Basado en el final alternativo de Harry Potter que según tenia planeado JK Rowling.

Esta historia transcurre años antes, luego de la caída de Voldemort, en esta historia no verás al típico harry potter que conoces, verás a alguien más oscuro como personaje.

Si lo que escribo aquí te parece inadecuado o no te gusta, por favor remitete a decirlo en los comentarios o a abandonar la historia.

Esta historia es para mayores de 18 años, y pueden contener elementos que son solo recomendables para adultos.

Gracias por leer.


Harry observaba con gran entusiasmo como la varita del saúco ahora le pertenecía en plenitud, el poder que le había sido conferido lo había transformado en el mago más poderoso de todos los tiempos.

Podía ir y someter a quién fuese a su voluntad, y sabía que ahora qué él era el único maestro de la muerte, lo tenía todo a sus pies...

lograría hacerse con el control del ministerio, alcanzaría las metas más inimaginables de su gran leyenda.

Veía como Hermione Granger, Luna Lovegood, y Ginny Weasley luchaban por su amor mientras todos a quiénes le habían odiado se sumergian en lo profundo de su incompetencia;

él era el mago que venció a la muerte, dos veces...

Despertó. El amanecer había bañado toda la habitación, entrando por la ventana en La Madriguera. Permanecía totalmente pensativo en su cama ¿Los pensamientos que había tenido eran acaso obra de que exterminó por fin a su enemigo mortal? ¿Era acaso esta la representación de que aún quedaban remitentes de su adversario dentro suyo?

Hermione Granger entró a la habitación, traía un montón de libros entre las manos tanto así que apenas se le lograba ver los ojos a través de la pila.

Los colocó sobre la cama y luego miró a Harry sorprendida.

—¿Qué haces aquí? Creí que estarías en Gringrotts con Ron.— Como este parecía dubitativo finalizó— Venga, levantate a tomar desayuno, y por esa pila de libros —Contestó ante la inquisitoria mirada de Harry — Son para el próximo año.

—¿El Próximo año?—

—Si, ¿qué no lo recuerdas? No finalizamos el año escolar, están reparando la escuela y el Profesor Aberftorh cree que el próximo año podremos volver—

Harry parecía no recordar los hechos con claritud, pero el sueño, aún no le había abandonado, sentía que le había sido arrebatado la gloria eterna entre sus manos, reconocía que los sueños eran tan placenteros como aterradores.

¿Eran restos del alma de Voldemort?

—¡A Desayunar!— Gritó la señora Weasley desde el comedor.

Mientras Tanto

—Tú eres la clave, tu eres la única solución, eres el método para acabar con la maldición, eres el elegido— Siseo la voz.

Ron despertó. A su alrededor los cuchicheos se tornaron en murmuros, recordó, con un poco de dificultad, su alrededor, se había quedado dormido en el asiento de la sala de espera del negocio de George, este admiraba con una sonrisa enchanzada a su hermano

—Demonios ron, parecías estar soñando con algún Ninfa porque sonreías como desgraciado, ¿O será algún sueño humedo tuyo?—

Ron le devolvió la sonrisa, dubitativo, sin embargo aun pensaba en lo que estaba soñando ¿Que fue ese sueño? ¿Era alguna profecía? ¿Fue algún evento traumatico luego de vivir años junto a Harry? Y la pregunta más genuina que se hizo para si mismo, ¿Porqué sonreía? ¿Porqué se sentía feliz de ser "El Elegido"?

Pero no pudo hacer una introspección de sus incógnitas, su padre, había recién entrado al edificio, y traía consigo un paquete enorme.

—¡Familia! Traje un regalo — Observando la mirada de ambos chicos rápidamente aclaró —Es para Ginny, es un conejo, siempre quiso uno pero nunca pude comprarselo, creo que sería un magnífico regalo de cumpleaños—


Las curvilinea cintura de su amiga parecen agrandar su trasero, era la primera vez que harry se fijaba en hermione de forma erotica, no entendía que le sucedía, pero ahora la miraba más allá de una amiga, como si fuera la mujer más sexy en la habitación en aquel momento, deslizaba su miranda por el bulto en los senos qué hermione había madurado, y como su hermoso pelo dibujaba hasta la cintura el rostro liso de la muchacha, qué seguía cortando en trozos las verduras que Molly le había pedido cortar.

—¿Harry? ¿Harry? ¡HARRY! — el aludido dio un leve brinco y miro a su interlocutora, ginny ruborizada le miraba directamente, harry sabía que se había dado cuenta de como él miraba a hermione

—Harry, tienes que prepararte, papá te esta esperando afuera, recuerda que pronto tienen que al tren! —

Harry asintió nerviosamente y salió de la casa, el aire le dio un soplo revelador y gratificante ¿Qué demonios le estaba pasando? ¿Por qué pensaba de esa forma en Hermione? Pero a la vez, se sentía gratamente bien, los celos de Ginny le hacían sentirse superior, sentía que era indudablemente deseado, y la figura de su mejor amiga no hacían más que sastifacer su pecaminosa creatividad, algo extraño le recorría la espina dorsal, una sensación viva, la exaltación de su fuerza, su vigorosidad, su poder, quería, no, deseaba poseer a hernione como una de sus amantes, y tener a su lado a Ginny también, sstisfaciendole en todo lo que pedían, su trabajado cuerpo en meses, le hacían sentirse intelectual y muscularmente superior.

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Definitivamente algo andaba mal con él, pero ya no estaba Dumbledore ni Sirius para adormecer ese espíritu conquistador que había tenido hace algunos pocos años, y que creyó haber controlado luego de la caída de Voldemort. ¿Quizás siempre fue así? ¿Quizás ese sentimiento de superioridad siempre había existido? Recordaba que su padre era un excelente volador y que cada vez que bajaba de su escoba se amontonaba su cabello en dispar para dar entender que recién se había bajado de la escoba, para dar la imagen excelsa de su travesía, que era egolatra y arrogante, amaba sentirse vitoreado por los demás, admirado

—Pero él maduró, el dejó de ser así, y se convirtió en uno de los magos más poderosos junto a mi madre—


EL PODER QUE EL DESCONOCÍA

Harry Potter observó con cierto regocijo el espejo delante de él, habían pasado más de dos semanas de que había vuelto a hogwarts, su verdadero hogar, finalmente miró su esbelto cuerpo en el reflejo, y sintió nuevamente aquella extraña sensación, la admiración por si mismo.

Estaba empezando a sentir una picazón en la garganta desde hace semanas, como si volviese a hablar en parsel, recientemente en cuidado de criaturas mágicas había ordenado a un gnomo que se había escapado de la clase y saltaba y gritaba por toda el jardín del colegio, que se detuviera, y no solo eso le ordenó que volviese a la clase pertinente, para su sorpresa, el gnomo le obedeció sin chistar con los ojos consumido en miedo, harry había hablado en algún idioma que él no lograba comprender, harry había desarrollado una voz de mando que sobresalia de su estómago y que se transformaba en una obligatoriedad para quien lo escuchase.

Debía probarlo en alguna persona real, era el momento de ver hasta donde llegaban sus nuevos poderes mágicos, hasta donde llegaba su autoridad.

Bajó rápidamente las escaleras y fue al gran comedor, donde Hermione y Ron yacian sentados en la mesa de gryiffindor, la sala se hallaba relativamente vacía, no parecía haber mucha gente ahí, exceptos algunos que estudiaban para las próximas clases, harry, se sentó a lado de Hermione, quién le sonrió dulcemente, mientras ron que estaba sentado enfrente le miraba extrañado, ¿Se habrá dado cuenta de su poder?

—Harry espero hayas finalizado la tarea de adivinación, recuerda que este será nuestro último año, o es que ya no quieres ser auror?

—Claro que quiere, Hermione, siempre ha sido su sueño, ser el lider de la revolución, y lo fue, derrotar a voldemort y lo hizo, ahora solo le falta ser el nuevo jefe de los aurores ¿Verdad Harry? —

Hermione lo miró ceñuda, ron parecía raro, como si una pizca de celos polulara alrededor de él, harry por el contrario, sonrió, y admitió que él quería ser un gran auror

—Es mi destino, es mi deber dirigir y liderar a los aurores, para esto nací, para hacer grandes cosas, tienes razón Ron. — Ron miró confuso a harry, su tonalidad y su seguridad hacían creer a este que el Harry potter que estaba sentado delante suyo, era alguien diferente, juraría sino lo conociera toda la vida, que una pizca de orgullo y ego resaltaban entre los cristales de sus anteojos.

—Debo retirarme— Dijo ron

—¿A dónde vas? Ni siquiera acabaste tus tostadas con mermelada—

—No tengo hambre, tengo otras cosas que hacer ahora... —Miro de reojo a Harry que parecía alegrarse ante la despedida, pero ron creía que solo debió ser una percepción confusa, porque rápidamente este se despidió de él como habitualmente lo hacían

Vuando ron hubo cruzado la puerta del gran comedor rápidamente Hermione le preguntó

—¿Qué crees que le pasa?—

—No lo sé Hermione, pero olvidemoslo, hay cosas más interesantes que hablar.—

—¿De qué hablas Harry? ¿Que te pasa a ti también? Últimamente estas demasiado...—

—¿Confiado?— Terminó el aludido, y posó levemente su mano sobre el muslo de la chica

—¿Qué haces?—

Lo que siempre quise—

Harry sonrió sarcásticamente ante la mirada inedita de Hermione, rápidamente esta trago levemente saliva

—Yo... Yo debo irme— estaba a punto de levantarse cuándo la voz nuevamente se apoderó de Harry y el poder crecía dentro de él

A donde vas Hermione, de repente tus mejillas se sonrojaron, siéntate—

Hermione comenzó a temblar levemente sus piernas y sus mejillas se enrojecieron de vergüenza, pero como si de una fuerza superior se tratase nuevamente se sentó.

—¿Acaso no te gusta Hermione?—

—Si... Si, me gusta, pero... Pero harry tú... Tu tienes a ginny y yo... Ron... —

—Dime, hermione dime que no quieres esto y me detendré— Subió apaciblemente su mano más allá del muslo y levantó con la otra un poco la falda

—Si, si quiero Harry— Dijo con la voz agitada y se inclino hacia el muchacho con los labios estirados

—Tienes una ropa interior preciosa, hermione— Con los dos dedos de su mano derecha acarició levemente encima de su ropa interior la zona por debajo de su coño, moviendo ligeramente de arriba a abajo el clitoris de la chica, los ojos de hermione se sumieron en un blanco profundo, y sus ñiernas cedieron ante los avances

¡DIOS!— Rápidamente se llevó las manos a la boca y gimió.

Harry se detuvo en seco, y le dio un beso en la mejilla suave.

Los demás en el gran comedor apenas levantaban la mirada por encima de sus libros.

—Continuaremos después, Hermione— Propuso luego de ver como esta se levantaba nerviosa y ruborizada, cayendose un par de libros.

—Si... Si—

Hermione se agachó a recoger un libro de pociones avanzadas cuando harry con la palma abierta golpeo el trasero de la chica.

Hermione se ruborizo aun más como tomate, y se levantó de inmediato.

—Esto, esto... Esta mal.. Yo— Desapareció en la esquina de la puerta del gran comedor, harry sonrió para sus adentros.


Si quieren segunda parte o alguna crítica en particular háganla. Continuaré en algún momento, y si veo apoyo lo termino.

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