El día marcado para Aether amanecía en su estadía en Mondstadt, ¿pero qué estaba siendo del resto de las demás naciones donde ha estado y esperan noticias de él?

La nación de los contratos estaba siendo un funeral estos últimos días desde la portada del periódico Pájaro al Vapor, la incertidumbre sobre Aether iba creciendo y no llegaba nada alentador de otras partes, solo silencio.

Al parecer Inazuma y Sumeru estaban en un estado similar, pidiendo explicaciones a Mondstadt que no llegaban.

– ¿Aún no sabes nada? –.

– Xiao, relájate o vas a explotar en karma en cualquier momento. He hablado con la Shogun pero no responde, y Kusanali se quedó extrañada cuando recibió la noticia –.

– ¿Qué hay del Arconte Anemo?, ¿no sabe nada de lo que pasa con él si está allá y nos visitó hace unos meses justo cuando estaba también el rito? –.

– Hace mucho tiempo que no me comunico con Barbatos y ese día fue algo anecdótico, ese es el problema...no sé qué podría estar haciendo ahora. Pero la Arconte Dendro me dijo que estuviera calmado, solo no entiendo porque Mondstadt sigue callado con todo este revuelo por el viajero. Barbatos me habría reportado si realmente murió y creo que la noticia no es cierta –.

En las alturas de la posada Wangshu se curtía una reunión pesada entre dos importantes protectores de Liyue.

– Es que aquí nadie sabe nada, y Aether tampoco me ha llamado, si esto sigue igual...algo habrá que hacer para conocer la situación del viajero actualmente –. El Yashka lanzó una advertencia de sus intenciones al hombre de cabello marrón.

••

Mientras tanto la situación dentro del puerto es incluso más angustiante, justo habían llegado novedades provenientes por parte del Gremio de Aventureros que parecía bastante tranquilo, pero atraía las miradas de varias personas.

Después de una larga y tendida discusión para decidir quién iría hacia la cámara de Jade a entregar la carta escrita por el viajero, la recepcionista no tuvo más remedio que ser la privilegiada de tomar el camino. Solo se iría del puesto unos minutos ya que no es algo complicado, y esto le interesaría a las secretarias del equilibrio Celestial.

Pero hubo un problema, transformado de directora acosadora y ojos más evidentes en el camino de Katheryne, siguiéndola durante varios minutos.

– Directora Hu Tao, por favor ya sé que está observándome...salga y deje de ser una molestia ahora, no tengo tiempo para escucharla con sus nuevas propuestas de marketing de la Funeraria –.

– Hola, holaaaaa –. En medio de unos arbustos rojizos, una sombra de cabello castaño salió moviendo las manos.

– Oye Katheryne, ¿qué clase de carta tienes ahí? –. Sigilosamente, la chica fue merodeando alrededor de la recepcionista sin quitarle los ojos sobre lo que tenía en sus manos.

– Una carta de mucha importancia, necesita llegar lo más pronto posible a los siete equilibrios de Liyue –

– ¿Tiene que ver con el viajero? –.

– Si, deben conocer rápido lo que está pasando exac-¡HEY! –. La traviesa Hu Tao saltó contra el sobre mientras hablaba.

Detrás de ella estaba su amiga, quien no sabía con quien ir a pesar de su claro interés en saber noticias de Aether.

– ¡Xiangling ven ya, hay que quitarle la carta ahora! –.

– ¡Está bien, VAMOS! –. La cocinera se contaminó de la motivación oscura de Hu Tao, uniéndose para tomarla de los hombros y jalar.

Sorprendentemente las dos arremetieron contra Katheryne, impactada, pero sin soltar el mensaje que le encomendó el viajero.

– ¡Oigan...niñas!, si rompen esta carta, nadie sabrá lo que está pasando...¡dejen que Ninguang sepa todo para comunicarles la situación a toda la nación! –. La carta iba a romperse en cualquier momento y se le estaba llendo de las manos, pegando un grito para calmarlas.

– ¡¿Qué está pasando aquí?! –.

La autoritaria voz a paso firme detuvo la pelea, frente a las tres estaba una mujer de cabello morado largo.

– ¡Equilibrio Terrenal! –.

– Hola Keqing –.

– ¿Katheryne?, ¿qué haces aquí? –.

– Venía para entregarles una carta por parte de Mondstadt, en representación de la Maestra Intendente y todos los caballeros de Favonius, escrita por parte del mismísimo viajero –. La recepcionista miró desafiante a las jóvenes por si intentaban una locura, mientras acercaba el sobre al equilibrio terrenal.

La afirmación del autor ya dejaba con algo de emoción a las dos, quienes no creían realmente si es cierto.

[Saludos mis queridos amigos de la nación de Rex Lapis, les escribe el viajero que ha pisado cuatro naciones y les echó una mano para que pudieran mantener la estabilidad en su estadía. No sé lo que se ha dicho de mi en estos días, pero voy a ser claro:

Si han llegado a escuchar sobre mi supuesta muerte, es completamente falso. No puedo dar detalles, pero si puedo decir que solo fue un horrible susto durante largos minutos, tengo en mi lista de pendientes visitarlos y mostrarles que estoy vivito y coleando, no puedo dar una fecha para hacerlo un poco sorpresa.

No se preocupen por mi, no vengan a buscarme, regresaré y sonreiré con todos ustedes lo amables que han sido conmigo...los amo a todos.]

– A ver, entiendo que la Maestra Intendente dejo que el propio viajero escribiera la carta y el Gremio corroboró al autor para ponernos a todos con más tranquilidad –. La mujer revisó la carta en busca de cualquier rareza, pero no había dudas.

– Así es, esta carta viene de Mondstadt, Aether eligió escribir personalmente para mostrar que no ha pasado nada –.

– Entiendo, quiere eliminar él mismo todo el pánico por culpa del Pájaro del Vapor y confirmar que está bien. Llevaré la información al equilibrio Celestial, gracias por traernos la información –.

Mientras Keqing volvía para ir a la cámara de Jade, Xiangling y Hu Tao gimieron impactadas agarradas de manos.

– ¡¿Escuchaste eso, Hu?! –. La cocinera tenía los ojos brillando, igual que si hubiera encontrado una nueva receta.

– ¡Si!, ¡no voy a poder recibir una fortuna ni comisiones por el funeral de Aether!, ¡estaba a punto de sacar un dineral y llegar a un acuerdo con el Gremio! –.

– ... –.

– Lo sé, lo sé, no vayas a golpearme otra vez. Ya puedes volver a la cocina tranquila, quitarte la depresión de encima y esperar a que Aether aparezca por Liyue –. Luego de alejarse de la azabache por la broma, le masajeó los hombros y dieron la vuelta hacia la ciudad.

– O-oigan, ¿realmente Aether está vivo? –. Alguien salió en medio de los arbustos cuando justo empezaron a caminar de vuelta.

– ¡AAAAAHHHHHH ES UN FANTASMA!...¡¿Yun Jin?! –. El aspecto de la joven conocida en todo el puerto le hizo gritar de horror a Xiangling, que no la reconoció al principio por su aspecto.

– Wow, pareciera como si te hubieran matado y revivido al instante para rematarte. ¿Es un nuevo look para una obra? –.

– Jaja, bueno...he estado los últimos días escapando de mi responsabilidad en la ópera. No podía simplemente pararme a cantar, he llorado tanto que mi garganta se seca a la mínima y ni el maquillaje consiguió arreglarme la cara, hasta el cabello se me descuidó porque no tenía ánimos –. Yun Jin parecía no darle importancia a ese tema, justo cuando estaban hablando del viajero.

"Espera, ¿entonces Xiangling no fue la única que estaba sufriendo por Aether?, Yun jin incluso parece haberla pasado peor...¿acaso hay más chicas que estuvieron sufriendo por él?". Hu Tao estuvo en silencio, tenía un extraño presentimiento sobre la importancia del viajero en los lugares que ha pisado.

••

En el puesto de trabajo, se encontraba una de las secretarias del Equilibrio Celestial. Llevaba unos días en la miseria, trabajando sin parar, no volvió a cerrar los ojos, comía flores sin parar y solo usaba la voz cuando fuese realmente necesario para dar una simple respuesta.

Se encerró en su mundo de responsabilidades, sus amigos, compañeros e incluso los miembros con más poder le pidieron urgentemente tomarse unos días fuera.

Cada día parecía más oscuro, así como su ánimo más apagado. No llegaban noticias de Mondstadt, el esfuerzo de los Siete equilibrios en Liyue no era suficiente, Sumeru e Inazuma tampoco respondieron y iban igual de perdidos con la información respecto al rubio.

Tenía esperanza, por eso trabajó más de lo que sus capacidades permiten...ahora prefiere hundirse trabajando y ahogar las penas.

– ¡Acaba de llegar una carta por parte del viajero en Mondstadt! –.

– ¡Aether! –. La chica de cuernos carmesí y cabello azul se levantó de la silla de un salto como si no estuviera cansada, corriendo a la oficina de Ninguang donde se dirigió Keqing.

La mujer de cabello blanco y que lideraba la nación tomó la carta, leyó todo detenidamente mientras Ganyu se comía las uñas y Keqing le acariciaba el hombro en consuelo.

Todos estaban más pendientes de ella y que fueran buenas noticias, porque la chica les daba pena a todos y no dejaba ayudarse.

Ninguang terminó y simplemente miró a su secretaria, igual que Keqing.

– ¿Qué pasa?, ¿señora Ninguang?...¿qué dice la carta? –. La chica estaba más alterada esperando la respuesta.

– Léela por ti misma –.

La mitad adeptus recibió la carta y estuvo leyendo en silencio un rato, sosteniéndola con fuerza solo moviendo los ojos a cada párrafo que bajaba.

Después de cambiar a una expresión más natural, esta vez eran Ninguang y Keqing quienes esperaron su reacción.

– Mmm...siento que algo no está bien con esta carta –. Ganyu terminó y su expresión no estaba convencida después de leer la carta.

– ¿A qué te refieres? –.

– Nunca he visto al viajero escribiendo con la letra de Teyvat, tampoco sé cómo es su ortografía. ¿Y no hubiera sido mejor que fuera la Maestra Intendente quien enviara el mensaje? –.

La chica de cabello azul no dejaba de encontrar argumentos para desconfiar. Tenía demasiada ansiedad y prefería que Aether apareciera delante de sus ojos para darlo por vivo.

El Equilibrio Terrenal y Celestial no daban crédito, Ganyu aún seguía tan insegura y esta era la prueba definitiva de que al viajero no le pasó nada.

– Ganyu, fue él quien decidió escribirnos por su cuenta y es un miembro importante del Gremio de Aventureros, la noticia del Pájaro al Vapor es mentira. ¡Ya no tienes porque seguir creyendo en el periódico! –. Keqing trató de animarla, pero ella le devolvió la carta de Mondstadt con mucho desánimo a Ninguang.

– Solo podría creer en eso si hubiera una muestra gráfica del verdadero Aether –.

– Ok, ¿si lo hacemos podrías tomarte un descanso con tu maestra?, no queremos tenerte en cautiverio más días y siento que vas a desplomarte en cualquier momento, vamos a enviar espías encubierto para la nación y confirmar el estado del viajero...pero tú no trabajarás hasta que te lo ordene –. Ninguang se preocupaba realmente por su secretaria, y no quería decirle a Aether que murió por sobrecarga de trabajo depresiva.

Por eso la señaló con una amenaza, cumpliendo la petición y salir de dudas para todos.

– De acuerdo –. Ganyu aceptó a regañadientes con más optimismo, dirigiéndose a su puesto para recoger sus cosas.

– Pero cuándo–.

– AHORA, llévate todo lo que tengas al Desfiladero Jueyun –.

– Y yo te avisaré cuando puedes reintegrarte, vamos a mostrarte que Aether está bien –.

Después de la tajante respuesta del Equilibrio Celestial y su amiga Keqing, Ganyu se fue esperando que todo sea cierto y Aether realmente siga bien.

– No me queda otra opción que utilizar a Yelan. Solo para estar completamente seguros de que Aether realmente siga con vida y no sea una forma de esconder alguna información de los caballeros de Favonius –. El equilibrio celestial miró hacia la planta superior del interior de la cámara, allí lo escuchaba todo una mujer pelinegra y vestido azul.

– Como órdenes, Ninguang. No tengo problemas en echarle un vistazo a la nación del vino –.

Aún quedaban varias preguntas por responder de lo que estaba pasando con Aether, Liyue hizo sus movimientos y un poco de claridad iba despejando las nubes que cubrieron el puerto por un tiempo.

[Buenos días, tardes...o noches, mi gente de Inazuma. No saben lo feliz que estoy de escribirles esta carta para hacerles saber lo mucho que los recuerdo, hace bastante tiempo fue mi última aparición allá, eh. Le pedí a Katheryne y al Gremio de Aventureros que entregara una carta a cada nación para hacerles saber sobre mí:

Seguramente se ha dicho mucho sobre que estoy muerto, si no lo han escuchado, lamento decirles que...sigo vivo. Tengo las propiedades de la agilidad del viento de la libertad, la dureza de una roca, la vida eterna y la sabiduría más grande del mundo.

No puedo esperar para ir allá y estar con todos ustedes, no se alarmen...pronto estaré ahí.

Con amor, el viajero forastero, Aether].

Después de escuchar la carta del viajero en las manos de Katheryne, los presentes, especialmente aquellos que tenían un vinculo con el rubio o lo conocen, les volvió el alma al cuerpo cuando escucharon el mensaje que escribió.

Otros reaccionaron completamente alterados y confundidos, incluso desentendidos del contexto de su mensaje.

Ante las dudas, Katheryne lo dejó colgado en la pared para que todos pudieran corroborarlo y no dejar a nadie con dudas.

– No logro comprender, ¿por qué Aether dice que lo dieron por muerto? –.

– Disculpe, señora Kamisato...¿no ha estado enterada de lo último que se dijo hace unos días sobre el viajero en el periódico de Fontaine? –. La chica enmascarada de la banda Arataki estaba realmente impactada de ver confundida a una amiga cercana como Ayaka, arquear la ceja y responder negando con la cabeza.

– Pero...¿cómo saben que realmente Aether escribió la carta?, si tan solo pudiera ir a Mondstadt ahora mismo –. Murmuró una chica de cabellos dorados sueltos tomándose las manos temblorosa, suplicando ver pronto al viajero.

Ayaka estuvo petrificada por el cambio de la explosiva hija de los Nagahonara, que llevaba unos días alejados de su habitual luz en su rostro y sus ojos lucían totalmente sin vida como si la lluvia los hubiera apagado.

– ¿Alguien me puede explicar qué está pasando exactamente? –. La princesa garza se giró entonces enfurecida directamente hacia su hermano y Thoma unas cuadras alejados del gremio, estaban de acuerdo en decirle ahora todo el revuelo con la confirmación del propio Aether.

••

Mientras tanto, en Tenshukaku.

– No puedo creerlo –.

– Créelo o no, él no está muerto, nunca lo estuvo. Lo sabías igualmente, Ei. Si realmente no concuerdas con la carta que fue enviada exclusivamente al Gremio de Aventureros, la tormenta de la ciudad no se hubiera calmado esta mañana cuando fuiste a leerlo por ti misma allá –.

La arconte de Inazuma seguía en pose de meditación, cuando miró de reojo a su amiga kitsune dándole la razón.

Es un tema delicado, y a la vez algo de ella no estaba segura si estaba totalmente bien, si no fuera por su deber con la nación ya estaría tomando un barco en dirección a Mondstadt.

– Simplemente no puedo, es algo que me incómoda en el pecho –.

– ¿No será la ropa? –.

– No literalmente, Miko. Me refiero a que sigue sin ser claro la situación...necesito saber toda la verdad y sacar una conclusión, prefiero esperar más información y más vale que haya algo pronto –. Los ojos de la mujer de cabello púrpura ardieron en llamas, apretando la expresión de ira en el rostro.

– ¡Raiden Shogun!, disculpe la intromisión, estuve escuchando sus opiniones respecto al estado del viajero y pienso igual, Mondstadt no ha aclarado los detalles y la carta de Aether resulta muy extraña –. Una voz familiar se asomó detrás de la entrada del Tenshukaku.

"Kujou Sara, tenías que aparecer en el peor momento". Yae Miko giró con molestia al escuchar los pasos y la voz de la Tengu.

La Arconte tuvo una idea con la llegada de su general más confiable.

– Cierto, es una pena que no podamos descubrir de alguna manera si es cierto y Aether está bien, ni siquiera ha aparecido, en su última imagen se desangraba y trataban de llevarlo a algún lado... –.

– Solo fue un poco de sangre, no exageres –. Yae Miko estaba incrédula por el reciente comportamiento de su amiga con respecto al viajero, después de todo ella se ha manchado de sangre muchas veces en el pasado en muchas batallas.

Algo pasó por la cabeza de Kujou y Yae Miko solo esperaba que no se le ocurriera lo que puede estar pensando.

– ¿Qué le parece si viajo a Mondstadt a comprobar? –. La kitsune abrió los ojos casi soltando un gemido de sorpresa.

– ¿Podrías hacerlo? –.

– Si la Shogun necesita ser dislumbrada con la verdad, yo puedo destapar lo que sea que estén ocultando sin importar el riesgo –. Sara no pudo ocultar su determinación para ser espía, sin querer le facilitó más las cosas a Ei.

– Que así sea, tienes mi permiso de partir en incógnito. Estaré pendiente de Inazuma, sin presiones –.

– Le prometo que no seré descubierta, todo sea por la eternidad y sus deseos para el futuro prospero de Inazuma, su Excelencia –.

Yae Miko miraba todo en medio de sus sombras, desconfiada de la manera en que tomó la situación y que las cosas no salieran como pensaba.

"Ay Ei, estás perdiendo reputación con el querido viajero, no quiero lloros ni berrinches cuando empiece a evitarte y preguntarse, porque quieres ejercer mano dura con él y su vida".

Ei le entregó la vida del viajero a las manos de su general, estaba tan impaciente por saber de su estado y Sara también lo hace para calmarla de que estaría pendiente, la tormenta de Inazuma se despejó...por el momento.

[Yoooo, ¿cómo están gente de Sumeru?, ¿están todos bien?, espero se hayan cuidado y no hayan sido tan descuidados como cierto servidor en sus aventuras, espero estén estudiando y haciendo sus trabajos sin preocuparse.

Ya los extraño y eso que no llevo mucho tiempo de haber dejado la nación, soy un masoquista bipolar, lo sé.

Ya sea si estás en alguna parte del bosque, en el desierto, en la ciudad, en una villa o aldea, espero puedas leer mi mensaje importante:

Estoy bien, no crean los rumores sobre mi muerte...solo la gente mala trataría de ganar confusión y esperanza con mi partida, pero tendrán que seguir lidiando conmigo hasta que yo quiera. Ahora mismo estoy tomando un pequeño descanso obligado, no me dí cuenta que debía hacerlo y casi exploto por no parar ni pensar bien las cosas a mi alrededor.

Les caeré de sorpresa y espero puedan recibirme con mucho cariño, no puedo esperar para estar ahí y saludarlos a todos.

De parte de...Aether, el primer sabio de Buer.]

Una pequeña Arconte de largas orejas estaba detrás de la multitud que escuchó el mensaje puesto en el Gremio de Aventureros, para observar las reacciones de su gente.

– Cyno y Tighnari no mintieron, cuando Aether llegue espero escuchar bien su explicación de cómo acabó siendo devorado por acechadores...con eso debería calmarlos, porque ni trayéndoles o deseándoles buenos sueños a la gente, algunos no querían aceptar lo que se decía que le pasó y muchos ciudadanos de Sumeru estuvieron a punto de romperse al esparcirse la noticia –.

Entre los que llegaron a la recepción del gremio en la ciudad, habían varios amigos que tenía Aether.

– ¡¿A-Aether está bien?!, ¡es un milagro!...yo...creí que se había ido para siempre. No sé porque yo no pude soportarlo, entre todos mis problemas para concentrarme en la Academia y terminar mis pendientes, de repente apareció la noticia...sentía que el cielo se me cayó encima y quería desaparecer –.

Una joven estudiante contaba con bolsas oscuras en los ojos por los días que llevaba llorando y sin dormir, sollozó con una sonrisa agónica temblorosa.

La chica siguió en llanto encorvándose, cargando las manos alrededor de su pecho, recordando la última vez que tuvo un momento con el viajero para ayudarle a ser mejor y todo el apoyo que le ha brindado para seguir dando lo mejor de si misma.

El corazón de la joven astróloga de la Academia se animó, por primera vez en mucho tiempo se prometió a si misma no depender de bendiciones astrales para resolver sus problemas con tal de ver de nuevo a su amado viajero de ojos y cabello dorado.

– Esta noticia pondrá felices a Dunyazard y a Candace...bueno, a mi también me hace muy feliz, ojalá vengas pronto, Aether. Cuídate y descansa bien hasta entonces –. La leona de cabello marrón emprendió su paso al desierto nuevamente, luego de estar unos días en la ciudad para recibir alguna actualización de noticias con respecto al viajero.

Unos tacones se acercaron apresuradamente al Gremio, luego de dejar todos sus quehaceres y materiales en la Academia para leer la nota dejada.

– ¡Oye niña Eremita, ten cuidado y deja espacio a tus mayores! –. La mujer se contuvo cuando se tropezó con una morena de cabello azul trenzado y vendas en los ojos.

– ¡Permiso, denle espacio a la doña que tiene que ver algo importante! –. A empujones de la gente, una chica de cabello celeste y ropaje blanca llegó al tablón donde se encontraba el mensaje.

– ¡Ja!, y nadie me creyó!, la chaviza de hoy en día está demasiado dramatizada por esas noveluchas de Inazuma y pensaron que no sobreviviría. Yo conozco al viajero como la palma de mi mano, los viejos somos duros de matar –. Soltó un suspiro de orgullo, para no mostrar el alivio que tenía por dentro. Si estaba fuera de peligro, ya no tenía porque sentir tanta presión en el corazón.

Alejándose de la ciudad, caminaba con mucha rabia una chica del desierto quien se tropezó antes con la mujer.

– Ese idiota tiene suerte que no conozco nada de las demás naciones y debo volver con la Tribu porque habría ido a buscarlo personalmente a Mondstadt, estaré pendiente de cuando llegue a Sumeru...no vas a escaparte de mis preguntas, maldito Aether –. La joven Eremita se miró la mano apretada, rezándole a sus padres para que el rubio aparezca y le pueda dar un buen puñetazo cuando lo vea.