Summary: Hoy es el día de la graduación y en este día Rei no trata de pensar en que su Judai-sama se irá. Ella hace todo lo posible para pasar una última noche con él en la fiesta de graduación. Sólo para darse cuenta de que él se ha ido de la academia sin despedirse de ninguno de sus amigos. ¿Habrá alguien que pueda consolar a Rei en su pena? AU.

Disclaimer: Los personajes del anime y manga de Yu-Gi-Oh GX pertenecen al autor Kazuki Takahashi.

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-Un consuelo para Rei-

Con el mundo a salvo una vez más, un nuevo día llega a la academia. Pero hoy no es un día cualquiera ¡Hoy es la graduación de los alumnos de tercer año! Como parte de su comité, me encuentro ayudando a organizar la fiesta.

-Kenzan-senpai ¡mueve esa mesa más hacia la derecha!–

-Pero Rei-chan, hace un momento me dijiste que la pusiera hacia la izquierda arizu-se quejó Kenzan.

-Hazlo rápido por favor ¡no podemos atrasarnos más!-dije con impaciencia, y Kenzan reluctante, volvió a mover la mesa.

En el gran salón del dormitorio Obelisco Azul, hay varias personas que van de aquí a allá, ayudando con los preparativos de la fiesta. La ayuda extra es muy apreciada ya que varios preparativos se habían pausado. El incidente de "Darkness" había agitado los últimos días de la academia. Y es que, después de la euforia de haber salido de aquella oscuridad, varios de los nuevos estudiantes aún se sentían muy perturbados por este suceso. Los estudiantes más mayores intentaban consolarlos, diciendo que no era la primera vez que en la academia ocurrían eventos raros o peligrosos; pero los de primer año como yo, todavía no asimilamos bien este tipo de situaciones.

"Primero los duelos de supervivencia y una academia zombi. Luego, que Johan desapareciera y que Judai-sama fuera tras él… y ahora esto…" ya no recordaba casi nada de lo que pasó cuando fui absorbida por la oscuridad, aun así, cada vez que intentaba hacerlo sentía escalofríos.

"No… debo dejar atrás los malos recuerdos. Ahora ¡tengo que terminar de organizar esta fiesta!"

Las cocinas del Obelisco azul están ocupadas en preparar el festín para la noche. Y aunque fuera una mera formalidad, tuvimos que correr para hacer las invitaciones. El tiempo se nos acaba y todavía tenemos varias cosas por hacer. Al menos, ya habíamos terminado de limpiar el salón y ahora solo nos faltaba terminar de arreglar las mesas para el banquete. Me sentía un poco cansada. La noche pasada no había dormido mucho por la ansiedad y hoy, apenas había tenido tiempo para respirar.

"Pero…todo esto es para mis senpais…¡y por supuesto también para Judai-sama!" el chico conocido como "el duelista milagroso" después de cargar consigo, tantos duelos decisivos, había cambiado bastante este último año. Yo sólo quiero que su última noche en la academia sea agradable y de ser posible, que él también llegué a divertirse. Con este último pensamiento en mente, tacho una de las tareas pendientes en la planilla que llevo conmigo. Empujo el cansancio en mi interior y me dispongo a seguir con la siguiente tarea.

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La ceremonia de graduación es por la tarde en el auditorio central, con estudiantes de todos los años presentes. Chronos-sensei comienza a dirigir la ceremonia pero, entre lamentos y lágrimas se niega a continuar con esta y tiene que ser retirado por varios profesores del lugar. Debido a esto, el ex-canciller Samejima toma su lugar y anuncia los resultados de los duelos de graduación. Con gran sorpresa, nos hace saber que tres estudiantes han obtenido las más altas calificaciones. Estos son nada más ni nada menos que: Asuka, Manjoume y Sho. Todos comenzamos a aplaudir y a felicitarlos, de todo corazón yo también me alegro por ellos. Aunque se les ve muy felices por haber logrado tal honor, hacen algo inaudito. Rechazan el premio: el mazo de Yugi Mutou.

-Ahora lo entendemos…-empezó Manjoume- El mejor mazo para nosotros es el mazo que siempre usamos.

-Exacto, ese no es nuestro mazo, así que no nos servirá de mucho-siguió Asuka.

-Debe ser uno lleno de nuestros recuerdos…-terminó Sho.

"¿Uno lleno de recuerdos, eh?" y con mi mano, toco con cariño el pequeño estuche de cuero donde está mi carta favorita. A pesar de que ya no utilizo a Doncella Enamorada siempre la llevo conmigo. Después de todo, combatiendo con ella Judai-sama entendió como me sentía cuando vine por Ryou-senpai.

"Sin embargo…" pienso con resignación mientras coloco una de mis manos sobre mi mejilla. "Hoy en día, basar un mazo entero en un monstruo, que básicamente sin el efecto de El Beso de Cupido es un saco de boxeo, no es nada bueno" También llevo todavía conmigo mi mazo de Revolución Mística. Este mazo fue el que usé en el torneo GX, aunque no fue suficiente para quedar campeona de este.

Por último, tengo mi deck de fichas. Todavía sigue siendo un mazo experimental; si no fuese porque Kenzan fue mi compañero en los Tag Duel, hubieran barrido el piso conmigo. "Tal vez… si hubiera tenido otro mazo ¿Hubiera podido ganar?" todavía lamentaba haber perdido aquella vez, pero después de que destruyeron mi trampa me di cuenta con amargura, de que no tenía ninguna oportunidad de ganar ese duelo "Judai-sama tenía a sus héroes, Asuka-senpai a sus Cyberangels y Kenzan-senpai a sus dinosaurios ¿Pero que tenía yo…?"

-Entonces pasemos a nuestra ceremonia de graduación. Como nuestro representante del cuerpo estudiantil Kenzan Tyranno-kun dará el discurso de despedida-anunció Samejima antes de que me sumiera más en mis pensamientos.

-¡Si!-respondió Kenzan. Se puso de pie, con el cuerpo rígido y una expresión ansiosa. Estoy sentada a su lado en las gradas y debido a su nerviosa reacción, todos los que estamos a su alrededor, no pudimos evitar reírnos a su costa.

Kenzan baja hasta la tarima y para calmar sus nervios y su respiración agitada, se aclara la garganta y abre el pergamino en el cual está su discurso. Sin embargo, al hacerlo no fue muy cuidadoso y el rollo vuela de sus manos hacia el piso, revelando lo largo que es hasta llegar donde se encuentran los profesores. Al parecer Samejima le dice unas palabras para calmarlo y Kenzan inicia su discurso. Pero casi desde el comienzo de sus palabras de agradecimiento, las lágrimas comienzan a asomarse por sus ojos. Kenzan finaliza su discurso, pero termina llorando a mares. Y tal como a Chronos-sensei, los profesores lo sacan del recinto.

Para terminar, en respuesta a sus palabras, Asuka da un último discurso en representación de los graduados.

-Hoy en nombre de los graduados, me gustaría dar mis más sinceras gracias por esta increíble ceremonia de graduación. El tiempo realmente ha pasado volando, cuando hace tres años… Entramos por las puertas de esta academia con nuestras propias metas en mente. Y luego, fue en esta academia de duelos donde encontramos muchos amigos y profesores…Y aprendimos mucho de lo que conocemos a través de los duelos. Cómo animarnos entre nosotros, luchar de vez en cuando al lado de los amigos con los que hemos pasado tanto tiempo juntos. Nuestros duelos nos enseñaron acerca de nuestras propias fortalezas y debilidades, y simpatizar con nuestros adversarios. Incluso si vamos por caminos separados después de hoy…O vivimos muy lejos el uno del otro…Siempre seremos amigos. Los vínculos que hemos formado como duelistas aquí son eternos. Estoy segura de que vamos a tener dificultades y alegrías esperándonos con interés. Cuando lleguen, sé que voy a recordar…La vida que tuve aquí…Los amigos que hice aquí. Tengo fé en que siempre me conducirán en la dirección correcta-

Su discurso es muy conmovedor, tal como se esperaba de una alumna estrella.

-Gracias a todos. Gracias academia de duelos y...Adiós.-terminó.

Varios estudiantes de tercer año lloran por sus palabras. Y al parecer, yo también. Un dolor comienza a brotar en mi pecho.

"¿Por qué a pesar de estar rodeada de estudiantes de primero me siento tan sola en todo esto?"

La ceremonia continúa con la entrega de los diplomas, los estudiantes de tercer año entre vítores, buenos deseos y uno que otro "¡No te vayas" reciben sus títulos. Veo como Asuka, y Sho reciben sus cartones y cuando escucho que llaman a Judai y a su hermano para recibir sus diplomas, lo entiendo.

"Ah cierto, si me hubiesen dejado estudiar aquí, cuando vine en mi primer año, ahora yo también me estaría graduando con ellos" y bajo la mesa aprieto los puños. Me siento miserable y me quiero ir.

-¡Rei-chan! -escuché que me llamaban- te necesitan en el dormitorio Obelisco arizu-dijo Kenzan aún con lágrimas en su rostro.

Incluso ahora, aún me necesitan y el día todavía no ha acabado. La ceremonia ha terminado, y el tiempo de la fiesta llegará muy pronto.

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Al caer la noche en la academia de duelos, los ruidosos fuegos artificiales llenan a lo grande el cielo de colores. El gran salón del dormitorio azul, es ahora un lugar iluminado por arañas de cristal, decorado con mesas blancas dispuestas con comida y lleno del bullicio de los recién graduados. Ellos hablan entre sí, con mucha alegría, acerca de su graduación y de sus planes para el futuro.

"¿Dónde estará Judai-sama?"

Le busco constantemente alrededor del salón mientras llevo platos de comida, felicito a algunos senpais o hago uno que otro recado; observo también hacia la entrada pero, no hay ni rastro de su chaqueta roja o de su cabello castaño. Aunque mis esfuerzos dan sus frutos y todos se están divirtiendo en la fiesta, mis ánimos comienzan a bajar, pues mi persona favorita no ha llegado. Tengo tantas ganas de hablar con él, de decirle tantas cosas y de agradecerle por otras. De recordarle que lo quería con todo el corazón y que para siempre será mi Judai-sama.

Pregunto por él a Sho y a Manjoume pero ellos tampoco lo han visto, cosa que me da un mal presentimiento. Doy una última orden por aquí y por allá, mientras veo como Kenzan se embute la boca con comida.

"Más tarde, lo regañaré por eso ¡primero son los graduados!" De repente escucho varios gritos, con gran ilusión espero que sea por Judai que esté entrando, mis ánimos se levantan de golpe. Con alegría me acerco hacía el origen de la bulla. Pero me decepciono al ver que la razón de esto, es que Fubuki, con un traje elegante al estilo militar, recibe a Asuka vestida como nunca, con un vestido esponjoso de volantes. Este de seguro, era un regalo de su hermano y a Asuka se le ve muy hermosa, aunque un poco tímida. Para calmar a la multitud, el ex-canciller Samejima invita a todos a brindar por los graduados.

Tomo una copa para el brindis y con la mirada baja, centrada en ella, escuchó las palabras de Samejima. La noche avanza pero Judai no aparece. Me empiezan a doler las piernas por haber corrido tanto de un lado a otro, así que me siento al lado de Kenzan y Chronos-sensei. Aunque está el olor de la comida deliciosa en el aire no siento hambre, de hecho no tengo apetito. Luego se nos acercan los demás e incluso, está entre ellos O'brien y Johan. Al estar así, casi todos reunidos Chronos-sensei no tarda en volver a lamentarse por la graduación.

-Entonces, ustedes van a…Realmente se están graduando…-dice con tristeza.

Kenzan intenta consolarlo pero no puede, aunque todos nos reímos de su intento por hacerlo. A mi me hubiera gustado también decirle algo al profesor pero ahora más que nunca estoy de acuerdo con él. En eso también se nos acerca Fujiwara, quien empieza a disculparse por todo lo ocurrido y también dice que su lugar no es estar aquí. Pero Fubuki lo anima y dice que este, es el lugar en el que debe estar.

-Un lugar donde el crecimiento y los errores de cada estudiante son aceptados.-dijo Fubuki- lo que mejor hace nuestra alma mater…esa es nuestra academia de duelos ¿verdad?- todos asentimos ante esas palabras, lo que nos recuerda de nuevo a cierto estudiante especial.

-¿Por cierto dónde está Aniki?-pregunta levantándose Kenzan.

-Oh Judai-sama ¿llegará tarde de nuevo?-pregunté también levantándome.

-Ese Judai... de principio a fin, tan descuidado como siempre…-comenta Manjoume.

Todos estamos preocupados por él. Quiero creer que no se ha ido, que no nos ha dejado. Aún tengo fé de que en algún momento se nos una, de que se disculpara por el retraso y pase su última noche con nosotros. Y aunque todos comenzamos a buscarlo, la fiesta se acabó y él nunca llegó.

Triste por su ausencia, no quiero que todo termine así, lo llamo a su PDA pero no contesta.

Mi última esperanza recae en encontrar a Judai en el dormitorio rojo. Decidida de intentar hasta lo último, salgo corriendo del dormitorio azul.

Corro y corro, lo más rápido que mis piernas cansadas me permiten.

"Judai-sama, ojalá no te hubieras graduado…por favor, no te vayas" con esa plegaria, llego al dormitorio de los Slifer y veo que hay una luz encendida en el cuarto del segundo piso. "¡Debe ser él!" y con el corazón en la mano, subo a toda prisa las únicas escaleras del dormitorio rojo.

"Judai-sama ¡Por favor, no te vayas! la verdad es que estoy muy feliz de haberte conocido y lo habría sido aún más si hubiera podido crecer contigo al igual que los demás" subo a toda prisa los escalones.

"Judai-sama…por favor…no te vayas, me hubiera gustado mucho ser alguien en quien te hubieras podido apoyar y haber luchado junto a ti en alguna batalla" llego a la segunda planta y estoy a dos puertas de su cuarto.

"Pero el tiempo en la academia de duelos se fue muy rápido, y se llevó junto consigo todos los momentos que quería vivir contigo" corro hacia su puerta y veo que una chaqueta roja y un pelo castaño salen del cuarto "¡Por favor, no me dejes atrás!" y las lágrimas comienzan a salir de mis ojos.

-¡JUDAI-SAMA!-grito y me abalanzo sobre él-¡Al fin te encontré!-y ambos caemos hacia el piso.

Mis lágrimas descienden con rapidez por mis mejillas y abrazo su torso con fuerza, tal como un náufrago a un salvavidas. "Judai-sama ¡todavía estás aquí, pero… !" No lo entiendo, no siento que reaccione al ser abrazado. "Hay algo extraño..." De hecho su cuerpo se siente ligeramente más musculoso e incluso la sensación de la ropa es diferente, es más firme y rígida.

-Siento decepcionarte pero yo no soy Judai-se excusó una voz severa y monótona.-Mira bien.

Levante la mirada hacía Judai, pero veía un poco borroso debido a que las lágrimas seguían saliendo de mis ojos. Parpadeo un par de veces y al fin puedo distinguir sus facciones; su boca de labios delgados, la nariz larga y fina y finalmente unos ojos dorados afilados.

-¿Ha-Haou-senpai?-dije sorprendida. Y enseguida me quité de encima de él- ¿Dónde está Judai-sama?-

-Mi hermano se ha ido Rei-contestó. Tener a su gemelo enfrente de mí, diciéndome esto con una cara sin expresión, sólo hace que quiera ver aún más el rostro sonriente de Judai.

-No puede ser…-Mi cuerpo comenzó a temblar y todas las emociones que había embotellado por estar tan ocupada con la fiesta salieron de golpe "¡De verdad se fue…! Pero ¡¿por qué lo hizo sin despedirse de ninguno de nosotros?!" Nuevas lágrimas empezaron a correr por mi cara, como si una presa hubiera estallado dentro de mí.

-¿Rei?- me llama Haou con un tono monótono, yo quiero parar de llorar, pero las lágrimas siguen fluyendo de mis ojos. "Ya no podré ver de nuevo su sonrisa o sus ojos marrones, dime Judai-sama ¡¿Porque lo hiciste?! ¿Por qué al menos no te despediste de mi?"

Un segundo después, siento como Haou apoya una mano en mi cabeza y empieza a moverla como si intentara retorcerla. Me sacude de lado a lado con tanta fuerza que mis ojos empezaron a dar vueltas.

-¡¿PERO QUÉ RAYOS ESTÁS HACIENDO?!–grité. "Tan poco caballeroso ¡así no se trata a una dama!"

-Consolarte–dijo. Si esa era su forma de consolar a las personas preferiría que no volviera a hacerlo-Eres un desastre.

-Ngh…es que Judai-sama…De verdad se fue…- comencé a lamentar. Me había esforzado tanto para alcanzarlo: el álbum, el duelo de parejas y la fiesta de graduación. Pero nada funciono- solo por él vine aquí y a-ahora que se va…-aún entre sollozos me esforcé por seguir hablando-...¡yo también quisiera irme de la academia ahora mismo!

¿Qué sentido tendría quedarme en la academia de todos modos? Mi deseo como doncella enamorada era estar con la persona que más amaba, sería feliz solo con eso. Así fue cuando llegué aquí la primera vez cuando era niña. Aún como adolescente quería que todavía pasara. Nada aquí me detiene para irme de una vez.

"¡Me he decidido, eso es lo que voy a hacer!" Tener otro objetivo en la mente hace que las lágrimas se detengan e intento con mis manos limpiar las últimas que habían salido.

-Rei, aunque te fueras ahora de la academia jamás podrías alcanzarlo-

-¡¿CÓMO DICES?!-repliqué enfadada-¡¿Por qué me dices que no puedo estar con la persona que más quiero?!-

-Porque si te fueras ahora de la academia, perderías también cosas importantes-

-¡¿Qué podría perder yo…?!-

-El propio ritmo de tu tiempo ¿acaso se te olvida que eres una novata de 13 años?-

Y algo hizo crack dentro de mí. "¿Mi propio tiempo?" aunque me encontraba perdida ahora.

-Si, lo se ¡solo soy una estudiante de primer año! pero la mayoría de las personas que conozco en la academia ¡me dejan ahora atrás!-empecé a explicar- primero fue Maruchi al irse a Francia y ahora ustedes. Y creo que Kenzan es el único al que puedo decirle amigo ahora ¡¿No crees que la vida es un poco cruel?!

-A ti nadie te pidió que vinieras a la academia-contestó.

-¡¿Por qué me dices esas cosas horribles?! ¡Por eso nadie te quiere! ¡Nadie en la fiesta preguntó por ti!-

Haou por un momento no me responde y baja su mirada hacia el suelo. El flequillo le cubre sus ojos y tiembla ligeramente cerrando sus puños.

-Tienes razón, al único al que le importaba era a Judai, pero mi hermano se fue y ni siquiera se despidió de mí.

Cubro mi boca con mis manos, muy tarde comprendí, de que había escupido veneno a la única persona que intentaba consolarme.

De hecho, enfrente de mí había otra persona que había perdido más que yo por la partida de Judai. Si tuviera que hacer una comparación, su partida era como si me hubieran arrancado de un solo golpe una curita de una herida recién hecha. A pesar de que todos eran conscientes del cambio en su personalidad, él nunca me había tratado mal y yo me sentía feliz con las pocas veces que pude estar cerca suyo. Partir de esta manera no hace que duela menos, ni evita que mi enamorado corazón sufra.

Pero Haou es diferente. Él lleva con Judai toda una vida.

"Él debe quererlo más que yo" ver a una persona que quieres tanto cambiar de esa manera y que esta te abandone, debe ser más doloroso. La curita que cubre su herida fue quitada lentamente, poco a poco sin saber cuando realmente la iban a quitar por completo. Es más, dicen que esto deja a una persona más herida y destrozada.

-Lo siento por lo que dije…-digo sonrojada por la vergüenza, ahora abrazándolo.

-¿Rei? ¿Qué haces?-preguntó sorprendido, siento que su cuerpo se tensa, encogiéndose ante el contacto.

-¿Acaso no es obvio? Te estoy abrazando- le aprieto con un poco más de fuerza.

-¿Pero por qué…?-

-Yo también…¡Yo también quiero consolarte! ¿Judai-sama es tu querido hermano menor no? De seguro, que él se fuera te hace sentir solo ¿no es así?-

-¡Compórtate! Yo no necesito de esto ¡Suéltame!-sus brazos con fuerza me separan de su cuerpo.

-¡NO! ¡No quiero!-vuelvo a abrazarlo, esta vez cerrando mis brazos alrededor de su pecho- Por favor…solo déjame abrazarte…-esta vez no me aleja de él, pero tampoco me corresponde.

-Por Dios dame un respiro, eres tú la que todavía necesita calmarse-

-Yo…me siento realmente mal. No dijiste nada que no fuera verdad, es cierto que nadie me pidió que viniera aquí, pero lo hice persiguiendo lo que pienso que me hará feliz, porque me da más miedo quedarme sola. Lamentaba no poder haber tenido más tiempo con Judai-sama, pero tienes razón, si me voy ahora, perderé la oportunidad de vivir mi propia vida con mis propios compañeros…Perdóname por haber descargado mi frustración en ti - cuando terminé de desahogarme, sentí como las pocas energías que me quedaban se escaparon por medio de lágrimas que bajaron una vez más por mis mejillas.

Finalmente, sentí como los brazos de Haou me rodean la espalda y me acercan un poco más hacía él.

"Él no será Judai-sama pero…quisiera quedarme aquí, en estos brazos un poco más". Me aferro un poco más a él y sus manos ahora acarician un poco mi cabello y me relajan.

-Sabes que aunque él se haya ido no es como si nunca fuera regresar-

-¿Cómo?-me aparto y lo miro fijamente a los ojos.

-Judai me había dicho que, ya que les dejaría la academia a Kenzan y a ti, algún día deseaba ver cuánto podrían crecer ustedes dos.

-¡¿De verdad?!-

-Si, no tengo razones para mentirte.-

Una pequeña sonrisa se formó en mis labios ¡No todo estaba perdido!

-¡Si! Me esforzaré mucho -digo cerrando mis puños- ¡Ya lo verás, me convertiré en la mejor de la academia! - declaré. Ahora que tengo un nuevo objetivo en mente, me siento mejor. "¡Judai-sama no te decepcionaré…!"

-Rei, cálmate…necesitas relajarte un poco- Haou colocó una de sus manos en mi cabeza, pero me estaba comenzando a emocionar.

-¡Y cuando al fin me pueda graduar, yo…!- sin embargo no pude seguir, porque de repente la sangre se drenó de mi cara y mi cuerpo se enfrió. Al parecer, había llegado a mi límite y no pude más con la montaña rusa de emociones.

Mi cuerpo se inclinó hacía adelante y Haou me atrapó antes de caerme de lleno contra el piso. Aunque todavía estoy consciente en sus brazos, el cansancio se apodera de mi cuerpo y mi párpados empiezan a cerrarse.

Lo último que recuerdo, es caer en una gentil oscuridad.

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Notas de la autora: Eso es todo por hoy mi gente, ojalá hayan disfrutado la lectura. Próximo capítulo final: los sentimientos de Haou.