Pasaron los días, metido en cuidados mientras Bárbara trataba las heridas y lo curaba por completo. Sentía como si el cuerpo fuera purificado, no estaba seguro si solo eliminarán las heridas que recibió hace unos días.

– Ok, creo que con esto ya es suficiente para salir de la Catedral. Significa que podrás volver a ponerte de pie, pero te advierto Aether, en este momento no puedes pelear o sentirás ardor. Tomará un tiempo para que puedas recuperar tu estado original, y cuídate mucho, si te lastimas o recibes una herida puede complicar el proceso de regeneración...¿entendiste? –.

Aether se levantó lentamente, sentado en la cama y sintiendo el tono de la diaconisa muy amenazante detrás del espejo.

– Ok, Bárbara...te agradezco mucho que te hayas esforzado en curarme estos días, para pagártelo cumpliré con todo lo que dijiste –. Sonrió a su reflejo mirándola justo detrás, porque sabía que estaba suplicando para no volver a lastimarse.

– Lo hago porque es mi trabajo, pero eres importante para mí y no descansaría hasta verte sano de nuevo, eso hizo que me esforzara el doble. Yo más que nadie me gustaría verte con tu familia y ayudarte, pero lo único que puedo hacer es curarte tus heridas y rezar por ti, por eso siempre te dije que vinieras si tuvieras algo lastimado para sanarte –.

– Cuando regrese a mis viajes, prometo que vendré a pedírtelo. Espero volver a verte en estos días, quizás puedas hacer esa bebida picante tuya para pasar un día juntos –. El viajero no pudo ocultar su gratitud, dándole un abrazo sin darse cuenta de la sorpresa que se llevó Bárbara.

– Oh... –. La chica de cabello rubio correspondió, pero preguntándose porque ella, ocultando la cara sobre su hombro mientras sentía las mejillas calientes.

– ¡Por favor, cuídate mucho por todos nosotros! –. Fue lo único que Bárbara le pidió, hablando tímidamente por el abrazo pero aferrándose a él para hacérselo saber.

– Descuida, ya he aprendido la lección y no volveré a asustarlos, especialmente tampoco quiero tener que visitarte para hacerme revisiones, lo quiero hacer solo para verte...porque entonces significaría que estoy cuidando de mi mismo –. Aether sintió una calidez en su corazón, sonriendo mientras ya estaba con la mentalidad de pensar en si mismo y el cariño que realmente tienen todos de él.

La luz del sol le dió la bienvenida a un nuevo día, estar de pie y encontrarse con las murallas rodeando la pequeña ciudad le trajeron nostalgia. Ciertamente podía ver muchas edificaciones desde la puerta de la Catedral, mientras la brisa envolvía sus brazos.

"Ok, vamos al Gremio y directo al grano".

No apresuró su marcha, tenía tiempo de sobra, tampoco quería tropezarse y provocar algo en su cuerpo mientras se sigue recuperando. Estaba nervioso, una sonrisilla tensa lo seguía en el camino hasta el puesto de Katheryne.

– Espera...¡¿es él?! –.

– ¡El viajero!, ¡¿sigue vivo?! –.

– ¡¿Es un fantasma?!, ¡su alma es tan bondadosa que aún quiere ayudarnos! –.

– La catedral informó que estaba muy grave, pero parece que Bárbara hizo un gran trabajo con él y lo salvaron. Realmente esos acechadores la pagaron con él, eh...pobrecito –.

Cuando el distinguido viajero se presentó en las cercanías del centro de la ciudad, la gente se congregó para acercarse mientras observaba con mucho silencio lo que les diría.

Un minuto después de discutir algo con la recepcionista, se dirigió a todos para observar su estado, preocupados luego de la forma en que fue trasladado la última vez.

– H-hey, hola a todos; han pasado unos días extraños seguramente en el festival por culpa mía, no puedo estar más avergonzado y culpable por ser descuidado, arruinándoles días especiales. Les vengo a informar mi receso de actividades en el gremio y que no estaré aceptando encargos hasta estar recuperado, debo permanecer en reposo hasta sentir bien mi cuerpo por las heridas que me hice...les pido perdón si llegué a preocuparlos –. Aether bajó la cabeza de forma educada, un pequeño ahogo traicionó la culpa en su pecho.

– No caballero honorario, saber que todo fue un susto nos alivia a todos...realmente estábamos muy asustados y nos sentimos algo culpables también, no importa la dificultad del encargo, siempre los ha tratado de hacer con éxito sin importar los daños –. Sara, quién se ocupa del Buen Cazador hizo levantar la cabeza mientras sus ojos dorados brillaban entre lágrimas sin salir.

– Perdónanos por haber abusado de tu amabilidad, sabemos que estás desesperado por encontrar a tu hermana y no te hemos mostrado nuestro apego ni algo de apoyo con eso, verte acompañándonos siempre trae mucha felicidad a la ciudad, debimos habértelo demostrado de alguna forma –.

– Nos gustaría que seamos parte de tu familia también, todos somos tus amigos, viajero –.

Las miradas y palabras de los lugareños ablandaron el corazón del viajero. Cerró los ojos y bajó la cabeza con la mano en el pecho descubriendo la verdad, se iba a desbordar de emoción.

No se trataba porque su cuerpo estuviera lleno de cicatrices, eso fue algo que se pudo evitar pero ya no había vuelta atrás.

– ¡¡¡¡AETHER!!!! –. Gritos femeninos lo envolvieron sorpresivamente después que se metieron entre la multitud y no soportaron más estar escondidas.

– ¿Fischl?, ¿Mona? –. El viajero sintió un repentino escalofrío cuando lo rodearon con sus brazos, las dos estaban llorando casi emocionadas provocándole una sorpresa inesperada.

– ¡Que bueno que estés vivo!... –.

– Mejor dicho, que bueno es que hayas sobrevivido. ¿estamos lastimándote con nuestros brazos? –.

– Eh, no, no se preocupen...realmente están teniendo cuidado conmigo y se los agradezco. Parece que los preocupé a todos –.

Bennett y Razor estaban más alejados mientras lo observaban especialmente en las partes reveladas de sus cicatrices tan estrechas y de diferentes formas.

– Aether, amigo, luces como si mi mala suerte no fuera tan mala a comparación de lo que te pasó. Me gustaría abrazarte pero no quiero que te caiga un rayo o te rompa un hueso, ya sabes... –. El pobre aventurero de visión Pyro estaba más cuidadoso de la cuenta y mantuvo distancia.

– Hey, ven aquí...no digas eso, los extrañé a todos y estaba asustado de no poder verlos nunca más. Ya nada me puede matar –.

Aether fue con una cara sonriente de lágrimas y abrazo él mismo al chico de cabello blanco, escuchándolo llorar también luego de corresponderlo.

– No vuelvas a asustarnos de esa manera...incluso yo me sorprendí que hayas salido ileso de todas tus aventuras hasta ahora, no siempre puedes tener un final feliz en todas –.

Aether y Bennett compartieron una carcajada, Fischl y Mona sonreían con algo de dolor cuando vieron las partes descubiertas de la piel del rubio, con todas las cicatrices.

Él trataría de acostumbrarse a ver eso en su cuerpo, Razor se acercó para tomar su mano quien seguía analizándolo.

– ¿Lupical siente dolor? –.

- No, Razor...afortunadamente. Solo debo cuidarme y no hacer nada peligroso durante un tiempo. Gracias por rescatarme, si no hubieras estado ahí en ese momento no podría estar aquí parado para decirte que me salvaste la vida -. Aether tomó las manos de Razor, no sabía cómo devolverle el favor siendo sincero en su rostro.

– Cuando vuelvas o necesites compañía, avisa y estaré ahí...Lupical no está solo –.

El viajero dejó escapar una sonrisa brillante a la luz del sol, con una risa conmocionada y de lágrimas ardientes cayendo por las mejillas. Disfrutando de la atención que jamás había imaginado recibir por parte de la gente, y especialmente porque las palabras de Razor lo calentaron en el pecho.

– Me alegra que todos sean mis amigos...lo valoraré por siempre –. Habló con los labios tambaleándose de una alegría inmensa.

Amber se encontraba de rutina vigilante y Eula la acompañó, Noelle estaba ayudando a Lisa con varios libros en la biblioteca, Jean sigue trabajando por la ciudad; Aether solo quedaba nuevamente a solas en Mondstadt pero con su compañera y una atmósfera diferente en cuanto al recibimiento o el comportamiento de los ciudadanos con él cuando se acercaba, a pesar de que pudiera parecer lo mismo de siempre.

– Creo que haber estado tanto tiempo en cama, me está dando ganas de recordar los viejos tiempos cuando estuvimos en el Buen Cazador –. Aether quiso compartir una mirada de complicidad con Paimon, pero ella estaba algo nerviosa.

– Ahora que Paimon lo recuerda... –.

– ¡Viajero, Paimon!, no tenemos mucho tiempo...nos iremos de vuelta a Sumeru enseguida y queremos despedirnos –.

Salvada por la campana, Tighnari y Cyno interrumpieron su conversación para que se acercarán al centro en la fuente.

– Ay casi lo olvido, no pude hacer mucho con ustedes ahora que estuvieron de visita por aquí...me siento tan culpable, que momentos nos perdimos... –. El rubio suspiró con pesadez, las consecuencias ahora estaban dándole en el corazón.

– No te sientas así, me voy tranquilo ya que te gané en nuestros duelos al Invocación de los Sabios y encontré a alguien que aprecia el arte de la comedia –. Cyno el gran aventurero le dió una palmadita en el hombro, pero esto solo picó al viajero.

"No volveré a jugar Invocación de los Sabios nunca más...Albedo, ¿qué has hecho?, acabas de crear un monstruo imparable al halagar esos chistes".

– Nos volveremos a ver, Aether. Solo cuídate y el tiempo seguramente será muy corto hasta nuestro siguiente encuentro, es una lástima porque una de las razones de Collei para venir aquí fue porque quería pasar al menos unas horas contigo... –.

– Tighnari, eso me hace sentir peor...¿por qué nunca me dí cuenta que Collei quería eso?, me siento estúpido de que nunca lo hubiera visto y hayas tenido que decírmelo –. Aether quería esconderse meterse bajo la tierra, no solo le dió un susto al casi morir, sino que la ignoró todo este tiempo cuando estuvo buscándolo.

– Aún no es del todo tarde, si quieres al menos escucharla ahora...es el momento, se trata de algo que leen mucho ustedes con las novelas –.

El viajero y Paimon arquearon cejas entre si, ya que él no se tomaba el tiempo de leer cosas que no fueran la guía de Teyvat o otros textos.

Aether entró en intriga con la descripción de su amigo orejas largas, las miradas de ambos se encontró en la entrada cerca del puente, el cabello verde de Collei se distinguía y por un segundo había volteado hacia ellos, rápidamente desvió la cara cuando lo encontró a el rubio mirándola.

– Objetivo "Colleigas" completado, siguiente..."Colleither"... –.

Antes de dirigirse a la salida, escuchó confundido un susurro de Cyno. Él le señaló que siguiera su camino hacia la doncella aprendiz mientras se cubría los labios con una mano para tapar su sonrisa.

– Cyno, eso no fue un chiste...solo juntaste sus nombres, como si de una clase de romance se tratara. Casi haces que lo descubra –.

– Ese era el punto, solo fue una pista, si él no lo entendió... –.

– ¡¿QUÉ?! –.

Paimon seguía en medio de ambos sin hablar durante todo el rato, mirando con ojos de plato la insinuación de Cyno, los tres se miraron entre sí con otro silencio más extraño.

– Paimon, es la tercera vez que me gritas en los oídos, ¿tienes algún problema con ellos? –. El guardabosques alcanzó sus orejas queriendo esconderlas con molestia de la pequeña hada.

– P-perdón por eso Tighnari, es solo que Paimon no sabía –.

– Bueno, ella tampoco se lo ha contado a nadie...lo descubrimos hilando pistas, sus comportamientos extraños y porque estuvo hablando mucho con él la última vez que estuvo en la Aldea, al principio solo creía estar demasiado acertado en las novelas románticas que Collei había empezado a leer, pero al parecer cuando investigamos vimos que servían también para las etapas de un primer romance juvenil. Por esa razón solo quería unos minutos con Aether, ahora veamos si toma valor –. Su maestro no estaba angustiado o desesperado, solo le deseaba bien a la aprendiz que sabía que él iba hacia ella y enterraba la cabeza más abajo cada segundo.

Aether llegó, Collei no empezó la conversación y esto puso nervioso al viajero. Porque no sabía que decir luego de saber el único deseo de ella, solo piensa en compensarla de alguna manera pero no puede quedarse bloqueado.

Echarse la culpa ya estaba siendo cansino, pero seguía haciéndolo mentalmente por no estar preparado, ni siquiera sabía exactamente si no podía enlazar una idea de conversación por eso o algo más. Las orejas de Collei se volvieron rojas siendo opuestas al color verde del cabello, parecía una remolacha.

– Mondstadt es linda...¿verdad? –.

– Si, había olvidado cuánto extrañaba este lugar y porque hasta me escapaba para venir aquí... –. Collei dió ligeros vistazos de reojo al viajero a su lado.

Su llegada hizo que la tensión aumentara y eso no es lo que estaba buscando al venir.

– Yo...escuché que se tienen que ir. Pero también querías pasar un tiempo conmigo, ya estoy aquí. Estás en todo tu derecho de enfadarte, molestarte, pegarme, insultarme, escupirme, despreciarme o matarme...tienes buenas razones para hacer una de esas opciones –. Fue tan dramático que alzó los brazos y cerró los ojos, esperando el castigo por parte de Collei como si fueran sus últimas palabras.

– ... –. La aprendiz solo tragó, observando la postura por un segundo, forzándose a mirar al suelo con la mano pasándola por su brazo de forma incómoda. Los sucesos anteriores hicieron que muchas cosas cambiarán con respecto a él, relacionado al riesgo que siempre está expuesto y la falta de tacto con su propio cuidado.

– Estoy molesta contigo, lo sabes... –.

– Si, he sido muy imprudente al lanzarme solo a este viaje, esconderles mis heridas de batalla y jamás pedirles ayuda. Sé que una simple disculpa no va a hacerte cambiar de opinión...me gustaría escucharte para saber cómo actuar la próxima vez –.

Las manos de Aether fueron tomadas por Collei después de eso, obligándolo a abrir los ojos para encontrarla seria frente a él.

– Piensa en ti, piensa que si te la juegas tanto todo el tiempo...quizás no llegues a ver a tu hermana que tanto deseas encontrar, piensa en que alguien podría querer ayudarte y darte una fuerza extra, ya sea un aliado o amigo; me gustaría quedarme para pasar tiempo contigo, pero ahora que estoy curada en gran parte gracias a ti, necesito volver con mis estudios para ser guardabosques –.

– No hay problema con eso, yo no puedo impedírtelo...tampoco es como si fuera a poder moverme libremente con esto del reposo. Estoy seguro que ahora más que nunca debo cambiar muchos hábitos, al menos ser considerado y darle más valor a todos los amigos que tengo, la gente que se preocupa por mí y darle un significado mucho más grande a este viaje qué forma parte de mi vida –. La sonrisa de Aether se deslizó naturalmente mientras las brisas del viento acariciaban su cabello.

– Realmente no esperaba encontrarte en Mondstadt...pero fue lo mejor que me pudo pasar en este festival, sin importar cómo acabó... –. Escucharla decir eso fue una sonrisa y algo de alivio, estaba claro de hacer las cosas diferentes cuando vuelva a ponerse los zapatos para continuar su viaje por Teyvat y cumplir con tener un tiempo junto a ella en el futuro.

– Y yo te aseguro que iré a la Aldea para pasar tiempo contigo, no puedo decir cuando, pero lo haré –.

Collei era unos centímetros más pequeña, no es la gran cosa. Ver los ojos rosados brillando de emoción luego de un rato cruzando las miradas cautivó al chico, se sentía mal por haberla hecho llorar y jamás observar los sentimientos que tenían sus amigos y todo el mundo sobre él.

– Me encantaría pasar más tiempo contigo, mientras no te robe la concentración de los estudios y de Tighnari –.

– Si tú también quieres volver a pasar tiempo juntos, por favor...volvamos a vernos, ¿de acuerdo? –. Ella lentamente con el brillo de sus ojos hipnotizó a Aether, no notó la cercanía de sus palabras hasta que era un susurro llevado por el viento.

El tiempo y el viento se detuvieron, un pequeño "click" emergió en el ambiente cuando Collei rápidamente se alejó del rostro del caballero honorario.

– ...O-ok... –. Aether confirmó de forma perpleja, mientras estaba mareándose de un color tomate luego de sentir los labios de Collei tomar los suyos por breves instantes.

Fue tan fugaz y mágico, que se sintió tan increíble como recoger una recompensa diaria en el Gremio.

Como si ellos ya hubieran presenciado la escena, de forma casi espontánea se escucharon los pasos detrás de Tighnari y Cyno quienes actuaban descaradamente ingenuos a lo que acaba de suceder.

– Aether, Paimon...¡vuelvan pronto a Sumeru! –.

– ¡Y traigan barajas de Invocación de los Sabios, libros para el Almacén y un certificado en humor!, se los agradecería –.

– ¡Te voy a comprar un libro de mil chistes y verás lo que es la comedia de verdad, Cyno! –. Paimon voló rápidamente mientras respondía agresiva a la propuesta despedida de Cyno, acompañando a Tighnari y una Collei más adelantada que iba corriendo para alejarse cuánto antes.

Desde lo lejos Aether vió como ella estiró la mano en despedida, sonreía tímidamente sonrojada luego de haber tomado valor al sentirse sola con él para hacerlo.

– ¡Adiós Collei!, ¡encontraremos la forma de volver a verte, no importa cómo!; ¡Paimon se asegurará de que el viajero esté más sano que una lechuga! –.

– ¿Así es cómo esto comienza, eh?...mi suerte está cambiando –.

– ¿De qué hablas, Aether? –.

– Mi fase de popularidad...¿es todo un golpe de suerte?, ¡mi suerte por fin está comenzando a cambiar! –. Aether estalló en éxtasis luego de la despedida con la peliverde y se tiró al suelo.

– ¡¿Eres tonto o te parió un Alberich?!, ¡¿cómo puedes pensar eso después de haber sido despedazado por acechadores?! –.

– ¿Por fin tendré la oportunidad con alguien de verdad?, es la primera vez que parecen tomarme en serio. Siendo un forastero, nunca me gustó el hecho de dar el primer paso...pero si Collei lo dió, ¿tendré la aprobación de Tighnari y Cyno para que llegue a ser algo oficial?, esto no es un sueño, esto puede ser el comienzo de algo bueno para mí en Teyvat –. Rápidamente se tomó la cara y se pellizcó varias veces con una sonrisa enorme, Paimon se había dado cuenta que estaba hablando solo.

Ella solo parpadeaba sin reacción con la palabrería de Aether, hablando consigo en murmuros y sonrojado incrédulamente.

En el fondo Paimon sabe de lo que estaba hablando, simplemente le pareció exagerado su reacción. ¿Tan fuerte fue un simple contacto de labios para celebrarlo como un cofre de lujo?

– Paimon, esto merece una celebración en el Buen Cazador. Hoy tienes permitido ordenar todo lo que pidas –.

– Hablando de eso...Aether, me temo que términos de Mora...no tenemos mora –. La pequeña de cabello blanco estaba mirando al suelo como si hubiera una moneda bailando debajo de sus pies.

En ese momento hasta el viento se detuvo, el viajero se paralizó y ni siquiera estaba respirando.

– ¡¿Qué?!, ¡¿quieres decir que te dió ansiedad mientras estaba en la Catedral y gastaste el dinero que teníamos cuando estaba en cama?!, ¡maldita comida de emergencia ven aquí! –. Olvidando sus restricciones por las cicatrices y heridas, Aether corrió desbocado hacia la asustada Paimon.

– ¡Oye!, ¡¿qué pasó con eso de que yo era suficiente para este viaje?! –.

– ¡Eso debería decírtelo yo a tí, devuélveme mis palabras de gratitud! –.

Aether sintió un dolor en la garganta, por lo que se dispuso a llorar cómicamente en silencio mientras se preguntaba que hacer con su vida.

Sin dinero, sin poder pelear, solo con una Relajatera y una hada flotante que gasta sus recursos económicos y comestibles.

"Maldita sea, ni siquiera puedo gritar porque mi voz se rompe y me quedó afónico...¿qué se supone que haga si lo único bueno que hago no está permitido por mi cuerpo?, es como si resquicio de fortuna se hubiera esfumado en menos de un suspiro".

Una gran idea pasó por su cabeza, mientras sus ojos se enfocaron en el edificio de la sede de los Caballeros al fondo de la ciudad de Mondstadt.

– ¡Por favor Jean te lo pido!, ¡necesito dineroooo! –. El viajero se ancló en el suelo con la cabeza tocando la alfombra, haciendo la mítica pose de dogeza.

– Via-Aet-...Caballero Honorario, tienes que descansar...de ninguna manera te daré un sueldo a cambio de tomar mi puesto, eso es estar loco –. La gran protectora de Mondstadt se veía perpleja por la petición del viajero, sin ocultar su opinión de la idea que propuso.

– Pero Paimon me dejó sin Mora y soy incapaz de pedirle prestado a la gente algo de dinero o comida. No quiero parecer un indigente, lo mejor que sé hacer es pelear y sin eso no soy nada...no puedo tomar un descanso si estoy en la calle –.

– Ehm, disculpa...¿entonces dónde has estado quedándote todo este tiempo? –.

– Desde el primer día que empecé mi viaje en Teyvat apenas he tenido la oportunidad de vivir en una posada, soy un aventurero acostumbrado a dormir en la interperie con Paimon, algunas veces somos acosados en las noches por monstruos o enemigos... –.

La voz apagada del viajero y el asentimiento silencioso de Paimon dejaron estupefacta a la maestra Jean, sin saber que todo fue una mentira.

Jean sintió de repente una sensación de responsabilidad y tristeza por el viajero, no se veía capaz de rechazar una ayuda para alguien tan importante no solo para Mondstadt...sino para ella.

– Yo... –. Tenía la mano en la barbilla, un rubor mientras el sol daba detrás de su espalda brilló más su figura de cabello rubio y pusieron los ojos a Aether como un cachorrito abandonado.

Ella suspiró con una sensación peligrosa al tomar la decisión.

– V-ven conmigo, en mi casa hay espacio para uno más...serás bienvenido para pasar tus días de descanso y simplemente estar de reposo para no poner en peligro tu recuperación –. Al final, sintiéndose apenada por la situación del viajero, aceptó dejarlo quedarse en su morada con algo de vergüenza.

– ¿Eh? –.

– Tenerlos a los dos es un honor, además no hay problema cuando cuentas con una habitación para huéspedes –.

Aether miraba como la luz de la ventana pegaba frente a Jean, la hacían ver cómo una salvadora venida del cielo, además de ser una apuesta mujer hermosa capaz de cegarlo con tal belleza de cabello dorado y ojos azules.

– *solloza*...Jean...yo, no soy digno de ser el caballero honorario de alguien como tú, es injusto, te esfuerzas tanto y prefieres que sea tu prioridad antes que tomar un descanso...*solloza moqueando* –. Arrastrándose por el suelo con lágrimas, el rubio estaba alabando de forma extraña a Jean que no sabía cómo tomarlo exactamente.

– ¡Gracias!, ¡no te merezco, maestra Jean! –. Él saltó en un abrazo cómico para Paimon, pasando su rostro por la ropa de la mujer.

– ¡AETHER DETENTE!, ¡no uses mi traje para limpiarte porque no puedo cambiarme en medio del trabajo!, ¡dime que solo son solo tus lágrimas! –. Jean pasó de la vergüenza al drama en segundos con un grito que se escuchó hasta en el bosque de Levantaviento.

"Primero el beso de Collei...ahora la maestra Jean me dice que puedo quedarme en SU CASA, ¡FINGIR SER UN VAGABUNDO ES LA MEJOR IDEA QUE SE ME OCURRIÓ !, ¡mi suerte está aumentando exponencialmente!". Aether lloraba de alegría mientras se limpiaba las lágrimas sobre el traje de Jean, quien estaba perpleja con un sonrojo algo avergonzada y incómoda.

"Oye viajero, si tanto te aburre estar en la Relajatera...pudiste haberle pedido posada a Diluc". Paimon le habló desde sus pensamientos mientras seguía pegado a Jean.

"¿Quieres que comparta mismo espacio con la caníbal de Adeline?, creía que no te gustaba el emote de comida de emergencia..."

"Olvídalo, al menos comeremos pizza mientras Jean sea la cocinera". Paimon no pensó en detenerlo en ningún momento, ya que también estaba velando por sus intereses al igual que Aether.

El viajero estaba consciente que debía cambiar su mentalidad, pero no está de más, aprovechar estos momentos ahora que quiere confirmar el cariño que le tienen sus amigos.


Los ships se van a ir presentando poco a poco, solo serán los que me gusta emparejar a mi elección así que probablemente no estén todas las personajes, y haya algunas sorpresas (espero empezar a mover los desarrollos en los siguientes capítulos, esto irá primero de nación en nación).