Ya al volver al Nexus, Kung Lao coloco el Kamidogu del Mundo Exterior en el pedestal junto con los demás y abriendo un nuevo portal, por su parte Li Mei seguía contemplando el lugar.

- ¿Cuánto tiempo llevas haciendo esto? – pregunto la chica.

-Semanas o meses ya perdí la noción del tiempo – respondió claramente Kung Lao.

- ¿Y para qué haces esto?

-Según Damashi al reunir los 6 podremos poner fin al reinado de Shang Tsung.

- ¿Qué tan seguro estas de eso?

-No pierdo nada en esta búsqueda – respondió el hombre ya harto de las preguntas de su compañera – Tu decidiste dejar tu mundo solo para acompañarme.

- ¡Ya basta ustedes 2! – exclamo Damashi apareciendo – Prepárense, Seido los espera ahora.

-Comprendemos.

Y así los 2 atravesaron el portal hacia su nuevo destino.

- ¡Contemplen, muchachos! ¡Seido, el Reino del Orden! – clamo Damashi – Sean cuidadosos, este es uno de los reinos que no se opuso a Shang Tsung. Los guardias de Seido ejecutan la ley sin piedad.

-Pero no somos de este lugar. ¿Cómo vamos a cumplir sus leyes si no las conocemos? – cuestiono Kung Lao.

-Esta civilización ha sido construida por el concepto de estructura y organización – explico el fulgor – Desviación a este ideal no es tolerada. Yo no puedo forzarlos más allá que evites cualquier conflicto en su sistema legal.

-Creo que la probabilidad de que eso pase es pequeña – agrego Li Mei – Pero tomaremos en cuenta tu advertencia.

Una vez que Damashi desapareció el dúo comenzó a explorar la ciudad. Parecía un mundo avanzado, altamente urbanizado y civilizado, los edificios eran altos, también era un altiplano compuesto de muchas calles estrechas, a modo de puente.

Había árboles increíblemente largos pareciendo salir del fondo de los caminos, agua liquida saliendo de fuentes a pesar de no tener medios para formarse y pequeñas corrientes fluyen de la nada.

Ahora mismo su incursión se vio interrumpida por un guardia quien los llamo.

- ¡Alto! – exclamo el hombre quien tenia una melena de color blanco y 2 estandartes en su espalda - ¿Quiénes son?

-Disculpa nuestra interrupción, soy Julián Solo – mintió Lao para llamar la atención – Ella es Cassie Cage, somos solo extranjeros visitando el reino. No esperamos ser una molestia

-Estoy un poco ocupado como para vigilarlos – dijo harto el hombre – Yo soy Hotaru.

- ¿Qué están haciendo? – pregunto ahora Li Mei.

-Estamos terminando un motín del líder de la resistencia – respondió serio Hotaru – Ahora váyanse de aquí, me hacen perder el tiempo.

Y así el guardia se fue con su patrulla a detener el motín.

- ¿Por qué elegiste esos nombres? – pregunto ahora Li Mei.

-Fue lo único que se me ocurrió – se excusó el monje.

- ¿Qué hay si los verdaderos Julián y Cassie aparecen?

-Hay mas gente con el mismo nombre que otros sabes – aclaro Kung Lao – Cambiando el tema, nuestro objetivo se encuentra en aquella torre.

-Ahora mismo esta muy bien custodiada – analizo la exteriorana – En la noche quizás haya un grupo pequeño y ese será nuestro momento.

-Parece un buen plan.

Ya al anochecer. Kung Lao y Li Mei estaban a unos metros de la torre la cual estaba en medio de 2 edificios.

-Gran torre – Kung Lao miraba al cielo, a ver si alcanzaba a ver el final de la torre con los ojos.

-Si… me pregunto en qué parte estará el kamidogu – Li Mei también miraba hacia arriba

-Supongo que lo averiguaremos – el monje bajó la mirada a la altura de la puerta la cual era custodiada por 2 guardias uno al lado del otro – Hay que alejarlos de la puerta.

Li Mei saco una moneda de su bolsillo procediendo a arrojarla cerca de uno de ellos que distraídamente la fue a recoger.

-Hey esta es de la suerte – exclamo feliz el gendarme mirando su moneda.

Por su parte el otro guardia lo estaba distraído mirando a su compañero que no se dio cuenta cuando alguien lo tomo del brazo derribándolo y golpeándolo en la cabeza dejándolo inconsciente.

Y cuando el otro se disponía a volver a su lugar, fue también derribado y puesto a dormir, pero esta vez por parte de la mujer.

-Hay que ocultarlos – dijo Lao llevando el cuerpo de uno de ellos – despertaran con dolor de cabeza.

-Si – acepto la exteriorana también llevando el cuerpo.

Ya después de ocultarlos, los 2 avanzaron y entraron en la torre, ambos comenzaron a observar el lugar, buscando pasadizos o cosas así, la torre tenia ventanas bien detalladas, el piso revestido con porcelanato pulido, las escaleras estaban por todos los lados y también estaban revestidas con cerámicos.

- ¿Subimos? Li Mei contemplo la altura del lugar, todo no estaba muy claro ya que era de noche y la luz de la luna poco iluminaba.

-Son muchas escaleras – Kung Lao miraba de igual manera que Li Mei la altura del lugar – Lo mejor será inspeccionar cada piso de manera completa, empecemos por este, por lo que veo todos se conectan con alguna parte de la ciudad que está afuera.

-Tienes razón, tu ve a la derecha y yo iré a la izquierda.

-Bien – ambos se miraron y asintieron con la cabeza, luego mirando desde la puerta, Kung Lao fue a la derecha y Li Mei a la izquierda.

Luego de minutos, los 2 ya habían patrullado ya los primeros 8 pisos de la torre, su sistema de búsqueda era lo que podría decirse adecuado para la búsqueda, uno reviso completamente el lado derecho, mirando desde la puerta del nivel en el que se hallaban mientras que la otra buscaba el lado izquierdo de manera completa igual, habían hecho eso los 8 pisos mencionados anteriormente sin resultados.

Ambos estaban subiendo las escaleras para llegar al noveno piso.

-Me estoy empezando a hartar – comento Lao - ¿En qué piso estamos?

-En el 9° ¿Ya te cansaste? – dijo Li Mei como si nada.

-No, solo esta búsqueda me está aburriendo – decía el monje.

-Lo sé yo también – dijo la chica sonriendo – Me pregunto cuántos pisos tendrá esta torre… Li Mei miró hacia arriba imaginando la altura de la torre, pasados unos segundos, llegaron al siguiente nivel.

-Bien… te toca a ti ir a la derecha esta vez – dijo Kung Lao.

-Ok, trata de no correr y hacer ruido – recomendó la mujer. El otro solo asintió con la cabeza el consejo y se volvieron a separarse, como acordaron.

Li Mei fue hacia su lado designado de la torre como en todos los pisos, se encontraron con paredes iguales a las anteriores. La exteriorana avanzaba callada por el nivel.

Ya estamos muy alto, deberíamos haber encontrado algo ya – se dijo mientras buscaba entre los cajones.

Kung Lao por su parte, observaba las paredes y los lugares del nivel en el que estaba, con esperanzas de encontrar algo, pero sin obtener resultados, como no había encontrado mucho en los primeros metros de su búsqueda, estaba convencido que tampoco lo encontraría ahí.

-Tendré que seguir subiendo…

Li Mei, después de revisar la zona, siguió avanzando, en su camino se había encontrado con mas pilares, algunas plataformas y escaleras. Ya se había dado cuenta que no encontraría nada allí. Después de unos metros más, se halló así misma en frente de un pasillo, sin dudarlo la chica siguió el camino.

Cuando dio unos pasos su pie piso un cerámico el cual se hundió, atrayendo todo su cuerpo hacia abajo, por instinto se hizo para adelante pero ya había caído en una trampa, dejándola atrapada en un hueco, Li Mei entonces intento salir hasta que se sujeto en un bastón que salió de la nada.

Al trepar por la vara su vista se junto con un par de ojos blancos que la miraban bastante serios, sin poder reaccionar un fuerte golpe la noqueo.

Volviendo con Kung Lao quien ya había subido otros pisos más, ahora mismo había encontrado lo que estaba buscando, el kamidogu estaba escondido en una oficina.

-Bien, debo encontrar a Li Mei – se dijo a si mismo, guardando el objeto.

Sin embargo, cuando salió de la habitación, una ráfaga de fuego lo derribo.

- ¡Intrusos! – exclamo Hotaru.

-Sabia que no iba a ser fácil – dijo el shaolin levantándose - ¡Fuera de mi camino!

Kung Lao se lanzó contra Hotaru con una patada, pero este lo golpeo con su lanza, cuando el monje cayo al suelo, el guardián inmediatamente le lanzo otra ráfaga lo cual lo dejo suspendido en el aire, sin embargo, Lao se recupero apareciendo en la espalda del otro para agarrarlo de los hombros y lanzarlo hacia la pared.

Kung Lao seguido le lanzo su sombrero, pero Hotaru lo desvió con la punta de su arma generando chispas. Cuando el shaolin se disponía a seguir la pelea, Hotaru lo cegó momentáneamente con sus poderes, solo para ser golpeado fuertemente por el guardián dejándolo KO.

-A prisión.

Continuara…