Kung Lao se vio bastante preocupado, la pelea debió haber terminado, pero ahora tenia en frente al Inferno Scorpion, sus golpes eran mas agresivos los cuales apenas podía bloquear o esquivar.
Ahora Scorpion lo había arrojado hacia el borde de la plataforma, es espectro dio un salto con la intención de empalarlo, Kung Lao en el último momento desapareció dejando que la espada de Scorpion se incrustara en el suelo.
El ninja forcejeo un momento para intentar sacarla, pero se vio sorprendido por una fuerte patada del shaolin que lo enviaría de vuelta a la lava, este sin problemas uso su arpón para salirse de ella, pero esta vez el monje con su sombrero cortaría la cuerda dejándolo caer al magma.
El espectro intentaría mantenerse a flote mientras esqueletos y cadáveres lo hundían cada vez más, este resignado se fue sumergiendo con el pulgar a arriba para no volver a la superficie.
De la nada el kamidogu del Infierno descendió hacia Kung Lao quien lo capturo de buena forma.
-Buen trabajo Kung Lao – felicito Damashi – Solo quedan 4, de vuelta al nexus.
-Enseguida… - diría Lao hasta ver la espada que se quedo incrustada en el suelo – y si…
- ¿Qué estás haciendo? – pregunto el fulgor.
-Creo que esto le pertenece a alguien – respondió el monje sacando la hoja del piso – Es solo una corazonada… ¿Qué reino es el siguiente?
-Lo averiguaremos…
En otro lugar del Mundo Exterior.
Dormir no era facial para un edeniano llamado Rain. Llevar una vida nómade cuidándose la espalda. Habia sido un sirviente de Shao Kahn, posteriormente un rebelde al régimen de Kotal Kahn y ahora un hombre errante.
Para algunos un traidor por condenar la resistencia de Edenia, aunque irónicamente él quería la liberación de su reino para fines propios, su estatus de semi- dios imponía respeto, aunque últimamente esto ultimo no intimidaba a nadie.
Con el reinado de Shang Tsung Rain volvió a dialogar con Kitana, sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando el sonido de unos pasos se dirigía hacia él.
-Tanya – llamo él.
La única compañía que ha tenido este tiempo, su consorte edeniana, eran inseparables desde que Mileena deserto de la rebelión.
- ¿Qué han dicho las otras? – cuestiono la morena.
-Algo que quizás pueda funcionar.
En otra parte, Shang Tsung se inquietaba en su búsqueda de su antiguo pupilo, algunos rumores le decían que estaba junto a otros escondiéndose en el Mundo Exterior.
Después de unos momentos, las puertas de su sala de trono se abrieron dejando entrar a 2 personas. Delante de él estaban Kollector y Sheeva esta ultima siendo la mas incomoda por su nuevo rol.
-Bienvenidos – dijo el brujo mientras se acercaban a él.
Los nombrados se inclinaron ante él.
- ¿Has averiguado sobre su paradero? – interrogo el hechicero
-No mi señor – respondió el naknadano – el reino es muy extenso.
- Y tu… ¿Has sabido algo de Reptile? – pregunto Shang Tsung ahora a Sheeva.
-No, pareciera como si de repente muchos han desaparecido – respondió Sheeva.
-Que extraño, justo cuando mas lo necesito, desaparece – reflexiono el brujo – Iré a visitar a los tarkatanos. Quizás ellos tengan algo que me interese.
Tras eso, Kollector salió del palacio de su nuevo señor, tanto tiempo sirviendo al reinado del según el verdadero emperador del Mundo Exterior, tiempo después fue un fugitivo del imperio de Kotal y ahora nuevamente a un reinado similar al de Shao Kahn aun podía seguir estafando a todos desde las sombras.
-Maldición, cada día hay menos que recaudar – reclamo el ser de 6 brazos.
- ¿Preocupado por no llegar a fin de mes naknadano? – pregunto una suave voz.
En ese momento Kollector se alarmo y tomo todas sus armas para confrontar a quien le hablaba.
- ¿¡Quien se supone que eres!? – exclamo mirando a todos lados el mochilero - ¡Muéstrate!
-Calma, no hay que ponerse agresivos – intento tranquilizar el ente - ¿Es que acaso no quieres ayuda?
- ¿Qué clase de ayuda?
-Quieres ir directo al grano, me agrada eso, se ve que sabes lo que son los negocios, bueno, como puedes ver las cosas están cambiando, pero tu te rehúsas a eso, yo tengo una propuesta, estoy haciendo un plan, algo que ayude a mi señor a regresar, necesito a seres que estén dispuestos a pelear por un futuro para toda la existencia.
- ¿Qué puedo ganar yo con eso?
-Oh…la verdadera respuesta es ¿Qué no podrás ganar? Déjame mostrarte.
Aquel ser se hizo presente frente a Kollector este se llevó una sorpresa, ya que esta misteriosa voz, nunca se lo hubiera imaginado.
-Pocas veces me presento ante los que contacto, pero creo que con esto se despejaran tus dudas, soy Damashi – se presentó el fulgor – Ahora mírame Kollector y descubre lo que obtendrás si decides aliarte a mí.
El naknadano se vio a si mismo con una armadura de oro y alrededor de muchas monedas de oro y plata y por supuesto lo que más desearía joyas y piedras preciosas.
- ¡Riqueza por todos lados, tendrás todo el material que quieras, nadie se interpondrá entre tus tesoros y tú, serás más que un rey! – propuso Damashi – Mi señor te dará todo el oro que desees.
Al terminar la visión, Kollector quedo extasiado por esto, lo que vio fue tan real que hasta sintió que lo vivió.
-Entonces… ¿Aceptas?
-Todo el oro que quiera… ¡Acepto!
Mientras tanto el hechicero junto a Raiden y Fujin fueron hacia Tarkata. Cuando llegaron, ellos mismos recibieron miradas cautelosas. Así también de resentimiento y furia, los nómades habían salido de una esclavitud, para poder ser libres en el imperio de Kitana, pero fueron nuevamente subyugados bajo otro tirano más calculador.
Para recibirlos su líder Baraka, cada uno se detuvieron uno frente del otro.
-Emperador – dijo incomodo Baraka mientras hacia una reverencia - ¿A que le debemos su honor?
-Asumo que recientemente varias cosas han estado pasando y que estas al tanto – comenzó el joven.
-Como la desaparición de gente – recordó Baraka – Dicen que es la furia del reino mismo.
-También que, en estos tiempos, debo estar seguro de hacia donde esta tu lealtad – explico el hombre.
-Mi señor – comenzó de nuevo Baraka – Nosotros los tarkatanos, somos muy temidos, pero no somos tontos. Has dejado muy claro tu posición. Ir en contra tuya significaría un exterminio.
-Es suficiente para mi – finalizo el hechicero dispuesto a irse.
De repente, los cielos se oscurecieron. Todos los presentes miraron a Raiden quien solo seguía manteniendo su mirada perdida en la nada.
-Rain – fue lo único que dijo Shang Tsung.
Un rayo purpura cayo del cielo, golpeando inesperadamente al brujo para la sorpresa de todos, sin duda ese ataque sorpresa lo lastimo.
Y luego una explosión de agua apareció y de esta salió el semi-Dios.
- ¿Qué tal estuvo vejestorio? – pregunto Rain, antes de golpear a Tsung en la cara y tirarlo al suelo.
Sin darle respiro, Rain materializo una espada de agua dispuesto a matar al brujo, pero se vio interrumpido cuando Raiden le dio una descarga eléctrica, el hidratante disolvió su arma y contra resto esa electricidad con sus mismos poderes.
-Osas atacar al emperador supremo, bastardo de Argus – recrimino el dios eléctrico mientras se acercaba y se preparaba a volver a atacar -No te preocupes, lo matare enseguida.
Raiden miro hacia su derecha solo para ser derribado por una bola de fuego, que lo envió a estrellarse contra el suelo. Rápidamente se quito las llamas que cubrían su atuendo. Tanya sostuvo su Nanigata contra su cuello, desalentando cualquier forma de ataque.
- ¡Otra escoria! – grito Fujin apunto de atacar a la morena.
Sin embargo, seria interrumpido por Kitana quien cargo contra el dios con sus abanicos y también ser fuertemente golpeado por un bastón arrojándolo hacia una vivienda cercana.
-Bien hecho ustedes 2 – felicito Tanya retirando su arma del cuello de Raiden, solo para patearlo en la cabeza en el momento en que trato de levantarse.
-Quien lo diría que todos ustedes trabajaran juntos – dijo Shang Tsung ya recuperado – Pero les falta alguien, alguien que está muerta.
-Si te refieres a mi madre o a mi hermana guárdate tus palabras – demando molesta Kitana.
La batalla entre los presentes, no duro mucho, los edenianos estaban en desventaja numérica y los poderes combinados de los dioses fueron suficientes para ellos.
- ¿Qué haremos con ellos? – cuestiono Raiden.
-En fila, los mataremos a todos, sus almas servirán para mi ejercito momificado – ordeno el brujo – Lo pocos que pudieran hacer algo en mi contra, llega a su fin.
Minutos después, los esbirros de Tsung hacían lo que les ordeno. Kitana, Jade, Tanya y Rain, tenían las manos atadas.
El hombre se paseo alrededor de ellos, contemplando quien podría ser el primero en morir. Finalmente se decidió por Kitana.
-Sindel y Liu Kang están muertos – recordó Tsung mientras levantaba su espada – te reuniré con ellos.
Kitana solo cerro los ojos esperando que el acero cortara su piel, pero este nunca llego, cuando abrió lentamente los ojos delante de ella estaba alguien que no esperaba volver a ver.
-Hasta que por fin das la cara – comento triunfante el brujo mientras forcejeaba contra la otra hoja – Julián Solo. De hecho, allí estaba aquel pelimarrón. Mirándolo con sus orbes escarlata con ira y con una expresión ilegible por su característica mascara.
Después de un forcejeo ambos retrocedieron, Shang Tsung se tomo un momento para contemplar el espectáculo, antes de cargar contra su pupilo, parecía que lo iba a impactar hasta que de repente se detuvo por completo.
- ¡NO!
Sus pies fueron congelados y empezaba a recorrer todo su cuerpo.
Julián solo dibujo una sonrisa bajo su mascara.
- ¿Sub-Zero? Es imposible, tu estas muerto – reclamo el hechicero desconcertado.
Luego fue lanzado hasta estrellarse contra una roca la cual se rompió en el acto.
-Que imprudente de tu parte, ir así nomás – dijo Frost finalmente apareciendo.
-No iba a dejar que los matara, específicamente a ellas 2 – dijo ahora Julián señalando a Kitana y Jade.
Los 2 se vieron interrumpidos por un rayo que paso entre los 2, enfocándolos de nuevo en la pelea en que estaban.
-Bien, bien, bien – dijo Raiden mientras caminaba hacia adelante – Parece que aun queda mucho por hacer por purgar los reinos.
-Tu solo eres un peón de ese viejo trans- edad - dijo Julián con desdén.
El dios simplemente ignoro ese comentario y procedió a arrojar su electricidad la cual fue bloqueada por un muro de hielo de Frost.
-Yo si se lo que es ser un peón y no pienso volver a serlo – complemento la peliblanca mientras aumentaba sus poderes para bloquear los rayos.
Mientras los edenianos veían la trifulca, notaron que alguien se acercaba por detrás.
Antes de que Shang Tsung pudiera volver a incorporarse, los tentáculos de sangre lo agarraron y lo lanzaron de un lado a otro.
-Eso nos dará algo de tiempo – comento Skarlet yendo con sus compañeros.
-Bien hecho – felicito el pelimarron.
-Entonces, ¿Qué pasa con tus amigos? – pregunto la pelirroja.
-Solo 2 de ellas me interesan, con los otros 2 no tengo nada – aclaro el ojirrojo ganándose una mirada molesta de ellos – Te toca, Erron.
El vaquero finalmente hizo su aparición comenzando a desatar a los prisioneros. Cuando fueron liberados, cada uno se puso de pie. Kitana inmediatamente se fijo en su viejo amigo.
- ¿J-Julián? – dijo la princesa, casi incapaz de creer lo que estaba viendo.
El mencionado rápidamente hizo contacto con sus viejas amigas.
-Chicas – dijo melancólico él.
- ¡Estas vivo! – hablo ahora Jade aliviada.
-Lo sé, no fue fácil, es una larga historia… - el chico se vería interrumpido por un fuerte abrazo de la princesa.
-Que alegría verte – dijo melancólica Kitana, el pelimarrón solo le devolvió el abrazo.
-Si que lindo, pero tenemos un asunto que resolver ahora – interrumpió Erron viendo como sus enemigos ya estaban reincorporados.
-Mi señor, ¿Los acabamos ahora? – sugirió Fujin.
El brujo no respondió al principio estaba analizando la situación, claramente le superaban en número.
- ¡SOLO! – grito el hechicero - ¡Esta no será la ultima vez que nos veamos!
Y cuando lo hagamos será diferente.
Y se fueron en un rayo dejando a los demás bastante aliviados por ahora.
- ¿Hay algún herido? – pregunto la pelirroja.
- ¿Por qué, para que puedas drenarlo como sustento? – cuestiono irónico Rain claramente no le agradaba la maga sangrienta.
-Jaja vete a la mierda
Unos minutos después, el grupo se había reunido dentro de la guarida de Baraka para poder hablar y organizarse mejor.
-No creo que nos hayamos visto antes – reconoció Tanya.
-Soy Frost, una criomante de la Tierra – se presentó seria la peliblanca.
- ¿Qué han estado haciendo? – pregunto ahora Kitana.
-Hemos estado vagando erráticamente por el Mundo Exterior – respondió Julián – Sentí la presencia de Shang Tsung y vine aquí.
-Y nos arrastraste contigo – agrego Erron, recordando que dejaron a Nitara para que pudiera recuperarse – Y ahora somos el blanco de ese vejestorio.
-Y ustedes chicas – llamo el pelimarrón a sus amigas - ¿Cómo escaparon?
-Fue Kung Lao, él nos rescató – respondió Jade.
- ¿Kung Lao? Sobrevivió, que gran noticia – dijo feliz el oriundo del Mundo Exterior - ¿Dónde está el?
-Ni idea, solo supimos que fue a darle un entierro digno a… a Liu Kang – dijo esto ultimo Kitana con tanta pena – Y pues como todos queremos lo mismo que es acabar con Shang Tsung, empezamos una alianza con ellos.
-Si, con los mismos que dejaron a Mileena a su suerte – recalco esto Julián enfureciendo a Tanya.
- ¿Cómo te atreves a mencionarla ahora? – reclamo molesta la pirómana.
-Si mientras tu y Rain hacían el 69 yo tuve que salvarle la vida – recordó irónico el pelimarrón esto ultimo enfureció al mencionado.
- ¡Cuida tu lengua, Solo! – advirtió encarando el edeniano – Que tengamos un enemigo en común no significa que me puedas faltar el respeto.
- ¡Oh! Como si te tuviera miedo por tu estatus de "Semi-dios" – refuto molesto el pelimarron ya apunto de generar un conflicto al interior del grupo
- ¡BASTA! – grito ya harta de la situación Kitana – Eso no traerá de vuelta a mi hermana y si queremos tener alguna oportunidad, debemos trabajar en equipo.
-Y aquí vamos de nuevo.
Continuara…
