Las mentiras pueden ser hermosas como asquerosas
Atónitos. Es el adjetivo perfecto para describir los rostros de todos los presentes en la ceremonia de unión, uno de dos desconocidos que se estaban besando como una pareja enamorada, a excepción de Sakura que irradiaba un aura de furia todos los demás disfrutaban de la agradable ambiente que había producido la reacción del Uchiha al sorpresivo de la joven Hyuuga.
Sus labios no se detuvieron, de un beso dulce no tenía nada, el ramo de orquídeas acariciaba la mejilla izquierda de Sasuke mientras su mejilla derecha tenía la suerte de sentir la calidez de la pequeña mano de Hinata, él posó sus manos alrededor de la cintura de Hinata después de no saber qué hacer. La mente de Sasuke por un momento quedó en blanco, nada. Su mente, su corazón y su cuerpo no sabían que hacer pero aquello no evitaba sentir un cosquilleo en su columna mientras ella apretaba sus labios contra los suyos. Si ella quería jugar entonces debería de hacerlo en serio y él lo hizo, volvió más interesante aquel beso introduciendo su lengua a la fuerza ya que Hinata no se lo dejaba tan fácil. Ella solo se impulsó por su instinto pero no estaba segura de que si estaba bien o no, y Sasuke lo complicaba más al besarla de esa manera.
-Uh bueno, parece que no les va a dificultar llevarse bien. Ves Ino, uno nunca sabe que le depara la vida – un joven de cabellera dorada y ojos como el cielo observaba de reojo a su rubia acompañante que llevaba un largo vestido hasta las pantorrillas de color lila con un escote en V y que se adecuaba perfecto a sus curvas sin pronunciarlas demasiado. El joven intenta mantener su comportamiento y su mirada ajena a ella – I-Ino ¿Me estas escuchando? - la joven rubia poseía una melena larga hasta el principio de la caderas y unos ojos azules, como el agua y el reflejo de un bosque en él, aquellos ojos cambiaban de color dependiendo de la refacción del sol y de la personalidad de la peculiar joven, pudiendo ser celestes o verdes claros; y ella sin haber escuchado a lo que su acompañante masculino acababa de decir solo pudo asentir, mientras no quitaba la mirada de la escena que sus ojos presenciaban.
-¿Está bien que se besen antes del "acepto"? ¿Y por qué el cura no los interrumpe? – Ino no sabía qué pensar, estaba bastante confundida por que ella había escuchado que era un matrimonio arreglado pero ese beso no parecía arreglado, más bien lujurioso y un tanto tierno.
Después de una larga espera, y eterna para la intrusa que quería evitar que se casaran pero consiguió lo contario, no sabía que estaba ocurriendo ¿Es qué acaso Sasuke la amaba? Lo que dijo ella, de amarlo ¿era verdad? Los acaramelados desconocidos detuvieron el beso ameno que estaban disfrutando, logrando que sus miradas se chocaran y produciendo un sonrojo efusivo en el rostro de Hinata *¿Qué demonios acabo de hacer? Soy una estúpida*, es lo primero que pudo razonar su mente a la respuesta de la examinadora mirada de Sasuke. Los dos se encontraban agitados y a la vez perdidos en aquel ridículo momento de no saber qué hacer. Sasuke logra formular una pregunta: "¿Qué demonios crees que estas haciendo?" pero Hyuuga Hinata no sabía que responderle más que un "¿Besándote?" pero no se atrevió a dejar escapar aquel pensamiento tan absurdo, era obvio que su pregunta no se refería exactamente a eso sino a por qué lo había hecho ¿Por qué besé a Sasuke Uchiha? No lo sé y tampoco sé si quiero saberlo. Sasuke se quedó esperando una respuesta que nunca oirían sus oídos.
Plaf, plaf, plaf. Aquellos aplausos resonaron en toda la iglesia, retumbando en la cabeza de todos los oyentes.
-Bravo, es asombroso que tan lejos llegaría alguien perteneciente al linaje de los Hyuuga. Simplemente me dejaron sin habla, es la manera más burda en que lo puedo decir. Estoy perpleja, creo que todos lo estamos. Con solo ver tal escena siento revolotear mariposas en mi estómago, tanto que me dan ganas de vomitar. Son una asquerosa mentira, una que ustedes mismos crearon. Me dan asco pero también lástima y ustedes sabe el por qué. Se merecen el uno al otro. Ya que me abrieron los ojos no tengo por qué oponerme a nada, porque ustedes y toda esta mierda de ceremonia no son más que nada y en la oscuridad de ella se perderán – Sakura tan delicadamente dio una reverencia por haber dado fin a su acto y antes de irse, sus labios murmuraron algo y era dirigido hacia la pareja Uchiha-Hyuuga, los cuales eran ellos los atónitos ahora. Sasuke otra vez se había quedado desconcertado y Hinata no sabía si llorar por la crudeza de las palabras que nunca olvidara o si sentir vergüenza por su propio actuar porque ella estaba segura que el beso con Sasuke había producido que todos acontecieran tan lamentable situación.
- Váyanse al demonio, todos y cada uno de ustedes. Espero que sean felices y que coman perdices pero en el infierno – Su siguiente gesto acopló perfectamente su reciente diálogo, su dedo medio estaba erguido mientras los demás permanecían inmóviles en la palma de su mano, el cual se los dedico a todos los presentes pero con mucho más furor a la familia Hyuuga.
Un silencio penumbroso se apoderó del ambiente, nadie sabía lo que había sucedido, todos posaron sus miradas en todos y luego, todas aquellas miradas acusadoras como examinadoras se posaron en la pareja que estaba más desconcertado que la mayoría de los invitados. A Hinata la invadía la culpa y la vergüenza y de Sasuke ni hablar, él no sabía qué demonios acababa de ocurrir ¿Esa siempre fue Sakura? Nunca tuvo el agrado de presenciarla de aquella forma, tan explosiva. *No está nada mal pero no gracias, ya tengo suficientes problemas con mi vida* fue lo único que el cerebro del Uchiha logró formular.
-Damas y caballeros, lamento las molestias producidas pero debemos aceptar que eso si fue un show increíble. Que destreza en la selección de palabras ¿no? Debo admitir que animó un poco la ceremonia porque por al menos yo, ya estaba el quinto sueño – Un hombre de edad con un físico que no tenía nada que envidiar al de un saludable joven, proporcionaba su opinión con respecto al reciente "show" que había revivido el "fuego" de aquella tarde – Bueno sé que a más de a uno no le causó gracia mi comentario, lo siento por eso, siento que no tengan sentido del humor y sean unos amargados , nadie tiene la culpa de eso ni siquiera la "chica locamente divertida" ¿O no es así Sasuke? Como siempre lo dije tus gustos con las mujeres no tienen comparación.
El Uchiha alagado por tal comentario no arremetió con ninguna furia al hombre ya que no se dio cuenta del sarcasmo en la voz de Kakashi Hatake. Él era su profesor de kendo y su actual contrincante cada vez que uno de ellos está de mal humor.
-Bueno Kakashi, nadie quiere saber tu opinión al respecto, si, estamos todos de acuerdo que fue un "gran show" pero uno lamentable; ahora por favor olvidemos el reciente accidente de mal gusto provocado por una jovencita sin modales y prosigamos con la ceremonia- aquellas severas palabras fueron dichas por la primera persona que pensó en desaparecer a la intrusa desde que ingresó en la iglesia. Es una viuda de alta sociedad y que además es una de las accionistas mayoritarias de las empresas de ambas familias, de los Hyuuga y de los Uchiha. Es mejor conocida por su carácter fuerte y hasta aterrador, es una persona "bruta" en el sentido de la palabra en que si invierte o decide comprometerse en algo, lo hace a lo grande. Todos deben llamarla Tsunade-sama.
-Bueno ella ha hablado y yo he de callar- Kakashi hizo una exagerada reverencia alabándola y luego tomó su respectivo asiento mientras murmuraba a lo bajo. Tsunade sonrió triunfante y acechó a todos con las miradas para que se tranquilizaran y con solo mirar al cura, él actúo rápidamente para seguir con la ceremonia pero Sasuke y Hinata se habían perdido por completo en aquellas palabras de Sakura.
- Bueno, demos comienzo, perdón, sigamos en donde nos quedamos – el cura no podía estar más nervioso, sentía como aquella mujer atemorizante lo apuñalaba con la mirada – ehhm, si.
Hyuuga Hinata y Uchiha Sasuke ¿venís a contraer matrimonio sin ser coaccionados, libre y voluntariamente? – los jóvenes quedaron paralizados a tal pregunta, *claro que no* pensaron al unísono; Hinata tenía unos inmensos deseos de huir, de ser libre pero ella sabía que no podía, Sasuke no podía evitar querer gritarle a todo el mundo que "no era su decisión" pero él también sabía que no podía. Ninguno se atrevió a responder a la pregunta hasta que el cura miró a ambos y fingió que se aclaró la garganta, todos empezaban a sospechar y pocos de los que sabían empezaban a temer. Sasuke respondió: Si, estamos aquí por nuestra voluntad porque somos libres de tomar nuestras propias decisiones; lo que salió de su boca fue una mentira que él despreciaba y para hacerlo más creíble agarro la mano de su pálida prometida
- ¿Estáis decididos a amaros y respetaros mutuamente durante toda la vida? – A Hinata se le cristalizaban sus ojos al escuchar aquella pregunta "amor, amar", ella supo por la reacción da Sasuke que sería imposible porque su reacción fue soltar su mano como si fuera un espasmo, un reflejo a la palabra amor. Sasuke nunca había amado a nadie y no sabía si llegaría hacerlo y tampoco le interesaba poder hacerlo. Hinata debió ser fuerte, enterrar sus sueños e ilusiones en lo más profundo de su ser y volver a sostener la mano del azabache y responder: Si, estamos dispuesto a hacerlo, pero aquella frase estaba sin terminar, lo siguiente que debía seguir fue: o por lo menos fingirlo – Bueno ya que las preguntas fueron aclarecidas. El hombre debe ser el primero, Sasuke repite después de mí:
Yo Uchiha Sasuke te acepto a ti Hyuuga Hinata como mi esposa, y prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, y amarte y respetarte todos los días de mi vida
Sasuke lo dijo, aquellas palabras que fueron muy valiosas para sus padres y para todas aquellas personas que se casan libremente y enamorados, él las dijo con rabia y odio. Al finalizar de dictar su discurso, su siguiente pensamiento fue "nunca te amaré porque te odio Hyuuga"- Ahora es el turno de la mujer, por favor repite después de mí – el cura lo volvió a repetir solo que ahora las palabras se dirigían a los oídos de Sasuke y provenían de los labios de Hinata, aquellas palabras que ella soñaba decirlas con amor y alegría a la persona que tendría en frente de ella, estando ambos enamorados y nerviosos por lo que el futuro les aguardaba pero con lo que ella más había anhelado era decir las aquellas preciadas palabras y verlo a los ojos y ver una mirada de amor, un cálido refugio donde ella podía esconderse pero solo logró ver rencor, odio. Sasuke tenía una mirada fría, una que la hacía sentir sola y pérdida en la oscura soledad.
El cura prosiguió con el siguiente ultimátum, uno que enterró la más profunda tumba para todos los sueños, anhelos, deseos, todo lo que les pertenecían a ellos - El señor, que hizo nacer entre vosotros el amor, confirme este consentimiento mutuo, que habéis manifestado ante la Iglesia. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre – Ambos jóvenes odiaban su vida, ambos se detestaban, ambos temían al futuro – Por favor, que los anillos sean traídos hacía mi – los atormentados jóvenes no tenían ni madrina ni padrinos de boda, no querían más involucrados en una vil mentira por lo cual se podría decir de milagro que el cura aceptó aquella situación y es por eso que la hija menor de los Hyuuga. La pequeña Hanabi se acercaba a ellos con unos anillos en sus delicadas manos, Hinata no hizo más que dedicarle una destellante sonrisa la cual hizo sonrojar a la pequeña y Sasuke solo la miró para luego asentir - El señor bendiga estos anillos que vais a entregaros uno al otro en señal de amor y fidelidad – Cada uno le colocó una alianza al otro, cada uno se encadenó al otro. El cura dijo unas palabras más sostenido la manos de ellos unidas y luego – Ahora si puede besar a la novia. Bueno ahora es su turno de besarla ¿no? – una pícara sonrisa se formó en los labios del cura y ambos jóvenes recordaron el primer beso, el primero de Hinata y uno de los tantos de Sasuke. Él la besó y aunque lo intente negar, lo volvió a disfrutar.
El beso terminó y volvieron a recordar la única verdad dicha en aquel lugar, "Definitivamente esto es una asquerosa mentira, somos una asquerosa mentira".
Se retiraron caminando por aquel corredor con un tapiz rojo, los aplausos fueron silenciosos, mudos para los oídos de ambos, no podían escuchar más que el comienzo de los cimientos de una gigantesca mentira. Todos sonreían o al menos eso intentaban, hubo un pequeña porción de los presentes que lamentaban todo lo que el dinero podía provocar, todo lo que podría provocar los desaires de los adultos en la vida de unos miserables jóvenes.
Era una hermosa tarde, el sol estaba en el punto más alto del cielo, no había demasiadas nubes, pocas para apreciar sus esponjadas curvas y los pájaros cantaban sus típicas canturreos, los niños corrían y las risas invadían las calles pero aquel par de jóvenes felizmente casados solo podían observar la oscura limusina esperándolos. Su huida fue furtiva, el subir y acomodarse en los asientos fue lo más rápido que pudieron haber hecho en sus vidas, en sus 22 años de vida.
Orquídeas. El ramo de orquídeas que sostenía Hinata era hermoso, estaba entre sus delgadas piernas, apoyada en su vientre y por debajo de sus voluptuosos senos, todo su cuerpo estaba cubierto por una seda blanca con encaje pero su cuello y clavícula disfrutaban del aire libre ya que su pelos permanecía recogido en una clase de rodete desarreglado con ciertos mechones sueltos, su pelo poseía unos delicados detalles con flores y no llevaba ninguna tiara ni un velo, ella era hermosa igual o más que las orquídeas. Su rostro era angelical, teniendo ese para de ojos tan exóticos y frágiles, aquellos pómulos tan bien delineados y sus labios, su sabor no podría ser más exquisito. Ella era su actual esposa. Él se encontraba diseccionando la apariencia de Hinata ya que ella estaba concentrada en mirar por la ventanilla y observar del paisaje se había vuelto su prioridad y su manera de evitar al azabache. Él era su actual esposo.
-Hyuuga, cuando lleguemos a la casa, cámbiate lo más rápido posible. No me gusta perder el tiempo – Sasuke ya le estaba informando de sus ciertos desagrados.*mejor mantenerla informada a que me vuelva loco* un pensamiento que empezó a dar vueltas por la cabeza. Hinata no sabía lo que le esperaba.
- ¿Cambiarme? – La confusión de ella era evidente, Sasuke suspiró y le recordó que la mentira recién había empezado, todavía faltaba
La fiesta
Y después
La luna de miel
Hola! Bueno como habían pedido este capítulo fue más largo, espero que les guste, gracias por aclarecer mi error "uchija"-UchiHa jajaja no sé como no me di cuenta, gracias por leer mis historias, todos ustedes son muy amables con sus reviews y también por dedicar su tiempo a leerme.
*Espero ir mejorando con el tiempo*
Derechos de autor
story: yop
characters: Masashi Kishi
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