En el capitulo anterior…
-Natsuki ¿estás bien? –Shizuru toco la puerta y hablo un poco fuerte para que Natsuki la escuchara.
-Sí, estoy bien.
-¿Te sientes mal?
-No, solo tengo un poco de calor… -Natsuki lo decía sonriendo, mientras abría la puerta. Shizuru la miro, Natsuki tiene en su faz unos chapetitos rosa. La imagen es muy tierna y la ojirubi sonrió pero al mismo tiempo se sintió mal por hacerle eso a la ojiverde.
-Lo siento Natsuki, es mi culpa que estés así… -Shizuru baja su cabeza.
-No, yo acepte consumir alcohol, es la falta de costumbre… supongo. ¿Y los demás?
-Se fueron hace unos minutos.
-… Oh.
-Nat, lo mejor será que te quedes aquí a descansar, mañana te llevo a tu casa.
-¿Qué? Yo… no… pido un taxi, de verdad. No quiero incomodarte… o que tengas problemas con tu familia.
-Insisto, no estaría tranquila sabiendo que vas con un desconocido entrada la madrugada. Quédate a dormir… conmigo… aquí…
-Shizuru… -Seria a causa del alcohol, de lo dicho por la ojirubi, que el calor que Nat sentía se incremento. Shizuru se sentía nerviosa, era un tema nuevo para ella, nunca ha estado en la intimidad con nadie y qué decir de Natsuki, ni en sus más locos sueños pensó estar en una situación como esta y menos con una mujer como Shizuru.
-No, lo mejor es que me vaya…
-Natsuki… -Shizuru se acerco a ella, y la beso, sus labios sabían a alcohol, Shizuru también había estado tomando. Natsuki trato de resistirse, de controlarse, pero eran embriagantes los labios de Shizuru, su aroma, su calor. Natsuki estaba perdiendo la batalla contra su autocontrol… y en un destello de lucidez se aparto de la ojirubi.
-¿Qué sucede Natsuki? ¿Acaso no me deseas?
-Shizuru, no es eso… no estás en tus sentidos, yo tampoco, no quiero que pase algo de lo que… de lo que te puedas arrepentir...
-Quiero estar contigo, necesito estar contigo ¿No lo entiendes?
-¿Qué?
Shizuru volvió a atacar los labios de Natsuki, un beso apasionado, que Natsuki estaba luchando por no corresponder, pero una parte de su cuerpo comenzaba a despertar, no quería ceder, Shizuru no sabía de su condición, no quería alejarla. Haciendo uso de su control, volvió a alejarse de Shizuru, pero muy poco, solo para poder hablar.
-Shizuru, por favor, no me lo hagas mas difícil, yo… no soy quien tú crees… no quiero alejarte… no quiero perderte, yo… te deseo como no tienes idea, pero tampoco quiero mancillar tu honor, no quiero que piensen mal de ti, y menos saber que es por mi culpa.
-Te necesito Natsuki, te necesito. –La ojirubi se soltó a llorar, Natsuki le abrazo, no sabiendo que mas hacer o decir, solo la abrazo.
.
…
…..
Capitulo 18
-Shiz… por favor… necesito… Shiz...uru...-La ojiverde no podía decir una oración completa, Shizuru estaba besando su cuello de una forma magistral. Natsuki estaba perdiendo la lucha, Shizuru no la estaba a ayudando en nada. La ojiverde cerró sus ojos, disfrutando de las sensaciones que los labios de Shizuru le provocan. Sin embargo abre sus ojos de sobre manera cuando siente que su camisa está siendo desabrochada. Shizuru en su afán de ganarse a Natsuki ha comenzado a mover sus fichas.
Natsuki aleja las intrusas manos de su cuerpo y observa el rostro de Shizuru, quien tiene un gran sonrojo en sus mejillas y sus ojos, tienen un aspecto más oscuro a causa de la excitación y del deseo. La ojirubi está por reanudar sus besos cuando el sonido de un celular hace acto de presencia en el silencio de la noche.
Es el celular de Natsuki, su madre le está hablando. Shizuru se aleja frustrada, pues las han interrumpido. Natsuki de cierta manera se disculpa con sus ojos y el gesto de su rostro, pero internamente se siente aliviada por no seguir, siente que no es el mejor momento para decirle a Shizuru de su pequeño secreto.
-Bueno. –Shizuru se ha sentado en uno de los sillones de la sala, en la mesa de centro aun hay algunas botellas de alcohol, toma un vaso y se sirve un poco, se lo toma sin más. Natsuki la observa, mientras habla con su madre. Uno, dos, tres, Shizuru sigue bebiendo. Cuando esta por tomarse su cuarto caballito, la mano de Natsuki se lo impide.
-Tu… -Shizuru apunta a Natsuki con su dedo índice, la apunta como acusándola.
-Tu… eres la culpable… no me permites… tu… me vuelves loca…
-Ya entendí… tú estás ebria…
-No… no estoy ebria, tú lo estas… -Shizuru se carcajea. Natsuki sonríe fugazmente, pues ve que Shizuru va por el vaso sobre la mesa.
-No, ya fue suficiente por hoy. A dormir, vamos no se a donde te voy a llevar pero ya es hora de que dejes de tomar.
Shizuru intenta caminar para llegar a Natsuki pero sus pasos son erráticos a causa del alcohol y tropieza con ella misma, ya está resignada a que se dará un golpe pero nunca llega, Natsuki la atrapa en sus brazos.
-Eres muy bonita… me gustas… -Shizuru ve el rostro de Natsuki, la toma de las mejillas con sus manos. Mientras que Natsuki las pone de pie a ambas. La ojiverde suspira y toma a Shizuru de sus piernas y espalda para llevarla al estilo nupcial. A paso lento y seguro trata de subir las escaleras. Sería más fácil si Shizuru no estuviera jugando con su cuello, ni haciéndole cosquillas con su respiración.
-Me gusta tu aroma… me da seguridad… ¿Quieres ser mi novia?
-Shizuru…
- Es un si…Natsuki… mi Natsuki… -Shizuru se ha acomodado mejor, ambas manos están detrás del cuello de Natsuki y su cabeza descansa entre su hombro y cuello, ha cerrado sus ojos color sangre.
-Shizuru… ¿Cuál es tu cuarto? … -Natsuki tiene su cara roja, por el esfuerzo de subir con Shizuru hasta el segundo piso y por las palabras dichas por la misma. Realmente no sabe ya ni porque, solo siente que su sangre ha subido a su rostro.
-Ooooh… la segunda… puerta a la derecha… Natsuki quiere… hacerme esto y aquello…
-Shizuru… nos vamos a caer… -Shizuru ha comenzado a besar su cuello de nueva cuenta. Natsuki con trabajo logra abrir la puerta y se encuentra con una escena por demás irreal, la habitación está llena de velas encendidas y sobre la cama esta un corazón formado con pétalos de rosas blancas, rojas y rosas.
Natsuki camina a la cama y deposita a Shizuru en ella con mucho cuidado, esta por incorporarse pero Shizuru se lo impide, pues no la ha soltado del cuello y la jala sobre ella. Natsuki interpone sus manos para que su peso no caiga por completo sobre Shizuru.
La ojirubi ha alzado un poco su cabeza para poder besar a Natsuki. La besa como si no hubiera mañana. Ambas tienen sus ojos cerrados, sus respiraciones comienzan a ser irregulares, por la falta de oxigeno, se separan, pero Shizuru sigue sin soltar el cuello de Natsuki y reanuda su labor, vuelve a atacar esos labios a los cuales se ha hecho adicta.
De pronto Natsuki deja los labios de Shizuru y lentamente comienza a depositar besos en sus mejillas, tortuosamente comienza a bajar a su cuello, donde con solo respirar hace que Shizuru se mueva debajo de ella. Esto despierta a Natsuki, un atisbo de sensatez llega a su mente, no puede tomar a Shizuru en este estado, no debe hacerlo. La desea, si, pero no puede estar con ella de esta manera tan intima por el impulso del alcohol. Quiere que ambas se entreguen en sus sentidos, por el deseo de hacerlo y no bajo la influencia de alguna sustancia.
-Se que no quieres esto… -Sus palabras hacen que Shizuru abra los ojos, ambas se observan…
-Es lo que más deseo… –Shizuru lo dice sin temor en su voz. Ve los verdes ojos de Natsuki, inyectados de deseo, pero también de tristeza, un pequeño destello pero ella lo ve.
-Solo… quédate conmigo esta noche… por favor Natsuki… solo abrázame…solo… abrázame… -La ojirubi le dice a Natsuki. Sigue aferrada a su cuello, no está dispuesta a que se aleje de su lado.
Natsuki como puede se acuesta de lado, y la atrae hacia sí, la abraza, le hace mimos en su cabeza, Shizuru poco a poco comienza a perder la conciencia. Su respiración se vuelve regular hasta quedarse profundamente dormida. Pasan los minutos. Natsuki la contempla dormir. Hace unos instantes que se ha levantado dejándola sobre la cama.
-¿Qué rayos hago contigo…? –Le dice viéndola, aunque sabe que Shizuru no le va a contestar. - No quiero… pero no me dejas otra opción…
…..
…..
…..
Un sonido lejano comienza a llegar a sus oídos, poco a poco se vuelve más intenso, da un gran respiro y lentamente abre sus ojos para encontrarse con la luz del día, la cual se filtra por la ventana de su cuarto.
Su cabeza duele, de pronto recuerda la noche anterior, levanta las sabanas donde esta acurrucada y se encuentra con otra ropa, pero tiene ropa encima, se maldice, parece que no consiguió estar con Natsuki pero, recuerda que solo ellas dos se quedaron en la casa de huéspedes. Y ella no recuerda el cambiarse de ropa.
-Shizuru… ¿Cómo te sientes?
-¿Alisa? ¿Qué haces aquí?
-Vivo… aquí…
-Pero Natsuki… Ella y yo… ¿Tu? ¿Qué haces aquí?
-Pues… Natsuki me hablo como a las dos de la mañana, diciéndome que necesitaba ayuda contigo.
-… ¿Cómo?
-Me dijo que te quedaste dormida con la ropa de ayer, ella no se animo a cambiarte, argumento que no parecías cómoda con el atuendo… no quiso verte en ropa interior, supongo por eso me hablo para que lo hiciera…
-Ella… -Alisa observo como el rostro de su prima reflejo tristeza.
-Se fue hace como media hora… estuvo despierta velando por tu seguridad durante la madrugada.
-…
-Esa mujer, pudo sobrepasarse contigo y solo te cuido, no cualquiera, no cualquiera, Shizuru.
…..
…..
…..
Mientras tanto Natsuki había llegado a la hora justa para no tener retardo, sin embargo se encontraba cansada por no dormir. Esto para su jefe no paso desapercibido, ni para Takeda. Ambos se encontraban hablando sobre unos proyectos. El padre de Takeda, en cuento la vio entrar, le mando por cafés y panecillos.
Su plan era mandarla a la cafetería, sabe que a esa hora salen los obreros del primer turno a comer, esto hará que se tarde bastante, logrando con ello que su hijo y el puedan presentar un informe que la ojiverde hizo.
Kotaro Fujino se encuentra en la sala de justas, esperando a unos inversionistas que planean hacer negocios con él, de igual forma se encuentra Tadashi como nuevo socio del corporativo. Se le ve un poco molesto y no es para menos, ninguna de sus nietas ha llegado a trabajar. Alison también se encuentra con ellos, al igual que los contadores Reito y Haruka.
Los únicos que conversan son Alison y Tadashi, el Sr. Fujino se excusa y sale a su despacho dispuesto a hablarle a Shizuru para que se presente a como dé lugar. Sin embargo su objetivo no se puede llevar a cabo, ya que sus socios han llegado.
-Kotaro Fujino, que gusto verte.
-William Anderson, un gusto volver a verlo, pase por favor.
-Kotaro, quiero presentarte a mi hijo, Aiden –El susodicho hace una reverencia.
-Un gusto conocerlo Aiden, no tenía el placer. Pero pasen, a la sala de juntas ¿Gustan café, agua? -Todos caminan y entran a la sala. Al abrirse la puerta todos giran a verlos y Alison no lo puede creer. Su semblante cambia a uno de miedo. Pues reconoce a Aiden, el padre de Shizuru, y no es otro que el hijo del futuro socio de su padre, Aiden Anderson. Él parece no reconocerla pues no se inmuta al verla, le es indiferente.
-Buenos días, el día de hoy nos acompañan los señores Anderson quienes pasan a ser socios del corporativo. Pasen por favor, tomen asiento.
-Gracias Kotaro, tu siempre tan amable. Primero me presentare, soy William Anderson.-El señor ya se ve de edad, sin embargo sigue conservando su presencia, su cabello ya está casi en su totalidad de color blanco.
-El es mi hijo Aiden –Un hombre de cuarenta y tantos hace una reverencia. Rubio, de tez blanca con unos profundos ojos color café y una sonrisa arrogante.
Están en las presentaciones cuando alguien toca a la puerta. Alison pronuncia el pasen y entra el servicio encargado de los aperitivos. Entre ellos esta Natsuki, pues ayudo a Sara y sus compañeros a llegar a la nueva sala de juntas. Kotaro la observa, pensó que no se encontraba en la planta como sus nietas, aunque no es el único, todos la observan. William pregunta sobre ella, ya que tiene el logo del corporativo en la camisa que viste.
-Sí, es Kuga-san, es la asistente de la gerencia de mantenimiento. Es muy buen elemento y como ven muy amable.
-Esa es la razón por la que quiero invertir en tu empresa, eres muy considerado con los empleados y eso ante el gobierno se refleja con más apoyos. –William pronuncia.
La cara de Aiden refleja sorpresa. Natsuki se retira del lugar, y los socios pasan a tomar asiento. Alison no puede quitar los ojos de Aiden, él se mueve incomodo en su asiento, no sabe porque la mirada de esa mujer lo incomoda. Trata de recordar donde la ha visto, siente que la conoce pero no logra recordar de donde.
La secretaria entra a la sala de juntas para informar que Shizuru, Alisa y Nina han llegado, las tres entran a la sala, los miembros de la familia Anderson se ponen de pie, las tres se presentan con ellos y toman sus lugares, de tal forma que Nina queda al lado de Shizuru.
A los pocos minutos llegan los abogados de William y su contador, al igual que Takeda y su padre.
-¿Dónde está Natsuki?
Esa sola pregunta llama la atención de Tadashi, Shizuru, Alisa y Nina, pues quien la formula es Kotaro. Ya que cuando la secretaria le informo de la llegada de sus nietas, Kotaro le pidió que mandara llamar a Takeda, a su padre y también a la ojiverde.
-Bueno, en un momento se incorporara con nosotros. –Takeda lo dice, alentado por su padre; la mirada que recibe de Kotaro hace que inmediatamente se arrepienta, pero no puede hacerse para atrás, debe tener seguridad para que el Señor Fujino vea que él es la mejor opción para Shizuru.
-Ve a buscarla, por favor, Takeda.
-Sí, señor, voy enseguida. –Un sudoroso Takeda y también dolido del orgullo, se levanta y sale de la sala de juntas.
-Ingeniero Tadashi, Alison ¿pueden permitirme unos minutos, en mi despacho? –Mas que pregunta, el tono que uso fue de una orden. Los susodichos se ponen de pie, pues Kotaro ya lo ha hecho
-Les ruego nos disculpen, pero es un asunto un tanto urgente. Mientras esperan por favor degusten alguno de estos aperitivos que especialmente se hicieron para ustedes. En unos minutos regresamos.
Los tres sales de la sala. Mientras tanto por el jardín una peli azul juega con un perrito que está en el jardín contiguo al comedor.
-¿Cómo llegaste aquí? Si los guardias te ven te van a querer matar. ¿Qué hago contigo pequeño amiguito?
Natsuki esta tan entretenida con el can que no se percata que una chica la está observando. De pronto el perrito sale corriendo y Natsuki lo sigue con la mirada para encontrarse con una imagen muy tierna, pues una chica desconocida se ha puesto en cuclillas para llegar un poco a la altura del pequeño animalito, ella lo acaricia con su mano, mientras el perrito mueve su colita todo emocionado.
-¿Es suyo? –Natsuki ha caminado a donde los dos se encuentran y pregunta. Cuando lo piensa, las palabras han salido de su boca.
La mujer alza su vista y lentamente se incorpora, mientras el pequeño perrito juguetea a su alrededor.
…..
…..
-Alison ¿Qué sucede? –Kotaro le dijo a su hija.
-No es nada, Padre, solo estoy cansada.
-… Si lo dices.
-Padre ¿es necesario que los Anderson inviertan en la compañía?
-Ay Alison… ¿vives en una burbuja? Y a ti, te di una orden Masashi, no me gusta que me desobedezcan. No sé cómo le harás pero quiero a Kuga en esa sala de juntas ¡PERO YA!
-Si señor… en seguido voy a buscarla.
-Masashi algo que desprecio es la ineptitud, habla con tu vástago, que vaya por ella, tu… -Kotaro reprime impropios, solo hace gestos y empuña sus manos.
-Cuando te pida algo, solo hazlo. Si no conseguimos este contrato te voy a despedir y no solo a ti, a tu hijo también.
-Pe… pero ya lo tiene asegurado.
-¿Qué dijiste?
-Que… que el señor Anderson ya va a firmar.
-Por eso eres un empleado mas, no tienes visión, de verdad, ¿ninguno de ustedes piensa más allá? Empezando por ti y por Alison.
-No entiendo…
-¿Cuándo entienden ustedes algo? Nunca. Uno se los tiene que explicar todo, siempre. Si Kuga va a esa sala de juntas, aunque no diga nada, más que buenos días, Anderson invertirá más dinero con nosotros, eso es lo que pasa.
…..
…..
-No, aun no. –Natsuki suspira. La chica lo ve.
-¿Decepcionada?
-Un poco… Tenía la esperanza de que fuera suyo, así pudiera quedarse en planta.
-Señoritas, perdón, tengo que llevarme a este animal que se metió. –Un guardia de seguridad ha llegado a donde ellas se encuentran. Las saluda.
-Kuga, ya sabes las reglas. -El guardia intenta acercarse al animalito pero se refugia detrás de la mujer.
-Disculpe ¿es nueva? –El guardia se aventura a preguntar.
-No, solo nos perdimos un poco. –La mujer lo dice mientras ve a Natsuki.
-¿Se perdieron?
-Sí, mi mascota y yo nos perdimos. –Natsuki sonríe.
-En ese caso, tengo que pedirle que lo amarre o lo cargue, hay una constante entrada y salida de vehículos. ¿Pero usted…? Entro sola… -Recuerda que cuando su colega le dio acceso a la mujer ella no llevaba ninguna mascota.
-El se adelanto. Parece que encontró a una nueva amiga. –De nueva cuenta miraba a Natsuki mientras lo decía.
-Kuga… no me sorprende. Disculpen las molestias, con permiso. –Hace una reverencia a ambas y se va a su puesto de trabajo.
-Gracias. –Natsuki le dice.
-… -
La mujer no dice nada, solo observa a Natsuki, de pies a cabeza. La ojiverde se siente incómoda por la mirada he instintivamente se lleva sus manos a su parte baja, sin ser tan obvia. La mujer alza una ceja.
-Natsuki… qué bueno que te encuentro, Takeda te está buscando, necesitan que vayas a sala de juntas. –Erstin es quien llega corriendo a decirle.
-Gracias, en seguido voy. -Erstin se aleja pues es requerida en su cuarto de control, esto se lo informan por radio, así que sale corriendo, así como llego.
-Le diré al guardia que me lo regalo. –Natsuki ha agarrado al cachorro, lo sostienen con una mano, mientras que con la otra lo acaricia.
-Es mío, solo que aun no lo sabía. Verdad pequeño… ¿Qué nombre te pondré?
Se ha acercado a Natsuki y con su dedo índice toca la nariz del cachorro, quien aun descansa en los brazos de la ojiverde.
-Me debes un favor. Y creo que es momento que me lo pagues. –La mujer sonríe al ver que un sonrojo se asoma en las mejillas de Natsuki.
…..
…..
Kotaro, Takeda y su padre han regresado a la sala de juntas. Están por comenzar la junta cuando unos toques en la puerta se escuchan, es su secretaria quien anuncia la llegada de dos personas.
La primera en entrar es una linda joven de esbelta figura, cabello castaño claro ondulado profesionalmente y unos expresivos ojos color azul, su piel parece de porcelana, blanca y tersa. Está usando un vestido color verde oscuro de manga tres cuartos y de largo hasta media pantorrilla. Unos ligeros accesorios en su cuello. Se ve muy profesional. Y en sus brazos lleva a un cachorro.
-Hija… pensé que no vendrías. –Aiden se ha puesto de pie, al igual que William y los demás hombres de la sala, imitándolos.
-El vuelo se retraso, perdón por la tardanza y la interrupción. –La joven hace una reverencia.
-Ella es mi nieta Mashiro. –William sonríe, mientras se aproxima a ella y la abraza, dándole después un beso en cada mejilla.
-Bienvenida, pasa por favor.
La segunda en entrar es la ojiverde, para sorpresa de Shizuru, quien siente que hay algo diferente con Natsuki. Por su parte Alisa sonríe, porque por fin Natsuki no trae su típico suéter, solo la camisa del uniforme y el pantalón que combina bien con el color, al igual que sus botas industriales. Alisa sonríe porque son ese simple cambio se ve mucho mejor y más porque se ha peinado, su cabello lo ha recogido en una trenza de lado.
Tadashi observa a su hija, trata de no verla, de hacer de cuenta que no la conoce, pero le es imposible, con ese pequeño cambio llama la atención, no lo puede negar, se parece a Saeko y a él, es una bella combinación, pero sacude su cabeza, tratando de esfumar esos pensamientos que no tienen cavidad pues Nina, su hija está en la misma sala. Natsuki trata de ignorar la mirada de su padre y de Nina.
-Pasen, por favor, sus lugares están libres. –Kotaro es quien les dice, ambas caminan a la par, y chocan levemente, ambas sonríen, así que Natsuki hace la seña con su mano de que Mashiro pase primero. Bajo la atenta mirada de todos.
-Hija, ¿ustedes ya se conocían? –Aiden pregunta.
-Ahora ya nos conocemos, solo un poco, Natsuki me ayudo a encontrar la sala de juntas.
Shizuru siente enojo al ver como esa muchacha pronuncia el nombre de Natsuki con tanta confianza. Mashiro lo nota y sonríe fugazmente de forma arrogante, mientras observa a Shizuru. Alison la observa y después a Shizuru, ambas se parecen un poco, no lo puede negar, son medias hermanas después de todo.
Alison analiza a los tres, a Shizuru, a Mashiro y a Aiden. Este último esta algo incomodo por la intensa mirada de Alison y más porque están frente a frente. Mashiro también observa la insistencia de Alison y la incomodidad de su padre. Intuye que es uno de los muchos deslices que ha tenido y que para ella no son un secreto. Sabe de las infidelidades de su padre. El cual sigue comportándose como adolescente en algunos aspectos de su vida.
Por su parte Natsuki ve a Shizuru quien no la ha volteado a ver, y no se percata de que Mashiro ha detenido su andar y choca de nueva cuenta con ella. Mashiro gira un poco su cuerpo y abre sus ojos de sobre manera.
-Lo siento.
-Eres un poco torpe…
-Lo sé…
-o ¿Sera que te pongo nerviosa? –Comentario que si logro poner nerviosa a Natsuki. Para su mala suerte quedo frente a Nina, al lado de Mashiro quien quedo frente a Shizuru. Natsuki no dijo nada, solo un tinte rosa se poso en su rostro, lo que no paso desapercibido para Nina y Shizuru.
…..
…..
-Bueno, tomemos un descanso. En unos minutos traerán un pequeño almuerzo, si gustan, pasar al tocador, salir al balcón, pueden hacerlo.
-Gracias.
Todos permanecieron en sus lugares, después de una hora de leer clausulas y firmar papeles, los ánimos estaban más relajados y ahora todos se permitían un respiro.
A simple vista para Shizuru, Mashiro parecía una chica problemática, pues aprovechaba cualquier momento para sonreírle a Natsuki, para tocar su brazo. Parecía que se conocían, sin embargo esto estaba incomodando a Natsuki, quien no está muy acostumbrada al contacto físico con desconocidos.
La ojirubi estaba algo celosa por tanta confianza de esa desconocida, hija del nuevo socio de su familia. Y también porque Natsuki parecía algo incomoda, sin embargo no hacía mucho por alejarla.
-Cuídalo. –De pronto Mashiro se puso de pie y le entrego el cachorro a Natsuki, quien lo recibió y comenzó a juguetear con él. Todos lo vieron. Aiden y William se sorprendieron por la familiaridad con la que Mashiro le hablaba a Natsuki. Para Kotaro era algo a su favor, usar a esa muchacha para sacar más inversión de los Anderson.
Natsuki sintió una mirada sobre ella y al alzar su vista se encontró con Shizuru. Parecía enojada, Natsuki le sonrió, no sabiendo que mas hacer pues estaban con otras personas. Pero Shizuru seguía muy seria. De pronto la ojirubi sintió que le tocaban el hombro, era Nina, pues Kotaro tenía unos segundos llamándole. Ella se disculpo y se puso de pie para seguir a su abuelo, junto con los Anderson y Alisa.
En la sala solo quedaron los Masashi, Natsuki, Nina y Tadashi. El ambiente se sintió pesado de un momento a otro. Nina se acerco a su padre y comenzaron a hablar sobre inversiones, cosas que a ella no le interesaban, al igual que los Masashi. Natsuki decidió ignorarlos a todos y concentrarse en el cachorro.
En voz baja Tadashi trataba de persuadir a Nina de acercarse a Mashiro, de hacerse su amiga, pues ha investigado un poco y sabe que es la adoración de su abuelo y su padre, al ser su única nieta. Y además es beneficioso tener amistad con gente tan poderosa a nivel global.
Por su parte Takeda y su padre están planeando como presentar el proyecto que le pertenece a Natsuki. Nina regreso al lugar que ocupaba anteriormente y a los pocos segundos Mashiro entro a la sala. Sin embargo no hizo lo que su padre le sugirió, porque Mashiro se concentro cien por ciento en Natsuki. A los pocos minutos llegaron los demás miembros de la junta y Kotaro ordeno le sirvieran la comida.
…..
…..
-Estuvo excelente, muy buena la comida. –William lo comento. Conversaban de trivialidades, mientras comían.
-Gracias, fue exquisito. –Aiden decía.
-Y el postre será aun mejor.
Después de la comida la junta llego a su fin. Los Masashi no pudieron presentar su proyecto. Querían lucirse con los nuevos inversionistas pero Kotaro no se los permitió. Los Anderson se despidieron de los Kruger y Los Fujino, Mashiro por su parte también se despidió de Natsuki.
-¿Qué nombre le pondremos?
-¿Qué?
-¿Cuál nombre te gusta?
-Pero… es tuyo…
-Tú lo encontraste, y por el yo te encontré a ti… -Comentario que provoco que Natsuki se sonrojara.
-¿Te gusta el nombre de Duran? -El cachorrito ladro, logrando sacar una sonrisa a Mashiro y a Natsuki.
-Duran será… Nos vemos Natsuki, un placer conocerte. –Mashiro se acerco a la ojiverde, la abrazo y le dio un beso en la mejilla, dejando a una Natsuki roja por tanta cercanía.
Shizuru por su parte sentía que le ardía la sangre de los celos. Sin embargo supo disimularlo muy bien, después de todo es una Fujino y un Fujino jamás muestra sus verdaderos sentimientos. Cada uno de los presentes regreso a su puesto de trabajo, aun faltaba algo de tiempo para la salida. Shizuru no espero a Natsuki, es más, no espero a su prima o a Nina, se adelanto. Dejando tras de sí a una ojiverde desconcertada.
Pasaron las horas y el día laboral llego a su fin, Natsuki espero a Shizuru e la entrada para irse juntas, sin embargo cuando la ojirubi salió no se digno a verla, inmediatamente Natsuki la siguió.
-Shizuru… tenemos que hablar.
La ojirubi detuvo su andar, era señal de que esperaría a Natsuki. Shizuru no lo admitiría pero sintió miedo al escuchar el: tenemos que hablar; por parte de Natsuki.
-Dime, escucho.
-En un lugar privado.
-Conozco un sitio.
…..
…..
Ni en sus más locos sueños Natsuki se imagino que el lugar del cual hablaba Shizuru era un departamento.
-Pasa.
-Esta… muy bonito…
-Gracias. Pasa, siéntate ¿quieres agua, refresco?
-Agua está bien. –Natsuki trataba de hacer tiempo para no tener esa conversación. Shizuru se tardo unos minutos en la cocina del lugar y regreso con dos vasos y una jarra de agua. Sirvió en ambos recipientes y le entrego uno a la ojiverde, quien lentamente bebía. Por su parte la ojirubi también estaba haciendo tiempo. Pasaron los minutos y ninguna decía nada.
-¿Quieres pizza para cenar?
-Sí, está bien. –Shizuru marco a la pizzería para hacer tiempo. Colgó y pasaron varios minutos.
-¿De qué quieres hablar? –Shizuru formulo la pregunta, aunque por dentro era un manojo de nervios.
-Shizuru, yo… ayer… ayer estuvimos a punto de hacer algo, oh cielos… es… bueno tú ya sabes… nos besamos mas…
-Que calor, prenderé el aire acondicionado. - Natsuki estaba muy nerviosa, y Shizuru también, aun que lo disimulaba. La ojirubi se puso de pie para ir a buscar el control del equipo, sin embargo sus pasos se vieron detenidos por Natsuki.
-Si… Shizuru… tengo que confesarte algo. Siéntate por favor. No es algo fácil, es algo que debo decirte si quiero ser totalmente honesta contigo e intentar tener una relación.
-Natsuki… -Shizuru regreso a su sitio, pero ahora fue Natsuki quien se puso de pie y comenzó a caminar de un lado para otro.
-Yo, pues… Shizuru… no quiero perderte, pero, no se… ayer tu y yo estuvimos cerca…hay algo de mí que me hace diferente a otras personas, yo… yo… tengo algo que no debería tener.
-¿Tienes una enfermedad?
-No, yo… cielos… es difícil… yo nací con algo entre mis piernas, algo con lo que… los hombres nacen…
-… -La ojirubi parecía ausente, solo miraba a Natsuki. La ojiverde sentía miedo de su reacción pero lo sentía más de su falta de expresión, temía acercarse y sentir rechazo.
-Creo que necesito un trago… -Shizuru lo dijo y se puso de pie para ir por una botella de vino.
-No, Shizuru. –Natsuki tomo de la mano a Shizuru, espero a que esta la alejara, pero no lo hizo.
-Si lo necesito… Es una broma, déjame decirte que es una muy mala broma…
-No es broma… yo tengo… eso… un…
-Tú me estás diciendo que tienes un… un…
De pronto ninguna se atrevía a decir la palabra con p. Shizuru se sentó de nueva cuenta, Natsuki también. Estaban en el mismo sillón pero no tan cerca.
-Comprenderé si no quieres continuar con nuestra relación, lo entiendo…
-Yo…
El timbre del departamento se escucho, Natsuki se ofreció a ir por la pizza. Esto Shizuru lo aprovecho para lavarse el rostro pues lo sentía caliente y para pensar en la confesión de Natsuki, ni en sus mas locos desvaríos se imagino que Natsuki tendría un miembro masculino entre sus piernas, aun cuando era algo extraño ella no se sintió horrorizada o algo parecido, era más su curiosidad. Su cabeza era un caos, ahora comprendía porque del comportamiento de Natsuki muchas de las veces. También entendió que ahora Natsuki le estaba diciendo algo que con nadie más ha compartido, se sintió afortunada pero también mal pues recordó el trato con su abuelo. Sin embargo pensó en lo que debía hacer para tener a la ojiverde completamente a su merced. Tenía solo unos minutos para tomar una decisión. Escucho la puerta del departamento abrirse y cerrarse, Natsuki había regresado, tenía que tomar una decisión y decírsela a la ojiverde.
Cuando regreso a la sala, Natsuki estaba sentada, viendo al suelo, Shizuru lentamente se acerco e hizo que la volteara a ver, le regalo una hermosa sonrisa y lentamente se acerco hasta besarla.
-Eso, no cambia nuestra relación Natsuki, te quiero, tal y como eres.
Shizuru se sentó en las piernas de Natsuki y comenzó a besarla, la ojiverde correspondió los besos, que iban aumentando de intensidad.
…..
…..
