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Capitulo 27

-Mashiro, por favor, no. Yo lo siento, no quiero lastimarte o usarte…

-¿Y si quiero que me uses? – Mashiro se acerca a Natsuki, quien se ha quedado inmóvil, tratando de procesar lo dicho por Mashiro. Ambas se miran a los ojos, lentamente se acercan, están a escasos centímetros pero Mashiro no cierra la brecha, solo observa a Natsuki, no quiere ser ella la que dé el primer paso. Pasan los segundos.

-Lo mejor es que me vaya, necesitas descansar… –Mashiro no dijo más, Natsuki rompió la poca distancia que existía entre ambas. Su beso comenzó lento pero poco a poco fue incrementando en intensidad y profundidad.

-Nat…

-Yo…-Ambas solo se observaban.

-No, si te vas a disculpar…-Cualquier replica quedo olvidada, Natsuki volvió a acercarse a Mashiro y la beso. La peli morado correspondió gustosa. Se separaron por la falta de aire.

-Te acompaño o mejor quédate aquí, esta noche. –Natsuki comento.

-Nat… -Mashiro se sonrojo, al igual que Natsuki al asimilar lo que ha dicho.

-No en ese sentido, yo dormiré en el cuarto de…-Natsuki sacudió su cabeza. -Hay un cuarto desocupado, puedes dormir ahí. –Mashiro se acerco de nueva cuenta a Natsuki y la abrazo.

–Deje mis cosas en el hotel.

-Vamos por ellas… y regresamos aquí. –Mashiro sonrió.

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-¿Quieres subir? –Mashiro llego al hotel donde se había hospedado, en compañía de Natsuki. El pequeño Duran estaba dormido en su bolsita de viaje. Después de pensarlo por escasos cinco segundo Natsuki bajo del vehículo para acompañar a Mashiro por sus cosas. Subieron a la habitación. Su maleta estaba prácticamente igual, solo había tomado un abrigo y sacado una pequeña bolsa con artículos de higiene. Natsuki permaneció en la puerta viendo a Mashiro, quien estaba guardando sus cosas.

-Antes de regresar, quiero pedirte una disculpa por lo que te dije, no quiero forzarte a nada. –Mashiro le dijo a la ojiverde, quien se acerco, asustando un poco a Mashiro.

-Te bese porque quise hacerlo. Me da un poco de miedo, no quiero…

-Se que tu nunca me lastimaras.

-No puedes saber eso.

-Nat, eres la chica más dulce que he conocido y me alegra saber que no quieres lastimarme. –Mashiro comenzó a acariciar las mejillas de Natsuki con sus manos. La ojiverde cerró sus ojos por el toque. La peli morado se acerco más y comenzó a dejar besos fugaces en sus mejillas, su nariz, a rosar sus labios. Nat le abrazo por la cintura, Mashiro le abrazo por el cuello. Al ser Natsuki un poco más alta que ella, la peli morado se puso de puntitas para depositar un beso en su frente.

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Por su parte Shizuru estaba tratando de dormir, pero no podía, sentía una angustia que no le dejaba conciliar el sueño. Tal vez por no poder contactar a Natsuki. Tuvo que levantarse a tomar un poco de agua para tratar de tranquilizarse. Tomo su celular y salió rumbo a la sala. El contacto de Natsuki estaba en la pantalla principal, volvió a intentar, sin éxito. En la soledad de su departamento se permitió llorar, entre sollozos acaricio su vientre.

-Te prometo que encontraremos a tu mamá, no te angusties. Perdóname por alejarla de nosotros, perdóname bebe. –Shizuru se abrazo a ella misma, siguió llorando hasta quedarse dormida.

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-Listo. –Natsuki junto las sabanas que había quitado de la cama de la habitación de huéspedes.

-No tenias que hacerlo, pero gracias. –Mashiro le regalo una sonrisa.

-Un gusto. Bueno si necesitan algo estaré en mi habitación. –Natsuki se acerco a Mashiro, que tenía a Duran en brazos. Nat lo acaricio.

-Buenas noches. –Natsuki se incorporo y Mashiro le dio un beso en la mejilla.

-Buenas noches.

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Shizuru se había dormido en el sofá, estaba soñando con Natsuki. Al principio estaban tomadas de la mano, sin embargo todo cambio cuando Shizuru miro una flor y al volver la vista a la ojiverde, poco a poco se desvanecía, Shizuru trataba de alcanzarla pero la figura de la ojiverde se difuminaba más y más a cada segundo, hasta perderse.

Un sonido en la lejanía, hizo que recobrara la conciencia. Alguien tocaba la puerta. Su corazón latió con fuerza, era tarde, tal vez Natsuki regreso y lo primero que hizo fue ir a buscarla. Se apresuro a abrir, para encontrarse con Nina, quien se miraba un poco mal. El aroma a alcohol llego a su nariz.

-Shiz… -La de ojos color miel no podía hablar bien, en cuanto la vio trato de abrazarla, Shizuru intento hacerse a un lado, pero no puso, Nina la abrazo, pero Shizuru se hizo a un lado, el aroma a alcohol no le ayudaba, tenía ganas de regresar su cena.

-Perdóname. –Nina en su embriaguez pensó que Shizuru sabia de su desliz con Miya, que por eso se alejaba y hacia muecas. Nada más lejos de la realidad.

-Nina, estas ebria, lo mejor es que pases y te sientes, te preparare café, para que se te baje. –Shizuru camino a la cocina, pero Nina la siguió, y la abrazo por la espalda.

-Lo siento… Shiz… no quería… perdóname… -Shizuru se canguelo en el acto, no estaba acostumbrada a esta faceta de Nina, quien siempre era muy respetuosa de su espacio personal. Comprendía que el alcohol la hacía comportarse de esta manera.

-Nina, tranquila, no te preocupes, sea lo que sea que paso, hablaremos cuando estés en tus cinco sentidos. –Shizuru se separo del agarre de Nina y giro a verla.

-No, no quiero perderte… yo… fui débil… ella… y yo… perdóname. –Nina se arrodillo, pidiendo perdón.

-No comprendo, Nina, por favor. Hablemos cuando estés mejor.

-Te engañe con otra… te engañe… -Y comenzó a sollozar.

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Nao caminaba lentamente por la escalera, se dirigía a la cocina, cuando escucho ruidos provenientes de ella. Al entrar dio un pequeño brinco, al igual que Natsuki. Ambas suspiraron aliviadas.

-Lo siento, no quería despertarlas. –Natsuki se disculpo con Nao.

-No, yo olvide llevar agua. ¿Qué haces?

-No puedo dormir, baje por un té para ver si me da sueño.

-¿No puedes dormir o no te dejan dormir? –Nao se acerco a Natsuki, de forma interrogativa.

-Que graciosa… no puedo, tengo mucho en que pensar.

-Te acompaño, tal vez lo que te hace falta es hablar con una amiga.

-¿Quién? ¿Tú?

-Que graciosa.

-Sabes que estoy jugando, así me hiciste.

-He creado un monstro. No te recrimino, eras muy blanda. Me alegra ver este lado tuyo. No se lo digas a nadie, porque lo negare por la mañana. –Natsuki sonrió por la advertencia de Nao.

-Nadie me va a creer. –Nao coloco otra taza, para prepararse un té y acompañarla.

-Ella se quedo aquí. –Dio un pequeño sorbo a su tasa, para dejarle tiempo a Natsuki de procesar su respuesta.

-Si…

-¿Es lo que te tiene pensativa?

-No… lo que me tiene así es que no sé que estoy haciendo. Una parte de mi quiere estar con ella y la otra no. Son dos Natsuki peleando dentro de mi cabeza…

-Y corazón. –Nat asintió con un movimiento de cabeza, mientras tomaba el contenido de su taza de té.

-En ocasiones es mejor, arrepentirse por hacer las cosas, que el lamentar y pensar en el hubiera, ahí no hay nada que hacer.

-Están las otras personas involucradas ¿Qué tal si no funciona y la lastimas en el proceso?

-Efectos colaterales, si sufres es porque sientes, porque te diste la oportunidad de querer, de exponerte a esa persona. No hay garantías de que funcionara o que no habrán tropiezos, ¿pero y si funciona? ¿Por qué negarse a sentir? ¿Por qué negarte un poco de felicidad? -Nao no dijo nada mas, no esperaba una respuesta simplemente se levanto, dejo la taza en la tarja y se acerco a Natsuki.

-¿Puedo darte un abrazo? –Nao le pregunto a Nat. La ojiverde estaba con la vista baja, la alzo para ver a Nao.

-Sí.

-Buenas noches. Recuerda, ni una palabra de esto a nadie. –Natsuki sonrió. –Lo negare todo. -Nao subió a su habitación.

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Shizuru llego a su oficina para encontrarla repleta de flores. En su escritorio estaba un ramo de rosas rojas, con una tarjeta. La tomo para leerla. Era de Nina, disculpándose de nuevo, por su desliz. Nina le había dejado también un pequeño estuche sobre el escritorio. Takeda entro detrás de ella.

-Shiz ¿Cómo estás? ¿Es su aniversario? –El moreno vio la cantidad de flores y la tarjeta que tenía en sus manos

-¿Necesitas algo? – La ojirubi se encontraba de mal humor, no pudo dormir mucho.

-Sí, necesitamos reunirnos para ver el cronograma de actividades de los nuevos proyectos y revisar avances.

- Alissa está en algunas investigaciones. Lo mejor es esperar a ver sus resultados para reunirnos. –Shizuru había olvidado los proyectos que tenían pendientes. La ojiverde y su bebe ocupaban sus pensamientos.

-Shizuru yo… - Takeda quería hablar con ella.

-Buenos días. –Youko entro a la oficina, Shizuru le agradeció con una leve sonrisa, no quería seguir hablando con el moreno.

-Youko, buen día.

-Takeda, tu padre te está buscando.

-Gracias. Iremos a hablar con algunos proveedores. Terminaremos temprano, Shizuru, te invito a comer. –La ojirubi no respondió, pues sintió nauseas y se alejo al sanitario. Asuntando a Takeda, quien hizo el intento de seguirla.

-Ve con tu padre, yo me quedo con ella. –Youko lo detuvo.

-Pero.

-No seas necio. -A regañadientes el moreno salió de la oficina, Youko se acerco a Shizuru, quien estaba lavando su rostro.

-¿Desayunaste?

-Sí. ¿Esto no se terminara nunca?

-Depende, hay personas que no tienen síntomas, otras que solo algunos meses. Ven siéntate, por lo menos no tienes antojos raros. En muchas ocasiones las tiene el padre. –Shizuru miro a Youko, quien le regalo una leve sonrisa.

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Mashiro se levanto a prepararles el desayuno a las chicas, como forma de agradecimiento por dejarle quedar. La única que faltaba por bajar era Natsuki.

-Las llevo.

-No es necesario. De verdad, te agradecemos, pero el transporte pasara en unos 10 minutos.

-Insisto. Además quede de verme con un amigo, el también trabaja ahí.

Natsuki bajo y encontró a sus amigas platicando animosamente.

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Shizuru se sintió un poco mejor en el trascurso del día. Youko la acompaño la mayor parte del mismo. Por la tarde Naomi fue a visitar a su hija. Al estar en la soledad de su departamento intento llamar a Natsuki, sin embargo el mismo mensaje seguía escuchándose. Decidió volver a su casa, tal vez tendría suerte hoy.

Shizuru llego al hogar Kuga, vio a la madre de Natsuki en compañía de un hombre, que no conoció, era Yamada. Parecía que ambos iban del supermercado, pues llevaban varias bolsas con despensa. Shizuru espero en su auto a que el hombre se retirara, en cuanto Yamada salió, ella bajo de su auto y toco la puerta. Saeko pensó que era Yamada, que había olvidado algo, abrió la puerta sin preguntar, encontrándose con Shizuru.

-Señora, necesito hablar con Natsuki.

-No, no tiene nada que hablar con mi hija, váyase.

-Por favor, señora, es importante que me deje hablar con ella, se lo suplico

-No, váyase, deje en paz a mi hija, suficiente daño le ha hecho –Saeko se reúsa a hablar con Shizuru. Está por cerrar la puerta cuando en un acto desesperado Shizuru le dice la razón.

-Estoy embarazada. –Shizuru prácticamente le grita, Saeko lentamente abre la puerta para observar a la ojirubi. Quien comienza a sollozar.

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-Gracias. –Shizuru le agradece a Saeko, quien le ha dado una taza de té para que se calme, pues la ojirubi había comenzado a llorar.

-Son las hormonas, mis estados de ánimo son muy radicales.

-Lo sé. Te hará bien, el té.

-Gracias. –Pasan unos minutos sin decirse nada, pues Shizuru trata de tranquilizarse, lo consigue, mientras Saeko solo la observa.

-Para que pregunto lo obvio. ¿Qué vas a hacer?

-Necesito decirle a Natsuki.

-Comprendes que la lastimaste mucho. ¿Sabes lo que implica el que le digas de tu estado? Ella se hará cargo, la conozco bien, pero ¿tú que intenciones tienes con mi hija?

-Yo… quiero sincerarme con ella, las cosas que pasaron entre ambas, ella no se merecía salir lastimada, eso no lo puedo cambiar. Quiero hacer las cosas bien, por mi bebe, por ella y por mí. Por favor dígame donde está. -Saeko está en un dilema, decirle donde esta Nat o no.

Buenas tardes, buen día, buena noche, a la hora que lean este capítulo, espero estén bien. Gracias por la espera, tiempos difíciles me ha tocado vivir en los últimos meses, con el trabajo, circunstancias personales, pero aquí estamos, espero les guste, tratare de subir uno por semana, ahora que encontré cierta estabilidad. Gracias infinitas por la espera. En los días más oscuros sus comentarios me han ayudado para seguir adelante, estoy eternamente agradecida con cada uno y cada una de ustedes, por ser mi inspiración. Gracias, muchas gracias.

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