Advertencia:Los personajes de Bang Dream le pertenecen a la compañía Bushiroad.

Advertencia: La mención de ciertos personajes de D4DJ le pertenecen a la compañía Bushiroad.


Capítulo I: Londres – Parte I

Southwark, Londres

La ciudad a esas alturas de la época estaba con clima agradable a pesar de tener cara de que va a llover. Sus nubes grises que se paseaban tranquilamente sobre la ciudad, provocando que sus ciudadanos hagan sus actividades más apresuradas de lo normal; nadie querría llegar a su destino mojado de cabeza a pies. Esa pequeña ciudad es en realidad un bullicioso distrito histórico junto al río Támesis. A los amantes de la cultura les gusta visitar este pequeño lugar porque disfrutan del arte moderno en la galería Tate Modern y las obras en el Shakespeare's Globe Theatre.

El Shakespeare's Globe Theatre es en realidad una reconstrucción de The Globe, que era un teatro isabelino (época isabelina, Reina Isabel I, marcada en la Inglaterra de 1558-1603 y hasta la muerte de Jacobo I en 1625), para el que William Shakespeare escribió sus obras. El teatro original fue construido en 1599, destruido por el fuego en 1613, reconstruido en 1614 y demolido finalmente en 1644. Este teatro, moderno, es una aproximación académica basada en evidencias de los edificios construidos en 1599 y en 1614. Este teatro fue fundado por el actor y director Sam Wanamaker y se lo construyó a 230 metros del teatro original. Finalmente fue abierto al público en 1997 con la obra Enrique V.

Aquí también podemos encontrar el Borough Market, lugar donde se puede comprar comida casera y orgánica. También hay pubs acogedores como el George, que es en realidad una posada del siglo XVII. Finalmente, el elevado rascacielos Shard que tiene una plataforma de observación y restaurantes, eclipsa a la centenaria catedral de la ciudad.

Puede ser, en teoría, una ciudad llamativa que queda en el sudeste de la capital, Londres, sin embargo, es el lugar perfecto para poder vivir a pesar del bullicio que pudiese representar. Sobre todo, porque es un lugar más cultural e histórico. La vida puede ser irónica muchas veces, y en esos momentos no iba a ser la excepción. Una exactriz paseaba por unos de los parques del lugar con su pequeña hija de cuatro años. Suspiraba recordando cuando, estando embarazada, hizo el recorrido del Shakespeare's Globe Theatre.

Se había prometido que cuando su hija estuviese grande, la llevaría de nuevo para que conozca sobre la vida del dramaturgo, poeta y actor William Shakespeare, de quien su madre era una fiel admiradora. Sonrío con nostalgia recordando su época de instituto, sobre todo cuando ella, a toda frase de él, le agregaba "Hakanai" o "it is but that[1]". Ha pasado tanto tiempo, y sentía que no lo hubiese hecho; era como si ayer hubiese pasado todos los acontecimientos de un solo golpe y ella no estaba preparada para recibirlos.

Nunca lo estuvo.

—Mami... quello —la voz de su pequeña la despertó de sus pensamientos y miró hacia donde estaba señalando: una cafetería no muy lejos del parque. Sonrío con ternura. Parece que lo único que heredó de ella fue el amor hacía las cafeterías.

—Dame la mano, Hana. Quieres té helado, ¿verdad? —río suavemente al ver el movimiento casi frenético de cabeza de su hija. Definitivamente, el parecido a Kaoru era innegable.

— "Supongo que la vida te puede llevar a muchos lugares." — le dijo Marina cuando hablaron en la cafetería de CiRCLE en aquel tiempo donde, aparentemente, no había que preocuparse de muchas cosas. Eran adolescentes, estaban viviendo el momento sin perder el norte. Fue después de ver la obra de Kaoru, The City of Solitude[2], en la academia Haneoka Girls' High School.

¡Qué recuerdos!

Las memorias las guardaba en su corazón, atesorando cada segundo de su vida. Hace diez años vivió, de la peor manera, lo que jamás pensó que lo haría. Fue atacada de manera cruel, sin darle el derecho a la legitima defensa. Las cosas fueron sucediendo una tras otra, como efecto dominó, que terminó finalmente con la renuncia de ella a la actuación y yéndose de su país natal hacia Reino Unido. Nunca volvió a ser la misma.

Nunca volvió a confiar en las personas.

Del grupo de amigas que habían sido, sólo Aya Maruyama y Kanon Matsubara se quedaron a su lado, creyendo en ella y en su inocencia. Pero con el tiempo, y con un sentimiento de culpa, con el deseo de no seguir haciendo más daño del que estaba haciendo, así sea de manera inconsciente, prefirió por alejarse definitivamente de ambas. Cerró, también, sus redes sociales. Nunca pasó más palabra con sus padres y hermana. Cortó todo lazo que pudiese atarla a su país, y del mundo del entretenimiento, definitivamente.

Quiso entender los motivos del porqué todas empezaron actuar de manera extraña para con ella...

Flashback

—No puedo creer que te hayas convertido en todo lo que uno puede odiar. ¡Tú, quien siempre nos dabas consejos de cómo comportarse como una idol!

—Hina-chan, ¿de qué estás hablando? No entiendo...

—¡Que no entiendes! No me veas la cara de estúpida, Chisato. Planificaste todo, ¿verdad? Fuiste muy lista. Te convenía sacar a Kaoru del camino, y así tener el camino libre para tu ascenso al estrellato. Quieres la fama a toda costa. Eres una... —una cachetada se escuchó en todo el estudio.

—¡Jamás haría algo así a Kaoru! Le he apoyado y lo seguiré haciendo, Hina-chan. No sé de qué hablas, no entiendo nada. Sólo pido una explica...

—La que debe dar explicaciones aquí, eres tú. Pero no lo harás, porque primero es tu imagen de niña buena, de una persona madura y diligente.

Hina Hikawa salió del estudio echando furia. Aquel encuentro con su compañera y actualmente, ex-amiga, la dejó muy mal. Ahora, su ex mejor amiga estaba lejos de Japón, y había decidido renunciar a todo. Fue una noticia que le cayó como balde de agua fría. Hina Hikawa, la niña genio, estaba en un mar de confusiones y con sentimientos que no sabría descifrar. Pero eso no fue lo peor. Lo peor fue haber recibido aquellos cheques por parte de Dai Agari, mánager de Chisato. El último cheque que recibió fue por el valor de $45,650, el más alto hasta el momento; de seguro ese chantaje y extorsión para quitar a Kaoru del camino venía de alguien con poder. Y ese poder, lo tenía Chisato, ya que era la mejor pagada de la agencia además de sus actuaciones en las películas y series de drama.

Pero... algo no cuadraba y ella no supo verlo sino hasta tiempo después, cuando se reencontró con Aya y formó una familia con ella.

Chisato se había quedado en el estudio confundida. Cuando llegaron Maya y Eve le hablaron muy diplomáticamente, y se fueron. Se percató que no habría ensayo ese día... ni los que vendría después. La siguiente en llegar, y última, sería Aya. Ambas hablaron un largo tiempo, y la líder de Pasupare se percató que su amiga no tenía conocimiento de nada, y en ese estado, prefirió guardar silencio hasta poder hablar del tema con más calma. Le aconsejo que fuera a casa y descansara, sin saber que ese sería la última vez que se verían.

Fin flashback

Nunca los encontró...

—Mami... —la voz de su pequeña hija la despertó de sus pensamientos —Me quello il...

—Se dice "me quiero ir", con r, cariño —la corrigió con dulzura cogiéndole la mano —. Nos vamos a casa.

Madre e hija se levantaron para emprender el camino a casa. En el trayecto, Chisato iba recordando más episodios de su vida. Hace cinco años, se enteró de que su amiga, Aya, había vuelto con Hina y empezaban una relación, o al menos volvían a intentarlo una vez más. Quiso felicitarla por la relación, pero optó por mejor quedarse en silencio. Había cambiado de número de teléfono casi al mismo tiempo en que se desconectó de las redes, descargo los contactos que tenía respaldado a sólo los que necesitaba en su vida. Todos eran personas del trabajo, ni una amistad.

Nadie a su lado.

Estaba sola en un país extranjero. Lo único que tenía era su hija, que, por cosas de la vida, también es hija de Kaoru. Debería estar contenta, pero no. Tenía una mezcla de sentimientos, y lo único estable en su vida era esa pequeña por la que daría su vida. Renunciar a lo que más amaba hacer, fue al menos lo más decente que pudo hacer. Así, las aguas se calmarían...

Pero nada volvió a ser como antes.

Y cada una emprendió su propia vida.

—Supongo... no. Este es definitivamente mi castigo —y de la mano de su pequeña hija, salieron de la cafetería con rumbo a su pequeño hogar.

No muy lejos del lugar, un auto Chevrolet modelo Suburban de último año se encontraba parqueado con dos ocupantes adentro. El conductor hablaba por teléfono con alguien mientras que su acompañante estaba revisando datos e informes en la laptop. El vehículo había sido modificado para que tuviera lo último en tecnología para el trabajo de campo.

—Sí... la hemos encontrado. Encaja perfectamente con el perfil que nos envió... sí. Hay algo que debe saber... ella va de la mano con una pequeña niña... no tendrá más de cuatro años... Sí, no se preocupe. Estaremos atentos a sus pasos... Como usted ordene.

—¿Y ahora qué hacemos? —le preguntó su compañero apenas vio que cerraba la llamada.

—Debemos seguirla, y estar atentos a sus pasos. La jefa se encarga del resto.

—¿Cuál es el interés en una mujer que...?

—Son órdenes. Sólo obedezcamos y listo. Nos pagan por hacer esto, y la paga es muy buena...

El acompañante asintió con la cabeza, y luego se quedó en completo silencio. La información que le estaba reflejando en la pantalla podría ser de vital importancia, lo guardaría hasta cuando llegara la jefa que los había contratado desde que fundó al grupo. Ellos eran su mano derecha en tema de seguridad, por decirlo de alguna manera. Sólo esperaba que todo salga bien, porque quería llegar a casa a estar con su pequeña familia.

Tokyo, Japón.

La ciudad que nunca duerme, así como New York o Londres, ¿no?

En un lujoso edificio, en el último piso se encontraba un Penthouse lujoso. En el balcón que daba vista a la ciudad, una mujer de cabellos rubios dorados miraba el cielo nocturno lleno de estrellas. Estaba despejado, pero su mente no. Recordaba un poco aquel pasado en el cual había sido vocalista de una banda y líder. Pero después de aquel evento... ni ella, ni nadie volvieron a ser las mismas.

Kaoru se había retirado de la actuación después de haber interpretado, ironías de la vida, al personaje que interpreto Chisato cuando era niña, y que la llevó al inicio de la fama. La obra había sido muy bien adaptada al teatro, e incluso recibió buena crítica por expertos en el campo. Llegaron a decir que esta adaptación era, inclusive mucho mejor preparada, con mejores actores —eso que todas eran alumnas del instituto, pero se veía el trabajo arduo del equipo y las horas de ensayos se veían reflejadas en todo el profesionalismo que ellas habían dado —, y tenía cierto toque fresco de no seguir estrictamente el guion, o al menos, eso lo daban a entender.

En su momento pensó que aquella obra, "The City of Solitude (La Ciudad de la Soledad)", era en realidad una obra maldecida. Lo que vino después de aquel espectáculo teatral, fua una cadena de desgracias una tras otras, sin dar opción a recuperación de los implicados. Era un caos, una confusión; nadie supo que estaba pasando... hasta diez años después, por cosas del destino.

La leyenda de The City of Solitude cobraba cada vez más fuerza.

Días después de que se fuera Kaoru, Chisato había desaparecido sin dejar rastro alguno...

Su exguitarrista había terminado viviendo en una ciudad de Francia, Lyon...

El sonido del teléfono la despertó de sus pensamientos, eran las 21:30 y se preguntó quién podría estar llamando a esa hora de la noche. Vio en el identificador de llamada el nombre de Akiro, y supo inmediatamente que era el líder de los mercenarios, y que tuvo la orden de seguir a la exactriz, de manera personal. Así que hizo cálculos mentales de manera rápida y supo que en Londres eran las 13:30. Tokyo tiene ocho horas de diferencia con Londres.

—¿La encontraron?... —preguntó apenas abrió la llamada —¿Estás seguro de que es ella? … Perfecto, ¿hay alguna novedad?... ¿Cómo, una niña? ¿Cuántos años calculas que tiene?... Está bien. Síguela vigilando. A primera hora de la mañana vuelo para Londres... Si hay alguna novedad, házmela saber inmediatamente.

—Así que finalmente, después de diez largos años, te encontré, Chisato... —susurro mirando el cielo, rezando porque las cosas salieran bien, esta vez.

Lyon, Francia

"Situada en la región de Auvergne-Rhône-Alpes, en la confluencia de los ríos Saona y Ródano, la ciudad de Lyon está dominada por dos colinas: Fourvière al oeste y Croix-Rousse al este. La ciudad de Lyon fue fundada en el siglo I a.C. por los romanos, que establecieron en ella la capital de las Tres Galias. Desde entonces, Lyon ha desempeñado a lo largo de toda su historia un papel importante en el desarrollo político, cultural y económico de Europa. Su estructura urbana y sus numerosos monumentos de todas las épocas son vivos testimonios de esa importancia[3]."

De hecho, es la tercera ciudad y segunda área urbana de Francia, en el sureste del país.

Al cabezal[4] negro fue apagado por su conductor en el lugar correspondiente del garage. Unos cuantos suspiros salían de sus labios, mientras su mirada se posaba en la noche estrellada y con la media luna que apenas estaba iluminando parte del lugar...

Flashback

— ¡Kao-chan! Por amor a Dios, bájame inmediatamente...

—¡No! Te dije que, si no venías por las buenas, lo harías por las malas. ¿Te imaginas los titulares de prensa: "actriz y bajista de famosa banda, Pastel*Palette, fue vista llevada en hombros por su amiga de la infancia hacía un destino todavía desconocido"?

—¡Kaoru Seta, bájame! No me hagas repetir... —se quedó callada cuando sintió que Kaoru la lanzo hacía algo acolchonado y ella se acostó encima de su cuerpo. Ojos carmesíes vs ojos violetas —¿Por qué no puedo enojarme contigo más de cinco minutos?

—Porque soy el amado príncipe del pueblo, carismática, sexy... and you know it. ¿Qué más?...

Chisato le beso dulcemente, mientras sonreía. Kaoru a veces exagera un poco. Estaban dentro del departamento que alquilaban entre las dos para esos momentos íntimos. La actriz se había lesionado el tobillo, nada grave, pero para la guitarrista de HaroHappy era el fin del mundo. Así que había decidido llevarla hasta ahí, y mimarla. Pero la rubia, en ocasiones, era tan testaruda, que no se dejaba ser. Y como quería caminar, y Kaoru no la dejaba, tuvieron una pequeña discusión que terminó haciendo que la guitarrista la cogiera en hombros y se llevara a la habitación para acostarla y que descanse.

Nadie sabía de aquella relación, excepto por...

Fin de flashback

—No sé porque me acordé de aquel evento... —la camionera se lamentaba haber vuelto a recordar aquellos momentos de su relación con Chisato, su amiga de la infancia. Fue un tiempo muy hermoso, no lo iba a negar, pero aquello quedó atrás, y ambas tomaron caminos diferentes —Espero, de corazón, que estés bien. Que hayas logrado consolidar tu carrera actoral.

Pero si algo no sabía la ex guitarrista de HaroHappy, era que su amiga de la infancia y exnovia, después de graduarse, cogió las maletas para marcharse de Japón y terminar abruptamente su carrera. No volvió actuar durante diez largos años, a pesar de que le llamaban para que haga papeles secundarios. Pero ella decidió negarse amablemente.

Chisato actualmente es profesora de música y actuación en una escuela en Londres. Le pagan bien, y vive bien, dentro de lo que cabe. Pero su salud mental y emocional nunca fue la misma, y ha tenido que estar en terapias cada cierto tiempo. Si le preguntaran en estos momentos que era lo que la mantenía con esas fuerzas, ella diría con gratitud que es su hija. Aquella niña que...

Kaoru despertó de sus pensamientos cuando el sonido del móvil sonó. Por unos instantes había recordado aquel sueño que tuvo hace un par de semanas atrás, uno en el cual... Miró en el identificador de llamada y vio el nombre de Misaki...

—Hey, Misaki. ¿Qué...?

—Estoy saliendo para Lyon en media hora. El vuelo dura un aproximado de doce horas a doce horas con diez minutos.

—Misaki, ¿qué está...?

—No hay mucho que hablar. Necesito verte urgentemente. Las cosas no han estado bien por acá. Me estaré comunicando contigo apenas este llegando. Mándame la dirección de donde vives, iré yo misma para allá. También mándame la dirección de tu trabajo, que, si no te encuentro en tu domicilio, voy para allá.

—Misaki, por favor, dime que...

—No tengo mucho tiempo, Kaoru. Nos estamos viendo pronto.

Misaki cerró la llamada y Kaoru se quedó muy extrañada. Pero... "Las cosas no han estado bien por acá", ¿qué habrá querido decir con eso? Se supone que ella se fue por el bien de todos. Porque así había sido aquel trato. De aquel entonces hasta ahora, han pasado diez largos años y todo, hasta donde sabía, todos estaban bien. Menos ella, que aún no pudo superar...

— Salutation Chérie[5]... —Kaoru miró a través de la ventana y observó que estaba parada ahí, a su lado, su madre adoptiva. ¿Cuánto tiempo pasó entre los recuerdos y la llamada de Misaki?

— Salutations, maman —Kaoru sonrió tiernamente. No era su madre verdadera, porque la que la tuvo en su vientre, había decidido abandonarla al escuchar los exabruptos de su padre. Le creyó todo, y su mirada de decepción... —. Il se passe quelque chose?

— Ne t'inquiète pas chérie. Je ne me suis inquiété que lorsque j'ai vu que tu ne venais pas au bureau et j'ai vu que tu étais déjà là.

— Désolé maman. Je pensais à certaines choses et puis j'ai reçu un appel d'un ami du Japon.

La señora Lenoir es una mujer de unos cuarenta y tantos años, de un metro sesenta y nueve, ojos carmesíes, cabello platinado y mirada comprensiva. Aún conservaba buen estado físico a pesar de los años; siempre se mantuvo activa haciendo ejercicios por salud. Es de aquellas mujeres que demuestran una fortaleza interior de manera admirable. Hace diez años vivió una de las peores tragedias que pudo haber vivido. Pero eso fue hace tiempo, y el destino fue el camino que la guio hasta su hija adoptiva como respuesta a sus plegarias a ese ser Supremo.

Era católica por el proceso que llevó para estar dentro de la religión, y por presión de su familia. Sus padres eran muy católicos, sus abuelos también, había estudiado en un colegio católico, sin embargo, las experiencias de vida, las circunstancias provocaron que ella no siguiera en "aquel camino", y tomara otro. Así que se hizo agnóstica hasta la actualidad, y durante todo este tiempo, le ha ido, incluso, hasta mejor que el resto de su familia. Su hermano falleció en un accidente después de haber salido de un bar totalmente borracho y drogado, algo que lo hacía con frecuencia, y sus padres lo ignoraban mientras que ella se sacrificaba dándole consejos. Finalmente, durante el entierro, al finalizar, su padre había exclamado: ¡¿Cómo es que tú, no siguiendo nuestra fe, te va bien en la vida y él, que era un buen muchacho e iba a misa todos los domingos tuvo este final trágico?! No entiendo...

Su padre nunca lo entendería porque él estaba ciego, y su pobre madre sólo agachaba la cabeza permitiéndole todas sus acciones. Anaïs Lenoir sólo pudo mirarlo, y desearle lo mejor del mundo, a pesar de que a partir de ahí sus caminos serían opuestos. Incluso, a pesar de haberlos invitado a la boda, ellos no fueron. Sabía que su madre quería estar ahí, pero no lo haría por seguir las órdenes de su esposo. Bien dice: hasta que la muerte los separe. Y ellos eran ese ejemplo vivo.

Anaïs miraba a su hija adoptiva con mucho cariño. Esa chica que llegó a su vida de manera inesperada, con un alto grado de cultura... bueno, es japonesa y los japoneses son conocidos por tener una cultura un poco más avanzada que en occidente, aun así, observó que le faltaba más conocimientos. Y ella se dispuso a enseñárselos con corazón y alma, como hubiese sido si su hija hubiese sobrevivido aquel accidente...

Movió la cabeza de manera negativa, pensando en el presente. Aquello fue hace mucho tiempo, y su amado esposo junto a su pequeña estaba descansando eternamente en el cementerio. El mismo que suele ir los domingos después de desayunar junto a Kaoru. Kaoru Seta había llegado a Francia sin saber una pizca de francés, pero se las arregló para aprender y así comunicarse mejor con los nativos. Ella es muy tenaz y perseverante, que no se dejó vencer con facilidad. Pero su mirada siempre estaba en modo tristeza, y nunca en todos estos años se atrevió a preguntarle a que se debía. O si tenía familia en Japón.

Se conformó con tenerla a su lado y se conformó aún más, con verla como ella se apegaba hacía su persona para aprender. Le ayudó a entrar al Nantes Université (Universidad de Nantes) para que siguiese la profesión que quisiera. Daba gracias que tenía una sucursal de su empresa en esa ciudad, y la envió para allá para que trabajara y estudiara al mismo tiempo. Desde que piso aquel país, Kaoru se entusiasmó por los vehículos y la mecánica.

Pero jamás dejó su amor por la actuación.

Todos los viernes, Kaoru iba al teatro a ver obras puestas en escena. Le daba gracias a su amigo quien es el director y dueño del lugar, y los eventos variaban. Sin embargo, siempre, al cierre de la primera parte de la obra, Kaoru se retiraba oculta entre las sombras. Cuando se encontraba con su amigo, y este le preguntaba que le había parecido, la exguitarrista se limitaba a decir que todo estaba magnifico, y que la historia presentada estaba muy bien realizada desde el inicio hasta el fin. Y los actores, se demostraba, que eran los elegidos para realizarla; cada uno daba lo mejor de sí en el personaje y era eso lo que atraía al público.

Pero había viernes que se excusaba y simplemente no iba.

De vez en cuando solía visitar el Odeón de Lyon o como se lo conoce más comúnmente, el Odeón de Lugdunum. Un lugar antiguo, monumento romano visible en la ciudad, que se encuentra junto al antiguo teatro de Fourvière. Al encontrarse adosado en la colina de Fourvière, forma una pareja extraña en el mundo romano.

Fue construido a finales del siglo I, casi principios del siguiente siglo II, que podía acomodar hasta tres mil espectadores para actuaciones musicales o lecturas públicas. Posteriormente abandonado a finales del periodo romano, empezó a ser explotado en la edad media como cantera de materiales de construcción, dejándolo prácticamente bajo escombros. Ciertos dibujos realizados en el siglo XVI muestran que quedaban solamente imponentes ruinas entre las viñas y restos de la poderosa muralla que rodeaba al edificio. De hecho, tuvo opiniones divididas de lo que realmente fue hasta que, en 1933, un sitio arqueológico en Lyon despejó un gran teatro. Luego el Odeón de 1941 a 1948.

Un museo galo-romano fue creado por el año 1975, consiguiendo un excepcional parque arqueológico, del cual el antiguo odeón es uno de los elementos principales. Y es a este lugar que suele venir kaoru para tener un momento de armonía consigo misma y sus pensamientos, también suele traer algún libro para leer. La verdad, es que la llegada de ella a Francia la cambió por completo. Dejó de ser "el príncipe de Haneoka" para pasar a ser "el príncipe desterrado".

Sus últimos momentos en Japón fue toda una pesadilla, y algunas de sus fans empezaron a verla con recelo, iniciando un distanciamiento notable. Kaoru también empezó a cambiar, y su autoestima empezó a tener una debacle notoria. Simplemente, tomó la decisión de seguir hasta final del periodo escolar distanciada, callada y viviendo en su mundo. Agradecía a Hina que la llevaba al club de astrología para estar ahí alejada de todo lo que pasaba en el instituto.

—Hina-senpaí... ¿por qué le ayuda a "ese ser"? No se lo merece, después de todo lo que hizo.

— "Ese ser", como le llamas, tiene nombre y apellido. No juzgues si no sabes cómo fueron las cosas. La verdad algún saldrá y no será bonito ni agradable...

—Pero...

Cuando Hina entro al club de astrología, vio a una Kaoru llorando en silencio. Sólo pudo abrazarla y darle ánimos y fuerzas.

—Gracias, aunque no deberías ayudarme. No quiero que tengas problemas.

—No pasa nada...

—Pero pasaba todo, ¿verdad? —susurro mirando el cielo nocturno con algunas estrellas brillantes, mientras caminaba al lado de su madre hacia la oficina.

Tokyo, Japón

Residencia Hikawa

Flasback

Eras amiga de la infancia de Kaoru-kun, ¿verdad? ¡Quiero oír hablar de eso! Hina le estaba preguntando emocionada a una Chisato distraída en sus pensamientos[6].

Ah, ahora que lo mencionas, lo era. Quiero saber cómo eran ustedes dos cuando eran pequeñas Aya también se unía a la curiosidad de Hina por saber cómo eran ambas de niñas. También, muy en el fondo, la líder de Pastel*Palette quería saber cómo era Hina de pequeña, aunque pudiese preguntarle a Sayo, intuía que la gemela mayor no quisiera hablar mucho del tema, debido a las diferencias que existía entre ambas.

Aunque no creo que sea tan interesante. Tuvimos una infancia bastante normal Chisato quiso salir al paso del tema, no porque no le gustase recordar, sino porque actualmente estaba en una relación secreta con Kaoru y Aya lo sabía. Hasta ese punto, Maruyama ha sido un pilar muy fuerte para las dos, y ha sabido ocultarlas muy bien.

Pero ustedes solían jugar juntas, ¿sí? Hina seguía con su curiosidad y Chisato sabía que, si no decía algo, su amiga seguiría con el tema. Porque así era ella.

Bueno sí. Sacábamos a pasear a Leon y jugábamos a imaginarnos... Chisato finalmente contestó pensando que eso saciaría la curiosidad de su amiga guitarrista.

¿Chisato-chan y Kaoru-san jugando a hacer creer (make-believe) ...? ¡Apuesto a que te lo tomaste muy en serio! Aya lo decía por dos razones: una, porque quería conocer a su amiga un poco más y dos, por no levantar sospechas en Hina. La menor de las gemelas podría ser toda una genio y algo despistada, pero últimamente, andaba en silencio y sus observaciones eran más agudas.

Sí, ¡probablemente jugaron con un elenco y un escenario adecuado! Hina completó la idea de Aya. La menor de las gemelas Hikawa era curiosa por naturaleza, pero en esta ocasión, ella quería saber a qué grado estaba la relación entre la bajista de su banda y su mejor amiga.

¡Tal vez incluso tenían una historia completa planeada como un drama de televisión! Chisato no entendía porque Aya le seguía la corriente a Hina. ¿Será que las están encubriendo para que la guitarrista no se dé cuenta? ¿O será otro el motivo real?

Fufu, definitivamente no hicimos eso. Solíamos leer guiones entre nosotras la bajista de PasuPare salió al paso con esa declaración. Esperaba, de corazón, que no siguieran en esa línea de curiosidad. Pero conociendo a Hina, lo iba hacer y ahora su líder le llevaba la corriente. Y no era malo recordar la infancia de ambas, pero ahora, la nostalgia se hacía presente y ella tenía miedo.

Eh, ¿pero no fue esto cuando estabas en la escuela primaria? preguntó la líder y vocalista de la banda.

Sí, lo era. Fuimos a diferentes escuelas intermedias (middle schools) el recuerdo le provocaba a Chisato muchas cosas. Volverla a encontrar a Kaoru de una manera diferente a como cuando eran niñas le producía muchas emociones dentro de sí. De la niña tierna, tímida y femenina que era la guitarrista de HaroHappy a todo un Príncipe encantador, valiente, cabeza media asentada, hubo mucha diferencia. Se preguntaba que pasó realmente en ese tiempo de separación para que haya cambiado de esa manera. Una forma tan radical de hacerlo.

¿Solían leer guiones juntos a esa edad...? Bueno, supongo que no es tan difícil de creer Aya creó el momento cómico del día. Ella misma pregunta y ella misma se responde, pero Chisato agradecía aquello de su amiga y líder.

¡Aunque suena divertido! ¡Quiero leer guiones con Kaoru-kun también! Hina había tenido últimamente algunos papeles en el mundo de la actuación y había llamado la atención por la forma en que ha manejado sus interpretaciones. Ella era más Ad-libbing que el resto de la banda.

Ah... tengo una historia graciosa la bajista de PasuPare recordó aquel evento de su infancia en donde estaba involucrada una Kaoru tímida que no podía distinguir entre una cosa y otra, llevando asumir una idea errónea.

¡Cuéntanos, cuéntanos! la guitarrista genio de la banda estaba emocionada por conocer un poco más de Kaoru. De hecho, en todo el tiempo que llevaban de amistad, apenas sabía cosas de su amiga; notó en algún momento algo peculiar: tenía la misma forma reservada de Chisato, y apenas decía algo relacionado con su vida privada.

Una vez, Kaoru vino a mi casa y saqué un plato de dacquoise, pero Kaoru pensó que estaban relacionados con los patos... Chisato se perdió en el día que pasó aquello, y fue un recuerdo muy bonito, porque de alguna manera Kaoru salió con algo que hasta ahora de adolescente lo conserva y lo ha acoplado incluso a su personaje principesco que tiene Cuando le pregunté qué pensaba que significaba la parte "quoise"... simplemente cambió de tema y dijo: "no es más que eso" ("it is but that."). la bajista se rio disimuladamente ante la memoria.

Ahaha, ¿entonces Kaoru-san ha dicho esa frase desde la escuela primaria? — eso le pareció interesante a Aya.

¡Es tan Kaoru-kun! Ahaha, eso es divertido! Hina no se imaginaba esa faceta de su mejor amiga, pero le parecía algo gracioso como desde pequeña tenía cierto ingenio para salir al paso.

En su esencia, Kaoru realmente no ha cambiado en absoluto desde entonces — para Chisato, aquello le traía mucha melancolía y en su voz se notó cierta nostalgia del pasado con Kaoru —. Suficiente sobre mí, quiero escuchar sobre los recuerdos de la infancia de Hina-chan a continuación la bajista cambió de tema de una forma brusca, como queriendo olvidar aquel pasado junto al "principe de Haneoka".

¡Ah, quiero escucharlos! ¡Cuéntanos sobre tus recuerdos con Sayo-chan! Aya comprendió que su mejor amiga no estaba de ánimos para seguir con ese hilo de recuerdos de su infancia, y decidió apoyarla en presionar a Hina para que hable del pasado con su gemela, pero sabía que tampoco tenía muchos recuerdos buenos, debido a esa diferencia que se marcó porque ella fue una genio y hacía las cosas de manera rápida, eficiente y eficaz; algo que Sayo no pudo hacerlo.

Fin del flasback

—¿Por qué recordé aquel evento?

Hina se encontraba sentada detrás del escritorio de su estudio, revisando unos documentos que le había llegado el día anterior. Ahí, había información delicada sobre la situación de los Shirasagi y de los Seta. También contenía detalles de su trabajo, que necesitaba ponerlos al día. Ese día había decidido no presentarse en su oficina, y por el contrario se quedó en casa revisando, leyendo documentos mientras ayudaba a su esposa con el cuidado de las gemelas.

Hace cinco años atrás, la gemela menor de las Hikawa había vuelto a la relación con Aya Maruyama, y enseguida tuvieron planes de matrimonio. En realidad, la ceremonia fue íntima y sólo estuvieron presente Roselia, Afterglow, Poppin'Party, Maya y Eve, Hagumi, Kanon y Kokoro. Ese día, verlas a todas menos a Misaki, Kaoru y Chisato le provocó cierta nostalgia; quiso culpar por completo a la ex bajista de su ex banda, sin embargo, sabía que no podía hacerlo. La realidad fue otra...

—Cariño... —llamó Aya, una vez que entró al estudio al no recibir respuesta de Hina a sus toques en la puerta — Aquí se encuentra Aiko Oyama, la asistente y mano derecha de Kokoro. ¿Quieres que la haga pasar?

—No te escuche, amor... sí. Hazla pasar, por favor. Pero quiero que te quedes conmigo... —en los últimos cinco años, la exlíder y ex vocalista de PasuPare se la veía triste, decaída por la falta de su mejor amiga. Tampoco es que Hina estaba en los mejores términos, que se diga.

Cuando Kaoru se fue de Japón todo cambió para el grupo de cinco amigas que llegaron a formar. Kasumi, Hagumi, Hina, Kokoro y Kaoru se unieron de manera inexplicable, tal vez se debió a la forma en como empezaron a suceder los eventos en contra de la ex guitarrista de HaroHappy, y de los rumores que se había esparcido de manera rápida de que era una abusadora y acosadora agresiva sobre todo contra Chisato Shirasagi, una de las mejores actrices del momento.

Aquello afectó a las chicas porque no entendían que pasaba y a que se debía aquellos rumores. Nadie se comunicaba con Kaoru desde hace tiempo, y si sabían de ella era por las redes sociales. Hina Hikawa, la chica alegre y despreocupada, de un momento a otro pasó a ser una chica reservada, distanciada de los demás, encerrada en sus proyectos. Continuó tocando la guitarra dos años más a manera de solista y con colaboraciones; le iba bien, pero definitivamente ya no tenía la misma pasión como cuando estuvo con PasuPare. Decidió finalmente, después de haber sacado un álbum de estudio y otro de colaboraciones, retirarse por completo de aquel mundo del entretenimiento. También porque en ese periodo de tiempo, ella guardó un secreto que tiempo después lo diría; por qué dejaba de tocar la guitarra de aquella manera.

Una mezcla de emociones.

Su guitarra se la obsequió a Pareo, miembro del grupo RAS (Raise a Suilen) para que lo tuviese como parte de su colección como fan número uno de Pastel*Palette. Ambas hablaron de largo, y Pareo sólo supo darle palabras de apoyo y comprensión; aunque quedó triste por la separación, en su interior intuía y esperaba que aquel presentimiento que venía teniendo, fuera verídico. Todas eran víctimas, pero en especial Chisato, porque su corazonada le decía que querían manchar el nombre de ella en ese mundo por alguna razón desconocida. Que mejor manera que usar a su amiga de la infancia con aires de príncipe mujeriego e irresponsable.

También porque ella fue víctima del exmánager de Chisato y guardó ese secreto con mucho recelo por años.

Hina encontró trabajo en una agencia de trailers, convirtiéndose en camionera e ingeniera mecánica. Los primeros cinco años después de su graduación del instituto fue un infierno. Terminó su relación con Aya por el tema de Chisato: Aya seguía creyendo en su inocencia, mientras que ella no lo veía tan inocente. Su relación se había dado de manera secreta, sin embargo, nunca supo que Chisato si sabía de aquello, porque intercambió palabras con Aya después de aquel encuentro...

Hasta tiempo después.

Cuando decidió retirarse de la música definitivamente, y al mismo tiempo dejar de tocar la guitarra, las gemelas Hikawa tuvieron una fuerte discusión, porque Sayo no entendía el real motivo que la llevaba a su gemela menor hacerlo. Y creyó, hasta un punto, que lo hacía porque se había "aburrido", como hacía exactamente cuando algo ya no le llamaba la atención y lo dejaba. Pero tiempo después, por cosas de la vida y en una gira que tuvo con Roselia, se enteraría de la verdad.

Una verdad muy dolorosa.

—Buenos días. Me disculpo por venir de manera imprevista, Hikawa-san. Sin embargo, Okusawa-sama necesita de manera urgente que hable con usted —dijo de manera formal y dando las excusas necesarias para dar el entender el porqué de su visita de manera imprevista a la casa de la familia Hikawa.

—No se preocupe, Aiko-san. Supongo que Kokoro encontró algún asunto que vio la necesidad de haberla enviado para hablar conmigo —Hina conocía muy bien a su mejor amiga, pero lo que no sabía era lo que estaba a punto de suceder. Y no iba a ser nada agradable para nadie.

—La conoce muy bien a la señorita Ojou-sama. En estos momentos ella se encuentra viajando hacia Inglaterra. Ha encontrado finalmente a Shirasagi...

—¿Kokoro encontró a Chisato-chan? ¿Ella... está bien? —la voz de Aya era controlada y al mismo tiempo emocionada. Después de cinco largos años sin saber nada de su mejor amiga, podría volver a verla o hablar con ella al menos. Pero Hina...

—Sí. Sin embargo, Shirasagi-san fue vista con una niña de alrededor de cuatro años. Okusawa-sama salió está mañana temprano, adicional a esto, Misaki-sama también salió hace unas horas con destino a Francia, en búsqueda de Seta-san...

—¿Misaki-chan viajo con Kokoro-chan o aparte? —Tanto Hina como Aya estaban un poco sorprendidas por las palabras de la asistente y mano derecha de Kokoro. Hasta donde sabían, hace cuatro años Misaki y Kokoro salieron a la luz pública como pareja formal, pero hubo una cantidad de rumores acerca de cómo se dio esa relación. Pues uno de los rumores se basaba que Misaki volvió casi obligada a estar con Kokoro por el señor Tsurumaki al enterarse que su única hija estaba embarazada; no podían estar más que equivocados.

—Aparte. La pequeña Keiko se quedó con los señores Tsurumaki y los señores Okusawa en la mansión Tsurumaki familiar... —la asistente hizo una breve pausa queriendo ordenar mejor las ideas, finalmente comunicó lo que tenía que decir — Okusawa-sama me envió para hablar con usted sobre ese pasado... en dónde usted recibió cheques de parte del ex-manager de Shirasagi-san.

—¿Recibiste cheques de Agari-san, Hina? —la voz de Aya era de sorpresa, porque ella nunca llegó a saber nada de eso. Pero por lo que veía, Kokoro sí.

—Sí... —la menor de las gemelas Hikawa agacho la cabeza, porque nunca le confesó a su esposa lo que pasó hace diez años atrás. De hecho, nadie lo sabía. Salvo el grupo que llegó a formar con Kokoro — Él me venía a ver todos los viernes, un día después de que veía a Kaoru para confirmar que hiciéramos nuestra parte del trabajo. Él siempre buscaba que Kaoru estuviese alejada de Chisato, y a mí me pedía que le recordara aquello a ella. Es más, una vez, cuando me entregó uno de los últimos cheques, me dijo, lo cito textualmente: "Si su amiga se empeña en seguir viendo a Shirasagi, va a tener serios problemas. No creo que ella quiera arruinar su futura carrera, y a usted tampoco, ¿verdad?"

Aya en ese momento empezó atar cabos y encontró, que aquellos ciertos vacíos que hubo en el pasado, ahora empezaron a llenarse... diez años después. Comprendió también el motivo por el cual Hina se mostró reacia en su momento en creer que Chisato era inocente; se debía porque su ex-manager había estado usando su nombre e influencia para extorsionar a las personas cercanas a Kaoru, pero... ¿por qué no lo hizo con Kokoro?

Aya pensaba también, que después de todo el problema que hubo, el retiro abrupto de Chisato del mundo actoral no fue informado debidamente. Comprendía que aquello hubiese sido una bomba y una imagen de que hablar en el mundo del entretenimiento por algunos años; y sinceramente no sabía que era el menos malo y el que menos hubiese perjudicado al entorno que estaba involucrado ahí.

¿Por qué Kokoro estaría buscando a Chisato durante todo este tiempo?

Aya miró a su esposa y luego a la asistente de Kokoro, aquello fue el detonante para que por fin hablara de lo que había callado. De aquel silencio que condenó a muchas personas, y también las obligó a irse como errantes por la vida sin tener un lugar fijo en el cual quedarse para establecerse como una persona normal con derechos dentro de un país democrático. Después de todo, ¿qué es democracia en un país lleno de corrupción y sobornos? ¿Qué es libertad en un país lleno de temores por la corrupción, sobornos y delincuencia organizada?

La imagen que se proyecta no siempre es la misma imagen real que se enseña internamente. La gente sólo mira lo superficial sin cuestionarse nada... pero actualmente ya no funciona más de esa manera, porque esta generación investiga, analiza y cuestiona todo. Los millonarios, los políticos, la gente de poder en sí actúan movidos por el miedo a ser descubiertos; sobre todo, que salga a la luz cosas oscuras que aguardan con sumo recelo. Y es por eso por lo que sus movimientos son erráticos e incluso intimidantes, lo contrario de las personas decentes y de buenos valores.

Se acordó cuando leyó no más de veinte páginas de un autor totalmente desquiciado, según sus propias palabras para describirlo, pero que no estaba alejado de la realidad: ese era el mundo de la gente de poder en cualquier siglo. Marqués de Sade, no era tan loco como aparentaba, era un trastornado, eso lo aseguraba; sin embargo, esa clase de literatura no era para ella. Lo dejó ahí con el estómago removido y tardó varios días en recuperarse de aquella lectura. Aunque no fue impedimento para seguir con un régimen de lecturas, si tomó más precauciones al momento de elegir bien que libro leer, de que género y, sobre todo, de que va la obra y de quién la escribe.

Hace cinco años, cuando se volvió a encontrar con Hina, conversaron de aquel tema inconcluso que quedó en el aire. Tanto Hina como Aya no podían topar el asunto sin que alzaran la voz, terminando en fuerte discusión, alejándose la una de la otra para no herir sentimientos mutuos. En esta ocasión, la exguitarrista simplemente escuchó la versión de su exlíder y vocalista, uniendo puntos que antes no los había visto. Ella también habló explicando al detalle los motivos del porqué no creía que Chisato fuera tan inocente. Finalmente llegaron a un acuerdo de no topar más aquello y seguir con sus vidas.

Pero Aya extrañaba mucho a su mejor amiga e Hina extrañaba demasiado a su amiga de aventuras.

—Entonces, ¿confirma usted Hikawa-san que recibió los cheques del señor Dai Agari? — la voz de Aiko, asistente y mano derecha de Kokoro trajo a la realidad a Aya.

—Sí. Los hechos fueron de esa manera, pero ¿por qué Kokoro quiere saber aquello?

—Porque necesita saber si usted aún conserva los cheques. Lo último que supo fue que usted y Seta-san no cobraron ni un solo centavo de aquellos cheques...

—Sí. Los tengo guardado, de hecho, los iba a quemar porque no quiero tener recuerdos amargos de un pasado que pudo haber sido de otra manera... —para que Hina hablara de esa manera, significa que ella quedó muy afectada con todo lo que sucedió entorno a ellas, a la agencia y a sus dos amigas — Después de todo, ¿de qué sirve cobrar un cheque que venció el plazo de su cobro? No...

—Kaoru-san y Chisato-chan tuvieron una relación... —las palabras de Aya salieron por inercia y cuando se dio cuenta, tenía la mirada de Hina y de Aiko sobre ella. Supo inmediatamente que no había vuelta atrás.

Downtown, Tokyo

Residencia Toyama

Kasumi terminaba de arreglar el jardín que tenía en casa. Las niñas estaban dormidas, ese día Arisa y ella decidieron no mandar a sus hijas a la escuela debido a que ambas llevaban dos días enfermas, y aunque tenían una leve mejoría, prefirieron no arriesgarse a que tuviesen una recaída. La tecladista de Popipa pensaba en cómo cambian las personas con el tiempo. Once años atrás su esposa era la mujer más hiperactiva que había conocido, además de ser alguien que hacía las cosas por inercia y a la primera, movida por algún impulso.

Sin pensar en las consecuencias.

Pero al año siguiente, todo cambió para ella y las demás. Kasumi se volvió muy retraída, pensativa y apenas si mostraba algún signo de aquella chica hiperactiva que hacía las cosas según dictaba su corazón y no su mente. Su música se volvió más suave y menos enérgica; más melancólica y oscura. Saya intuyó que el cambio de su amiga y líder venía tal vez de lo que estaba pasando con Kaoru y su nuevo grupo de amigas...

—Cariño, las niñas aún siguen dormidas... ¿quieres hablar o sólo piensas quedarte ahí acostada en la hamaca que tenemos en el jardín? —preguntó Arisa mirando detenidamente cada movimiento de su esposa. Kasumi había terminado con el arreglo.

—Prefiero quedarme un rato en la hamaca... ¿Aún duermen Jin y Jun?

—Sí. Jin tuvo un poco de fiebre hoy temprano en la mañana y Jun tenía algo de escalofríos; tomaron sus medicinas y se durmieron. Fue bueno no enviarlas a la escuela en el estado que estaban. Además, acabo de hablar con Lisa, y me dijo que la llevara ahora en la tarde, eso de las 15:00 para que las examine de nuevo junto al pediatra... Kasumi, ¿está todo bien? —la tecladista de Popipa intuía que algo estaba pasando y que su esposa prefería quedarse callada para evitar conflictos.

Pero Kasumi no podía seguir ocultando lo que sabía, y tendría que hablarlo con Arisa, haciéndole entender que después de diez años, la verdad que alguna vez ocultó estaba saliendo a la luz. No sabía a quien o quienes afectaría, pero sí estaba segura de que volverían a vivir y a sentir de nuevo como ocurrió años atrás. Sin embargo, esta vez todo sería diferente. Arisa camino a paso lento hasta la hamaca, acostándose encima de Kasumi, dejando que ella la abrazara por la cintura. El silencio no era incomodo, pero si intranquilo.

—Después de 10 años, la verdad está saliendo, Arisa... —la tecladista sólo escuchaba atentamente. La voz de su esposa era calmada y pausada, manteniendo el control de sus emociones — Como sabrás, hace años todos hablaron mal de Kaoru esparciendo rumores que eran falsos. Sólo nosotras: Kokoro, Hagu, Hina, Kaoru y yo sabíamos que eran mentira. Yo... recibí dinero del mánager de Chisato para mantener a Kaoru alejada de los conciertos que teníamos con Pastel*Palette y Hello, Happy World!, obligándome a rehacer toda la planificación. Por eso, y después de hablarlo detenidamente con las demás, decidimos ya no invitar ni a Pastel*Palette ni a Hello, Happy World! Me dolió porque amaba tocar con ellas, pero si era por el bien de todas, entonces estábamos haciendo lo correcto.

Arisa procesaba la información detenidamente, pero...

—¿Por qué te estaban sobornando? Tú no eras parte de...

—Pero era amiga de todas y a todas las apreciaba mucho. Además, yo estaba en el grupo de Kokoro, Kaoru, Hagumi e Hina. Nos formamos para cuidar y apoyar a Kaoru, pero ella cada vez se distanciaba más de nosotras y de ella misma. Incluso... ella... —Kasumi cerró los ojos recordando cuando la encontró a Kaoru ensangrentada en la sala de su casa, con Kokoro a su lado sosteniendo la mano izquierda haciendo presión sobre la misma, mientras que H buscaba la manera de levantarla en brazos para llevarla al hospital. Después de aquello, por más que los doctores hicieron todo lo posible, ella terminó perdiendo su mano izquierda para siempre. Fue el detonante para que ella se fuera definitivamente de Japón y no volviera más. Fue el detonante para que renunciara a lo que más amaba hacer — Sólo te puedo decir, cariño, que el mánager de Chisato buscó la manera de manchar la reputación de Kaoru, y en parte la de Chisato. Lo logró... por diez años. Ahora ha salido a la luz cierta parte de la verdad, y no sé qué tipo de reacción se tenga por parte de las demás; sobre todo, por parte de Sayo. Quién creyó que Hina dejó de tocar la guitarra por "aburrimiento".

—¿Y no fue así...? —Arisa estaba sorprendida por la declaración de Kasumi. Siempre creyó, junto con las demás que Hina simplemente ya no le interesaba la guitarra.

—No. Hina renunció cuando Pastel*Palette se separó definitivamente. Para ella, la separación fue un golpe muy duro; prácticamente, todo su trabajo se esfumó de la noche a la mañana. Aunque quiso seguir, no pudo con la presión y los rumores esparcidos tanto de la prensa, de los fans y del entorno de la industria. Para Hina, PasuPare era su familia y nosotras éramos como sus hermanas de aventuras; todo cambió cuando empezaron acosar a Kaoru. Y no sólo eso, cuando ambas empezaron a recibir sobornos.

Arisa se quedó en silencio nuevamente, procesando toda la información que acaba de recibir; tenía muchas dudas con respecto a la historia de Kasumi porque ella había escuchado otras cosas con respecto a Hina...

—Hina consumió drogas y alcohol por un tiempo, Arisa. Fueron los peores cinco años que ella vivió antes de reencontrarse con Aya y por fin asentar cabeza. Para ella, toda la situación estaba fuera de control porque no creía en la inocencia de Chisato, y Kokoro siempre nos dijo que debíamos dudar de la veracidad de aquellos rumores, pero todo se complicó con...

—Se complicó con... —la tecladista de Popipa animo a su esposa a que continuara, pero observó que ella se quedaría en silencio.

—Es mejor que todo vaya saliendo con el paso del tiempo, cariño. No podemos forzar al destino, porque tal vez, pueda que el resultado se vea modificado... nuevamente. Espero que esta vez, todo llegue a solucionarse, y que los culpables de aquel... —Kasumi se percató que iba hablar de más, y se calló abruptamente. Aquello, despertó un gran interés en su esposa, pero no le diría nada.

"—Los culpables... ¿de qué?" —se preguntó Arisa, dejándose acariciar por su amada esposa que supo conquistarla con sólo ser ella.

Pero ninguna estaba preparada para la noticia que llegaría tiempo después. Aquella que haría explotar al mundo del entretenimiento de una manera brutal, arrasando a muchas personas, sobre todo, aquellas involucradas en el atentado contra Kaoru, usando el nombre y la imagen de Chisato.

Todo en la vida, hay un precio que pagar, ¿no?

Vuelo Tokyo – Lyon

Avión privado Tsurumaki

—¿Desea algo más, Misaki-sama?

—Dame la botella Johnnie Walker Black Label y un vaso con hielo, por favor.

—Cómo usted ordene. ¿Algo más?

—Por el momento, no. Gracias. Te avisaré cuando necesite algo más.

La azafata asignada en el vuelo de Misaki se retiró a buscar lo que le había pedido, mientras que la ex DJ se quedaba sentada en su puesto recordando como fue que recibió la noticia de que era mamá...

Flashback

Diciembre – X año...

Misaki entraba por la puerta principal de su departamento ubicado en Osaka después de una jornada de entrenamiento muy dura. Esto de entrenar por su cuenta porque su entrenador ni se aparecía le era muy difícil. Le daba gracias a Himari que le ayudaba, y en ocasiones, ambas tenían un pequeño partido, y al final de este, hablaban de sus puntos fuertes y cuáles tenían que mejorar. Y recordando un poco, desde que se graduó del instituto, había entrenado sola a pesar de que el señor Tsurumaki le había contratado un entrenador, pero este ni aparecía. Sólo se dignaba en mostrarse cuando algún evento involucraba a la familia Tsurumaki, y eso le llamó mucho la atención.

Recordó, mientras hacía las actividades en su departamento que al final, después de graduarse del instituto, decidió ser tenista profesional, y empezó con sus entrenamientos a tiempo completo. Pero sentía que algo le faltaba, que no tenía aquello que logró tener cuando formaba para de Hello, Happy World! Eso que la inspiraba a ser mejor cada día, aquello que le hacía ser ella misma... Esa persona que siempre creyó en ella, y la motivaba a que sea abierta un poco más, a que sonriera.

Pero no la tenía a su lado.

Su relación con ella se venía deteriorando por los rumores que se habían formado alrededor de ella y Kaoru. Unos decían que la heredera del emporio Tsurumaki tenía un Affaire con la guitarrista, otros decían que ella la estaba encubriendo por los abusos que ha cometido, y otros, comentaban que la DJ y la heredera estaban en unión por interés económico. Pero...

Misaki movió la cabeza de forma negativa, quitando de su mente aquellos recuerdos. Ellas quedaron como buenas amigas, y Kokoro con su tierna sonrisa la despidió, sabiendo que sería la última vez que se volverían a ver; las ocupaciones de ambas les quitaría tiempo de reencontrarse y hablar. Más aún que ella es tenista profesional y tiene que viajar por sus diferentes torneos. A veces se preguntaba si Kokoro la extraña como ella lo hace.

—Al final, si te llegué amar, Kokoro...

Recordaba, también, cómo mientras ella entrenaba muy duro para entrar como profesional del tenis en los próximos torneos, también estudiaba en la Universidad la carrera de arquitectura, encontrándose ya en los últimos meses para culminar su carrera. Un largo viaje, y muy arduo, cabe decir. Siempre supo que sería muy difícil, pero no imposible de lograr sus objetivos; e hizo todo lo que tuviese en sus manos para lograr sus objetivos. Sabía que Kokoro la apoyaría, así estén separadas. Porque Kokoro era un alma pura y noble... inocente, no lo era del todo, sobre todo después de aquellas noches en donde ambas...

Su relación tuvo dos etapas:

La primera, fue su noviazgo oculto de los demás, durante la etapa del instituto en el cual ellas se amaban con todo lo que tenían en su corazón, siempre a secretos del resto... hasta que llegó el día en el que terminaron. Lo hicieron porque el señor Tsurumaki le prohibió a su hija que no continuara con aquella relación porque le habían informado que Misaki estaba planeando entrar a la familia para así ser parte de la herencia de la familia. Sin embargo, la señora Tsurumaki no pensaba de la misma manera, pero llegaría el "rumor de Kaoru", y sería el detonante para la separación de ambas.

El último beso que se dieron fue agridulce...

La segunda etapa se daría después de cuatro años. Ambas se habían vuelto a reencontrar, adultas, maduras, con título profesional en sus espaldas. Misaki logró graduarse con buenas calificaciones como Arquitecta, pero no ejercía la profesión debido a que estaba entregada por completo al deporte. El tenis no sólo era su deporte favorito desde el instituto, incluso cuando lo entrenaba en el club de tenis; también era su forma de mantener su mente ocupada en el objetivo del juego, sin importar el resultado.

No quería pensar en algo diferente que alterara su sistema nervioso.

Kokoro había asistido a uno de sus partidos y fue pura casualidad que se reencontraran. La heredera del emporio era, adicionalmente, uno de los sponsors principales del evento, y por ello, tenía que estar en lugar. El cruce de miradas que tuvieron en el pasillo del edificio significó mucho para ambas porque el amor que alguna vez se tuvieron seguía ahí: intacto.

Sin embargo, esa nueva relación duraría apenas meses. En diciembre, Kokoro después de una visita al doctor, saldría del consultorio con la confirmación de su embarazo, y aunque estaba contenta, sentía que esa pequeña alegría que tenía le sería arrebatada. Era su regalo de navidad para Misaki diciéndole que serían madres. Pero, ese día que Misaki se encontraba en la mansión hablando con Kokoro, ambas tuvieron un mal presentimiento y fue la heredera del emporio Tsurumaki que tomó la decisión más difícil de su vida.

Sería el principio del fin de todo lo que conocía como Kokoro Tsurumaki.

El señor Tsurumaki había llegado temprano a la mansión, encontrándose con Misaki hablando seriamente con su hija. Y aunque le agradaba la DJ, esas fotos y esos rumores lo motivaban a tomar acciones de protección de su patrimonio, y de su única hija. Sin saber, que esa misma decisión sería el fin de todo lo que él conoció durante toda su vida como un empresario, y hombre de familia ante la sociedad.

Misaki y Kokoro se dieron cuenta de la presencia del señor Tsurumaki, y en un acuerdo silencioso, ambas se dirigieron hacia la puerta principal, pasando por el vestíbulo. Ambas saludaron cordialmente a los señores Tsurumaki, pero la señora de porte elegante y perspicaz notó algo en el semblante de su hija y se puso en alerta disimulada. Ambos vieron como las jóvenes estaban paradas en la puerta, siendo Kokoro quien les daba la espalda.

—Es mejor que terminemos con esto, Kokoro. Nos haremos aún más daño de lo que ya nos estamos haciendo —Misaki le decía de forma sutil, posando su mano derecha sobre su vientre, sin saber que ahí se estaba gestando una nueva vida. Pero era mejor de esa manera para Kokoro no decirle nada y dejarla ir. Sí le decía, no sabría cómo serían las cosas y tenía miedo de que fuese peor de lo que estaba sucediendo en el momento —. Lamento que no podamos cumplir con nuestros sueños y promesas que una vez lo hablamos.

Kokoro poso su mano izquierda sobre la de Misaki unos minutos más, ejerciendo cierta delicada presión —Así es la vida, Misaki. Te deseo todo lo bueno del mundo, porque te lo mereces —y con delicadeza se acercó hasta depositar en sutil beso en la comisura de los labios de su ahora exnovia —. No siempre se puede cumplir las promesas, y eso hay que aceptarlo con cariño y madurez. Así es la vida y así es como una persona debe enfrentarlo. Buen viaje…

—Buen viaje, Kokoro.

Misaki se dio vuelta sin saber que no sólo iba dejando al amor de su vida, sino que dejaba a dos.

Kokoro se dio vuelta, armándose de valor para encarar a sus padres si era necesario, pero no. La mirada de satisfacción de su padre le decía todo a pesar de tener una expresión seria, y prefirió irse a su cuarto a empacar sus cosas, y hacer la llamada que no quería hacerla. Se iría a su rancho ganadero ubicado en Chiba. Lo mejor era empezar una nueva vida lejos de ser la heredera del emporio Tsurumaki.

Una vez en su habitación, guardó en la maleta pequeña la ecografía que se había hecho y la pequeña caja de unas botitas tejidas con cariño, que iba a ser el regalo sorpresa para Misaki en esa navidad, pero todo quedaría en el olvido. Se lo llevaría. Estaba concentrada en la actividad que apenas escuchó el toque de la puerta, rápidamente oculto la maleta y otras cosas para no levantar sospechas a quien sea que haya ido a verla.

—Pase…

—Kokoro-chan, ¿cómo te encuentras? —quién había ido era su madre, pero aun así la heredera se mantuvo en alerta, porque no sabía si había ido por voluntad propia o fue enviada por su padre.

—Bien mamá. Estoy triste, y eso no te lo voy a negar, pero es algo normal y hay que aceptarlo. Así es la vida —Kokoro estaba tranquila respondiendo. Sabía fingir muy bien el dolor que llevaba por dentro —. No debiste haber venido, porque como puedes ver, estoy bien, solo necesitando un tiempo a solas.

—Vine porque me preocupas, Kokoro —la voz de su madre era calmada, pero tensa. Y eso alertó mucho a la heredera. Porque significaría dos cosas: o estaba controlada por su desplante o por algún comentario fuera de lugar de su padre antes de ir a verla. La señora Tsurumaki caminó con elegancia y suma calma hasta estar frente a su hija —. Me he percatado de que Misaki-chan puso su mano en tu vientre Kokoro. Dime la verdad hija, ¿estás tú…?

—No madre. No lo estoy —Kokoro mintió descaradamente. Y sabía actuar. Le mantuvo la mirada fija en los ojos de su madre, mantuvo el cuerpo relajado y mostraba firmeza —. Así nos solíamos despedir esperando cumplir nuestros sueños de ser madres, pero como puedes ver, no se dio y fue nuestra última despedida. La dejé ser ella, y yo me dejé ser. No creo que eso afecte en algo lo que sea que papá esté pensando.

La señora Tsurumaki tenía conocimiento en el cruce que se encontraba su esposo con su hija, y aunque al inicio no creía en todo lo que se decía, aquel rumor con fotos le llevaron a ponerse del lado de su esposo. Y esa ligera decisión tendría repercusiones años después. Pasó de lado de su hija, caminando en dirección hacía el balcón que tenía la habitación y al hacerlo notó algo en la esquina del escritorio, pero no lo demostraría.

—¿Mamá…? —Kokoro caminó detrás de ella manteniendo cierta distancia.

—Kokoro, seré clara. Tu padre no lo hace de malo. Sólo te está protegiendo y protegiendo el patrimonio que le costó tanto levantar —la señora Tsurumaki se volteó para encarar a su hija. De nuevo ese semblante aparecía en el rostro de Kokoro, y la conocía tan bien, que sabía que ocultaba algo, pero presionarla no lograría obtener nada. Prefirió hablarlo —. Los rumores cada día…

—¡Al carajo los rumores mamá! —era la primera vez que Kokoro reaccionaba así. Entonces sí, ocultaba algo. Prefirió que sea ella la que reciba la descarga y no su esposo —Los rumores son eso. RU-MO-RES, mamá. La gente habla porque sinceramente tienen lengua. ¿Acaso se tomaron las molestias de investigar como son las cosas? No. No lo hicieron. Conocen a la perfección a Misaki, conocen y saben cuáles eran sus metas y objetivos, ¿y qué hicieron? Bueno, seguir el buen consejo de los rumores inventados por quién sabe qué porque así es como se manejan, ¿no?

—Kokoro… no me alces la voz…

—No te la estoy alzando, mamá. Sinceramente, ya estoy cansada de toda esta situación. Ya he perdido mucho, y simplemente prefiero descansar. Veo que no seré feliz. Mi felicidad siempre va a depender de la orden de papá. Y sólo te diré una cosa: eso va a costar muy caro en esta familia —Kokoro se giró para entrar de nuevo a su habitación dejando un sabor amargo en su madre.

—¿Qué estás queriendo decir, Kokoro?

—Nada mamá. Sólo que, si papá sigue esa línea, es probable que quede como imbécil cuando salga toda la verdad, y ¿con qué cara verá a los Okusawa? La vida da vueltas, mamá y tú lo sabes perfectamente. Ahora, necesito darme una ducha y descansar.

—Está conversación no quedará aquí. Mañana lo hablaremos con más calma —Kokoro seguía de espaldas hacia su madre con la cabeza gacha, y fue la oportunidad perfecta para que, al retirarse, se acercara disimuladamente a coger aquel papel que estaba en el escritorio de su hija. Al salir, le dio un beso en la cabeza y le deseo unas buenas noches.

Kokoro respiró profundamente, dejando caer unas cuantas lágrimas. Pero no tenía tiempo que perder si iba a ejecutar el plan que tenía en mente. Así que tomó su móvil y le mandó un mensaje corto a su mejor amiga, Kasumi.

"Ven a verme a las 02:30 a.m., parquea el auto en una zona cerca de la mansión, pero oculta de mis guardaespaldas. Después te explico lo que ha pasado"

Su respuesta no tardó en llegar: "estaré tal cual me lo indicas."

Kokoro terminó de hacer su pequeña maleta, y por medio de una puerta secreta que tenía en la habitación, se dirigió caminando despacio hacia la salida de la mansión. Ya para ese momento debían ser las 00:00, y tenía dos horas y media para ya estar viajando a Chiba. Así que hizo otra llamada, pero esta vez a su asistente. Se disculpó por la hora, pero necesitaba de urgencia se contacte con el encargado del rancho ganadero para que le tenga disponible la puerta de la casa abierta. Que tenía calculado llegar a más tardar 03:30 a.m. Obviamente aquello sorprendió a su asistente, pero sólo acató la orden. Mientras ella se iba dejando su hogar, en la habitación matrimonial, los esposos Tsurumaki hablaban de lo que pasó en las horas de la noche más temprano.

—Quiero que Kokoro sea feliz. Pero no con Misaki-chan. Será buena chica y todo, pero no está a nuestro nivel, y no quiero que los rumores afecten los negocios de la familia. Cada día cobran más fuerza, cariño —la señora Tsurumaki entendía las palabras de su esposo, pero estaba empezando a creer que se estaba volviendo paranoico.

—Lo sé. ¿Por qué no te duchas, y luego te acuestas a dormir? Ha sido un día largo.

El señor Tsurumaki lo hizo así sin saber que su esposa necesitaba leer ese documento. Y apenas, observó que él entró al baño, ella sacó el papel del bolsillo de su pantalón y lo desdoblo con cuidado para percatarse que eran los resultados de examen de sangre de su hija.

Nombre: Tsurumaki Kokoro

Edad: 23 años

Identificación: XXXXXXXXXX

Género: Femenino

Fecha de nacimiento: agosto 8 XXXX

Dirección: Centro de Tokyo

Recepción de muestra: Diciembre XXXX

Prueba de embarazo: Positivo

Y eso fue todo. Kokoro le mintió. Estaba embaraza, y dejó ir a Misaki, ¿por qué? Tenía que hablar con ella y lo haría a primera hora del día siguiente; escondió el papel en uno de sus libros, el que siempre lo leía, para que su esposo no lo encontrara, no sí antes tomar una foto con su móvil. Sin embargo, la asaltaba la pregunta: ¿Misaki sabía que su hija estaba embarazada? Por el gesto que tuvieron al despedirse parecía que sí, pero luego vio el rostro triste y cansada de la exnovia de su hija y supo que no. Kokoro les había mentido a todos descaradamente.

"Veo que no seré feliz. Mi felicidad siempre va a depender de la orden de papá. Y sólo te diré una cosa: eso va a costar muy caro en esta familia."

—Ahora estoy entendiendo sus palabras. Espero que mañana no sea tarde…

El carro de Kasumi rodaba por las calles de Tokyo para luego buscar la vía que las llevaría al rancho ganadero de Kokoro. Ambas iban en silencio. Kokoro le explicó, entre sollozos que terminó su relación con Misaki para siempre por culpa de los malditos rumores. Y ahora, sentía que no sería feliz. Tomó la decisión de irse lejos y enfocarse en ella, "y en este bebé", pensó. No le dijo nada más a Kasumi, porque sabía que su mejor amiga iba a reaccionar de una manera que sinceramente no sabía si lo podía soportar. Así que optó por ocultar ese secreto.

Nadie supo que ella se había embarazado con el método ROPA y había sido un éxito. Suponía que tal vez fuese mejor de esa manera.

Apenas llegaron, unos de los guardaespaldas que contrató Kokoro personalmente para ella y su rancho, el abrió rápidamente la puerta y dejaron pasar el vehículo. Kasumi la dejó a la puerta de la casa del rancho. Y antes de despedirse, Kokoro le preguntó a Kasumi si no la había molestado con ese mensaje, y si no tendría problemas con Arisa. Kasumi le dijo que todo estaba bien, que Arisa sabía que ella la iba a ver y a dejar al rancho, que, si necesitaba algo de ellas, no dudara en decírselo. Kokoro le sonrío afablemente, y se dijeron adiós.

A partir de ese momento ella dejó de llamarse Kokoro Tsurumaki y pasó a llamarse Kima Kurotsu.

El cuarto estaba vacío. Al día siguiente el Kaito fue a ver a su hija para hablar y se encontró con esa sorpresa. Obviamente, enloqueció.

La mansión Tsurumaki estaba convertida en todo un caos. El personal se movía con rapidez porque el señor Tsurumaki había entrado en pánico y pensó que entraron a secuestrar a su hija o huyó con Misaki a quién sabe dónde. Se puso como loco por toda la casa exigiendo la cabeza de los guardias por no hacer su trabajo como tenía que hacerlo. E iba a buscar a su hija por todos los rincones del mundo y los Okusawa pagarían las consecuencias de sus actos. Era inaceptable que, siendo como era Misaki, no aceptara el rompimiento como debía ser. Pero…

—Sí haces algo contra los Okusawa, ese mismo día tienes los papeles del divorcio, Kaito Tsurumaki.

—No puedes hacerme esto, Nara. No entiendes qué…

—Entiendo todo lo que debo entender como mujer y como madre, Kaito. Pero tú no lo estás haciendo. ¿Has pensado que tal vez Kokoro decidió irse de aquí?

—¿Qué insinúas? Le he dado de todo a Kokoro. No necesita más…

Quiere ser feliz y tú se lo estás negando. Sólo por lo que dicen las personas que están repitiendo lo que se dijo años atrás, Kaito. No hemos investigado nada, no sabemos si es verdad y tampoco has querido escuchar a nuestra hija. Te apoyé porque pensé que estarías en la dirección correcta, pero me doy cuenta de que no —Nara Tsurumaki explotó sacando todo lo que pensaba acerca de las acciones de su esposo. Y sería ella quien tomara las riendas de las cosas ahora —Yo me haré cargo de la búsqueda de Kokoro, tú no te metas…

—Soy su padre, Nara. No puedes alejarme…

—Y yo su madre, Kaito. La tuve nueve meses en mi vientre y casi me costó la vida por nuestra hija. Ya has hecho más daño que otra cosa, así que no lo empeores.

Nara Tsurumaki no sabía que haría a partir de ese momento, pero si sabía que tenía que encontrar a Kokoro y hablar con claridad de toda la situación. Tenía también que hablar con Misaki, ofrecer disculpas y aclarar toda la situación.

Diciembre – Un año después… (volviendo al presente)

Chiba, Japón

Rancho de Kokoro

—Señorita Kima, aquí se encuentra la señora Nara Okamura para la reunión pactada.

—Hazla pasar, por favor.

En un año pasaron muchas cosas. Kokoro tuvo a su hija Keiko, que resultó tener, hasta ese momento, un cierto parecido físicamente a ella, pero con los ojos grises de Misaki y hasta donde veía, el mismo carácter de su otra madre. Para Kokoro no fue muy difícil adaptarse a la nueva vida, ya que ella lo que menos le importaba es el "qué dirán". Extrañaba a sus padres, pero si no hacía lo que hizo, aquello se hubiera vuelto un infierno. Su rancho iba creciendo cada vez más, a tal punto que era uno de los participantes estables y rentables de las ferias ganaderas que se realizaban dos veces al año en la ciudad. Se obligó a concentrarse en los papeles que tenía delante antes de entrar a la reunión.

El cielo despejado,

Pero tu alma tenía una gran tormenta,

Buscas un porqué;

No existe, lo sabes y prefieres dejarte ir…

—Siéntate, por favor. Enseguida te atiendo.

Nara estaba impactada. Su hija estaba ahí, siendo igual de siempre, pero con más madurez. A su lado había una pequeña cuna y ahí estaba su nieta. Tuvo que usar su apellido de soltera para poder hablar con Kokoro, porque si usaba su apellido actual, entonces no hablaría con ella jamás. Así que se sentó muy calmadamente y esperó a que su hija terminara de escribir. Al observarla, tuvo en sus memorias varios recuerdos que compartieron ambas. Incluso cuando Kokoro le confesó que le gustaba Misaki. Sonrió con nostalgia.

—Perdona la esp… —Kokoro estaba sorprendida de ver a su madre ahí —¿Mamá?

—Use mi apellido de soltera para poder verte. Han pasado muchas cosas, cariño.

—No me esperaba que hicieras esto. ¿Por qué? Creo que fui clara en que…

—Tu padre te fue a ver al día siguiente para hablar contigo, y encontró todo vacío. Se salió de control, y casi despide a los guardaespaldas y al personal. En estos momentos, tu padre y yo estamos en proceso de divorcio….

—¿Divorcio? —Kokoro estaba sorprendida y ahora sentía algo de culpabilidad por haber tomado aquella decisión —No pensé que mi decisión de irme de la casa terminara en ese desenlace. Es decir…

—Tu papá iba a tomar represalias contra la familia de Misaki-chan por tu huida. Así que lo amenacé, y ahí lo vamos llevando. Vivimos separados actualmente. Y quería hablar contigo sobre esto —Nara le extendió el papel del resultado de su prueba de embarazado, dejando de un lado el tema de su matrimonio. Kokoro se sorprendió y entendió que no tenía más salida que hablar con la verdad.

Kokoro miró a su hija que despertó, y estaba mirándola. Tsurumaki suspiró y le preguntó a su madre si quería cargar a su nieta. Después de todo, ella era su abuela y tenía ese derecho. Nara la cogió con cariño y observaba como era la pequeña. Kokoro le dijo que se llama Keiko Tsurumaki, aunque hubiera preferido que lleve el apellido de Misaki.

—Deberías hablar con Misaki-chan, Kokoro. Ella merece saber la verdad, no la puedes dejar a un lado en esta situación.

—No lo sé, mamá. Por cómo se dieron las cosas, prefiero estar así, siendo madre soltera y trabajando en mi pequeña fortuna y en el negocio.

Nara decidió ir ella misma hablar con Misaki, y decirle que es madre. Veía que Kokoro no lo haría, y tampoco tenía la intención de hablar del tema; prefirió idear un plan en contra del tiempo y rezar a Kami-sama que todo saliera bien. Posó su mirada en la de su hija, y entendió que a pesar del tiempo ha pasado, la situación en sí les afectó a todas, ¿será acaso qué…? ¿Y sí todo fue falso para crear una discordia entre familias? Sí fuese así, ¿cuál era el interés de todo esto? La situación de Kaoru estuvo marcada a base de dudosas pruebas, y todo se acentúo cuando Chisato despareció de un momento a otro. En ese momento, todo fue cuesta arriba y empezaron rumores hacia otros miembros de la gran familia que habían logrado hacer las chicas.

Y con todas esas señales, Nada siguió a su esposo. Ahora se arrepentía porque tuvo que haber investigado a profundidad, y con eso, tal vez, se hubiera evitado separación en su familia. Despertó de sus pensamientos cuando sintió la pequeña mano de su nieta coger su dedo índice. Sonrió con dulzura.

—Cuándo dejé ir a Misaki dando por terminada nuestra relación, yo venía del médico quien me dio la noticia de la fecundación in vitro con el método ROPA había funcionado y estaba embaraza. Por eso, tenía los malestares —Kokoro camino hacia la ventana que daba vista hacía la parte donde se encontraba el ganado, no tenía las fuerzas para mirar a su madre diciéndole que le mintió en su cara y de manera descarada —. Lo que te dije era verdad, Misaki y yo nos solíamos despedir de esa manera, y esa era nuestra última despedida, así que por eso la dejé ser y yo me dejé ser. La dejé ir sabiendo que ella no sabría nunca la verdad de que era madre, y siento que es lo mejor de esta manera. Toda la situación sobre nosotras, la prensa, la sociedad, la presión de papá era demasiado para mí. Quiero que Misaki sea feliz, así no sea a mi lado. Es muy probable que ella ya tenga a alguien, porque cuando estuvimos juntas, le llovían chicas que la "admiraban" y había otras que simplemente se le declaraban así sin ninguna vergüenza. Ella es libre, mamá. Y prefiero que esto quede aquí, entre las dos…

—Te entiendo, pero recuerda que en algún momento saldrás en la prensa, y todos se van a enterar, incluida Misaki-chan… ¿No crees que para ese entonces…?

—Mamá. Misaki es tenista profesional. Lo más probable es que se establezca en otro país, tal como hizo Kaoru….

—¿Sabes algo de Kaoru-chan? —Nara estaba sorprendida.

—Sé muchas cosas, mamá. Y sí, sé de la vida de Kaoru. Ella se graduó con altas notas de la Universidad de Nantes de ingeniera en mecánica. Trabaja como camionera. Renunció a la actuación y a tocar su guitarra —no le diría a su madre el motivo, porque sería recordar ese episodio más angustioso de su vida y el de las otras chicas —. Está bien dentro de lo que cabe. Suelo hablar con ella los fines de semana, dos veces al mes. Por eso dije…

—Dijiste que no debíamos sólo ver y escuchar la una cara de la moneda. La moneda tiene dos caras, y por naturaleza, siempre habrá dos historias.

—Exacto…

—Creo que Keiko quiere comer. Está algo intranquila —Kokoro se acercó a su madre para coger a su hija, y darle de tomar el biberón con leche —. Espero que nos mantengámonos en contacto, Kokoro. Te extraño mucho, hija. Si necesitas algo, déjamelo saber. Tu padre no sobe nada, como comprenderás sus acciones han herido a la familia y me ha herido también porque confié en su buen juicio, pero veo que se dejó influenciar por los rumores.

Kokoro no dijo nada y abrazó a su madre con mucho cariño —Te llamaré si necesito algo. ¿Dónde estás viviendo?

—¿Te sorprendería si te digo que estoy a unas cuadras de tu rancho viviendo? —Kokoro se sorprendió mucho —Estamos hablando. Cuídate mucho. Keiko… Keiko será como Misaki-chan, Kokoro. Escucha mis palabras —y con un suave beso en la cabeza de su hija, se retiró del lugar con porte y elegancia.

Nara conducía su auto Aston Martin Virage Volante color turquesa oscuro metálico en dirección al departamento de Misaki. Si algo había heredado su única hija de su esposo, era la terquedad. Si algo se le metía en la cabeza, no había nada ni nadie en el mundo que le quitara esa idea. Y sí Kokoro no le decía a Misaki la verdad, entonces lo haría ella. Y asumiría las consecuencias de sus decisiones. Esperaba de corazón que no fuera demasiado tarde.

Misaki se había dado una ducha de agua tibia para relajar sus músculos. Últimamente andaba tensa. Y las pesadillas que tenía noche tras noche, en dónde perdía a su hija y a Kokoro no la dejaban descansar bien. Lo curioso de todo, es que esos sueños aparecieron cuando se despidió por última vez del amor de su vida, después de tocarle el vientre. Prefirió ignorar todo, y prepararse algo ligero de comer. Necesitaba ocupar su mente, así que después de la breve comida, haría unos minutos de meditación para controlar su mente, luego se pondría a diseñar algo, o leería algún libro de arquitectura moderna.

Tenía puesta su playlist de su cuenta en Spotify, y en esos momentos estaba sonando la canción Only love can hurt like this de Paloma Faith:

But it's the sweetest pain[7]
Burnin' hot through my veins
Love is torture, makes me more sure
Only love can hurt like this

Mientras tarareaba la letra, pensaba en que nada podía ser coincidencia. Después de su última y definitiva ruptura con Kokoro, a los dos meses su entrenador decidió reaparecer, para entrenarla. Lo curioso del caso, es que ni la estaba entrenado, pues solamente se la estaba pasando en el celular mientras que ella "jugaba contra la máquina". Así ha sido en todos esos meses, y estaba dispuesta a despedirlo, sin importarle lo que piense el señor Tsurumaki. Tan concentrada estaba que no había escuchado unos toques en la puerta. Ya, a la sexta vez, logró hacerlo y corrió abrirla. Pensaba que podía ser su entrenador o alguien de su familia. Pues la insistencia le indicaba que algo urgente pasaba.

—S-Señora Tsurumaki. ¿Qué hace aquí? —Misaki estaba sorprendida de ver a su exsuegra parada enfrente suyo en su departamento en Osaka.

—Vine a conversar contigo, Misaki-chan. Han pasado tantas cosas en estos meses que es necesario hablarlas. ¿Puedo pasar, si no te molesta? —Misaki se hizo a un lado, dejando pasar a Nara. Le extrañaba que sea ella la que este ahí y no su esposo, sabiendo como terminaron después de tantos años de compartir juntos.

—Señora Tsurumaki, puedo…

—Eres madre, Misaki-chan —lo soltó de golpe. Nara siempre se caracterizó, incluso desde la época del instituto y en parte de su vida universitaria, también cuando fue tenista profesional, hasta que tuvo aquella lesión que la retiro para siempre de las canchas, en ser directa. No podía darse los rodeos, porque tendía a perder el hilo de pensamiento y del mensaje que necesitaba transmitir —. Cuando te despediste de Kokoro, le pusiste tu mano sobre su vientre…

—Era una costumbre de ambas de despedirnos así. Es decir que… —Misaki no salía de su asombro. Tenía que ser una mala broma, pero viendo la cara seria de su exsuegra, intuía que…

—Lo sé. Kokoro me lo comentó —Nara sacó su móvil y buscó algo, hasta que lo encontró. Se lo extendió a Misaki y la obligó a que lo viera —. Encontré la prueba de embarazo de Kokoro la noche que ustedes terminaron. Al día siguiente, Kaito fue a buscar a Kokoro para conversar… se volvió loco cuando vio que ya no estaba en la mansión. Kokoro simplemente se fue del hogar embarazada. Hace no mucho la encontré, pues Kaito y yo estamos en trámites de divorcio, Misaki-chan.

—¿Cómo que están en trámite de divorcio? No entiendo es nada, señora Tsurumaki. ¿Qué está pasando realmente?

—Kokoro te iba a dar de regalo de navidad que la fecundación in vitro con el método ROPA había funcionado. Pero Kaito llegó antes de la hora, y ya sabemos en que terminó todo.

—¡Tenía que habérmelo dicho en ese momento! ¡Estaba siendo egoísta! —Misaki explotó. No fue justo que…

—Misaki-chan. Quiero que te calmes un momento, si piensas en ir hablar con ella. La conoces tan bien como yo, y suele ser muy terca cuando tiene una idea muy fija en su mente. Quiero, también, que me expliques un par de cosas, porque estoy empezando a juntar ciertos detalles que antes nos lo vi —Nara tenía eso. Era maternal, empática y calmada, que cuando sucedía algo como lo que estaba pasando, sacaba su lado firme y de negociadora —. Kaito cometió el error de no investigar nada de lo que los rumores decían. Sobre todo, porque tu entrenador siempre se reunía con él y le decía que tú no tenías avances y que no querías entrenar —Misaki iba hablar, pero Nara la detuvo —, sin embargo, cuando empecé a verte jugar, estabas en tu mejor versión en cada partido y noté que tu entrenador ni siquiera estaba en los partidos, hasta cuando jugaste en el torneo en que nosotros éramos los sponsors y Kokoro estaba ahí.

—Él nunca me entrenó, Nara-san. Yo me entrené sola todo este tiempo con ayuda de Himari. Se recuerda de ella, ¿verdad?

—Claro. Bajista líder de Afterglow. Entonces, mis sospechas eran ciertas…

—¿Sospechas?

—Un día estaba de camino al rancho que tengo en Chiba, que está a unas cuadras del rancho de Kokoro, dónde vive actualmente, y te vi entrenando con ella y no estaba tu entrenador. Lo llamé, y me dijo muy descaradamente que te esteba indicando ciertas poses al momento de hacer el golpeo de la pelota. Desde ahí sospeché que las cosas no andaban bien.

—Nara-san. Usted se…

—Sé que me puse en su momento del lado Kaito, pensando que él había investigado y era cierto de los rumores. Me disculpo sinceramente por eso. Y por esa misma razón estoy aquí, Misaki-chan. Porque quiero ver a mi única hija feliz y la única persona que le da esa felicidad, eres tú. Ahora ambas son madres y en algún momento sentirán cosas que tu madre y yo hemos sentido cuando las hemos visto sufrir.

Unos toques en la puerta las interrumpió, y Misaki fue abrir. Esperaba que no sea más sorpresas por esa noche. Pero no. Ahí parada estaba su madre.

—Tsurumaki…

—Okusawa…

Ambas se miraron a los ojos, con la expresión cansada y preocupada.

—Tu esposo está en mi casa…

—¿Qué hace él allá? No he sabido nada, desde que nos separamos…

—Se lo ve acabado, Nara. No es el mismo Kaito que hemos conocido. Quiere hablar con Misaki en persona y él está desesperado por encontrar a Kokoro-chan.

Misaki cruzó mirada con Nara. Tenía que hablar, y decir lo que sabía. Tal vez, eso ayude un poco a los esposos Tsurumaki. Luego hablaría con Kokoro y conocería a su hija.

—Kaito nos confesó que pensó en hacernos daños porque creyó que Kokoro-chan se fue huyendo con Misaki y que él no la aceptaba por ser una clase inferior a la nuestra y que estábamos interesados por su fortuna. Sin embargo, hay algo que…

—Lo mismo me dijo el entrenador… —Misaki estaba uniendo cabos —Exactamente las mismas palabras.

—Entonces, hubo alguien en que sí estuvo interesado en la fortuna de los Tsurumaki y no fuimos nosotros.

—Tuvo que haber sido alguien que no descanso hasta ver a Chisato-chan de vuelta. Porque esto empezó cuando Chisato-chan se fue de Japón hace cinco años.

—¿Pensaste lo mismo que yo, Nara?

—Siempre tuve esa sensación. Y por eso, amenacé a Kaito para que no ahondara más el problema.

—¿Dónde está Kokoro viviendo con mi hija, Nara-san? —Misaki estaba dispuesta a salir en ese mismo instante hacia donde Kokoro.

—¿Cómo que tengo nieta? —Azumi estaba sorprendida.

—Kokoro le iba a dar de regalo de navidad que la fecundación in vitro con el método ROPA había funcionado a Misaki-chan. Pero Kaito llegó antes de la hora, y los rumores estaban muy latentes en ese momento, y todo terminó cuando Kokoro dejó ir a Misaki-chan terminando la relación sabiendo que esperaba al hijo de ambas.

—¿Cómo se llama? Porque si fue en diciembre pasado, el bebé ya debe tener un año.

—Keiko. Se llama Keiko y se parece mucho a Misaki-chan. Preferí venir a decírtelo yo misma, porque Kokoro prefiere que seas feliz, incluso con otra mujer, y ella se quedaría criando a la niña como madre soltera…

—Está loca si lo voy a permitir.

Fin del flashback

Lo que sucedió después, es que al día siguiente Nara llevó a Misaki y Azumi hacia el rancho de Kokoro. Su asistente salió atenderla, y les pidió que esperara unos minutos. Después saldría la misma Kokoro a verlas y ahí estaba ella, la mujer que siempre amó y que amaría por el resto de su vida. Su madre tuvo que haberle dicho, y por la expresión de las tres mujeres, es que las cosas no estaban bien. Kokoro las llevó a su casa, y cogió a su hija de la cuna para dársela a Misaki.

Los ojos grises de la DJ brillaron al ver que su hija tenía cierto parecido a ella, aunque el resto era más de Kokoro. Recuerda que dijo: "falta que tenga mí mismo carácter reservado y serio". Todas se rieron y su madre dijo que era lo más probable, ya que se la ve que es una niña muy tranquila, tal cual como era ella de niña. Nara le comunicó a las demás que tenía un plan en mente y que lo pondrían en marcha en ese mismo instante. Y todo empezaría con que ella sería la entrenadora de Misaki.


[1] Al traducirlo al español puede significar: "no es más que eso"

[2] Al traducir al español, sonaría como: "La Ciudad de la Soledad". Fue la primera obra de Chisato cuando estaba en la escuela elementaría, y esta obra fue adaptada en diferentes formas, incluido al teatro. Kaoru interpretaría el mismo papel que Chisato hizo.

[3] Tomado de la página web es/miembros/ciudades/ Pero en la actualidad ya no se encuentra registrado en la página.

[4] Suele llamarse así a la cabina del Trailér.

[5] Traducción del francés entre la mamá adoptiva de Kaoru y Kaoru:

— Saludos cariño

— Saludos mamá

— ¿Está pasando algo?

—No te preocupes cariño. Sólo me preocupé cuando vi que no vendrías a la oficina y vi que ya estabas allí.

— Lo siento mama. Estaba pensando en algunas cosas y luego recibí una llamada de un amigo de Japón.

[6] Excited President – Hina's card del evento Shadows of Days Past Remain

[7] Canción: Only love can hurt like this Cantante/Grupo musical: Paloma Faith Álbum: A Perfect Contradiction


Nota: Aquí trayendo el primer capítulo del fic, espero que les guste. Esta es mi primera historia que topara temas sensibles pero que no está lejos de la realidad que se vive actualmente. Espero que les agrade la lectora, y nos leemos en el siguiente capítulo. Y... ¿podrían dejar su review? Eso me ayudaría a ver que tal lo están llevando la lectura de la historia. Cuídense mucho.