El helado de Raine se estaba derritiendo, un ala de hada cayó en el guante número uno que mostraba el apoyo de elle a las Banshees a los transeúntes. Eda estaba a su lado disfrutando de otra victoria contra Glandus High, saltando mientras devoraba su helado.
Si Raine era honeste, no tenía ni la mitad de interés en el grugdby si Eda no estuviera en el equipo. Incluso con su amiga en el equipo, todavía no sabía una buena parte de las palabras que salían de la boca de la bruja. Pero estaba bien, Raine no necesitaba conocerlas, estaba completamente cómode solo viéndola ser feliz, disfrutando de la luz de su sonrisa.
- ¿¡Viste ese hechizo de ilusión que lancé!?- Eda dijo - ¡Te digo que estar estudiar magia de todos los aqularres fue la mejor decisión que he tomado! -.
- ¿El director Bumb ya había encontrado su escondite secreto? - Preguntó Raine.
-Dudo que alguna vez lo haga. Y es nuestro escondite secreto, no creas que no te había visto echando un vistazo a las clases de curación- dijo Eda lanzando un brazo alrededor de elle y comiendo un gran bocado de su helado.
- ¡Oye! - Raine empujó a Eda y se comió el resto antes de que una bruja bastante hermosa pudiera devorar el resto, -Puede que haya una vez, pero yo y la magia del bardo probablemente estamos consagrados de por vida-,
- ¡Agh! Un día te convertiré a mi causa Rainestorm- dijo Eda y regresó para poner sus brazos alrededor de elle -mientras tanto, estoy feliz de tener une maestre tan buene-le susurró al oído.
Raine maldijo la biología de las brujas y cualquier reacción que fuera que hiciera que su rostro se sonrojara.
-Bueno, tengo una estudiante muy buena-.
- ¿Realmente crees que soy bueno? - Eda preguntó, ella trató de hacer que sonara suave, pero Raine podía escuchar la inseguridad detrás de sus palabras.
La misma que sonaba cada vez que Raine le enseñaba un nuevo instrumento, como si no quisiera que la vieran fracasar sin darse cuenta de que para Raine, ella nunca podría fallar.
-Por supuesto, Eda - dijó suavemente -Sin embargo ...- la molestó.
- ¿Sin embargo? -
-Tal vez podrías tratar mejor a tu maestre- Raine come el último trozo de su cono de galletas, - ¿invitarle a otro helado de chocolate con menta? -.
- ¡Eres una amenaza Raine Whispers! - Eda gritó y le trajo hacia ella -Pero supongo que ganas una recompensa por soportarme-.
Comenzaron a caminar por los puestos de comida, el cielo se volvió de naranja ardiente a púrpura hogareño.
-Eda, eh, nunca 'aguantes' contigo - Raine miró al suelo, wow, estaba realmente sucio y ¿era sangre? -A mí, ehm, me gusta mucho, ehm, estar contigo-.
Eda se detuvo en seco y por un momento Raine pensó que veía algo inimaginable, tan extraño y maravilloso como una jirafa que merecía contemplación y reverencia. Pero ese momento pasó y Raine se dio cuenta de que su amiga solo le estaba mirando.
-También me gusta estar contigo- confesó Eda con una voz casi demasiado baja para ser escuchada.
Raine se derritió como su helado al escuchar esas palabras de agradecimiento por las que se morían de hambre.
-Eda ... Yo, eh, me gustas - Raine se ruberizó.
-A mí también me gustas- dijo Eda, con las mejillas rosas.
-Oh. -
Ambas brujas permanecieron en silencio durante lo que probablemente fue una cantidad ridícula de tiempo, la gente las pasaba de largo, haciéndolas balancearse ligeramente, pero ninguna de ellas dejó de mirarse.
- ¿Te gustaría ser mi pareja? -Preguntó la chica peli naranja y Raine no podía creerlo.
- ¿Pareja, tipo pareja romántica? - Raine preguntó, tenía que estar segure de que escuchaba correctamente, entendía correctamente, que esta bruja que a la que había estado anhelando durante bastante tiempo en realidad quería estar con elle, y no porque elle quería estar con Eda.
-Sí- Eda dijo y se encogió de hombros - ¿Por qué no? Somos las brujas más poderosas de nuestro año, ¡seremos como una súper pareja! Más cool que las lideres de los aquelarres de pociones e ilusiones-.
-Están en un aquelarre, es muy fácil ser mejor que ellas- respondió Raine.
-Hablas mi idioma joven bardo- dijo Eda y luego más suavemente, - ¿Entonces es un, ¿sí? -.
- ¡Es un sí! - Dijo Raine.
Las brujas entrelazaron las manos y caminaron hacia la heladería, donde Eda pidió un helado de chocolate con menta para su novie y gritó mientras probaba la novedad de la nueva palabra. Y cuando Raine regresó a casa y su abuela le preguntó cómo había ido el partido, le dijo que su novia había ganado y corrió para arriba y se puso a gritar sobre su almohada de felicidad.
