New Oportunitty
Después de los Exámenes Chūnin, las cosas cambiaron drásticamente para Uzumaki Boruto. En primer lugar, sus amigos no podían evitar mirarlo con desconfianza, y además tuvo que soportar palabras dolorosas por parte de ellos.
—¡Nos has avergonzado a todos, maldito tramposo! —exclamó Shikadai.
Esas palabras cortaban como el filo de una katana.
Inojin le golpeó en el rostro, pero eso no fue lo peor.
—Por tu culpa, todo el mundo nos llama tramposos. No entiendo por qué fui tu compañera de equipo y amiga—dijo Sarada con un tono tan gélido que habría congelado incluso las llamas más ardientes.
Y como si eso no fuera suficiente, su maestro, Sasuke Uchiha, se negaba a entrenarlo a pesar de sus súplicas... Ahora se sentía más solo que nunca
Mientras las palabras de sus amigos resonaban en su mente, Boruto se encontraba sumido en una profunda reflexión. Sabía que necesitaba ayuda para superar esta difícil etapa, pero se preguntaba a quién podía recurrir. El nombre de su tía, Hanabi Hyuga, emergió en sus pensamientos.
Recordó cómo Hanabi siempre había demostrado comprensión y sabiduría en sus consejos. Además, ella había vivido su propia transformación como heredera del Clan Hyuga, lo que la hacía una persona que podría entender sus luchas internas. Boruto se planteó la posibilidad de buscar su guía y consejo.
Con una decisión tomada, Boruto decidió acercarse a Hanabi en busca de orientación. Creía que ella podría ofrecerle una perspectiva valiosa sobre cómo enfrentar las dificultades y cómo recobrar la confianza de sus amigos. Además, tenía la esperanza de que Hanabi le brindara la ayuda que tanto necesitaba para acercarse a su maestro y superar su soledad.
Decidido a dar un paso adelante, Boruto se encaminó hacia donde sabía que encontraría a Hanabi, preparado para abrir su corazón y recibir la dirección que tanto anhelaba.
Boruto llegó nervioso a la casa de los Hyuga en busca de Hanabi. Su mente estaba llena de dudas y ansiedad sobre cómo lo vería después de los Exámenes Chūnin. Al tocar la puerta, se sintió como si estuviera bajo un escrutinio intenso, ya que los ojos del clan Hyuga parecían evaluarlo minuciosamente.
La puerta se abrió y reveló a Hanabi. Sus ojos nacarados, característicos del clan, se clavaron en Boruto, lo que hizo que su nerviosismo aumentara aún más. Respirando hondo, Boruto reunió el valor para hacer su solicitud.
—Hola, tía Hanabi. Sé que quizás no sea el mejor momento, pero... necesito tu ayuda—dijo Boruto, luchando por mantener la calma.
Hubo un momento de silencio tenso mientras Hanabi lo observaba. La presión de esos ojos penetrantes parecía ser una prueba en sí misma. Boruto ya estaba a punto de disculparse y retirarse cuando finalmente Hanabi rompió el silencio.
—¿Entrenamiento?—preguntó, sus palabras haciendo eco en la mente de Boruto.
Boruto asintió, sintiendo que su corazón latía con fuerza. Pero en lugar de una respuesta inmediata, Hanabi propuso algo que lo tomó por sorpresa.
—Te entrenaré, pero solo si puedes superar tres pruebas—dijo Hanabi con seriedad.
Boruto la miró, sorprendido por la oportunidad que se le presentaba. El peso de la incertidumbre se mezclaba con un destello de esperanza en sus ojos.
—Tres pruebas... —repitió en voz baja.
Hanabi asintió, y aunque sus ojos seguían siendo penetrantes, Boruto pudo percibir un atisbo de interés en ellos.
—Si puedes superar las tres pruebas, estaré dispuesta a entrenarte. ¿Aceptas el desafío, Boruto?—preguntó Hanabi, esperando su respuesta.
El corazón de Boruto latía rápidamente, pero esta vez no era de nerviosismo, sino de anticipación. Una sonrisa apareció en su rostro mientras sentía que una chispa de alegría regresaba a su interior.
—¡Lo acepto!—afirmó con decisión, su determinación palpable en cada palabra.
El acuerdo estaba sellado. Boruto tenía tres pruebas por delante, pero sabía que, sin importar lo que ocurriera, esta oportunidad era una luz en medio de la oscuridad que había sentido. Con renovada esperanza, Boruto estaba listo para demostrar que podía superar cualquier desafío que se le presentara.
