer al tipo, que (de nuevo) usó sus habilidades de santo dorado para hacerlos aparecer sobre la cama en los aposentos de Gateguard en menos de un segundo.
Menos mal… al fin, tierra.
Luciana bostezó.
—Buenas noches, señor —dijo, rendida a tener que volver a dormir en el primer templo del zodiaco; sí, sólo dormir.
Quizás era suerte, pero Gateguard jamás había intentado propasarse de ese modo con ella. Sí, a veces se iba de mano larga y buscaba tener contacto con su cuerpo, pero nunca algo que la preocupase.
—Descansa —susurró él en respuesta, por fin, relajando su agarre, pero sin soltarla.
…
A la mañana siguiente, Gateguard de Aries, en su resaca, volvió a sorprenderse de verla.
—¡Pero qué…! —fue lo primero que masculló cuando la notó en medio de su alcoba, alistando su vestido.
¿Por qué sería que él seguía saltando sobre sí mismo cada vez que la veía a ella adentro de su templo luego de embriagarse la noche anterior?
—Ya me iba, ya me iba; no se vaya a exaltar otra vez. Usted es quién debería saber que raptar personas está mal —le dijo la camarera al pobre tipo, que parecía tener dos personalidades distintas.
La sobria era fría, callada, muy tímida, y hasta un poco siniestra. La ebria, era sociable, habladora y un tanto coqueta, además de atrevida. Sí, dos personalidades distintas, y Luciana ya estaba acostumbrada a ambas. ¿Eso sería normal?
—Ay no, otra vez —lo oyó gruñirse a sí mismo.
«Sí, otra vez» pensó Luciana, saliendo de aries sin decirle nada más.
Mientras iba bajando por las escaleras, vio a los gemelos, Hakurei y Sage, que no se sorprendieron nada al verla.
—Buenos días —los saludó ella, agitando su cabello con una de sus manos.
—Buenos días —respondieron ellos al mismo tiempo con naturalidad.
Nada fuera de lo normal luego de una visita nocturna de Gateguard a la taberna.
—FIN—
Creo que un head-canon que le tengo a esta ship es que a Gateguard le gusta hacer cosas extrañas con Luciana cuando está dormido o ebrio XD. Ya me dirán ustedes si esa idea les agrada.
Jiji. Espero que este fic les haya gustado.
Saludos y hasta pronto.
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