Jean acompañó después de terminar el trabajo a los dos, para llevarlos en la pequeña residencia que hay varias calles abajo en la Sede.
– Espero no seamos una molestia, no tuvimos otra opción que pedirte este pequeño favor... –. Obviamente Aether tenía varias opciones, pero quería estar acompañado.
– Caballero Honorario, no tengo ningún problema con eso, ya se los dije. Ustedes contribuyeron con la prosperidad de Mondstadt, me honra ayudarlos en este momento tan duro y incluso lograron que la sobrecarga de mi trabajo como Maestra no se elevara más –. La mujer de cabello rubio y ojos azules quería ser clara con el viajero, llegando a agradecerle más de lo necesario.
Aether la miró algo insatisfecho, por la forma tan descarada como parecía decirle que él hubiera arreglado todo el mundo y se quitaba honores.
– Jean, me das demasiado crédito, además yo tengo un nombre y no un simple apodo, reconozco el reconocimiento que me dieron por mis contribuciones a la caída de Stormterror...pero tú y yo ya hemos estado demasiado tiempo hablando como para no ser amigos a este punto. No lo hagas simplemente porque sea el caballero honorario, ambos deberíamos dejar de mirar nuestros apodos y actuar como personas normales –. Las manos más pequeñas del viajero juntó las de ella, tanto Aether y Jean contaban con guantes negros, cabello dorado, pero es el de ojos ámbar quien tenía el sentido de la nobleza dándole un brillo diferente a cualquier ciudadano de la nación.
– ¿Me consideras tú amiga? –. Jean sonrió de forma inconsciente con las manos juntas y ojos brillosos de emoción, ya que esas fueron las únicas palabras que pasaron por sus oídos.
– ¡Jean!, ¿sabes lo grandioso qué sería verte actuar como un ciudadano de Mondstadt y no una persona encerrada?, pareces una nini del trabajo y podrías morir algún día por agotamiento. Dejarías a la nación sin otro Maestro –.
– ¿Qué es un nini? –.
Nunca supo la respuesta luego de emborracharse en emoción, la idea de que Aether la llamara amiga de forma tan abierta solo le dió calor sobre su pecho, estar tan enfocada trabajando no le había hecho explorar su amistad con él y ciertamente antes de que la dejarán al mando tenía más libertad por su cuenta en la vida personal.
Estando en la nación de la libertad, suena ilógico privarse de eso y mucho más cuando puede tener oportunidades que solo pasan una vez en su vida, como las novelas que leía hace unos años.
Ella abrió presentándoles el lugar que adquirió, después de todo ha perdido su uso luego de comenzar a quedarse más seguido en la Sede de los Caballeros.
– Paimon cree que es un lugar acogedor y humilde para venir de ti, Jean –.
– Lo compré cuando me asignaron de Maestra Intendente interina, no pensé bien que iba a pasar el resto del tiempo tan metida en el trabajo y casi abandonando este sitio...*inhala y exhala pesadamente* –. El estrés de los pendientes de mañana aterrizaron sobre su cabeza mientras recordaba los primeros días siendo la Maestra Intendente de Mondstadt al principio.
Sorprendentemente no lucía abandonado y es como si a pesar de la soledad, se mantuviera limpio y ordenado, así pensaban el viajero y Paimon.
– ¿Tienen hambre?, me gustaría hacerles algo pero debo-no...tengo tiempo para darles una buena bienvenida a mis amigos invitados –.
Los pasos de la Maestra Intendente se redirigieron a la cocina luego de que su cuerpo pidiera a gritos ir a la cama en horas bastante pasadas de la madrugada, pero dejar así a los invitados le causó un temor, especialmente porque no quería decepcionar a su nuevo querido amigo.
– Jean, ¿te molestaría si usamos la cocina? –.
– He escuchado de Kaeya, Lisa, pero especialmente de Collei, Noelle, Amber y Eula que tienes grandes habilidades cocinando, pero insisto que no quiero dejarlos aquí por simple sueño –. El plan era tomar alguna taza de café para pasar el rato y después si había algo de espacio, echarse una siesta.
– Voy a estar aquí unos días, promete que si realmente quieres cocinar para mí...tendrás que encontrar un día donde no tengas tanto trabajo, duermas bien y no estés estresada –.
– Me pides cosas muy complicadas. Pero lo intentaré, no sé porque...pero ahora que estás aquí y sé que soy una amiga para ti, quiero esforzarme en valorar la amistad entre nosotros, cambiar un poco la rutina mientras la nación siga con esta paz –.
La amistad entre Jean y Aether es muy especial para la de ojos azules, que intentaría hacerle ver al viajero lo preocupado que está por él. Un nuevo camino se abrió hace unos momentos y aún necesitaba pasar tiempo junto al viajero, para confirmar esa sensación tan fuerte y extraña que le causa.
– Bueno...iré a dormir –. Antes de abandonarlos, se acercó y enrolló los brazos sobre la cabeza de Aether en un abrazo tan cálido para sus rostros.
– Pero por favor, ve a hacer lo mismo cuando termines de comer...no soy la única que necesita descansar en esta casa –. Las palabras tuvieron la fuerza suficiente para que sea una orden en medio de la expresion timida de su rostro, pero en el fondo tenían mucha preocupacion por él.
Aether estuvo un rato sintiendo su cabello rozando su mejilla, era tan suave y hermoso que habría intentado tomarlo un momento para apreciarlo, pero prefirió corresponder cariñosamente a la muestra de afecto tan inusual por parte de ella.
– Lo sé, Jean. Prometamos que cada uno deberá ser más honesto y cuidarse mejor a si mismos –.
Aether le mostró el meñique con una sonrisa adorable.
– ¿Q-Qué estás haciendo? –. Ella estuvo inquieta por no saber que insinuó con la acción.
– Una vez ví que la gente hace promesas juntando sus meñiques, cuando hacen el "sello" no se puede romper –.
El relato del viajero solo atrajo curiosidad y algo de emoción a Jean, quien unió su meñique alrededor del suyo y varios latidos llegaron a sus oídos.
– ¿Lo hice bien? –. Parecía una niña pequeña cuando probaba sus juguetes, con más nerviosismo que angustia mirándolo a los ojos dorados.
– ¡Jaja por supuesto!, ahora no podrás romper la promesa, es la magia del meñique...así que espero verte mañana dando lo mejor por Mondstadt y más importante, por ti –. Aether estaba tan preocupado por ella que la haría gritar de emoción si no fuera real.
Ella no pudo sentirse más feliz, por haber hecho una promesa con Aether y lo considerara un amigo.
– ¡Hey!, ¡nunca has hecho promesas de meñique con Paimon!, se supone que soy tu mejor amiga –.
– Realmente esa historia del meñique es real o te la inventaste? –.
- En realidad la observé en una historia de fantasía con puras brujas, dos de ellas eran viajeras y se hicieron una promesa con un objetivo parecido...siempre estarían juntas, jamás se rompió por su unión incluso a distancia. Seguí la novela de 33 volúmenes, donde se contaba la historia de ambas y siempre se encontraron en los momentos más cruciales de sus vidas, una promesa no es una tontería –.
Ella miró con brillo la historia que le dió el viajero, dándole más importancia a la promesa.
– Ok, daré lo mejor de mi para cumplir la promesa, descansa bien Aether –.
– Igual, Jean –.
El viajero esperó a que la Maestra entrara al dormitorio, después de darle las buenas noches, la chica se fue riendo estúpidamente a lo bajo.
Él invadió la cocina junto a Paimon sin hacer algo tan escandaloso para provocar ruido.
Ahora tenía todo el tiempo para dormir y despertar a cualquier hora, para cumplir con su reposo.
Volverá a salir eventualmente fuera de la ciudad, pero de momento se quedará dentro.
Él tenía en la cabeza que lo más importante es ponerse en contacto con Liyue, Inazuma y Sumeru rápidamente. Mañana está pensando en enviar una carta para cada sucursal del Gremio de Aventureros para que la noticia se expanda, no quiere imaginar las personas que están con una idea equivocada de su verdadero estado.
– Paimon está feliz de ver un ligero cambio de Jean, todo por ti, Aether –. Las palabras de la compañera flotante le trajeron de nuevo la ilusión de Jean tan reconfortante, no se parecía a una adulta y actuó como una inocente joven que no conoce el mundo.
También iba a tomarse la promesa en serio, por Jean, y por todos sus amigos, incluyendo a su hermana.
– Bueno, que el chef me sorprenda para dormir con el estómago lleno –. Paimon incitó al viajero que diera su esfuerzo en alguna creativa comida madrugadora.
– Solo necesito treinta minutos... –.
Luego de pasar un tiempo, el rubio se divirtió en la cocina y terminó de servir los platos junto a su compañera, estaban ansiosos para darse una merecida comida.
Aether y Paimon que iban al comedor, se toparon con las intrépidas figuras de dos rubias cuando encendieron las luces del salón, una iba empujando hacia adelante con las manos en los hombros a una diaconisa bastante popular.
Las dos chicas se congelaron cuando las luces revelaron sus poses más sigilosas, estuvieron cerca de colarse en las escaleras para evitar este choque.
– ¿Barbara?, ¿Y Jean no se supone que debes estar durmiendo? –. Aether pensó que se trataba de alguna pijamada improvisada.
– ¿Y por qué Paimon cree que estaban escondiéndose de nosotros en la oscuridad? –.
Jean gimió de cansancio, con Barbara sin mover un músculo mientras tragaba saliva y sudaba al verse de nuevo con el viajero.
– Ah...entonces todo este tiempo ustedes eran hermanas –.
– Como verás, Aether, hemos guardado el secreto todo este tiempo para no provocar problemas. Barbara y yo llevamos varios años así, ahora que tenemos cargos importantes en la nación es más peligroso y es un tema confidencial para que cualquiera pueda cargar con este secreto –.
– Solo imagina los problemas que puede traer si se descubre que somos hermanas, podría alterar toda la estabilidad en Mondstadt y por eso tratamos de actuar como si fuéramos dos civiles sin lazos –.
– Pero a Paimon no le parece justo, nunca lo habríamos descubierto, tampoco pensamos en revelar información que pueda perjudicarlas –. La hada peliblanca pegó berrinches con pequeñas patadas al aire.
– Lo sé, Paimon...pero que ustedes lo sepan pueden ponerlos en algún problema, incluso un peligro por parte de ciertos individuos que quieran sacar información ahora que no están tan fuertes –. Jean estaba pensando en los Fatui, pero también pensó en una mínima posibilidad sobre la Orden del Abismo, eso le erizó su propia piel.
Lo que estaba preocupando a las dos hermanas es la expresión tan inmersa del viajero sin haber soltado nada, ninguna de las dos podia intervenir para saber lo que sentía ante la verdad.
– Aether, ¿qué opinas de esto? –. Paimon les hizo el favor indirectamente, mientras sus ojos las observaba a ambas por varios segundos.
– Es confuso por una parte, porque me hace sentir mal haberlo descubierto así tan improvisto, por otro lado entiendo que tengan sus razones para ocultarlo a todos, pero...es verdad que nunca imaginamos esto. Espera, ¿somos los únicos en conocer esto ahora? –.
Las dos asintieron mientras Aether y Paimon compartían una mirada de ''de todas maneras que vamos a hacer ahora sabiendo que son hermanas?''.
– Caballero Honorario, ¿te sientes enfadado de no habértelo dicho? –. Barbara muy bajo casi con un nudo en la garganta, juntando las manos angustiadas.
– Lo estaba hasta que dijeron que nadie lo sabe...además, soy Aether para las dos, si siguen siendo tan formales si me enfadaré de verdad. Entiendo porque escondieron todo hasta ahora, tuvimos suerte de descubrirlas por hospedarme con ustedes. Bueno, ya les hemos robado diez minutos de descanso, dejemos este asunto para mañana cuando regresen del trabajo y no se preocupen por el secreto, no permitiré que Paimon abra la bocota o la meteré en la parrilla –.
Jean y Barbara asintieron una sonrisa de complicidad y alivio por la forma de decirlo, en cambio Paimon se echo hacia atrás con los ojos como platos.
– Oye, no hables así o Paimon puede pensar que estas hablando en serio... –.
– Mientras no tengas un desliz, no acompañaras a Signora al otro lado... –.
– Vamos viajero, detente o Paimon se pondrá a llorar de miedo, jejejeje... –.
•
– Aether... –.
– ... –.
– Aether, escúchame, por favor –.
Varias voces se hicieron eco de una forma inexplicable, llamándolo con tanta intensidad que no tuvo otro remedio que abrir sus ojos.
El chico estaba sobre un acantilado por el sonido de las olas, siendo observado por numerosas sombras.
– !! –. Se vió obligado a levantarse, alrededor habían otras sombras rodeándolo paradas de rodillas ante él.
Perturbador y desconcertante, pero a la vez tranquilizador.
Las sombras solo lo miraron sin mover ni un labio o articulación, todos tenían aspectos de personas que conoce pero sin poder diferenciarlos correctamente.
– ¡Vamos!, ¡no te angusties!...nos duele que estés sufriendo cuando has hecho tanto por todos aquí. Queremos verte feliz aquí, es lo menos que podemos hacer por ti –. Aether había sido enrollado por unos brazos que lo tiraron de espaldas al suelo ante sus palabras llenas de diversión.
Su sorpresa fue mayor cuando se encontró frente al rostro de Collei, sonriéndole a los ojos mientras lo tenía arrinconado en el suelo y estaba encima del tumbado Aether.
El recuerdo del beso que ella le dió lo trajo a la realidad, se quedaría un buen rato mirándola y siendo feliz de haber sido de ayuda para curarla de la enfermedad.
Viéndose así, parecen una pareja de verdad, mientras las otras sombras estaban rodeando su visión.
– No te sientas raro por esto, ¿enfrentaste a todo el mundo para buscar a tu hermana...pero no puedes ser valiente cuando una chica se te acerca?, jejeje –. Collei de manera atrevida le puso un dedo en el labio, las sombras comenzaron a acercarse arrastrándose en el suelo y el rubio se congeló.
Aether sabía que estaba en un sueño a pesar de ver aún más valiente esta actitud de Collei, pero también trataba en recordar quienes son los otros rostros que le rodearon junto al suyo.
Ciertamente estaba en un sueño dentro de otro sueño, ya que ahora mismo está durmiendo en casa de Jean y Barbara.
– Aether, ¿te gustaría que puedas ser feliz mientras me des la oportunidad de estar contigo? –. Las manos de Collei tomaron su rostro, pero ella no fue la única que mencionó esas palabras, sin embargo las sombras se deformaron hasta quedar solo con un rostro volador oscuro.
– Bueno, jajaja...esto es tan repentino. No importa, ya que puedo imaginar lo que quiera, entonces si me gustaría estar contigo, Collei –. Realmente le causaba una gran curiosidad que pasaría si ella fuera en serio, el beso antes de irse de Mondstadt debe ser una señal y Aether lo quiere considerar.
Cuando esté listo para regresar algún día para Sumeru, espera encontrar más respuestas de lo que quiere la aprendiz de guardabosques.
La cara de ella iba bajando, acomodando sus labios para irse contra los suyos.
"Por favor, déjame terminar esto y después despiertánme si quieren".
– ¡AETHEEEEERR! –. Una voz gruñona le hizo caer de pleno la calma que estaba adquiriendo en esa fantasía.
Sus ojos se encontraron con un hada voladora de brazos cruzados frente a la luz de la ventana.
Parpadeó varias veces con mucho asombro.
- Sabes, Paimon. Tuve un sueño...este pasó de algo extraño y justo, a una pesadilla cuando abrí los ojos... -. La única persona capaz de sacarlo de un sueño que no lo estaba traumando, le dejó con una expresión indiferente.
– Paimon tiene hambre, no sé de qué me estás hablando –.
– Mejor, no quiero pensar que había preparado mis labios para besarte a...uh, es horrible solo con pensarlo. Listo, arruinaste mi lindo sueño –. Se tuvo que levantar con mala gana, borrando todo lo que había imaginado.
Para distraerse, preparó el desayuno para ambos y luego pasó una hora escribiendo tres cartas con sellos de cada nación que conoce después de pensarlo antes de dormir.
Aether inspeccionó desde fuera las habitaciones de Jean y Barbara, después las dejó cerradas como antes, las dos para cuando se había despertado no estaban en la casa.
– Oye Paimon, ¿quieres venir a llevar estas cartas al Gremio? –.
– Paimon se quedará durmiendo, ahora que no podemos salir y tenemos oportunidad de relajarnos en casa de Jean, Paimon va a aprovechar la oportunidad –.
– Más vale que sea así y no se te ocurra tocar nada o irte de lengua revelando nuestro secreto –.
– Si, si, a tí ni se te ocurra salir de la ciudad o estarás en problemas. Cuídate de los ojos acosadores –.
Después de la pequeña conversación, cerró con seguro la puerta de entrada sin ser visto; la gente debía estar en sus ocupaciones y la posición de la residencia le permitía no estar a los ojos del público.
– Veamos que me encuentro hoy por Mondstadt –.
•
Saludé mientras iba en el camino hasta estar cerca de llegar a la recepción.
"Ahí está ella, aún no puedo sacarme lo que pasó con la Katheryne de Sumeru...¿cómo puede sonreírme solo con ver mi presencia desde lejos?".
Saqué los sobres que dedique mi hora escribiendo para tenerlos preparados.
– Katheryne, ¿serías tan amable de entregar estas cartas lo más rápido posible a las otras naciones?, necesito hacer saber a todos que estoy bien –. Bajé los ojos hacia la mesa que nos separaba, después de quedar hipnotizado un momento con su rostro y hablara bastante nervioso.
– Jejeje, no te preocupes Aether. Soy de las personas que mejor te conoce, después de todo nos hemos visto siempre y en todo el tiempo que ingresaste al Gremio, reconozco tu rostro cada vez que caminas hacia acá. Nos aseguraremos de llevarle tus cartas a las demás naciones y que tus amigos puedan respirar de alivio –.
Ella es un ángel, aunque pase todo el día ahí metida, no puedo dejar de admirar a Katheryne.
Es cautivante, hermosa, tranquilizante, un salvavidas de moras y protogemas, la única razón por la que yo acepto todos los encargos del Gremio es porque Katheryne es quien me los da, su voz es pura y sus intenciones tan genuinas que le digo "SI" a todo lo que diga.
¿Cómo puedo ser capaz de seguir actuando como siempre?, ¿qué hay de su amabilidad tan atrapante cuando me entrega las recompensas y me da las gracias por cumplir mi trabajo?, sus palabras de aliento son una de mis razones para seguir trabajando en el Gremio y no haber abandonado estas naciones.
Katheryne es la única que me recibió con una sonrisa desde el primer encargo que hice en Mondstadt, como una esposa lo haría con su marido...
No pude aguantar más, sabiendo lo que pasó unos días atrás, no podía seguir ignorando esto con la recepcionista de mi corazón. Alcancé las mejillas con mis manos para después atraerla hacia a mi rostro.
Ella abrió los ojos cuando repentinamente estaba a la altura de mi cara, cerca de rozar nuestras narices.
– Katheryne...yo... –. En todo este tiempo, ella no hizo ningún movimiento para impedir mis acciones, solo parpadeo mirándome sin más, ¿sera qué ella me está dando el permiso para el último paso?
Al diablo, no me dieron demasiado crédito antes y ella siempre fue fiel conmigo, si soy capaz la invitaré a que salga de este espacio tan estrecho, solo hay una Katheryne para mí y siempre sera así.
Cerré el espacio entre nosotros, dejando que su cabeza descanse sobre mi hombro luego de abrazarla con fuerza, estaba sintiendo su cabello corto haciendo cosquillas en la oreja.
– Yo...te extrañé tanto también a tí, sé que probablemente no lo entiendas si hablamos cada día solo por ser del Gremio y cumplir con los encargos. Pero no sabes la importancia que tuviste para mi, Katheryne. Eres la unica que siempre ha estado ahí en todo este viaje, por favor no dejes de sonreírme y agradecerme el esfuerzo. Quiero seguir compartiendo unas palabras contigo cada vez que nos cruzamos y me sonrías –.
Me eché a llorar un poco ahogado, me quería aferrar a ella porque ha sido la única persona quien siempre me acompañó junto a Paimon.
– Viajero... –
Seguí sollozando, dejando con lágrimas sobre su ropa mientras pasaba a sentir una caricia sobre mi cabello.
– Aether, sabes que el Gremio no sería lo mismo sin ti, de toda la gente y aventureros que recibo a diario no puedo estar más cómoda cuando aparecen ustedes. Me alegra que por fin estés descansando de verdad, aprovecha ahora, porque no seré tan suave cuando te reintegres. No podrás deshacerte de mi, estaré contigo a cada rincón donde vayas de Teyvat...pero no estás solo, ahora lo sabes –.
Suavemente recibió mis correspondencias para las demás naciones luego de tan consoladoras palabras, solo con eso espero calmar la situación.
Es muy raro que aún no sepa si realmente saben lo que me pasó, si la información se distorsionó puede que más de uno esté sufriendo por mí y no quiero eso en absoluto. Aunque el equilibrio celestial de Liyue no ha aparecido, tampoco Nahida o algún turista de Inazuma.
Si tuve que darme cuenta al borde de la muerte sobre el cariño que tiene Mondstadt por mi, no quiero imaginar en las demás naciones.
Puedo confiar en Katheryne, siempre lo he hecho y nunca me ha defraudado, incluso con algunos encargos de mucha dificultad.
¿Ella se preocupa por mí?, demonios es imposible no querer darle un buen beso a esta mujer...si tan solo fuera una de verdad y no solo una máquina sin corazón que funciona como recepcionista.
¿Por qué el Gremio aceptó una ayuda de los Fatui?, ¿existirá una Katheryne real?
Tal vez...tenga un gusto culposo por Katheryne, pero ahora que descubrí que solo es un robot de la nación Cryo no sé cómo sentirme, ¿está mal que siga pensando en ella y me dé un sentimiento tan fuerte por una chica robot?
– Ah por cierto, la compañera del alquimista Albedo me estaba preguntando dónde estabas hace unos minutos, creo que debe estar con Timaeus y está buscándote para saber de tu estado –.
¿Sacarosa?, la última vez que la ví fue jugando cartas con las chicas después de resolver la profecía del libro.
Había conseguido ser amiga de Collei y el dúo de Amber y Eula las invitaron a cola de Gato.
Seguro ha estado ocupada y solo vino a saludar.
Despedí a Katheryne intercambiando un movimiento de mano y en un minuto ya estaba frente a la fuente, justo a mi derecha y acertando con la deducción que hizo, Sacarosa estaba pensativa detrás de Timaeus.
– Pero yo solo quiero saber dónde se está quedando...si él se va por alguna razón sin autorización en medio del reposo está en peligro, además no lo he visto y quiero asegurarme que de verdad no tiene nada. Tiene que estar pasando por muc–.
Ella paró sus palabras, mis pasos no sonaron tan fuertes para darse cuenta, pero algo la hizo girarse para encontrarme frente a sus ojos anaranjados.
Repentinamente la cara de Sacarosa cambió, llenándose de lágrimas y temblores en sus labios escapando un gemido de sorpresa.
– ¡AETHER! –. Se lanzó de forma inesperada a mis brazos, mientras casi dejaba caer sus lentes.
– ¡Estás bien!, ¡gracias a Barbatos!...recé por ti, nunca había rezado tanto en mi vida, estaba muy asustada de no haberte visto por lo que pasó, me había ido un momento al laboratorio y de repente tú estabas... –. Ella hablaba más bajo de lo normal, pero varias palabras salieron alto debido a sus sollozos siendo difícil expresarse para ella.
– Shh, no llores por favor. No me hace sentir bien lo que te hice pasar, ni a ti ni a nadie. Estoy bien, Sacarosa –. La miré al rostro, cuidadosamente sujeté sus lentes para limpiarle los ojos llorosos, dejando que después se pegara a mi pecho sujetando mi camisa.
Mi tentación de tocar sus orejas se activó desenfrenadamente, pero no podría hacer eso solo por aprovechar su momento de debilidad.
Me acerqué, dejando caer mi mejilla sobre su lindo cabello para abrazarla, parecía que su timidez se perdió en este momento justo en medio de Mondstadt.
Lentamente fue recuperando la respiración, volvió a arreglarse los lentes mientras se aclaraba la garganta simulando que solo fue un momento entre los dos.
– Te estuve buscando y me preocupé, ¿dónde estás viviendo exactamente?, ¿necesitas dinero o tienes algún problema que pueda resolver? –. Ella estaba algo angustiada con razón, de hecho no me sorprende que me pregunten si no estoy haciendo caso a las indicaciones y ando escapando de las murallas de Mondstadt.
Verla tan preocupada por mi me daba ternura, especialmente porque no creí que tuviera ese efecto en ella.
Oh oh, eso es un problema. ¿Cómo le digo que estoy en casa de Jean?, ¿y si sospecha?, se podría caer el secreto de ella y Barbara...¿qué hago?
– E-estoy en la Relajatera, no te preocupes –.
– ¿Qué es eso? –. Sacarosa me miró pensando que estaba escondiendo algo, es un lugar real, pero no exactamente donde me estoy quedando y es la primera vez que lo nombro.
– La Relajatera es un espacio creado por los Adeptus, ahí puedes adornarlo al gusto del portador y como estuve en Liyue cuando se evitó un ataque del Rey Osial me lo dieron de regalo para no volver a dormir afuera, además me llevo bien con los Adeptus...si aún estás dudando puedes comprobarlo –. Invoqué el gran objeto en mis manos, mientras parecía sacarla de dudas y darle curiosidad.
La razón por la que no uso la Relajatera es porque nunca he invitado a nadie, todos estaban ocupados. Siempre éramos yo y Paimon, quedarme ahí me recordaba lo solo que estoy.
Pero quizás no tengo otra alternativa para disuadir a Sacarosa, solo espero no sea tan terca.
– Entiendo. Hablaré con el señor Albedo para pasar un tiempo acompañándote, no quiero que te sientas solo...incluso si yo tuviera un lugar así, me sentiría triste por como lo haces sonar; además es una gran oportunidad para investigar sobre esto si me lo permites –.
Justo lo que no quería...
¿Cómo demonios ella descubrió mi debilidad?, ¡no soy tan evidente!, olvídalo...es demasiado inteligente debajo de esa timidez.
– ¿Es necesario qué quieras acompañarme?, tienes que tener un montón de cosas por hacer con la bioalquimia que se retrasaron con el festival y no podrás traerte el laboratorio entero...debe ser pesado –.
– Aether, solo será hasta que te recuperes y no importa cuánto dure, ni lo duro que sea...me importas mucho y me siento mal por no darme cuenta de lo mucho que estabas pasando cuando me ayudaste en el festival y con Collei –.
Vaya, quién diría que las chicas más tímidas se mostraran así de decididas conmigo.
Primero fue el beso de Collei y ahora Sacarosa me ofrece compañía...espera, ¿no se me está amontonando el gallinero?, había olvidado que estoy viviendo en casa de Jean y Barbara.
"Nah, estoy seguro que ellas lo entenderán. Para un poco de atención que estoy teniendo, quiero aprovechar esta situación y después desinflaré el globo sin ninguna consecuencia".
Aunque va a ser complicado estar en dos sitios a la vez...
– Vendré lo más pronto posible para darte la noticia, por favor cuídate mucho –. A pesar de todo no podía quitarle la ilusión, parecía que le gustaba la idea de estar conmigo en la Relajatera y su sonrisa me hizo dejarlo pasar.
– No te preocupes Sacarosa, puedo descansar en casa de un amigo mientras te decides. No obligues a Albedo y tómate tu tiempo...ni se te ocurra desprevenirte solo por mí –.
Rápidamente fue corriendo lejos de la ciudad, dejándome algo incómodo por los problemas que podria haber con la presencia de Sacarosa en la Relajatera.
"Por suerte solo debo desempolvar esta cosa y listo, dejé el lugar ordenado por si algún día debía usarlo para ocasiones especiales...lo cuál eso no significa nada especial o raro, solo seré yo pasando tiempo con Sacarosa. Quizás la amistad con Collei le ha hecho explorar un poco fuera de su hábitat".
Si voy a quedarme un tiempo lejos de la interperie, me gustaría tener algo de distracción cuando esté aburrido o no tenga nada que hacer.
Sería un drama si en toda la nación de la libertad, no haya ni una sola novela ligera.
Así que fui a un lugar donde puedes encontrar todo tipo de libros y eres recibido por una coqueta bruja bibliotecaria.
"Huh, es raro que Lisa no esté por aquí, de por sí nunca se despega de la silla pero no esperaba que deje sola la biblioteca".
Iba a hacer un acuerdo con ella de pedir unas novelas prestadas y devolverlas cuando Sacarosa se fuera de la Relajatera...pero ahora que me doy cuenta, nunca he visto una novela ligera en Mondstadt.
"Espero no encontrar sorpresas si me pongo a buscarlo por mi mismo..."
Me puse a trabajar, dando vueltas en cada rincón de los estantes y encontraba algo que pudiera ser una novela ligera.
El tiempo cuando estás en silencio, buscando libros y sintiendo aburrimiento me estaba dando depresión. No sé porque no traje a Paimon con un bozal en la boca al menos para charlar.
Ni siquiera sé cuánto tiempo pasa, toda la parte de arriba no tenía nada interesante, bastante ordenado las pilas de libros.
"Se supone que Fischl siempre está metida en la biblioteca porque hay novelas, ¿por qué no le pregunté antes?". Caminé hacia las escaleras con desgana, ya que tocaba la planta de abajo.
Me subí encima de la gran escalera móvil para buscar en las estanterías, me dí cuenta que entré como si nada y todavía no he visto a nadie vigilando este lugar, pero se observaba muy ordenado.
"BRMRMRM!". Justamente algo me confirmó que no estaba solo, ocasionando un temblor en la estantería y la escalera me hizo desestabilizarme.
Grité al perder el equilibrio y por tener las manos buscando libros, me llevé un buen susto.
– ¡AY! –. Escuché el grito agudo de la persona que estaba debajo de mi, al parecer evitó mi golpe contra el suelo.
– ¡Noelle! –.
– ¿Caballero Honorario?, ¿cómo terminó ahí? –. Nos topamos, yo encima de su espalda y ella levantando la cabeza mientras estaba aplastada en el suelo.
– ¡¿Estás bien?!, ¡hubo un terremoto en la estantería y no me sujeté bien de la escalera!, no te ví en ningún momento –. Rápidamente me quité para levantarla, comprobando si tenía alguna molestia tomando su rostro y después sus manos.
–!¡No se preocupe!, uh, bueno...yo solo me puse a limpiar la biblioteca mientras Lisa no está. Me disculpo por hacerlo caer, tampoco tenía idea que estaría aquí; perdón, ha sido por mi culpa –. Ella tomó algo de distancia, mirando a un lado con un color brillante y extraño en la cara.
Incluso si me amortiguó la armadura de Noelle, esa cosa es pesada y de metal...tengo un dolor en la espalda por haber caído encima de ella mientras sigue como si nada.
– Estoy bien, nada puede ser peor que ser devorado por acechadores. Por suerte caí encima de tí y no pasó nada...no tienes porque preocuparte –. Alcé las extremidades con relativa normalidad, disimulando el dolor de esa armadura.
– Mi más sinceras disculpas, ¿tiene algún dolor o queja causado por la caída? –.
Como si recordara lo frágil que puedo ser como un jarrón de flores, se acercó para tomarme las manos y la mirara a los ojos, solo que parecía estar haciendo esfuerzos por no volver a mirar hacia el suelo.
– Noelle, por favor deja de actuar así conmigo...¿qué ni siquiera vas a decir algo?, no te he visto desde que me revivieron en la Catedral –.
– ... –.
– Estuve deprimida, porque yo...no, todos tienen grandes expectativas de mí, pero usted ha sido el único que está dispuesto a ayudarme para ser una caballera de Favonius y apoyarme en los fracasos. ¿Está mal sentirme dependiente de su ayuda si quiero dejar de ser una criada?, cuando supe lo que pasó pensé que había perdido mi oportunidad, de pelear a su lado y de dar el último paso...porque eres mi–.
La abracé después de observarla con un semblante atemorizado, estaba seguro que a esta chica no solo le importaba que estuviera en el exámen, sino que soy una persona cercana y especial a este punto. Estaría bastante afectada si perdiera algo tan importante como yo.
– Al contrario Noelle, escuchar eso me hace feliz...por fin ya estás madurando, conmigo presente tu vas a tener el puesto asegurado, sere tu amuleto de la suerte y nunca mas volverás a sufrir por culpa de los exámenes, no volveré a preocuparlos o por lo menos me propondré hacerlo –. Senti varias lagrimas mancharme mis brazos, la sostuve con mas fuerza, rodeo sus brazos en mi espalda y bajo la cabeza.
– Por favor, no vuelva a hacer eso...Caballero Honorario –. Hizo un gran esfuerzo en darme esa orden, con la cara roja por sus lagrimas cuando me miro.
– Por favor, Noelle...solo dime Aether, no soy tu superior –. Ella se rió por mi petición, limpiándose la cara.
– Entonces déjame ayudarte, Aether. ¿Para que has venido a la biblioteca? –. Ella arregló su cara, sonriéndome y dispuesta a ayudarme.
– ¿Sabes si hay novelas en la biblioteca?, estoy buscando varias para pedir prestadas por unos días –.
– Umm...no, no conozco ese formato de libros, ¿de qué tratan? –.
– Libros de tapa ligera con una historia, contiene texto y varias ilustraciones. Los puedes identificar con una portada colorida que tiene un título exageradamente creativo, Fischl siempre viene a leer y seguro te has fijado por lo menos una vez –.
– A decir verdad...no, eso es nuevo para mí. Si quiere puedo ponerme a buscar–. Le puse las manos sobre los hombros antes de que se pusiera a dar cuerda y buscar por horas algún libro solo por mí.
– No es necesario que hagas eso por mi, Noelle. Puedo buscarlas por otra parte o preguntarle a Lisa, quería saber...¿cuánto falta para el exámen de los caballeros? –.
– Una semana y media, a decir verdad con esto y lo que le pasó hace unos días no he parado de pensar que puedo fallar de alguna manera estúpida, con todo lo que me he preparado. Si fallo ahora, sería mi ruina, todas las facilidades que me está dando pueden desaprovecharse; cuándo trató de despejar mis pensamientos a la hora de dormir...ya ha amanecido y vuelvo al círculo vicioso de angustia –.
– ¿No hay una forma para qué puedas dejar de pensar en fallar?, no te hace ningún bien que estés tan preparada pero vayas sin relajarte y sin estar pilas –.
– Si...pero eso es si hago algún trabajo de criada; limpiar, arreglar, ordenar, entrenar, estudiar, leer. No puedo dormir, y para dejar de pensar en no fallar el exámen debo ponerme a hacer alguna actividad –.
Es la primera vez que Noelle parecía soltar suspiros de cansancio, seguía haciendo sus labores pero soportando la falta de sueño. Eso me recuerda a una estudiante de Sumeru.
"Oh no, se está volviendo una Layla".
– ¿No vas a dejar la biblioteca hasta que termines de limpiarla? –. Ella asintió y entonces decidí quedarme.
– Te ayudaré a que termines rápido –. Puso una cara dudosa, pero Noelle entiende que no haría ningún esfuerzo peligroso en el estado que me encuentro y lo dejó pasar.
"No pensé que ya sería el día del exámen de Noelle. Ahora yo también me siento ansioso de la espera del momento, ¿cómo se vestirá cuando tenga la aprobación de ser una caballera de verdad?, ¿acaso puede llegar también la posibilidad de verla con el cabello más largo para simbolizar su desarrollo?". Ciertamente me quedé fijándome en ella y paré de barrer un poco el suelo.
No tengo idea de si estaba ansioso por ver a Noelle pasar el exámen, o imaginarla con algún cambio en su atuendo o look tan lindo...de hecho, me siento mal por no preocuparme por la primera opción.
¡Pero es imposible con esta hermosa y joven doncella criada!, a veces daría todo por imaginar una realidad donde Noelle y yo tuvimos una salida con tensiones románticas, pagaría un riñón por eso.
Desperté de golpe con mi fantasía tan desmesurada con un cachetazo en la mejilla, no quería que piense mal de mí, mis ojos deben haber estado rodeándola y sus movimientos se volvieron algo rígidos.
Estuve pensando delicadamente como traer un tema sin sonar conveniente.
– Dime, ¿cuál es tu plan para prepararte hasta el día del exámen?, si puedo hacer algo por tí, estaré encantado –.
– ... –. Noelle me preocupó cuando arqueó las cejas, volteando los ojos como si no tuviera realmente nada preparado para el exámen.
– ¿Si hago lo mismo que hice las anteriores veces antes del exámen, puedo cambiar el resultado esta vez? –.
Me preocupa mucho eso, no me queda otra opción.
– Noelle, quiero que tú te traigas tus cosas mañana para hospedarte en mi Relajatera...voy a ser tu tutor durante el tiempo restante hasta el día del exámen. ¿Sabes lo que trato de decir? –. Estaba dando una orden, no puedo seguir viendo a Noelle pudriéndose como una criada por más tiempo.
A este paso encontraré antes a mi hermana y ella seguirá sin ser un caballero oficial.
- ¿Te parece una buena idea que yo vaya a entrenar en tu Relajatetera?. A ver, podríamos armar un plan de entrenamiento diario con todo tipo de fases, aprovechando el espacio que hay y tus consejos podemos prepararnos para esta semana, tengo el presentimiento que no he estado tan cerca de superar el examen hasta ahora...Aether, te necesito. Sé que es repentino, pero creo que estoy a un paso de poder cumplir mi sueño de luchar a tu lado –. Ella entendió perfectamente todo lo que pensaba, incluso yo llegué a creer sobre el momento.
Desde el tiempo que la he conocido, claramente ha progresado y mi insistencia parece haberle hecho recapacitar en varios aspectos.
– Acepto... –.
– ¿Eh? –.
– D-Digo, ¡me parece un plan excelente, justo lo que tenía en mente!. Tengo mucho material para ponerte a prueba, no solo físico, sino mentalmente. Me dispondré para que llegues lista y te conviertas en caballera de una vez por todas, te prometí que estaría justo cuando llegues a ese momento...esta será la última vez que tomes ese exámen, Noelle –.
Sé perfectamente que acabo de meterme dentro de la olla a presión, si fallo en cualquier cosa estallará en mi cara y terminaré mal. ¿Pero a qué no vale la pena intentarlo solo con ver la sonrisa de Noelle para agradecerme?
Podría decirse que este es el comienzo de un mini arco de Mondstadt, con los personajes que entrarán en el harem de Aether. Esto puede ir un poco para largo, pero me divertiré mientras incluya lo que me parezca bien y les guste.
PD:Estoy haciendo referencias sobre los eventos que ocurren en el juego (aquellos que he visto), los incluiré cuando vea la posibilidad aunque no sé si quedan bien.
