Capitulo 10
…
…
…
Shizuru observo el letargo de su amiga, era su mejor amiga no quería estar peleada con ella y menos por temas relacionados con la ojiverde. La agarro de la mano para sacarla de su ensimismamiento. Tomoe reacciono mirándola.
-Tomoe. No quiero estar peleada contigo, eres mi mejor amiga… -Parecía que la ojirubi comenzaría a llorar.
-Yo tampoco Shizuru, eres mi mejor amiga. Solo te pido que tengas cuidado con ella. Nadie merece que jueguen con sus sentimientos y eso es lo último que diré sobre este tema… sobre tu conciencia quedara si las cosas no resultan como las planeas.
-No te preocupes Tomoe… no te preocupes… -Ambas se abrasaron como señal de que estaban bien. Cuando una llamada llamo la atención de Shizuru, quien inmediatamente contesto.
-Alisa…
-Hola Shizuru ¿Dónde estás? –Alisa no fue con sutilezas, inmediatamente le pregunto aquello que no la tenía tranquila, el saber dónde y con quien estaba.
-Dormí en casa de Tomoe, ayer salimos a un bar y se me hizo tarde ¿sucede algo?
-No, es solo que…- La respuesta tranquilizo a la rubia, sin embargo ahora que le diría, trato de disimular un poco.-… Tu madre está en casa.
-Oh, con que sigue ahí…
-¿Ya sabias que está aquí?
- Ayer la vi, es por eso que me fui con Tomoe a… beber.
-Lo siento Shizuru… -Alisa fue testigo del dolor que a Shizuru le provoco el que su madre la dejara y se fuera. Recordó que los primeros días la ojirubi no comía, es mas ni siquiera salía de su cuarto y ella le tenía que suplicar para que por lo menos comiera algo, cualquier cosa. –Sé que es un tema delicado, perdón por insistir.
-No te preocupes Alisa…
-¿No vendrás a casa?
-No lo sé… en algún momento debo ir, pero hoy no. Pasare el día con Tomoe, saldré con… Natsuki, no sé. Veré que hago.
-¿Estas saliendo con Natsuki?
-Alisa… ayer tu saliste con ella, hoy me toca a mí.
-Shizuru, Natsuki no es un objeto que vamos a compartir, es una persona…
-Alisa, alto, creo que es un tema que no debemos hablar por teléfono… lo dejamos para después, por favor.
-Bien Shizuru…
-Bueno, nos vemos. Adiós.
Y sin esperar respuesta colgó. Alisa alejo su celular y regreso al menú de contactos, localizo el de Natsuki. Mentalmente se debatía en si llamarla o no. Deseaba adelantarse a cualquier intento de su prima de acercarse a Nat. No sabe porque, pero tiene una mala corazonada sobre esa relación. Esta por llamarla cuando alguien toca a la puerta de su cuarto.
-Adelante.
-Hija ¿Qué haces?
-Hablaba con Shizuru.
-¿Dónde está?
-En casa de Tomoe, donde más.
-¿Pero está bien?
-Si… ¿ocurre algo mamá?
-No, no es nada. Prepárate, saldremos con tu abuelo a comer con unos socios del club.
-¿Tengo que ir?
-Por supuesto mi cielo, debes de ir conociendo todo lo relacionado a los negocios de la familia. Vamos, en media hora te quiero abajo Alissa
-Si mamá.
…
…
…
-Bueno hija, ocupamos cambiar varias piezas, debe quedarse aquí.
-Está bien tío, por lo menos ya sabemos que tiene.
-Si… -Yamada miro a Natsuki quien seguía limpiando la herramienta, vio a su sobrina que de vez en cuando volteaba a verla.
-¿Ocupas que te lleve al trabajo?
-No se preocupe tío, tomare el pesero.
-Ningún pesero, Natsuki te puede llevar en el auto del taller.
-No es necesario tío… -Sara intento protestar sin embargo Yamada la ignoro.
-Natsuki.
-Dígame. –La susodicha giro un poco su cabeza para ver a Yamada y a Sara.
-¿Puedes por favor llevar a Sara a su trabajo?
-Claro que sí.
-Ten… -Le extendió las llaves. –Abusando de tu amabilidad ¿me puedes traer algunas cosas de la cafetería?
-Sí, no hay problema.
-Gracias muchacha. –Yamada sonrió ampliamente. Saco una pequeña libreta y un bolígrafo de la bolsa de su overol mientras Natsuki se fue a cambiar. Por su parte Sara solo lo miraba incrédula. Aprovechando que la ojiverde estaba retirada de ambos cuestiono a Yamada.
-¿Qué intentas tío?
-Nada… solo quiero algo dulce y que mejor que de la cafetería donde trabajas.
-Tío… -Sara no le creyó.
-Sara, no hay nada oculto.
La rubia estuvo a punto de contestarle sin embargo ya no dijo nada pues a su lado llegaba Natsuki, quien recibió el papel con los pedidos de Yamada, mientras Sara subió al copiloto Natsuki hizo lo propio por el lado del conductor.
-La cuidas mucho…
-Sí, si…
…
…
…
-¿Qué hace suegro? –Naomi entraba al despacho del patriarca Fujino sin pedir si quiera permiso. Kotaro reprimió sus impulsos de gritar y maldecir y en su lugar solo suspiro. Él se encontraba revisando unos papeles de la empresa.
-¿No te enseñaron a tocar? –Le dijo sin levantar la vista de los papeles.
-Sí, pero estamos en confianza ¿o no querido suegro? –Naomi ahora se encontraba sentada frente a Kotaro
-¿Qué quieres Naomi? ¿Dinero? ¿Cuánto?
-Kotaro, sé que es difícil de creer pero quiero acercarme a Shizuru. Solo eso.
-… -Kotaro alzo su vista y solo miraba a Naomi, sin cambiar su expresión.
…
…
…
-No es necesario que me lleves, de verdad Natsuki, no quiero molestarte.
-No hay problema Sara, no es molestia.
-Gracias.
-Por nada.
-Natsuki ¿Qué harás el próximo sábado por la tarde?
-Mm… es una buena pregunta, no lo sé, no tengo planes.
-¿Quieres ir conmigo a la presentación de un libro? –Una sonrojada y nerviosa Sara le decía, pero la ojiverde no lo miro pues su vista estaba al frente.
-Sí, me gustaría.
-Genial. Sera a las 7 de la tarde. Te envió la dirección a tu teléfono.
-De acuerdo. ¿Sobre qué va el libro? ¿Quién es el autor?
-Es sobre…
…
…
…
-¿Qué sucede? –Kotaro llevaba varios segundos sin decir nada y solo mirándola, esta situación puso incomoda a Naomi.
-¿Ya me puedo reír? –De pronto pregunto.
-…
-Es lo más absurdo que has dicho en tu miserable vida Naomi ¿esperas que me crea eso? Si como no… ahora han despertado tus instintos maternales y quieres estar cerca de Shizuru. A otro perro con ese hueso.
-Kotaro…
-Ya dime ¿Qué quieres?
-Ya se lo dije, estar cerca de Shizuru.
-Y sigues… te lo creería hace años, cuando la dejaste aquí… no ahora…
-Usted me dijo que la dejara…
-Sí, te lo dije, y tú estuviste totalmente de acuerdo, en largarte y dejarla. Fue tu prueba Naomi y demostraste tu calaña…
-¿De qué habla?
-Simplemente te pedí que te fueras, te ofrecí dinero si dejabas a Shizuru conmigo. Tenías dos opciones, aceptar y dejarla, o rechazar mi oferta y seguir a su lado. ¿Necesitas que te recuerde cual escogiste?
-Pero…
-Y no te culpo, ella no es tu hija, no lleva tu sangre, hasta cierto punto es entendible que eligieras el dinero, tu juventud, el ya no estar atada a nada, tu libertad. Así que ¿Qué quieres?
-A mi hija…
-¿Cuál hija? Tu aquí no tienes nada…–Kotaro se puso de pie y le extendió un cheque a Naomi, la cual no lo recibió y él lo dejo sobre la mesa, frente a ella. El patriarca Fujino camino para salir del despacho, Naomi se puso de pie para impedirlo. Sin embargo el ya iba varios pasos adelante.
-Me está insultando…
-¿Es poco porque te vayas? Te doy más, no te preocupes…
-No le estoy pidiendo dinero, solo quiero estar cerca de Shizuru. –Kotaro detuvo sus pasos, giro su cuerpo para quedar frente a su nuera, Naomi agarro el cheque y lo comenzó a hacer pedacitos.
-Shizuru fue forjada por mí, educada por su abuelo, ella es mas hija mía que tuya y no permitiré que eches a perder a mi obra maestra. Lárgate o atente a las consecuencias. –Y diciendo esto salió del despacho dejando a una impotente y llorosa Naomi en el.
…
…
…
El camino a la cafetería fue agradable, hablaron sobre el libro, y sobre cosas triviales como el del clima, de Yamada, de lo que tiene su auto. Así que el trayecto para ambas se hizo muy corto. Al llegar Sara bajo, al igual que Natsuki y ambas entraron a la cafetería. Sara le pidió que se sentara en una de las mesas y le pidió a una de sus compañeras que le sirviera algo mientras esperaba los pedidos.
-Yo no ordene nada… -Natsuki alzo su vista de la copa de helado hacia la mesera.
-Es por cuenta de la casa.
-…
-De verdad. Sara te lo envía. Que lo disfrute. –Y se retiro.
-Gracias. -La ojiverde tomo la cuchara y comenzó a comer el helado, no pudo evitar mirar la cafetería, los estantes con libros, a varias personas con sus respectivas lecturas y bebidas, sonrió.
Unos metros lejos de ahí, en el vestidor para los empleados del café se encontraba Sara terminando de ponerse su uniforme, cuando entro su compañera, sonriendo de forma cómplice.
-Ya se lo entregue. Sara, es muy linda. Y sus ojos… que bonitos ojos tiene.
-Sí, ¿Qué te dijo?
-… Primero se reusó, cuando le dije que tu se lo enviaste sonrió.
-Ah, qué emoción…
-Dicen que el amor entra por el estomago ¿no?, parece que vas en buen camino.
-Espero que si…
…
..
..
-Abuelo… -Por las escaleras estaba terminando de descender la rubia cuando su abuelo salió de su despacho, no pudo evitar girar su rostro al interior y fue capaz de ver como la mamá de Shizuru se limpiaba los ojos, como si estuviera llorando.
-Alisa, ¿ya estas lista? –Kotaro le hablo, llamando su atención.
-Si… lista. ¿Abuelo?
-Dime.
-¿Mi tía Naomi no irá con nosotros?
-No, ella tiene otros asuntos que atender.
El patriarca Fujino siguió caminado rumbo a la salida, Alisa miro otra vez al despacho donde Naomi con su mano le dijo adiós, ella solo asintió y siguió a su abuelo. Naomi salió del despacho y al subir las escaleras se encontró con Alison. Naomi estaba afectada por lo dicho por el patriarca Fujino, no fue capaz de ver a Alison y paso por su lado, evitando hacer contacto visual.
-¿Cuánto quieres por irte? –Naomi detuvo sus pasos, pero no se giro para ver a su interlocutora.
-No quiero dinero, vine por Shizuru. –Alison giro su cuerpo, Naomi aun le daba la espalda.
-Ja, no me hagas reír, a ti lo único que te mueve es el dinero. –Naomi giro su cuerpo para quedar frente a Alison. Ambas se miraron de forma retadora.
-Estoy segura que sabes de la fortuna que mi hermano le dejo a Shizuru y sé que la quieres para ti. No la tendrás, solo sobre mi cadáver veras un centavo de ese dinero. Así que ¿Cuanto quieres?
-Tu…
-Ahora no es necesario que me respondas, piénsalo, querida, ¿Cuánto quieres por largarte y no regresar jamás?
-…O nos orillaras a tomar medidas más… drásticas.
Alison giro para seguir bajando la escalinata e ir a encontrarse con su padre y su hija, quienes ya la esperaban en el auto. Naomi lentamente se fue resbalando hasta sentarse sobre un escalón y comenzó a llorar amargamente.
…
..
..
Después de degustar su helado y conversar un poco mas con Sara Natsuki emprendió el regreso al taller con los encargos que Yamada le hizo. Al entrar a la avenida principal se dio cuenta de que el tráfico estaba congestionado, así que decidió salir por una lateral en la primera oportunidad que tuvo. Condujo algunos minutos sin contratiempo, en algunos segundos pasaría sobre un puente que unía la ciudad ya que había un rio que dividía varios distritos. Al pasar pudo observar que una mujer estaba sobre la barandilla, a solo una de estar en el borde. Se asusto y detuvo el auto. Parecía que esa extraña se quería suicidar. La ojiverde estaciono el auto y bajo de él. Inmediatamente se acerco a la mujer.
La mujer estaba contemplando la quietud del agua bajo sus pies, sentía que el agua la llamaba. Pensaba que tal vez era lo mejor para todos, para su familia, para ella misma, para su hija… el terminar con su vacía existencia.
-Señora…
Naomi se sobresalto y se tambaleo un poco hacia el frente, parecía que caería al agua sin duda alguna. Trato de agarrarse con sus manos del último barandal cuando sintió que alguien la sostenía de las piernas, giro y miro a una chica quien se aferraba a ella para que no cayera. Una brisa de viento llego a su rostro, como si fuera una bofetada para que reaccionara y pensara en la tontería que tenía en mente.
-Suéltame… por favor… bajare…
Natsuki estaba dudosa, pero aun así lentamente aflojo su agarre, esto lo aprovecho Naomi para bajarse de los barandales y llegar a piso firme, lejos del peligro de caer. Al sentirse segura en el piso se puso a llorar, lentamente se dejo caer en el piso hasta estar de rodillas. Natsuki no sabía qué hacer lo único que se le ocurrió fue acercarse y darle palmaditas en la espalda para que se tranquilizara.
-Soy una cobarde… una cobarde…
…
…
…
-Tome. –La ojiverde le extendió un vaso de café a la mujer para que lo bebiera, ahora ya se encontraba más tranquila, estaba recargada en el auto, sentada en el suelo, contemplando el horizonte desde aquel puente. –Gracias. –Naomi tomo el vaso. Mientras que Natsuki solo se sentó a su lado sin decir nada.
-Gracias.
-¿Por qué?
-Por no permitir que cayera. De verdad gracias.
-… Si…
Pasaron varios minutos en completo silencio, ambas contemplando el horizonte. Natsuki le envió un mensaje a su jefe diciéndole que llegaría un poco tarde.
-… ¿No preguntaras porque iba a saltar?
-No… aquí lo importante es que no lo hizo.
-¿A caso eres un ángel guardián?
-No creo… no soy tan buena persona para considerarme un ángel, solo soy una ciudadana promedio que pasaba por aquí. Solo eso señora.
-Gracias.
-Sabe, todos tenemos problemas, yo por ejemplo cuando mi papa nos dejo a mi mamá y a mí, me sentí terrible, sentí como si mi mundo se terminara, se derrumbara frente a mis ojos y yo no podía hacer nada, tan solo era una niña de 7 años que no entendía porque su papa se fue de la casa con otra mujer. Pero paso el tiempo, vi que mi mamá poco a poco volvió a sonreír y yo no quería opacar esa sonrisa, al contario quería contribuir para que la tuviera siempre. No la quería ver triste… nunca -Naomi silenciosamente estaba derramando lagrimas. Entendía el punto de la ojiverde y sus palabras taladraban su corazón con una punzante culpa. ¿Así se sentiría Shizuru cuando la dejo con su abuelo? Una pregunta que rondo su mente, logrando que se sintiera mas culpable, más miserable por borrar la tierna sonrisa de Shizuru.
-Hace años, cometí el peor error de mi vida. Abandone a mi hija. La deje y ahora que regreso me rechaza. La entiendo. La deje cuando más me necesitaba. El tiempo no perdona. Obtengo lo que merezco.
-Su hija solo está molesta, dele tiempo, se le pasara.
-No lo creo, su abuelo la enveneno en contra mía, lo sé, ese miserable… pero que puedo decir yo, si soy más miserable que él, por dejar a esa niña sola a merced de todas sus perversidades. Que puedo decir yo, que no comparto su sangre. –Natsuki no estaba entendiendo mucho, pero se alegraba que la mujer estaba sacando sus problemas, tal vez eso le hacía falta, expresar sus sentimientos para estar más tranquila y ya no intentara aventarse.
-Perdona… se que solo te estoy confundiendo. Creo que debo comenzar por el principio. Me case con mi único esposo, con el amor de mi vida. Éramos muy jóvenes cuando me propuso matrimonio. Al principio pensé que quería formar una familia conmigo, un hogar, él como un abogado, yo cómo una consultora formaríamos un dúo accesional, pero todo se derrumbo cuando su padre me dijo que su hermana quedo embarazada y que mi esposo le había propuesto el que se casaría conmigo para que nos dieran a ese bebe y poder tapar el fallo de su hermana. Me sentí devastada, es como si me usara para seguir aparentando ser la familia perfecta, cambie con él. Me case pero pensé en solo sacarle dinero, en hacer su vida miserable. Cuanto me arrepiento de eso.
-…
-Hace algunos meses me entere de la verdad, cuando su padre se dio cuenta del embarazo de su hermana se puso furioso, quería que ella abortara, pero mi esposo no se lo permitió, le ofreció un trato, el que él y yo nos casaríamos y nos daría al bebe para que fuera como nuestro. Yo, en ese entonces no lo sabía, pensé que solo me estaba utilizando por eso me llene de rencor en su contra y en contra de la pequeña inocente que no tenía la culpa de nada. Su hermana tuvo una hermosa niña, la cual mi suegro le quito para entregármela a mí y la criara como mi hija. Años después mi esposo murió en un accidente y el maldito de mi suegro me ofreció dinero para que me fuera sin mi niña. Le dije que si, la abandone, la deje con ellos, con su madre, que cree que es su tía y con su abuelo, un malnacido tirano que quiere manejar la vida de todos como si fuéramos títeres. Nos manipula a su antojo. La deje por muchos años, parte de su niñez y su etapa de adolescente. Quiero retomar la relación con ella, conocerla… hace unas horas me entere que tiene novia, sabes y yo no estuve para ella cuando para darle consejos, para orientarla, para reprenderla, no estuve y ahora quiero estarlo, pero esa maldita familia cree que solo estoy aquí por su dinero, lo cual es falso. Me están ofreciendo dinero para irme de nuevo, pero no quiero, pero siento que ella me odia por abandonarla, por todo… pensé en morir, tal vez es lo mejor, para ella.
-¿Usted quiere a esa muchacha, de verdad la quiere?
-Si
-Entonces no se deje vencer por esa familia. Luche por su hija, porque madre no es quien da a luz, sino quien educa, quien está contigo en tus primeros pasos, quien te cura de tus fiebres, quien te llama la atención. El primer paso para solucionar un problema es reconocer que no somos perfectos, que nos equivocamos y hacer algo por enmendar las consecuencias de nuestras acciones, si la quiere, si de verdad la ama como su hija aunque no compartan lazos sanguíneos, luche por ella, gánesela.
…
…
…
-¿Aquí está bien? –La ojiverde se estaciono frente a un hotel.
-Sí, muchas gracias Natsuki, tus palabras me han abierto los ojos.
-Para eso estamos, cuando necesite hablar aquí estoy, tiene mi numero para lo que se le ofrezca.
-Sí, gracias por acceder a pasármelo, sabes, mi hija tiene como tu edad, me ayudaras como guía para acercarme a ella.
-Espero ser de ayuda.
-De mucha, créeme. No te entretengo mas, no quiero que tu jefe se enoje contigo.
-Nos vemos Naomi.
-Hasta pronto Natsuki. –La ojiverde prendió la marcha del vehículo emprendió el camino. Feliz por ser de utilidad a esa mujer y poder ayudarla a darle un nuevo enfoque a su vida. Sonrió, tal parecía que el día no dejaba de sorprenderla y aun faltan varias horas para que termine. Pensó en ir hacia el taller, sin embargo antes tenía que ir a otro lugar.
…
…
…
Shizuru entro a la mansión Fujino, lo primero que hizo fue subir a la habitación de su madre, encontrándose con que ya estaba vacía, su maleta no estaba por ningún lado. Abrió el armario y estaba completamente vacio. Nada de cosméticos o cremas en el cuarto de baño. Suspiro, tenía la leve esperanza de que siguiera aquí, de tenerla aunque fuera de lejos, pero cerca. Se sentó en la cama contemplando la nada.
-¿Ves como no le importas? -Quien le decía esto no era más que su abuelo, quien había entrado a la habitación para comprobar lo que la empleada del servicio le había dicho, que la señora Naomi había salido de la mansión con su maleta.
-Y ni se te ocurra lloriquear… esa maldita perra no merece las lagrimas de una Fujino, ¿entendiste?
-Si abuelo.
Shizuru se puso de pie y salió de la habitación directo al jardín trasero, aguantando el ardor de sus bellos ojos por las lágrimas que querían salir. No podía llorar frente a su abuelo. Camino hasta internarse en una área rodeada de arboles y llegar a un pequeño kiosco donde se permitió llorar. Tal parecía que nadie la quería, así se sentía, mal querida. Las nubes poco a poco comenzaron a soltar finas gotas de agua, al igual que ella, primero levemente y gradualmente aumentaron su intensidad, a Shizuru no le importo quedarse ahí. Tal vez el cielo pensaba lo mismo que ella y por eso lloro, acompañando su pena. De pronto sintió que era envuelta en un cálido abrazo, rompió en llanto con más ganas, sin abrir los ojos se aferro a aquella persona como su tabla de salvación.
…
…
…
