En el capítulo anterior de Kamen Rider Pegasus…

Soy Kousaka Honoka, bueno, han pasado cosas que no diría que son altas, pero en sí, siento que hay Horóscopos que faltan y puede que en algún momento salgan, quien sabe si pasará, aun así, estamos pendientes de eso.

¡ES LA HORA DEL COSMOS!

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Karappo no hoshi Jidai wo zero kara hajimeyou

Densetsu wa nurikaeru mono

Ima, akuseru wo tokihanate!

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Pegasus! Atsuku yomigaere

Pegasus! Hokori no Energy

Pegasus! Tsuyoku aru tame ni

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No Fear No Pain

Ai no mae ni tatsu kagiri

No Fear No Pain

Osoreru mono wa nani mo nai

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Kanzen dokusou! Ore ga koete yaru!

Chou-henshin!

Kamen Rider Pegasus!

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Hospital Nishikino.

La peli roja fue hacia el hospital en donde estaría aprendiendo algunas cosas de la carrera que tenía planeado estudiar a futuro.

Maki llegó con sus padres y fue directo a la oficina de director para hablar un poco sobre una lección que le querían mostrar sobre el tratamiento de personas que vienen con enfermedades respiratorias y lesiones traumáticas.

- Ayúdenme por favor… no aguanto este dolor… en mi pecho – un paciente hablaba mientras se tomaba la zona del pecho.

- ¿Qué le pasa a él papá?

- Posee una fractura de costilla por una fuerte tos que ha tenido.

- ¿Cómo se encuentra? – justo llegó un nuevo doctor el cual era peli azul grisáceo, este fue a donde estaba el paciente.

- M-Me duele todo… no puedo dejar de tener ese dolor en el pecho.

- Déjeme ver – el galeno se acercó al paciente el cual solo vio como este estaba revisándolo.

Nada parecía fuera de lo común, no obstante, en un descuido del paciente, el doctor sacó su medalla poniéndola en el pecho como si fuera el estetoscopio, esto no lo miraría mal nadie ni se percatarían que era lo que poseía.

- Cúrate – la medalla no brilló, pero si transmitió algo de su poder hacia el paciente quien de a poco sentía como es que su dolor iba lentamente en disminución.

- D-Doctor… mi dolor está bajando.

- Me alegra, era solo de hacerle unos cuantos masajes en la zona afectada ya que el hueso que tiene malo le está tocando la piel provocándole esos dolores, no se preocupe, con el tiempo se le irá pasado.

- Gracias doctor – agradeció este.

- ¿Y él quien es papá?

- Es un nuevo doctor que ha llegado, esta joven para llevar esta carrera, aun así, él es un buen doctor, desde que llegó, muchos pacientes han salido bien de aquí, es como si hiciera magia – el padre de Maki exclamó.

- ¿Será porque tiene manos mágicas o algo?

- Es bueno con lo que hace nada más, aun así, muchos de los pacientes están felices con él – la peli roja asintió, no obstante, pensó un poco en eso, pero no al punto de sospechar que algo malo estaba pasando. Unos minutos después, el doctor se reunió con los Nishikino.

- Un gusto conocer a su hija, jefe.

- Ella es mi hija, Maki – el doctor miró a su hija – Maki, él es Otori Katsuo.

- Gusto en conocerlo.

- Como dije, el gusto es mío.

Con la presentación, la peli roja fue con el peli azul grisáceo para ver más pacientes, el padre de Maki le encargó a este que le hiciera un chequeo a unos pacientes y que su hija se fuera acostumbrado a cómo eran muchos síntomas de estos.

- En la zona de oncología hay muchos pacientes que sufren mucho – el joven decía mirando a una mujer que estaba en cama.

- El cáncer es una mierda, sin embargo, el proceso para que esta se dé es que una célula…

- Sí Nishikino-san, el ADN siempre está mutando, muchas células malas salen de ahí, pero inmediatamente son eliminadas por el organismo, a cada rato estamos haciendo eso, no obstante, cuando una de estas células no es eliminada, esta es la que hace que el cáncer se vuelva una realidad.

- Es duro, pero así es el cuerpo, las personas que han padecido cáncer nunca se salvarán de volver a encontrarse con eso – Maki fue a donde estaba la mujer quien se encontraba sedada para que no sufriera por los efectos de la enfermedad, esta fue a los papeles que tenía – cáncer de útero… es horrible.

- Sí, aun así, sé que ella se curará – susurró el doctor quien fue con la mujer y sin más, acarició un poco la zona afectada por el cáncer, a escondidas sacó la medalla dorada colocándola un poco sobre el vientre de esta y dejando que el poder de la medalla hiciera el trabajo.

- ¿Qué haces?

- No te preocupes, solo es algo que aprendí a usar en la facultad de medicina, es para que el dolor se vaya relajando debido a los espasmos musculares – este seguís frotando la medalla hasta que la mujer se movió un poco y en su rostro se vio la relajación, como si se quitara un dolor de encima.

- Reacciona bien.

- Doctor Otori, parece que la paciente está reaccionando bien – uno de los oncólogos exclamó mirando a la mujer que sonreía – esa expresión no se le vio nunca a ella.

- Es como un milagro, digno de usted.

- No digan eso, solo hago lo que creo que pueda ayudar, los pacientes son lo más importante – el hombre decía, Maki estaba pensando en que algo andaba extraño.

- Es raro que sea un buen doctor teniendo tan poca edad y poca experiencia, además, siempre frota su estetoscopio sobre las zonas afectadas – Maki pensaba un poco, en eso, algo se le vino a la mente una cosa – esperen, la medalla de Ofiuco tiene poderes de curación, creo que a lo mejor realmente puedo ayudar como médico.

Una vez finalizado eso, Maki volvió a donde estaban sus padres, mientras que el doctor se fue a su hogar y justo cuando pasaba por la puerta, Nico entró ahí para ir donde estaba la recepcionista.

Otori no le prestó atención tanto a eso, aunque la peli negra se notaba un poco preocupada, de hecho, Nico estaba preguntando algunos precios para el tratamiento que necesitaba Kotaro, llevándose una decepción debido al alto precio de las medicinas y el equipo necesario para eso.

Nico se fue del hospital Nishikino con una mezcla de molestia, tristeza y odio en su mente ya que no podía hallar una forma de acabar con la enfermedad de su hermano menor, no obstante, no encontraba de la forma convencional.

- Todo está caro, no tenemos ni la mitad de lo que cuesta el tratamiento para Kotaro… mierda, si tan solo pudiera encontrar al Horóscopo de Aries para que me ayudara con esto, pero tengo que derrotar a Pegaso y Ofiuco primero – los pensamientos de Nico eran duros, no encontraba alternativa para curar a su hermano.

Lejos de ahí, estaba el doctor Otori quien estaba caminando un poco, en eso, la medalla de él se activó como entendiendo que era una llamada.

- Mi señor.

- Aries, como ya sabrás, hay un enemigo el cual nos está afectando mucho.

- Se refiere a Pegaso y Ofiuco ¿no es así?

- Sí, ellas dos me están haciendo la vida de cuadritos, aun así, tengo una cosa para ti y es que siento que puedes vencer a una de ellas y creo que sabrás quien es ¿no?

- Entiendo mi señor, se refiere a Ofiuco ¿verdad?

- Ambas medallas poseen poderes curativos, pero la tuya es más poderosa al ser un Horóscopo, por lo que eres más fuerte, si ves a Ofiuco, acabe con ella demostrándole todo tu poder, Aries.

- No se preocupe mi señor, demostraré quien es el que manda, no por nada, será operada por mí jajajajajaja.

- Cuento contigo Aries – la llamada finalizó, a todo esto, Otori solo respiró un poco.

- Muy bien, atraigamos a Ofiuco entonces.

La medalla de Aries fue activada causando su transformación la cual lo hizo parecer una especie de guerrero que poseía cuernos de carnero en su cabeza, así como vestiduras de un dorado muy brillante y una capa de color negro.

Maki había salido para volver de regreso a su casa, aunque de largo notó algo y fue que había una figura extraña, pero el solo ver su forma y color que poseía, no tardó en sumar cuentas.

- ¿Qué hace un Horóscopo aquí? No ataca a nadie, es como si esperara a alguien, pero creo que tengo que actuar de una vez – esta sacó su cinturón activándolo.

No sabía si era una buena idea o no, pero al fin y al cabo, debía ver ya que los Horóscopos seguían en búsqueda de ellas dos, así que fue hacia donde estaba su posible enemigo.

- Vaya, parece que mi transformación la atrajo – Otori miró hacia Maki quien ya venía transformada – un gusto, Ofiuco.

- Soy Kamen Rider Rasalhague, ¿Quién diablos eres?

- Soy el Horóscopo de Aries, aquel que posee las mayores técnicas de curación – exclamó este – y no solo eso… soy quien te dará muerte, Ofiuco.

- Ni creas que eso pasará, ya derroté a dos Horóscopos antes, tú no serás la excepción – con eso, el combate entre ambos inició, aunque como era normal, la fuerza de Aries era superior a la de Maki.

El Horóscopo usaba sus cuernos para evitar algunos ataques de la peli roja, estos eran duros como el diamante evitando gran parte de los golpes de la chica, aun así, parecía que Aries no estaba atacando con todo.

- ¡Ataquen mis serpientes! – los réptiles fueron directo hacia el Horóscopo, aun así, estas no pudieron hacer mucho debido a la velocidad del rival, pero lo que las dejó aturdidas fue cuando Aries emanó un aura de color verde la cual hizo dormir a las serpientes.

- Hm, fue más fácil de lo que imaginé.

- ¿Qué has hecho?

- Sencillo, como aquel que puede curar, también puedo hacer dormir a mis rivales como si fueran doctor inyectándoles anestesia.

- ¿Solo con ese gas? ¿Cómo si fuera gas de la risa?

- Vaya, sabes algo de medicina, entiendo, pues tendré que aplicarte una operación especial para que te des una idea de cómo es el dolor de la gente que sufre en los hospitales – este se puso de rodillas – Cabezazo Hamal.

- ¿Hamal? – como si fuera un carnero en ataque, este fue en veloz embestida hacia Maki quien saltó un poco para esquivar el golpe, no obstante, uno de los cuernos logró acertarle en la pierna.

- Lo esquivó… pero no se salvó de un golpe – este levantó cabeza mirando a la peli roja que estaba en el suelo tomándose la pierna lastimada, esta era la derecha.

- Mierda… fue como si un auto me hubiera atropellado la pierna, realmente me duele – a pesar de eso, Maki intentó ponerse de pie, logrando con algo de dificultad.

- ¿Qué pasa Ofiuco? ¿Acaso no posees las técnicas de curación? Se supone que representas a alguien que era uno de los mejores médicos de la mitología griega y aun así, no haces nada de lo que representas – el galeno exclamaba riendo, Maki solo maldecía su mala suerte.

- Necesito… curarme, pero no sé cómo y así me considero una médica a futuro – esta pensó con dureza, pero sin darse cuenta que por un momento su medalla brilló, algo raro, pero que sería a lo mejor determinante para después.

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Con Nico, esta estaba llegando a un callejón, consultó mucho sobre los precios de tratamientos, pero todos eran caros, era tanta la desesperación que no dudó en usar la medalla para desquitarse con algunos basureros.

- ¡¿Por qué todo aquí es tan caro?! ¡¿Nadie piensa en los pobres?! – Nico en su forma de Tauro lo hacía, no obstante, justo alguien pasaba por ahí.

- Menos mal que encontré el nuevo tomo de Oshi no Ko – en eso, escuchó los golpes de barril y al asomar que era, esta miró el escenario – ¿Un Horóscopo?

- ¡Odio a los hospitales! ¡¿Por qué tienen todo tan caro?!

- Mierda, tengo que hacer algo… Henshin – el cinturón de Honoka se activó y ya con su transformación fue hacia donde estaba Tauro – oye, no deberías hacer eso.

- ¿Quién eres? – Nico se dio cuenta de pronto de quien estaba delante de ella.

- Pegaso.

- Lo preguntaré de vuelta, ¿Qué Horóscopo eres?

- Pegaso… tengo que vencerte para poder ayudar a mi hermano – la peli negra se lanzó salvajemente contra la peli jengibre – ¡morirás Pegaso!

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Omoi nimotsu wo

Makura ni shitara

Shinkokyuu...

aozora ni naru

Me wo akete 'te mo tsubutte mo

Onaji keshiki wa sugite yuku kedo

Ima, mite 'nakucha... kizukenai

Kimi wo tsurete yukou

Kanashimi no nai mirai made

Kimi ga kureta egao dake

Poketto ni shimatte

Boku wa... aozora ni naru

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Continuará…