Solo queda intentar
Estamos perdidos. No sé si a eso se refería Uchiha: "Ahora por tu culpa vamos a perder". Pero bueno con el tramo que nos llevan por delante, técnicamente perdimos.
Aunque no es tan malo. La vista es sublime, los altos arboles, el acogedor verde que nos aborda a ambos. El fuerte sol de la tarde que nos humedece y nos otorga su fuerza. Es sublime, no me importa haber perdido el rastro de todos. De estar en medio de la nada con mi enfurecido esposo. Este lugar mágico me hace pensar en una perspectiva positiva. "Mi esposo no me puede odiar taaanto"
- Maldita sea. Nunca perdí el rastro de nada y justo ahora debía pasar – dijo con sus manos a la cadera - ¡Carajo!
- Eras como un sabueso entonces – dije sin preámbulos. Sin pensar.
- No jodas, Hyuga. No estamos para tus estupideces – me lanzó unas de sus gélidas miradas. Las de siempre.
- Bueno, la vista no está mal – intento apaciguar la situación- Digo, qué mejor lugar para perdernos.
- Uno en donde no estés vos sería mucho mejor. – gira su rostro para todas direcciones, y luego observa al caballo comer – Esto no puede durar tanto.
- No lo hará – no puedo evitar referirme a nuestro matrimonio y no al estúpido hecho de habernos perdido.
A la hora, él vuelve de su caminata por los alrededores, (no usa al caballo para no agotarlo). Decisión que tomo a los cinco minutos de nuestra desorientación.
Como siempre, él toma las decisiones por cuenta propia. Los ejemplos no faltan: la fecha de matrimonio, el lugar de casamiento, en donde pasar la luna de miel y finalmente, estas malditas semanas vacacionales con su extraña familia. Ya puedo dejar de pensar que la mía es la única rareza del mundo. Ya dejé de pensar que no tengo derecho a reprocharles mi infelicidad. Ya dejé de pensar en el amor. En fin, ya dejé de pensar.
- Nada, no reconozco nada – suelta un resoplido furioso – Es como si el lugar haya mutado completamente.
- Son plantas, arboles. Es un bosque, Uchiha creo que eso es lo que hacen. Cambian. – Lo dije sin ánimos de comenzar una discusión.
Solo estoy sentada, mirando fijamente al sol, a las colinas, a las aves y abrazo por completo mis piernas. Intento consolar mi soledad en tan inmenso lugar. Porque mi insensible y desorientado esposo no se percata – y ni lo hará- de lo asustada y nerviosa que estoy.
- ¡Mierda! – Grita con desespero – Deberían estar buscándonos – disminuye su voz – Tienen que hacerlo. – Y por un momento, por un segundo llego a pensar sí él siente miedo. Y me pregunto ¿A qué le tiene miedo? ¿Al bosque o a mí?
- Seguro. Es lo más factible, Sasuke. Solo tenemos que aguardar a su llegada. Estaremos bien.
- ¿Qué estas haciendo? No intentes tranquilizarme o consolarme, no sirves para eso. Además de que nadie te lo pidió. – Unas gotas de sudor delinean sus mejillas, provocan que su cabello se apegue a su frente y empapan su camisa.
Yo no puedo decir que no estoy sudando, estaría mintiendo. Siento cómo de mí brotan a borbotones gotas de sudor por toda mi epidermis. Y las prendas que llevo puesta no hacen más que intensificar el calor. Y la frialdad del lago me llama a gritos. "Métete, sumérgete en mi acuosa materia".
Al estar perdida en mis pensamientos de no sentir calor, no noté que se había desvestido, casi por completo. Su cuerpo estaba cubierto por un bóxer negro con rayas grises horizontales y un par de medias azules que las estaba despojando de sus pies. Era blanco. Toda su piel era jodidamente blanquecina, hasta el punto de llegarse a parecer a la mía.
Mientras lo sigo observando ruborizada, paralizada, consciente de que debería mirar a hacia otro lado, me doy cuenta de que solo quiero seguir viéndolo. Estoy recorriendo su atlético físico con mis ojos y no puedo dejar de hacerlo. ¿Por qué demonios no puedo dejar de mirarlo? Esto está mal, muy mal.
- ¿I-Ingresaras al lago? – Digo sin rodeos - N-No sabes lo que puede habitar en esas aguas. Yo que vos…
- No me interesa – dice sin dirigirme la mirada – No me importa saber qué harías. Además, cualquiera que te vea lo sabría. Nada, no harías nada.
- Prefiero abstenerme de tener un encuentro desafortunado con un animal depredador, que ser una chica estúpida que intenta demostrar que tan aventurera puede a llegar a ser. - digo con odio – No estoy interesada en humillarme por la aprobación de un hombre.
- … - silencio de su parte al principio – ¿No es lo que hiciste al aceptar casarte conmigo? ¿Obtener la aprobación de tu papi? – termina su fulminante contraataque y de zambulle de un solo salto al lago.
Yo me levanto para seguir con la sugestiva discusión que estábamos llevando, pero él desaparece en las aguas azules. Maldito ególatra.
El calor ya es insoportable, el sol se posiciona en lo más alto en el cielo y alberga bajo su ferviente respaldo a toda cosa que yace bajo él. Quemar. Arder. Mi piel está por cambiar su tonalidad a bronceada. Aunque, solo la epidermis de mis manos y rostro, porque sigo cubierta con lo demás.
- No aguanto más – digo con mi voz reseca – Es fastidioso. Ya no más.
Me desvestí hasta quedarme si una prenda. Porque hay que pensar cuidadosamente lo que hacemos. Sí llegara a ingresar al lago con ropa interior luego no tendría que ponerme, es mejor estar cubierta por el agua al estar desnuda que por ropas inadecuadas, (la camisa banca no es la mejor opción sin corpiño). Claro que estoy lo más alejada posible del alcance de la vista de Sasuke Uchiha. Caminé tontamente, me desvestí rápido y un sutil deslizamiento en el agua fue suficiente para que nadie se diera cuenta de mi presencia.
Deliciosa. Refrescante. Saludable y limpia. Fue inesperadamente relajante. Con todo lo que había ocurrido, estar rodeada de aquella magnifica agua, fue como sentir una suave palmadita en la espalda mientras te susurran que todo va estar bien, que no fue tu culpa. Amé haber sido una aventurera. Desnuda en un lago, se apegaba a tal adjetivo.
- ¡¿Hyuga?! – Se oye un grito a lo lejos – Sal de ahí. Con cuidado, mueve tu trasero fuera del agua.
Lo ignoré, no me arruinaría mi momento de libertad y paz. No, para nada, señor.
- Esta bien – dice con un tono de burla - No sabía que te atraían las serpientes.
- ¡¿Qué?! – mis nervios se crisparon - ¿Donde? D- Deja de mentir. Y-Yo, no veo ninguna – miro a los alrededores.
- Yo, ya cumplí con avisarte. – Su voz se va alejando – está a las tres en punto, es marrón y muy cerca de ti.
- ¡AAHH! – Grite con temor y horror porque la vi – Nonono
Nade lo más lejos de la serpiente y no advertí que me dirigía hacía Uchiha. Pero era mucho más preferible él que esa cosa.
Al llegar a mi destino ilógico me acuerdo de lo importante: desnudez completa. Mierda, por el susto lo había olvidado. Salir del lago era imposible, Sasuke me vería de espaldas. Mantenerme junto a él también estaba descartado, me vería debajo del agua. Mierda, mierda y mierda.
Una escandalosa carcajada me saca de mis cavilaciones.
- No puedo creer que de verdad creyeras que en un pequeño lago hay serpientes. – Dice con superioridad – Eres mediocre. Patética.
Estaba por zambullirse y sin pensar, otra vez, me lanzo a él. Enredo mis brazos a su cuello y por un descuido mis senos se apoyan en su tórax. Sus ojos se abren, reacción al sorpresivo ataque y luego vuelve a su típico rostro y una sonrisa hace su gran aparición. Coloca sus manos en mi cintura.
- Perdóname si me equivoco, pero no eras de las que se humillaban por un hombre ¿Por qué la contradicción repentina? – Dice con soberbia apretando sus pulgares en mis costillas – No pudiste resistirte un poco más ¿no?
- Vete al demonio. – Comienzo sin pudor, de verdad puede sacarme de mis casillas - ¿Quién quiere ser humillada o humillarse por ti? – acerco mi rostro más al suyo, siguiendo su juego - ¿Quién quiere ser manoseada por alguien como vos?
Termino de jugar, alejo de un movimiento nuestros rostros, tomo fuerza de voluntad para salir del agua y a la mierda si me ve desnuda. Solo será de espalda, intento aminorar la vergüenza futura. Pero él me atrae con fuerza a sus labios, gracias a la ayuda de brazo y las mansas aguas de un lago, logra su cometido. Pataleo e interpongo mis brazos entre nuestro cuerpos, pero me es imposible seguir y me sigue besando con lascivia. Su lengua recorre mi cavidad bucal sin decoro. Unos sonidos se apilan en mi garganta para lograr su ebullición.
Su mano derecha se ubica por debajo de mi cabeza, nuca y casi espalda. Su mano sí que es grande. La otra está alojada en mí parte baja de mi espalda, rosando casi el comienzo de mi trasero. Esto es impúdico. Aunque estemos casados, esto no deberíamos hacerlo si no nos amamos, pero por qué me siento tan débil y frágil en sus manos.
Sigue desafiándome con su introvertida lengua y yo procuro seguirle el paso. Su mano ya abandonó mi espalda y está entre mi muslo y mi trasero. La otra mano tampoco se quedó atrás, se asomó a mi pecho y de ahí no se fue. Los estúpidos gemidos empezaron a emerger de mi boca y no puedo dejar de producirlos. Mis piernas automáticamente apresaron la parte inferior de su cuerpo.
- S-Sasu… S-Sasuke – no puedo ser tan erótica al decir su nombre, pero lo soy y una ola de satisfacción mezclada con vergüenza se adueña de mí.
Él se aferra a mi pudoroso cuerpo y yo me aferro al suyo. Mi esposo me frota contra su hombría, y yo me ruborizo sin control. Subo y bajo. Me froto contra él. Sasuke se frota contra mí. Siento, a lo que todos llaman, la prueba de excitación. Aquel perturbador bulto en mi entrepierna.
- Hyuga – lo suelta en un gruñido – Hinata
Al escuchar mi nombre salir de su boca y de una forma dulce y suave, no pude evitar besarlo. Fue un inocente arrebato pero en el momento erróneo. El bulto dejó de sentirse con la tela del bóxer, ahora se sentía real. Carne con carne. Me aparté por un segundo abruptamente de sus labios pero él volvió a besarme enseguida. No podía cerrar los ojos, y él los tenía semi-abiertos, nos estábamos viendo cuando estaba sintiendo que él entraría en mi. No podía dejar de pensar que él no me amaba y que yo, tal vez, y solo tal vez no me molestaría hacerlo con él. No lo amo pero, creo, que lo quiero.
Solo seguía frotándose contra mi pelvis y yo sabía que en un segundo desprevenido dejaría de ser solo una esposa virgen que odiaba a su esposo y pasaría a ser una mujer indecente perteneciente en carne y civil a mi esposo. Mis mejillas me ardían como si las llamas de fuego las rodearan. ¿Dolería? Pero qué dolería más, qué no me amara o lo otro.
Cuando estábamos en pleno acto de fecundación. Cuando por fin sentiría que es ser deseada y presa de una pasión indescriptible, se escucha a lo lejos ruidosas voces femeninas y roncas voces de hombres, como si estuvieran gritando hace mucho tiempo.
Trataba de concentrarme en queres escuchar la dirección de las voces roncas y afligidas pero Sasuke no dejaba de moverse debajo mío, tentando de que si y de que no. Enloqueciéndome.
Ya hazlo, idiota.
Las intrigantes voces se escuchaban más y más cerca. Como si se hubieran percatado de nuestra indecente situación en el lago. Dirigiéndose directos a nosotros.
- Sasu- Sasuke – me costaba impresionantemente decir palabra alguna – Sasu- Sa… H-Hay… al…gui-guien cerca. Para. Debes… pa-parar.
- No vengas con excusas. Sé que… - él me miró a los ojos y continuó – sé que también quieras que…
- ¡Sasuke! ¡Hinata! ¡Sasuke! ¡Sasuke! – eran las voces que había escuchado antes solo que ahora se escuchaban con más fuerza. Todas las voces juntas, parecían villancicos pero unos desalentadores.
- Qué mierda – el ceño de Sasuke se frunció y dijo furioso – Qué demonios creen que están haciendo. Maldita sea, ¿Justo ahora? Hinata…
Lo mire con una mirada desaprobatoria, tal vez nos odiemos pero nos conocemos. En este poco tiempo juntos, creo que llegué a conocerlo bien.
No haríamos nada rápido. No, nos sumergiríamos bajo el agua. No nadaríamos hasta el otro extremo. Y mucho menos seguiríamos con esto en otra parte. Porque debe tenerlo claro, esta era su única oportunidad para… eso.
- Hay que salir, antes de que nos vean – digo con total sinceridad pero con nerviosismo plasmado en mi rostro.
Sasuke desenreda sus brazos de mi cuerpo. Yo lo miro por unos segundo y luego nado hacia la orilla mientras pienso que si no fueran por ellos yo estaría teniendo relaciones sexuales con mi esposo. Y al volver a la realidad agradezco al cielo que hayan aparecido en el momento más oportuno.
Al cabo de unas horas, ya estábamos en la casa. Me había cambiado lo más veloz posible y justo antes de que nos encontraran. Sasuke no salió del agua hasta que su mama le obligó. Konan fue muy amable y cariñosa conmigo. Dijo que estuvo muy preocupada por ambos pero más por mí. Los padres de Sasuke nos colmaron de preguntas, algunas tontas otras ingeniosas. Itachi intervino por nosotros para dejarnos tranquilos y Konan no paraba de decir lo difícil que fue para ella imaginarse mi pérdida. No creo que por perdernos en el bosque quiera decir que moriríamos, de hecho…
El tiempo pasó volando, después de ducharnos, cada uno se fue a su habitación. Algo agobiados pero en calma. Sasuke al frío suelo y yo en la reconfortante cama. En toda la poca tarde que pasamos después de nuestro rescate y la noche de ahora, él se dedico a evitar mi mirada o roce alguno. Supongo que es lo mejor. Después de todo, aquello no se volverá a repetir. Solo fue un desliz.
Cuando estoy por conciliar el sueño, son los ojos cerrados por mis pesados y cansados párpados, siento que algo cálido se escabulle silenciosamente a mi lado. Haciendo peso al costado de la cama. Me tenso como reacción, pero luego me duermo con una sonrisa en el rostro y algo alrededor de mi vientre.
Ahora solo comienza la era de los sueños y termina las pesadillas.
Nunca había dormido tan bien como aquella vez. Ni cuando me emborraché, ni cuando dormía bajo el respaldo de mi nana en días tormentosos, ni cuando mi papa me había dado un cumplido. Fue algo único y mágico como el bosque, el lago y… puedo decir con alegría, satisfacción y un poco de rubor, que todo fue mágico. Podría ser así, si solo lo intentáramos.
Hola, Chicos y Chicas. Los extrañé tanto. Siento mucho la demora, no quiero ni saber cómo seré cuando comiencen las clases.
Perdónenme de antemano.
Bueno este cap, me costó un poquitin. Y ase darán cuenta por qué.
Si encuentran el contenido inapropiado para el margen de edad que elegí K+, por favor sean libres de decirmelo.
Los autores son los de siempre. Los derecho de autor tambien.
(Mi cabeza)(La cabeza de Masashi Kishimoto) y sus reviews. :3
