Las historias usadas para esta obra no son de mi autoría, los derechos les pertenecen a sus respectivos escritores y/o dibujantes.
Qué tal compañeros, en esta ocasión tenía ganas de hacer algo distinto para el perfil, algo que siempre había deseado hacer desde que leí la novela de Fate Stay Night, espero les agrade la idea, sin más nos leeremos después.
Letra para diálogo: Cambria
Letra para pensamiento: Calibri
Letra para narración: Arial Narrow
El resurgimiento del rey
Capítulo 1
*Tintineo* Cadenas hechas de oro puro mantenían en su sitio al espíritu divino, docenas de ellas salían a través de portales dorados que distorsionaron el espacio a su alrededor.
-N-No, no puedo moverme. ¡¿De qué están hechas estás cadenas?! – Observó la construcción divina con terror, no comprendía como era posible que unas simples cadenas como estás podían retenerla por la fuerza. Intentó desesperadamente romper el agarre que estás tenían sobre ella, pero cada intento que hizo fue en vano.
Los pozos carmesíes contemplaron la escena con impaciencia, quería respuestas y las iba a obtener incluso si debía destruir la mente de la diosa para ello.
Momentos antes
Ella solo estaba realizando su trabajo como en cualquier otra ocasión, no había nada nuevo que realmente fuese digno de su tiempo, siglos de haber hecho el mismo trabajo hicieron que todo se volviese gris y monótono.
Esto eventualmente le llevó a que holgazaneara cada vez que tenía la oportunidad, clasificando las almas que llegaban a su dominio y despachándolas siempre con rapidez. Nunca se había preocupado por recordar a aquellos a los que mandó a otro mundo con la única tarea de vencer a cierto individuo que les ha estado causando problemas a los dioses.
A pesar de ser una diosa de alto rango, no sé esforzó por destacar entre los suyos o incluso continuar ascendiendo. Tal vez si fuese su yo de hace cientos de años, le habría importado él acumular suficientes méritos para entrar en él consejo de los dioses, pero estaba satisfecha con lo que tenía actualmente…
Si…
Todo iba bien para la diosa puesta a cargo de un fragmento del inframundo en uno de tantos mundos dentro del sistema de dios. Hasta que la alerta de un alma nueva entrando en sus dominios llamó su atención.
- ¿Hm? ¿Alguien nuevo? – Comió una de sus papas con aburrimiento, hace algunos minutos había enviado a un chico de Japón a otro mundo. No era más que otro candidato a aventurero que posiblemente moriría y decidiría reencarnar lejos de ahí, o en su caso viviría tranquilamente en lugar de cumplir con su misión.
Aqua tomó el libro de los muertos recientes, esperando obtener información sobre la próxima alma que debería apoyar durante su transición hacía el más allá.
«Nombre desconocido…»
Leyó el título con poco interés. Esperando que este fuera otro adolescente cuya muerte fue mundana.
…
…
…
Solo tras haber leído varias veces, fue que por fin se dio cuenta de que algo andaba terriblemente mal.
- ¿Eh? – La diosa no podía entender lo que estaba sucediendo. Pensó que tal vez se trataba de una broma por parte de otros dioses, ya que ella era famosa por tener un comportamiento bastante excéntrico entre sus compañeros, bebiendo el más exquisito de los vinos, presumiendo sus dotes y su estatus como una diosa del inframundo. No sería descabellado pensar que tal cosa podría suceder, ya que no se llevaba bien con varios de ellos, sobretodo, con otras divinidades cuya autoridad caía sobre el agua.
*Escalofrío* Eso trajo malos recuerdos para la diosa. Era bien sabido que no se llevaba bien con Enki y con Tlaloc por aquella broma que les hizo hace un tiempo en la cena anual, dónde solo los dioses de más alto rango eran bien bienvenidos.
Leyó el expediente del recién fallecido una y otra vez, buscando algo que le dijera quien fue aquel que preparó dicha broma de mal gusto. -Esto no puede ser verdad… - Era difícil de creer. Que esto fuese real, que la información de un mortal no cuadrase dentro del sistema, más con la figura que tenía frente a ella.
El contenido del registro no tenía ni siquiera una página completa, cómo si aquel que falleció no fuera más que un infante que ni siquiera tuvo la oportunidad de nacer correctamente en el mundo. Sin pasado, nombre o siquiera un origen.
¿Cómo es que llegó siquiera a la edad adulta?
-Esto no es posible. ¿Cómo un mortal como este, puede tener una historia de vida tan reciente? – Observó al hombre que se encontraba inconsciente frente a ella, pese al shock inicial, pudo notar que ni siquiera había despertado.
Volvió a leer el expediente una y otra vez en busca de una explicación.
«Murió de debilidad en las calles de Kobe, Japón»
«No existen más registros…»
Estaba tentada a llamar al alto mando para pedir una explicación. O siquiera comunicarle este hallazgo a otro dios de confianza, tal vez a alguna de sus amigas.
Pero… ¿Le creerían?
No podía proceder con los ritos necesarios para llevar su alma a uno de los tres planos principales destinados a aquellos que abandonaron el plano terrenal, sin una base que le indicara su alineación y actos en vida, estaba prácticamente en un estancamiento.
Estuvo a punto de hacer justamente eso. *Chasquido* Incluso había hecho aparecer un teléfono antiguo enlazado directamente con la dimensión del jefe de los dioses, su jefe.
Pero antes de que incluso pudiese llegar a tocarlo con su mano, esta se detuvo a mitad del camino. *Temblar* No tenía el valor para realizar esa llamada, no después de lo que sucedió hace trescientos años en aquel mundo donde no existía la magia.
-No puedo molestar al jefe por este altercado. Aún recuerdo lo que le hizo al dios menor que estaba a cargo del inframundo de esa dimensión, todo por el alboroto que hizo ese humano con la máquina del tiempo… - Los problemas que causó al cambiar su línea de tiempo innumerables veces, causó una catástrofe que amenazó con borrar todo el universo.
El dios a cargo de esa versión de Japón hizo caso omiso ante las señales de distorsión espacio temporal que se generaban cada vez que se activaba la máquina y saltaban al pasado. Todo eso se hubiese evitado si hubiese revisado el área con frecuencia.
Llamar a Deus por algo así es una mala idea.
No, no llamaría a su jefe. Al menos no hasta ver si podía resolver el problema ella misma. - ¡Soy una diosa! Cosas como estas deben de ser fáciles para alguien de mi rango. Lo único que debo hacer es esperar a que despierte y de ahí partiré para averiguar quién es con exactitud – Con un plan formándose en su mente, la deidad espero a que el rubio despertase de su sueño.
Para ella era el mejor plan de acción.
Despiértalo, obtén su nombre y una breve historia de su vida. Confiaba lo suficientemente en sí misma para detectar cualquier mentira o atisbo de falsedad en su tono, para ella esto era otro trabajo fácil del que no tardaría más de media hora en terminar.
Pero si era tan fácil…
¿Por qué se encontraba en esta situación?
Actualidad…
*Apretar* Aqua hizo una mueca de dolor al sentir que una de las cadenas apretaba su cuello con mayor fuerza. *Cof cof* Poco a poco el respirar se volvía una tarea cada vez más difícil, su captor no estaba siendo amable con ella, una diosa verdadera.
-Hm… - La paciencia del hombre dorado se estaba agotando. Ambas entidades continuaron observándose durante varios segundos, la chica estando aterrorizada del primero. -Mestiza. ¡Responde cuando te hablan! – La furia de Gilgamesh estalló al notar que estaba siendo ignorado.
*Clank* Uno de los portales dorados detrás de el reaccionó al llamado de su portador, trayendo a la existencia uno de los tantos tesoros de la vasta colección del héroe original. *Flash* Con una orden mental, una espada a dos manos se clavó justo detrás de la diosa. - ¡Eep! – Aqua chilló de terror cuando en arma legendaria pasó zumbando junto a su oreja, el cráter que dejó tras impactar era un claro indicativo de su verdadera fuerza como un noble fantasma.
"¿C-Como hizo eso? ¡Se supone que este lugar no debería permitir que seres de otros planos sean capaces de manifestar sus poderes!" La mente de la diosa era un caos total. Pese a la clara amenaza a su vida hace unos instantes, estaba más asustada por el hecho de que el humano tenía la capacidad de usar magia dentro de su dominio.
Estaba claro que este ser no era uno de sus humanos. Al menos no uno ordinario, si la increíble cantidad de poder mágico que estaba emanando era una señal. *Temblar* La presencia que podía sentir, le hizo recordar algunos de los relatos más antiguos de la humanidad, aquellos dónde el hombre tenía la capacidad de superar cualquier adversidad.
Un héroe verdadero.
Esa fue la primera palabra que le vino a la mente cuando volvió a ver aquellos ojos carmesíes, el rubio sonrió maliciosamente. -Así que te diste cuenta. Bien. Es un buen inicio después de todo – El hombre se cruzó de brazos, esperando una respuesta de la diosa.
- ¿E-Eres un dios…? – Y de repente hizo la pregunta que le tenía intrigada. Su aura apestaba a divinidad, una de las más fuertes que había podido sentir en el último siglo. Si tuviese que ponerlo en el nivel jerárquico de los propios espíritus divinos, estaría situado entre los más poderosos que conocía, incluso superando su autoridad.
*Clank* Las cadenas se apretaron más alrededor de su cuello, apenas permitiéndole respirar. – Tienes mucho valor para preguntarle eso al único rey verdadero. Considerando lo que los de tu calaña hicieron en el pasado - El veneno en su voz la tomó por sorpresa.
- ¿D-De… que… *Cof cof* estás hablando…? Nosotros no… hicimos… nada… – El rey estrechó la mirada, analizando la expresión de la diosa que tenía a su merced, le era casi imposible pensar que existiese alguien como ella.
Una criatura tan patética y débil no merecía ser llamado un dios. Por su experiencia con varios de ellos en la era de los dioses, sabe que son egoístas, orgullosos y despreciaban a los seres humanos. *Splash* Los dientes de Gilgamesh rechinaron con fuerza al ver que la mujer había comenzado a llorar de la desesperación que sentía. – Silencio, mestiza. ¡Estás colmando mi paciencia! – Los tesoros del rey salieron disparados hacia ella una vez más, está vez causando cortes superficiales.
Aqua guardó silencio, entendiendo claramente el mensaje. *Suspiro* Las cadenas que la aprisionaban se aflojaron ligeramente, permitiéndole respirar con normalidad. – Deberías estar agradecida. No te eliminaré, ya que necesito que me digas por qué estoy aquí y cuál es exactamente el propósito de este lugar – Gilgamesh no tenía compasión por los dioses. Ya fueron ellos los que trajeron la ruina sobre Uruk hace milenios.
Inanna, la hija de Anu. La diosa de la guerra y el amor, conocida por haber conquistado a cientos de hombres a lo largo de la historia, se había interesado por el gobernante de Uruk, pero pese a mucho insistir con la promesa de regalos y un placer que nunca jamás habría experimentado, el rey le rechazó y la expulsó del zigurat.
Indignada por tal trato a su magnificencia, en un arrebato de ira fue con su padre, el rey de los dioses para así poder vengarse.
Este evento causó que la diosa desatase al Toro del cielo, Gugalanna. La más poderosa de las bestias fantasmales de la antigua Mesopotamia, su poder era tal, que fue necesario el que Gilgamesh y Enkidu trabajasen juntos para poder destruirla.
Pero esto eventualmente llevó a la pérdida de su mejor amigo y a la casi destrucción de su reino, el antiguo gobernante de Uruk no culpo a los dioses por ese evento. Sabe que fue su propio egoísmo y personalidad lo que le llevó a ese punto.
*Rechinar* Ese recuerdo fue uno de los más tristes de la vida del rey de los héroes. Había sido la primera vez en su vida que experimentó el sentimiento de la perdida, ni siquiera una vez había pasado por su mente la muerte, por más que supiese que era un evento inevitable para los seres vivos.
Y ahora aquí estaba, frente a una diosa del inframundo a punto de ser enviado a uno de los tres reinos tras su fallecimiento. La chica de pelo azul ahogó un grito al notar que la mirada del hombre que la tenía aprisionada se estrechaba peligrosamente.
-E-Estas en el inframundo. Falleciste recientemente en la ciudad de Kobe, territorio del sol naciente… - No parecía que la diosa estuviese mintiendo, eso quiere decir que su cuerpo físico se descompuso en energía mágica, dejando solo el alma de un espíritu heroico.
Pero eso no explica cómo es que pudieron trasladar un alma con tal peso conceptual lejos del sistema del santo grial y de la erosión de Gaia ante algo tan viejo. El último ataque que realizó para poder escapar del grial mayor había tomado todo el que su Saint Graph tenía para ofrecer, dañándolo de forma irreparable, impidiendo así el que pudiera materializarse como un servant clase arquero.
Quién lo diría. Pensó. El rey de los héroes muriendo de debilidad, algo tan patético que ni siquiera debería estar a consideración.
Pero, por otro lado. Está el hecho de que aún había una diosa en el territorio del sol naciente. Los ojos carmesíes volvieron la mirada a la mujer que lo había sacado del cruel destino que los espíritus heroicos tienen una vez que la guerra del santo grial ha concluido. - ¿Cómo exactamente pudiste traerme aquí? Por lo que se. Ustedes deberían de estar en el reverso del mundo, la era de los dioses hace mucho que terminó – Gotas de sudor resbalaron por la frente de la diosa, ya que no podía comprender a qué se refería el hombre.
- ¡Responde, mestiza! ¡¿Cómo pudiste eludir a la contra fuerza y atravesar el mundo humano, solo para llevarte mi alma?! Es imposible que un espíritu divino pueda lograrlo, no tienen la autoridad necesaria para realizar hechicería de ese nivel – Aqua está vez logró captar algunos de los términos utilizados por el rey de los héroes, pero había dos que le interesaron.
Atravesar la realidad para llevarse el alma de un humano, una tarea simple para el sistema que se implementó hace más de cinco mil años. Que el rey dorado supiese de algo como eso, aunque erróneo en su haber, le terminó de confirmar que con quién estaba tratando, no era un simple mortal al que pudiese manipular para que hiciera lo que ella quería.
Y la otra cosa que llamó su atención era el término que usó, está…
Contrafuerza
Sonaba a algo con lo que no te querías meter, si era lo que estaba pensando, ese tipo resultaría ser un auténtico fastidio solo para poder procesarlo y continuar con su trabajo. Claro, si sale con vida de ahí primero.
Aqua se llenó de valor y le devolvió la mirada al rey dorado, por mucho que le tuviese miedo, no podía permitirse el que su orgullo fuese mancillado. -Tu alma fue trasladada desde la tierra del sol naciente… M-Mi deber es guiar aquellas almas que han fallecido prematuramente hacia el más allá – Está información no era algo nuevo para el hijo de Ninsun, la diosa ya le había dicho eso justamente cuando acababa de despertar. Antes de que pudiese responderle de forma cortante y humillarla un poco más, la mujer continuó con su explicación.
-Aunque desconozco gran parte de los términos de los que me estás hablando, puedo decir que la era de los dioses como le llamas, concluyó hace más de dos mil años en el mundo humano. Pero eso no quiere decir que no tenemos autoridad sobre los mortales si fuese necesario el intervenir – Los ojos del rey dorado se estrecharon peligrosamente.
-Explícate. Ahora. ¿Por qué pueden ir y venir del inframundo al mundo humano, si Gaia simplemente los expulsará junto a cualquier especie fantasmal? – Con esta nueva bomba lanzada, Gilgamesh se preocupó de que de alguna manera su bello jardín se estuviese viendo amenazado por la existencia de los dioses.
-Cómo expliqué hace unos momentos... Los dioses podemos intervenir en el mundo humano si llega a ser necesario. Gran parte de nuestro poder está sujeto a las creencias de la gente, mientras más seguidores tiene un dios, mayor es su influencia sobre el mundo.
Incluso cuando el hombre se haya apoderado de todo el planeta y la existencia de lo sobrenatural sea borrado de los registros de la historia, quedando como simples mitos y leyendas. Ellos aún creen en nosotros, a cambio de su adoración, los dioses velan por la seguridad y el bienestar de la humanidad como un conjunto – Aqua sonrió. Recuperando algo de su confianza una vez que le explicó al rey los motivos por el cual los dioses aún se inmiscuían en el asunto de los mortales.
-…
[Pensando...]
El espíritu heroico analizó las facciones de Aqua en busca de cualquier signo de engaño, los dioses eran famosos por engañar a los mortales y castigarlos por tonterías. Quedó demostrado por sus acciones en el pasado…
La era de los dioses había terminado hace dos mil seiscientos años, durante el gobierno del rey de los héroes en la antigua Mesopotamia. Las épocas siguientes dieron nacimiento a las leyendas de los héroes, personas comunes capaces de alcanzar niveles inhumanos, realizando hazañas que superaban toda lógica.
El propio rey de los héroes es un claro ejemplo de ello.
Creado para ser la piedra angular que conectaría el plano terrenal con el de los cielos, en un vago intento de continuar con su reinado y tratando de evitar que el mundo los borre, el propio nacimiento del propio Gilgamesh había sido una maquinación de los dioses.
Esperaban que este último obedeciera sus órdenes fielmente cómo la mayoría de sus creyentes en el pasado, pero se llevaron una desagradable sorpresa al averiguar que el hombre ya no los necesitaba. El rey de Uruk no quería que su bello jardín se viera manchado por el egoísmo y la altanería de los dioses, por lo que le invitó a su pueblo el no continuar adorando a los dioses; ese fue el comienzo del final de la era de los dioses y el declive del misterio, no siendo ni siquiera la sombra de lo que fue en el pasado.
Gilgamesh pensó durante breves instantes si lo que la diosa le decía era históricamente correcto. Por experiencia propia sabía que había tenido un papel importante en el final de la era de los dioses, pero jamás admitiría ese hecho.
La contrafuerza nunca permitiría que alguien escapase de su influencia, mucho menos que una diosa interviniera en el mundo humano con esa facilidad. La única posibilidad para que esto fuese posible, era que ya no se encontraba en su mundo.
-Hm. Es una posibilidad. Pero creo que sé lo que está sucediendo… - Gilgamesh se alejó de la diosa, analizando las posibles implicaciones de que esté fuera de la jurisdicción de Gaia y Alaya. Si lo que piensa es correcto, entonces no hay camino de regreso al trono de los héroes.
Lo único que le queda es resignarse y permitir que está diosa inútil le ayude a volver. –Oye, mestiza – Aqua chilla al notar que el rey dorado devolvió la mirada en su dirección.
- ¿S-Si? – Preguntó asustada.
- ¿Alguna vez, has escuchado sobre personas que han aparecido misteriosamente en tu mundo…? – Prefería ser directo. No le gustaban los juegos, sobretodo, si debía estar compartiendo espacio con un dios por más de cinco minutos.
-Hmm… ¿Si? Todo el tiempo en realidad – Una de las cejas del rubio se elevó con curiosidad.
¿Era normal aquí que almas de otros mundos entrasen en el suyo sin ninguna clase de penalización por ello? Aunque tiene algo de sentido. Sin la presencia de Gaia y Alaya, el misterio aún perdura en el mundo, por lo que no sería descabellado pensar que la transmigración a través de las dimensiones es realmente posible.
-Entiendo. Entonces se más o menos lo que ocurrió y cómo fue que llegué aquí – Invocando un trono dorado desde la puerta de Babilonia, el rey de los héroes se sentó y contempló a la desdichada diosa que aún permanecía bajo su control.
"Eso explicaría él porque siento que tengo acceso a todo mi poder. Sin la existencia de un contenedor de sirviente, el potencial nato que tiene un espíritu heroico puede ser aprovechado en toda su capacidad" Llegó a tales conclusiones tras darse cuenta de que no estaba limitado a la clase arquero, teniendo la capacidad de usar todo su arsenal, así como las habilidades que desarrollo y uso en su leyenda.
-Mestiza – La chica chilló tras sentir como la voz del rey le llamaba con un tono autoritario. - ¿S-Si? – Preguntó asustada ante el cambio tan repentino de personalidad.
-… Provengo de un mundo paralelo al tuyo. Fui transportado aquí justo antes de morir, probablemente por alguna entidad de increíble poder… - Eran pocos los que podían rivalizar contra el usando todo su poder, por no decir aquellos que pueden viajar a mundos paralelos. "Debió ser ese ancestro apóstol muerto…" Su poder no tenía comparación en cuanto a potencial mágico se refiere, tenía el nivel suficiente para equipararse a algunos de los magus más poderosos de la era de los dioses.
Zelretch, el mago mariscal. Uno de los magos verdaderos más poderosos de todo el multiverso, conocido por haber destruido el cuerpo físico del Ultimate One de la luna, Brunestud. Gracias a su dominio de la segunda magia, que le permitía acceder a una cantidad ilimitada de energía mágica, logró eliminarlo cuando activó su autoridad e hizo descender sobre el planeta una copia de la luna.
Muchos pensarán que este evento no sería considerado algo del otro mundo, una simple mancha en la historia humana que marcaría el final de un ciclo de tiempo, siendo la realidad totalmente diferente a esa. Ya que una hazaña así no podría ser lograda por cualquier espíritu heroico, ni siquiera con un noble fantasma anti fortaleza.
Un Ultimate One es la forma de vida más poderosa de un cuerpo celeste, más allá de lo que cualquier ser proveniente de la tierra tiene derecho a ser. No está atado a las reglas de la tierra al tratarse de una entidad ajena al mundo, por lo que conceptos como la muerte o el miedo son algo que no están dentro de su diccionario.
El ceño de Gilgamesh se arrugó tras recordar la abominación que se encuentra durmiendo en algún lugar de su bello jardín, lejos de la tierra del sol naciente. Su poder como un agente externo, fue suficiente para eclipsar por completo el suyo cuando estaba contenido bajo la clase arquero, si hubiese despertado durante la cuarta y quinta guerra del santo grial de Fuyuki, no tenía garantía de que podría haberlo detenido.
El despertar de un Type en la era moderna sería en evento catastrófico que significaría el final de la era común. Los perros de Alaya no podrían hacer nada en contra de una entidad que había decidido responder a la señal de auxilio del propio planeta, no está atado a las leyes del mundo, convirtiéndose en algo virtualmente imposible de eliminar.
Habría significado la destrucción de gran parte de la humanidad, esa entidad arrasaría con todo lo que entrase en contacto con su esfera de realidad, convirtiendo todo en parte de la atmosfera de su planeta original. Lo vio, durante la cuarta guerra pudo vislumbrar fragmentos de aquello que le esperaba al orden humano dentro de unos años.
En su momento le habría preocupado si todavía estuviera vivo o siquiera encarnado, hasta los eventos ocurridos en 2015. Pero ahora que está en el inframundo, lejos de la jurisdicción de Gaia y fuera del alcance de la raíz.
La oportunidad de reiniciar todo y convertirse en una leyenda más allá del remolino de la raíz.
Los ojos del rey brillaron con diversión ante esta nueva revelación.
¿Por qué debería volver a la era donde los humanos se habían vuelto débiles y patéticos, conformándose con el uso de la tecnología para compensar la falta de misterio en el mundo? Puede comenzar de nuevo en otro mundo, uno donde nadie le conoce. Puede hacer que Uruk vuelva a resurgir como uno de los reinos más poderosos, lo único que debía hacer era escapar del inframundo y viajar al mundo humano en alguna dimensión paralela.
Pero había un problema que hacía que sus planes se viesen ligeramente obstaculizados. La presencia de otras deidades fuera de aquel lugar donde se encontraba retenido.
Estos "dioses", eran seres más cercanos a un espíritu de la naturaleza de nivel medio, que verdaderos espíritus divinos provenientes de la era de los dioses, donde el misterio estaba al nivel de la verdadera magia.
"Hm. No es como si estos mestizos pudiesen detenerme, mi fuerza actual es suficiente para permitirme enfrentar una amenaza al nivel de las bestias…" Esta confianza se vio respaldada por el hecho de que actualmente su Saint Graph no estaba confinado al nivel de un sirviente. De alguna manera había superado el límite, estando su fuerza a la par o casi superando a varios de los espíritus divinos más poderosos de la era de los dioses.
El que alguien hubiese puesto sus manos sobre su Saint Graph era algo imperdonable. Se estaban metiendo con el origen espiritual de una persona, aquello que lo define a uno como individuo y establece su existencia individual, incluso si solo se tratase de una copia del alma verdadera almacenada en el trono de los héroes.
Si fue el vampiro el que hizo esto, entonces acababa de ganarse un enemigo que no descansaría hasta verlo muerto.
- ¿Enserio? – El rubio asintió a su pregunta.
-Correcto. Tengo una teoría sobre quien me pudo haber traído a este lugar. Un viejo vampiro con la capacidad de viajar a otros mundos…
Dime, mestiza. ¿Alguna vez has escuchado sobre un tipo llamado, Zelretch? – Aqua lo pensó durante unos instantes, tratando de encontrar la información solicitada en lo más profundo de su mente.
-Mmm… ¿No? Si alguien tan infame como él hubiese aparecido por aquí, estoy segura de que le recordaría. Usualmente lo hago con aquellos que me dejan una impresión duradera… - Estaba siendo honesta, el rey pudo ver qué su forma de actuar y lenguaje corporal no invitaron a una trampa preparada, solo para que baje la guardia y la suelte de sus ataduras.
Si bien el hacerlo sería un grave error de su parte. Dadas las circunstancias actuales, estaba seguro de que podría dominarla si intentase algo gracioso.
*Chasquido*
Y con un chasquido de sus dedos, las cadenas se desvanecieron en partículas de luz, volviendo a lo más profundo de su tesorería. -… ¿Eh? – Aqua estaba confundida por la repentina muestra de compasión, esperaba más interrogatorios por parte del espíritu heroico, pero el desenlace la sorprendió.
-Levántate, diosa tonta. ¿O es que la repentina muestra de misericordia por parte del único rey verdadero, ha hecho que no puedas hacerlo? – Preguntó el rubio con una sonrisa descarada. Aqua hizo un puchero al ser llamada tonta.
- ¡Oye! No tienes porqué llamarme así. Soy una diosa de alto rango, deberías estar agradecido de que no te castigue por haberte atrevido a tocarme – Hizo énfasis en las heridas que se estaban comenzando a cerrar.
-Tómalo cómo un castigo por traerme a este lugar. Además, no es que realmente esté mintiendo sobre varios aspectos de ti – Su sonrisa solo se hizo más amplia cuando la chica empezó a echar humo, no sé estaba tomando bien ser el blanco de sus bromas.
- ¡Eres insoportable! Dios o no, deberías de tener algo de tacto. No todas las personas tienen el mismo nivel de tolerancia, puedes encontrar a alguien que no tolere tus bromas y entonces vas a estar en un serio problema - *Thunk* Este último comentario terminó con la poca paciencia que le quedaba Una alabarda de dos metros de largo salió disparada de uno de los portales dorados detrás del trono convocado, pasando a través de la pinza para el cabello de la diosa.
- ¡Eep! – Aqua chilló por lo cerca que estuvo de convertirse en brocheta de diosa. – ¿Te atreves a hablarle así al único dios verdadero? Triste remedo de diosa. Tienes suerte de en vida haya sido conocido como alguien tolerante. Pero hasta incluso el más sensato de los reyes no soportará una falta de respeto como ese dos veces, vuelve a insultarme de esa manera y me encargaré de que tu existencia sea borrada del infinito – Para demostrar que no estaba jugando, elevó su poder mágico hasta el punto de haber eclipsado al de la diosa del agua.
El color desapareció de su rostro al ver que hablaba en serio.
-E-Espera. No hay porque apresurarnos hasta ese punto jeje. Me disculpo, no volverá a suceder… - Ella no era tonta. Sabía perfectamente que no tenía oportunidad de vencerle, sobretodo porque sus habilidades no estaban diseñadas para el combate, su autoridad radicaba en la capacidad de purificar y exorcizar, así como curar heridas fatales.
Este hombre no solo había demostrado un tremendo poder ofensivo con la cantidad de poder que está irradiando, sino que también tiene armamento capaz de retener y/o matar dioses. Observó la alabarda que casi le arranca la cabeza, dicha arma desprendía un sentimiento de odio tan potente, que podría asfixiar hasta la muerte a un humano.
¿Cómo consiguió el rey dorado un arma así?
Poco sabia la diosa que esa arma era el prototipo original del noble fantasma perteneciente a uno de los generales más infames de la mitología china, Lu Bu. Houtengeki o fuerza de dios, es un arma única, con la capacidad de desplegar una variedad de formas, permitiéndole al usuario atacar a larga o corta distancia según sea la ocasión.
La alabarda se desvaneció en partículas doradas antes de que Aqua siquiera pensase en tocarla, el rey no quería que su tesoro fuese manchado por manos divinas.
Volvió a mirar al rey de los héroes en busca de respuestas. Ya era momento de saber con quién estaba tratando.
- ¿Q-Que era esa arma? – Preguntó.
El rey sonrió ante su claro miedo. Disfrutaba ver a un dios ponerse nervioso ante la presencia de un mortal, demostrándoles que la humanidad es más de lo que ellos creen.
-Solo uno de los tantos tesoros que recolecté a lo largo de mi vida. Aunque no es uno de los de mayor calidad, no veo usar algo mejor ante una situación como esta – Una vena apareció en la frente de la diosa por el descarado comentario del rey de los héroes.
-Después de todo, todos los tesoros del mundo me pertenecen – Su arrogancia no tenía comparación. Si fuese cualquier otro mortal, habría dudado de sus palabras, ya que era imposible que alguien pudiese tener todas las riquezas del mundo.
Pero…
Había algo que le orilló a creerle. La cantidad de tesoros que podía ver a través de los portales le decían que hablaba solo con la verdad.
- ¿Quién eres…? – Preguntó con miedo.
-Llegados a este punto, creí que resulta ser algo obvio. Pero dada tu falta de capacidad para reunir las pequeñas pistas que te he dejado a lo largo de nuestro encuentro, puedo decir que eso será algo imposible para ti – Hizo alarde de su fuerza al abrir más portales a su alrededor, de los cuales emergieron alguno de los tesoros de mayor calidad dentro de su tesorería. – En aquel entonces, cuando la humanidad se encontraba más unida y no había tantas disputas como en la era moderna, existió un rey. Aquel que reunió todos los tesoros del mundo y fue aclamado como el héroe original.
*Escalofrío* Una fuerte sensación de pánico la invadió cuando escucho el discurso del rey, ella recordaba esa época. Mucho antes de que cristo caminara por la tierra, existió un reino en la antigua Mesopotamia, lugar de origen de los dioses del panteón sumerio.
- N-No me digas… - Solo hubo un rey con tales características.
Producto de la relación entre una diosa y un rey de la antigua ciudad de Uruk. Fue planeado para convertirse en el portavoz de los dioses dentro del reino de los mortales, aquel que llevaría a los mismos de vuelta a la gloría, solo para que el mismo se revelara y les repudiase.
- T-Tu eres… El hijo de Ninsun… - La sonrisa que le dio solo confirmó sus temores. Estaba frente al hijo de uno de los dioses del panteón sumerio. -Gilgamesh. El rey de los héroes. El héroe original… - Ahora si estaba en problemas. No había manera de que pudiese salir con vida de ese enfrentamiento.
Gilgamesh era bien conocido por tener una aversión legitima hacia los dioses, ya que lo castigaron matando a su mejor amigo debido a su arrogancia y enorme ego. Fue durante su reinado, que muchos dioses perecieron durante su asalto al inframundo, en su épica encrucijada para obtener la hierba de la inmortalidad.
*Palpitar* Aqua jamás había sentido un miedo tan primordial como el de esos momentos, la sola idea de tener que enfrentar a un semidiós sumerio que actualmente la superaba en poder la aterrorizó, no existe manera alguna de que pudiese vencerlo.
-El mismo – El rubio se regodeó al sentir el miedo de la diosa, era extrañamente refrescante ver como un ser divino se retorcía como un perro bajo sus pies. –Parece que comprendes correctamente la posición en la que te encuentras, mestiza. Esto ayudará a agilizar las cosas - Una botella de vino apareció en su mano derecha, junto a dos copas doradas. Procedió a verter un poco de su contenido y le pasó una a la diosa del agua.
-… ¿Eh? – El que le estuviese ofreciendo una copa de vino era lo último que ella esperaría, estaba esperando una muerte horrible a manos del pilar del cielo. Pero en lugar de eso, le ofreció algo que ella no podía resistir. – G-Gracias… - Aceptó la ofrenda de paz y se sentó en su propia silla, justo frente al trono dorado.
Durante unos instantes lo único que podía escucharse fue la respiración de los espíritus divinos junto al de vino siendo degustado, la diosa del agua tuvo que admitir que ese fue uno de los mejores que había probado en toda su vida.
¿Quién hubiese imaginado que los humanos del mundo antiguo tendrían una delicia fuera de su alcance? Quiso preguntar si el rey le permitiría tener una botella para ella misma, pero no se atrevió a decir nada mientras esos ojos carmesíes continuaban analizándola.
-Hablemos de negocios, diosa. Creo que has logrado darte cuenta de que no soy de tu mundo, mi yo alterno debió haber pasado por aquí hace unos dos mil años… ¿no es así? – La chica asintió lentamente en confirmación.
En la era más antigua, cuando los dioses aún caminaban en la tierra y podían inmiscuirse en los asuntos de los mortales, existió el tratado por el cual todas las almas tenían que pasar por un mismo plano del inframundo. Fue solo al final de la era de los dioses, con la derrota del toro del cielo y la posterior rebelión del hijo de dios y el hombre, que las tornas cambiaron.
-Si. Tu yo alterno fue juzgado en el Kur (Inframundo), dentro de los dominios de la diosa Ereshkigal. Fue un evento esperado por todas las deidades… - No se atrevió a decirle que su yo alterno fue condenado a una eternidad de sufrimiento por haberse atrevido a asesinar a una docena de dioses en su travesía para conseguir la inmortalidad.
Si esta versión del rey de los héroes tenía en su poder la tablilla de los destinos, los dioses estarían condenados. Era una de las pocas armas capaz de matar dioses, las demás existentes habían sido selladas por las demás mitologías.
-Hm… Ya veo. Mi otro yo fue tan estúpido como para dejarse capturar de esa manera, hay ciertas discrepancias en la historia que yo conozco – Fue una sorpresa para el semidiós escuchar que fue condenado en el inframundo a una eternidad de tormento, considerando que él había logrado escapar usando una técnica de meditación tan versátil, que los guardianes del inframundo no pudieron detectarlo.
Su alma no se quedaría en el kur como estaba destinado a ser, dado que era un habitante del panteón sumerio. El alma fue recolectada por la contrafuerza y enviada al trono de los héroes, un lugar cercano a la raíz, fuera del espacio tiempo mismo.
Honestamente debería estar enojado con los dioses por atreverse a condenarlo, incluso si se tratase de una versión alternativa suya. Pero dado que dicho evento fue hace más de dos mil años y ni siquiera tenía conocimiento de su existencia hasta hace solo un segundo, hizo que calmase y pensara las cosas con mayor detenimiento. *Suspiro* Ahora que tiene la información que quería acerca del mundo donde Aqua está a cargo, se dio cuenta de que nada serviría pedirle que lo envíe ahí.
La única forma sería lograrlo por su cuenta, una tarea extremadamente sencilla para el rey de los héroes.
-Me gustaría saber algo, diosa. ¿Existe algún mundo donde no haya alguna iteración mía? Preferentemente uno donde no exista Inanna… - Esto último lo dijo con veneno en su voz. Aqua podía entender su disgusto por la diosa de la fertilidad y el amor, esa mujer era insoportable durante las reuniones anuales celebradas en el palacio de los dioses.
-Puedo entender tu frustración y enfado cuando hablas sobre Ishtar. No es una deidad muy respetada dentro de la jerarquía de los dioses. Después del evento que acabó con la era de los dioses en nuestro mundo, fue castigada por Anu, prohibiéndole dejar los cielos por mil años… - Gilgamesh sonrió al ver que una versión de esa diosa pervertida por fin había recibido un justo castigo, incluso si solo fuese recluida por poco tiempo para los estándares de un dios.
Aunque realmente le sorprende que existan tantos dioses en este multiverso, creía que la mayoría habían sido aniquilados por el titán blanco hace más de diez mil años. Aunque si no podía sentir a la contrafuerza, entonces tal vez esa catástrofe jamás golpeó al planeta.
-Y para responder a tu pregunta… Sí. Existe un mundo en particular donde los dioses de la tierra nunca considerarían ir, dada la falta de culto que les adore, su poder quedaría anulado una vez que atraviesen el umbral que separa el inframundo con el mundo humano… - El rey lo pensó durante unos instantes, considerando si era una buena idea ir ahí.
-Dime, diosa. ¿Mi leyenda llegó a ese mundo? – Aqua negó ante su pregunta.
-N-No. Las leyendas de la tierra no tienen cabida en ese mundo. Héroes legendarios como Hércules, Gilgamesh o Arthur Pendragon se mantienen separados de ese plano, varios de ellos por haber ascendido a un nivel comparable al de los propios dioses – Eso no era una sorpresa.
Heracles era conocido como el dios de la fuerza. Un héroe legendario que, tras su muerte y posterior juicio, fue aceptado por los olímpicos y ascendió hasta convertirse en un dios completo.
-Interesante… ¿Qué necesitaría yo si desease ir a ese mundo? – Le preguntó con interés. Pocas cosas en el mundo despertaban su curiosidad, esta era una de ellas. La oportunidad de continuar su leyenda en un mundo diferente, fuera de la jurisdicción del panteón sumerio y de la contrafuerza, donde sus hazañas serían reconocidas por generaciones, ya sea como un rey sabio o como un tirano que gobernó su reino, que a pesar de las atrocidades que hizo en vida, fue considerado el gobernante con el reino más próspero de toda la historia pan-humana.
Aqua no podía creer lo que estaba escuchando. ¿El infame rey de los héroes le estaba pidiendo permiso para reencarnar en el mundo que actualmente está vigilando? ¡Esa era una pésima idea! Si logra derrotar al rey demonio, en cuyo caso no duda de que puede lograrlo con suma facilidad, será un problema incluso peor para poder lidiar con él. Tan solo el poder que irradiaba en ese momento fue suficiente para eclipsar a varias deidades primigenias, no podía imaginarse que tan poderoso era en realidad si decidiese usar su arsenal completo.
-Jejeje… ¿Por qué te gustaría ir a un mundo como ese? No hay realmente nada interesante que pueda serte de utilidad, el nivel de tecnología es considerable al de la era en la que tu gobernaste.
Por la ropa que utilizas, puedo decir que estuviste un tiempo en el mundo humano actual, ¿verdad? No creo que te sea útil un mundo así… - Contrario a lo que esperaba, una sonrisa sádica adornó el rostro del rubio.
-En realidad resultaría en todo lo contrario. La humanidad de la era actual es patética, se han vuelto débiles, dependientes de la tecnología. Con un deseo de supervivencia y ansias de superarse tan bajos, que bien podrían ser considerados ganado…
Los humanos de mi era, fueron fieros guerreros que deseaban proteger a su familia de cualquier amenaza. Incluso si les costase la vida, no dudarían en enfrentar al peligro de frente. Ese tiempo es lo que busco, una humanidad fuerte, unidad y decidida; si los humanos de ese mundo se encuentran aún en la era de los dioses, eso quiere decir que el nivel de amenaza es considerablemente alto… ¿me equivoco? – Preguntó con una sonrisa en sus labios. – Geh… - Su sonrisa solo se amplió al saber que había acertado, no necesitó de activar Sha Naqba Imuru para resolver un misterio tan simple.
¿Por qué la diosa guiaría almas jóvenes fuera de la continuidad del espacio tiempo, sino es para reencarnarlas en otro mundo? Fue fácil de descubrir una vez que le habló de ese mundo. Aqua no aparecía en ninguna de las mitologías de la tierra, ni siquiera en las del panteón sintoísta al cual dice pertenecer.
Aunque…
Puede ser una posibilidad remota. Pero tal vez esta era una de las tantas encarnaciones de alguna diosa del agua, según fuese la cultura que les brindase adoración. Un ejemplo de esto era el aspecto romano del dios de los cielos, Zeus. Cuya entidad y personalidad variaban según fuese el caso, ya que era conocido como Júpiter en la mitología romana.
-Solo dime como llegar a ese mundo. No es necesario que me reencarnes de la forma tradicional, encontraré la manera de lograrlo por mi cuenta – La confianza en su voz era un indicativo de que estaba diciendo la verdad, no era una amenaza sino un hecho. Algo tan sencillo para un espíritu divino de tal nivel, que la sola idea de considerarlo sería una grave ofensa a sus capacidades como un dios.
Por lo poco que pudo interactuar con el rey de los héroes, se pudo dar cuenta de que no tenía la presencia de un semidiós como Heracles o incluso como Setanta. Su presencia estaba al nivel de un dios primordial, superando a varios de sus congéneres.
Sin más opciones, decidió ir con la verdad. Tal vez estaría condenando al mundo donde le enviase, pero prefería eso a tener que ser eliminada sin la capacidad de volver a reformarse más adelante, un pensamiento egoísta que le podría costar caro en un futuro.
-B-Bueno. En ese mundo existe una entidad poderosa que le ha estado causando muchos problemas a los dioses. El nivel de peligro se ha disparado en los últimos años, hordas de demonios han estado arrasando el mundo y por esa razón ya nadie quiere reencarnar ahí.
Por eso los dioses se nos ocurrió la genial idea de enviar almas de personas jóvenes de otros mundos para poder solucionar el problema… - Aqua esperaba que esto fuese suficiente para saciar la curiosidad del rubio, caso contrario, solo aumentaría su interés o lo enfurecería más.
-Me estás diciendo, que envías a simples mestizos para lidiar con una amenaza al nivel de un dios, sin preparación o capacidades mágicas natas… ¡¿Eso es lo que estás tratando de decirme?! - *Boom* Su poder estalló en reacción a su inmensa ira. No podía creer que los dioses hiciesen algo tan estúpido como eso, no es de extrañar que nadie quiera volver si los "héroes" reencarnados ni siquiera pueden hacer algo para defenderse.
- ¡No, espera! ¡Lo estás entendiendo todo mal! No enviamos a la gente a morir, les brindamos un arma o algún poder especial para que puedan fortalecerse a lo largo de su viaje. Si logran vencer al rey demonio y graban su leyenda en el mundo, se les brindará un favor por parte de los dioses. Cualquier cosa que puedan desear será posible concederlo – Aun si le brindaran un arma al nivel de un noble fantasma, se trataba de simples mortales sin ningún talento mágico. Morirán en el camino o fracasarán al ver que la tarea encomendada resultaría ser casi imposible de lograr dada la amenaza a la que se tienen que enfrentar.
Pero había algo que llamó su atención de aquello que dijo la diosa. ¿Tienen la oportunidad de fortalecerse? Eso podría ser posible, dado que se encuentra lejos del remolino de la raíz, la humanidad de este multiverso podría haber sufrido una evolución diferente, así que el sistema mágico tendrá diferencias al de su mundo de origen.
- ¿Cómo exactamente se fortalecen? Simples mestizos no deberían poder alcanzar el nivel de los héroes mitológicos, a menos que el sistema de ese mundo sea diferente al de la tierra. ¿Es así? – Aqua asintió rápidamente.
-Así es. El sistema mágico de ese mundo es distinto al de la tierra, ya que utiliza círculos mágicos para poder canalizar el poder mágico del lanzador. Todos los seres vivos tienen aptitudes mágicas, no importa que se trate de un humano reencarnado, podrán utilizar magia y fortalecerse una vez que inicien su aventura – Eso era ciertamente interesante. Formal Craft utiliza la energía del ambiente para canalizarla y poder así realizar misterios, dado que ese mundo aún se encuentra en la era de los dioses, el misterio debe estar a la par con la verdadera magia.
Si solo debe llegar a ese mundo y vencer al rey demonio, esto resultaría ser más fácil de lo que esperaba. Podría unificar a la humanidad y crear un imperio poderoso que será recordado por milenios, la leyenda del rey de los héroes resurgirá con toda su fuerza.
-Me has convencido, diosa. Me encargaré de su pequeño problema personalmente – Aqua parpadeó sorprendida. No esperaba que fuese tan fácil el deshacerse de este tipo, esperaba otro interrogatorio como el de hace unos minutos o incluso el convertirse en un alfiletero viviente, pero en lugar de eso, estaba de acuerdo en ser procesado y enviado a ese mundo.
"Espera. Si lo reencarno por medio del sistema… Jejeje. ¡Si! ¡Eso resolverá mi problema!" No tendría que darle explicaciones a su jefe sobre porque un dios había descendido al mundo mágico, lo único que tiene que hacer es enviarlo por la vía legal y todo quedaría resuelto. –De acuerdo. ¿Te gustaría llevar contigo alguno de nuestros talentos? Puedes agregar algo a tu arsenal, sé que podría ser de ayuda jeje – Ella hizo una pose exagerada antes de mostrarle un catálogo con varias armas y habilidades que serían considerados nobles fantasma si estuviesen en su mundo.
Gilgamesh contempló si debía o no aceptar la oferta de la diosa. Muchas de las habilidades y armas que le mostró ya las tenía dentro de su tesorería, incluso construcciones divinas.
-No existe nada dentro de tu selección de habilidades y armas que pueda serme realmente útil. Muchas de ellas ya residen dentro de mi tesorería, conseguir algo como esto resultaría ser solo una pérdida de tiempo – Cerró el libro de golpe y se lo lanzó a la diosa, que chilló al ver un proyectil ir directamente hacia ella con la fuerza suficiente para aniquilar a una bestia mágica de bajo nivel.
- ¡Eep! – Logró salir de la trayectoria del catálogo justo antes de que este impactara contra su rostro. "No, esto no puede estar pasando. ¿Realmente posee armamento divino como Arondight o espadas demoniacas como Gram y Dainsleif?" Pese a su alarma y falla en sus planes, en el fondo sabía que era verdad.
El rey de los héroes posee todos los tesoros del mundo, eso incluye armamento de distintas mitologías y áreas. Lo intuyó por la lanza china con la que le disparó o las espadas occidentales que le provocaron decenas de laceraciones en su piel de porcelana. –E-Entiendo. Entonces, si fueses tan amable de pararte en el círculo mágico, te enviaré al mundo en el cual podrás reencarnar con un cuerpo mortal… - Intentó una última vez hacer que el hombre fuese reencarnado por medio de su sistema, pero este jamás abandonó su trono.
- ¿Y quién te dijo que reencarnaría por medio del favor de los dioses? Creo recordar que te había dicho que encontraría la manera de manifestarme en el mundo, no necesito de tu ayuda para lograrlo. Lo único que requiero son las coordenadas del mundo o un pasaje para poder atravesar el inframundo - *Tap tap* El rey golpeo el reposabrazos de su trono con impaciencia, sabía que la diosa lo estaba guiando a una trampa en el momento que le ofreció enviarlo a ese mundo.
-P-Pero es la única manera que conozco para que puedas llegar a ese mundo. ¡Está demasiado lejos para que siquiera intentes llegar por medio de la magia de viaje rápido! – Ella se refería a la capacidad de algunos dioses para trasladarse a distancias estelares en tan solo un segundo, se requería de una inmensa cantidad de poder mágico para lograrlo y tenía la desventaja de no poder atravesar la barrera dimensional que separaba el plano terrenal del inframundo.
-Eso no resultará ser un problema, diosa – Para demostrar que hablaba enserio, convocó un portal mucho más grande que cualquiera de los que había traído a la realidad con anterioridad. De dicho portal emergió una nave de luz que dejó sin habla a la diosa, la energía mágica que podía sentir de ella era sencillamente abrumadora. –Si ese lugar se encuentra más allá del límite entre el mundo mortal del cual tienes jurisdicción y el inframundo, entonces será sencillo para el rey de los héroes el tener un tesoro capaz de lograr esa hazaña. Cosas como viajar más rápido que la velocidad de luz y atravesar dimensiones, tienen que tener un tesoro divino capaz de igualar una hazaña que solo se puede lograr por medio de la magia – Aqua entró en pánico. Ese tipo estaba a punto de saltar lejos del inframundo, algo que resultaría impensable y literalmente imposible para un mortal, semidiós o no.
-E-Espera. No puedes irte, así como así. ¡Mi jefe me castigará si se entera de que no logré enviarte por medio del sistema de reencarnación! – Gilgamesh observó a la diosa, cuyo rostro perfecto comenzó a mancharse debido a las lágrimas. Si fuese cualquier otra mujer y no una diosa, el rey de los héroes la habría considerado hermosa, sin duda mucho mejor que esa diosa inútil de Inanna.
* (Si tan solo supieras en lo que te estas metiendo, Gil…) *
-No es mi problema, diosa. Puedes decirle al dios supremo de tu panteón que no me importa lo que piense sobre mí, no quiero tener que inmiscuirme de nuevo en los asuntos de los dioses. Si estoy aceptando ir a ese mundo, es para poder volver a vivir según mis propios términos… ¡Ahora! ¡Dime donde este ese reino antes de que mi paciencia se agote! – Para demostrar que hablaba enserio, decenas de portales apuntaron hacia la diosa, que salto y se escondió detrás de su silla, en un vago intento por protegerse de la lluvia de armas.
-D-De acuerdo. Solo por favor no me hagas daño… - *Chasquido* Un portal de observación se abrió en medio del espacio, el cual le permitió observar la realidad donde se encontraba el mundo mágico. – Hoh. ¿Así que ese es el mundo mágico? – Estudio la masa de tierra con sumo interés, trazando lo continentes en busca de imperfecciones. Podía trabajar con ello, una vez que logró tener las coordenadas de ese mundo, viajar a esa dimensión no resultaría ser un problema para él.
-Bueno, fue ciertamente interesante conocerte. Pero me temo que tengo cosas que hacer, diosa tonta… Esta será la última vez que nos veremos – Gilgamesh subió a su nave de luz, sin importarle la opinión de Aqua al respecto.
- ¡Espe…! - *Destello* Aquello que iba a decir murió en su garganta una vez que la nave del rey de los héroes desapareció de la existencia, desplazándose a través del espacio tiempo más rápido que la velocidad de la luz.
…
…
…
La dimensión de bolsillo quedó en un profundo silencio una vez que el noble fantasma despegó, dejando a la diosa en estado de shock. -… ¿El simplemente saltó a ese mundo por su cuenta? – Pensó que se trataba de un alarde por su parte, no creyendo posible que un tesoro como ese realmente pudiese lograr una hazaña así. Pero de nuevo, ella había visto barcos mágicos con capacidades similares provenientes de la mitología hindú.
Una vez que el shock inicial pasó, se dio cuenta de que se iba a meter en muchos problemas si el consejo se enteraba de lo que acababa de suceder. ¡¿Pero que podía hacer?! Ese tipo literalmente saltó más allá del espacio tiempo sin haberse sometido al sistema de reencarnación, si su jefe se enteraba, la iban a castigar de formas que ella jamás se imaginaría.
¡Ese estúpido rey doradito no se saldría con la suya! No podía simplemente irse y dejarla a su suerte, así como así. Por mucho que le gustaría dejar las cosas como están, sabía que tarde o temprano alguien se daría cuenta de su metida de pata y notificarían a su jefe, lo único que podía hacer era esperar a que ese tipo lograra la hazaña y que nadie se enterase hasta entonces.
Si, puede funcionar. Lo único que tenía que hacer era vigilarlo…
*Destello*
Un círculo mágico apareció bajo sus pies. - ¿Eh? – Fue lo único que logró decir al ver lo que ese símbolo especifico de runas significaba.
[Diosa Aqua. El consejo de los dioses ha decidido castigarte por permitir que un alma se reencarne por la fuerza fuera del sistema de dios]
De los cielos descendió una mujer con alas doradas. Aqua reconoció instantáneamente de quien se trataba. – Isis… - La mujer alada era la diosa de la sabiduría y la magia, uno de los dioses más poderosos del panteón egipcio. Si ella estaba aquí, eso significaba que su jefe había sentido el poder de Gilgamesh y envió a alguien para solucionar su metida de pata.
- ¿Deus te envió aquí? - Preguntó con miedo en su voz.
[Correcto. Sintió una perturbación cuando esa alma liberó parte de su poder. Jamás esperábamos que tuviese ese nivel de divinidad]
Isis entrecerró los ojos tras notar que Aqua se ponía nerviosa. Pese a saber que no había sido su culpa el que esa versión del rey de los héroes cállese en su dominio, si fue culpable al no poder convencerlo de reencarnarse por medio del sistema.
[Como castigo por dejarlo escapar, debes encontrarlo y ayudarlo a completar su misión. Descenderás al reino de los mortales, experimentando la vida como uno de ellos. No podrás regresar al cielo hasta que el rey demonio sea exterminado]
Sus alas se abrieron, haciendo alarde de su poder y estatus como una diosa principal dentro del consejo. Aqua solo pudo llorar al darse cuenta de su destino. - ¡Espera! Soy una diosa que posee poderes curativos, no tengo aptitud para el combate o una velocidad incomparable. ¡Solo seré un estorbo! ¡Ese tipo jamás me escuchará! – Isis sonrió sádicamente al ver la desesperación de la peli azul.
[Ese es tu castigo por no poder cumplir tu trabajo. El jefe fue indulgente en está ocasión, creo que recordarás lo que sucede a los dioses que no cumplen su trabajo de forma correcta… ¿verdad?]
*Tragar* Sabía a qué se refería. Cuando un dios incumple sus tareas y este error amenaza el balance natural de las cosas, el castigo por atreverse a hacerlo es el olvido. Su yo individual es destruido, eliminando sus recuerdos y experiencias previas.
Ese fue el destino del dios sintoísta que permitió que su universo casi fuese destruido por las maquinaciones de un mortal. –Y-Yo… entiendo. Haré todo lo que pueda para que ese tipo cumpla con su misión… - Agachó la cabeza en señal de derrota. Prefería descender al reino de los mortales con un cuerpo de carne y sangre, que ser borrada de la existencia solo para que otra versión de sí misma tome su lugar.
[Perfecto. Que tengas un buen viaje, Aqua. Tomaré tu lugar como guardián del inframundo hasta que logres acabar con el rey demonio]
Eso fue lo último que escuchó antes de que todo se volviera blanco.
Fin del capitulo
