Tenía que sacar esta idea de mi cabeza, espero que les guste ❤️
Antes de continuar, aquí les dejo una leve advertencia ️
🔞 Este capítulo contiene un poco de lenguaje vulgar e inapropiado. Así como menciones sobre sangre.
Una vez dicho esto, no les quito más el tiempo, que disfruten la lectura ❤️
01. Una Importante Pero Apresurada Cuestión
"Aquella blanca nieve seria teñida de un rojo carmesí…"
20 de enero.
Aquel día inicio como cualquier otro en la vida de aquella casi graduada estudiante de la escuela de hechicería.
Su alarma sonó temprano como de costumbre, se levantó, se lavó los dientes, se arregló el cabello y se puso algo de ropa deportiva pero que en esta ocasión guardara el mayor calor corporal posible.
Maki miro por la ventana de su habitación.
Estaba dudando si debía salir o no a correr como era su rutina diaria ya que aquella mañana en particular estaba haciendo bastante frio y de paso, el cielo avisaba que muy pronto vendría una tormenta de nieve.
Aquella mañana, un raro presentimiento había invadido a Maki desde que estaba soñando y parecía que había llegado junto aquel frío día. Parecía que aquel sueño era un augurio de muerte.
Pero no era momento de analizar su mente, sino era momento de poner en marcha su cuerpo ya que le esperaba un día pesado y lleno de trabajo.
—Necesito ponerme en marcha — se animó a sí misma y al mismo tiempo quería despejarse un poco de aquel raro sueño que había tenido. Y así fue como terminó decidiendo ir a correr un poco antes de irse a desayunar al comedor.
Maki seguía viviendo en la academia, así que era muy común seguirla viendo por aquellos pasillos, al igual que era común verla correr en aquella pista de carreras.
Una, dos, tres, cuatro, cinco vueltas ya había dado en aquella pista.
Y mientras daba la sexta vuelta.
A su mente se le vinieron unas palabras en específico que cierto chico le había dicho años atrás y que parecían retumbar en su cabeza con más fuerza mientras llenaba de aire sus pulmones.
"Si necesitas ayuda con algo, avísame..." decía aquella animada voz. La cual se mezcló con un vago recuerdo de aquel extraño sueño que había tenido esa madrugada.
Mientras seguía corriendo. Empezó a recordar con más precisión aquel sueño o mejor dicho, aquella pesadilla.
Empezó a recordar que vio a una gran multitud vestida tradicionalmente como lo harían para una ceremonia en especial. Más específicamente para una boda.
Sentía un tanto pesadas sus manos, y al voltear hacia ellas, noto que sujetaba un ramo de novia.
Al observarse con sutileza, en su sueño Maki noto que ella llevaba puesto un vestido tradicional japones de novia, de esos que son tan blancos como la nieve que estaba a punto de caer del cielo. Pero tan pesado como los pecados y remordimientos que sentía sobre sus hombros.
Recordó que ella estaba caminando del brazo de su despreciable padre hacia un altar.
—Esta es la única forma en que yo pueda estar orgulloso de un error como tu — decía aquel hombre canoso, tomando con furia el brazo de su hija y arrastrándola con fuerza.
—¡Suéltame! ¡No quiero hacerlo!— Maki gritaba entre sueños, ponía resistencia dando unos pasos hacia atrás pero era inútil. Sentía como tanto su padre y demás sombras la arrastraban hacia aquel hombre que la esperaba en aquel tradicional altar sintoísta.
Maki no lograba distinguir el rostro de aquel que sería su futuro esposo, pero sentía que su voz era muy familiar.
Aquel hombre era alto, daba miedo su sola presencia, su mirada la penetraba cual si fuera una daga contra su pecho.
Maki de verdad sentía miedo, pero no tenía suficientes fuerzas para huir, se sentía pesada y simplemente era arrastrada por aquellas sombras hacia aquella cosa que ahora la esperaba frente al altar. Aquel hombre había desaparecido, ahora en su lugar había una especie de monstruo, una enorme maldición.
—¡Basta! ¡No me quiero casar con él! ¡Suéltenme! — salía de su garganta mientras era acercada a la boca de aquella maldición frente a ella.
"Si necesitas ayuda con algo, avísame. Destruyamos..." lo demás que decía aquella voz no lo alcanzaba a recordar.
Aun así, por esa ocasión hizo a un lado su orgullo y pidió auxilio.
—¡Ayúdame! ¡Te necesito!— Grito Maki con desespero mientras sentía que aquella cosa se aferraba a su cuerpo.
Recordó entre sueños que, por un instante, ella había cerrado los ojos mientras aquella voz retumbaba en su oído.
De repente, aquel eco desapareció y solo se empezaron a escuchar los gritos de dolor de muchas personas.
Maki al abrir los ojos, se encontró con un paisaje desolador.
Había demasiados cadáveres a sus pies, su vestido y sus manos estaban manchados de sangre y frente a ella, observo a otro hombre, el cual también era alto, vestía unas prendas grises y sus manos también estaban manchadas de sangre. Al igual que su katana, la cual sujetaba en su mano derecha.
No lograba distinguir el rostro de aquel sujeto que estaba frente a ella, pero su sola presencia daba miedo.
El frío acaricio el cuerpo de aquella chica en aquel sueño, incluso empezó a sentir como algo filoso estaba contra su piel.
Recordaba que una capa blanca de nieve empezaba a cubrir más y más el lugar, al igual que enterraba los cadáveres, quienes habían manchado aquel blanco paisaje de un rojo brillante.
En ese instante aquel hombre quien había aparecido para ayudarla, ahora se acercaba rápidamente intenciones de matarla al igual que aumentaba la tormenta de...
—Nieve...— contesto Maki al sentir como las gotas condensadas bajaban en forma de copos, los cuales chocaron contra su rostro.
Se detuvo en seco mientras veía como del cielo nublado caían aquellas gélidas gotas. Haciéndola volver a la realidad.
La respiración de Maki se reguló, veía como salía el vapor corporal de su boca.
—Siento como si estuviera olvidando algo sobre este día... además eso solo fue un estúpido sueño, nada malo puede pasar— se dijo a sí misma tratando de calmar el ardor en sus pulmones.
Recordar aquel sueño la hizo sentirse alterada, pero lo que sucedería a continuación, la haría ponerse de mal humor.
La alarma de su celular empezó a sonar, advirtiéndole que sus cuarenta y cinco minutos de cardio habían terminado.
En ese momento al apagar esa alarma noto que tenía un mensaje en la barra de notificaciones.
—¡Maki san, Feliz Cumpleaños!
Decía aquel mensaje, quien era de Nobara.
Ese mensaje hizo que Maki abriera los ojos porque había olvidado que ese día en especial era su cumpleaños número dieciocho.
—¡Con razón sentía que era un mal día y quizás ese sueño solo me lo estaba recordando! — susurro mirando los demás mensajes de felicitación por parte de sus compañeros.
Definitivamente Maki odiaba su cumpleaños.
11:12 p.m.
La noche ya había caído en Tokio
Aquel día no fue tan especial para Maki como debería ser. Al contrario, fue un cumpleaños demasiado movido por las misiones que debió realizar en aquella tarde como la hechicera en grado dos en la que se había convertido.
Entre más te acercabas a la graduación más aumentaba tu carga de trabajo como hechicero.
Después de darse una ducha y de volver a su habitación para tratar de descansar, Maki decidió llamar a Mai.
Ella había decidido ignorar todo el día las llamadas de su gemela. Simplemente no estaba de humor para tratar con nadie hasta que llegó la noche.
Era hora de hacer esa llamada, así que decidió hacer una por video. Abrió su aplicación e hizo click al número de Mai. La cual le respondió al tercer toque.
—Hasta que contestas ¡Te estuve tratando de localizar todo el jodido día! — Mai se notaba molesta.
—¡Feliz cumpleaños! ¡No pongas esa cara tan fea, te van a salir arrugas!
—Maki, esto es serio. No estoy jugando.
—Perdón — saco la lengua por impulso — Tuve un día muy pesado y lleno de trabajo y por eso no pude contestar, pero aquí me tienes ¿Qué sucede?
Mai parecía muy seria a través de aquella pantalla —Te tengo una mala noticia...
—¿Las malas noticias no pueden esperar hasta que acabe nuestros cumpleaños?— Maki rodó los ojos.
—Lo que te voy a decir a continuación tiene que ver un tanto con nosotras— Mai soltó un suspiro que sonó tan pesado que podría casi sentirse atravesar la pantalla del celular — Se trata del clan Zenin.
Maki torció la boca
—No quiero saber nada más de ese maldito clan y lo sabes.
—Lo sé, pero desgraciadamente lo que te voy a decir nos mete en problemas a ambas.
—¡Habla pues!
—Se trata de Naobito— mencionó Mai.
—¿Qué tiene que ver ese puto viejo de mierda con nosotras?
—Escuche que quiere organizar un festejo porque al parecer ya se quiere retirar del puesto de líder— Explicó Mai.
—¡Oh! Eso sí que es una buena noticia ¿No? Además, ese viejo ebrio siempre busca una excusa para tomar.
—No es del todo una buena noticia y lo que viene a continuación nos pone en una situación complicada a las dos— suspiro — se dice que ese estúpido anciano está considerando a Naoya para ser el próximo líder.
—¡Mierda!— Grito Maki.
—Lo mismo pensé y lo peor es que si él llega a ser el líder, lo más seguro es que a ambas nos obligará a regresar para ser sus sirvientas — Mai explicó, un suspiro de frustración salió de su pecho.
—¡Me rehusó a eso!— Maki contesto molesta. Quería golpear la pared. —¿Hay alguna forma para librarnos de ir a dicha fiesta? O mínimo ¿Hay alguna forma de librarnos para no caer en las garras de Naoya?— cuestiono.
—Creo que no la hay...— Contesto Mai.
Maki gruño por esa respuesta.
—Aunque escuche algo más, pero eso es solo un rumor — comento Mai llevando su mano a su mejilla.
—¿Y qué es?
—Bueno, por lo que me dijeron por ahí, es que Megumi puede ser candidato para ser el nuevo líder del clan— soltó Mai.
—¿Qué? Y ¿Cómo que Megumi puede ser candidato si no es alguien directo en la familia?— cuestiono Maki.
—Ni idea, pero Naobito tiene un ojo sobre él— explicó Mai. —Pero es más que obvio que Megumi nunca aceptara ser líder.
—¡Demonios, maldito Megumi!— maldijo Maki.
—Así que la cosa es más complicada de lo que parece para nosotras. Y más que no cumplimos con ninguno de los tres requisitos que ha puesto el viejo para ser líderes.
—¿Cuáles son esos tres requisitos?— pregunto Maki.
Mai enumero mostrando su dedo índice primero —Ser hombre es el principal requisito.
—¡Desgraciado machista hijo de putA!— contesto Maki ante tal primera condición de su propio clan. El dejar a las mujeres a un lado, era típico de ellos —¿Y cuál es la segunda condición?— preguntó furiosa.
—Qué el siguiente líder debe ser alguien con título de hechicero en primer grado o en primer grado especial o superior — contesto Mai elevando su dedo medio para seguir enumerando.
Maki gruño. — Megumi es un hechicero de primer grado, pero desgraciadamente estará en una misión fuera de la ciudad para el momento en que se celebre dicha fiesta y Naoya es primer grado especial. En serio la suerte no está de nuestro lado al parecer.
—Así parece— Mai suspiro. —Y más que no cumplimos con ninguno de los requisitos al parecer.
—¿Dijiste que son tres requisitos, no?— Maki se quedó pensando en aquello que dijo su hermana minutos atrás.
—Si lo son, pero con ninguno de los tres encajamos — contesto Mai mirando a su hermana a través de la pantalla.
—¿Y cuál es ese tercer requisito?— Maki levantó una ceja mientras preguntaba.
—Repito, es un requisito en el que tampoco entramos y por lo que se me comento es opcional— comento Mai rodando los ojos.
—¡Dilo, yo quiero saber que es!— Maki insistió a través de la pantalla.
Mai suspiro de fastidio.
—El tercer requisito es estar comprometido o estar casado con alguien del clan Zenin. Aunque por lo que me explicaron, este requisito parece que no lo tomaran en cuenta debido a que Naobito solo se está fijando en los primeros dos. Así que ese solo se menciona simplemente por si alguien ajeno al clan quisiera entrar. Cosa que dudo, nadie quiere estar en este maldito clan.
La gemela mayor arrugó la frente ante tal respuesta.
—¿Qué dijiste?— salió con incredulidad de su boca.
—Lo que Escuchaste. Para poder entrar en la consideración de Naobito se necesita cumplir con dos de esas tres condiciones— Mai apretó los labios por un momento —Y no encajamos en ninguna de las tres.
Maki chasqueo la lengua y después mordió el interior de su mejilla.
—Debe de haber alguna forma de salir de este gran problema.
—Si me lo preguntas, yo ya me estoy resignando a volver al clan. No encajamos en ninguno de los tres requisitos y tampoco es como si podamos faltar a dicha fiesta ya que se nos obligará a asistir— comento Mai muy desanimada por aquella pantalla —Supongo que debemos disfrutar de los pocos días que nos queda de libertad.
Maki negó con la cabeza. No quería que nada de eso ocurriese. La idea de volver al clan Zenin le revolvía el estómago.
Mai suspiro —Bueno, falta un minuto para que sea 21 de enero — miro a Maki por la pantalla.
Su hermana mayor suspiro ante tal comentario. Debía de haber una forma de salir de aquel apuro.
—Feliz cumpleaños Maki... Disfruta de los días que nos queda de libertad ... buenas noches— se despidió Mai ante la mirada seria de su Gemela.
—Feliz cumpleaños Mai... prometo que encontraré una forma de librarnos de esto— respondió Maki antes de que su hermana terminará aquella llamada.
02:00 a.m.
Maki dio vueltas en la cama, no podía dormir ya que la sensación de incertidumbre la consumía y más con lo que le había dicho Mai sobre aquella reunión de los Zenin.
Ambas sabían de que quizás aquellos días serían los últimos donde serían libres en caso en que Naoya fuera el nuevo líder e hiciera algunos cambios al clan y las regresaran a casa.
También aquel sueño que tuvo en la mañana la seguía trayendo intranquila. Ver la blanca nieve teñirse de rojo carmín era una escena difícil de asimilar.
Un suspiro ruidoso salió de su pecho.
—Debo pensar en alguna forma para salvarnos a Mai y a mí...— se dijo a sí misma.
Quizás por lo mismo de sobre pensar las cosas, se había quedado vacía del estómago.
Maki se levantó, se puso sus tenis, tomo su suéter y salió de su habitación rumbo a la cocina.
Al llegar al comedor de la academia, se sorprendió un poco de ver que alguien más estaba ahi cenando muy tarde en la noche.
Sus pasos alertaron a aquel hechicero, quien se giró a ver quién venía entrando.
—¿Cenando tan noche?
—¡Oh Maki san! — dijo Yuta terminando de comer un poco de su obento que compro en el tren de camino a la academia.
—¿Apenas regresaste?— esta se acercó a la mesa. Ahí noto que al lado de Yuta había un ramo de flores.
Unas rosas rojas un poco aplastadas quizás por el viaje de este hechicero de grado especial a toda prisa.
—Si. La misión fue en una zona muy retirada de Tokio, y aunque me pedían que me quedara a dormir en el pueblo, realmente quería regresar para estar contigo en tu cumpleaños, aunque no pude llegar a tiempo, por poco y no alcanzaba el último tren y al no haber más directores asistentes disponibles a estas horas de la noche, tuve que caminar hasta aquí— explico un tanto apenado. Incluso se le notaba exhausto y con el uniforme sucio.
Maki tomo aquellas rosas, sonrió al ver el regalo que él le había traído. El cual supuso lo compró desde muy temprano y como sus horarios no coincidieron en todo el día, ambos no pudieron verse hasta la noche.
Incluso con sus demás compañeros y kohais tampoco coincido mucho debido a las misiones de todos por el invierno.
—Perdón si vienen algo marchitas — Yuta se empezó a disculpar — Traté de llegar temprano pero nada me salió en este día, así que estuve cuidando lo más que pude de que estas flores llegaran intactas. Pero al parecer en eso falle.
Maki olfateo aquellas rosas —Aun así son hermosas, gracias, creo que es el mejor regalo que me dieron este día — contesto suspirando un poco y sentándose en la silla de al lado — En realidad es el único regalo que me dieron.
—Me alegra que te hayan gustado, las elegí pensando en ti — respondió Yuta con una tierna sonrisa.
Maki se sonrojo por esas palabras —¡Baka! ¡Aún no me acostumbro a que digas esas cursilerías! ¡Además dijimos que por el momento solo somos "amigos con derechos"
—Lo sé, aunque sé que te daría más pena si dijera o hiciera algo así frente a los demás— Yuta rasco su cabeza —Por eso aprovecho a decírtelo en privado en este momento. Y estoy respetando el hecho de que me pediste que todo esto lo mantuviéramos a discreción y eso hago, aunque eso no evitará que te diga cuanto te quiero con este tipo de detalles— respondió con una gran sonrisa.
Maki al escuchar esas palabras, acerco su rostro al de Yuta para darle un beso en los labios, el cual fue correspondido.
Después de aquel fugaz beso, Maki se separó y le dio un suave golpe con su dedo índice y pulgar en la frente de Yuta.
—Aun así, sigamos haciendo esto a discreción dentro de la academia — comento ella en un puchero antes de tomar del obento que estaba cenando su compañero.
—De acuerdo. Trataré de ser más discreto, aunque quizás una vez llegue marzo podamos empezar a reunirnos más seguido fuera de la academia, espero que nuestros horarios coincidan más de ahora en adelante — Respondió Yuta sobando su frente.
—Y Cuéntame ¿Qué tal estuvo tu cumpleaños?— pregunto sin dejarla de mirar.
Maki aprovechó a tomar un poco más del obento que estaba cenando Yuta.
—Como cualquier otro cumpleaños, super ocupado. — Trago antes de seguir hablando —Realmente fue un día ocupado con varias misiones y— suspiro — Bueno, al hablar con Mai esta me dio una desagradable noticia sobre el Clan Zenin, así que, en teoría, mi asqueroso clan sigue arruinando mi cumpleaños aun fuera de esa infernal casa.
—¿Paso algo muy malo?— pregunto Yuta con preocupación.
—Mejor dicho, pasará algo muy malo— respondió Ella mirándolo fijamente.
—¿Qué sucederá?— Yuta pregunto con un hilo de voz por el miedo.
—Debo volver a la residencia Zenin este fin de semana debido a que el maldito viejo hará una especie de "fiesta" familiar para elegir al siguiente líder del clan — Maki se notaba molesta al hablar de eso.
—¿Fiesta? ¡¿Regresarás al clan Zenin?!— Yuta elevó un poco la voz ante lo que decía Maki.
—¡No grites! ¡Vas a despertar a todo mundo!— Regaño—Y Si, desgraciadamente debo regresar al clan— ella gruño— Esto debido a que es una estúpida reunión que se da en una residencia que le pertenece al clan, la cual queda a las afueras de Kioto, cerca de las montañas, es esas típicas reuniones que hacen algunos clanes para celebrar cosas importantes —Movió su mano de un lado a otro— en dichas reuniones se prepara un gran banquete, se hacen algunos retos familiares y esas estúpidas cosas protocolarias de los lideres — bajo los hombros —Y desgraciadamente Mai y yo debemos ir a fuerzas.
—Eso suena horrible.
—¡Demasiado! — Maki suspiro de frustración —¡Estar ahí es horrible! ¡Las mujeres y niños debemos preparar y limpiar todo! ¡Hay Viejos ebrios por todos lados! ¡Debes convivir con gente detestable! ¡Y de paso escuchas puras quejas y cosas desagradables hacia tu persona!— Se quejo— Créeme el ambiente es horrible ahí. Y ahora que el viejo elegirá un nuevo líder, todos los candidatos que quieran ser elegidos como líderes estarán de insoportables ya que deben complacer en todo a ese estúpido viejo— sonaba súper molesta — ¡Y lo peor es que dependiendo de a quién nombre como nuevo líder quizás a Mai y a Mí no nos dejen volver a la academia! — hizo puños sus manos sobre la mesa —Así que estamos entre la espada y la pared.
—¡En serio eso es terrible! ¿Y no hay nada que puedas hacer para evitar ir?— pregunto Yuta con desespero. No quería que Maki fuera a tal lugar.
Esta negó con la cabeza.
—Nadie puede faltar porque puede ser considerado como traición. Y más cuando se va a nombrar al nuevo líder— respondió ella.
—Debe de haber una forma para que te dejen regresar a ti y a tu hermana a la academia— respondió Yuta con preocupación.
—¿Sabes? Si yo fuera la líder de ese clan, desaparecería estas estúpida reuniones familiares. Y de paso, poco a poco destruiría el clan desde adentro — contesto ella mirando hacia las rosas.
—Yo sé que tu serías una buena líder— Respondió Yuta sin dejarla de mirar.
—Gracias, pero para eso de ser elegida debo entrar en algunas de las condiciones que Naobito impuso, lástima que no entro en ninguna de las tres.
—Realmente me gustaría ayudarte en esto— respondió Yuta tomándole de la mano.
—Ya pensare en algo para salir de este estúpido problema — Respondió Maki bajando los hombros.
La mano de Yuta apretó la mano de Maki sobre la mesa. Esta le miro con seriedad.
—No estás sola en esto. Ya te lo había dicho años atrás — apretó suavemente la mano de Maki —Sabes que si necesitas ayuda con algo, avísame ¡Destruyamos al clan Zenin! ¡Oh algo as— respondió Yuta con una sonrisa
—Aunque realmente no se si yo sea de mucha ayuda con esto, pero si puedo ayudarte no dudes que hare lo que sea por ti.
En aquel momento, Maki recordó las tres condiciones para ser líder. Y al estar observando a Yuta, su mente empezó a planear su carta de triunfo o mínimo, su próximo movimiento para poder salir de aquel clan con ayuda de Yuta.
Al estarlo observando fijamente noto que él encajaba perfectamente en las condiciones que Naobito había dicho para ser líder del clan Zenin.
Sobre todo al ser un hombre y tener una categoría más alta que ella. Pero la última condición, quedaba libre a interpretación.
"Estar comprometido o casado con alguien del clan Zenin"
¿Qué pasaría si un hombre fuera del clan se casaba con una mujer de la línea principal del clan Zenin y de paso, encajaba con las dos primeras condiciones que Naobito había establecido? ¿Acaso habría la posibilidad de que ese hombre fuera elegido como líder? O ¿Acaso eso le daría su libertad a Maki?
Aquella era una jugada arriesgada.
La mente de Maki pensó en una posible solución para todo aquello y eso era un "Compromiso o un matrimonio por conveniencia"
—Si Yuta no logra ser elegido líder, mínimo al presentarse como mi prometido, tengo la oportunidad de salir de ahí porque ya no seré una "propiedad" de ellos...— Pensó Maki.
Si ella llegaba a esa reunión diciendo que estaba comprometida o ya casada con Yuta, quizás al terminar ese fin de semana la dejarían ir del clan.
Era una idea arriesgada pero no había de otra en ese momento.
—Oye Yuta— Maki llamo su atención en voz baja mientras soltaba su mano.
—¿Qué pasa?— pregunto este, pero lo siguiente le sorprendería.
Maki se levantó de la silla y se acercó a él lentamente. Y así, sin dejarle de mirar a los ojos, ella se sentó en el regazo de este. Con sus piernas acomodadas a los costados de este mientras sus manos se enredaron en su cuello.
Todo aquello puso muy nervioso a Yuta. Su cuerpo se tensó. Incluso se quedó mudo al sentir el peso de ella sobre su cuerpo.
—¡¿Maki?!— preguntó su compañero con el rostro todo rojo.
—Yuta...— Maki lo volvió a nombrar en un susurro mientras sus dedos acariciaban sus labios. Su mirada era encantadora bajo aquella poca luz que iluminaba el foco sobre ellos.
—¿Sí? — salió con un poco de dificultad de su garganta. Sentía las mejillas arder.
Ya antes habían estado así de cerca, besándose o tocándose por arriba de la ropa o en ocasiones metiendo sus manos en sus prendas, pero esta vez se sentía todo diferente.
Maki le dio un primer beso en los labios, haciendo que este le correspondiera. Aquel beso se fue profundizando poco a poco.
Las manos de Yuta se posaron sobre las piernas de Maki. Estaba Indeciso si debía ir más arriba, hacia la cadera de esta, pero algo le decía que debía controlarse. Que aún no era el momento de pasar a la siguiente base. Y más que hasta ese momento aún no habían tenido su primera vez.
Aquella primera relación sexual entre ambos la estaban guardando para el momento cuando se graduarán. Pero aun así ya antes habían tenido encuentros donde sus manos y bocas hacían todo el trabajo.
Después de que Maki despegara los labios de los de él, ambos juntaron sus frentes.
—Yuta ¿Tu harías lo que fuera por mi?— pregunto ella mirándolo a los ojos. Pasando sus manos al cuello de este.
—Sabes que si... haría lo que fuera por ti Maki san — Susurro mientas la miraba fijamente.
—¿De verdad harías lo que fuera por mi sin importar nada más? ¿Me ayudarías en todo lo que te pidiera?— pregunto Maki, mirando a los ojos de este para detectar si había mentira en sus palabras.
—Sin importar lo que fuera, sabes que te ayudaré en lo que pueda y en lo que esté en mis manos, ya sea como compañero, como amigo, o como amante tratare de ayudarte en lo que pueda– dijo este sin dejarla de ver y con sus manos sobre los muslos de Maki.
Esta sonrió por aquella determinación.
—Bien, porque lo que te voy a preguntar es algo muy importante y quizás me ayude a hacer más amena la ida a la residencia Zenin— contesto ella pasando sus manos a las mejillas de Yuta para acariciarle un poco.— Así que tu respuesta será muy importante ¿De acuerdo? Piénsalo muy bien.
—De acuerdo— contesto él sin dejarla de mirar. Estaba a la expectativa. Sentía curiosidad por aquello que fuera a preguntarle.
Maki tomo un leve respiro, siguió mirándolo a los ojos. Humedeció sus labios y se atrevió a preguntar.
—Yuta ¿Te casarías conmigo?
Espero les haya gustado o llamado la atención ❤️
Esta es la idea que les quería presentar, donde para que Maki conserve su libertad deberá fingir que ya está comprometida con Yuta.
¡Así es! ¡Yuta ira al clan Zenin ese fin de semana! ¿Ustedes que creen que pase en esa casa?
¿Acaso Yuta será bienvenido en el clan? ¿Será rechazado? ¿Con quién creen que se llevara bien? ¿Acaso Naobito lo aceptará? ¿Naoya como lo tratara? ¿Qué dirán los padres de Maki? ¿Acaso su plan servirá?
Estaré leyendo sus comentarios
Aunque quizás con el título del fic ya les di una idea de que irá esta historia.
También para aclarar que aquí la relación de Maki y Yuta es de "amigos con derechos o con beneficios" pero quizás eso cambie o empeore con el pasar de los capítulos, ustedes lo irán descubriendo poco en poco. Igual quizás pase algo picante entre ellos *giño giño* ya saben, esa primera e íntima vez entre esos dos, ya que hasta este momento no ha habido coito.
En fin, como dice el resumen, este fic será de muy lenta actualización. Así como también espero sea una historia corta, trataré de hacerla de uno capítulos a lo máximo.
También para comentar que aquí NUNCA pasó el incidente de Shibuya ni los juegos de la muerte.
Así que aquí el clan Zenin sigue intacto. Por el momento.
En fin, espero les haya llamado la atención y les haya gustado ❤️
