Falso escenario
Ella era la oveja negra de la familia, ella era desechable.
El día no ha terminado, quedan muchas horas por correr, tres con exactitud y la idea de desaparecer empieza a sonar apetecible para Hinata. Sus sueños de amor y felicidad mutaron en desaparecer como el polvo en el viento y los huesos en el tiempo. Sus ojos son una prueba de tal sentimiento, no ha parado de llorar desde que su hermana menor eligió creer en las mentiras de su familia. Su pequeña Hanabi se había despojado de ella cómo si no importara, cómo si los años que vivieron juntas nunca tuvieron lugar en su corazón, Hinata no podía creer cuán insignificante podía llegar a ser en la vida de los demás, su familia le arrebató su futuro, su inocente hermana la abandonó por no lograr distinguir entre la verdad y la mentira, pero ella debía admitir que su padre era ágil con maquillar las mentiras como verdades y un temerario en la manipulación, ella debía admitir que nunca podría contra él, no siendo ella misma, por lo menos no creyendo que alguien puede salvarla, debía dejar de creer en los cuentos con príncipes azules y hermosos corceles blancos que le contaba su nana en las noches en que su mamá no estaba. Su mamá parecía como si nunca hubiera estado presente, o no estaba o cuando la necesitaba ella miraba hacia otro lado, dejándola sumida en los problemas de todos y los de ella. Con todo lo acontecido ella podía afirmar: Ella era el eco del grito que nunca dio; ella no tiene una vida propia.
Y como si fuera irónico, mientras ella se compadecía por su miserable vida, ella estaba siendo abrazada por unos brazos anónimos, unos que la reconfortaban. Ella nunca creyó que llegaría a necesitar de manera desesperante un abrazo que le transmitiera el agradable calor humano proveniente de un alma pura, sin falsas intenciones. Él podría ser un demente pero Hinata estaba segura que nadie sería tan impuro como ella por haberse casado por iglesia sin amar a su pareja.
El joven rubio de cabellera dorada mantenía a Hinata rodeada con sus brazos mientras él sin saber que más hacer observaba el magnífico paisaje que le ofrecía el jardín y las fuentes de agua con el resplandor de las estrellas. Él no sabía por qué la había abrazado pero un sentimiento de protección y lástima lo atrajeron hacía ella, a protegerla entre sus brazos porque la apariencia de ella no sugería otra acción, más que protegerla de todo y de todos. El abrazo fue un impulso que no quiso evitar, de hecho él es un joven caracterizado por ser impulsivo y excéntrico – llevaba puesto un traje anaranjado, una camisa blanca con los tres primeros botones sin abotonar y elegantes zapatos marrones; las miradas femeninas lo seguían como abejas a una flor – y a él le fascinaba su personalidad, pero su impulso de querer ayudar es cuando son personas que conoce o que por lo menos compartió una que otra frase y con Hinata ni siquiera se dijeron un simple saludo, nada, solo actuaron y esta vez el sentimiento era real.
- ¡Maldición, Naruto! Todos te estamos buscando y vos estas acá acaramelado con una mujer ¿Y ella quién es?- Aquel hombre de aspecto de igual excentricidad que el rubio, vestía un traje verde oscuro, una camisa blanca con botones negros y un par de mocasines mostaza, poseía una abundante cabellara negra pero de un corte hasta la nuca y cubría parcialmente su frente, tenía unos hermosos ojos negros como la noche, solo que ahora irradiaban confusión y furia- Ella es quién creo que es, ella es la esposa de Sasuke Uchiha ¿No es así? Pero vos te queres morir, vos me estas jodiendo Naruto, sos un idiota pero de los legendarios. Qué hubiera pasado si el que te encontraba era Sasuke, te pusiste a pensar en eso, los hubiera matado a ambos pero primero serías vos y bien merecidos te lo tendrías. ¡Carajo Uzumaki, ya suéltala!- Fue una orden del recién llegado, una orden que erizo la piel de la pareja que se encontraba en el suelo abrazados y encerrados en su mundo, uno que ya había llegado a su fin.
- No grites ¿Qué demonios Lee?- El receptor de tal brusco mensaje se apartó de Hinata delicadamente y se dio unos golpes en su traje para quitar rastros de suciedad, le dedicó una sonrisa a la joven Hinata y le extendió su mano para ayudarla a levantarse, y luego le dedicó una mirada despreocupada al desconocido que emanaba un aura temeraria- Si sigues gritando de tal forma, cómo no se va enterar el engreído del Uchiha, hasta todos los invitados se pueden te pueden llegar a escuchar
- Y a mí qué me importa, debiste pensarlo antes, el que tiene los días contados sos vos no yo, seguro que hasta Sasuke me da un premio y todo por decirle- Los ojos perlados de Hinata volvían a llenarse de lágrimas y su cuerpo sentía la pesadez del mundo quebrarse en miles de pedazo.
- No seas exagerado Lee, somos amigos, sé que no harías es. Gai-sensei no te enseñó eso. No hay que preocuparse de nada, Sasuke no lo vio y no tiene porqué enterarse dale, vamos Lee, no pasó nada y es mejor así, solo era un abrazo. No hagas un drama donde no hay nada- Y con aquellas palabras el joven poseedor del nombre Naruto Uzumaki logró tranquilizar a Lee y después colocó uno de sus brazos alrededor del cuello del joven Lee- Vamos Rocky, ahora dime para qué me buscabas.
Los dos jóvenes excéntricos, con sus trajes llamativos se retiraron del jardín, compartiendo un diálogo ameno, como si nunca hubiera una discusión y Hinata volvía a quedar sumergida en su soledad.
- Hey, anímate, todo estará bien. Solo olvida, respira y finge. Aprende de Sasuke- En el trasfondo del cálido consejo que le ofrecía Naruto se escuchó el grito de un enfurecido Lee, al cual tensó al rubio y se dirigió velozmente hacía él.
Hinata sonrío y siguió su consejo. Todavía quedaba un par de horas más para poder irse de aquel infierno y para demostrase a sí misma la fuerza que ella tanto anhelaba, debía permanecer al lado de su nuevo y falso esposo.
Un desconfiado Sasuke quería ocultar su enfado y desconfianza a la desaparición de su esposa en pleno festejo, a él no le importaba ella o si le había pasado algo pero que sus familiares se acercaran a él y lo felicitaran y luego preguntaran por su querida esposa le molestaba, le desagradaba que él tenía que soportar toda la porquerías mientras ella debía estar por ahí, relajándose. Sasuke no sabía absolutamente nada por lo que estaba atravesando Hinata, en los pendientes de ella no estaba en informarle de su estado a él.
Cuando por fin logra divisar su figura, siente un nudo en el estómago porque la ve rodeada de todos sus primos y tíos, rodeada del género masculino. Y Sasuke sospechaba del porqué, "quieres bailar, no baila conmigo, a Sasuke no le va molestar, dale bailemos" etc.
-Amor, te estuve buscando por todas partes por un momento pensé que me habías abandonado- "Y no sabes cómo lo hubiera festejado", fue un pensamiento que inmediatamente se le vino a la cabeza después de terminar aquella frase tan repetida. Él podía sentir sus tripas retorcerse- Hinata tenemos que saludar a unos parientes y seremos libres de irnos al hotel a descansar. Es una buena noticia ¿No lo crees?- La verdadera sonrisa de la sensible joven recién casada se hico presente, una hermosa y genuina sonrisa que hipnotizó a los hombres que la rodeaban, provocando que el primo de Uchiha, llamado Tobi la tomara del brazo y la acercara hacía él, querer bailar con ella se había vuelto una prioridad. El descontrol del Uchiha apareció para mandar todo casorio por la borda, pero gracias al sutil rechazo de Hinata, el festejo y la compostura de Sasuke siguió intachable.
- Es un alivio, no te parece. Ya podremos irnos a casa, al fin podré quitarme este disfraz ridículo y vos te podrás libra de mí- La reacción de Sasuke fue arquear una ceja, demostrando su falta de credibilidad a lo dicho por la Hyuuga- ¿Sucede algo Uchiha?- A lo que él responde con un no, girando su cabeza.
- Hinata no te olvides que todavía queda la noche de bodas, sé que pensaras que "pero si no hay público en donde vamos" , en cierto sentido tienes razón- Ellos estaba agarrados de las manos, a cada familiar o amigos que veías le dedicaban un asentamiento en gratitud por su presencia y una sonrisa- pero existen los paparazzi, y quiero que tengas en claro que Los Uchihas somos reconocidos en muchos lugares del mundo, para no exagerar no digo mundialmente pero estamos cerca, y seguro es la mismo situación con tu familia y su reputación, por eso quiero que cuando estemos bajo la luz de la luna o el sol, vuelvas en tu modo falso y encantador de esposa- Hinata pensando en lo grandioso que sería alejarse de todos, sería una gran idea y menos presión sobre su persona, viene él y la vuelve a traer hacía su cruel realidad. No hay momentos para verdades y alivios, solo para sufrir y mantener apariencias mintiendo.
- Entiendo, gracias por mantenerme al tanto Uchiha si no fuera por tus informes seguro que la misión hubiera fallado- A Hinata solo le quedaba tener un poco de comicidad en su vida, su nana le había enseñado que a veces en momentos tristes un chiste no hacía mal. Una amarga sonrisa se le escapó de sus labios y Sasuke la observó desconcertado.
Un flash iluminó sus rostros en aquel exuberante espacio cerrado. Una foto de ellos juntos fue tomada y más flashes seguían apareciendo, poses de novios estudiadas, construidas como un gran edificio, el brazo donde debía estar, las muecas que debía hacer y el infaltable beso que cada tanto Sasuke le arrebata a Hinata. Siguieron fingiendo por el resto de la noche hasta que se volvió insoportable porque hasta para mentir hay un límite y ellos lo habían superado desde que pronunciaron el sí en la iglesia.
Después de una interminable pasarela por donde ellos debieron transcurrir, dieron fin a las falsedades y felicitaciones con un agradecimiento hacia sus padres y un discurso de parte ambos, por los felices que eran. De tantas mentiras, dar un discurso improvisado en el momento, no les pareció para nada dificultoso.
Esta vez no se fueron en la limusina y eso que aquella era la idea original, Sasuke no soportaría estar encerrado de nuevo con ella a su lado. Se irían en autos separados, era la gran idea de Sasuke y se sentía orgulloso de ella, creyendo que era creativo y original, "ella en la limusina y yo en el auto de papá, no tengo que verle la cara y todos felices" pero él con contó con el seguimiento de la cámara tras ellos, así que al diablo con la limusina y el plan, se subieron los dos al auto de su padre pero a las cinco cuadras Sasuke detuvo el auto y le ordenó a la pálida Hinata que se trasladara a la parte trasera, y cómo si se tratara de una niña, ella se imaginó lo peor, pensó que debía viajar en el baúl y él le aclaró la duda al señalarle con el pulgar los asientos de atrás y Hinata finalmente accedió.
El viaje de quince minutos de vuelta fueron ligeramente transformados en una hora de viaje, los motivos fueron que Sasuke debía ir a buscar su maleta y la de Hinata a cada una de sus respectivas casas y luego dirigirse al hotel, pero el problema fue que nadie les aviso que los equipajes ya habían sido armados y alojados en el hotel con ellos, por lo cual que fueron solo a desperdiciar tiempo, pero después de la frustración del azabache, él se pudo relajar admirando la espectacular noche que les proporcionaba la luna y las estrellas y también el retrovisor que le permitía admirar a su pasajera que se encontraba dormitando como una hermosa bella durmiente, esperando ser despertada por su príncipe y el beso. Uchiha solo sonrió y pensó que ya había recibido suficientes besos por un día.
Un auto modelo Maserati Ghibli 2014 era el que conducía el azabache y estaba estacionando en la estacionamiento. Sasuke debía admitir que el gusto de sus padres era exquisito y parece que las empresas están volviendo a crecer por lo que no hizo falta vender los autos, llegó a vender un BMW y un Cadillac, por su suerte no tuvieron que vender su Lamborghini. El sus piro del malhumorado conductor produjo un ambiente tenso pero el cual no despertó a Hinata, El Uchiha era capaz de gritarle o asustarla para despertarla pero no estaba de humor para verla sollozar, así que solo la cargó con cuidado entre sus brazos y después de hacer el recorrido, ascensor y habitación, la colocó en la cama nupcial del lujoso hotel para luego darse un baño, no quería que el olor de la muchacha se quedara impregnado en él.
Después de la refrescante ducha decidió revisar su equipaje, pudo asegurar que lo preparó su madre, estaba prolijo y no faltaba nada, hasta se podía decir que había cosas de más. El sueño todavía no lo dominaba por completo al azabache, y la tentación ganó contra la indiferencia. Un equipaje de color rojo estaba siendo explorado por alguien que no era el dueño de la maleta. Un ligero sonrojo se apoderó de las mejillas del azabache.
-¡¿Qué demonios?! Esto, no, imposible, esto no es de Hinata- Ropas transparentes, de telas finas, de sedas, diminutas para su cuerpo, remeras de escote profundo, vestidos cortos, y su ropa interior merecedora del adjetivo: Sensual- Esto no podes, ¿o sí?- Sasuke sostenía una prenda de un conjunto de ropa íntima, solo que esta era de la parte inferior, conocida en el mundo de la moda como tanga. Parece que esta noche Sasuke no va poder dormir, sin embrago eso no evita que siga explorando el misterioso equipaje de Hinata que evidentemente no lo empacó ella ¿Quién lo habrá hecho? Es la pregunta que Sasuke necesitaba saber, quién quería que pasara algo entre ellos, algo más que dormir. La caja de Pandora terminará por enloquecer al Uchiha, sus ojos se desorbitaban una y otra vez, cada prenda que observaba detenidamente y sentía su tacto lo enrojecía un poco más, un hilo de sangre empezó a descender por sus fosas nasales.
El confundido Sasuke seguía perdido en las fantasías que su mente empezaba a formular, y Hinata descansaba plácidamente en la cama mientras el destino, vida, como lo querían llamar, entretejía el futuro de ambos sin su consentimiento.
hola A TODOS, despues de un tiempo pude por fin de milagro actualizar dos historias, no aseguro nada pero tal vez mañana o hoy sería ¿no?, bueno el domingo actualice otra historia ;) Esperemos, hablando de eso, tendrán que volver a esperar un poco más para el otro cap Gome!
Personajes: Masashi Kishimoto
Historia: mia ;P
