Capitulo 25
…..
…..
Los días fueron pasando, hasta convertirse en un mes en el cual Shizuru comenzó a tener algunos síntomas, había alimentos y aromas que no toleraba, su estado de ánimo también comenzó a verse afectado, pues en ocasiones estaba contenta y a los cinco minutos tenía ganas de llorar. Por su parte sus amigos y Nina estaban pendientes de cualquier cosa que necesitara. Seguía trabajando arduamente para no pensar en Natsuki ni en la propuesta de Nina, que aun no tenia respuesta, Shizuru no se atrevía a hablar con ella sobre ese tema. Sin embargo para Nina esto no dejaba de rondar su mente.
-Gracias. –Nina le entrego un vaso de licor a su acompañante, se encontraba en la mansión de su familia, sus padres habían salido de viaje hace unos días. Ambas estaban en el despacho de su padre. -Como en los viejos tiempos.
-Ahora es diferente, no tenemos que hurtar el licor y beberlo a escondidas. –Mientras se sentaba frente a su compañera y con una sonrisa, Nina le contestaba a Miya, su amiga desde el jardín de niños. Miya Clochette hija de unos importantes socios de su padre, no al nivel de los Fujino, sin embargo mantenían relaciones comerciales sobre transportes marítimos.
-¿Qué sucede?
-Nada, solo es que me estoy cansando de esperar.
-Aun no te da respuesta. Nina ya deja eso por la paz.
-No, ella tiene que ser mía, tengo que ganarle a esa idiota.
-¿Y qué harás?
-Si no me da respuesta en los próximos días, le propondré matrimonio frente a su familia, sé que no podrá decirme que no.
-No conocía este lado tuyo, debes odiar a la persona con la cual estuvo antes, para aceptar hasta un bebe.
-Realmente no sé quién es el padre de esa criatura, ni me importa, pero la persona con la cual estuvo antes, es la bastarda de mi padre, no puedo permitir que ella, debo ganarle la partida. –Miya no dijo nada. Nina bebió lentamente el contenido de su vaso, cerró los ojos para tratar de calmar el tren de pensamientos en su cabeza. Miya la observaba, se puso de pie y se acerco a la ojimiel, lentamente se acerco por detrás y comenzó a darle un masaje en los hombros, Nina emitió un suspiro por el toque y por la sensación de las hábiles manos de Miya, quien sonrió, a ella Nina le ha gustado desde hace años, sin embargo la de ojos color miel tiene un tipo de obsesión por Shizuru Fujino.
Miya continúo con su masaje, ninguna decía algo para romper el ambiente. Nina de vez en vez emitía sonidos de relajación. Miya por su parte lentamente fue moviendo sus manos al cuello de Nina, se coloco a la altura de sus oídos.
-Relájate, que yo me encargare de hacerte sentir bien. –Nina abrió lentamente sus ojos al sentir como el botón superior de la blusa que usaba era desabotonado, y las manos habilidosas de Miya iban en busca del segundo botón. Nina las detuvo con las suyas, logrando que Miya se acercara a ella y la abrazara por detrás.
-No… esta… bien… -Nina no podía hablar con claridad ya que Miya estaba besado su cuello. Miya dejo de besar a Nina y camino hasta quedar frente a ella, se sentó a ahorcajada sobre Nina y lentamente se acerco a sus labios, la beso Nina simplemente se dejo llevar.
-¿Quieres que pare? –Nina no dijo nada, fue ella quien se acerco ahora para besar a Miya.
…..
…..
-¿Lista, Saeko?
-Sí, vamos. Gracias por acompañarme.
-Es gusto. –Yamada tomaba ambas maletas. La de él y la de Saeko, ambos caminaban a sus asientos asignados en el tren bala. Los dos habían decidido ir a visitar a Natsuki, para ver si está viviendo en buenas condiciones. No es que no confíen en ella, sin embargo quieres asegurarse de que este bien.
…..
…..
-Está más blanca que la nieve.
-¿Qué? ¿Cómo es posible? –Kotaro se ha puesto de pie enojado por las palabras de Smith. John Smith estaba en el despacho de Kotaro, en compañía de Alison, los tres estaban hablando sobre la investigación a Naomi.
-La investigue, y no encontré nada fuera de su lugar, aquí está el informe. –De forma algo torpe John le entrego una carpeta a Kotaro quien la tomo y la lanzo a un lado.
-Sigue investigando, eso no es posible, esa maldita harpía está ocultando algo, lo sé, quiere dinero, ve, sigue buscando, sé que hay algo.
-Como ordene, Fujino-Sama. –John se puso de pie e hizo una reverencia y salió rápidamente del despacho, el sabe que no debe contradecir al patriarca Fujino, pues es peligroso. Por su parte Alison levanto la carpeta y comenzó a hojearla.
-Pago de impuestos… -Murmura varias palabras mientras lee el contenido de esa hojas. –Vaya que no tiene mucho que mostrar.
-Ese inútil de Smith está perdiendo el toque. Más blanca que la nieve, estupideces –Alison no dice nada, solo hace una mueca mientras continua leyendo la información.
…..
…..
-¿Quieres más agua?
-Si, por favor.
Shizuru se encontraba en el departamento de su madre, Naomi por fin había regresado a Tokio, lo primero que hizo fue ir por Shizuru y llevarla a su pequeño departamento.
-¿Volverás a irte? –La ojirubi le pregunto.
-No, he arreglado lo que tenía que arreglar y ahora me quedare aquí, contigo. El motivo de esta reunión no es solo para que sepas donde vivo, Shizuru quiero retomar la relación de madre e hija que, se me encargue de destruir pero no sabes cuánto me arrepiento de haberte dejado aquí, de no llevarte conmigo.
-Naomi…
-Espero que algún día vuelvas a decirme mamá. –Shizuru comenzó a llorar, por su estado cualquier situación hacia que sus sentimientos salieran a flote. -¿Por qué Lloras? Hija, ¿dije algo malo?
-Es que yo…
-¿Qué sucede Shizuru?
-Quiero creerte, pero es difícil… han sido muchos años… -Shizuru no pudo seguir hablando ya que le dieron nauseas y ganas de devolver la comida, salió rápidamente rumbo al sanitario. Naomi la siguió, pues se asusto. Shizuru cerró la puerta y comenzó a vomitar. Naomi estuvo detrás de la puerta escuchando todo, su cara era de preocupación pura. Después de lavarse el rostro y secárselo, Shizuru salió para encontrarse a su madre. Quien abrió sus brazos para darle un abrazo, Shizuru comenzó a llorar y se abrazo a Naomi.
…..
…..
-Me estoy muriendo. –Natsuki respiraba con dificultad.
-No exageres, cachorro pachoncito. –Nao pasaba corriendo al lado de Natsuki quien seguía respirando dificultosamente.
-No le hagas caso a Nao, tu a tu ritmo ¿sí? Nadie te lleva a las carreras, aunque estemos corriendo, debes de hacerlo poco a poco. –Mai sonrió. -Es un lindo apodo, Cachorro pachoncito.
-Mai. –Natsuki se ponía más roja de lo que ya estaba, por la carrera mañanera, con las palabras de sus compañeras.
-Tengo hambre. -Mikoto llegaba a su encuentro, hace rato que había terminado de correr y se encontraba acostada en el pasto, cuando las diviso corrió a su encuentro.
-Ya casi terminamos, da otras vueltas al parque, acompañare a Natsuki. O pueden adelantarse tú y Nao.
-No, las espero, Nao no me dará de comer, va a querer que yo cocine.
-Todas debemos cocinar, si vivimos juntas.
-Pero tú cocinas mejor.
-Mikoto tiene razón… aunque si debes darnos clases para mejorar. –Natsuki había logrado controlar su respiración, su pecho dolía pero ya no tanto.
-¿Lista para continuar? –Mai le preguntaba a la ojiverde
-Lista, vamos. –Mikoto salió corriendo más rápido que ellas, Mai llevaba el paso de Natsuki, por su parte Nao miro como Mikoto la alcanzaba y pasaba a su lado.
-Con calma chica gato. –Nao le grito a la pelinegra quien no la escucho.
Cuando Natsuki llego a Osaka la instalaron en una casa, con varias habitaciones. Durante algunos días solo ella vivió ahí, pero a la semana llegaron tres chicas que venían de otras partes de Japón, Mai, Mikoto y Nao. Las tres habían sido contratadas por la empresa Suntory para diferentes áreas, y a las cuatro les alquilaron esa casa para que vivan. Las cuatro comenzaron una relación de amistad, que con el paso de los días se ha ido fortaleciendo.
…..
…..
-Shizuru… ¿Qué sucede mi niña? –Naomi trataba de consolar a Shizuru, quien era un mar de lágrimas.
-Mamá… estoy… estoy embarazada… -Naomi abrió más los ojos por la noticia, no se esperaba esta revelación, sin decir nada la apretó mas, para tratar de trasmitirle su apoyo por medio de ese abrazo.
…..
…..
-¿Que estas comiendo? –Nao entraba a la cocina donde se encontraba Natsuki colocándole mayonesa a dos rebanadas de pan.
-Un sándwich de mayonesa ¿quieres? –Natsuki le ofreció a Nao, quien vio el emparedado con casa de repulsión.
-Eso te va a hacer daño.
-Sabe bien, aunque no es algo que acostumbre comer, últimamente he tenido antojos raros, este es uno de ellos.
-¿Estarás embarazada?
-No, no es posible… -Natsuki le dio una mordida a su bocadillo.
-¿Qué estas comiendo Natsuki? –Mikoto entraba a la cocina.
-Un…
-Mayonesa con pan. –Nao de adelanto a decirle.
-Oh, entonces no quiero.
-¿Ves? Ni Mikoto quiere comer eso.
-Sabe bien, denle una oportunidad.
-Si tienes antojos raros, es porque estas embarazada.
-Claro, del aire. –Natsuki respondía.
…..
…..
Shizuruestaba más tranquila, aun sollozaba de vez en vez, pero ya no lloraba. Naomi había preparado te, que ahora servía en dos tasas, dejando una frente a Shizuru. Naomi tomo asiento al lado de su hija, la ojirubi tomo de su tasa.
-¿Estás segura?
-Si, Youko me acompaño a hacerme unos estudios y salió positiva. –Las lágrimas volvieron a salir.
-Tranquila hija, tranquila. –Naomi volvió a abrazar a Shizuru.
Sin quererlo, Naomi recordó a Alison, de cierta forma Shizuru estaba repitiendo la misma historia que su madre biológica, sin embargo ella a hora no se iría, y haría las cosas bien, apoyar a su hija para salir adelante con su bebe.
-El padre ¿lo sabe?
-No, ell…a no, no lo sabe.
-¿No te apoyara?
-No lo sé, yo me porte mal, le hice sufrir y se alejo de mí, no sé que hará si le digo.
-Tiene derecho a saber, ya él sabrá de qué forma te apoyara, pero si no le dices, vivirá pensando siempre lo peor, de que le ocultaste algo tan lindo como es el ver crecer a su bebe.
-¿Y si no quiere saber nada del bebe? Me sentiré peor
-¿Y si acepta? ¿Lo has pensado? Sé que los tiempos ya no son iguales, ahora sé que no se puede obligar a nadie a responder por un embarazo, sin embargo pueden llegar a un acuerdo, es un proceso difícil, para que la pases sola, y no me refiero a que no tengas personas contigo, me tienes a mí, a Youko, pero no hay como que esa persona especial comparta esta etapa tan bonita, como lo es el embarazo.
-Yo me porte mal, muy mal, le dije cosas horribles.
-Una amiga, me dijo que no somos perfectos, todos cometemos errores, el primer paso es reconocerlo y después hacer algo para enmendar las cosas. Todas nuestras acciones tienen consecuencias y hay que afrontarlas.
…..
…..
-¿Sera aquí? –Saeko leía la dirección que Natsuki le había pasado días antes. De donde vivía. Yamada y ella habían bajado del taxi, quien no se espero mucho después de que le pagaron, así que no podían preguntarle. La dirección daba a una casa muy bonita, de dos plantas, ubicada en un lugar con muchos árboles y áreas verdes, las casas contiguas eran del mismo estilo.
-Hay que tocar el timbre. –Yamada comento mientras comenzó a caminar junto a Saeko, quien fue quien toco el timbre.
-¿Quién? –Dentro una voz pregunto y abrió la puerta, frente a ambos estaba una muchacha pelirroja vestida con una blusa algo ajustada y una falta arriba de las rodillas. Saeko y Yamada se miraron.
-Buenas tardes, ¿Se encuentra Natsuki Kuga?
-¿Quién la busca?
-Nao ¿Quién es? –Por las escaleras bajaba Mai, y detrás de ella Natsuki, quien al ver a Saeko, se alegro mucho y troto hasta llegar a su encuentro, inmediatamente se lanzo a abrazar a su madre, quien correspondió gustosa el gesto.
La pelirroja se acerco a Mai, a una distancia prudente para darles espacio a Natsuki y su madre. Por su parte Yamada estaba feliz de ver a ambas tan contentas. Natsuki lo vio y también lo abrazo. Mai discretamente le pregunto a Nao.
-¿Quiénes son?
-Al parecer son tus suegros. –Comentario que logro que Mai se sonrojara.
…..
…..
-Hija, bienvenida a casa ¿Cómo te fue? –William le daba un abrazo y un beso en la frente a la peli-morado. A la mansión Anderson ha llegado Mashiro, quien tuvo que salir del país para supervisar unos proyectos de la familia.
-Hola, abuelo. Me fue bien. Si gustas en un rato más le paso los pormenores, necesito descansar, fueron varias horas de vuelo y estoy algo desubicada por el cambio de horario.
-Claro hija, sin problema. Ve y descansa ¿Quieres comer algo primero? Deja le hablo a…
-No abuelo, lo que necesito es un baño y dormir un poco. -Un cachorro entro corriendo a la sala y se lanzo a Mashiro quien lo recibió con un abrazo.
-Este pequeñín te extraño mucho, aunque no más que yo. Trate de jugar con el pero no soy un buen compañero de juegos, ya no estoy tan joven hija.
-Abuelo, no diga eso.
-Es la verdad.
-Gracias por cuidarlo. –Mashiro abrazo a su abuelo.
-Por nada mi niña, por nada.
…..
…..
-El numero que usted marco, no se encuentra disponible o esta fue… -Shizuru seguía insistiendo en marcar el numero de Natsuki, sin embargo al igual que las ultimas veinte veces, mandaba a buzón.
Después de hablar con su madre y confesarle su realidad, se sintió un poco más tranquila, sabía que no estaba completamente sola, pues cuando su abuelo se entere pondrá el grito en el cielo. Las palabras de Naomi lograron que, aun con miedo, tratara de contactar a Natsuki, quien no contestaba. Shizuru pensaba que había bloqueado su número y decidió ir a su casa. Necesitaba confesarle su realidad.
…..
…..
Shizuru fue a la casa de Natsuki, toco el timbre varias veces pero no hubo respuesta. Regreso a su auto y espero por varias horas, en las cuales no vio actividad dentro de la casa, nadie entro o salió. Emprendió la marcha a la cafetería donde trabaja Sara, para preguntarle sobre Natsuki, sin embargo era su día libre y no la encontró, además sus compañeros de trabajo no quisieron darle su dirección. Frustrada por su suerte, regreso a su departamento donde siguió insistiendo en llamar a Natsuki, no tuvo respuesta. Sin embargo estaba decidida a hablar con ella.
…..
…..
Hola, ¿Cómo están? Espero que muy bien. Ojala este capítulo sea de su agrado y me lo hagan saber por medio de un comentario. Esta historia está avanzando, deseo que me sigan acompañando no solo en esta aventura sino en las demás que vienen. Hare lo posible por actualizar en estos días, las demás historias, gracias por su paciencia. Excelente día, tarde y noche, que descansen y tenga una semana muy exitosa. Los quiero mil ocho mil…
De ustedes, la Señorita Brócoli.
