Advertencias:

🔞 Este capítulo contiene descripciones sexuales. Se recomienda Discreción.

🔞Masturbacion/Sexo en la bañera/Ex amantes/ Amigos con Derechos/ Universo Alterno

Si no te gusta estos temas, estas a tiempo de abandonar el one shot

Disfruten de esta cena, esto lo había escrito porque estaba aburrida.

Si, comúnmente escribo de Utahime con otro personaje (Gojo) pero sentí que esta se adaptaba mejor con Geto

Espero les guste ❤


Sirena Mía

Geto regreso a su habitación después de salir de su última cansado y lo único que quería era tomar un refrescante baño antes de ir a la cama.

Una vez entro a su habitación que compartía en los dormitorios escolares, notó que había algo de ropa sobre la cama de Gojo y de paso, escucho el sonido de la regadera.

Supuso que su compañero de cuarto estaría dándose un baño, así que decidió esperar su turno.

Mientras esperaba, se desató la corbata, se quitó los zapatos y empezó a sacarse el saco.

Mientras se quitaba aquellas prendas, escucho una voz femenina muy familiar salir del baño en forma de tarareo seguida de unas cuantas palabras que formaron la estrofa de una canción.

El ruido de la regadera se detuvo por un momento, pero aquel canto seguía saliendo de aquel cuarto de baño, incluso aquella dulce melodía parecía estar acompañada de un débil gemido de placer.

Aquello llamo demasiado la atención del azabache color cuervo.

—¿Acaso Gojo está tomando un baño junto a una chica?— Fue su primer pensamiento.

Geto decidió esperar unos minutos más para ver si alguien salía del baño.

Pero lo único que salía de ahí, eran algunos suaves gemidos, acompañados de una voz femenina que iba y venía en altos y bajos, tarareando y cantando una bella canción, pero en ningún momento se escuchaba la voz o jadeo de su amigo.

Aquello se le hizo muy extraño a Geto. Ya casi habían pasado diez minutos desde que él había llegado y nadie salía de ese baño.

No lo dudo más, así que primero decidió tocar aquella puerta, dando tres golpecitos para advertirle a aquella persona que estaba ahí dentro, que no estaba sola en aquella habitación estudiantil.

—¿Quién está ahí?

Pregunto Geto con voz grave y ruda, notando como aquella voz femenina dejaba de cantar al hacer aquella pregunta.

Dio unos segundos para ver si aquella quien estaba dentro le respondía, pero no hubo respuesta alguna.

Y así, como la curiosidad mato al gato, él decidió entrar.

Abrió aquella puerta, la cual era chillante y advertía cuando alguien entraba, esperando así atrapar al intruso dentro de su regadera.

—Uno nunca sabe que loco estará dentro de tu habitación— pensó.

Geto se recargo en el marco de la puerta y rio un poco al ver a aquella intrusa dentro de la bañera de su habitación de universidad.

—¡Vaya, vaya! ¡Miren a quien tenemos aquí!— soltó aquel chico en una amplia sonrisa, mostrando sus perfectos dientes.

Aquella dentro de la bañera, era ni más ni menos que Utahime.

La chica estaba muy roja al ver quien había entrado por aquella puerta, la pobre pensó que seguía estando sola en aquella habitación, a la cual, tenía acceso gracias a que Gojo le había dado una llave por ser "su chica"

Al ver a Geto recargado en aquel umbral, se introdujo más a la espuma para cubrir su cuerpo desnudo. La pena le invadió ya que sabía que sus gemidos y su canto fueron lo que pudieron haber sido escuchados por él.

—¡Yo puedo explicarlo!

—Pues habla— dijo Geto acercándose a ella.

Utahime se moría de la pena, trato de ocultarse en el agua, deslizándose levemente hasta que la espuma le cubrió hasta sus clavículas y su barbilla.

Suguru sonrió ante aquello mientras se sentaba en el borde de la bañera.

—No tienes por qué apenarte ni tratar de cubrirte, yo ya te he visto desnuda varias veces y lo sabes —Su sonrisa era tan serena y sus ojos eran curiosos.

Era cierto, esos dos ya se conocían cada lunar y marca en su cuerpo debido a sus fugaces encuentros que habían tenido como amantes a escondidas de Gojo y de todos los demás.

Utahime suspiro ante aquellas palabras porque eran verdad.

—Si aun así... a veces me sigue dando pena que me veas desnuda— se acomodó dentro de aquella bañera, hasta que el agua y la espuma le cubrían la mitad de sus senos.

—Mejor ve al grano ¿Qué haces aquí?— Suguru tocó suavemente el agua, estaba aún caliente, agradable al tacto y a la temperatura que sabía que le gustaba a ella.

Utahime se veía hermosa, cual sirena en el agua, con la espuma apenas y cubriéndola y el cabello todo mojado sobre sus hombros.

Definitivamente Geto se la estaba follando con la mirada.

Aquella chica se acomodó en la bañera, haciendo que sus rodillas salieran levemente entre la espuma.
—¡OK te lo dire! — suspiro un poco —Se me hizo fácil entrar en la habitación de ustedes dos para tomar un baño... porque...—Hizo una pausa.

—¿Por qué?— Geto levantó una ceja, aquel silencio era penoso para la chica.

—Bueno...— Utahime relajo un poco los hombros — Decidí venir aquí porque la maldita de Mei se tarda años en salir de la regadera y la verdad es que yo ya quería tomar un baño porque fue un día muy pesado y al ver que ni tu ni Gojo estaban aquí, me tomé la molestia de tomar un baño de tina... siempre quise poder disfrutar de un baño de tina en paz— declaró.

Geto empezó a jugar un poco con la espuma de aquella bañera. Sujetándola entre sus dedos.

Aquella explicación le pareció graciosa que hasta soltó una carcajada.

—¡Lo digo enserió Suguru! ¡No te burles de lo que te digo! ¡Si tuvieras a Mei de Roomie sabrías a lo que me refiero!

—Te creo, es solo que me resulta un poco gracioso la verdad — soltó aquel hombre soplando aquella espuma de la palma de su mano.

—Y bueno. ¡Aquí estaba tratando de relajarme en esta estúpida tina hasta que lleg...!—se censuró Utahime en un suspiro, hundiéndose un poco hasta que el agua le cubrió las clavículas y sus cabellos flotaban a su alrededor.

—¿Hasta que llegue yo?— cuestiono acercándose más a ella a través de aquel borde. Suguro empezó a doblarse las mangas de su camiseta de vestir.

—Bueno... — trago saliva —lo que trato de decir es... que—Utahime se calló de golpe al ver a Geto que puso su mano sobre su rodilla, la cual aún sobresalía delicadamente sobre aquella espumosa agua.

—Sabes Utahime... no eres la única que quiere relajarse en la tina en este momento...— comento Geto empezando a acariciar su rodilla con delicadeza, su dedo hacia círculos sobre aquella piel.

Utahime sintió su piel estremecer ante tal tacto... sintió la excitación viajar por su vagina, sabía que un poco de sobre estimulación no le vendría mal.

Todo su cuerpo tembló de deseo al ver las intenciones de Geto en sus ojos. Sabía que ya se la estaba follando en su imaginación.

—¡Espera!— la azabache trago saliva y puso su mojada mano sobre la mano de Suguru.

—Utahime, sabes que yo podría ayudarte a relajarte un poco más— sugirió este mientras su mano empezaba a acariciar el muslo de esta en el agua —Además, claramente escuche que no solo estabas bañándote— la miró al rostro.— Por el rubor de tus mejillas y tu respiración irregular puedo suponer que también estabas masturbándote. Me pregunto ¿Si estabas pensando en mi o en Satoru?— pregunto con un toque de maldad.

Las mejillas de Utahime estaban que ardían de pena.

—¡Eso no te incumbe!— tembló ante tal pregunta y se puso a la defensiva.

—¿Segura que no me incumbe?— pregunto él con picardia mientras su mano hacia travesuras bajo el agua.

—P... prometimos que... ya no lo haríamos — dijo está en un jadeo al sentir como Geto apretaba su muslo aún ella tratando de detenerlo.

—Lo sé — Suguru sumergió más su mano en el agua mientras acariciaba la pierna de Utahime y se abría paso hacia su entrepierna con una sonrisa.

—¡Pero!— Utahime jadeo un poco más al sentir los dedos de Geto sobre su intimidad.

—Pero lo prometimos...— las mejillas de Utahime se tiñeron de carmín pero su cuerpo pedía a gritos ser tocada por él. —Suguru — gimió al sentir que este empezaba a masturbarla.

—¿Quieres que me detenga, mi sirena?— pregunto Geto en forma juguetona mientras su dedo pulgar estaba sobre su clítoris y otro de su dedo recorría sus pliegues.

Utahime gimió un poco... Suguru siempre la hacía tocar el cielo con sus dedos...

—No... por favor... sigue — dijo aquella chica haciendo un poco para atrás su cabeza y sujetando con sus manos el filo de la bañera, abriendo más las piernas para él.

Los dedos de Geto empezaron a hacer su magia, subiendo y bajando por aquella intimidad por debajo del agua.

Abriéndose paso por sus pliegues y jugando de vez en cuando con su clítoris antes de meter dos dedos en ella.

Los gemidos de Utahime no se hicieron esperar, su pecho subía y bajaba mientras sentía su cuerpo temblar de placer.

Geto sonrió por ver el rostro suplicante de aquella chica con la que le gustaba intimar. Le encantaba escucharla gemir su nombre en lugar del de su amigo.

—Canta para mí... sirena mía...— Dijo a su oído mientras sus dedos entraban y salían de ella a un ritmo único como el solía hacerlo. Tocando lo más sensible de su interior y provocando un cosquilleo cálido en sus entrañas.

El agua de aquella bañera empezó a moverse con más violencia, haciendo que algunas olas salieran de la bañera, mientras la dulce voz de Utahime decía su nombre una y otra vez en una agradable melodía, hipnótica y excitante.

—Suguru...— jadeante y llena de placer, Utahime llego una vez más a su orgasmo.

Esta chica se sumergió un momento una vez Geto sacó sus dedos de ella, sintió la necesidad de mojar su cabeza.

Una vez salió del agua, empezó a ver como Geto se despojaba de su ropa.

—Bueno y ahora — Geto empezó a desnudarse

—¡¿Qué estás haciendo?!— dijo sorprendida.

—Hazme campo, porque yo también tomaré una ducha — dijo este con una gran sonrisa mientras dejaba ver su erección.

Utahime sonrió un poco ante aquello.

Y así ambos amantes tomaron un baño juntos antes de que llegara su compañero.

Terminaron follando en la bañera, con Utahime sobre Geto, haciendo que el agua saliera con violencia de aquella tina. Al igual que sus gemidos salían de aquel cuarto de baño.


Espero les haya gustado ❤