Capítulo 23
"¿Y qué piensas hacer, Fitzwilliam? ¿Me vas a matar? Hazlo y te irás preso por el resto de su vida. Ahora vete de aquí si no quieres que le cuente a todo el mundo lo que hicimos con tu querida prima," dijo Wickham desafiante.
Richard tuvo el impulso de disparar el arma que tenía en sus manos, pero conocía demasiado bien a Wickham y sabía que era un provocador. Él no iba a perder la calma y arruinar todo. "Por supuesto que no voy a matarte, Wickham. Si hago eso te libraría de años de penurias."
"Déjate de juegos, Fitzwilliam, y por favor déjame en paz si no quieres que te denuncie por amenazas. Tengo cosas mucho más importantes que hacer que estar escuchando tus estúpidas amenazas." El señor Wickham perdió la paciencia y no estaba dispuesto a aceptar que Richard le arruinara sus planes.
"Entonces, iré directo al punto, Wickham. Acabas de abandonar tu puesto sin permiso de tus superiores lo que te hace un desertor," dijo Richard con una sonrisa triunfal.
Por primera vez Wickham se dio cuenta de que estaba desertando y se preocupó. Entonces, intentó abrir la puerta del carruaje para huir, pero no pudo porque alguien se lo impidió.
"Es de muy mala educación haber pretendido dejarme hablando solo. Además aún no he podido explicarte qué es lo que te va a pasar, ¿o no te interesa saber dónde pasarás el resto de tu vida?"
"No podrás salirte con la tuya, el cochero te denunciará cuando le diga lo que estás intentando hacer," dijo Wickham desesperado.
"¿Logan? O mejor dicho el capitán Logan. Él será condecorado por ayudarme en la captura de un desertor. Por cierto, y para que no te preocupes, la señorita a la que estabas esperando jamás llegará y si alguien le pregunta por ti, dirá que no tiene idea donde estás porque sólo eran amigos distantes. En este momento te llevo rumbo a las mazmorras, serás juzgado mañana mismo por una corte marcial y el día después de mañana serás embarcado rumbo a Australia. Demás estás decirte que muy pocos sobreviven el viaje, y los que lo hacen, preferirían haber muerto."
"Estás mintiendo, estás inventando todo esto para intimidarme, pero no lo lograrás. Le contaré a todo el mundo que Georgiana Darcy es una…"
"Haz lo que te dé la gana. A donde vayas, nadie tendrá ganas de escucharte. Uno de tus grandes problemas es que siempre te has creído más importante de lo que eres. Recibiste la educación de un caballero, pero no lo eres. Y sólo por si lo has olvidado, yo soy el hijo de Conde y tengo muchas influencias. ¿En serio crees que alguien va a escuchar a una rata como tú, un bueno para nada que jamás ha hecho algo productivo en su vida? Lo siento, Wickham, pero hasta hoy llegaron tus fechorías."
"¿Cómo puedes hacer algo así? ¿Qué clase de ser humano eres?" preguntó Wickham.
"Sin duda alguna no soy perfecto, pero jamás he traicionado a las personas que me han querido y apoyado, y jamás he abusado de la confianza de niñas para conseguir lo que quiero. Tío George te dio todo y ¿cómo le pagaste? Eres un ser despreciable, Wickham, y no mereces nada, menos compasión," dijo Richard.
Dos hombres subieron al carruaje y Logan se puso en marcha rumbo a Londres. El señor Wickham intentó huir nuevamente, pero fue fácilmente reducido. Aunque él intentó pedir ayuda, nadie lo escuchó o le prestó atención. Y tal como le explicó Richard, dos días después de haber arribado a Londres fue juzgado por una corte marcial y condenado a cadena perpetua en una prisión en Australia.
P&P
"Nos acompañarás esta velada a casa de los Franklin, Caroline?" preguntó tía Amanda.
"No, prefiero quedarme en casa," replicó Caroline secamente.
"Te vas a perder una velada de excelente música e interesante conversación. Sin contar con que mi querida amiga Dorothy tiene un cocinero francés que prepara una comida deliciosa."
"Sabes muy bien que no estoy acostumbrada a lidiar con gente de tu clase, tía," dijo Caroline con desprecio.
"¿Y cuál es mi clase? La misma que la de tu padre, querida sobrina. Además, Dorothy Franklin es hija sobrina de Lord Franklin por lo que, en eso sí tienes razón, ella no es de tu clase. Caroline, creo que es mejor que actualices tu forma de pensar. La agricultura no es la única forma de riqueza y la gente cada día se mezcla más, ya sea por amor o necesidad."
"Yo no debería estar aquí, tía. Siento mucho si sueno como mal agradecida, pero mi vida debería haber sido muy distinta a lo que es hoy," dijo Caroline sin poder evitar derramar unas lágrimas.
"¿Y cómo debería haber sido tu vida? ¿Qué pasó con tus planes?"
"Una mujer, una maldita mujer me robó todo lo que debía ser mío, y por eso estoy aquí y Charles está a punto de arruinar su vida para siempre." Caroline llevaba casi un mes viviendo con su tía, y aunque había logrado reflexionar sobre muchas cosas, aún no estaba lista para aceptar todas sus culpas.
"Caroline, ¿hace cuánto tiempo que conoces al señor Darcy?"
"Hace más de cinco años… Yo era la mujer ideal para un hombre como él, no esa campesina insolente."
"¿Y hace cuánto tiempo que él conoce a la señora Darcy?"
"La conoció el otoño pasado, y desde que la conoció, ella se encargó de llamar su atención utilizando todo tipo de trucos."
"¿A sí? ¿Podrías contarme qué tipo de trucos usó la señora Darcy para atrapar a su marido?"
"Bueno… Ella siempre lo contradecía y lo desafiaba. Incluso se atrevió a insinuar en su propia cara que el señor Darcy era vanidoso y orgulloso."
"¿Y qué hiciste tú para llamar la atención del señor Darcy? Porque si estabas tan interesada en él, me imagino que intentaste conquistarlo."
"Por supuesto, tía. De hecho, cuando acepté acompañar a Charles a ese lugar lleno de salvajes, lo hice con la ilusión de pasar tiempo con el señor Darcy para que él pudiera apreciar mis cualidades de anfitriona. Tía, yo siempre estuve de acuerdo con lo que él opinaba, siempre lo alabé por su inteligencia, su honorabilidad y… ¿Cómo puede ser que nada de lo que hice haya resultado?"
"Porque el señor Darcy es un hombre inteligente y se dio cuenta que a ti no te interesaba él, sino más bien lo que él representaba. Tú pensabas que él era el hombre perfecto para ti porque es rico, guapo y con excelentes conexiones. Pero si lo hubieras mirado por lo que él realmente es, te hubieras dado cuenta que es humano, como todos nosotros, y por lo tanto con muchos defectos. Al parecer la señora Darcy logró ver al hombre con sus virtudes y defectos, y por ende, ganar su cariño debe haber sido algo muy importante para el señor Darcy."
Caroline se sentó al lado de su tía y preguntó con voz abatida, "Tía, ¿cómo aprendiste a saber tanto de estas cosas?"
Amanda tomó la mano de su sobrina y dijo, "Querida, con los años uno va adquiriendo mucha sabiduría. Caroline, debes aprender de tus errores y no te empecines en hacer cosas para complacer a gente a la que no le interesas mientras alejas a tu familia."
"Me duele la cabeza, me iré a mi cuarto," dijo Caroline y se retiró.
Amanda sabía que le tomaría mucho tiempo reeducar a su sobrina, pero por el bien de su familia estaba dispuesta a hacerlo. Por lo menos estaba contenta sabiendo que Louisa estaba intentando formar una familia con su esposo, y que Charles muy pronto se casaría con una mujer que lo amaba sinceramente.
P&P
Después de una semana todo Meryton se enteró de la suerte que corrió el desertor. Además, salieron a la luz todas las deudas que había dejado en el pueblo y una serie de otros escándalos, como que había tenido aventuras con algunas mujeres casadas y que además era un bebedor empedernido. Pero no sólo los habitantes de Maryton hablaban mal de Wickham, sino también todos los oficiales. Por lo tanto, a Lydia no le costó nada mantener el secreto de su fallida fuga con el enemigo número uno de todos.
El señor Bingley fue el encargado de hablar con la señora Bennet sobre el comportamiento de su hija menor. En un principio, la señora Bennet intentó defender a Lydia, pero cuando el señor Bingley le dijo que si Lydia no aprendía a comportarse, tanto él como su amigo Darcy, harían todo lo posible por mantener a sus familias lo más alejadas posible de los Bennet. Eso fue suficiente para persuadir a la señora Bennet y aceptar todas las condiciones que le pusieron sus dos yernos.
Después de la boda de Jane y el señor Bingley, Lydia estudiaría en una escuela de señoritas hasta que alcanzara la mayoría de edad o demostrara que estaba lo suficientemente madura para entrar en sociedad. Tomando en cuenta que tanto el señor como la señora Bennet habían probado ser malísimos padres, Jane y Elizabeth decidieron que sus hermanas estarían mejor viviendo con ellas. Los Darcy contrataron a la señora Annesley para que acompañara y guiara a Georgiana y Kitty que vivirían en Pemberley la mayor parte del año. Mary continuaría viviendo en Longbourn, pero Jane se encargaría de guiarla y ayudarla para que pudiera dedicar su tiempo a algo más que leer sermones y tocar el piano.
Los hermanos Carter decidieron quedarse en Meryton con las tropas del Coronel Forster. John tenía particular interés en conocer mejor a cierta señorita y Robert prefería estar cerca de su hermano. Dos días después de la fallida fuga de Lydia y Wickham, el señor Bennet fue a visitar al capitán Carter para ofrecerle disculpas y agradecerle por su oportuna intervención. Él nunca se enteró de los detalles del asunto y que el coronel Fitzwilliam había sido el gestor de todo.
A John no le interesaba mucho el señor Bennet, pero aceptaba sus invitaciones a jugar ajedrez porque de esa forma podía pasar más tiempo con Mary.
En Londres las cosas se calmaron después de unas semanas, tal como lo había planeado la Condesa. Una vez que todos se dieron cuenta que la familia apoyaba a la nueva señora Darcy, y que su marido se veía feliz junto a ellas, a nadie le importó y se entretuvieron hablando de otros chismes.
Lady Catherine estuvo casi tres semanas en Londres intentando encontrar un abogado que la ayudara a obligar a su sobrino a anular su matrimonio y casarse con su hija. Una vez que se convenció que nada de eso sería posible, decidió retornar a Rosings con su hija. Pero ella no sabía que esas semanas tuvieron un gran impacto en su hija Anne, y que muy pronto la vida de la heredera de Rosings tomaría un rumbo muy diferente.
P&P
"Oh, Jane, te ves tan hermosa," dijo la señora Bennet muy emocionada.
"Gracias, mamá, y gracias a ti, mi querida Lizzy por regalarme un vestido tan hermoso para el día de mi boda."
"Tú también te ves muy bonita con ese vestido tan elegante, Lizzy, pero por supuesto, me imagino que sabes que nunca te verás tan hermosa como mi Jane," dijo la señora Bennet. Ella estaba intentando ser amable con Elizabeth porque ahora ella era una señora muy importante.
"Gracias, mamá," dijo Elizabeth. Ella notó que su madre, a su manera, estaba tratando de ser amable y prefirió no decir nada más.
"Creo que es hora que nos vayamos a la iglesia donde están todos los invitados esperando," dijo la señora Gardiner para evitar que su cuñada siguiera hablando cosas sin sentido.
Elizabeth besó a su hermana en la mejilla y juntos con su tía y la señora Bennet partieron rumbo a la iglesia.
El señor Bingley estaba muy nervioso pero feliz. Su querida tía Amanda y tío y su esposo Benedict lo habían acompañado durante la última semana y se habían encargado de recibir y entretener a los invitados. Louisa y el señor Hurst asistieron a la boda, pero una vez terminada la ceremonia regresarían a Londres. Caroline prefirió no asistir a la boda, pero aconsejada por tía Amanda, escribió una carta a su hermano donde le pedía disculpas a su manera y le deseaba una vida feliz y plena.
Cuando Elizabeth llegó, el señor Darcy le ofreció su brazo y entraron a la iglesia. Ellos se sentaron en la primera fila junto a Georgiana y el coronel Fitzwilliam a esperar que llegara la novia.
"Querida, no sabes la pena que me da ver esta iglesia tan hermosamente decorada… Mi amor, tú merecías una boda como esta, siento mucho no haberte propuesto matrimonio a tiempo…" murmuró el señor Darcy apesadumbrado.
"Eso ya no importa, cariño. Además, si me hubieras propuesto matrimonio cuando eras arrogante y pomposo, sabes muy bien que te hubiera rechazado," replicó Elizabeth con una sonrisa traviesa.
"¿Nunca le han dicho, señora Darcy, que no debe burlarse de su esposo en la casa del Señor?" preguntó el señor Darcy y besó la mejilla de su esposa ante la mirada atónita de la señora Bennet y otras señoras chismosas.
La fama del señor Darcy en Meryton había cambiado diametralmente. Ya nadie pensaba que era un hombre orgulloso y desagradable, sino más bien, un hombre bueno y generoso. Él se había encargado de pagar todas las deudas del señor Wickham y se había casado con una de las señoritas más queridas por la comunidad.
La ceremonia religiosa fue muy hermosa, y cuando el cura proclamó los votos, el señor Darcy tomó la mano de su esposa y repitió las palabras de amor, protección y lealtad a su amada Elizabeth. Ella no pudo evitar emocionarse, y besó a su esposo en la mejilla. Claro que esta vez sólo Georgiana lo notó. El resto de los invitados estaban pendientes de la pareja de recién casados.
Tía Amanda organizó una fiesta maravillosa en Netherfield y se encargó de mantener a la señora Bennet controlada para que Jane pudiera disfrutar. Todos se divirtieron mucho, salvo Lydia, que sabía que en pocos días debía partir rumbo a la escuela de señoritas. Además, ella estaba furiosa al ver que el guapo capitán Carter prestaba tanta atención a la tonta Mary mientras su hermano Robert ni siquiera le hablaba a ella.
"Sin duda alguna, la ceremonia de la boda fue muy emotiva, ¿no cree usted, señorita Mary?"
"Sí, y además el sermón del párroco fue muy acertado," replicó Mary. Ella se sentía un poco incómoda porque llevaba un vestido y peinado nuevo.
"Supongo, aunque debo confesarle que no estaba prestando mucha atención. Mi mente estaba ocupada en otros asuntos."
"¿No es usted devoto de nuestro señor, capitán Carter?" preguntó Mary alarmada.
"Lo soy, pero debo confesar que como soy un hombre de acción estoy más pendiente de que mis obras reflejen mi alma Cristiana más que de aprender o repetir sermones."
Mary miró por unos segundos al Capitán y pensó que era un hombre muy curioso. Él llevaba su uniforme de gala y se veía muy apuesto, por eso no comprendía por qué perdía su tiempo hablando con ella. "Bueno, creo que en eso tiene razón, Capitán. Si lo que creemos no va acompañado de nuestras acciones, es porque en el fondo no creemos tanto. Perdón, no sé si tiene sentido lo que dije," dijo Mary tratando de excusarse. Su padre siempre se burlaba de ella cuando trataba de explicar algo.
"No se preocupe, señorita Mary. Lo que dijo hace mucho sentido y está lleno de verdad," replicó Carter. Luego le contó sobre sus planes para los próximos meses y que muy luego sería ascendido al grado de Coronel.
"Carter, ¿qué le pasa a tu hermano? Ha pasado todo el tiempo conversando con la señorita Bennet y él nunca ha sido un hombre de muchas palabras," dijo Richard sonriendo.
"Creo que cuando está cerca de la señorita Bennet se vuelve muy elocuente, Coronel," replicó Robert. Él estaba contento por su hermano porque Mary Bennet era una buena muchacha, muy distinta a su desagradable hermana menor.
"Señora Lewis, quiero agradecerle por todo lo que ha hecho por nosotros," dijo Jane muy emocionada.
"No vuelvas a llamarme señora Lewis, ahora soy tía Amanda para ti. Además, no tienes nada que agradecer, Jane. El ver a mi sobrino tan feliz es la mejor forma de retribuir mis esfuerzos porque todo saliera bien."
"Tía, no sé qué hubiera sido mí si no me hubieras ayudado. Estaba tan perdido y tu me ayudaste a madurar y a darme cuenta que mi felicidad dependía sólo de mí," dijo el señor Bingley muy emocionado. Luego, besó la mano de su esposa y le dijo con mucha emoción, "Hoy es el día más feliz de mi vida, mi amada Jane."
"Charles, yo también soy muy feliz," replicó Jane sin poder parar de sonreír.
Jane y el señor Bingley estaban sentados disfrutando de la deliciosa comida junto a tía Amanda, su esposo, el señor y la señora Bennet, los Gardiner y los Darcy.
"Mi querida hija, dudo que haya una mujer más hermosa en toda Inglaterra, ¿cierto?" preguntó la señora Bennet a toda la mesa.
El señor Darcy estaba furioso porque su suegra no paraba de hablar sobre las virtudes de su hija mayor ignorando que su otra hija estaba sentada muy cerca de ella.
"Lo siento, señora Bennet, pero no comparto su opinión. Ante mis ojos, mi esposa es la mujer más hermosa y siempre lo será," dijo el señor Darcy muy serio.
"Muy bien dicho, así es como debe ser, señor Darcy," dijo la tía Amanda.
"Bueno, yo también pienso que mi esposa es la más bella de Inglaterra," agregó el señor Gardiner para distender el ambiente.
"Lizzy, tenemos mucha suerte de tener maridos tan galantes," agregó la señora Gardiner.
La señora Bennet vio cómo el señor Darcy la miraba y prefirió no decir nada más y permaneció en silencio comiendo. El hecho de que hiciera callar a su esposa, le hizo ganar al señor Darcy el aprecio de su suegro, al menos por unas horas.
Horas más tarde, Jane y el señor Bingley partieron de viaje de luna de miel a la playa, y gran parte de los invitados regresaron a sus hogares. Richard viajó a Londres con los Gardiners y al día siguiente, Georgiana y Kitty partirían rumbo a Pemberley con Elizabeth y el señor Darcy. Tía Amanda se quedaría unos días más en Netherfield para encargarse de organizar todo y dejar la casa lista para cuando Jane y Charles regresaran.
El señor Darcy miraba por la ventana de su cuarto en Netherfield con la mirada ausente. Ese lugar le traía tantos recuerdos dulces y tristes a la vez que no sabía muy bien cómo lidiar con ellos.
"Querido, está todo oscuro, ¿qué miras o en qué piensas?" preguntó Elizabeth.
"Nada en particular, mi querida esposa. ¿Sabes? Este es el mismo cuarto en el que me alojé la vez anterior que estuve en esta casa. En esa silla junto a la chimenea me sentaba a pensar en ti," dijo el señor Darcy y abrazó a su esposa.
"Espero que hayas pensado cosas buenas de mí," replicó Elizabeth.
"Siempre, sólo cosas positivas y en lo hermoso de tus ojos," dijo el señor Darcy besando la punta de la nariz de su esposa. "Querida, quiero decirte que me siento muy orgulloso de ti. Sé que tener que el reencuentro con tus padres no debe haber sido fácil, sin embargo mantuviste la calma y la serenidad en todo momento."
"William, a ti no puedo mentirte. Desde que tuve que huir de mi casa la relación con mis padres cambió para siempre. Ellos con sus defectos y virtudes me hicieron la persona que soy hoy, y por eso les debo respeto y gratitud. Pero prefiero mantenerme alejada de ellos, y por supuesto, si necesitan mi ayuda haré lo que pueda por asistirlos."
"Por eso te admiro tanto, mi amor, no sólo eres la mujer más hermosa de este mundo sino también la de mejores sentimientos."
"William, nunca te han dicho que eres muy exagerado."
"No, querida, no exagero. Tú aceptaste y protegiste a mi hermana cuando otras la hubieran despreciado. Eso es prueba irrefutable de tu bondad… y en cuanto a tu belleza, bueno, creo que tengo una idea de cómo poder demostrarte que eso también es verdad," dijo el señor Darcy y besó a su esposa.
"William… eres tan…" intentó decir Elizabeth, pero su esposo la sentó en su piernas en la silla junto a la chimenea y continuó besándola.
P&P
Unos meses después…
Elizabeth caminaba por el sendero que bordeaba el pequeño lago fascinada con todo lo que veía a su alrededor. Cuando ella llegó a vivir a Pemberley, los días eran muy cortos y fríos y la naturaleza parecía dormida. Además, en esa época la casa estaba llena de incertidumbre y tristeza y el futuro parecía tan desolador.
Pero en ese momento, el sol brillaba, los pájaros cantaban y en su casa todo era armonía y felicidad. Ella había regresado de su luna de miel el día anterior y Georgiana y Kitty regresarían al fin de la semana siguiente. Ellas se habían hecho muy buenas amigas y la Condesa las había invitado a pasar unas semanas con ella para permitir que Elizabeth y el señor Darcy tuvieran tiempo a solas. Además, ella se divertía mucho con las dos muchachas que le servían de compañía.
Elizabeth había leído la correspondencia y decidió salir a caminar cuando supo que su esposo estaba ocupado conversando con el administrador de la hacienda. Ella sabía que su marido era un hombre muy responsable y por eso ella prefería no interferir en su trabajo.
Ella tenía muchas cosas que comunicarle a su esposo y estaba pensando en ellos cuando el señor Darcy la encontró.
"William, qué bueno que tu reunión no tardó tanto. El día está maravilloso y me encantaría que me acompañaras a recorrer la parte este del parque. Me encanta caminar en medio del bosque con el sonido del río."
"A mí también me gusta mucho esa parte de nuestra propiedad. Además, podemos quitarnos los zapatos y refrescarnos los pies en el agua fría."
"Suena muy tentador," dijo Elizabeth. "Pero mientras caminamos deja contarte algunas buenas noticias. Mi tía me escribió para confirmarme que viajarán a pasar parte del verano con nosotros."
"Excelente noticia, los niños Gardiner tendrán mucho que hacer, y sé que Georgiana y Kitty los mantendrán muy ocupados."
"Pero ellos no son los únicos que nos visitarán. Charles y Jane también nos visitarán, se quedarán dos semanas con nosotros, y luego seguirán en viaje a Scarborough."
"Menos mal que tenemos una casa grande."
"Aún no he terminado, William. Anne, Arthur y los niños también vendrán a visitarnos y Anne dijo que me regalaría una copia autografiada de su primer libro."
"No puedo negarte, Elizabeth, que cada día me sorprendo más con Anne. Que se haya atrevido a huir de su casa, casarse y ahora que publique un libro… Hace un año atrás, mi prima apenas se atrevía a hablar, y ahora es una mujer felizmente casada."
"Ella se merece ser feliz. Y no sólo ganó un marido que la adora, sino también dos niños que necesitaban a una madre dulce y cariñosa como ella."
"Tendremos un verano muy agitado. Elizabeth, si prefieres suspender el baile de verano que pensábamos ofrecer…"
"No William, ahora más que nunca quiero ofrecer ese baile para que toda la comunidad no sólo me conozca a mí sino a toda nuestra bella familia."
"Como siempre, tienes razón querida."
"Pero tengo dos noticias más que darte."
"¿Más invitados?"
"No, de hecho tendremos que pedirle alojamiento a los Bingley para el fin del verano porque tendremos que viajar a Hertfordshire. El coronel Carter ha pedido la mano de Mary y ella lo ha aceptado."
"Debo confesarte, querida, que jamás me hubiera imaginado que tu hermana Mary se casaría tan pronto. Fitzwilliam es muy amigo de Carter y siempre ha hablado muy bien de él."
"Mi padre también le tiene mucho aprecio," dijo Elizabeth.
Elizabeth primero le contó a su esposo como Jane le había dado la noticia, y después como lo había hecho su madre. El señor Darcy no pudo evitar reír de buena gana con el relato absurdo de la señora Bennet.
"Tendremos un verano muy ocupado, señora Darcy. Tendremos que organizar el mejor baile de la temporada, recibiremos muchas visitas, tendremos la casa llena de niños y viajaremos a Hertfordshire."
"William, ¿te gustan los niños?"
"Sí, por supuesto. Me gusta mucho pescar y pretendo enseñarle a pescar a Matthe y a Luke."
"Ellos estarán felices… pero, no sé… William, yo…"
"¿Te pasa algo, Elizabeth? ¿Por qué estás tan nerviosa?"
"William… creo que, bueno no estoy segura aún, pero creo…"
"¿Qué crees?"
"Creo que estoy en cinta."
"Elizabeth, mi querida Elizabeth. Te amo tanto," dijo el señor Darcy riendo de felicidad. Luego tomó a su esposa en su brazos y la besó por mucho rato.
Ellos permanecieron por mucho tiempo en medio del bosque, rodeados de naturaleza riendo y conversando sobre el futuro mientras caminaban tomados de la mano.
FIN
Muchas gracias a todos los que siguieron la historia y dejaron comentarios de apoyo. El contador de vistas y visitas no funciona así que sus comentarios son la única forma de saber que hay alguien que está leyendo la historia.
La dejaré hasta el domingo 26 publicada por si desean releer o revisar alguna parte.
Nos vemos en "Oculto"
Saludos,
Yo
