Volviendo con el buscador, luego de colocar el kamidogu del infierno, el nuevo portal que se abrió era de un color amarillo al otro lado lo esperaba el reino del caos.
Kung Lao hizo una mueca de asco y terror al pasar por aquel portal que se abrió en el nexus. Lo primero que sus ojos observaron fueron algunos cadáveres que se encontraban tirados en el suelo rocoso de la ciudad, mutilados y ensangrentados.
-Que asco – murmuro Lao. Antes de venir Damashi le había hablado de aquel reino, pero sus primeras impresiones lo hicieron suponer que le habían faltado detalles.
-No hay que perder el tiempo – dijo el fulgor – Usa la brújula para buscar nuestro objetivo.
-No parecen amigables – comento el monje observando a los habitantes, que se desplazaban como muertos vivientes por las calles.
Ya ignorando a los nativos, Lao saco su artefacto observándolo mientras se dirigía hacia una de las esquinas de la calle para no tener que llamar la atención.
-Espero que no esté lejos – dijo el shaolin caminando en la dirección que le indicaba la brújula hasta que escucho los cantos y pisadas cerca de el – Creo que tengo compañía.
- ¡Son los Yageses! – exclamo Damashi - ¡Rápido corre y ocúltate!
Kung Lao se precipitó a paso firme por una calle lateral semi destruida, avanzando considerablemente hasta detenerse junto a un muro en ruinas. Luego de unos momentos el monje vio pasar a varios de ellos hasta que se fueron.
-Sigue tu camino – dijo Damashi volviendo a aparecer y desaparecer.
El hombre se adentró en las tinieblas de aquel callejón, evitando cualquier conflicto con desconocidos, luego de 10 minutos llego al templo de Havik, guiado por su brújula la cual vibraba con mas intensidad en aquel palacio.
Intento abrir las puertas, pero estaban fuertemente cerradas lo que obligo al shaolin a entrar por una ventana rota, sorprendiéndose de que no hubiera ninguna vigilancia. Cuando inspecciono la sala principal su misión se encontraba flotando entre 2 antorchas.
-Que fácil – dijo con confianza Lao dando un salto hacia el Kamidogu solo para ser fuertemente golpeado por un mastodonte – Yo y mi bocotá.
- ¡Hombre sombrero intruso! – exclamo Ferra en la espalda de Torr - ¡Torr arrancar cabeza!
- ¡En guardia monstruo! – dijo Kung Lao ya reincorporado.
- ¡Hombre caos decir matar a intrusos! – dijo Ferra - ¡Es malo Torr, ataca!
El silencio de la sala era lo único que acompañaba a los 3, el enorme mastodonte Ferra/Torr y el peleador de la Tierra caminando en círculos mientras median a su adversario o esperando el primer movimiento del contrario.
Kung Lao se mantuvo concentrado en cada movimiento del simbionte, no obstante, para cuando Ferra/Torr se canso de esperar, este fue el primero en lanzarse contra el humano, quien, tensando su cuerpo, se preparo para el ataque del contrario.
Y levantando su enorme puño, con fuerza lo precipito hacia su enemigo mas pequeño, sin embargo, con sus poderes el shaolin se teletransporto detrás de el para arrojarlo y estrellarlo contra unos bloques levantando un poco de polvo. Aprovechando la abertura, el humando ahora intento golpear el torso del mastodonte, pero dicho golpe nunca llego porque Ferra con sus cuchillas rasgo el cuerpo de Lao.
Sin tiempo para recordar que ellos eran 2, el monje por muy poco se agachó para evitar el mismo brazo que esquivo al principio, aplicando Torr un barrido con dicha extremidad hacia atrás, antes que el humano tuviera que apartarse saltando hacia atrás, evitando ser aplastado por los 2 brazos de Torr con un golpe martillo.
Aun habiendo fallado otra vez, el simbionte una vez más se abalanzo hacia su contrincante con otro combo de puñetazos, e incluso una que otra cuchillada por parte de Ferra que para Kung Lao era bastante molesto. Y entre los diferentes esquivos y bloqueos con su sombrero las cuchillas de la niña, también realizo diferentes golpes a zonas expuestas que a cualquier otro lo harían por lo menos abatir de dolor.
Lamentablemente la corpulencia de Torr lo hacían resistir las patadas de Kung Lao que tras una patada bloqueada conecto un fuerte puñetazo en el estomago del hombre, el impacto fue lo suficiente para mandar al monje a estrellarse contra la pared a unos 4 metros de él.
Ferra aprovecho para arremeter contra su enemigo, pero Lao logro verla y para quitársela de encima uso su ataque de giro enviándola a volar por los aires y ser fuertemente golpeada por un fuerte golpe matillo la mando a estrellarse contra Torr quien la atrapo sin problemas.
Así que luego Kung Lao otra vez fue acercándose, al contrario, analizando sus posibilidades mediante los puntos débiles del otro. Lao arrojo su sombrero siendo bloqueado por la chica siendo esto una distracción para poder conectarle un rodillazo en el rostro al otro, pero este contraataco con fuerte golpe mandando por los aires al monje y siendo de vuelto al piso por Ferra.
Pese a eso Lao se volvió a poner de pie ganándose un gruñido por parte del mastodonte. Tambaleándose de un lado a otro. El hombre adopto el estilo golpe shaolin, pese a los golpes este dejo salir una pequeña risa algo tonta, antes de hacer con uno de sus puños la típica señal de "Ven" logrando sacar de sus casillas al simbionte.
Con frustración el mastodonte termino por precipitarse hacia el contrario mientras emitía un fuerte grito de furia. Y tal como al principio, Kung Lao se teletransporto detrás de él, pero esta vez se subió a su lomo apartando a Ferra de un fuerte codazo, pese a que Torr se empezó a agitar para quitarse de encima el shaolin se aferro a su cabeza y ya para terminar la batalla con su sombrero le propino un fuerte tajo en la espalda. Torr sin duda gruño de dolor solo para ser silenciado cuando Kung Lao nuevamente lo agarro de la cabeza y lo lanzo hacia donde estaba su compañera también abatida.
-Lo logre – comento Feliz Lao ya yendo a robar el Kamidogu que estaba entre las 2 antorchas – Me largo de aquí.
-Excelente Kung Lao, ya llevamos la mitad – felicito Damashi apareciendo – Rápido de vuelta al nexus.
Continuara…
